Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice




ArribaAbajo3. 2. Variación dialectal en el corpus alfonsí71

El Libro de las cruzes se caracteriza, por ejemplo, por haber dado cabida a numerosas soluciones aragonesas o de estirpe occitánica. En la grafía: riquo, çinquo, saquar, meçclados, ueç, uetz, faç, cruç, estonç, estontz; en la pronunciación falta con mucha frecuencia la representación de los diptongos ie, ue: tempo, yuerno, febres, corpo, poblo, fora, siendo también frecuente su ausencia en los derivados verbales del tipo andamento, catamento, cerramento y en los adverbios modales como señaladament, mayormente, comunalment. La síncopa da lugar a soluciones no habituales en Castilla, como tablas drechas, endreçares, perdrá y la apócope está establecida en muert, fuert, accident, propriament y puede afectar tanto al pronombre de dativo le como al de acusativo lo. Evolución fonética no castellana nos aseguran también yeladas, yanero, a meyo día (< GELATAS, IANUARIU, MEDIU). En la morfología pronominal se emplean el dativo li(s), junto a le(s), y la secuencia se lo, en lugar de la solución castellana gelo. También aparece esporádicamente el adverbio pronominal en (mientre fuere en aquel signo hata qu'en salga, ASabio, Cruzes, f. 202r), además de la forma castellana ende. Característico del aragonés es la formación de masculinos y femeninos analógicos en los adjetivos invariables, las yentes noblas (f. 6r), se fara pobro alguno homne (f. 147v). En la morfología verbal son notables las formas analógicas de la tercera persona en los perfectos, como falloron, trastornoron, fizyoron, e incluso fizon, el gerundio sobre el tema de perfecto toviendo, así como la ausencia completa de imperfectos y condicionales en -ié, como en los persios e los griegos avían muchas sotilezas en esta ciencia (f. 5r). Se vinculan al oriente peninsular las preposiciones per (partidas per egual), ad (ad aquel contrallador) y tro a (llega tro a los términos de Córdova). No está claro si el empleo exclusivo de hata (y fata) debe atribuirse a arcaísmo o a dialectalismo. En la sintaxis tienen también carácter oriental la falta total de interpolación de elementos entre el pronombre y el verbo en las frases subordinadas y el uso esporádico del futuro de indicativo en lugar del de subjuntivo (como en judga que el daño e las matanças serán en las villas e en los pueblos del rey de partes de los omnes de su reino mismo, a menos que no les verná por omnes estraños de fuera de su regno, 78r)72. Estas soluciones de filiación oriental conviven con las castellanas en el códice alfonsí y deben de proceder del aragonés o gascón Juan de Aspa, que intervino en la traducción junto al judío Yehudá ben Mošé, ya que no todas se reencuentran en los textos trasladados por Yehudá con otros colaboradores como, por ejemplo, en el Libro complido en los judizios de las estrellas.

Aunque carece de los aragonesismos extremos de Cruzes, el Libro complido refleja una lengua castellana de tipo oriental, que coincide también en algunos aspectos con Cruzes73. Por ejemplo, ambas emplean exclusivamente las formas iudizio - iudicio, con conservación de la -D-, frente a la solución castellana única en otras obras alfonsíes, iuyzio - iuycio, conocen las preposiciones tro a y per, la posibilidad de apocopar le y lo, la total ausencia de interpolaciones entre el pronombre y el verbo, la aparición de femeninos analógicos en los adjetivos, las planetas [...] más firmas (ASabio, Judizios, f. 22r), muger [...] mansa, pobra e obedient (f. 65r) o el empleo del futuro de indicativo en subordinadas temporales, en convivencia con el futuro de subjuntivo: esto será cuando el sol entrará en Escorpión o cuando Júpiter entrare en su casa (f. 90v). Asimismo, el leísmo está restringido a los objetos animados, masculinos y singulares en ambos textos, no sobrepasando nunca a lo con idéntico tipo de referentes, aunque la proporción de leísmo es mayor en el Libro complido. Los dos textos conocen además la conjunción maguera. Otras formas de estirpe oriental no se documentan en Cruzes, como dius < DEORSUM, en lugar de la castellana yuso, el adverbio ensemble (esta casa significa los hermanos e las hermanas ensemble, f. 168r) o la combinación feamente e descubierta e desvergonçada (f. 185r), manifiestamient e desvergonçada (f. 192r), en que -mente se adjunta al primero de los adjetivos como en aragonés. También parecen coincidir ambos textos en el predominio absoluto (Cruzes) o relativo (Judizios) de los imperfectos en -ía, en presentar notablemente avanzada la extensión de su(s) como determinante posesivo masculino74, en preferir los participios en -ido (en lugar de -udo) y en conocer el empleo del relativo qui como sujeto o término de preposición pero reservar quien sólo para los contextos regidos por preposición. Cruzes refleja una lengua más oriental ya que conoce el qui, los qui, y el neutro lo qui, mientras que Iudizios sólo conserva el qui frente a los que, lo que. En coherencia con esa gradación de rasgos orientales, los adverbios modales se construyen en Cruzes prefentemente en -ment mientras que en Judizios sólo existe -mient(e) (como folgadamiente, lealmiente)75. Pero Judizios sólo emplea fasta (o hasta), y nunca hata o fata, como Cruzes76.

Otros textos también parecen contener una modalidad de castellano de tipo oriental como, por ejemplo, la copia del Fuero real validada por Millán Pérez de Aillón. De nuevo reencontramos iudizios (pero aquí alternando con iuizio), leísmo incipiente restringido a objetos animados, masculinos y singulares, predominio de los adverbios modales en -miente /-mient (pero sin excluir -mientre), y presencia de maguera y mays. También parece avanzada la confusión del género en los posesivos, ya que se ha perdido en plural (sólo sus), quedando muestras sólo en el singular. Pero en otros rasgos la lengua se distancia del oriente peninsular: es posible intercalar elementos entre el pronombre y el verbo (como en si jurare que lo non sopo, ASabio, Fuero real, 501), los imperfectos y condicionales se formulan en -ié y, junto a qui sujeto y término de preposición, se documenta quien en los mismos contextos. Puesto que muchos de estos rasgos del Fuero real aparecen también en el Fuero de Alcalá otorgado h. 123577, cabe pensar que la lengua de esta obra alfonsí también refleja la variedad lingüística de la Extremadura castellana oriental, de la que parecen provenir no sólo Millán Pérez, sino también no pocos de los oficiales de la cancillería regia.

En cambio, la lengua de la General estoria (en el códice original de 1280) poco tiene que ver con esta modalidad de castellano, sino que parece representar un tipo occidental, que comparte algunos aspectos con el leonés oriental. En el texto se da únicamente la solución iuyzio, los imperfectos y condicionales se conjugan en -ié y la distinción genérica de los posesivos so (masculino) / su (femenino) está firmemente establecida, incluso en la secuencia el so (que en los textos anteriores era siempre el su), empleándose el só, los sós con valor pronominal (en alternancia con el suyo, los suyos, que son las únicas formas posibles en Judizios). Qui y quien pueden aparecer como sujetos o regidos por preposición, la apócope está restringida al pronombre le (nunca es de lo) y el leísmo está generalizado para todo tipo de antecedentes singulares masculinos y contables, animados e inanimados, incluso en las construcciones ditransitivas: dexamos el libro de Baruc, que era notario de Jeremías, que nin le leen los hebreos nin le an (ASabio, General estoria IV, f. 76r); la cometién de muchas partes por entrarle el regno e tomárgele como era muger e desamparada (f. 10v). La interpolación de elementos entre el pronombre y el verbo es muy frecuente, admitiendo no sólo la negación sino un repertorio extenso de elementos: d'otra guisa non lazraría yo como é lazrado si con verdat non andudiesse e en el rey mucho bien e mucha merced me non yoguiés e la yo ý non esperás (f. 27v). Otros rasgos que aproximan el texto al leonés oriental son la presencia esporádica de elle, aquelle y lle (si no son simplemente opciones gráficas) y las formas sin diptongo en el perfecto y los tiempos afines de la tercera conjugación, que alcanzan una frecuencia media del 25%: por ejemplo, saliron, salira, salisse, salire (que alternan minoritariamente con salieron, saliera, saliesse, saliere)78. Al mismo tiempo, los participios en -udo predominan netamente sobre las formas en -ido y la apócope es mayoritaria en la segunda persona de los perfectos, que suele finalizar en -st (ovist, vencist, dixist, dexest, preguntest, siempre con e analógica en la primera conjugación), frecuente en el imperfecto de subjuntivo (fue la vuestra merced quem otorgastes que vos dixiés e vos preguntás, f. 9r) y también en los pronombres me, te y se: sim la guarecieres [la niña], onrar t'é yo (f. 4r); luego que ovieres comido, luegot ve (f. 20v); Después d'esto a pocas noches mostros le otra visión (f. 21r). Relaciona este texto con el norte de Castilla un rasgo no documentado en otros textos del scriptorium, la reducción esporádica del diptongo en el sufijo -iello: leoncillo, librillo, martillo, canestillo, ladrillo, omezillo, e incluso en plural, mancebillos, pobrezillos, ladrillos, vezerrillos, que alternan con las formas correspondientes en -iello(s), pero, en cambio, el femenino siempre es -iella(s). En los numerales se usa cuarenta, pero cincuaenta, sesaenta, setaenta, ochaenta, etc. En cuanto a las partículas invariables, las soluciones preferidas son maguer, fasta, contra y los adverbios modales en -mientre79.

