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ArribaAbajoEntretenimiento XIII.

Continúa el asunto de los Minerales, y se explica quales son las principales caxas, y lo que se funde de Plata en ellas.


En el anterior Entretenimiento se ha dado noticia de los déviles fundamentos con que se dá principio al trabajo de las Minas, y que emprendidas muchas de ellas por hombres que no tienen caudal alguno, aun para la propia subsistencia, se gastan por sus manos crecidos miles en solicitud de la Plata. En este se seguira, dando la de los Minerales, y del modo en que se manejan en ellos, por no ser esta de menos industria y habilidad, que el conseguir fondos con la vana idéa de multiplicarlos en las cosechas abundantes de Piña, que se proponen sacar de ellas: para esto es preciso dár idéa del modo en que se ministra el Azogue, por ser el principal agente, que facilita el laboréo de las Minas.

El Azogue es la medida de la Plata, ó el mas seguro testigo de lo que se extrahe de las Minas, porque beneficiandose generalmente por el método de la Amalgama, no puede separarse del Mineral sin el auxilio de este metal. Hay no obstante algunas Minas que se trabajan por el fuego, pero son pocas, y además concurre el inconveniente de no haber con abundancia la leña en donde están, ni el Icho, que es un equivalente para suplirse: por esta razon, aunque algunos Minerales podrian rendir mas por este segundo metodo, que por el primero, no es practicable. Asentado pues que la mayor parte se hace por medio del Azogue, conocido el consumo de este, puede averiguarse, con alguna corta diferiencia, lo que se saca de aquellas.

Es opinion corriente por allá, y muy comprobada, que las principales Minas de credito en lo antiguo han ido en descaecimiento; allí lo han sido las de Potosi, y en realidad no rinden al presente, ni á mucha distancia con la abundancia que en otros tiempos; esto procede de dos causas, la una de hallarse en tal profundidad parte de sus vetas, que el costo de desaguarlas, con el de las obras que necesitan para que se mantengan, y el de atraher los metales, son mayores que las utilidades que rinden: la otra, porque á fuerza de haber sacado lo mas pingue de ellas por largos años, han descaecido; y aunque esto no suceda en todas, se experimenta en las mas, considerandolas por lo que vá corrido de este siglo: parece que al paso que unas ván en decadencia, se descubren vetas algo sobresalientes en otras, resultando que en el total de aquel dilatado País no se extrahe menos Plata al presente, de la que se sacaba ahora 70, ú 80 años, con la diferiencia de haber mudado de lugar.

El cerro de Potosi debe considerarse como un panal de Abejas en las inumerables bocas que tiene, y en las concavidades y minas que hay en su interior, y asi lo dá á entender la monstruosa cantidad de material que se ha sacado de sus entrañias, para lograr la parte del Mineral, que al modo de venas se halla repartido en él, siendo de este del que se saca despues la Plata; y asi, si fuese dable registrarlo de una vez, quitada la capa exterior, se descubriria un sin fin de caminos y calles subterraneas, conducidas sin regularidad en las direcciones, segun la disposicion en que ván las vetas. Aquellos Minerales, que en el lenguage comun llaman Metales, despues de los primitivos tiempos inmediatos al descubrimiento, en que fueron muy ricos, quedaron de poca ley; siendo tal, que sino tuvieran la ventaja de ser dóciles para extraherse, y para el beneficio, no se podrian aprovechar; pero con esta circunstancia viene á ser la docilidad compensativo de la falta de riqueza. Otros Minerales hay en distintas partes, que siendo de mas Plata son menos proporcionados para el trabajo por la dureza, por los gastos que de ella se siguen, ó por la mezcla de Antimonios y de otras varias materias, que no dán lugar á que se pongan en punto de que el Azogue obre en ellos. Aun con estos inconvenientes es tal el atractivo de unos y de otros, que no falta quien se dedique á probar suerte, sin reparar en la baxa ley, en la dureza, ó en la dificultad de acertar con el método del beneficio que requieren.

