Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice




ArribaAbajo

Acto III


Escena I

 

CÉSAR sale de la escalera y saca a CELIA desmayada.

 
DON CÉSAR
Apenas, sin reparar
mis desdichas en la ociosa
murmuración del que diga,
que no está bien a la honra
de Celia haberse ocultado, 5
iré pasando por todas
estas calumnias injustas,
atento a su vida sola.
Desmayada, o muerta, en fin,
ha estado apenas una hora; 10
y aunque rendida ya al susto
de que a su hermano le oiga,
que la ha de dar muerte; ya
a la pasión rigurosa
de verse en ajena casa, 15
donde sus peligros nota;
y a mirar que medio pueden
darme mis ansias dudosas.
Llamar a quien con piedad
la vida a Celia socorra, 20
no es posible; pues dejarla
morir sin remedio, y sola,
será crueldad: si de cuantos
oyeren después mi historia,
alguno ha de haber, que diga, 25
que tuve que hacer, no esconda
su ingenio, sino anticipe
el consejo a la congoja.
Irme y dejarla, es bajeza,
y más, habiendo ella propia 30
venido a darme la vida;
declararme, es acción loca.
Si a darme la libertad
has venido, o Celia hermosa,
como eres tú misma, ¿cómo 35
la que me la quita ahora?,
¿en quién hallaré consuelo?,
mas a una persona sola
me puedo fiar; Beatriz,
en quien mi pena amorosa 40
halló favor, o le hallaron
mis dádivas generosas
valerla podrá, que en fin
cualquier mujer es piadosa,
y de la que está afligida 45
el mejor médico es otra:
yerre o acierte, a ella quiero
declararme, que aunque ponga
a riesgo todo el secreto,
¿a qué más riesgo, que ahora, 50
puede estar entonces?, haga
leal a mi pena traidora:
este medio elijo, pues
no me dan otro que escoja;
y pues aclarando el día 55
viene en brazos de la aurora,
a buscar voy un remedio;
ya vuelvo, Celia, perdona.
 

(Déjala sentada, vase y vuelve ella en sí.)

 


Escena II

 

CELIA.

 
CELIA
¡Ay de mí!, mi propio aliento
es el que hoy más me ahoga; 60
pues, aun para respirar,
le niega al pecho la boca:
sin vida estoy, y con alma
toda viva, y muerta toda,
¿a quién dieron sus desdichas 65
en aire a beber ponzoña?
César, si acaso: ¿qué es esto?,
fuera del tabique, y sola
estoy, sin hablar con nadie,
que me escuche y me responda: 70
¿César, César?, me ha dejado,
hase ido, es cierta cosa;
pues él de aquí no saliera
con tal riesgo su persona,
sino para irse: ¿qué dudan 75
mis desdichas, o qué ignoran?
pues, dos veces serán ciertas
por ser desdichas, y propias.
¡Ay, ingrato!, que primero,
que a mí, tú en salvo te pongas, 80
¿qué he de hacer?, si hablo a Lisarda,
estando de mí celosa,
es error: si a don Juan hablo,
siendo don Juan quien hoy toma
a cargo el honor de Félix, 85
es aventurarme loca:
solo a don Diego pudiera
decir menos temerosa
todo el suceso, que al fin
es noble, y solo a la sombra 90
de las canas el honor
seguramente reposa.
Esto es, si no lo mejor,
lo menos malo, aunque ahora
ejecutarse no pueda; 95
porque ya una puerta, y otra
de Lisarda, y de don Juan
abren, otra vez me esconda
este sepulcro; que yo
al rigor de mis congojas, 100
como gusano de seda,
fabriqué para mí propia.

 (Éntrase en la escalera.) 



Escena III

 

LISARDA, BEATRIZ, DON JUAN y CASTAÑO por las puertas de los lados.

