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ArribaAbajoPensamientos afines

La mort n'arrive qu'une fois et se fait sentir à tous les moments de la vie: il est plus dur de l'apprehender que de la souffrir.


LA BRUYÈRE148                


C'est l'amour qui, à la fin, aura raison...


A. NERVO                


Una muerte pronta es la ventura suprema de la vida.


PLINIO149                


Si tuviese fuerza bastante para sostener la pluma, escribiría lo fácil y delicioso que es morir.


WILLIAM HUNTER (Últimas palabras)150                


La douleur seule entre assez avant dans l'âme pour l'agrandir. Elle y réveille des sentiments qu'on n'avait point encore soupçonnés. Il y a dans l'âme des places très eleveés où dort la vitalité et que la douleur seule peut atteindre.


BLANC SAINT-BONNET151                


Au fond, rien n'est perdu d'un passé, même effacé; «inconscient» n'équivaut pas a «inexistant», mais a «inéfficace»...


J. DESAYMARD (La Pensée d'Henri Bergson)152                


Le passé: Autant que le Présent, bien plus que l'Avenir, il est tout entier dans notre pensée et constamment dans notre main... «Le passé est passé» disons-nous; et cela n'est pas vrai; le passé est toujours présent.


MAETERLINCK (Le temple enseveli)153                


Rien ne m'est plus, plus ne m'est rien.


(Divisa de VALENTINA DE MILÁN)154                


Et pourquoi le monde ne se composerait-il pas de sphères de réalités climates, mais interférentes, si bien que nous ne pourrions, nous, l'apprehender qu'en usant alternativement des différents symboles et en prenant des attitudes diverses?


EMILE BOUTROUX155                





ArribaAbajoI


Impotencia


   Señor, piedad de mí porque no puedo
consolarme... Lo intento, mas en vano.
Me sometí a tu ley porque eras fuerte:
¡El fuerte de los fuertes!... Pero acaso
es mi resignación sólo impotencia
de vencer a la Muerte, cuyo ácido
ósculo corrosivo,
royendo el corazón que me amó tanto,
royó también mi voluntad de acero...
¡La Muerte era titánica; yo, átomo!

   ¡Señor, no puedo resignarme, no!
¡Si te digo que ya estoy resignado,
y si murmuro fiat voluntas tua156,
miento, y mentir a Dios es insensato!

   ¡Ten piedad de mi absurda rebeldía!
¡Que te venza, Señor, mi viril llanto!
¡Que conculque tu ley tu piedad misma!...
Y revive a mi muerta como a Lázaro,
o vuélveme fantasma como a ella,
para entrar por las puertas del Arcano
y buscar en el mundo de las sombras
el deleite invisible de sus brazos.

Noviembre 16 de 1912






ArribaAbajoII


Bendita...


   Bendita seas, porque me hiciste
amar la muerte, que antes temía.
Desde que de mi lado te fuiste,
amo la muerte cuando estoy triste;
si estoy alegre, más todavía.

   En otro tiempo, su hoz glacial
me dio terrores; hoy, es amiga.
¡Y la presiento tan maternal!...
Tú realizaste prodigio tal.
¡Dios te bendiga! ¡Dios te bendiga!

Noviembre 19 de 1912






ArribaAbajoIII


Al encontrar unos frascos de esencia


   ¡Hasta sus perfumes duran más que ella!
Ved aquí los frascos, que apenas usó,
y que reconstruyen para mí la huella
   sutil que en la casa dejó...

   Herméticamente encerrada
la esencia en sus pomos, no se escapará
...Mientras que el espíritu de mi bien amada,
más imponderable, más tenue quizá,
voló de sus labios, redoma encantada,
   ¡y en dónde estará!

Diciembre 1.º de 1912






ArribaAbajoIV


Señuelo


   La Muerte nada quiere con los tristes.
Subrepticia y astuta,
aguarda a que riamos
para abrirnos la tumba
y, con su dedo trágico, de pronto
señalarnos la húmeda
oquedad, y empujarnos brutalmente
hacia su infecta hondura.