El comportamiento lingüístico de este códice de la General estoria se aproxima al de algunas partes de la Estoria de España, especialmente a la historia de los godos, donde reencontramos imperfectos en -ié, preferencia por los participios en -udo, formas sin diptongo del perfecto y tiempo afines, aunque minoritarias (viron - vieron, moriron - murieron, vira - viera, partisse - partiesse)80, la apócope de le (no de lo), interpolaciones y leísmo para contables masculinos, incluso en construcciones ditransitivas: tovieron estas dueñas de los godos so regno fasta Julio César e mantoviéronle muy bien e tiénenle aun de estonces fasta agora (ASabio, Estoria de España I, f. 137v); pues que el rey Teoderigo vío que su nieto era llegado a edad pora mantener aquel regno de las Españas que él tenié por él, diógele (f.156r). También coinciden en emplear qui y quien como sujetos y regidos por preposición, en los numerales (cuarenta, pero cincuaenta, etc.), y en el uso exclusivo de fasta, maguer, contra y de los adverbios en -mientre. Les diferencian, en cambio, la ausencia de apócope en confirmeste, dexiste, fiziesse, me, te y se y la falta del sufijo -illo, además del uso de los posesivos, que respeta menos la distinción genérica (siendo el su lo habitual).

Esta oscilación de rasgos lingüísticos afecta no sólo a unas obras respecto de otras, sino que, incluso considerando aisladamente un texto, muchas veces son perceptibles diferencias internas: es bien conocido el caso de la Estoria de España, en que los cambios están relacionados con el acoplamiento del trabajo entre los varios equipos de colaboradores y de copistas81, el del Libro complido o el de la General estoria, en que tampoco parece haber completo acuerdo entre los dos códices originales conservados, de la primera y cuarta partes82. Podría pensarse que esta vacilación lingüística debería disminuir en aquellas obras atribuidas a un único colaborador, por ejemplo, al judío toledano Rabiçag. En efecto, tal como aparecen copiados en los códices de los Libros del saber de astrología, los tratados de Rabiçag se muestran conformes en algunos aspectos sujetos a variación dialectal: los adverbios modales se construyen en -mientre, se prefiere el adverbio adelantre, la preposición faza (en lugar de (es)contra), fata / hata (a fasta), ambos (a amos), los imperfectos y condicionales en -ié, y no hay leísmo. La interrupción de estos rasgos caracterizadores en los tratados no elaborados por Rabiçag, como, por ejemplo, en el Libro de la açafeha (donde alternan -mientre con -miente, adelantre con adelante, hay imperfectos en -ié, pero contra, fasta, amos), o en el Libro del astrolabio llano (donde hay sólo -mientre y se prefiere fata / hata, pero son exclusivos adelante, amos, contra, y alternan igualitariamente -ié ~ -ía) podría tener que ver con el cambio de autor, pero quizá se explique mejor por un simple cambio de copista83.

No parece, pues, que el corpus prosístico alfonsí favorezca nítidamente ningún modelo lingüístico acotado dialectalmente. Incluso en los documentos de la cancillería, compuestos sobre formularios estandarizados, encontramos no pocas divergencias dialectales84. No obstante estas diferencias, la prosa alfonsí muestra en conjunto un acuerdo no despreciable en sus opciones lingüísticas. Globalmente considerados, los textos prefieren los imperfectos en -ié, los participios en -udo en aquellos pocos verbos en que eran posibles, los perfectos dexeste, partiemos, partiestes y partieron (a las soluciones dexaste, partimos, partistes, partiron), así como perfectos fuertes como troxo (en lugar de trexo, traxo). No apocopan dexeste, fizieste, viniesse, quisiere ni me, te, se pero, si la apócope es posible, se da con regularidad en le > l' (tanto si le es dativo como acusativo leísta). Es habitual la interpolación de elementos entre el pronombre y el verbo. Qui y quien pueden funcionar como sujetos o como término de preposición y, en términos generales, so / su mantienen todavía la distinción genérica. Se mantiene regularmente -iello y se prefieren la preposición contra (a faza) y los adverbios modales en -mientre. Sin embargo, la mayor parte de estas opciones alfonsíes fueron descartadas por la lengua culta posterior. Es por ello que quizá la mayor contribución a la codificación del castellano debamos buscarla en el esfuerzo realizado en el campo terminológico y en el desarrollo de una sintaxis compleja, adecuada para todo tipo de discursos, a través del proceso de traducción.




ArribaAbajo3. 3. Codificación y procedimientos de traducción

Cada uno de los tres tipos de textos en que hemos dividido el corpus alfonsí ofrece aportaciones diferentes. En cuanto al léxico, los textos jurídicos destacan por el esfuerzo realizado en el crecimiento terminológico de carácter conceptual, sobre todo a través del cultismo. Muchos de los conceptos y términos jurídicos hoy todavía vigentes penetraron por vez primera (o se hicieron habituales) a través de las compilaciones jurídicas alfonsíes. Relativos al derecho civil son palabras como fideicomiso, comodato, contrato, dolo, depósito, interés, compensación, legado, codicilo, salario, tributo, deuda, delegar, acta, inventario, registrador o árbitro; concernientes al derecho de familia merecen ser mencionados los adjetivos espurio, incestuoso, legítimo o póstumo aplicados a los hijos, o los conceptos emancipación, adopción, incesto y tutela, pertinentes en las relaciones familiares, o matrimonio, desposorio, impotencia, adulterio, divorcio y bígamo, en la relación conyugal. Otras voces se introdujeron por vía del derecho canónico, como anatema, simonía, negligencia, escándalo, apóstata o neófito. Otras, en fin, tienen que ver con el derecho penal como injuria, libelo o asesino (CARRASCO 1981, RUBIO MORENO 1991)85.