 
LISARDA
Mira si está ya vestido
mi padre: ¡triste cuidado!
DON JUAN
Mira si está levantado 105
don Diego: ¡pierdo el sentido!
BEATRIZ
En su aposento hay ruido.
CASTAÑO
Ruido en su aposento oí.
LISARDA
Contarele lo que vi.
DON JUAN
Sin declararle10 por qué, 110
licencia le pediré.
LISARDA
¿Es don Juan?
DON JUAN
¿Lisarda?
LISARDA
Sí.
DON JUAN
¿Qué es esto?, ¿tan desvelada
te tiene aquel embozado?
LISARDA
¿Tan necio a ti te ha dejado 115
aquella dama tapada?
DON JUAN
¿Qué a estas horas levantada
estás?
LISARDA
¿Qué me hables así?
DON JUAN
Yo digo lo que yo vi.
LISARDA
Yo digo lo que vi yo. 120
DON JUAN
¿Y eso no es mentira?
LISARDA
No,
pero, ¿esotro es verdad?
DON JUAN
Sí.
LISARDA
Mira no me hagas, don Juan,
perder el juicio, por Dios.
DON JUAN
Perderémosle los dos, 125
si en eso tus cosas dan.
LISARDA
Pues que presentes están
sólo los que han entendido
todo lo que ha sucedido,
hablemos con más acuerdo. 130
DON JUAN
¿Cómo he de hablar, cuando pierdo
de imaginarlo el sentido?
LISARDA
Pues, ¿qué viste?
DON JUAN
Un hombre vi,
que deste cuarto salía,
y con una llave abría. 135
LISARDA
Pues escucha ahora.
DON JUAN
Di.
LISARDA
Si ayer, don Juan, vine aquí,
¿qué tiempo tuve, don Juan,
para dar a ese galán
llave del cuarto?, ¿no ves 140
cuanto mejor pensar es,
que son ladrones, que están
más hechos a esos excesos?
DON JUAN
No son en las ocasiones
tan valientes los ladrones. 145
LISARDA
Valientes hacen sucesos,
y ayuda también a esos
discursos haber habido
un hurto, si ya no ha sido,
que quieres decir también, 150
que mi galán era quien
hurtó a Beatriz el vestido.
BEATRIZ
Y nuevo.
LISARDA
Más fundamento
hubiera en lo que vi aquí.
DON JUAN
¿Qué viste?
LISARDA
Una mujer vi
155
recogida en tu aposento.
DON JUAN
¿Fuera tal mi atrevimiento,
que yo a tu casa trajera
mujer la noche primera
que era huésped?
LISARDA
Quien le tiene
160
tal, que a media noche viene,
tenerle en todo pudiera.
DON JUAN
Si de una a otra queja pasa,
ambas las he de amparar:
¿qué había de ir a buscar, 165
si estaba mi dama en casa?
Luego en suerte tan escasa,
bien claro te da a entender
el que yo tuve que hacer
otra cosa, o que no ha sido 170
mi dama la que he escondido,
pues que fuera la iba a ver,
sino soy tan infeliz,
y tengo tan mala fama,
que presumas, que mi dama 175
le hurtó el vestido a Beatriz.
BEATRIZ
Y sin ponerle.
LISARDA
Un matiz
viste con igual porfía
tu queja y la mía este día,
porque haya quien arguya, 180
para creída la tuya,
para dudada la mía.
DON JUAN
Porque no tiene en la ira
tan grande facilidad
el decir una verdad, 185
como oír una mentira;
fuera de que si se mira
igual la queja al dolor,
aun en lo igual es mayor
la mía, apurar es justo, 190
que la tuya toca al gusto,
Lisarda, y la mía al honor.
LISARDA
Bien sabe mi vanidad,
que de tal hombre no sé.
DON JUAN
Verdad cuanto dije fue. 195
LISARDA
Será de otra calidad
tu verdad de mi verdad.
DON JUAN
Sí, que en mí duda el honor.
LISARDA
En mí acredita el valor.
DON JUAN
Yo sé que un hombre he encontrado. 200
LISARDA
Yo que una tapada he hallado.


Escena IV

 

Dichos, DON DIEGO.

 
DON DIEGO
¿Qué es esto?
LOS DOS
Nada, señor.
DON DIEGO
¿Tan presto los dos, ¡ay Dios!,
levantados? Don Juan, pues
tan mal hospedaje es 205
esta casa para vos,
y aun para ti, que los dos
estáis a esta hora vestidos?
DON JUAN

 (Aparte.) 

Disimulen mis sentidos:
¿no miras que desvelados 210
mal amorosos cuidados
consienten ojos dormidos?
LISARDA
Si a mí me estuviera bien,
la misma respuesta diera.
DON JUAN
¡Oh, quién creerla pudiera! 215
LISARDA
¡Oh, quién no dudarla, quién!
DON DIEGO
La disculpa está muy bien
fundada; y porque veáis
si en obligación me estáis,
para sacar madrugué 220
una licencia, con que
hoy desposaros podáis,
de las amonestaciones
supliendo la dilación.
DON JUAN
Yo estimo, como es razón, 225
las muchas obligaciones
en que cada día me pones;
pero basta haber traído
la dispensa, que ha suplido
el parentesco, y no es bien 230
hacer dispensar también
el tiempo que.
LISARDA
Y yo te pido,
que lo dilates, señor,
todo cuanto tú pudieres.
DON DIEGO
Si esto pides, y esto quieres, 235
aun nunca será mejor;
pero paréceme error
madrugar para tan vana,
tan inútil, tan liviana
pretensión; y en fin, si no 240
queréis hoy casaros, yo
quizá no querré mañana.
DON JUAN
Yo, señor, siempre.
LISARDA
¡Ay de mí!
DON JUAN
Me tendré por muy dichoso
en ser de mi prima esposo, 245
excusarte pretendí
nuevos cuidados; y así.
DON DIEGO
Claro está, que no habrá sido
otra la causa que ha habido,

 (Aparte.) 

porque, aquí para los dos; 250
ni me la dijerais vos,
no, ni vo la hubiera oído.

 (Vase.) 



Escena V

 

LISARDA, DON JUAN y BEATRIZ.

 
LISARDA
Bien ves cuán necio has estado
DON JUAN
¿Has tu acaso, por tu vida,
estado más entendida? 255
LISARDA
Sí, pues he disimulado
tanta parte a mi cuidado.
DON JUAN
Yo no sé disimular
a mi costa mi pesar,
y hasta que sepa después 260
quién el embozado es,
no me tengo de casar.

 (Vase.) 



Escena VI

 

LISARDA y BEATRIZ.

