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Volumen 5 - carta nº 235

De EMILIA PARDO BAZÁN
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

La Coruña, 7 enero 1881 [por 1882]

Mi caro amigo: V. es perezoso á veces y yo suelo serlo por costumbre; pero tratándose de comunicar con V. no me ataca la pereza. Gracias por haberse acordado de mí en las vacaciones, y tambien por el San Isidoro, que leí con singular placer, como todo lo que sale de esa pluma erudita, ática y elegante, (dos borrones acaban de salir de la mia ahora mismo: pero raspo y sigo, por no empezar otra carta).

Estaba oyendo, antes de oirlo, todo lo que V. me dice del Viaje de Novios. Sospechaba que el género no le habia de gustar a V. poco ni mucho, y que las descripciones le parecerian prolijas, acaso impertinentes. C'est un peu la mode, como dicen nuestros vecinos, describir así; y además yo noto que sirvo para el caso y que lejos de costarme trabajo, me entretiene tanto esa menudencia de los objetos, esa pintura detallada, como á V. los pormenores de erudición é historia.—En cuanto á los galicismos, cierto los hay; pero yo me veo en el caso del hombre de la fábula que tenia dos amantes y una le arrancaba pelos blancos y otra negros, hasta que entre las dos lo dejaron calvo; Clarin reprueba mis arcaismos, V. mis galicismos, y voy á concluir por no saber como hablar.—Fuera de bromas, crea V. que hoy es un problema escribir novelas modernas sin incurrir en alguna frase de galiparla, porque el lenguaje usual y corriente tiene infinitas.

¡Ay amigo! Me aconseja V. que no haga caso de los Krausistas, gente de pésimo gusto literario, y me alaba V. los poemitas de Jaime, que precisamente editó Giner de los Rios porque le gustaron mucho!

Cuando salen esos terceros Heterodoxos? muerta estoy de curiosidad por ver como pondrá V. á mis amigos, en ese estilo desenfadado y cortante que suele v. usar en casos análogos.

Los poetas franciscanos ya han salido, hace rato, en la Revista de España! Bien sospechaba yo que no se las habian enviado a V. (segun mis deseos) á corregir, porque traian erratas sin número.—La obra creo que adelanta en su impresión en la casa Olamendi; el tipo de letra me agrada bastante.—Pero verá V. . lo que son las cosas de España: esa obra, que me costo más tiempo y trabajo, no tendrá probablemente la mitad de lectores que Un Viaje de Novios, y de fijo ni la décima parte de críticos. No hay cosa que más se lea, ni dé más fama á menos costa, que las obras de imaginación. Verdad es que requieren facultades especiales. A mí me animó bastante lo bien recibida que ha sido esta novela, y estoy estudiando del natural otra; pero no quisiera tampoco abandonar mi proyecto de filósofas y teólogas, y voy á escribir al Sr. Laverde, invocándole á V. como númen protector, por ver si logro que me facilite esos datos y apuntes que posee.

El amigo que recomendé á V. D. Daniel Lopez, me habla de V. como es natural; enamorado de su buen trato y discreta conversación.—Créese generalmente que las eminencias han de ser de piedra berroqueña, orgullosas é intratables, y gusta encontrar en el pensador y en el sabio lo que se halla en V.: un jovencillo afable, lleno de espontaneidad y de gracia.

¿ Qué me dice V. de su amigo Valera? qué se hace? mucho lo echará V. de menos para el estudio y colaboración científica, porque aunque V. se llevaría la parte del leon en el trabajo, un socio así, tan espiritual (este sí que es galicismo) no se encuentra á dos por tres. Qué hizo V. por Santander? Cuando le dé á V. el repentón de escribir (haga Dios que sea pronto) cuénteme esas cosas y otras muchas más: ya sabe V. con qué placer lee sus epístolas su amiga

J. Emilia