Los obras históricas, en cambio, muestran aportaciones en campos léxicos diferentes: a través de ellas entraron en el castellano (o se hicieron más conocidas, gracias a las aclaraciones alfonsíes) muchas voces relativas a instituciones, personajes y costumbres de la Antigüedad que hoy son de uso común. Por ejemplo, anfiteatro, termas, cloaca, catacumbas, coliseo, cerco (esto es, circo) en el campo de la arquitectura urbana; trípode (en la forma trípoda), ampolla y tálamo en el ámbito doméstico; túnica, toga, tiara y cetro (bajo la forma ceptro) en las prendas de vestir; monarquía, tirano, cónsul, tribuno, plebe, senado, cuestor, centurión, legión, tetrarca, dictador y dinastía en las instituciones; o prosa, teatro, anales, himnos, crónica, libros hagiógrafos, poeta lírico, comedia, tragedia y epístola en los géneros literarios y sus autores. En las compilaciones historiográficas también se tradujeron numerosos vocablos referentes a pueblos y animales míticos, algunos de los cuales seguimos usando como amazonas, arpías, centauros, gigantes, cíclopes, nereidas, náyades, tritones, sátiros o sirenas (bajo la forma serenas), y muchos gentilicios del mundo antiguo, entre los que celtíberos, helenos, helvecios (bajo la forma elvicios), armenios (como armiños) o teutónicos son hoy normales. Aparte de innumerables topónimos, como islas Cícladas, el vocabulario referente al medio natural y geográfico parece haber hecho habituales voces de animales como aspio (áspid), cocadriz (cocodrilo), cigno (cisne), escorpión, delfín, murciélago, ibis o tigre, términos de árboles y especias como ébeno (ébano), cinamomo (cinamono) o coriandro, los nombres de los vientos, aguilón (aquilón), séfiro (céfiro) o austral, o los adjetivos de orientación geográfica meridional, occidental, oriental y septentrional (VAN SCOY 1986, KASTEN / NITTI 2002).

El léxico de los textos astromágicos hizo más amplios en castellano los campos terminológicos referidos al mundo mineral e inerte, donde se encuentran aclaradas palabras como zebech o çabach (azabache), aljófar, coral, cornelina (cornalina), cristal, diamante, esmeralda, esponja, jaspio (jaspe), ambra o alambre (ámbar), nácarat (nácar), talc (talco) o turquesa. Pero también esas traducciones contribuyeron a difundir voces médicas como tóssigo (tóxico), migránea o emicránea (migraña), cáncer, (a)morroidas o (e)morroides (hemorroides), lopicia (alopecia), estupor o colon. En los textos astrológicos es destacable la amplitud del vocabulario matemático, como ángulo, cuadrángulo, triángulo, circunferencia, diámetro, equidistante o eguación (ecuación), y astronómico, como costilación - constellatión (constelación), auge - auxe, equinocio, eguador (ecuador), espera (esfera), polo, grado, planeta, orizón (horizonte), crepúscol (crepúsculo), eclipsi (eclipse), zodiaco y zénit - zont(e) (cénit), gran parte de ellas incorporaciones alfonsíes que han perdurado (BOSSONG 1979, VAN SCOY 1986, KASTEN / NITTI 2002).

No obstante, muchas de las palabras adoptadas en los textos alfonsíes no se implantaron en la lengua común posterior (sean cultismos como poetría «poesía», derivados románicos como amuchiguar «multiplicar» o idolería «idolatría», o arabismos como alcora «esfera»); o bien, como acabamos de mostrar, presentan formas diferentes a las que finalmente se han impuesto. Estamos todavía lejos de conocer cuál fue la aportación alfonsí al acervo léxico del español culto posterior, pero, a tenor de lo expuesto, parece que tuvo lugar fundamentalmente a través de préstamos directos del latín o de derivados románicos sobre base latina o romance. Ni siquiera en las traducciones del árabe, donde sería de esperar mayor influencia del modelo, se recurre al arabismo directo (como cénit o auge), que no alcanza el 5% de los préstamos, sino que se prefirió incrementar el léxico necesario mediante calcos semánticos del árabe (65%). Se formaron así numerosos neologismos románicos sobre base verbal y el sufijo -miento, como, por ejemplo, catamiento, ascondimiento, descendimiento, levantamiento o enclinamiento, pero esos tecnicismos astronómicos no han continuado con sus acepciones originarias (BOSSONG 1979: 87-128)86. En cambio, aquellos términos astronómicos y matemáticos que son el resultado de haber calcado palabras del árabe al latín y, de ahí, al castellano proveen la mayor parte de las voces hoy vigentes y antes citadas: zodiaco, equinocio, eclipse, horizonte, polo, crepúsculo, septentrión, circunferencia, diámetro o triángulo (BOSSONG 1979: 149-164)87.

Como resultado de esta actividad traductora no sólo se ampliaron los caudales léxicos de la lengua, sino que se incorporó una gama ancha de discursos textuales al castellano medieval. Los textos jurídicos desarrollaron un discurso doctrinal, siempre formulado en tercera persona, en que la nómina de tiempos verbales y de construcciones oracionales es necesariamente reducida, pero apto para la exposición didáctica y la argumentación. A su vez, los textos históricos y, en especial, la General estoria, ofrecen una riqueza inigualable para conocer la lengua del XIII, con documentación de todo tipo de discursos (narraciones, descripciones, exposición didáctica, diálogos, monólogos) y, en consecuencia, un repertorio casi completo de cualquier situación lingüística imaginable, donde, además de nuevos términos cultos, vemos desfilar ante nuestros ojos el léxico patrimonial de la época en toda su riqueza. Por otro lado, las obras científicas, como traducciones realizadas desde el árabe o textos escritos por el judío Rabiçag, se distinguen por formular las instrucciones pertinentes para levantar el horóscopo, fabricar talismanes o construir los instrumentos astronómicos en segunda persona del singular, dirigidas al usuario del libro, y por mostrar, en las traducciones, ciertos calcos de estructuras sintácticas del árabe que tienden a desaparecer o mitigarse en las versiones revisadas de traducciones originarias, aproximando así su lengua a la del resto de las obras88.

La aplicación a conciencia de las artes docendi medievales fue el camino seguido para crear la prosa alfonsí, tanto mediante la traducción como sobre la reelaboración de traducciones previas o pasajes redactados ex novo89. De los tres tipos de glosas que contemplaba el sistema educativo medieval, ad litteram, ad sensum y ad sententiam (Rico 19842), son las dos primeras la que nos explican la construcción del discurso llano / paladino y complido, esto es, claro y exhaustivo, al que aspiraba Alfonso. El producto de la labor traductora es generalmente un texto más extenso que su fuente, en el que se procuran hacer explícitos todos los contenidos presentes en ésta sin perder matices significativos (glosa ad litteram). Así, un único elemento latino se suele desdoblar en varios, dando lugar a un incremento de constituyentes o de oraciones coordinadas o subordinadas. Por ejemplo, DAMNATA > dañada e destroída, CUBILIA > sus coviles e sus moradas, COR IACET > [el coraçón] yazié quedo que non bullié, PATUERE IRAE > ya se descubrieron e parescieron las sañas, HAE LACRIMIS SPARSERE DEOS > e los unos lloravan e esparzién muchas lágrimas ante sus dioses (ALMEIDA 2004). Otras características son que el traductor valora los hechos expuestos, organizándolos entre sí a través de conectores (en lugar de la frecuente yuxtaposición latina), que aumenta la cohesión del texto-meta a través del empleo constante de elementos anafóricos y deícticos (como allí, aquí, agora, antes, adelante, por ende, estonces, luego, demostrativos como este, etc.) y que añade cuantificadores no existentes en la fuente (como tanto, todo, muy, otrossí, etc.). El resultado es una sintaxis compleja que da lugar a una exposición típicamente ordenada y cohesionada90. Como muestra de esta técnica, véanse estas versiones alfonsíes de fuentes latinas91:

Belgi autem, audiens indignanter (XIMÉNEZ DE RADA, Historia arabum, 16) > Belgi, cuando ovo leídas las cartas, fue muy sañudo a demás (ASabio, Estoria de España II, f. 9v).

Et exierunt carbunculi in capite eius et captus a febre (SIGEBERTO, Chonographia, año 781) > ca tantas señales negras, en guisa de carvones, le saliron por el rostro e por la cabeça que todo fue ende cubierto, e diol luego una enfermedat muy grand (ASabio, Estoria de España II, f. 14v).

Ingredientes, hospites capitibus mutilabant (XIMÉNEZ DE RADA, Historia arabum, 24) > ca assí como entravan, assí los descabeçavan (ASabio, Estoria de España II, f. 19r).