Hallanse repartidas las Minas de Plata en varias Provincias, y parece que en esto guardó, la naturaleza un orden correspondiente al de los Animales y Plantas, no haciendolas comunes á todos los Países, aun del mismo Continente, como lo acredita el que siendo Punas de quasi igual altura y frialdad, las que corren desde la parte del Norte de Lima hasta el paralelo de Potosi, y de allí hasta Chile, es en el ámbito que hay desde el de Lima al de Potosí donde abundan, y en los que corren desde el mismo paralelo de Lima ácia la Equinocial ván siendo menos, como lo confirman las pocas que se conocen en el Reyno de Quito, y de allí ácia la parte de Santa Fé, en cuyo ámbito son mas regulares las de Oro, bien que estas están en los climas calientes, siendo muy raro que las haya fuera de ellos. Lo mismo sucede desde Potosí ácia el Súr, en cuya larga extension por gran casualidad se sabe de alguna. La physica mas sutíl no facilíta reglas seguras para explicar de un genero que satisfaga este raro phenómeno, mediante que al parecer concurren unas mismas circunstancias en todos ellos.

Habiendose de beneficiar los Minerales de Plata por medio del Azogue, tomó el Estado en sí el cuidado de ministrarlo, para que este principal ingrediente, sin el qual no podian ser utiles aquellos, no estuviese expuesto á contingencias, y que sin embarazo pudiesen dedicarse los Mineros á las labores, con seguridad de tenerlo siempre que lo necesiten. A este fin se establecieron varias Caxas en aquellos parages donde habia mas abundancia de Minerales, siendo estas otros tantos depositos de él, y por consecuencia los lugares determinados á donde debe llevarse á fundir lo que se saca de Plata para satisfacer al Rey el derecho del Diezmo y el valor de los Azogues, que se franquea á cada índividuo en el discurso del año.

Entre estos Depositos, ó Caxas Reales se halla una principal, que ministra á todas las otras el Azogue, y es la de Guancavelica, siguiendose luego por la parte del Norte, Jauja, Pasco, Lima, y Trugillo: por la del Sur el Cuzco, Chucuito, la Paz, Caylloma, Carangas, Oruro, y Potosí, de suerte que en todas vienen á ser 12; pero no en los distritos de todas hay abundancia de Minerales, pues en algunas son tan escasos, que apenas hay indicios de ellos. De estos Depositos sacan sus provisiones los Mineros que están en cada jurisdiccion, y se les subministran fiados por termino de un año, para facilitarles que puedan trabajar, sin hacer de pronto desembolso, por ser uno de los mayores costos que tienen. El método que se sigue en esto es acudir los Mineros á la Caxa Real, y afianzar el Azogue que necesitan para el uso de los metales que deben sacar de la Mina en el discurso del año, con obligacion de tenerlo pagado al tiempo de cumplirse. Este año se cuenta empezando por un antiguo uso, el primer dia de Mayo, y finalizase el ultimo de Abril. Observase asi no solo en lo perteneciente al Azogue, sino en todos los Ramos de la Real Hacienda, porque en aquel dia deben concluir todas las cuentas de las Caxas Reales, y empezar otras nuevas, que llaman cerrar las Cartas-Cuentas.

Es de mucho alivio, como se dexa comprehender, para los Mineros la proporcion de tener el Azogue, sin hacer de pronto el desembolso de su valor, usando de este caudal por el discurso de un año; y con la misma Plata que les facilíta, lo pagan; pero aun todavia no basta para que se sostengan, acaeciendo con bastante frecuencia hallarse, sin cumplirse el año, sin fondos para salir de este empeño, que es consecuente, ó á la poca ley que tiene el metal, ó á los gastos que se les aumentan, bien sea por su dureza y dificultades que hay para sacarlo, ó por las obras y trabajos que necesitan hacer dentro de la Mina. De aqui se origina, que se abandonan aquellas que no sufragan para sostenerse quando los dueños no poseen caudal propio, ó tienen Aviadores que se lo subministren. Las Minas se deben considerar como un juego de fortuna, que para el que está favorable le enriquecen, y por el contrario destruyen y aniquilan al que les es contraria.

El que dexa de corresponder á la paga del Azogue de un año, no puede prometerse tenerlo en lo succesivo; y careciendo de este principal agente, se inutiliza la Mina y se abandona, bolviendo á ponerse en aquel primer estado en que la halló el que emprehendió su trabajo: se hacen derrumbos considerables, las aguas se aumentan aunque fuesen pocas; se ciegan las calles; y al cabo de tiempo, quando otro la emprehende de nuevo, tiene que hacer el mismo trabajo que el antecesor con mucho espendio.

Al vér las considerables porciones de Plata, que se conducen todos los años de las Indias á España, no es facil de concebir la dificultad que cuesta de conseguirla en su propio origen, y que se logra á expensas de muchos caudales, y de la infatigable pasion de los que se dedican á este exercicio, que es la que los empeña, segun se dixo en el Entretenimiento anterior, para no abandonarla, interin que se les proporciona el modo de tener Azogue, aunque sea muy poca la Plata que saquen de ella; y asi esta providencia es uno de los mayores auxilios, que tienen para promover su trabajo.