   Mas yo tengo tal gana de que venga,
que voy a ser feliz para que acuda,
para que sea mi reír señuelo,
y ella caiga en la trampa de venturas
ruidosas, que en el fondo son tristezas...

   ¿La engañaré? ¡Quizá, si tú me ayudas
desde la eternidad, oh inmarcesible
amada, oh novia única,
cuyos besos de sombra
he de reconquistar, pese a la Enjuta
que te mató a mansalva hace once meses,
¡dejando a un infeliz por siempre a oscuras!

Diciembre 7 de 1912






ArribaAbajoV


Yo no debo irme...


   Yo no debo irme; tengo de esperar
hasta que la muerte me venga a llamar.
   ¡Tengo de esperar!

   ¡Cuánto tarda, cuánto!
...Pero el tiempo corre
y a veces escucho, cerca de mi torre,
entre las tinieblas, cauteloso andar
...Mucho tarda, pero tiene de llegar.

   Rejas insidiosas, rejas que vedáis
para mí la vida, que cuadriculáis
para mí los aires; impasibles rejas,
duras a mis dedos, sordas a mis quejas;
habrán de limaros mis firmes anhelos,
y quizá una noche me abriréis los cielos.

   Mucho, tal vez mucho, tengo de esperar,
pero al fin la muerte me vendrá a llamar.

Diciembre 10 de 1912






ArribaAbajoVI


Resurrección157


   Yo soy tan poca cosa, que ni un dolor merezco...
Mas tú, Padre, me hiciste merced de un gran dolor.
Ha un año que lo sufro, y un año ya que crezco
por él en estatura espiritual, Señor.

   ¡Oh, Dios, no me lo quites! Él es la sola puerta
de luz que yo vislumbro para llegar a Ti.
Él es la sola vida que vive ya mi muerta:
mi llanto, diariamente, la resucita en mí.

Diciembre 26 de 1912






ArribaAbajoVII


¡Reyes!158


   ¡Oh Reyes!, me trajisteis hace un año un presente
excepcional: un gran dolor.
Fuisteis conmigo pródigos, cual monarcas de Oriente,
Baltasar, Gaspar y Melchor.

   Durante las tristísimas horas de vuestra noche,
terribles horas de expiación,
mi solo bien, mi frágil azucena, su broche
plegaba ya sin remisión.

   Todo fue inútil: llanto, plegarias. Y al siguiente
día, vi agostarse mi flor.
Fuisteis conmigo pródigos, monarcas de Oriente;
vuestros tres dromedarios trajéronme el presente
más grande, ¡oh Baltasar!, ¡oh Gaspar!, ¡oh Melchor!

Enero 6 de 1913






ArribaAbajoVIII


Hasta muriéndote


   Hasta muriéndote me hiciste bien,
porque la pena de aquel edén
incomparable que se perdió,
trocando en fuego159 mi vieja rima,
llevó mis ímpetus hacia la cima,
pulió mi espíritu como una lima
y como acero mi fe templó.

   Hoy, muy dolido, mas ya sereno,
por ti quisiera ser siempre bueno;
de los que sufren tengo piedad;
en mi alma huérfana sólo Dios priva,
nada mi vuelo mental cautiva,
y es mi esperanza cual siempreviva
que se abre a un beso de eternidad.

Enero 13 de 1913






ArribaAbajoIX


¡Qué importa!

   ¡Qué importa que no sepas cómo te sigo amando
más allá del sepulcro, si lo sé yo con creces!
¡Qué importa que no escuches cómo estoy sollozando
si escucho mi sollozo yo, que soy tú dos veces!

Febrero 5 de 1913






ArribaAbajoPensamientos afines

En mettant les choses aux mieux, notre vie est comme un enfant revêche qu'il faut amuser sans cesse, si l'on veut qu'il reste tranquille, jusq'au moment où il s'endort; et c'est la fin de nos soucis.


FRÉDÉRIC LOCKER LAMPSON160                


...Todos los seres proceden del mismo espíritu, que tiene diversos nombres: justicia, amor o sabiduría, en sus diversas manifestaciones, como el océano recibe otros nombres cuando baña otras riberas.


EMERSON161                


La grandeur de l'homme se mesure à celle des mystères qu'il cultive ou devant lesquels il s'arrête.