La glosa ad sensum es el tipo de amplificación que justificaba, en cambio, que se añadieran contenidos enciclopédicos que acercaban el texto al receptor. Como parte de esta clase de glosa se jalonaron los textos alfonsíes de cientos de definiciones y etimologías, tan peculiares de su prosa, casi siempre tomadas de los glosadores medievales92. Por ejemplo, véase cómo se incluye la definición etimológica del nombre técnico de la gota, la podagra, al tener que mencionarla como causa de la muerte del rey Ordoño I:

enfermó el rey de los pies de una enfermedad a que dizen en la física podagra. Et podagra es palabra compuesta d'estas dos partes, de pos, que dizen en el griego por lo que en el lenguage de Castiella llaman pie, et ell otra agros en el griego otrossí, por lo que en el castellano dizen contrechura o contrecho. Onde podagra tanto quiere dezir en el lenguage de Castiella como enfermedad de contrechura de manos o contrecho de los pies. Onde cuando los que esto saben dizen a alguno «podagrido es aquel», et quiere dezir tanto como enfermo o contrecho de los pies. Et d'esta enfermedad podagra enfermó el rey don Ordoño e murió ende en Oviedo


(ASabio, Estoria de España II, f. 30r).                


Pero la glosa del contenido también englobaba las actualizaciones que incorporaban el texto a la mentalidad y costumbres del traductor, a veces notablemente anacrónicas, como la que sustituye el simple atado de pelo que figuraba en Ovidio por una descripción del acicalado femenino propio de la Edad Media (LIDA 1958-59: 125):

Ismenis Crocale sparsos per colla capillos conlingit in nodum (OVIDIO, Metamorfosis, III, 170) > Crocale, de tierra de Hismeno [...] vino luego con su peine e peinola e afeitola, e troxo su cofia e púsogela, e en tod esso cogiol los cabellos e atógelos bien con su cinta (ASabio, General estoria II, ms. K, f. 110r).

Dependiendo del grado de elaboración, unas traducciones son más literales, limitándose a los procedimientos típicos de la glosa ad litteram, y en otras, en cambio, ha operado más profundamente la glosa ad sensum, distanciándose más del texto de la fuente. Esos diversos grados de intervención son perceptibles tanto si la fuente es latina como árabe, por lo que no puede generalizarse como exclusivo ningún modelo de traducción alfonsí93. Además, estas técnicas glosadoras entraban en funcionamiento no sólo en el proceso traductor, sino en la transformación de cualquier texto en otro a través de la refundición. Véase, como ejemplo de procedimientos equivalentes, la prosificación del Poema de Mio Cid de la Versión amplificada de la Estoria de España de tiempos de Sancho IV :

Ido es a Castiella Álbar Fáñez Minaya / treínta cavallos al rey los emprestava (Poema de Mio Cid, vv. 871-872) > Quando Álvar Hañez llegó d'esta vez con su guisamiento al rey don Alfonso, apresentole luego aquellos XXX cavallos que el Cid le enviava, como dixiemos, muy bien guisados (ASabio, Estoria de España II, f. 170r).

Aunque no está claro cuál fue el impacto que los textos alfonsíes tuvieron sobre la conformación de la lengua culta posterior, es seguro que el ejercicio de la traducción contribuyó a que la sintaxis y el léxico se desenvolvieran en terrenos antes nunca horadados por el romance y que, gracias a ello, el castellano anduvo sus primeros pasos en el largo camino de su codificación.








ArribaAbajoRelación de fuentes

  • ASabio, Albateni = Cánones de Albateni, en Electronic Texts. También en Los Cánones de Albateni, ed. de G. Bossong, Tübingen, Niemeyer, 1978.
  • ASabio, Astrología = Libro del saber de astrología, en Electronic Texts. También en Libros del saber de astromonía del rey D. Alfonso de Castilla, ed. de M. Rico y Sinobas, 5 vols., Madrid, Tip. Eusebio Aguado,1863-1867. Vols. I-II, 1863; III, 1864; IV, 1866; V, 1867.
  • ASabio, Cantigas = Alfonso X, el Sabio, Cantigas de Santa María, 3 v., ed. de W. Mettman, Madrid, Castalia, 1986-89.
  • ASabio, Cruzes = Libro de las cruzes, en Electronic Texts. También en Alfonso el Sabio, Libro de las cruzes, ed. de Ll. A. Kasten / L. B. Kiddle, Madrid-Madison, CSIC (Instituto «Miguel de Cervantes»), 1961.
  • ASabio, Escala = La Escala de Mahoma. Traducción del árabe al castellano, latín y francés, ordenada por Alfonso X el Sabio, ed. de J. Muñoz Sendino, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1949.
  • ASabio, Espéculo = Leyes de Alfonso X, I. Espéculo, ed. de G. Martínez Díez, Ávila, Fundación Sánchez Albornoz, 1985.
  • ASabio, Estoria de España = Estoria de España I y II, en Electronic Texts. También en Primera crónica general. Estoria de España que mandó componer Alfonso el Sabio y se continuaba bajo Sancho IV en 1289, ed. de R. Menéndez Pidal, Madrid, Seminario Menéndez Pidal y Gredos, 19773.
  • ASabio, Fuero de Alicante = Alfonso X el Sabio, Privilegios otorgados a la ciudad de Alicante, Madrid, Edilán / Banco de Alicante, 1984.
  • ASabio, Fuero real = Leyes de Alfonso X, II. Fuero real, ed. de G. Martínez Díez, Ávila, Fundación Sánchez Albornoz, 1988.
  • ASabio, General estoria 1 = General estoria, Primera parte, en Electronic Texts. También en Alfonso X el Sabio, General estoria. Primera parte, ed. de P. Sánchez-Prieto Borja, 2 v., Madrid, Fundación José Antonio de Castro, 2001; y Alfonso el Sabio, Grande e general estoria. Primera parte, ed. de A. G. Solalinde, Madrid, Junta de Ampliación de Estudios-Centro de Estudios Históricos, 1930.
  • ASabio, General estoria II = General estoria. Segunda parte, en Electronic Texts. También en Alfonso el Sabio, General estoria. Segunda parte, ed. de A. G. Solalinde, Ll. A. Kasten y R. B. Oelschläger, 2 v., Madrid, CSIC, 1957-1961.
  • ASabio, General estoria IV = General estoria. Cuarta parte, en Electronic Texts.
  • ASabio, Judizios = Libro complido en los judizios de las estrellas, en Electronic Texts. También en Aly Aben Ragel, El libro conplido en los iudizios de las estrellas, ed. de G. Hilty, Real Academia Española, Madrid, 1954.
  • ASabio, Lapidario = Lapidario, en Electronic Texts. También en Alfonso X, Lapidario (según el manuscrito escurialense H.I.15), ed. de S. Rodríguez M. Montalvo, Madrid, Gredos, 1981.
  • ASabio, Primera partida = Primera partida, en Electronic Texts. También en Alfonso X el Sabio, Primera partida según el manuscrito Add. 20.787 del British Museum, ed. de J. A. Arias Bonet, Valladolid, Universidad de Valladolid, 1975.
  • Electronic Texts of Alfonso X: The Electronic Texts of the Prose Works of Alfonso X, el Sabio, ed. de Ll. Kasten, J. Nitti y W. Jonxis-Henkemans, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1997 (CD-ROM). Antes parcialmente publicado como Concordances and Texts of the Royal Scriptorium Manuscripts of Alfonso X, el Sabio, ed. de Ll. A. Kasten y J. Nitti, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1978 (microfichas).
  • Fuero de Alcalá = Edición y estudio lingüístico del Fuero de Alcalá (Fuero viejo), ed. de María Jesús Torrens Álvarez, Alcalá, Fundación Colegio del Rey, 2002.



