Visor de obras.

Del deceno grado del signo de Tauro es la piedra a que llaman zamoricaz, y otrosí es dicha «piedra de los ermitaños». Es hallada en las riberas de la mar a que dicen Alcuzun, y es aquella mar por que pasó Moisés los hijos de Israel, cerca de la ciudad a que llaman Bocaliz, ca las ondas de aquella mar, cuando hace tormenta, échanlas a la orilla. Y es mucho amarillo de color, y lucia como el olio claro, y pásala el viso. Y es fuerte de quebrantar, y hay de ellas grandes y de ellas pequeñas, pero siempre la hallan de figura de castaña. De su natura es fría y seca, y muy fuerte en estas dos complexiones.

Y précianla mucho en aquella tierra, y usan de ella en sortijas y en sartales, porque el hombre que la trae consigo no ha sabor ninguno de pleito de mujer, y aunque lo comience, no puede acabar ninguna cosa mientras la piedra tuviere consigo. Y por ende, los sabios antiguos dábanla a los religiosos y a los ermitaños, y a aquellos que prometían de tener castidad, y algunos de los gentiles que habían por ley de no yacer con sus mujeres sino por tiempos señalados, por amor de las empreñar más aína, y hacer los hijos más recios y más fuertes, traíanla siempre consigo en todo el otro tiempo sino cuando querían engendrar. Y si dieren de esta piedra molida a beber a algún hombre peso de tres dracmas, nunca jamás hará poder de yacer con mujer. Y por ende los reyes de India, cuando algunos querían castrar por que guardasen sus mujeres, dábanles a beber de esta piedra, por duelo que les habían de tajarles sus miembros, y valía tanto como si fuesen castrados.

Y la estrella que es en la nariz de las que son en la cara de la imagen de Tauro ha poder y señorío sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando esta estrella fuere en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del onceno grado del signo de Tauro es la piedra a que dicen coral en latín, y en arábigo dicen a la raíz «margen», y a los ramos «becet». Y esta piedra se cuaja del agua de la mar, y hácese como árbol, y semeja a la yerba que dicen «yerba marina». Y es de muchos ramos, y mientras está so el agua de la mar es blanda, y luego que la sacan ende, y la hiere el aire, endurece. Y es hallada en muchos lugares, mas pero la mejor de todas es la que hallan en la mar de Inglaterra o en la isla de Cerdeña. No es clara que la pase el viso, y de color es bermeja, y cuanto más ha en sí bermejura, tanto es mejor. De su natura es fría y seca.

Y su propiedad es de estreñir templadamente. Y si la destemplaren, molida con vino o con alguna cosa, y la dieren a beber a los que escupen sangre, presta mucho. Y otrosí hace a los que no pueden hacer orina. Y quien la bebe con algún licor deshará la postema que se hace en el bazo.

Y la estrella que es entre la que está en la nariz de Tauro y la otra que es en el ojo meridional de esta misma imagen, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del doceno grado del signo de Tauro es la piedra a que dicen coral negro. Tal nombre ha en arábigo como esta otra, y así es tierna so el agua, y endurece cuando la sacan al aire como ella, pero la olor es más fuerte que de la otra. De natura es fría y seca, más la sequedad de ésta es más que de la otra.

Todas las virtudes ha cumplidamente como el coral bermejo, y demás a ésta; que si la beben molida presta a las llagas de los intestinos, y a la tremor del corazón, y entra en medicinas que se dan por alegría. Y cuando la queman y la hacen polvos, presta mucho a enjugar la lágrima que viene a los ojos, y por ende es buena para meter en los alcoholes.

Y la estrella que es en el ojo septentrional de la imagen de Tauro, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando esta estrella fuere en el ascendente, entonces muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del treceno grado del signo de Tauro es la piedra a que dicen nerizech, y otros hay que le dicen belmuz. Es de natura fría en fin del segundo grado, y seca en el comienzo del cuarto. La su color es bermeja de muy flaca bermejura, y hay en ella líneas sutiles y muy delgadas, así que no parecen sino cuando las catan mucho al sol, ca de la primera vista no parece sino como bermeja de color. Y aquellas líneas que dijimos que no son derechas más son así como si las pintase pintor que no supiese bien pintar, pero son claras y de gran lucencia y cuando el sol hiere en ellas, ca hacen rayos en tierra a semejante de cristal. De estas piedras hallan de ellas grandes y de ellas pequeñas, y de muchas facciones, pero las más de ellas son halladas en forma de huevo. Y las mejores de ellas hallan en la isla de Sarandin donde son halladas las otras piedras preciosas muy nobles. Y los orebces usan mucho de esta piedra para hacer de ella sartales, o ponerla en sortijas. Y las más noble de ellas hallan en aquel monte de la isla sobredicha, cerca de la ciudad que dicen Tarhan.

Su propiedad es tal que si la ponen en agua corriente, depártese el agua a diestro y a siniestro que no pasa sobre ella. Y según esta razón danle los sabios antiguos una propiedad, y dicen que quien la trae consigo, nunca puede morir en agua, porque siempre le alivia ella, de manera que arredrándose de ella, da por donde suspire y nos puede ahogar. Y ésta es una de las nobles virtudes que son halladas en las minas de las piedras.

