Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.


ArribaEntretenimiento XXII.

Sobre la lengua de los Indios, y juicio del modo en que es regular que se poblasen las Indias.


Es opinion muy valída entre las personas erudítas, que poseen con perfeccion la Lengua Quichuá, traer ésta algun origen de la Hebréa, con la qual le hallan mucha semejanza, por aquellas palabras que en la Sagrada Escritura se conservan de ésta; y siendo en la pronunciacion, y en el sonido iguales, no dexan de ser bastantes las que se notan con esta intima semejanza: de suerte, que juzgandolo por este principio no admite duda guardar entre sí mucha consonancia. Resta seber si el significado que tienen en la Hebréa, es con precision el mismo que en la otra, porque las palabras de la Sagrada Escritura, que se hallan en la Quichuá, son por lo comun aquellas en que los Interpretes no se han hallado conformes, ó que no les han podido encontrar la inteligencia que les corresponde, no siendo extraño que en lo uno se parezcan, sin suceder lo mismo en el significado: para poderdeterminar sobre ello con propiedad, sería preciso que los sujetos instruidos en la Quichuá, desde la infancia que la hablan y entienden en toda su fuerza, por serles natural como á los mismos Indios poseyesen el Hebréo antiguo con la misma perfeccion, y entonces podrian hacer la comparacion de una con otra; y por la semejanza de algunas frases, de las expresiones, y de los nombres de las cosas, vendrían en conocimiento de la igualdad que conservan entre sí, y tal vez no sería dificil darle la interpretacion que se requiere á las que se mantienen en obscuridad en el Hebréo.

En la Quichuá hay una frase, entre otras varias, que se nota ser de las primeras que pronuncian los Parvulos quando quieren empezar á hablar, sucediendo esto con los de todas la Naciones, y fuera de los Indios no es usual en el lenguaje: esta es Apa, que es la primera del verbo Apani, Apanqui, traer, cuyo imperativo es Apamui; y si se repara bien quando los niños la pronuncian, es señalando alguna cosa, que quieren que les acerquen, ó que les dén: comunmente no se les hace caso, ni se les percibe, porque no se pone cuidado en ella á causa de ignorarse su alusion; pero entre los Indios, que se conoce por ser propia de ella, cuidan de darles lo que señalan: Apachiy es el imperativo de remitir, ó embiar; y Apariy el de tomar, ó llevar; y asi para pedir, para embiar, y para llevar empiezan los verbos con las dos sylabas Apas: la palabra Mama, que en todos los Idiomas es asimismo de las primeras, es la que propiamente significa Madre entre ellos; y asi aunque entre las otras Naciones empiezan las criaturas á prorrumpir este nombre en lenguaje natural, despues lo varían, conservandolo en su sér y fuerza solo los Indios. A este respecto se nota, que otras varias palabras, pronunciadas en los principios antes que tenga lugar la enseñanza, son las primeras por donde empiezan los nombres, ó expresiones del Idioma, sin que muden el sonído para el lenguaje usual; resultando de esto, que de no ser el de los Indios el que mas se acerque al natural, es el mas semejante á la primer pronunciacion de los niños.

Es cortisima esta lengua en quanto á las voces, y al mismo tiempo muy abundante de expresiones, nacido de que una palabra mudando el acento significa varias cosas. Muchas de sus expresiones consisten solo en la repeticion de la precedente sylaba, y al fin un acento, ó una letra mas que es lo que determina lo que se intenta explicar. Por exemplo, Acacau significa me quema, hablando del Sol, ú del fuego, ú de lo que se come, ó bebe: Alalaus, tengo frio: Ananaú, me duele; y asi estas tres frases explican las tres principales sensaciones de calor, frio, y dolor; pero mudandoles la final, mudan del todo el significado, como Alau-ni huay, tén lastima de mí, ó compadeceme: Anallau, qué cosa tan buena, ó tan dulce: á cuya semejanza sucede con muchas otras. Hallase reducida á reglas de Gramatica, con Diccionario correspondiente; y se há escrito sobre su origen y elegancia, con la extension que pide la materia, como tratada de intento.