Sin duda fue fundada en este conocimiento la disposicion en aquellos Reynos de franquear el Azogue al costo que tiene; contribuyendo tambien la circunstancia de ser bastante crecido, respecto del regular en España; por cuya regla no es igual en todas partes, proporcionandose á las distancias; y asi en Guancavelica es á 79 pulgadas37,5/100, en Jauja á 856,25/100, en Pasco á 847,5/100, en Lima á 847,5/100, en Truxillo se les carga el mas costo que tiene su cunduccion desde Lima allá: en el Cuzco á 9587,5/100, en Caylloma á 8669/100, en Carangas á 9450/100, en Oruro á 9710,5/100, en Potosí 99 12,5/100, siendo del cargo de los Mineros la conduccion despues desde las caxas hasta los asientos de las Minas.

El Erario gozaba los dos derechos que le correspondian en el quinto del Azogue, que se sacaba, y en el de la Plata: este ultimo se rebaxó al decimo en el año de 1737, en fuerza de reiteradas representaciones que hicieron los Mineros, y de sérias justificaciones: por donde se aberiguó, que la situacion de ellas no permitía tanta contribucion; pues por no sufragar á ello, se abandonaban muchas, y el Estado padecía el detrimento de su pérdida. Con iguales fundados motivos se libertó á los Mineros, en el año de 61, de la contribucion del quinto del Azogue por tiempo de dos años, reservando á la voluntad de S.M. y á lo que la experiencia enseñase, el dexarlo asi para lo succesivo, ó que espirados bolviesen á contribuir; pero parece que hasta el presente vá corriendo en la misma forma, que es convincente prueba del descaecimiento de su respectiva Mina, y que mirado este asunto, como el mas importante para la subsistencia de las de Plata, se ha tenido por menos inconveniente perder la Real Hacienda aquel ingreso, que mantenerle con el menoscabo de que se arruinasen las otras; con que la unica utilidad que ha quedado á su beneficio es el Diezmo de la Plata que se saca, bien que sin disfrutarlo integramente.

Las Minas en su generalidad subsisten en regular estado interin que se trabaja en ellas, porque á medida que se adelantan en lo largo y profundidad, se tiene cuidado de irlas asegurando con Empotrados, dexando además los correspondientes Estrivos de distancia en distancia para la fortaleza, á cuyo fin hay Ordenanzas y Leyes que lo previenen; pero quando les sobrevienen aguas en cantidad, y que no hay advitrio para hacerles Socabones por donde desaguen, es preciso abandonarlas, aunque se hallen en el término de la abundancia de la Plata. El trabajo que se practíca en ellas es continuo, haciendose tanto de noche como de dia, y lo mismo el beneficio de Metales en todas sus funciones, pues por una parte se muelen los que se sacan, hasta convertirlos en polvo muy menudo, y por otra se preparan los cuerpos para la Amalgama, y se laban los que tienen disposicion para ello. De esto resulta ser preciso que el Azogue esté pronto, sin lo qual experimentarían grandes pérdidas los Mineros; y una de las mas considerables sería el hallarse precisados á suspender las manipulaciones. Por esto es necesario mirarlas como un encadenamiento en donde los eslabones están enlazados el uno al otro, siendo el principal el Azogue, sin el qual quedan divididos los demás.

A proporcion que los metales son mas ricos, necesitan de mas Azogue para la Amalgama; y al respecto que la Mina es mas opulenta de metales, por estár sus vetas mas pujantes, se saca mayor porcion de ellos, que es lo que los dueños apetecen, pues aunque la ganancia sea corta la hace crecida la abundancia: por esta razon, los consumos, del Azogue no pueden ser iguales, ni tener regla la distribucion; pero cada uno sabe á corta diferiencia, segun las vetas que trabaja, su grosor y riqueza, lo que puede necesitar para darles el ultimo beneficio en el discurso del año, y procura proveerse de él con anticipacion.