Y la estrella que es en el ojo meridional de la imagen de Tauro, a que dicen Aldebaran, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando esta estrella fuere en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del catorceno grado del signo de Tauro es la piedra a que llaman piedra de baran. Es hallada en algunos lugares de África en minas que hay de ella. Y cuando la sacan se muelle, y después que la han sacado, le da el aire, hácese dura y muy fuerte. De color es parda, y en algunas de ellas hallan venas que semejan al oro, y otras a la plata, mas pero las mejores de ella son aquellas que han color de oro, mayor virtud muestran.

De su natura es fría y seca. Y ha tal propiedad que si la colgaren sobre llaga o herida de que salga sangre, estáncala luego. Otrosí cuando la muelen y la amasan con vinagre, y hacen de ella bellotas, y las ponen sobre la natura de la mujer, estáncala. Y métenla otrosí molida los físicos, en los polvos que hacen para apretar los dientes y las encías que son mal paradas.

Y la estrella que es en el muslo del brazo siniestro de la imagen de Tauro, ha señorío sobre esta piedra y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando esta estrella fuere en el ascendente, mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del quinceno grado del signo de Tauro es la «piedra que parece en la mar cuando sube la planeta Venus», y escóndese cuando se pone. Y esta piedra, y la otra que antes dijimos de Marte, y que diremos adelante de cada una de las otras planetas en cual guisa parece en ella la virtud de aquella planeta de que a la fuerza y la virtud, todas son halladas en el mar que dicen tenebroso, pero cada una en su lugar, ca no todas en uno. Mas ésta, que es señaladamente de Venus, al color blanco y tira ya cuanto a amarillo. Y es piedra lucia y clara, y da gran resplandor. Liviana es de peso, pero fuerte y muy dura de quebrantar, así que no la quebranta otro metal sino el oro de esta guisa; que cuando lo llegan a ella quiebra luego la piedra. Y en todas guisas se muestra en ella la complexión de Venus, pero la natura de ella es fría y seca. Piedra es muy hermosa de vista y précianla mucho los que la conocen.

Y su propiedad es tal que huyen de ella todas las naturas de serpientes que son dañosas. Y aún ha otra gran propiedad, que el que la trae consigo, a gran voluntad de mujer, y aunque lo uno se hace mal como al otro.

Y la estrella siguiente de las dos que son en la corona de Persio, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe la virtud. Y cuando esta estrella fuere en medio del cielo mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del deciseseno grado del signo de Tauro es la piedra a que dicen, en arábigo zamorad, y en latín esmeralda. Esta piedra es verde, de muy hermosa verdura, y cuanto más lo es, tanto es mejor. Mezclada es de natura de tierra y de piedra, y es de su natura fría y seca. Y hácese mucho en las minas del oro, y hállanla en tierra de Occidente más que en otro lugar.

Su virtud es tal que presta contra todos los tósigos mortales, y heridas, o mordeduras de bestias tosigosas, ca si tomaren de ella peso de una dracma, y la molieren, y la cernieren, y la dieren a beber con vino o con agua al hombre atosigado guarece que no muere, ni le caen los cabellos, ni le desuella el cuero.

Y ha otra virtud, que el que la trae consigo, escápale de la enfermedad a que llaman «demonio», teniéndola antes que la haya. Y por esta razón, y porque es muy hermosa, ámanla los hombres, y mayormente los honrados. Y en aquella tierra donde hallan las mejores, cuélganla a los niños a los cuellos, por que los guarde que no hayan esta enfermedad sobredicha. Y si la han de comienzo, y se la atan al muslo del brazo de la pierna siniestra antes que envejezca, guarecen.

Y la estrella que es en la raíz del cuerno septentrional de la figura de Tauro, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando esta estrella fuere en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del deciseteno grado del signo de Tauro es la piedra a que dicen zavarget en arábigo, y en latín prasma. Ésta semeja en el color a la esmeralda, y es hallada en aquellas minas mismas del oro que las otras hallan, pero a las vegadas la hallan en otras. Y es terrena y pedreña en complexión. De natura es fría y seca, y la su verdura y la su resplandor es muy mejor que de la otra esmeralda.

Y su virtud es tal, que, si la ataren a la mujer a la cosa al tiempo del parir, pare ligeramente y sin peligro. Y aun hace ál³, que el que la trae consigo, hácele perder el miedo que los hombres han de noche cuando están señeros; y esto es porque esfuerza y conhorta mucho el corazón.

Esta piedra ha gran enemistad con la otra que dijimos, a que lo dicen adehenie en arábigo, y en latín jaspe verde. Pero son ambas de una color, más la mejor de ellas, y la más hermosa, es este prasma. Y cuando quieren probar de cual guisa se quieren mal, toman estas dos piedras y allegan las una a otra. Y a poca de sazón, hallan en el prasma gotas negras. Y eso mismo hace la esmeralda con esta piedra que es dicha dihenie.