Es asimismo suave y tierna, dudandose que haya otra que le iguale en frases propias de agasajo y de cariño: no hay en ella composiciones de periodos largos, ni frases pomposas: en lo reducido de las que tiene es elegante, comprehensiva y agradable, sin tornar cosas de las otras lenguas usuales, como que nunca estuvieron en proporcion de hacerlo; por estas circunstancias se hace juicio de ser una de las primitivas, participando de algunas palabras de la Hebréa, segun se ha dicho: de lo que se puede inferir haberlas tomado muy en su origen, y que el Pueblo de donde salieron aquellos primeros Pobladores, si en el todo no eran Hebréos, era alguna otra Nacion de las que vivian contiguas á ellos; con cuyo motivo, conservando su lengua natural, tomaron parte de los que estaban en mas inmediacion. Para prueba de ello hay algunas otras señales en las propensiones y costumbres que se observen en los Indios, que se acercan á las de los Hebréos: tales son la que tienen á la mentira y al engaño, no pudiendo formarse juicio de lo que dicen en muchas cosas, por ir embuelto en este vicio, y con la misma facilidad que afirman, niegan la propia cosa. El engaño es tan ordinario en ellos, que se necesita de mucha sutileza para no caer en él, hallando pronta salida para la disculpa quando se les reconviene: son zalameros, se hacen inocentes, y con extremo ceremoniaticos; propiedades todas que se encuentran en los Hebréos, y en unos y en otros son naturales por herencia, sin que parezca que en ello hay estudio. De estos antecedentes se debe concluir lo que se ha dicho sobre la antiguedad de la lengua, pues en los principios quando no habia estudio de Ciencias, ni uso de otras facultades y oficios, debian ser las que se practicaban al modo de la de los Indios reducida, expresiva, y elegante, supliendose con la diversidad de los asuntos que les daban á unas mismas sylabas, lo que faltaba de palabras en las distintas convinaciones de ellas; y asi aunque es breve y sucinta, en un modo es abundante, y expresiva; suave y tierna en el otro: nacido de que con los acentos acompañan los afectos que se intentan explicar. La lengua Quichuá es la general en el Perú; pero despues las distintas Naciones de Indios tienen otras particulares, en lo qual hay mucha variedad, sucediendo entre ellos lo que en las demás partes de la tierra; pero es rara la que no tiene algunas palabras semejantes á ella, ó totalmente conformes; lo mas regular es, que varíen en la pronunciacion tomando diverso sonido. Las de los Indios de la parte del Norte, con ser totalmente distintas de aquella, y pronunciadas con otra fuerza y acento gutural, tienen muchas palabras de la Quichuá, siendo bien reparable que habiendo entre unos y otros distancias tan largas, aun conservan estas señales de ser todos de una misma raza, descendientes de los primeros Pobladores que pasaran á la América; lo qual corrobora lo que se ha dicho sobre los usos y costumbres, y que en el origen mantuvieron las cosas en el estado que las llevaron, siendo de esta clase la lengua.

Semejantes á las particularidades que se han dicho de la Quichuá son las que se conocen en la Hebréa, siendo amplisima en expresiones al paso que es elegante, suave, y sucinta, cuya semejanza, si no confirma el dictamen de proceder de ella, dexa indicios de serle muy parecida, recomendandola como la que tiene mas analogía con la que se reputa por la primitiva.

La Quichuá es comun en toda la parte alta, siendo la primera que hablan entre sus habitadores, y en la que se hallan versados. La Española es tambien regular; pero no dexa de tener sus imperfecciones, particularmente en el acento, cuyo vicio contrahe del que es natural en la otra. Entre las mugeres es mas facil explicarse en la Quichuá, sucediendo esta con las de todas clases, á lo qual contribuye servirse de gente India de ambos sexos, y Mestizos, asi como en la parte baxa se hace con la Negra, y de estas castas. No es la misma la Quichuá en toda la extension de la parte alta; en el Reyno de Quito, y por aquel lado es diferente de la que está en uso en el Perú, variando bastante en los nombres de las cosas, y en la significacion; pero la verdadera Quichuá es la del Perú, y por lo tal la general, con la qual se entienden las otras, á lo menos en las cosas usuales y mas precisas, porque las frases y verbos principales son quasi los mismos, á diferiencia del modo de la pronunciacion.

