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Algunas muestras de variación dialectal en el corpus alfonsí pueden encontrarse en MENÉNDEZ PIDAL (19773), LAPESA (1951, 1975, 1982), ECHENIQUE (1979, 1981), DUNCAN (1950), HARTMANN (1974), CANO (1985), CRADDOCK (1985, 1991), HARRIS-NORTHALL (1991), SANCHÍS CALVO (1992), ARIZA (1998), MORENO BERNAL (1999), MATUTE (2001, 2004), SÁNCHEZ (2002) y TORRENS (2002).

 

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LAPESA (1985: 215-217) y MATUTE (2001), de donde proceden la mayor parte de los ejemplos citados.

 

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Para la lengua del Libro complido, véase MATUTE (2004: 412-493), quien corrobora las observaciones de Hilty respecto al diferente carácter lingüístico de la sección IV de la obra.

 

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A tenor de las observaciones de Hilty (1955: 11-12), en ciertas partes del Libro complido prácticamente ha desaparecido so masculino. Lo mismo vale para el Libro de las cruzes.

 

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Con la única excepción de feamente, citado supra. En Cruzes registro señaladament, mayormente, comunalment, grossament, propriament, pero también mayormentre, comunalmentre, que quizá encubran una representación imperfecta del diptongo.

 

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Otro de los textos trasladados por el equipo formado por Yehudá y Juan, el Libro de la espera, reelaborado en 1277 al ser copiado en el primer códice del Libro del saber de astrología, tampoco contiene los rasgos orientales de Cruzes y no acuerda con éste salvo en lo relativo al uso de hata: en ese libro hata (y fata) suman el 88% de las apariciones de la preposición, frente al 12% de fasta (y hasta). También coinciden en la presencia abundante de imperfectos y condicionales en -ía (si bien sin excluir las formas en -ié) y en la preferencia por los participios en -ido. Para más complicación, en la copia de este tratado aparecen rasgos de apariencia leonesa, como enna manera, partanna (por «pártanla»), y coincidentes con el Libro de las figuras como magar, que reaparecen también esporádicamente en otros puntos del códice. La existencia de diversos estratos lingüísticos hace que los datos de estas obras deban ser tomados con precaución (cf. CANO 1985).

 

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Además de otras coincidencias como conocer jo por gelo: «E si el escrivano non quisiere guardar la nota o la perdiere por su culpa e daño viniere a alguna de las partes por ello, péchejo él todo» (ASabio, Fuero real, 212); «dé su ratión hata que el rencuroso sea pagado o sepa qué á de tomar, que jo fagan aver» (Fuero de Alcalá, 506).

 

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Presentan estas formas, los verbos de la tercera conjugación partir, sentir, conquerir, enchir, morir, abrir, recebir, cumplir, servir, seguir, ferir, descubrir, vestir, repentir, espedir, salir, pedir, parir, ceñir, requerir y convertir. Pero también los de la segunda ver (viron, vira, vissen, vire), aver (oviron), bever (bevíssedes), creer (crubisse) y volver (bolvisse).

 

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Hay que puntualizar que existen algunas secciones del códice donde todos estos rasgos no se dan conjuntamente, como, por ejemplo, en la estoria de Alexandre. También encuentra diferencias en la manifestación de la apócope nominal y verbal Moreno Bernal (1999) en los libros bíblicos de Daniel y Jeremías.

 

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La nómina de verbos afectados es semejante a la de la General estoria: salir, ferir, pedir, conquerir, abrir, partir, morir, escrivir, recibir, consentir, recudir, desabenir, subir, pedir, oír, destruir, sufrir, y, de la segunda conjugación, ver.

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