Por las cantidades de Azogue expendidas en el discurso de varios años, en 11 de las caxas que se han nombrado, y son las principales, no incluyendo la de Lima, se podrá venir en conocimiento del estado presente de los minerales de Plata de aquel Reyno; y para la mejor claridad se pondrá por su orden:

CAXAS Año de 1759.
Qs. Lib. onz.
de 1760.
Qs. Lib. onz.
de 1761.
Qs. Lib. onz.
de 1762.
Qs. Lib. onz.
de 1763.
Qs. Lib. onz.
Guancavelica.298. 39. 00.242. 00. 00. 234. 50. 00.200. 00. 00.142. 18. 8.
Jauja130. 00.140.00.00.200.00.00.237.50.00.247. 42. 00.
Pasco500. 00. 00.650. 00. 00.373. 53. 5.455. 46. 11.729. 00. 00.
Truxillo128. 42. 8.131. 17. 00.
Cuzco 14. 27. 00.5. 88. 00.9. 40. 00.6. 49. 3.13. 50. 8.
Chucuito 733. 58. 2.740. 00. 00.437. 74. 12.548. 36. 00.369. 34. 4.
La Paz32. 26. 9.64. 36. 4.49. 94. 3.31. 75. 10.30. 25. 10.
Caylloma396. 00. 00. 288. 50. 00.292. 50. 00.374. 59. 8.
Carangas230. 6. 7.191. 27. 00.420. 31 .330. 00. 00.150. 4. 1.
Oruro1253. 21. 6.1251. 60. 11. 1472. 54. 00.1061. 38. 00.1264. 63. 10.
Potosí1544. 21. 2.160. 0. 2. 1814. 28. 14.1903. 53. 14.1792. 86. 12.
Sumas. 4727. 51. 10.21. 1.5295. 76. 3.5195. 41. 14.5245. 1. 13.

El consumo. del primero de estos 5 años está incompleto, faltando lo correspondiente á las caxas de Truxillo y de Caylloma: en el segundo y tercero falta el de la primera, y aumentandolo de lo correspondiente por el de los años de 62 y 63, vendrán á completarse, y serán el año de 59 5155 quintales, 94 libras y 2 onzas: el de 1760, 5503 quintales, 63 libras y 9 onzas: y el de 1761, 5424 quintales, 18 libras, y 8 onzas: en esta forma, tomando un medio entre todos cinco, es 5304 quintales y 84 libras.

Son varias la opiniones sobre la cantidad del consumo que se experimenta en el Azogue que se emplea en la Amalgama de la Plata: unos lo fixan á 14 onzas por marco, otros á 12, y otros lo ponen en algo menos; pero generalmente convienen, en que el preciso y verdadero consumo es el equivalente al peso de la Plata que se saca; por cuya regla, el marco de ésta debe consumir media libra de Azogue, y á todo el exceso llaman pérdida. Hay metales, segun la opinion de los Mineros, que por su calidad consume mas que otros, y de estos dicen tener mas pérdida, contandola en lo que excede al peso de la Plata; y asi la Mina que necesita para cada marco 13 onzas de Azogue, sin bolver á recogerse, tiene de pérdida 5 onzas; la que necesita 14 onzas, 6; y por este término, otros metales hay que pierden menos, pero no se conoce alguno que poca, ó mucha no la tenga. Sin hacer quentas imaginarias puede terminarse el consumo y pérdida del total de las Minas, unas con otras, por 12 onzas el marco, y en esto convienen los mas; en cuyo caso, los 5304 quintales y 84 libras que se gastan en el año deben producir 707312 marcos de Plata de Piña, que son 5.658496 onzas de la misma Plata. A esta cantidad debe aumentarsele la que corresponde al menos Azogue que las 12 onzas por marco de consumo, y la que se saca por fundicion, cuyos dos puntos son inaveriguables; no siendo facil conseguir, que con ingenuidad digan los Mineros en lo que consiste su verdadero consumo y pérdida.

Es mysterio tan reservado la noticia fija de la cantidad de marcos de Plata que cada Minero saca del Azogue que consume, que la mas eficáz diligencia no es suficiente para conseguirla; pero averiguado esto del mayor número de las caxas, podrá formarse el cómputo de la Plata que sacaron, y la que faltó para completar la que correspondia al Azogue que consumieron.

El año de 1763 la caxa de Guancavelica dio por consumidas 13448 libras de Azogue menos que lo expendido: fundió 18021 marcos, por los quales contribuyó por el Real derecho de Diezmos y Cobos 17743 pesos y 3 reales. Segun la regla de las 12 onzas, debia haber fundido solo 17930½, y asi tubo de aumento 90½ marcos, que no son de consideracion en el todo de la cantidad. Será reparable que los consumos de Azogue para esta cuenta de marcos, no son iguales á los expendios de él en el año; y esto procede unas veces de no fundir todos los Mineros la Piña que sacan en el corriente del mismo año que recibieron el Azogue, y otras de aumentarse las fundiciones con los que dexaron de hacerlas en el año antecedente.