Ha sido siempre muy grave la dificultad de determinar el modo como pasaron los primeros Pobladores á las Indias despues del Diluvio Universal, trabajando mucho el discurso en buscar continuacion de tierras por las partes frigidisimas del Norte, para que hiciesen transito por ellas, ó por las Orientales del Asia, que son las que se conocen mas próximas á las Occidentales y Septentrionales de la America: por otro método se ha pretendido imaginar un paso en la continuacion de tierras desde el Cabo de Bojadór en el Africa y Islas de Canarias, hasta las de Barlovento, atravesando el Oceano en 800 leguas de distancia, y que estas dilatadisimas tierras hayan ido despareciendo despues, y reduciendose á Mar todo el espacio que divide por esta parte las Américas del Africa, de modo que se pretende que los Indios fuesen Européos, antes de haber pasado á aquellas partes, por otro juicio que fuesen Asiaticos, y por otro Africanos: de alguna de estas partes es preciso que saliesen; pero en el modo se ofrecen dificultades grandisimas, que parecen insuperables al entendimiento, quando no se supone que hubiese navegacion mas ó menos larga en el transito; y siendo principio constante que pasaron, es consecuente que quando sucedió no subsistian las dificultades que ahora se figura la imaginacion.

Tenemos por principio asentado, que las especies de vivientes de la tierra que se reservaban para la nueva Poblacion, se salvaron del Diluvio, por disposicion de Dios, en el Arca: que esta aduvo flotante sobre las aguas, hasta que disininuídas, y descubierta la tierra descansó sobre ella. Sabese tambien, que despues de estár la tierra bastante poblada, el desvanecimiento de los hombres intentó fabricar la Torre de Babél, con el fin de conservarse si bolvia á verse la tierra cubierta de las aguas. Antes de llegar á esta resolucion, y teniendo presente el Arca en que Noé con su familia se habian salvado, era regular que fabricasen otras semejantes, aunque no fuesen de tanta capacidad, para el mismo intento; y aun separando de la idéa aquel motivo, la memoria del Arca, en los tiempos y siglos siguientes al Diluvio, dieron á los hombres la primer idéa de Embarcaciones para navegar, capaces no solo de llevar personas, ó á lo me nos para mantenerse sobre las aguas sin sumergirse, sino tambien animales de todas especies. Con esta idéa basta para discurrir, que aquellos primitivos tiem pos fuese una de sus ocupaciones hacerlas al modo del Arca, y navegar por los Rios y los Mares, reconociendo si al igual de las tierras, que fueron las primeras pobladas, habia otras, y examinando lo que contenian: para esto no podian tener objeto mas adcquado que el mismo Arca, la qual ministraba toda la luz conveniente del modo de juntar los maderos, de la figura que debian darles para que se mantuviesen flotantes, y de las comparticiones que convenia hacer: en este modo, sin apartarse de lo natural, y sirviendose de las luces que le ministraba aquel portentoso suceso, es facilisima la Poblacion de las Indias, escusando el recurso á los climas inhabitables de la Zona Frígida, ó de que el Oceano no lo hubiese sido antes, sino tierra que se convirtiese en Mar, despues de haber dado paso á los Pobladores de aquella parte, y sin que de lo mas Oriental, y Septentrional del Asia fuesen á embarcarse para pasar á lo mas Septentrional y Occidental de las Américas. En las Embarcaciones propuestas de aquellas primeras gentes pudieron llevar cómodamente animales, fuese de propio intento, ó por casualidad; asi como despues de la entrada de los Españoles allá se han llevado las especies que no habia, y han multiplicado con la abundancia que se vé: en todo lo qual no hay cosa que repugne á la razon.

Mas regular es que en aquellos tiempos los hombres fabricasen Embarcaciones grandes, y que navegasen, que el que dexasen de hacerlo entonces, y que lo practicasen muchos siglos despues; porque teniendo el exemplar mas presente, conocian lo que podia aguantar una Embarcacion, y que los mas fuertes embates de las olas del Mar agitadas no eran suficientes para deshacerlas; sabiendo al mismo tiempo que podian unirse muchas piezas de madera, en tal modo, que el agua no.penetrase por sus junturas; y en fin, tenian presente el exemplar para seguirlo, mas bien que despues de corridos muchos siglos; y no obstante de estár la memoria mas remota, se fabricaron Embarcaciones, se dispusieron Flotas numerosas, y se navegaron los Mares, cuyo arresto ha sido ordinario en todos los tiempos, como lo testifican las noticias mas distantes.