 
LISARDA
Cielos, ¿habrá sufrimiento
para tanta sinrazón?,
¡sospechas en mi opinión!, 265
¡en mi fe, deslucimiento!,
cuando mi honor siempre atento
a su vanidad ha sido
risco del mar combatido,
roble del viento azotado, 270
donde uno y otro cuidado
se quedaron con el ruido.
BEATRIZ
Sentir, señora, es error,
las cosas con tanto extremo.
LISARDA
A nadie más, que a mí, temo. 275
BEATRIZ
Entra en este tocador
a aderezarte, es mejor,
que ya de ir a misa es hora,
LISARDA
Poco gusto tengo ahora
de tocarme; así me iré; 280
dame tú el manto, porque
no he de ir tarde así.
BEATRIZ
Señora,
el manto está aquí, que yo
limpiándole, ahora estaba.
LISARDA
Ponle, y ponte el tuyo, acaba, 285
y llama a Otáñez. ¿Quién vio
más pesares? ¡En mí halló
entrada indicio tan grave!,
mas, ¡ay!, que no hay quien se alabe
de que se libró a esta ofensa, 290
donde es vicio que se piensa
más, que virtud que se sabe.
Hombre en mi casa escondido,
¿qué pudo dar tal cuidado?


Escena VII

 

DON CÉSAR, LISARDA, que se sienta en una silla y queda suspensa.

 
LISARDA
Ocasión de hablar no he hallado 295
a Beatriz; pero harto ha sido
no ser de nadie sentido,
y vuelvo, ¡ay Dios!, por qué no
a Celia, que aquí quedó
desmayada, hallen aquí: 300
¿todavía estás así,
mi bien?
LISARDA
¿Quién me habla así?
DON CÉSAR
Yo.
LISARDA
Pues, ¿tú, don César?
DON CÉSAR
¡Qué azar!
LISARDA
¿En mi casa?
DON CÉSAR
¡Qué temor!
LISARDA
¿Tú en mi cuarto?
DON CÉSAR
¡Qué rigor!
305
LISARDA
Responde.
DON CÉSAR
No acierto a hablar,
porque helado...
LISARDA
¡Qué pesar!
DON CÉSAR
El labio.
LISARDA
¡Qué sinrazón!
DON CÉSAR
Enmudece.
LISARDA
¡Qué traición!
DON CÉSAR
Y al verte.
LISARDA
¡Qué atrevimiento!
310
DON CÉSAR
Le falta aliento al aliento,
y razón a la razón.
LISARDA
¿Cómo, di, el rostro encubierto
tuviste, ¡ay, cielos!, tuviste
cuando la vida me diste, 315
y no ahora que me has muerto?
Erradas, César, advierto,
tus acciones, por indicios
de trocados ejercicios;
pues hacen tu voz, tus labios 320
cara a cara los agravios,
pero no los beneficios.
Si cuando más me adoraste,
de mí más dejado fuiste;
si del todo me perdiste, 325
cuando a mi hermano mataste:
baste ya, don César, baste
la porfía, que ésta fue
tu estrella, ya me casé,
ya no te queda esperanza: 330
si no vienes por venganza,
di, ¿por qué vienes, por qué?
Hable tu temeridad.
DON CÉSAR

 (Aparte.) 

¿Cómo la he de responder?
pues cuando vo quiera hacer 335
virtud la necesidad,
echando a su voluntad
la culpa, para moverla;
Celia, pues no llego a verla,
cobrada al desmayo, está 340
sin duda, oyéndome ya:
¡Oh, que tirana es mi estrella!
LlSARDA
¿Qué dices?
DON CÉSAR
Si yo supiera
decir a lo que he venido,
mi discurso enmudecido, 345
¡qué buen retórico fuera!,
solamente considera,
pues que yo mismo lo ignoro,
pues no lo digo, y lo lloro,
que vendré en mal tan severo, 350
o a vivir con lo que quiero,
o a morir con lo que adoro.
Si está en esta casa el bien
que yo adoré, y yo perdí.
LISARDA
César, no me hables así, 355
que ya no es justo ni es bien;
cobarde la voz detén,
y dime si anoche fuiste
el que a esta casa viniste11
a darme la muerte?
DON CÉSAR
No.
360
LISARDA
Pues dete dos vidas yo,
por una que tú me diste:
vete ya de aquí, porque
si mi padre, o si mi primo,
a quien como esposo estimo, 365
ya uno, o ya otro te ve,
es fuerza que yo les dé
satisfacción.
DON CÉSAR

 (Aparte.) 

¡Qué esto haya!
parad desdichas, a raya,
LISARDA
Vete antes que a verte lleguen. 370
DON CÉSAR

 (Aparte.) 

¿Quién creerá12 que ya me rueguen
que me vaya, y no me vaya?,
pues no he de dejar en tal
peligro a Celia.


Escena VIII

 

Dichos, BEATRIZ, alborotada.

 
BEATRIZ
¡Ay, señora!,
¿esto tenemos ahora? 375
LISARDA
¿Qué hay Beatriz; es otro mal?
BEATRIZ
Pendencia hay en el portal,
y en las voces y el rumor
es...
LISARDA
¿Quién?
BEATRIZ
Don Juan, mi señor,
con un hombre que ha encontrado 380
en la calle.
DON CÉSAR

 (Aparte.) 