MAETERLINCK (La Mort)162                


Puesto que hemos tenido el privilegio de existir, hemos tenido el privilegio de entrar de lleno en el misterio del universo, y somos forzosamente una porción -por pequeña que sea- de ese misterio.


A. N.                


Il sait (le mystique) que l'univers entier, aussi bien que lui même, est en sécurité entre les mains paternelles de son Dieu. Il a l'intuition que tous seront sauvés, en dépit des portes de l'enfer et de toutes les apparences contraires.


WILLIAM JAMES (L'Expérience Religieuse. Trad. de F. Abunzit)163                


...Où est Dieu, les ruines et les naufrages ne son jamais définitifs.


LOID164                


There is no room for death.


EMILY BRÖNTE165                


...Et les baisers de moins et les rides de plus!


VÍCTOR HUGO166                





ArribaAbajoI


Bienaventurados167


   Bienaventurados,
bienaventurados,
los dignificados
por la dignidad glacial de la muerte;
los invulnerables ya por los hados168,
¡una y misma cosa ya con el Dios fuerte!
   ¡Bienaventurados!

   Bienaventurados los que destruyeron
el muro ilusorio de espacio y guarismos;
los que a lo absoluto ya por fin volvieron;
los que ya midieron todos los abismos.

   Bienaventurada, dulce muerta mía,
a quien he rezado como letanía
de fe, poesía
y amor, estas páginas... que nunca leerás.
Por quien he vertido, de noche y de día,
todas estas lágrimas... que no secarás.

Marzo 15 de 1913






ArribaAbajoII


Quedamente...

   Me la trajo quedo, muy quedo, el Destino,
y un día, en silencio, me la arrebató;
llegó sonriendo; se fue sonriente;
quedamente vino;
vivió quedamente;
queda... ¡quedamente desapareció!

Abril 25 de 1913






ArribaAbajoIII


El que más ama...

   Si no te supe yo comprender,
si alguna lágrima te hice verter,
bien sé que al cabo perdonarás
con toda tu alma... ¡Qué vas a hacer!
¡El que más ama perdona más!

Abril de 1913






ArribaAbajoIV


¡Si pudiera ser hoy!...

   Como verte es el único ideal que persigo,
sin vivir en mí estoy,
y muriendo del ansia de reunirme contigo,
cada día me digo: «¡Si pudiera ser hoy!».

Abril 28 de 1913






ArribaAbajoV


Perdón


   Perdóname, Ideal, para que pueda
irme en paz al venir mi última hora...
Es tan dulce el perdón: ¡prerrogativa
de los Dioses! Perdóname, Inmortal:
«El que todo lo sabe lo perdona
todo», y hoy, Ideal, todo lo sabes
con la sabiduría de la muerte.

   Que tu perdón en mi alma se derrame
como un rayo de luna en el silencio
de una mística noche...
Que caiga como pétalos de lirio
sobre el hondo cansancio de mi vida.

   Perdóname, Ideal, para que pueda
morir en paz.

Junio 4 de 1913






ArribaAbajoPensamientos afines


   O mon Dieu, je reviene d'un long voyage amer
où j'ai laissé mon coeur, et d'où je ne rapporte
que stériles regrets d'avoir tenté la mer.
   Mon ivresse est tombée et ma superbe est morte;
l'universel ennui creuse son nid en moi;
l'espoir, sans s'arrêter passe devant ma porte;
   Le jour quand il renaît m'inspire de l'effroi;
la nuit roule sur moi pleine d'horreur glacée;
je marche comme en rêve et sans savoir porquoi.


LOUIS LE CARDONNEL169                


Nous sommes des êtres invisibles.


MAETERLINCK (Le Tresor des humbles)170                


Une parole mystique peut seule par moments representer un être humain.


MAETERLINCK (ídem)171                


PEPIN.-  Quel est le sommeil de ceux qui son éveillés?

ALCUIN.-  L'Esperance.


(Disputatio. Documento del tiempo de Carlo Magno)172                


La muerte es una ley: no es un castigo.


