Volumen 10 - carta nº 389
De EMILIA PARDO BAZÁN |
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO |
Coruña, 6 abril 1890
Mi ilustre amigo: Mamá y yo agradecemos á V. muy de veras su cariñoso pésame. Yo no se si alguna vez habría hablado con V. de lo que era para mi mi padre, porque claro está que todo padre es mucho para sus hijos pero hay padres que son á la vez amigos, consejeros, compañeros y protectores durante toda la vida y al mismo tiempo son la representacion viva del honor y de la bondad. Tal era el que yo perdí y por eso creo que aunque llegue á consolarme por acción inevitable del tiempo no llegaré nunca al olvido.
He quedado tan enferma y tan desalentada desde este golpe que no puedo escribir de mi puño, perdóneme pues el que me valga de amanuense y crea en el constante y acendrado afecto de su leal amiga
Emilia Pardo Bazán