Y la estrella que es en el talón del pie diestro de la imagen de Perseo, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando esta estrella fuere en el ascendente, mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del deciocheno grado del signo de Tauro es la piedra a que dicen ámbar. Ésta es fría en el tercer grado, y seca en el comenzamiento del segundo. Y es hallada en las minas de la greda. De estas piedras hay, de ellas grandes, y de ellas pequeñas, mas pero siempre son halladas en forma redonda. Su color es amarillo bien puro, pero hay algunas de ellas en que hallan gotas verdes, y aquéllas son las mejores y de mayor virtud. Piedra es fuerte, y muy dura quebrantar. Y ha tal virtud, que el que la tiene en la boca no se embeoda por vino que beba, ni le hace mal el vino como al que no la trae. Y esta propiedad ha trayéndola consigo, pero no tanto como si la tuviere en la boca. Y si la metiere en cuba o en tinaja, o en otra cosa que tenga vino, tóllele la fortaleza de embeodar, más no le tolle la sabor que en sí ha. Y eso mismo hace a lo que el hombre bebe. Y por ende, los de tierra de Occidente, allí donde las hallan, la suelen colgar a los niños a los cuellos, por que no les haga el vino mal, y se criasen mejor y más aína en bebiéndolo. Y por esta razón misma, la engastaban en sus vasos, y en las otras cosas en que bebían, porque les sabía bien el vino y no les hace mal.

Y la estrella que es en la raíz, entre el cuerno y la oreja septentrional de la imagen de Tauro, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

De los XIX grados del signo de Tauro es la piedra a que llaman querc. Y hállanla en tierra de India, en las riberas de la mar, cuando los grandes vientos vienen y mueven las ondas muy de recio. De su natura es fría y seca en tercer grado. Y es de color blanca de gran blancura.

Tierna es, que la pueden bien labrar en torno; así que los torneros hacen de ellas bujetas y otras cosas. Y cuando la han labrada, fica blanca y limpia, bien así como el marfil que es labrado. Y estos vasos que de ella se hacen son muy preciados en tierra de India. Y sin todo eso, tráenla en sortijas, y pónenla sobre sus paños, porque tienen, que ha tal virtud, que el que la trae consigo, no puede nocir ojo malo ni obra de nigromancia, ni estas cosas a que llaman encantamientos.

Y hace aun ál esta piedra, que si la ponen en alguna casa en que haya vinagre, y la dejan y estar cuanto una hora cumplida, y después la sacan ende, y la ponen lueñe de aquel vinagre según entienden que puede tirar la grandeza de la piedra, y hacen una carreruela por donde pueda venir el vinagre a ella, tíralo así y súmese en ella. Y en bebiéndolo, hácense en ella unas ampollas menudillas, y de esta guisa lo sume la piedra hasta que ha sumido diez tanto de cuanto ella pesa, y entonces quiebra.

Y los físicos de aquella tierra meten de esta piedra en las medicinas de los ojos, moliéndola y poniendo dentro en ellos, ca ella ha tal virtud que tolle aquella mancilla blanca que se hace en los ojos, a que dicen nube, de cualquier animal que la haya, y mayormente al hombre porque es más ordenado a sufrir medicina.

Y la estrella tercera que es de la parte de mediodía de las nueve que son a la manga que cuelga de la mano siniestra de la imagen de Orión ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando esta estrella fuere en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del veinteno grado del signo de Tauro es la piedra que le dicen «del algodón». Ésta es fría y seca de natura. Blanca es de color, pero poco, así que tira a color de ceniza clara. Y son halladas de ellas grandes y pequeñas. Liviana es de peso, mas pero con todo eso, fuerte y dura de quebrantar. Y cuando la quebrantan, hallan dentro en ella en manera de algodón, en sustancia y en color.

Y la virtud de este algodón es tal que no se quema por fuego, e hílase, y hacen de ello paños como del otro algodón. Y cuando se ensucia, métenlo en fuego y sale ende limpio y claro como si fuese lavado. Y cuanto más está en el fuego, tanto más se hace blanco y hermoso es él. Y los físicos, de aquella tierra queman este algodón, y hácenlo polvos, y métenlos en los ojos porque tolle la lágrima y toda la humedad que ha en ellos.

Y son halladas de ellas, unas grandes y otras pequeñas, y de muchas formas. Y hállanlas en el monte de la Luna, allí donde nace el Nilo, en fondo de unas cuevas que y a, más son tan hondas que el que desciende por ellas, si mucho y está, o muere o fica paralítico. Y los que son sabidores de las tomar, cuando entran dentro, luego que llegan o son las piedras, toman las que pueden y sálense con ellas, y desde que aquéllos son salidos entran otros, y de esta guisa las hallan y no de otra.

Y las dos estrellas, la una meridional y la otra septentrional, que son en la línea delantera del cuadrante que es en las orejas de la figura de la Liebre, y la estrella otrosí que es en el talón siniestro de la figura del que tiene las riendas, han poder sobre esta piedra y de ellas recibe su virtud. Y cuando estas estrellas fueren en medio cielo, hará esta piedra mayor fuerza en sus obras.

Del veintiún grado del signo de Tauro es la «piedra que huye del vino». Fría es en el fin del cuarto grado, y seca en el comenzamiento del segundo. Dura es fuerte de quebrantar, y es resplandeciente y de muchas colores, así que los que la ven, paréceles en ella como letras escritas, por el coloramiento mezclado que es en ellas de muchas maneras. Y hállanla en la isla de la mar a que dicen Alcuzun, cerca de la isla a que llaman Vavac. Y ha este nombre porque, según dice Ptolomeo, nacen en aquella tierra, en los árboles, unas frutas en figuras de mujeres, y cuelgan por los cabellos, y mientras están en los árboles verdes, son vivas, y nunca ál hacen sino decir vacuad, y de que son maduras cáense y mueren. Y cerca de aquella isla, que es así llamada, hay lugar por donde pueden ir a pie doce mijeros por la orilla de la mar, y allí hallan estas piedras envueltas en arena. De ellas hay grandes y de ellas pequeñas, y son de diversas formas. Y son muy preciadas en aquellas tierras por su claridad y por su hermosura. Y los reyes las ponen en las coronas y en sortijas, y en otros ornamentos nobles que hacen.