SÉNECA173                



ArribaAbajoI

La aparición174


Cristo dijo que allí donde nos reuniésemos en su nombre estaría él en medio de nosotros. No es, pues, extraño que aquella noche misteriosa en que hablábamos de Él con unción cordial, de su inmensa alma diáfana, de su ternura grande como el universo, de su espíritu de sacrificio incomparable, del sabor místico de su caridad, que nos penetra y nos envuelve, Él se presentara de pronto, suavemente, en el corro.

Cristo dijo que allí donde nos reuniésemos en su nombre estaría él en medio de nosotros. No es, pues, extraño que aquella noche misteriosa en que hablábamos de Él con unción cordial, de su inmensa alma diáfana, de su ternura grande como el universo, de su espíritu de sacrificio incomparable, del sabor místico de su caridad, que nos penetra y nos envuelve, Él se presentara de pronto, suavemente, en el corro.

Lejos de sorprendernos, su aparición divina nos pareció natural. Quizá no se trataba propiamente de una aparición; más bien le sentíamos dentro de nosotros; pero la realidad de su presencia era absoluta, imponente, superior a toda convicción.

En vez de turbarnos, experimentamos todos un bienestar infinito.

Cristo nos bendijo y, sonriéndonos, con aquella indecible sonrisa, nos preguntó:

-¿Qué deseáis que os dé antes de volver al Padre?

-Señor -dijo Rafael-, deseo que me perdones mis pecados.

-Perdonados están -respondió Jesús, siempre sonriendo.

-Yo, Señor -dijo Gabriel-, ansío estar contigo...

-Pronto estarás -replicó Cristo amorosamente-. Y tú -me preguntó- ¿qué quieres, hijo?

Iba a decirle algo de mi muerta; pero no sé por qué, al ver la expresión divina de su rostro, comprendí que no era preciso decirle nada; que los muertos estaban en paz en su seno, junto a su corazón, y que todas las cosas que sucedían eran paternalmente dispuestas o reparadas.

-¿Qué anhelas, hijo? -repitió Jesús, y yo respondí:

-Señor, ¿qué puedo anhelar si todo está bien? Yo sólo deseo que se haga en mí tu voluntad...

Cristo me miró con ternura (¡qué mirada de éxtasis!); pasó su mano traslúcida por mis cabellos...

Después se alejó sonriendo como había venido.






ArribaAbajoII


Tanatofila


   ¡Oh, Muerte, en otros días, que recordar no puedo
sin emoción profunda, te tenía yo miedo!...
En medio de la noche, incapaz de dormir,
clamaba congojado: «Yo tengo que morir...
¡Yo tengo que morir irremisiblemente!».
Y sudores glaciales empapaban mi frente.

   ¿A quién tender la mano ni de quién esperar?
Estaba solo, solo de la vida en el mar...
Tenía un formidable aislador: la pobreza,
y ningún seno d'hembra brindaba a mi cabeza
febril una almohada.
Estaba solo, solo; ¿de quién esperar nada?
....................................................

Mas pasaron los años, y un día, una chiquilla
bondadosa me quiso. ¡Era noble, sencilla;
la fortuna la había tratado con rigor:
nos unimos... y, juntos, nos hallamos mejor!

   Entonces, si la muerte volvía, con su quedo
andar, yo le tenía ya mucho menos miedo.
Buscaba, despertando, la diestra tan leal
de mi amiga, y con ímpetu resuelto, fraternal,
la estrechaba, pensando: «¡Con ella nada temo!».
Con tal de marchar juntos, ¿qué importan tu supremo
horror y tus supremos abismos, oh callada
Eternidad?... Con ella no temo nada, nada.

   ¿El infierno? -¡El infierno será donde ella falte!
¿Y el cielo? -Pues donde ella se encuentre...
Que me exalte
o me deprima tanto como quiera mi estrella:
¿Qué importa, si desciendo y asciendo yo con ella?

¿Qué más me dan las hondas negruras del Arcano,
si voy por los abismos cogido de su mano?
....................................................