Por este modo fue facil poblarse las Indias en aquellos primeros siglos despues del Diluvio, no menos que la muchedumbre de Islas distantes de la Tierra Firme, de que están llenos los Mares; muchas de las quales aun no están enteramente conocidas,como lo acreditan los descubrimientos que frequentemente se hacen, particularmente en el Emispherio Austral.

El tránsito á las Indias desde las partes Orientales es regular, por ser los vientos favorables y bonancibles para ello en todo tiempo, pues qualquiera Embarcacion que se dexe correr á su voluntad desde las Costas de Europa en las partes Meridionales, ú de las de Africa ha de ir por precision á dár á las Indias mas ó menos apartadas de la Equinocial entre los Tropicos, sin necesitar de Aguja, ni del conocimiento de las Estrellas para dirigirse, porque los vientos son de la parte del Levante desde las Islas de Canarias en adelante, que llaman Brisas; y ocupando las Américas toda la parte del Globo, desde las del Norte á donde han podido llegar los descubrimientos hasta los 55 grados en el Emispberio Austral, era preciso que la Embarcacion que se dexase llevar de ellos fuese á dár á quellas tierras. En los tiempos que el Mundo empezaba á poblarse de nuevo era regular que las gentes procurasen esparcirse tanto por tierra, pasanda de Region á Region, como en Naves, que imitasen, segun se ha dicho, la que habia conservado las especies de vivientes, dexandose conducir por los vientos, y de las corrientes, asi como el Arca estuvo á la voluntad de estos Elementos, hasta que descansó en tierra; pues aunque esta iba gobernada de la mano de Dios, que lo tenia dispuesto, los hombres inclinados á imitar lo que vén, tenian bastante con aquel exemplar, para no detenerse en poner por obra lo que les inclinaba la curiosidad, y el fin que les movia de ocupar toda la tierra para hacerse dueños de ella. Pasados aquellos tiempos en que se emprenderían estos viages, y visto por los contemporaneos, que no bolvia ninguno de los que iban en ellos, ni se tenia noticia de su paradero, es natural que les entrase el temor de las resultas. y que no se determinasen á hacer nuevas tentativas: asi como no hubiera habido resolucion para seguir los pasos de Colon, si no hubiese regresado del primer Viage, ni se hubiese tenido noticia de haber llegado á descubrir tierras nuevas felizmente. Con esta desconfianza, no solo cesaría el empeño de arriesgarse, sino el motivo de hacer Embarcaciones grandes, y asi se iría perdiendo el método de fabricarlas, hasta que corriendo los tiempos balvería á renovarse, como sucedió por los Argonautas, en parte guiados de la disposicion de las Embarcaciones pequeñas, en parte de algunas luces que no dexarían de conservarse de la antiguedad, y al mismo tiempo, alentados del conocimiento de las Estrellas, del curso de los Astros, y de las luces de la Astronomía, que yá se tenian en la Grecia, y empezaron á navegar y á establecer Naves, capaces de surcar los Mares con seguridad, y con conocimiento distinto del que podian tener las primeras gentes, para la direccion de sus viages.

Los que pasarían por el método que se ha dicho á las Indias, no podian bolver de ellas por la misma razon que les era favorable para ir, teniendo los vientos contrarios: debiendo suponerse que entonces no poseían todo el conocimiento necesario para el manejo de las velas, ni el correspondiente de la Nautica para hacer rumbos contrarios á donde el viento les impelía: por esto se hallarían precisados á permanecer en las primeras tierras que encontraron, abandonando enteramente la idéa de restituirse algunos de ellos al parage donde habian salido; debiendo suponer que al emprender el viage no presumirian, ni que estuviese tan distante, como despues experimentaron, la tierra, ni que les fuese imposible el regreso. Llegados allá, recapacitarían sobre lo que habian tardado en llegar, y las contrariedades que se ofrecian para la buelta: todo lo qual les determinaba al partido de permanecer en las primeras tierras, que serían naturalmente las Islas de Barlovento: irian pasando succesivamente en Embarcaciones chichas hasta la Tierra Firme, y en ella se constituirían nuevos Pobladores, y dueños de una gran parte del Mundo, manteniendo los usos y modales que llevaron de donde habian salido; unos se harían rusticos y feroces, otros mas dóciles y sociables: los primeros serían, como todavia se vé, los que habitaban en los Países montuosos de bosques, donde hay fieras y animales dañosos en abundancia: los segundos los que se establecieron en parages donde no hay bosques, ni arboles, al modo que la parte baxa del Perú, en lo que llaman Valles, y en la alta que tampoco se crian espesuras, ni la pueblan animales feroces.