Mi cuidado
siempre viene a ser mayor.
LISARDA
¡Ay de mí! si ve salir
de aquí a don César don Juan,
a evidencias pasarán 385
sus sospechas: pues decir
que él se ha atrevido a venir,
sin mí, a estar aquí conmigo
haciendo a mi honor testigo
otra sospecha es cruel, 390
pues no se viniera él
en casa de su enemigo
a no tener ocasión
mayor, que a esto le obligara.
DON CÉSAR
Déjame salir.
LISARDA
Repara
395
que estoy en gran confusión,
mi opinión por mi opinión
hoy aventurar intento,
llévale tú a tu aposento.
DON CÉSAR
Más seguro aquí estaré, 400
déjame aquí.
LISARDA
¿Para qué?
que esto es público a mi intento
DON CÉSAR

 (Aparte.) 

Si le descubro el secreto,
no sé después lo que hará
por librarse; y pues está 405
libre Celia de este aprieto,
callarle quiero en efecto.
BEATRIZ
Ya sube por la escalera
don Juan con otros.
LISARDA
¿Qué espera
tu vida?, escóndete, pues, 410
por mi honor, hasta después.
DON CÉSAR
Sólo por tu honor lo hiciera.
 

(Vase con BEATRIZ.)

 


Escena IX

 

OTÁÑEZ, CASTAÑO que traen agarrado a MOSQUITO, DON JUAN.

 
DON JUAN
Traedle los dos desa suerte,
hasta que en este aposento
diga donde está su amo. 415
MOSQUITO
Séame testigo el cielo
de que se ha hecho justicia;
sin vara y sin mandamiento,
¿cómo me pueden prender
vuesas mercedes?
LISARDA
¿Qué es esto?
420
MOSQUITO
Dos alguaciles, señora,
porfían, a lo que entiendo,
por no decir que hacen punta,
pues a estocadas me han muerto,
en traerme aquí, sin saber 425
porqué.
LISARDA

 (Aparte.) 

¡Ay de mí!, ya sospecho
la causa: aqueste es criado
de César, cuando aquí dentro
entró, se quedó en la calle,
adonde le conocieron. 430
DON JUAN
Yo te diré lo que ha sido:
este hombre que traemos
es de don César criado.
LISARDA
Bien discurrí yo en lo cierto,
DON JUAN
Pasaba por esta calle 435
mirando, y reconociendo
esta casa; y es sin duda
que estando aquí de secreto
César, y habiendo sabido
que yo le busco resuelto, 440
envía a saber mi casa
para matarme, y yo quiero
que este criado me diga
dónde está su amo.
LISARDA

 (Aparte.) 

Hoy muero,
si él lo dice.
DON JUAN
Porque yo
445
madrugue, y mate primero:
metile en este portal,
donde amenazas y ruegos,
no han torcido su lealtad;
y así, por fuerza pretendo 450
que me lo diga, pues hoy
he de matarle, si luego
no dice dónde está César.
MOSQUITO

 (Aparte.) 

Yo lo dijera bien presto,
si no me hubieran traído 455
donde él mismo me está oyendo.
DON JUAN
¿Dónde está tu amo?, dilo.
MOSQUITO
Si diré.
LISARDA
¡Válgame el cielo!,
hoy acabará mi vida,
si dice que está aquí dentro. 460
MOSQUITO
No está muy lejos de aquí,
y es verdad.
LISARDA

 (Aparte.) 

¡Ay de mí!
DON JUAN
Ea, presto;
dilo, pues.
MOSQUITO
En Portugal
entretenido le dejo
en ver unos solijones, 465
que le dan mucho contento.
DON JUAN
Si yo sé que está en Madrid,
y que ha venido encubierto
tres días há, que se apeó
en una posada, y luego 470
sé que Celia está con él,
¿cómo solicitas, necio,
encubrirlo?
MOSQUITO
Pues, ¿hay más
de que me den un tormento?
¿Quién querrá hacerse verdugo, 475
ya que los demás se han hecho,
sin más títulos?
DON JUAN
Yo sé
lo que se ha de hacer en esto;
palabra a Félix he dado,
que en público, ni en secreto 480
no haré diligencia alguna,
sin darle cuenta primero,
como más interesado
en la venganza que emprendo:
y así me importa avisarle 485
de que a este criado tengo
en mi poder; y entretanto
que aquí con don Félix vuelvo,
que en un coche será fácil,
quedará en este aposento, 490
o retrete, que al fin es
más recogido y secreto,
pues que sólo tiene paso
a mi cuarto; y así cierro,
porque hasta hablar a mi amigo, 495
el lance apurar no puedo.
LISARDA

 (Aparte.) 

Quiera el cielo que se vaya,
porque pueda en este tiempo
echar a César de casa:
don Juan, en todo obedezco. 500
DON JUAN
Dejadle solo los dos,
y a que nadie salga atentos,
no os quitéis de ese portal.
CASTAÑO
En él, señor, estaremos;
para que ninguno entre, 505
ni el bergante salga.
MOSQUITO
Quedo,
que prender pueden ustedes,
mas no hablar mal, caballeros.
DON JUAN
Que si la verdad no dices,
morirás; solo te dejo 510
a que pienses lo mejor,
aconséjate a ti mesmo,
o el secreto descubrir,
o dar la vida a este acero.
 

(Vanse todos cerrando la puerta.)

 


Escena X

 

MOSQUITO.