Y ha tal virtud que el que la trae consigo no le acaece la imaginación a que llaman los hombres demonio, ni ha miedo por estar el hombre señero de noche, en tiniebla. Y ha otra virtud; que tanto aborrece el vino por su natura, que cuando la ponen con él, salta y huye muy de recio. Y hace aún otra maravilla, que cuando la queman y la hacen ceniza, todas aquellas colores que mostraba antes la piedra, todas parecen en la ceniza después que es quemada. Y esta ceniza ha tal propiedad que, si tomaren de ella un vaso y lo echaren en una cuba de vino, sea cuan fuerte quiere, ca todo lo daña y lo torna en sustancia y en color de agua. Y otrosí, amansándola con orina de can, y untando con ella toda señal de llaga, sólo que no sea entrada por hueso, deshácela hasta tres veces que la pongan.

Y las dos estrellas, la una septentrional y la otra meridional, que son en el cuerno que es a parte de mediodía de la imagen de Tauro, han poder sobre esta piedra y de ellas recibe su virtud. Y cuando estas ambas fueren en el ascendente, entonces muestra esta piedra más su obra.

De los XXII grados del signo de Tauro es la piedra a que dicen atarraz. Es de natura fría y seca, y muy fuerte en estas dos complexiones. Pero la gente de aquella tierra donde ella es más hallada, llámanle la «piedra de la liebre» por esta razón; que en aquel lugar donde entra el gran río del Nilo en el Mar Medio Terrana, críase y un animal que semeja en sus miembros y en todas sus facciones a la liebre de tierra, y por ende llaman «liebre marina». Y éste ha tal natura que, para mientes cuando la mar crece y hace grandes ondas y sube por el Nilo arriba y enturbia el agua, que entonces sale, y abre la boca y traga de aquella agua cuanta más puede tragar. Y desde que la ha tragado, párase al sol en la orilla del río, y con la gran calentura que a aquella animalia en sí y con la otra que recibe del sol, vásele cuajando aquella piedra en el cuerpo. Y cuando entiende que se le va cuajando, entra en la mar, y desde y torna al río y sale a la tierra. Y esto hace tantas vegadas hasta que entiende que se le es y agua cuajada en el cuerpo y hecha piedra. Y cuando entienden que son bien duras y secas, sale a la tierra y cámbialas. Y por ende las hallan en aquellas riberas del Nilo y de la mar.

Y son muy verdes de color, y tan duras que no las pueden quebrantar con ninguna cosa, y por eso le dicen en caldeo rofolez, que muestra tanto como cosa que no se puede partir. Y es pesada en sí según la cantidad que ha, pero la mayor que de ella hallan no pesa más de dos dracmas. De ellas hallan redondas, y de ellas un poco longuizuelas; y éstas son las mejores.

Y los sabios probaron muchas maneras por que pudiesen quebrantar o deshacer esta piedra, y no hallaron más de una sola, y es ésta; que tomen esta liebre, y que la quebranten toda viva, y oprímanla mucho, y saquen cuanto zumo pudieren sacar de ella, y pónganlo en un vaso de vidrio, o de cobre estañado o de plata, y echen aquellas piedras en él, de guisa que estén cubiertas de aquella agua; y después cierren bien el vaso, de manera que no haya entre otra humedad si no aquélla, y desde que esto hubieren hecho, cuélguenla en un pozo de agua dulce en guisa que no alcance al agua, y desde y ciérrenle bien la boca, de guisa que la calentura del sol ni otra cosa ninguna no pueda tañer. Y déjenla y estar así cuarenta días, y después sáquenlo, y hallarán que todas aquellas piedras serán deshechas y tornadas agua; que ha tal virtud que si untaren con ella los lugares donde mesaren o rayeren los cabellos, nunca más y nacerán.

Y por ende, los físicos de aquella tierra ayúdanse de ella para guarecer los hombres que han una enfermedad a que nacen los cabellos en los ojos, que les embarga el dormir y el ver.

Y las dos estrellas, la una meridional, y la otra septentrional, que son en el cuadrante de las orejas de la figura de la «liebre», han poder sobre esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ellas ambas fueren en medio cielo, mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del XXIII grados del signo de Tauro es la piedra a que llaman aliaza. Y de ésta hay cinco maneras. La primera es blanca, la segunda negra, la tercera verde, la cuarta ha color de estaño, y la quinta es vera mezclada de colores. Y los sabios hablaron de cada una de éstas en su lugar, y dijeron dónde eran halladas, y las virtudes y las propiedades que en ellas había. Mas sobre todas las naturas que hallaron en ella, dijeron que era cuerpo muy duro, así que pocas piedras hallaban más duras que ella, ni tanto, de guisa que cuando la muelen, y traen los polvos de ella sobre las otras piedras que reciben pulimiento, esclarécelas y dales buena color.

Y este nombre de aliaza, que dijimos, quiere tanto decir en aquel lenguaje de la tierra o las hallan, como «menguamiento de bien», porque la su virtud comunal de todas es que el que la trae consigo, ha gran miedo sin razón, a menos de saber por qué. Y demás hácele que sea aborrecido de la gente, y que digan contra él palabras malas y sin razón, y menosprécianle, y apártanse de su compañía.