La comunicacion despues de los que se establecieron en las Indias con la Europa, y el Africa, por la parte Oriental, era imposible, faltandoles el conocimiento de navegar por varios rumbos, el de la Aguja magnética, ó en su lugar el de las Estrellas, como tambien el de disponer las velas para que las Naves hiciesen camino quando el viento no era favorable, porque no siendo practicable por entre los Tropicos, se hacia preciso buscar otro camino donde constantemente no fuese contrario como allí; y esto para unas gentes que se habian dexado llevar por los vientos, no era asequible: asi, puestos allá, quedaron aquellas tierras en la misma ignorancia que estaban antes de haberse poblado para los que habitaban en las otras partes. Por la parte Occidental de la América, y las Orientales del Asia, las Islas de los Ladrones y Filipinas se ofrecen los mismos embarazos, necesitandose de tomar cierta altura para buscar los vientos menos contrarios; y asi por todos lados se hallaban atajados, reducidos á subsistir en donde se establecieron, olvidando estos mismos con el tiempo que hubiese mas tierras que las que habitaban.

Los vientos desde la Equinocial, y aun algo mas al Norte, hasta quanto corre la América Meridional, en el Mar del Súr, son constantes del Súr para el Norte en todo tiempo hasta la distancia de 80 á 100 leguas de las Costas; y desde Mayo hasta Noviembre siguen igualmente en el espacio que hay desde la Equinocial hasta las Costas de Panamá: desde Diciembre hasta Mayo son del Norte para el Súr en este ultimo espacio, y suelen recalar asi hasta los 3 grados Súr, que llaman Brisas. Lo mismo sucede en las demás Costas que ván dando la buelta, y forman la América Septentrional, que unas veces corren del un lado y otras del opuesto, pero siempre segun ellos: por esto para hacer largas travesías es preciso forcegear con las Embarcaciones muchas veces contra el viento, y ir á buscar los que son menos contrarios á los parages donde reynan, siendo preciso para conseguirlo Ciencia Nautica, y conocimiento de los Mares; de todo lo qual carecian aquellas gentes primeros Pobladores, y por consecuencia era imposible que saliesen de allí para ninguna parte, porque aunque lo intentasen los habian de bolver los vientos a las propias Costas de donde habian salido, á menos que por una providencia particular de Dios se mudase el orden de los vientos del curso regular que les dió; de modo, que siendo natural el que qualquiera Embarcacion que se alargase un poco de las Costas Meridionales y Occidentales de la Europa, ó de las Occidentales del Africa vaya á dár á las Islas de Barlovento, sería sobrenatural, que las que estuviesen en estas, entregandose al impulso de los vientos, viniesen al Africa, ó á la Europa; cuya circunstancia da motivo á admirar los secretos de la Providencia, que pudiendo haber detenido el Arca en las altas cordilleras de las Indias, que por ser las mas elevadas de la tierra, son, como se ha dicho, las primeras que se descubrieron; no lo permitió asi, porque en este caso era necesario obrar un segundo milagro, haciendo que el curso de los vientos que vá, segun el orden natural, de Oriente á Occidente en el ámbito de la Zona Torrida, y Mares grandes, y en lo restante del Globo varía segun las Estaciones, sin regular fijeza: mudase á la direccion opuesta de Occidente á Oriente, que era lo mismo que trastornar una parte de la naturaleza en aquel primer impulso que le dió su poder; y asi le destinó el lugar para descansar en el vasto Continente, que comprehende tres partes de las quatro del Mundo; porque desde ellas era preciso que se esparciesen las gentes y animales á la otra que se hallaba enteramente separada de ellas, sin sacar las cosas del orden natural.