 
MOSQUITO
Dar a este acero la vida 515
o descubrir el secreto,
y aconséjate contigo:
aqueste es, viven los cielos,
un lance muy apretado;
pero qué dudo, ni temo, 520
si la cárcel donde estoy
es la misma que le dieron
a mi amo sus desdichas,
y que él lo sabe ya es cierto;
pues esperando estará 525
la diligencia que dejo
hecha para aventurarse
a salir, llamarle quiero:
¿ha de la escalera?, bien
puedes salir sin recelo, 530
que yo solo estoy aquí,
porque no es nadie mi miedo.


Escena XI

 

Dicho, CELIA, tapada.

 
CELIA
Fuerza es abrir, porque no
dé más golpes este necio,
y porque razón me falta. 535
MOSQUITO
Señor, pues, ¿qué ha sido esto?,
¿has hurtado otro vestido
para salir encubierto
como yo?, has hecho muy bien,
que vive aquí un señor viejo, 540
que anda sacando mujeres
con grandísimo respeto,
ni una mano me tendió;
pero las burlas dejemos,
¿has sabido lo que pasa?, 545
habla, vive Dios, ¿qué es esto?
CELIA
¡Ay de mí!
MOSQUITO
La voz también
has hurtado, a lo que entiendo,
con el vestido; ¿has estado
acaso en muda este tiempo?, 550
porque yo te dejé bajo,
y tiple, señor, te encuentro:
mas cuánto va que Lisarda,
agradecida a aquel tiempo
que la quisiste, te ha dado. 555
CELIA
Calla, que aqueso me ha muerto.
MOSQUITO
¡Santo Dios, mujer es esta!,
yo mil veces he oído un cuento
de una monja, a quien salió
una escupidura, haciendo 560
una fuerza, y que de monja
quedó monje13 en un momento:
pero de un galán hacerse
una dama, no me acuerdo
haberlo visto en mi vida. 565
CELIA
Calla, sino quieres, necio,
que te dé muerte mi rabia.
MOSQUITO
¿Celia?
CELIA
Sí.
MOSQUITO
Pues, ¿qué es aquesto?
CELIA
Es haber venido a ver,
de mi honor, y vida al riesgo 570
la mayor traición de un hombre;
harto así te lo encarezco.
César, a quien vine a dar
la vida, en pago me ha muerto,
que sabiendo que yo estaba 575
en tan riguroso aprieto,
me dejó, por declararse
con Lisarda, donde, ¡ay cielos!,
le oí decir, que era su amor
el que le trajo a este puesto: 580
salir quise, cuando oí
las gentes que te trajeron,
y disimulé, a pesar
de mi amor y de mis celos,
hasta que tú me llamaste. 585
MOSQUITO
¿Y mi amo?
CELIA
Estará a este tiempo
dando quejas a Lisarda.
MOSQUITO
¿De qué?
CELIA
De su casamiento:
mas, porque no se dilaten
los inconvenientes nuestros, 590
he de decir la verdad
a voces, porque con esto,
desengañado don Juan
de sus bien fundados celos,
y asegurada Lisarda 595
los mire César más presto.
MOSQUITO
¿Ahora de celos te acuerdas,
ni de amor?, cuando tenemos
más cosas a que acudir
que agentes con muchos pleitos? 600
CELIA
Pues dime tú, ¿cómo fue
el venir tú aquí?
MOSQUITO
Encubierto
salí de aquí, a don Rodrigo,
de César amigo, y deudo,
avisé de todo el caso, 605
porque viniese resuelto
a guardarle las espaldas
esta noche; él para hacerlo,
me dijo, que le enseñase
la casa en que estaba, pero 610
que no pasásemos juntos
por ella los dos; con esto
venimos por las dos ceras,
y yo quedémela viendo,
porque él reparara en ella; 615
pasó adelante: a este tiempo
don Juan venía a su casa,
conociome, y muy soberbio
en su portal me metió;
negar quise, y en efecto, 620
él, y todos sus criados
a esta parte me trajeron,
donde pensé que él estaba
todavía, y donde al juego
desta escalera he jugado, 625
mete ruin, y saca bueno.
CELIA
¿Y qué hemos de hacer ahora
los dos aquí?
MOSQUITO
¡Qué sé de eso!
CELIA
Antes que mi hermano venga,
llamar a esta puerta quiero, 630
y descubrirme a Lisarda
de una vez, porque don Diego
en casa no está a estas horas,
que Lisarda, por lo menos,
es mujer noble, y será 635
piadosa.
MOSQUITO
Y es lo más cierto.
 

(Llama CELIA a la puerta, y responde BEATRIZ.)