Estas propiedades que dijimos, han todas estas cinco maneras de aliaza de que oíste, más de la que primeramente aquí habla es la muy negra y luciente. Y es de natura fría y seca. Y quien la trae, crécenle siempre cuidados y tristezas, y de noche, cuando duerme, los sueños que sueña son malos y espantosos. Y sin todo esto es tósigo mortal, que si dieren de ella molida, a beber, según la cantidad que conviene, a hombre o mujer, destemplada con vino, tájale todo el pulmón y háceselo camiar a pedazos. Y esto le dura hasta que muere, así que muy pocos son los que pueden pasar de dos días adelante.

Y la estrella que es en el muslo del brazo siniestro del que tiene las riendas, que es llamada «cabrón», y las otras dos que son en este mismo brazo de esta imagen, y son dichas «cabrude», han poder sobre esta piedra y de ellas recibe su virtud. Y cuando éstas son en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.

De los XXIV grados del signo de Tauro es la piedra a que dicen hierro. Y ésta es piedra mineral, ca es metal; y nace en muchas partes del mundo, y son de ella muchas minas. Y métenla los hombres en las más cosas que quieren para laurear y para armas de muchas guisas. Y cuando quieren obrar de ella, métenla en el fuego y caliéntanla, y después tiéndenla de cual manera quieren. Y es de las más conocidas piedras que los hombres usan. Hay de ellas de blanda natura y de ellas, de fuerte; y de ellas ya que, cuando las más meten en el agua caliente, tanto más endurecen, y otras ya que, cuanto más y estuvieren, tanto son más blandas. Y hay de este hierro que, cuando lo funden, meten con ello medicinas, porque se hace tan fuerte que tala los otros hierros, y a esto llaman los moros alhinde, y en algunas tierras le llaman andanico. Otro ya que no es hecho por maestría, más es fuerte por sí, de guisa que taja el hierro más blando; y a esto dicen acero. Ésta es piedra que comúnmente todos los hombres la conocen, y ninguno no la puede escorar. De su natura es fría el seca, y su color es, cuando la han sacada de so tierra y adobada como debe, entre pardo y negro, pero tira más a lo negro que a lo pardo. Y es piedra que aína se esclarece y aína se enturbia, pero más de ligero recibe y enturbiamiento que no el esclarecer.

Y ha tal virtud que, cuando la calientan en el fuego, y de sí la amatan en agua o en vino, y lo dan a beber al que a menazón antigua, ál muy gran pro y ayúdale a sanar aína. Y eso mismo hace al que ha llagas en los intestinos, o postema en el bazo, o gran flaqueza en el estómago por razón de aflojamiento y de camiar mucho. Y aun sin esto, los físicos obran de la escoria molida de ella y de las limaduras, y hacen de ello polvos, y métenlos en medicinas y en electuarios porque presta a muchas enfermedades.

Y la estrella que es en el mango de la espada de Orión ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.

De los XXV grados del signo de Tauro es la piedra a que dicen articam en caldeo, y algunos ya que él dicen artiqui, y los griegos le dicen astra. Y hállanla en la tierra a que llaman Ártica. Piedras son menudas, y de color amarillo, y la más jalde es la mejor. Liviana es de peso por razón que ha en ella muchos poros abiertos. Y cuando la queman hácese bermeja, y es tan muelle que con los dedos la puede hombre quebrantar. De natura es fría y seca, y cuando hombre la pone en la lengua, pégase en ella. Y si la muelen y la amasan con agua tibia, y la ponen sobre la postema caliente, enfríalas y ayuda a sanar de ellas. Eso mismo hace en las llagas y en las heridas que son mucho calentadas, ca enfríandolas, hace quedar el dolor de ellas, y demás tolle la carne sobejana que y crece. Y ha otra propiedad maravillosa, que si ponen esta piedra en un vaso con la otra a que llaman borrax, quiebra el borrax y hácese polvos, y esto recibe ende gran virtud, según mostraremos adelante en el lugar donde hablaremos del borrax, en su cabo.

Y la estrella delantera de las cuatro que están en la línea derecha, que son en el espinazo de la imagen de Orión, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en medio cielo, muestra más sus obras.

De los XXVI grados del signo de Tauro es la «piedra que hallan en la cabeza de la liebre» que dijimos, así que, cuando la matan, le tajan la cabeza a deshora, y se la abren, hállanselo dentro, en el meollo o apegada a los huesos. De natura es fría y seca, y de peso liviana porque es porosa. Áspera es en tiento, y de color parda con gotas bermejas. Y ésta es contada en una de las piedras que hallan a los animales.

Sus virtudes son pocas y dañosas, ca ella ha propiedad que si la allegan a alguna carne de cualquier animal que sea vivo, apégase a ello y tira consigo toda la carne a que se allega, de guisa que deja y gran llaga y mala, según la cantidad que toma, así que sana muy tarde, y si no medicinan puede morir de ella. Y si esta piedra llegan a carne muerta, hace eso mismo. Y si diesen de ella, molida, gran cuantía a hombre, a beber, llágale los intestinos y mátale aína si no le acorren.

Y la estrella que es en el hombro siniestro del que tiene las riendas, y dícenle Alayoz, y la otra que es en el talón diestro de esta misma imagen, y es comunal a este lugar y al cuerno septentrional de Tauro, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando estas dos estrellas fueren en el ascendente, mostrará esta piedra más sus obras.