   ¡Pero tanta ventura enojó a no sé quién
en las tinieblas, y una hoz me segó mi bien!
Una garra de sombra, solapando su dolo,
me la mató... ¡y entonces me volví a quedar solo!
Solo, pero con una soledad más terrible
que antes.
Sollozando, buscaba a la Invisible
y pedía piedad a lo desconocido;
abriendo bien los ojos y aguzando el oído,
en un mutismo trágico, pretendía escuchar
siquiera una palabra que me hiciese esperar...

   Mas no plugo a la Esfinge responder a mi grito,
y ante el inexorable callar del Infinito
(tal vez indiferente, tal vez hosco y fatal)
escondí en lo más hondo del corazón mi mal,
y apático y ayuno de deseo y de amor,
entré resueltamente dentro de mi Dolor
como dentro de una gran torre silenciosa...

   Mis pobres Rimas fieles me decían: «Reposa,
y luego, con nosotras, canta el mal que sufriste;
ven, duerme en nuestro dulce regazo, no estés triste.
¡Aún hay muchas cosas que cantar..., cobra fe!».

   Y yo les respondía: «¡Para qué! ¡para qué!»175.
...Mas ellas insistían; en mi redor volaban,
y como eran las únicas que no me abandonaban,
acabé por oírlas...
Un libro, gota a gota,
se rezumó, con lágrimas y sangre, de la rota
entraña; un haz de rimas brotó para el Lucero
inaccesible, un libro de tal suerte sincero,
tan íntimo, tan hondo, que si desde su fría
quietud ella lo viese... me lo agradecería.

   Después de haberlo escrito, quedé más resignado,
como si en su fiel ánfora hubiese yo vaciado
todo lo crespo y turbio de mi dolor presente,
dejando en l'alma sólo la linfa transparente,
el caudal cristalino, diáfano, de mi pena,
profundo cual la noche, cual la noche serena.

   Y aquel fantasma negro, que miraba temblando
yo antes, blandamente se fue transfigurando...

En la pálida faz del espectro indecisa
como un albor naciente, brotaba una sonrisa;
brotaba una sonrisa tan cordial, de tal suerte
hospitalaria, que me pareció la Muerte
más madre que las madres; su boca, ayer horrible,
más que todas las bocas d'hembras apetecible;
sus brazos, más seguros que todos, los regazos...
¡Y acabé por echarme, como un niño, en sus brazos!

   Hoy, ella es la divina barquera en quien me fío;
con ella, nada temo; con ella, nada ansío.
En su gran barca d'ebano, llena de majestad,
me embarcaré tranquilo para la Eternidad.

Junio de 1913






ArribaAbajoIII


Restitución


   ¿Encontrará la ciencia las almas de los muertos
un día, y a la angustia y el llanto que los van
buscando, del Enigma por los limbos inciertos,
responderá la boca del abismo: «Aquí están»?

   ¿Descubriremos ondas etéreas que transmitan
a los desaparecidos la voz de nuestro amor,
y habrá para lo que ellos decirnos necesitan
algún maravilloso y oculto receptor?

   ¡Oh milagro, tu sola perspectiva nos pasma!
Pero ¿qué hay imposible para la voluntad
del hombre, que a su antojo tenaz todo lo plasma?
¡Ante el imperativo del genio, mi fantasma
tendrás que devolverme por fuerza, Eternidad!

Enero 9 de 1914






ArribaAbajoIV


Buscando


   Entre el dudoso cortejo
de sombras, peregrinando
voy, una sombra buscando.

   En el místico reflejo
de la noche constelada,
quiero hallar una mirada.

   Asir anhela mi oído
una voz que se ha extinguido
entre los ecos lejanos.

   Al pasar por un jardín,
finge el roce de un jazmín
la caricia de sus manos.

   ¡Oh sombra, mirada, voz,
manos!; el vórtice atroz
de la eternidad callada
os sorbió. ¡Triste de mí,
que no tengo nada, nada;
que ya todo lo perdí!

Enero 18 de 1914






ArribaAbajoV


Indestructible

   Bien ves, si me estás mirando,
que desde que te perdí,
mi vida se va pasando
piadosamente pensando
en ti;
que incólume, sin desgaste,
¡oh Ideal!, has de vivir
en el alma en que anidaste,
y que lo que edificaste
ni Dios lo querrá destruir.