Christoval Colón fue al descubrimiento de las Indias por la noticia y los derrotaderos que tuvo antecedentemente, de donde supo que habia tierras por aquella parte, siendo en la Isla de la Madera donde los consiguió del Piloto que en su casa estuvo hospedado. Este habia sido arrojado allá por los vientos; y aunque con certeza no se sabe en qué forma hizo el viage, es natural que navegandose entonces de las Terceras á las Costas de Portugal y de España, en alguno de los viages los vientos del Norte le cargasen mucho, y le llevasen á menos latitud, donde los del Este son continuos; y puestos en la region de ellos, lo fuesen llevando, sin tener arbitrio para bolver á tomar el parige de donde habia salido, hasta que llegó á reconocer la primer tierra. Este exemplar, y el de Colón, que le siguió y sucedió en los siglos modernos, abren camino á la idéa, para conocer que un acaso, sobrevenido en los tiempos que habia conocimiento de la Nautica enseña lo que sucedería en los que se ignoraba; y que asi como fueron estos dos con Embarcaciones pequeñas, irian en los primeros siglos con otras de ía misma especie, ó mayores, aunque con menos conocimiento de la Nautica, y ninguno del método de Navegar por rumbos obliquos yextraviados á los mismos parages.    

 La casualidad en mucha parte, por el curso de las corrientes, ayudada de la Astronomía y de las reglas de la Nautica, fueron las Maestras de estos dos célebres Pilotos para discurrir el modo de regresarse á Europa, desembocando por los canales que forman las Islas de Barlovento, y poniendose en altura para buscar otros vientos distintos de los que les habian llevado, porque yá sabían que desde los 25 á 30 grados para el Norte no eran los mismos que desde aquella latitud ácia la Equinocial, como que traficando ellos á las Islas de la Madera y Terceras, que están entre los 32 y 40, experimentaban ser los que allí reynaban del Norte, del Nordeste, y del Oeste en unos tiempos, y que aunque en otros eran de las partes opuestas, no se mantenian fixos sin cambiar, como sucedia desde la cercanía de los Tropicos en la Zona Torrida: sabían el modo de tomar la altura por las Estrellas y aquellas otras reglas precisas para encaminar las Naves á donde intentaban ir. Con estos fundamentos no fue dificil discurrir el de regresar desde ella, poniendose en la altura donde la expcriencia les tenia enseñado que hallarian vientos, que les conduxesen á las mismas Islas y á Europa. Si el primero de estos dos no hubiese buelto, no hubiera tenido luces el segundo para emprender su viage; y si éste con sus companeros se hubiesen quedado por allá, se hubiera confirmado de temeridad su empresa, como se creyó quando la propuso, estimando por fabulosas las tierras que pretendia buscar, y que habian perecido en los Mares, que es lo que se debe creer que sucederia, respecto de los primeros hombres que pasaron allá, y de otros que la misma casualidad llevaria; de donde fue resultando poblarse aquellas Américas, y una parte de la muchedumbre de las Islas que hay en el Mar, por toda su extension; pues si en el crecido numero se han descubierto algunas que no lo están, es porque la misma casualidad que llevó gentes á las que se encuentran pobladas, dexó de llevarlas á las que se reconocen desiertas, sin indicios de haberlo estado.

El uso de Embarcaciorres y de navegar es tan antiguo, que no se le encuentra principio sino se le busca en la mysteriosa navegacion del Arca: todas las gentes, y en todos los tiempo han navegado y han tenido Embarcaciones: unos se sirven de ellas en los Rios caudalosos y pequeños, para atravesar los de una vanda á otra, y para navegarlos como corren las corrientes, no menos que haciendoles oposicion y subiendo contra ellos: otros las usan para surcar en los lagos y pescar en ellos: otros en el Mar exponiendose á salir buena distancia de sus Costas, y por este termino cada Pueblo, segun los parages en que ha hecho su establecimiento, lo practíca; pero generalmente se repara, que los Indios han preferido las orillas del agua en Rios, Lagos, ó Mares para establecerse, por la proporc ion que les ofrecen de la Pesca, que es uno de sus principales alimentos: siempre han usado Embarcaciones de distintas figuras y tamaños, familiarizandose de tal modo con este Elemento, que parecen Ampbivios, pues se exponen sin temor en Canoas endebles, donde ninguna persona: de reflexion lo hiciera: ellos no solo son Nadadores desde pequeños, sino agiles en el agua como Pescados; hacen sus embarcaciones de troncos de Arboles, unas mayores que otras, de cortezas de los mismos Arboles, de hojas, de pellejos de Lobos Marinos, y de otras varias especies: con ellas se echan al Mar, sin temor de las olas, ni desconfianza de la debilidad de la materia, y se alejan quanto quieren, sin que haya embates que se lo impidan. Sobre un solo palo redondo ván á pescar, y guardan el equilibrio tan diestramente, que aunque el palo ruede, y aunque haga muchos tumbos, no caen, ni parece que trabajan con el cuerpo; siendo tan ágiles para pescar, como arrestados para salir al Mar: si la Embarcacion se les trastorna no se alteran, y desde el agua, nadando, buelven á enderezarla, y se ponen dentro; observandose por regla general, que al paso que las gentes son mas barbaras, incultas, y feroces, son mas arrestadas y mas diestras en el agua, familiarizandose mas con ellas.