ArribaBibliografía

  • ÁLAMO, Juan del (1950): Colección diplomática de San Salvador de Oña (822-1284), I (822-1214), Madrid, Escuela de Estudios Medievales.
  • ALMEIDA, Belén (2004): La historia de Roma en la Quinta Parte de la General Estoria. Edición y estudio, Universidad de Alcalá, tesis doctoral.
  • ALVAR, Manuel (1997): «Didactismo e integración en la General estoria (estudio del Génesis)», en Alfonso X el Sabio. Impulsor del arte, la cultura y el humanismo. El arpa en la Edad Media española, Madrid, Arlu Ediciones, 45-73.
  • ARIZA, Manuel (1998): «Fernando III y el castellano alfonsí», en I. Andrés Suárez / L. López Molina (coords.), Estudios de lingüística y filología españolas. Homenaje a Germán Colón, Madrid, Gredos, 71-84.
  • — (2002), «El habla de Toledo en la Edad Media», en M.ª T. Echenique Elizondo / J. Sánchez Méndez (eds.), Actas del V Congreso de Historia de la Lengua Española, I, Madrid, Gredos, 1083-1092.
  • BADÍA, Antonio (1958-59): «La frase de la Primera crónica general en relación con sus fuentes latinas», Revista de Filología Española, XLII, 179-210.
  • — (1960): «Dos tipos de lengua, cara a cara», en Studia Philologica. Homenaje ofrecido a Dámaso Alonso, I, Madrid, Gredos, 115-139.
  • — (1962): «Los Monumenta Germaniae Historica y la Primera Crónica General de Alfonso el Sabio», en Strenae. Homenaje al profesor García Blanco, Universidad de Salamanca, 69-75.
  • BOSSONG, Georg (ed.) (1978): Los Cánones de Albateni, Tübigen, Niemeyer.
  • — (1979): Probleme der Übersetzung wissenschaftlicher Werke aus dem Arabischen in das Altspanishe zur Zeit Alfons des Weisen, Tübingen, Niemeyer.
  • — (1982): «Las traducciones alfonsíes y el desarrollo de la prosa científica», en W. Hempel / D. Briesemeister (eds.), Actas del coloquio hispano-alemán Ramón Menéndez Pidal, Tübingen, Niemeyer, 1-11.
  • — (1987): «Science in the Vernacular Languages: The Case of Alfonso X el Sabio», en M. Comes et al. (eds.), De Astronomia Alphonsi regis, Universidad de Barcelona / Instituto Millás Vallicrosa, 13-21.
  • CACHO BLECUA, José Manuel, LACARRA, M.ª Jesús (eds.) (1985): Calila e Dimna, Madrid, Castalia.
  • CANO AGUILAR, Rafael (1985): «Castellano ¿drecho?», Verba, 12, 287-306.
  • — (1989): «La construcción del idioma en Alfonso X El Sabio», Philologia Hispalensis, IV:2, 463-473.
  • — (1989-90): «Los prólogos alfonsíes», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 14-15, 79-90.
  • — (1990): «Periodo oracional y construcción del texto en la prosa medieval castellana», Glosa, 1, 13-30.
  • — (1996-97): «La ilación sintáctica en el discurso alfonsí», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 21, 295-324.
  • CÁRDENAS, Anthony J. (1986a): «Alfonso X's Libro de las formas e de las ymagenes: Facts and Probabilities», Romance Quarterly, 33, 269-274.
  • — (1986b): «Hacia una edición crítica del Libro del saber de Astrología de Alfonso X: estudio codicológico actual de la obra regia (mutilaciones, fechas y motivos)», en Homenaje a Pedro Sainz Rodríguez, II, Madrid, Fundación Universitaria Española, 111-120.
  • — (1990): «Alfonso's Scriptorium and Chancery: Role of the Prologue in Bonding the Translatio Studii to the Translatio Potestatis», en R. I. Burns (ed.), Emperor of Culture: Alfonso X the Learned of Castile and His Thirteenth-Century Renaissance, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 90-108 (ahora en http://libro.uca.edu/alfonso10/emperor.htm).
  • — (1992): «Alfonso X nunca escribió castellano drecho», en A. Vilanova, (ed.), Actas del X Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, I, Barcelona, PPU, 151-159.
  • CARRASCO CANTOS, Inés (1981): Estudio del léxico institucional de la Partida V, Universidad de Málaga.
  • CASADO LOBATO, M.ª Concepción (1983): Colección diplomática del monasterio de Carrizo (969-1260), I, León, Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro».
  • CASANOVAS, Juan (1987): «On the Precession Problem in the Alfonsine Tables», en M. Comes et al. (eds.), De Astronomia Alphonsi Regis, Universidad de Barcelona / Instituto Millás Vallicrosa, 79-87.
  • CASTRO, Américo (1954): «Acerca del castellano escrito en torno a Alfonso el Sabio», Filología romanza, I:4, 1-11.
  • CATALÁN, Diego (1992): «Alfonso X, historiador», en La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolución, Madrid, Fundación Ramón Menéndez Pidal / Universidad Autónoma de Madrid, 11-44.
  • — (1997): De la silva textual al taller historiográfico alfonsí. Códices, crónicas, versiones y cuadernos de trabajo, Madrid, Fundación Ramón Menéndez Pidal / Universidad Autónoma de Madrid.
  • CAVERO DOMÍNGUEZ, Gregoria (2001): Colección documental del monasterio de San Esteban de Nogales (1149-1498), León, Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro».
  • CERQUIGLINI, Bernard (1989): Éloge de la variante. Histoire critique de la philologie, París, Seuil.
  • CHARLO BREA, Luis (ed.) (1997): Chronica latina regum Castellae, en Chronica hispana saeculi XIII, Corpus Christianorum. Continuatio Mediaevalis, LXXIII, Turnout, Brepols, 7-118.
  • COLON, Germà, GARCÍA, Arcadi (eds.) (1970): Furs de València, Barcelona, Barcino.
  • COMES, Mercè (1990): «Al-Sûfî como fuente del libro de la «Ochaua Espera» de Alfonso X», en M. Comes et al. (eds.), «Ochava espera» y «Astrofísica». Textos y estudios sobre las fuentes árabes de astronomía de Alfonso X, Barcelona, Agencia Española de Cooperación Internacional / Universidad de Barcelona, 11-113.
  • CRADDOCK, Jerry R. (1985): «The tens from 40 to 90 in Old Castilian: A New Approach», Romance Philology, XXXVIII:4, 425-435.
  • — (1986): The Legislative Works of Alfonso X, el Sabio: a critical bibliography, London, Grant & Cutler.
  • — (1990): «The Legislative Works of Alfonso el Sabio», en R. I. Burns (ed.), Emperor of Culture: Alfonso X the Learned of Castile and His Thirteenth-Century Renaissance, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 182-197 (ahora en http://libro.uca.edu/alfonso10/emperor.htm).
  • — (1991): «La General estoria, parte IV, de Alfonso X el Sabio y la síncopa nominal y verbal en el español alfonsí», Anuario de Letras, XXIX, 83-94.
  • CROMBACH, Metchild (1971): Bocados de oro: kritische Ausgabe des altspanischen Textes, Bonn, Romanisches Seminar der Universität Bonn.
  • D'AGOSTINO, Alfonso (1992): Astromagia (Ms. Reg. lat. 1283ª), Nápoles, Liguori Editore.
  • DELGADO ECHEVERRÍA, Jesús (1989): «Vidal mayor. Un libro de fueros del siglo XIII» en A. Ubieto et al. (eds.), Vidal mayor. I. Estudios, Huesca, Diputación provincial de Huesca / Instituto de Estudios Altoaragoneses, 43-81.
  • DÍAZ Y DÍAZ, Manuel (1962): «La obra de Bernardo de Brihuega, colaborador de Alfonso X», en Strenae. Estudios de filología dedicados al profesor Manuel García Blanco, Universidad de Salamanca, 145-161.
  • — (1996): «Tres compiladores latinos en el ambiente de Sancho IV», en C. Alvar y J. M. Lucía Megías (eds.), La literatura en la época de Sancho IV, Universidad de Alcalá, 35-52.
  • DOMÍNGUEZ RODRÍGUEZ, Ana (1984): Astrología y arte en el Lapidario de Alfonso X el Sabio, Madrid, Edilán.