La de Jauja consumió 26742 libras mas que lo expendido: fundió 14565 marcos, por lo que solo contribuyó de derechos 14340 pesos y 3 reales: debia haber fundido 35656 marcos, y haber contribuido 35105 pesos y 4½ reales; con que le faltaron para la cuenta 21091 marco, y dexó de contribuir 20765 pesos.

La de Chucuito consumió 42962 libras, fundió 48063 marcos y 3 onzas, pagaron 47322 pesos y 3 reales: su fundicion de Plata debió haber sido de 57282⅔, le faltaron 9219 y 3 onzas, por los quales dexó de contribuir 9065 pesos y 3 reales.

La de la Paz tubo de consumo de Azogue 3025 libras, fundió 1601 marcos, por los quales contribuyó 1571 pesos y 5 reales: debería haber fundido 4034⅔ marcos: vino á ser diminuta la fundicion de 24325/8 marcos, á los quales corresponden 2395 pesos y 2 reales, que dexaron de contribuirse.

La Caxa de Caylloma consumió 49059 libras de Azogue: se fundieron 28029½ marcos, cuya contribucion de derechos fue 27596 pesos, 7¾ reales, pero la fundicion debía haber sido de 654I2 marcos, y hubo de menos 37382¾ marcos; y el importe de los derechos disiminuyó de 36805 pesos, 5¾ reales.

La de Carangas consumió 15001/16 libras: fundió 22304 marcos y una onza; por los quales contribuyó de derechos 22076 pesos: su fundicion excedió, al respecto de las 12 onzas, en 2299 marcos y una onza.

La Caxa de Oruro consumió 125463⅔ libras de Azogue: su fundicion fue de 121856 marcos, 4 onzas, por los que contribuyó 119975 pesos, 7½ reales; pero segun el Azogue consumido debió haberse extendido la fundicion á 167284 marcos, mayor que la que se hizo de 45427½ marcos, cuyos derechos corresponden ser 44726 pesos y 7½ reales.

En las cinco Caxas que quedan nombradas hubo de menos en fundicion de marcos y de derechos Reales como se sigue.

CAXAS Falta en la fundicion Disminucion de derechos Reales.
La de Jauja21. 091.20. 765.2.
La de Chucuito9.219.9.065.3.
La de la Paz2.432.5/82.392.5.
La de Caylloma37.382.3/436.805.5.3/4
La de Oruro45.427.½44.726.7.½
Total disminucion de marcos 115.552.7/8113.755.p.71/4

El importe de los derechos que el Rey sacó de las Minas de la pertenencia de las siete Caxas que quedan nombradas fue:

De las de Guancavelica 17. 743. 3.
De las de Jauja14. 340. 3.
De las de Chucuito47. 322. 3.
De las de la Paz 1. 571. 5.
De las de Caylloma27. 596. 7¾
De las de Carangas22. 076.
De las de Oruro119. 975. 7½
Suma250. 626. 3¼

De modo, que de las siete Caxas recibe la Real Hacienda la quarta parte de un millon de pesos, á corta diferiencia, y dexa de percibir mas de la decima parte del millon.

Las quatro Caxas restantes son Pasco, en la Provincia de Tarma, que es de consideracion: la del Cuzco, que no funde Plata: la de Truxillo, que es mediana; y la de Potosí, que es la mayor, pues excede á la de Oruro en 54 libras de Azogue de consumo; y haciendo un juicio prudente no llegará á medio millon todo lo que reditúan á S. M. en cada año las Minas del Perú que usan de él.

La cantidad de marcos que dexan de fundirse en sus respectivas Caxas, respecto del Azogue que se les ministra, y la mas porcion que benefician quando el consumo y pérdida no llega á las 12 onzas por marco, no menos que toda la que se saca por fuego, tiene tres destinos: una parte se extravia, otra se funde para convertirla en vaxilla, y otra pasa á fundirse á la Caxa de Lima por especial gracia que se les concede; pero rigorosamente debería llevarse á la Caxa que ministra los Azogues, que es la del distrito,asi por set la mas inmediata, como para satisfacer los derechos con ella, y hacer constar haberse hecho el uso que corresponde con el que se les ha ministrado.