 
BEATRIZ
Mosquito, no puedo abrirte,
sabe Dios si lo deseo,
porque se llevó don Juan
la llave; mas, lo que puedo 640
asegurarte, es, que César,
que ahora está en mi aposento
con mi ama hablando, no quiere
irse, dejándote dentro.
MOSQUITO
Esta es Beatriz, la criada 645
de Lisarda.
CELIA
¿Nada, cielos,
he de escuchar, y he de ver,
que no sea otro tormento?
MOSQUITO
Mira si puedes abrirme.
BEATRIZ
Ya te he dicho que no puedo; 650
mucho me pesa de verte
en tan riguroso aprieto,
pero no puedo llorar.
MOSQUITO
Y yo, pícara, lo creo,
porque yo soy un pobrete, 655
a quien de lástima un tiempo
quisiste.
BEATRIZ
A eso respondiera,
pero no me toca hacerlo
a quien encerrado garla.
CELIA
Cerró el paso a mi remedio 660
llevarse don Juan la llave,
y abriole a mi sentimiento.
BEATRIZ
Encomiéndate, Mosquito,
a Dios, que don Juan ha vuelto
con aquel amigo suyo 665
que le buscó anoche.
CELIA
Cielos,
mi hermano es.
MOSQUITO
Aquí, señora,
lo mejor es escondernos;
vivamos un rato más
mientras buscan el secreto. 670
CELIA
Dices bien: mas, ¡ay de mí!
que tropezando, y cayendo
voy.
MOSQUITO
Cerraré yo la trampa;
pues que no llegas a tiempo.
CELIA
Hombre ruin, en fin.
 

(Cae CELIA, éntrase MOSQUITO, dejándola fuera.)

 


Escena XII

 

CELIA, DON JUAN y DON FÉLIX.

 
DON JUAN
Aquí,
675
como os he dicho, le tengo
encerrado.
DON FÉLIX
Pues cerrad
la puerta ahora por dentro,
y quedémonos con él
solos, que viven los cielos, 680
que ha de decir de su amo,
o hemos de dejarle muerto.
DON JUAN
Ya veis el riesgo en que estáis,
hidalgo: pero, ¿qué es esto?,
donde un criado dejé, 685
¿tapada una dama encuentro?
DON FÉLIX
¿No me dijisteis, que estaba
cerrado en un aposento
el criado, y que no había
por dónde salir?
DON JUAN
Y es cierto.
690
DON FÉLIX
No mucho, pues él se ha ido,
y una dama es la que vemos.
DON JUAN
Vive el cielo, que la llave
llevé conmigo.
DON FÉLIX
Apuremos
de una vez el desengaño. 695
 

(DON FÉLIX se queda junto a la puerta y llega DON JUAN a hablar a CELIA.)

 
DON JUAN
Señora, aunque es el respeto
alma de un noble, tal vez
rompe a las leyes el fuero
la necesidad.
CELIA

 (Aparte.) 

¡Ay triste!
DON JUAN
Hoy es fuerza conoceros, 700
saber cómo estáis aquí,
con qué fin, o con qué intento,
que me costáis dos pesares
ya, si sois la que sospecho,
y he de saber de un criado, 705
que aquí quedó, qué se ha hecho,
cómo se fue, y vos entrasteis:
descubríos, o grosero
me haréis ser con vos.
CELIA
Huir
ya no puedo; deteneos, 710
señor don Juan, y advertid,
que me debéis más respeto
por quien sois, y por quien soy.
DON JUAN
No os conozco, ni os entiendo:
¿quién sois?, ¿cómo estáis aquí?, 715
¿dónde el criado?, ¿qué es esto?
CELIA
Tres cosas me preguntáis,
y a dos he de responderos:
Yo he venido a buscaros,
don Juan, porque me importa mucho hablaros: 720
entrando en esta casa, vi que había
en este cuarto un hombre, y dél salía;
presumiendo que fuera algún criado
vuestro le pregunté por vos; turbado
me dijo el tal: aquí vendrá al momento, 725
si le habéis de esperar, a este aposento
entrad, dejome en él, y por de fuera
volvió a cerrar la puerta; de manera,
que la llave, que él tuvo, acaso ha sido
causa de quedar yo, y haberse él ido; 730
con que respuesta he dado
al cómo estoy aquí, y él ha faltado:
quien soy, y a lo que vengo,
no lo puedo decir.
DON JUAN
Pues de eso tengo
más deseo, y es tanto, 735
que no he de ir a buscarle, aunque he sabido,
que de casa no puede haber salido;
y así, quitad el manto
del rostro.
CELIA
Ved, don Juan...
DON JUAN
Quitad el velo.
CELIA

  (Descúbrese CELIA.) 

Lo que hacéis, que soy yo.
740
DON JUAN
¡Válgame el cielo!
CELIA
Para haceros hoy dueño
de mi honor os busqué; de aqueste empeño
me sacad, que ya veis que si he venido
aquí, sólo en confianza vuestra ha sido, 745
nada deciros quiero,
mi hermano es, mujer yo, y vos caballero.
DON JUAN
¡Cielos, en qué me miro!
DON FÉLIX
Nuevo semblante ya en don Juan admiro;
¿quien será esta embozada, 750
que le asombra tapada y destapada?
DON JUAN

 (Aparte.) 

¿Qué debo yo hacer aquí
en tan fiera, en tan tirana
ocasión como me vi?
Celia, de Félix hermana, 755
viene a valerse de mí;
Félix, buscando a un traidor,
para alentar con valor
su venganza, y mi venganza,
puso en mí la confianza 760
de su vida, y de su honor.
DON FÉLIX
Grande confusión ha sido
la que hoy en vos ha infundido
esa dama.
DON JUAN
Sí lo es,
y tan grande, que después 765
de haberla vos prevenido,
la habéis de hallar, os prometo,
mayor que la imagináis,
porque no cabe en concepto
humano lo que miráis, 770
que sólo cabe en su efecto.
DON FÉLIX
Pueda yo, don Juan, tener
parte en tal pena, por ver
si en ella os puedo servir.
DON JUAN
Ni yo os lo puedo decir, 775
ni vos lo podéis saber.
DON FÉLIX
¿No soy vuestro amigo?
DON JUAN
Sí.
DON FÉLIX
¿Y no soy noble?
DON JUAN
También.
DON FÉLIX
Pues fiaos, don Juan, de mí.
CELIA

 (Aparte a él.) 