  • — (1987): «El Libro de los juegos y la miniatura alfonsí», en Alfonso X el Sabio, Libros del Axedrez, Dados y Tablas, Valencia, Vicent García, volumen complementario de la edición facsímil, 29-121.
  • — (2000): «Sevilla y el scriptorium alfonsí», en M. González Jiménez (coord.), Sevilla 1248. Congreso Internacional Conmemorativo del 750 Aniversario de la Conquista de la Ciudad de Sevilla por Fernando III, rey de Castilla y León, Madrid, Fundación Ramón Areces, 635-659.
  • DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ, Santiago (2000): Colección documental del monasterio de Santa María de Carbajal (1093-1461), León, Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro».
  • ECHENIQUE ELIZONDO, María Teresa (1979): «Apócope y leísmo en la Primera Crónica General. Notas para una cronología», Studi Ispanici, Pisa, Giardini Editori e Stampatori, 43-58.
  • — (1981): «El sistema referencial en español antiguo: leísmo, laísmo y loísmo», Revista de Filología española, LXI, 113-157.
  • ELVIRA, Javier (1993-1994): «La función cohesiva de la posición inicial de frase en la prosa alfonsí», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 18-19, 243-278.
  • — (1996-97): «La organización del párrafo alfonsí», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 21, 325-342.
  • FERNÁNDEZ FLÓREZ, José Antonio (1994): Colección diplomática del monasterio de Sahagún, V (1200-1300), León, Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro».
  • FERNÁNDEZ-ORDÓÑEZ, Inés (1993): Versión crítica de la Estoria de España. Estudio y edición desde Pelayo hasta Ordoño II, Madrid, Fundación Ramón Menéndez Pidal / Universidad Autónoma de Madrid.
  • — (1993-94): «La historiografía alfonsí y post-alfonsí en sus textos. Nuevo panorama», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 18-19, 101-132.
  • — (2001): «El taller de las Estorias», en I. Fernández-Ordóñez (ed.), Alfonso X el Sabio y las Crónicas de España, Universidad de Valladolid / Centro para la Edición de los Clásicos Españoles, 61-82.
  • — (2002-03): «De la historiografía fernandina a la alfonsí», Alcanate. Revista de estudios alfonsíes, III, 93-133.
  • FERREIRO ALEMPARTE, J. (1983): «Hermann el Alemán, traductor del siglo XIII en Toledo», Hispania Sacra, XXXV, 1-48.
  • FITA, Fidel (1884): «Biografías de San Fernando y Alfonso el Sabio por Gil de Zamora», Boletín de la Real Academia de la Historia, V, 308-328.
  • FORCADA, Miquel (1990): «El Picatrix, fuente del Lapidario», en M. Comes et al. (eds.), «Ochava espera» y «Astrofísica». Textos y estudios sobre las fuentes árabes de astronomía de Alfonso X, Barcelona, Agencia Española de Cooperación Internacional / Universidad de Barcelona, 209-220.
  • FRADEJAS RUEDA, José Manuel (1987): Libro de los animales que cazan (Kitāb al-ŷawārih), Madrid, Casariego.
  • FUENTE CRESPO, Josefa de la (2000): Colección documental del monasterio de Santa María de Trianos (1111-1520), León, Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro».
  • GALMÉS DE FUENTES, Álvaro (1981): «De nuevo sobre los orígenes de la prosa literaria castellana», Revista de Filología Española, LXI, 1-13.
  • — (1985): «Alfonso el Sabio y la creación de la prosa literaria castellana», en J. Mondéjar / J. Montoya (eds.), Estudios alfonsíes. Lexicografía, estética y política de Alfonso el Sabio, Universidad de Granada, 33-58.
  • GARCÍA ARANCÓN, M.ª Raquel (1985): Colección diplomática de los reyes de Navarra de la dinastía de Champaña. 2. Teobaldo II (1253-1270), San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos.
  • GARCÍA AVILÉS, Alejandro (1997a): «Alfonso X y el Liber Razielis: imágenes de la magia astral judía en el scriptorium alfonsí», Bulletin of Hispanic Studies, LXXIV, 21-39.
  • — (1997b): «Imágenes mágicas. La obra astromágica de Alfonso X y su fortuna en la Europa bajomedieval»; en M. Rodríguez Llopis (coord.), Alfonso X. Aportaciones de un rey castellano a la construcción de Europa, Murcia, Consejería de Educación y Cultura de la región de Murcia, 137-172. Reproducido sin imágenes en «Alfonso X y la tradición de la magia astral», en J. Montoya Martínez / A. Domínguez Rodríguez (coords.), El Scriptorium alfonsí: de los Libros de Astrología a las «Cantigas de Santa María», Madrid, Editorial Complutense, 1999, 83-103.
  • GARCÍA GONZÁLEZ, Javier (1993-1994): «El contacto de dos lenguas: los arabismos en el español medieval y en la obra alfonsí», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 18-19, 335-365.
  • GARCÍA Y GARCÍA, Antonio (1992): «Las fuentes canónicas de las Partidas», Glossae. Revista de Historia del Derecho europeo, 3, 93-101.
  • GÓMEZ BAJO, Carmen (1993): Documentación medieval del monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda (León) (siglos XII-XIV), Universidad de Salamanca.
  • GÓMEZ REDONDO, Fernando (1998): Historia de la prosa medieval castellana, I, La creación del discurso prosístico: el entramado cortesano, Madrid, Cátedra.
  • GONZÁLEZ OLLÉ, Fernando (1978): «El establecimiento del castellano como lengua oficial», Boletín de la Real Academia Española, LVIII, 229-280.
  • — (2002): «El habla cortesana, modelo principal de la lengua española», Boletín de la Real Academia Española, LXXXII, 153-231.
  • GONZÁLEZ, Julio (1980-86): Reinado y diplomas de Fernando III, 3 v., Córdoba, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba.
  • GÜIDA, Eva-María (2000): «El Lapidario de Alfonso X: observaciones acerca del léxico», Cuadernos del CEMYR, 8, 151-176.
  • HARRIS-NORTHALL, Ray (1991): «Apocope in Alfonsine Text: A Case Study», en R. Harris-Northall / Th. D. Cravens (eds.), Linguistic Studies in Medieval Spanish, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 29-38.
  • HARRIS-NORTHALL, Ray (1993): «Algunos aspectos de la variación ortográfica en los textos alfonsíes», en R. Penny (ed.), Actas del Primer Congreso Anglo-Hispano, I, Madrid, Castalia, 181-192.
  • HARTMAN, Steven L. (1974): «Alfonso el Sabio and the Varieties of Verb Grammar», Hispania, LVII, 48-55.
  • HERNÁNDEZ, Francisco J. (1988): «Las Cortes de Toledo de 1207», en Las Cortes de Castilla y León en la Edad Media, I, Valladolid, Cortes de Castilla y León, 220-263.
  • — (1999): «Sobre los orígenes del español escrito», Voz y Letra, X:2, 133-166.
  • HERRERA, M.ª Teresa, SÁNCHEZ, M.ª Nieves, GONZÁLEZ DE FAUVE, M.ª Estela y ZABÍA, M.ª Purificación (1999): Textos y Concordancias Electrónicos de Documentos Castellanos de Alfonso X, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies (CD-ROM).
  • HILTY, Gerold (1955): «El Libro conplido en los iudizios de las estrellas», Al-Andalus, 20, 1-74.
  • — (1987): Reseña de G. Bossong (1978) y (1979), Vox Romanica, 46, 365-371.
  • — (1997): «La aparición del romance en los documentos de la cancillería de los reyes de Castilla en la primera mitad del siglo XIII», en M. Lieber / W. Hirdt (eds.), Kunst und Kommunikation. Betrachtungen zum Medium Sprache in der Romania, Tübingen, Stauffenburg, 427-439.
  • — (2002): «El plurilingüismo en la corte de Alfonso X el Sabio», en M.ª T. Echenique Elizondo / J. Sánchez Méndez (eds.), Actas del V Congreso de Historia de la Lengua Española, I, Madrid: Gredos, 207-220.