Las Islas de Juan Fernandez en el Mar del Súr distan 100 leguas de la Costa de Valparaiso, esto es, la que está mas inmediata; y los Mares de este intermedio son recios y alterados, por ventar los Sures con fuerza, y ser esto continuo; de lo qual resulta, que los Navios trabajan bastante en esta travesía. Por los años de 38, ó 39, hallandose en ellas un Piloto de aquel Mar llamado Don Pedro Le Gu, que habia ido con el fin de hacer pesca, por ser entonces muy abundante de ella, tenia la gente de su Embarcacion ocupada en este exercicio en Canoas que habia llevado para el intento: á cada 3, ó 4 Indios daba una, y los repartia por la Costa de la misma Isla, á fin de que pasando el dia en ello, bolviesen á la noche al Puerto, que era donde se salaba y preparaba el Pescado: en uno de los dias le faltó una Canoa, y creyó que se hubiese pasado á la Isla de Fuera, que dista 20 leguas de la de Tierra ácia el Oeste; pero viendo que no bolvia, al cabo de algunos dias consintió en que se hubiese perdido: concluida su pesca, fue con la Embarcacion á Valparaiso, pero quedó bien sorprendido al encontrarse allí con los Indios y la Canoa, que sin mas motivo que el disgusto que tenian de hallarse en aquella Isla despoblada, resolvieron irse á la de Tierra Firme, y unicamente con los Canaletes para bogar: sin mas agua, ni provisiones que las que habian sacado para el mantenimiento del dia, se determinaron á hacer el viage, arrostrando á los peligros, y sin embarazarse en las gruesos Mares que no ignoraban que debian experimentar en la travesía. De estos exemplares hay muchos que pudieran citarse, con los quales se acredita la facilidad que tienen los Indios y las gentes mas bárbaras para hacer tales arrojos.

Del mismo modo que en estos tiempos se vé el modo que tienen los Indios, y otras gentes bárbaras para hacer travesías en el Mar, es regular que las hiciesen quando se poblaba el Mundo; pues no se encuentra mas dificultad, ni tanto peligro en atravesar desde las Islas de Canarias á las de Barlovento, que en hacerlo desde la de Tierra de Juan Fernandez á Valparaíso: el espacio que hay entre la del Ferro en Canarias, y la Martinica, es de 800 leguas, que á un navegar regular se pueden hacer en trece dias, y viene á ser al respecto de 2½ leguas por hora. Tambien puede hacerse en menos tiempo, encontrando una coyuntura de Brisas algo mas fuertes que lo regular. Esta travesía es tan natural, que los Mares por lo comun están sosegados, y serenos, sin alteracion; de tal modo, que los Navíos ván andando mucho, y parece que no se mueven, siendo totalmente distinto de lo que sucede de la de Juan Fernandéz á Valparaíso; y asi en Canoas puede practicarse con menos riesgo de que se bolteen, que aquella; originandose de esta tranquilidad, el darles á aquellos Mares el nombre de Golfo de las Damas. Supuesto esta serenidad, queda la dificultad reducida al modo de subsistir los que fuesen en las Embarcaciones grandes, ó pequeñas, que no habiendose prevenido de viveres, y siendo casualidad el haber ido, es preciso suponer no llevaban los convenientes. Tambien debe advertirse, que las gentes bárbaras que no guardan régimen seguro en sus cosas, suelen pasarse dos y tres dias sin comer, sufriendo el hambre por costumbre, que sus naturalezas están hechas á ello, y á desquitarse despues quando tienen proporcion, practicandolo asi, aun estando en tierra; parece regular que un ayuno de 10, ú 11 dias, sería en ellos lo mismo que en las que están arregladas y en costumbre de comer varias veces en el dia de 4 ó 5, y esto se ha visto muchas veces en pérdidas de Navíos; pero ni aun era necesario tal ayuno, porque si los primeros Pobladores emprendieron el viage desprofeso para buscar tierras, y ocuparlas, era correspondiente que llevasen provision para algunos dias; que no se necesitaba hacerla muy grande, porque la gente que trabaja poco no es tan consumidora como la civilizada, que se emplea en exercicios recios, y necesita alimento á proporcion; pero si se quiere que fuese la casualidad quien los arrojó allá, es regular que acaeciese quando salian á pescar, que es el unico objeto que entonces, como ahora, los llevaba al Mar, y con poco pescado que hubiesen cogido les vastaba para mantenerse algunos dias. Además de esto, en aquellos Mares hay abundancia de Boladores, que en partidas, ó bandadas grandes vuelan bastante trecho, huyendo de los Dorados, Taburones, y otros pescados que les persiguen, y en el vuelo no dexan de caer algunos dentro de las Embarcaciones: hay tambien de estos otros, y con poca porcion que tomasen tenian suficiente para alimentarse, interin que llegaban á tierra; con que de qualquier modo no habia dificultad en que fuesen, y se hallasen en aquellas Islas primeras donde se repondrian de los ayunos de la navegacion.