Don Juan, mirad que no es bien 780
que yo...
DON DIEGO

 (Dentro.) 

Abrid, don Juan, aquí.
DON JUAN
Este es don Diego.
DON DIEGO
Abrid, pues.
DON JUAN
Fuerza es preguntar quién es
esta dama; y si la mira
Lisarda, hará su mentira 785
verdad; con esto después,
si satisfacerla quiero
con decir quién es; (hoy muero,
que está su hermano delante)
seré, por ser buen amante, 790
ahora mal caballero.
Y así, nadie la ha de ver:
don Félix, esta mujer
he de encubrir de Lisarda,
que este aposento la guarda 795
a nadie deis a entender:
entraos, mi señora, ahí.
CELIA
Duélase el cielo de mí.

  (Éntrase CELIA.) 

DON FÉLIX
¿Queréis que entre
a estarme yo con ella? 800
DON JUAN
No, por Dios, no,
don Félix.
DON DIEGO
¿No abrís aquí?
DON JUAN
Ya está abierto.


Escena XIII

 

Dichos, DON DIEGO, y criados.

 
DON DIEGO
¿Qué es aquesto,
don Juan?, ¿qué todavía andas
lleno de locos discursos?, 805
¿de imaginaciones varias?,
¿dónde está aqueste criado?
DON JUAN
Señor, cuando le buscaba
aquí, se había ya salido
con alguna llave falsa. 810
DON DIEGO
Tú te disculpas con eso,
por no empeñarme a mí en nada;
y haces mal, porque de nadie
puedes fiarte con tanta
satisfacción: perdonad, 815
caballero, que aunque haya
de fiarse de vos don Juan,
puedo con tal confianza
hablar.
DON FÉLIX
Podéis con razón,
y nadie verdad tan clara 820
negará, pero el buscarme
don Juan es por otras causas,
que a mí en hallar a don César
también hoy, señor, me alcanzan.
DON DIEGO
Pues decid, qué habéis sabido 825
los dos, que ya es excusada
diligencia aquí encubrirme
el criado.
DON JUAN
Si mi palabra
te doy de que cuando entré
a buscarle, aquí no estaba. 830
DON DIEGO
¿Cómo, si aquesos criados
nunca de la puerta faltan,
pudo salir? Id a ver
si se oculta dentro en casa
por esa puerta, y nosotros 835
por esotra.
 

(Vanse los criados.)

 
DON FÉLIX
Tente.
DON JUAN
Aguarda.


Escena XIV

 

Dichos, LISARDA, y BEATRIZ.

 
LISARDA
En fin, ¿no quiere salir?
BEATRIZ
No, señora, porque estaban
los criados a la puerta
con mil prevenciones, y armas. 840
LISARDA
¡Oh, permita la fortuna,
que bien deste empeño salga!:
si así teme una inocente,
¿cómo teme una culpada?
DON DIEGO
Vive Dios, que he de ser yo 845
aquí el primero que haga
diligencias de saber.
DON JUAN
¿Quién dice que no las hagas?,
mas ya este cuarto está visto,
miremos toda la casa. 850
LISARDA
¿Mirar la casa?, ¡ay de mí!
DON DIEGO

 (Aparte.) 

Sin duda, a saber alcanza
algo, apuremos el caso:
LISARDA
señor, ¿tú das voces tantas?
DON DIEGO
¿A qué has venido tú aquí? 855
LISARDA
A ver qué es esto en que andas.
DON DIEGO
En busca de un hombre.
LISARDA

 (Aparte.) 

¡Ay cielos!
DON DIEGO
Y este aposento me guardan
más que todos, y he de verle.
DON JUAN
No has de entrar aquí.
DON FÉLIX
Repara,
860
que...
DON DIEGO
Los dos me lo estorbáis,
por conseguir la venganza
sin mí: apartaos, por Dios;
¡qué resistencia tan vana!,
¿Quién está aquí?


Escena XV

 

Dichos, CELIA.

 
CELIA
Una mujer
865
infeliz, y desdichada:
aquí, cielos soberanos,
echó el resto mi desgracia.
DON FÉLIX
Muriendo estoy, por saber
quién es aquesta tapada, 870
DON DIEGO
Por cierto, señor don Juan,
que no os merece mi casa
tan poco respeto, como
guardáis en ella a Lisarda:
una mujercilla dentro 875
de su cuarto, enhoramala,
¿harto Madrid no tenéis?
DON JUAN
¿Yo mujer?, señor, repara.
LISARDA
Mira, don Juan, si fue todo
cuanto dije verdad clara. 880

 (Aparte.) 

Tú no has visto, por lo menos,
en vano se alienta el alma
al Escondido que dices,
y yo he visto la Tapada.
DON JUAN
Ni hablar puedo, ni callar. 885
LISARDA
Señora, el embozo basta,
que he de saber quién me hace
este pesar en mi casa.
DON JUAN
Pues no lo perdamos todo;
tente, que no has de mirarla. 890
LISARDA
¿Tú la defiendes?
DON JUAN
Es fuerza.
CELIA
¡Hay mujer más desgraciada!
CASTAÑO

 (Dentro.) 