Febrero 2 de 1914




ArribaAbajoVI

La bella del bosque durmiente


Tu amada muerta es como una princesa que duerme.

Su alma, en un total olvido de sí mismo, flota en la noche.

Mas, si tú persistes en quererla,

un día esta persistencia de tu amor la recordará.

Su espíritu tornará a la conciencia de su ser, y sentirás en lo íntimo de tu cerebro el suave latido de su despertar y el influjo inconfundible de su vieja ternura que vuelve...

Comprenderás entonces, merced a estos signos misteriosos, que una vez más el amor ha vencido a la muerte.

Febrero 9 de 1914






ArribaAbajoVII


«E dov' ella? De súbito dis'io»


DANTE: Paraíso176


   Si tras el negro muro de granito
de la muerte hay un mundo, un más allá,
al cruzar el dintel del infinito
mi pregunta primer, mi primer grito,
ha de ser: «Y ella, y ella, ¿dónde está?».

   Y una vez que te encuentre, penetrado
de una inmensa y sublime gratitud
para quien quiso fuera de ti amado
y me permite haberte recobrado,
¡a qué pedir más beatitud!

Enero 10 de 1915






ArribaAbajoVIII


Los muertos


   El paraíso existe;
pero no es un lugar (cual la creencia
común pretende) tras el hosco y triste
bregar del mundo; el paraíso existe;
pero es sólo un estado de conciencia.

   Los muertos no se van a parte alguna,
no emprenden al azul remotos viajes,
ni anidan en los cándidos celajes,
ni tiemblan en los rayos de la luna...

   Son voluntades lúcidas, atentos
y alados pensamientos
que flotan en redor, como diluidos
en la sombra; son límpidos intentos
de servirnos en todos los momentos;
son amores custodios, escondidos.

   Son númenes propicios que se escudan
en el arcano, mas que no se mudan
para nosotros; que obran en las cosas
por nuestro bien; son fuerzas misteriosas,
que, si las invocamos, nos ayudan.

   ¡Feliz quien a su lado
tiene el alma de un muerto idolatrado
y en las angustias del camino siente,
sutil, mansa, impalpable, la delicia
de su santa, caricia,
como un soplo de paz sobre la frente!

Enero 18 de 1915






ArribaAbajoIX


Sólo tú...177


   Cuando lloro con todos los que lloran,
cuando ayudo a los tristes con su cruz,
cuando parto mi pan con los que imploran,
eres tú quien me inspira, sólo tú.

   Cuando marcho sin brújula ni tino,
perdiendo de mis alas el albor,
en tantos barrizales del camino,
soy yo el culpable, solamente yo.

   Cuando miro al que sufre como hermano;
cuando elevo mi espíritu al azul,
cuando me acuerdo de que soy cristiano,
eres tú quien me inspira, sólo tú.

   Pobres a quienes haya socorrido,
almas oscuras a las que di luz:
¡no me lo agradezcáis, que yo no he sido!
Fuiste tú, muerta mía, fuiste tú...

Abril de 1915






ArribaAbajoX


Benedicto

   No sé a dónde llevose la marea
de la muerte tu ser, pero yo exclamo,
con el inmenso amor con que te amo:
«¡Dondequiera que esté, bendita sea!».

Octubre de 1917






ArribaAbajoXI


No lo sé


   Crepitan ya las velas en la ría;
tú ¿por qué no te embarcas, alma mía?
Porque Dios no lo quiere todavía.

   -Mira: piadosamente las estrellas
nos envían sus trémulas centellas...
-¡Bien quisiera vestirme toda de ellas!

   -Tu amiga, la más tierna, ya se fue.
Los que te aman se van tras ella; ¿qué
vas a hacer tú tan sola?
-No lo sé.

Enero 28 de 1918






ArribaXII


El celaje


   ¿Adónde fuiste, Amor, adonde fuiste?
Se extinguió del poniente el manso fuego,
y tú, que me decías «hasta luego;
volveré por la noche»... ¡no volviste!

   ¿En qué zarzas tu pie divino heriste?
¿Qué muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Qué nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

   ...Amor, ¡ya no vendrás! En vano, animoso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso;

   y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.