De los XXVII grados del signo de Tauro es la «piedra del hombre». Y contada, otrosí, como esta otra que dijimos, entre las de las animales, pero a tanto departimiento entre ésta y las otras que, la del hombre se hace dentro en el cuerpo, así como en la vejiga o en los riñones, y a los otros animales se hace en la cabeza o en los otros miembros postrimeros. Y según departieron los sabidos, los otros animales, sino el hombre, han las carreras anchas por donde corren los humores gruesos y salen con la orina. Mas el hombre a las estrechas y no pueden tan de ligeramente correr, y en deteniéndose cuando llegan a aquel lugar, donde es la mayor calentura, cuájase porque se va sobreponiendo el un humor sobre el otro. Y por ende, guando la piedra es gran, hállanla como a cortezas, el una sobre el otra.

Tierna es, y ligeramente se deshace. De ellas hay que son de color muy bermejas, y de ellas blancas, y otras como amarillos, y otras como pardas. Y las que son muy cochas, parece en ellas en manera de luz, así como en la piedra del yeso. No se hace en todos los hombres de una manera, ca a los unos se hace blanca, a los otros bermeja y así de las otras colores que dijimos. Y aun aquellos a que se hace bermeja, a las vegadas se les cambia en las otras colores, según los lugares del cuerpo en que se cuece, o las viandas que comen, o las humores que han en sí, o según los tiempos en que se cuajan.

Y la virtud que ha es ésta; que cuando la muelen, y la ciernen mucho, y la echan en los ojos de aquellos que han la mancilla a que llaman nube, desátala. Pero esto no lo hace luego, al hora, más usándola algún tiempo.

Y las dos estrellas, la septentrional y la mediana de las tres que son juntadas en el cabo de la espada de Orión, han poder sobre esta piedra y de ellas recibe la fuera y la virtud. Y cuando estas ambas fueren en el ascendente, mostrará esta piedra sus obras más manifiestamente.

De los XXVIII grados del signo de Tauro es la piedra a que dicen lotarican, que quiere decir «retenedor de natura». De su natura es fría y seca en el fin del cuarto grado de cada una de estas dos complexiones. Duras son de quebrantar, y no son iguales en grandeza, ca de ellas hay grandes y de ellas pequeñas. Y hállanlas en tierra de Armenia, en unas minas que hay de greda, que cuando las cavan, hallan esta piedra en ellas. Y su color es mezclada entre bermejo y amarillo, y cada una de ellas es flaca, así que semeja al color en el agua que sale de la carne cuando echan y sal.

Piedra es que, cuando la sacan de la mina, es muy sin resplandor, pero cuando la pulen y la adoban, resplandece ya cuanto, más no que la pase el viso.

Su virtud es que si la colgaren sobre el hombre que haya menazón, hácela estancar luego, de manera que mientras la tuviere, no puede hacer ninguna cosa; y si dieren de aquello que sale de ella cuando la pulen, a beber, hace eso mismo. Y si lo ponen en los ojos de aquel a que corre lágrima, u otra humedad, veda lo otrosí, ca maravillosamente, es gran la fuerza que ha en retener y en enjugar toda cosa húmeda.

Y la estrella que es en cabo del cuerno que cata contra mediodía de la imagen de Tauro, y la otra que es en la cabeza de la figura de Orión, estas ambas han poder sobre esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando fueren en el ascendente, mostrará esta piedra más cumplidamente sus obras.

De los XXIX grados del signo de Tauro es la piedra que él dicen aliaza, y ésta es la segunda manera que dijimos que ha color verde, pero esta verdura no es muy gran, ca tira ya cuanto a amarillo. Generalmente es fría y seca, y de propiedad aborrecedora, como las otras que son de esta natura. Y hallan ésta mucho en tierra de Arabia, más los alárabes guárdanse mucho de no llegarse a las minas de ella.

Y ha tal virtud que, si la cuelgan al niño cuando es pequeño, hácele ser muy baboso y llorador. Y los que no saben esto, hacen de ella vasos y escudillas en que comen y beben; y los que de esto mucho usan, viéneles de la natura de ella que les hace perder el sueño, y si dan el hombre a beber de ella mucho, hácele velar tanto hasta que muere, pero si huyan acorrer con aquellas cosas que son para esto, puédenle estorcer de muerte, más nunca por que tan bien duerma como de primero.

Y la estrella siguiente de las tres que son en la cinta de Orión, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuera y la virtud. Y por ende, cuando ella fuere en ascendente, mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

De los treinta grados del signo de Tauro es la piedra a que dicen camiruca, que quiere decir tanto, en aquel lenguaje, como «olvidadiza» en éste. Y es de su natura fría y seca, y de color bermeja mezclada con verde. Y salen de ella rayos, y tornan en sí misma, así como hacen en el espejo; y por ende es hermosa y páganse mucho de ella los que la ven, si antes no conocen su virtud. Fuerte es, y dura de quebrantar y de pulir, y es otrosí pesada más que su cantidad. En tierras de Arabia la hallan, en minas que ha y de ella, más las gentes de aquella tierra aborrécenla tanto que no la quieren poner en sortijas, ni se aprovechan de ella en ninguna cosa, ni la venden entre sí, más envíanla vender lueñe, a otras tierras donde no la conocen; y cómpransela mucho por la hermosura de ella.