Toma esa puerta, porque
por ella, Otáñez, no salga.
DON CÉSAR

  (Dentro.) 

Sí saldré.
DON JUAN
¿Qué ruido es este
895
en el cuarto de Lisarda?
DON DIEGO
Con un empeño se olvida
otro, según los que andan.


Escena XVI

 

Dichos y OTÁÑEZ.

 
OTÁÑEZ
Señor, el hombre que buscas
hallamos; sacó la espada, 900
para hacer paso con ella
por donde a la calle salga.


Escena XVII

 

Dichos y DON CÉSAR, cubierto el rostro con la capa, la espada desnuda.

 
DON DIEGO
Dime, ¿es aqueste, don Juan,
el criado que buscabas?
DON JUAN
No, señor, otro hombre es este, 905
bien el talle, el brio, las galas
dan a entender, que no es el
que encerrado quedó en casa.
CELIA
Este es don César: señor,
mi vida, y la tuya ampara. 910
DON DIEGO
Hombre, que de tanto honor
la reputación agravias,
¿quién eres?
DON CÉSAR
Un hombre soy.
DON DIEGO
Quita del rostro la capa.
DON CÉSAR
No puedo, porque encubierto 915
sin que me veas la cara,
me has de dar la muerte aquí,
en la defensa bizarra
desta mujer; ella, y yo
habemos de aquesta casa 920
de salir, si con mi muerte
mis intentos no se atajan.
DON DIEGO
¿Qué mujer?
DON CÉSAR
Esta mujer,
que yo no digo Lisarda,
ni la conozco, ni sé 925
quién es: y si esto no basta
para que segura quede,
habré de llevarme a entrambas.
DON DIEGO
Hombre, demonio, o quien eres
aunque en algo satisfagas 930
esta sospecha, conviene,
para que quede asentada,
el que sepamos quién eres.
DON CÉSAR
Aquesa es pretensión vana
por ahora.
DON JUAN
También lo es
935
que sea tal tu arrogancia,
que pienses que entre nosotros
te has de llevar esa dama,
sin que sepamos por qué,
y cómo en aquesta casa 940
estáis tú y ella.
DON CÉSAR
No puedo
decirlo.
DON FÉLIX
Pues las espadas
harán bocas en tu pecho,
por donde la verdad salga.
 

(Disparan dentro.)

 
LISARDA
¿Qué pistola es ésta, cielos?, 945
¿aún los sustos no se acaban?
DON CÉSAR
Esta es la seña que espero,
ninguno allá fuera salga;
deteneos, caballeros:
hombre, yo te doy palabra 950
de ampararte, y de valerte
si de estas dudas me sacas.
DON CÉSAR
¿Dasme esa palabra?
DON DIEGO
Sí.
DON CÉSAR
Don César soy; ¡qué os espanta!
DON DIEGO
¿Tú diste muerte a mi hijo? 955
DON FÉLIX
¿Tú me robaste a mi hermana?
DON JUAN
¿Tú en casa estás de mi prima?
DON CÉSAR
Sí, pero a ninguno agravia
mi valor: si a don Alfonso
di muerte, fue cara a cara; 960
riñendo solo con él:
si en casa estoy de Lisarda,
es, porque me dejó Celia
oculto en aquesta sala:
y si esto de Celia digo, 965
es porque no importa nada
que casado estoy con ella,
que es esta misma Tapada:
y si estas satisfacciones
para tus quejas no bastan, 970
yo he de salir, que ya tengo
quien me guarde las espaldas,
que esa pistola es la seña
de la gente que me aguarda.
DON FÉLIX
Cuando no hubiera ninguno, 975
César, yo solo bastara,
que siendo mi hermano ya,
es obligación hidalga.
DON JUAN
Yo soy, don Félix, tu amigo,
más de don Diego mi espada. 980
DON DIEGO
Yo la palabra le dí,
y he de cumplir mi palabra:
mas decid, ¿dónde estuvisteis
escondido en esta casa?


Escena XVIII

 

Dichos y MOSQUITO, saliendo de la escalera.

 
MOSQUITO
Eso yo lo he de decir, 985
aquí estuvo.
DON DIEGO
¡Cosa extraña!
BEATRIZ
¿Hurtásteme tú el vestido?
MOSQUITO
Y el azafate y las cajas.
DON DIEGO
Daros la muerte pudiera;
pero fuera acción villana: 990
yo os perdono, si de Celia
acudís noble a la fama.
DON CÉSAR
Mi esposa es.
CELIA
¡Gracias al cielo!
DON JUAN
Perdón te pido Lisarda
por mis celos.
DON DIEGO
Ambas bodas
995
celebraranse en mi casa.
BEATRIZ
¿Y mi vestido?
MOSQUITO
Guardado.
BEATRIZ
¿Me lo daréis?
MOSQUITO
Luego, calla.
LISARDA
Pues dichoso fin tuvieron
al cabo congojas tantas, 1000
no por nosotros, tan sólo
por Calderón de la Barca
un aplauso piden el
Escondido y la Tapada.


 
 
FIN DEL ACTO III
 
 




  Arriba
Anterior Indice