  • HUICI MIRANDA, Ambrosio, CABANES PECOURT, M.ª Desamparados (1976-1982): Documentos de Jaime I, Valencia / Zaragoza, Anúbar.
  • IGLESIA FERREIRÓS, Aquilino (1986): «La labor legislativa de Alfonso X el Sabio», en A. Pérez Martín (ed.), España y Europa, un pasado jurídico común, Murcia, Instituto de Derecho Común, 275-599.
  • IMPEY, Olga T. (1980): «Un dechado de la prosa literaria alfonsí: el relato cronístico de los amores de Dido», Romance Philology, XXXIV, 1-27.
  • KASTEN, Lloyd (1990): «Alfonso el Sabio and the Thirteenth-Century Language», en R. I. Burns (ed.), Emperor of Culture: Alfonso X the Learned of Castile and His Thirteenth-Century Renaissance, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 33-45 (ahora en http://libro.uca.edu/alfonso10/emperor.htm).
  • KASTEN, Lloyd A, NITTI, John J. (dirs.) (2002): Diccionario de la prosa castellana del Rey Alfonso X, 3 v., New York, Hispanic Seminary of Medieval Studies.
  • LACARRA, M.ª Jesús (19963): Sendebar, Madrid, Cátedra.
  • LAPESA, Rafael (1951): «La apócope de la vocal en castellano antiguo. Intento de explicación histórica», en Estudios dedicados a R. Menéndez Pidal, II, Madrid, 185-226 (ahora en R. Lapesa, Estudios de historia lingüística española, Madrid, Paraninfo, 1985, 167-197).
  • — (1975): «De nuevo sobre la apócope vocálica en castellano medieval», Nueva Revista de Filología Hispánica, 1, 13-23 (ahora en R. Lapesa, Estudios de historia lingüística española, Madrid, Paraninfo, 1985, 198-208).
  • — (1980): «Símbolos y palabras en el Setenario de Alfonso X», In memoriam Raimundo Lida, Nueva Revista de Filología Hispánica, 29, 247-261 (ahora en R. Lapesa, Estudios de historia lingüística española, Madrid, Paraninfo, 1985, 226-238, y en Alfonso el Sabio, Setenario, ed. de Kenneth H. Vanderford y Estudio preliminar de Rafael Lapesa, Barcelona, Crítica, 1984, vii-xxv).
  • — (19819): Historia de la lengua española, Madrid, Gredos.
  • — (1982): «Contienda de normas lingüísticas en el castellano alfonsí», en W. Hempel, D. Briesemeister, Actas del Coloquio Hispano-Alemán, Tübingen, Niemeyer, 172-190 (ahora en R. Lapesa, Estudios de historia lingüística española, Madrid, Paraninfo, 1985, 209-225).
  • LÁZARO CARRETER, Fernando (1961): «Sobre el modus interpretandi alfonsí», Ibérida, 6, 97-114 (ahora en Cómo se comenta un texto literario, Madrid, Cátedra, 1975, 139-153).
  • LIDA, María Rosa (1958-59): «La General Estoria: notas literarias y filológicas», Romance Philology, XII (1958-59), 111-142.
  • LIZOÁIN GARRIDO, José Manuel (1985): Documentación del monasterio de las Huelgas de Burgos, Burgos, Ediciones J. M. Garrido.
  • LODARES, Juan R. (1993-1994): «Las razones del castellano derecho», Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, 18-19, 313-334.
  • — (1995): «Alfonso el Sabio y la lengua de Toledo (Un motivo político-jurídico en la promoción del castellano medieval)», Revista de Filología Española, LXXV, 35-56.
  • — (1996): «La práctica etimológica alfonsí», en A. Alonso et al. (eds.), Actas del III Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, I, Madrid, Arco Libros, 747-756.
  • — (1999): «Consideraciones sobre la historia económica y política de la lengua española», Zeitschrift für romanische Philologie, 115, 117-154.
  • LOMAX, Derek W. (1969): «The Lateran Reforms And Spanish Literature», Iberoromania, 1, 299-313.
  • — (1971): «La lengua oficial de Castilla», en A. Rosetti, S. Reinheimer-Rîpeanu (eds.), Actelecelui de-al XII-lea Congres International de Lingvistica si Filologie Romanica, II, Bucuresti, Editure Academiei Republicii Socialiste România, 411-417.
  • LÓPEZ GUTIÉRREZ, Antonio José (1990): La cancillería de Alfonso X a través de las fuentes legales y la realidad documental, Universidad de Oviedo (tesis en microfichas).
  • — (1992): «La tradición documental en la cancillería de Alfonso X», Historia, Instituciones, Documentos, 19, 253-266.
  • MANCHA, José Luis (1990): «La versión alfonsí del Fî hay'at al-'ālam (De configuratione mundi) de Ibn al-Haytam», en M. Comes et al., «Ochava espera» y «Astrofísica». Textos y estudios sobre las fuentes árabes de astronomía de Alfonso X, Barcelona, Agencia Española de Cooperación Internacional / Universidad de Barcelona, 133-207.
  • MARICHALAR, Carlos (1934): Colección diplomática de Sancho VIII (el Fuerte) de Navarra, Pamplona, Editorial Aramburu.
  • MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco (1992): El concepto cultural alfonsí, Madrid, Mapfre.
  • MARTÍN GONZÁLEZ, Margarita (1987): Colección diplomática de los reyes de Navarra de la dinastía de Champaña. 1. Teobaldo I (1234-1253), San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos.
  • MARTIN, Georges (2000): «El modelo historiográfico alfonsí» en G. Martin (ed.), La historia alfonsí: el modelo y sus destinos (siglos XIII-XV), Madrid, Casa de Velázquez, 9-40 [también en I. Fernández-Ordóñez (ed.), Alfonso X el Sabio y las Crónicas de España, Fundación Central-Hispano / Centro para la Edición de los Clásicos Españoles, Valladolid, 2001, 37-59].
  • MATUTE MARTÍNEZ, Cristina (2001): «Interacción de sistemas lingüísticos en el Libro de las cruzes (1259) de Alfonso el Sabio», Cahiers de Linguistique et de Civilisation Médiévales, 24, 71-99.
  • — (2004): El sistema referencial de los pronombres personales en la documentación castellana medieval. Intento de reconstrucción histórica, Universidad Autónoma de Madrid, tesis doctoral.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Gonzalo (1951): «Cómo trabajaron las escuelas alfonsíes», Nueva Revista de Filología Hispánica, 5:4, 363-380.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Ramón (1972): «De Alfonso X a los dos Juanes», en Studia Hispanica in honorem Rafael Lapesa, Madrid, Gredos, 63-83.
  • — (19773): «La Primera Crónica General de España», estudio introductorio [1955] a su edición de la Primera crónica general de España, 2 v., reproducido en la reimpresión de 19773, Madrid, Seminario Menéndez Pidal / Gredos, 851-892.
  • MILLÁS VALLICROSA, José (1933): «El literalismo de los traductores de la corte de Alfonso el Sabio», Al-Andalus, I:1, 155-187.
  • MONTOYA, Jesús (2002-03): «Del scriptorium fernandino al de Alfonso X. La Corte literaria de Fernando III», Alcanate. Revista de estudios alfonsíes, III, 165-190.
  • MORENO BERNAL, Jesús (1999): «Contribución al estudio de la apócope de la vocal final en la General estoria IV», Revista de Filología Española, LXXIX, 261-289.
  • NIEDEREHE, Hans Josef (1987): Alfonso el Sabio y la lingüística de su tiempo, Madrid, SGEL. Traducción española de Die Spachauffassung Alfons der Weisen, Tübingen, Nienmeyer, 1975.
  • ORDUNA, Germán (1996): «La élite intelectual de la escuela catedralicia de Toledo y la literatura en época de Sancho IV», en C. Alvar y J. M. Lucía Megías (eds.), La literatura en la época de Sancho IV, Universidad de Alcalá, 53-62.
  • PENNY, Ralph (1993): Gramática histórica del español, Barcelona, Ariel. Traducción española de A History of the Spanish Language, Cambridge University Press, 1991.
  • PÉREZ MARTÍN, Antonio (1989-90): «La primera codificación oficial de los fueros aragoneses: las dos compilaciones de Vidal de Canellas», GlossaeI, 2, 9-80.