Y su virtud es tal que, el que trae consigo acaécele olvidamiento de todas las casas que ha de hacer, que no le viene en miente de ninguna de ellas en cuanto la trae. Y si le dieren de los polvos de ella, o de la pulidura, a beber, olvídalo por siempre hasta que muere. Y ha otra extraña virtud de que usan mucho las mujeres que quieren mal obrar, que si toman los polvos de ella, y los amasan con alguna cosa húmeda, y los ponen en su natura aquellas que no son vírgenes, apriétalas de guisa que son más fuertes de corromper que las que son vírgenes.

Y la estrella meridional de las dos que son en los pies zagueros de la imagen de la «liebre», ha poder y señorío sobre esta piedra y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Mostradas son las treinta naturas de piedras según los treinta grados del signo de Tauro, y dichas las fuerzas que reciben de las otras estrellas fijas que son en las figuras de las otras imágenes que han aparcería y atamiento con este signo, pero con todo esto conviene al quien de esta obra se quisiere trabajar, que pare mientes a la planeta Venus, cuya casa es el signo de Tauro, y que cate que sea bien recibida por catamiento, o por juntanza del lugar donde son las estrellas de aquel grado mismo. Y cate otrosí el señor de la faz, que sea en aquella hora en buen estado y en alguna de sus dignidades, ca todas estas cosas conviene que sean catadas en las obras que son para bien, y en las del mal, el contrario. Mas ahora tornaremos a nuestra intención de hablar en los treinta grados del signo de Géminis.

Del primer grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen zarocan. Ésta es de color blanca de clara blancor, así que semeja hueso bien raído. Y ha en sí ya cuanta de claridad, pero no tanto que la pase el viso. Liviana es de peso, y muy lezne de tiento, pero es fuerte y dura de quebrantar. De natura es caliente y húmeda. Y a muchas minas de ella por el mundo, más las mejores son las de tierra de Barbaria y de España. Y son halladas en las riberas de la mar y de los ríos.

La virtud de esta piedra es tal, que hace crecer mucho la leche a las mujeres que la traen. Y eso mismo hace a otro animal cualquiera. Y por ende, los bárbaros la hacen traer a sus mujeres a los cuellos, según traen y aljófar. Y presta otrosí para esto mismo cuando la meten en electuarios y la dan a comer. Y es buena contra melancolía, y presta mucho a las postemas que se hacen en los ojos.

Y la estrella que es en el cabo de la Osa Menor, a que llaman el «Cabrito de Benanays», ha poder y señorío sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando ésta estrella fuere en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del segundo grado del signo de Géminis es la piedra del oro». De natura es caliente y húmeda. Y es de los metales el más noble, porque la nobleza de la virtud del sol parece más manifiestamente en él. Piedra es que aman y precian mucho los hombres. Y es muy pesada, más que otra que se hallé en mina ni sobre tierra. Y no hallan de ella grandes pedazos, más siempre menuda, en las arenas de la mar o de los ríos. En muchas partes del mundo es hallada. Más la mejor de todas es la que hallan en España, en la parte de Occidente.

De color es amarillo, y cuando la limpian y la bruñen, crece más en su amarillor y hácese clara, mas pero no que la pase el viso. Y si mucho la bruñen, esclarece tanto que se pueden en ella catar, bien como en espejo.

Y ha tal virtud que cuando la liman, y mezclan las limaduras con alguna otra cosa que dan a comer o a beber al que ha tremor de corazón, o flaqueza préstale. Y eso mismo hace al que ha miedo por razón de melancolía. Otrosí sana, o tiene gran pro, al que es tiñoso, o ha una otra enfermedad que se mesan los cabellos, a que llaman alopecia. Y es buena otrosí para hacer con ella quema, y esto es porque no hace ampolla y guarecen de ella más aína.

Y su natura de la piedra de este metal es, que cuando la mezclan con alambre, tórnase como natura de vidrio y quiebra, mas pero incorpórase con él. Y otrosí, si lo mezclan con estaño torna negro, y si con plata lo mezclan, recibe la blancura de ella, y así hace con cada metal. Y por ende, los que se trabajan de alquimia, a que llaman «la obra mayor», deben parar mientes que no dañen el nombre del saber, ca alquimia tanto quiere decir, como maestría para mejorar las cosas, ca no empeorarlas. Ende los que toman los metales nobles y los vuelven con los viles, no entendiendo el saber ni la maestría, hacen que no se mejora el vil, y dáñase el noble, y así hacen gran yerro en dos maneras; la una, que van contra el saber de Dios, y la otra que hacen daño al mundo. Pero si el oro fuere dañado con otro cuerpo vil, deben y meter al fundir y azufre, el volver con el de la piedra que dicen marcasita, ca esto le aparta de todos los otros metales y límpiale de toda suciedad. Y esto es porque y azufre quema a todos los otros cuerpos si mucho está con ellos, sino el oro. Y otrosí la marcasita ha en sí natura de azufre, y por eso tiñen el cobre bermejo con ella en color de oro; y eso mismo hace a la plata, si la saben bien mezclar con ella, pero estas obras no son duraderas.

¡Que os diremos! Las noblezas y las virtudes del oro son tantas que serían luenga, pero algunas y ha manifiestas, así co donde ven los hombres, dales corazón, y tiénense con él por más ricos que con otra cosa que puedan haber. Y demás, todas las cosas que quieren hacer nobles y ricas, de ello las hacen más que de otro metal. Y presta para muchas cosas en el arte de física que no convienen a decir todas en este libro.