Los Indios, aun en los tiempos presentes, sin embargo de estár civilizados, acostumbran comer el pescado crudo y vivo, quando está saltando en las Playas acabado de sacar con las redes, siendo esto tan comun en ellos que hacen su comida al mismo tiempo que pescan. Esta costumbre la conservan sin duda de lo antiguo, debiendo inferir de ello serles mas facil el sustentarse en qualquier accidente, que á las personas que necesitan condimentarlo al fuego; y en aquella forma les sustenta mas, y les altera menos, necesitando menos de beber, que quando el alimento está preparado con sal, con cosas grasas, ó con otros ingredientes que se le añaden para avivar el gusto.

Si se quiere que en aquellos tiempos las gentes no se alimentasen de cosa que tuviese vida, y que lo hiciesen de yervas, de raices, y de frutas, es necesario que los Pobladores salieran de intento á buscar la tierra, porque no tenían otro motivo que les moviese á salir al Mar, faltandoles el de solicitar el pescado para alimentarse, y entonces era preciso que embarcasen los viveres convenientes para determinado número de dias, sin que embarace la mayor duracion del viage, respecto de los que llevaban, tal vez sucedería que la necesidad les enseñase á comer el pescado que hasta entonces no lo tenian en uso. Otra razon hay que corrobora la idéa de que la Poblacion se hiciese transfiriendose por Mar, y por tierra; y es el que para que se poblasen las Islas terceras, que distan de la Europa 300 leguas, las de Cabo Verde 100, y otras varias, fue preciso que los Pobladores se transportasen por Mar, porque absolutamente no habia medio para discurrir que lo hiciesen de otro modo; y esto acredita que en aquellos tiempos era general el emprender los viages de esta especie, logrando unos encontrar las tierras mas breve que otros. Las dos Américas en total, por lo que hasta el presente se sabe, son Islas; y quando esto no sea, y que tenga union por el Norte con la Europa, ó con el Asia, será por parages tan remotos, que son intratables, y no comunicables, por el mucho frio y nieves, siendo un clima helado que no consiente quasi animal; y asi por todas razones parece no dexar duda, que los primeros vivientes fueron conducidos por el agua, que es lo mas natural, mayormente si se sigue el orden de la semejanza: pues habiendo Dios elegido para conservar las especies el medio del Arca, que era una grande Nave, y que entregada á la voluntad de las aguas y de los vientos, se mantuviese sin detrimento hasta que se retiraron aquellas; parece regular que por el mismo medio bolviesen á poblarse las tierras que habian quedado sin habitantes, y estaban separadas de las otras, inspirandolo asi á las gentes para que lo pusiesen en planta, y dandoles por norma el mismo Arca donde se conservaron tan prodigiosamente las criaturas y animales, cuyo portento fue, á imitacion del de la Creacion, la Obra de la Omnipotencia, y una de las maravillosas señales que dexó en el Mundo de la Sabiduría infinita, y de sus incomprehensibles providencias, con las quales reparó piadoso lo que el brazo de su Justicia habia exterminado.

LAUS DEO.