  • — (1992): «Las fuentes romanas en las Partidas», Glossae. Revista de historia del derecho europeo, 4, 215-246.
  • PÉREZ TORAL, Marta, DÍEZ ITZA, Eliseo (2002): «Funciones discursivas del polisíndeton en la prosa alfonsí: los usos de la inmadurez», en M.ª T. Echenique Elizondo / J. Sánchez Méndez (eds.), Actas del V Congreso de Historia de la Lengua Española, I, Madrid: Gredos, 869-876.
  • PINGREE, David (1981): «Between the Ghāya and the Picatrix I: The Spanish Version», Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, 44, 27-56.
  • — (1986): Picatrix. The Latin version of the Ghāyat Al-Hakîm, London, The Warburg Institute / University of London.
  • POULLE, Emmanuel (1987): «Les Tables Alphonsines, sont-elles d'Alphonse X?», en M. Comes et al. (eds.), De Astronomia Alphonsi Regis, Universidad de Barcelona / Instituto Millás Vallicrosa, 51-69.
  • PROCTER, Evelyn S. (1934): «The Castilian Chancery during the reign of Alfonso X, 1252-84», en F. M. Powicke (ed.), Oxford Essays In Medieval History presented to Herbert E. Salter, Oxford, Clarendon Press, 104-121.
  • — (1951): Alfonso X of Castile. Patron of Literature and Learning, Oxford: Clarendon Press. Traducción española: Alfonso X de Castilla, patrono de las letras y del saber, traducción y notas de M. González Jiménez, Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio, 2002.
  • RICO, Francisco (19842): Alfonso el Sabio y la «General Estoria». Tres lecciones, Barcelona, Ariel.
  • ROMANO, David (1992): «Los científicos judíos de la corte de Alfonso X: Ishaq ben Sayyid y Yehudá ben Mošé», en La ciencia hispanojudía, Madrid, Mapfre, 128-158. Traducción española de «Le opere scientifiche di Alfonso X e l'intervento degli ebrei», en Oriente e Occidente nel Medioevo: Filosofia e Scienze, Roma, Accademia Nazionale dei Lincei, 1971, 677-711.
  • ROTH, Norman (1990): «Jewish Collaborators in Alfonso's Scientific Work», en R. I. Burns (ed.), Emperor of Culture: Alfonso X the Learned of Castile and His Thirteenth-Century Renaissance, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 1990, 59-71 (ahora en http://libro.uca.edu/alfonso10/emperor.htm).
  • ROUDIL, Jean (1970): «Alphonse le Savant, rédacteur de définitions lexicographiques», en Mélanges de linguistique et de philologie romanes dédiés à la mémoire de Pierre Fouché, París, Klincksieck 153-175.
  • RUBIO GARCÍA, Luis (1981): Del latín al castellano en las escrituras reales, Universidad de Murcia.
  • — (1993-94): «Del latín al castellano en la cancillería de Alfonso el Sabio», Glossae. Revista de Historia del Derecho europeo, 5-6, 225-241.
  • RUBIO MORENO, Laura María (1991): Contribución al estudio de las definiciones léxicas en «Las Partidas» de Alfonso X el Sabio, Ávila, Fundación Sánchez Albornoz.
  • RUIZ ASENCIO, José Manuel (1993): Colección documental del archivo de la catedral de León, VIII (1230-1269), León: Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro».
  • SALVADOR, Nicasio (2000): «La actividad literaria en la corte de Fernando III», en M. González Jiménez (coord.), Sevilla 1248. Congreso Internacional Conmemorativo del 750 Aniversario de la Conquista de la Ciudad de Sevilla por Fernando III, rey de Castilla y León, Madrid, Fundación Ramón Areces, 685-699.
  • SAMSÓ, Julio (1990): «El original árabe y la versión alfonsí del Kitāb fî hay'at al-'ālam de Ibn al-Haytam», en M. Comes et al. (eds.), «Ochava espera» y «Astrofísica». Textos y estudios sobre las fuentes árabes de astronomía de Alfonso X, Barcelona, Agencia Española de Cooperación Internacional / Universidad de Barcelona, 115-131.
  • — (1999): «Traducciones científicas árabo-romances en la Península Ibérica», en S. Fortuño / T. Martínez-Romero (eds.), Actes del VII Congrés de l'Associació Hispánica de Literatura Medieval, Alicante: Universitat Jaume I, 199-231.
  • — (2000): «Sevilla y la obra científica de Alfonso X», en M. González Jiménez (coord.), Sevilla 1248. Congreso Internacional Conmemorativo del 750 Aniversario de la Conquista de la Ciudad de Sevilla por Fernando III, rey de Castilla y León, Madrid, Fundación Ramón Areces, 567-577.
  • SÁNCHEZ, M.ª Nieves (dir.) (2000): Diccionario español de documentos alfonsíes, Madrid, Arco/Libros.
  • SÁNCHEZ GONZÁLEZ DE HERRERO, M.ª Nieves (2002): «Rasgos fonéticos y morfológicos de los documentos alfonsíes», Revista de Filología Española, LXXXII, 139-177.
  • SÁNCHEZ-PRIETO BORJA, Pedro (1996a): «Sobre la configuración de la llamada "ortografía alfonsí"», A. Alonso et al. (eds.), Actas del III Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, I, Madrid, Arco/Libros, 913-922.
  • — (1996b): «El castellano escrito en torno a Sancho IV», en C. Alvar y J. M. Lucía Megías (eds.), La literatura en la época de Sancho IV, Universidad de Alcalá, 267-286.
  • — (1998): «Para una historia de la escritura castellana», en C. García Turza et al. (eds.), Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, I, Logroño, Universidad de la Rioja, 289-301.
  • SÁNCHEZ-PRIETO BORJA, Pedro, HORCAJADA DIEZMA, Bautista (eds.) (1994): Alfonso el Sabio, General estoria. Tercera parte, IV, Libros de Salomón, Madrid, Gredos.
  • SANCHÍS CALVO, María del Carmen (1992): «Leísmo y apócope de tercera persona singular objeto directo», en M. Ariza et al. (eds.), Actas del II Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, I, Madrid, Arco/Libros, 805-812.
  • SOLALINDE, Antonio G. (1915): «Intervención de Alfonso X en la redacción de sus obras», Revista de Filología Española, II, 283-288.
  • — (ed.) (19807): Antología de Alfonso X el Sabio, Madrid, Espasa-Calpe.
  • TILANDER, Gunnar (ed.) (1956): Vidal mayor. Traducción aragonesa de la obra «In excelsis Dei Thesauris» de Vidal de Canellas, 3 v., Lund: Hakan Ohlsson.
  • TORRENS ÁLVAREZ, Mª Jesús (2002): Edición y estudio lingüístico del Fuero de Alcalá (Fuero viejo), Alcalá, Fundación Colegio del Rey.
  • VAN SCOY, Herbert A. (1940): «Alfonso X as a Lexicographer», Hispanic Review, 8, 227-284.
  • — (1986): A Dictionary of Old Spanish Terms Defined in the Works of Alfonso X, ed. de Yvy A. Corfis, Madison, Wisconsin, Hispanic Seminary of Medieval Studies.
  • WALSH, John K. (ed.) (1975): El Libro de los doze sabios o Tractado de la nobleza y lealtad [ca. 1237]. Estudio y edición, Madrid, Real Academia Española.
  • WRIGHT, Roger (1989): Latín tardío y romance temprano en España y en la Francia carolingia, Madrid, Gredos. Traducción española de Late Latin and early Romance in Spain and Carolingian France, Liverpool, Francis Cairns, 1982.
  • — (1996): «Latin and Romance in the Castilian Chancery (1180-1230)», Bulletin of Hispanic Studies, LXXIII, 115-128.
  • — (2000): El Tratado de Cabreros (1206). Estudio sociofilológico de una reforma ortográfica, Londres, Queen Mary and Westfield College.
  • ZABALO ZABALEGUI, Javier (1995): Colección diplomática de los reyes de Navarra de la dinastía de Champaña. 3. Enrique I (1270-1274), San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos.
  • ZABALZA ALDAVE, M.ª Itziar (1995): Archivo general de Navarra (1274-1321). 1. Documentación real, San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos.


 
Anterior Indice