Y ha una propiedad sola muy maravillosa, que si hicieren de ella una sortija, el que sea la piedra de eso mismo, y la calentaren, y quemaren con ella las alas a las palomas, cuando las meten en el palomar, nunca se irán ende morar a otro lugar, maguer les crezcan las alas. Pero algunos dijeron contra esta razón, que más tenían que era esta propiedad en la figura de la sortija, que no en el oro; ca si en el oro fuese, con cualquier forma que hubiese, lo haría. Mas el que este libro compuso, dijo que tenía, que venía la virtud de ambos, porque la sortija no podía esto hacer siendo de otro metal, sino de oro.

Y algunos oros ya que son de mala color por sí, y dijeron algunos de los sabios que se trabajaron de la obra mayor, que si toma en la piedra amarilla, aquella que es muy conocida de los orebces, de que hablaremos adelante, en este libro, en su lugar, que quien la moliere, y echare los polvos de ella sobre el oro fundido, que lo torna de buena color; y es una de las obras de alquimia derecha y verdadera, porque hace lo malo bueno.

Y la estrella que es en el hombro diestro de la figura del tenedor de las riendas, ha poder el señorío sobre esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y por ende, cuando ésta fuere en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del tercer grado del signo de Géminis es la piedra que él dicen barcadunitycaz, que quiere decir en caldeo «tragador de olio». Esta piedra es muy caliente y húmeda, más no tanto. Las sus minas son halladas en muchos lugares, y como quiere que es buena la que hallan en tierra de Baracin, mejor es la que es hallada en Tierra de Promisión, y muestra más manifiestamente su virtud. Y ha en ella muchos poros abiertos, y por ende es áspera de fuera, pero con todo eso, es pesada de cuerpo, y fuerte y dura de quebrantar; y cuando la quebrantan, semeja de dentro esponja. Y hallan de ellas muy grandes, y otras medianas, y otras menores. De color es amarillo que tira ya cuanto a pardo.

La virtud que ha es ésta; que cuando la ponen cerca de olio, de cual natura quiere que sea, tírala así, y suma de ello cuanto es su grandeza y su peso, y según esto lo tira de lueñe o de cerca. Pero si mucho la dejan cerca de él, y la piedra es buena, tira más de su razón; y esto saben por prueba, pesando primeramente el olio a su parte, y la piedra a la suya, ca entonces conocen manifiestamente que ha tirado su cuantía y más. Y quien quiere sacar el olio de esta piedra después que es en ella incorporado, métala en un vaso en que este vinagre, y saldrá ende luego todo.

Y quien la muele y hace de ella polvos, y los mezcla con agua, tolle toda mancilla de paño de cualquier natura que sea mancillado con olio. Y hace otra cosa, que si la muelen, y la mezclan con su peso de olio, y la cuecen a fuego manso, incorpórase con él y hácese como ungüento. Y ésta es medicina muy buena para las llagas, ca las hace madurar aína y venir a benigno, y come la carne mala que se hace en ellas. Y presta otrosí mucho, cuando es bien molida y cernida, para las llagas que se hacen en los ojos.

Y las dos estrellas, la una meridional y la otra septentrional, que son en la cabeza del tenedor de las riendas, pero la septentrional es de fuera de la cabeza, estas ambas han poder sobre esta piedra y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del cuarto grado del signo de Géminis es la «piedra que tira la carne». Ésta es hallada en la mar a que llaman Alcuzun, que es aquella que pasaron los hijos de Israel. La color de ésta es como carne machacada. Lezne es de tiento, y liviana de peso, y de su natura es caliente y húmeda.

Y ha tal virtud que, cuando la llegan a carne de algún animal que sea vivo, tira lo consigo; más si es muerto, no hace esto, y en esto se departe ésta de la otra que dijimos de la cabeza de la liebre. Y la otra se apega a la carne, viva y muerta, y tírala con dolor, y saca sangre, y hace mala llaga; y ésta no lo hace, mas pero quien la usa mucho de traer, maguer la traiga sobre paño, desde que calienta el cuerpo, hállanla carne en derecho donde ella ésta ya cuanto dañada y molida. Y esta virtud hallaron a esta piedra los que la probaron, y no otra ninguna.

Y la estrella que es en el cabo de la cola de la figura de la liebre ha poder sobre esta piedra y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del quinto grado del signo de Géminis es la piedra que él dicen margul en caldeo. De su natura es caliente y húmeda. Y la mina de ella es en el Monte de la Luna, donde nace el Nilo. Piedra es fuerte y dura de quebrantar, y pesada. Resplandor ha en sí ya cuanto, más no que la pase el viso. Y su color es así como yema de huevo, y cuando la quebrantan, hallan dentro un cuerpo en manera de humedad que se pega a las manos y huele muy bien. Y si con aquello untaren las llagas, o el paño que se hace en la cara, deshácelo y hace el cuerpo plano y luciente.

Y aún ha otra virtud que es muy buena para los novios, que si, cuando han de yacer con sus mujeres, untan con ello aquel miembro con que han de hacer los hijos, hácele crecer, extendiéndole y engrasándole. Todas estas cosas hace la humedad que es de dentro, más lo de fuera, que es así como casco, quien lo muele y lo hace polvos, y los mete en los electuarios que hacen para abrir las carreras del hígado, tiene gran pro, ca las abre y tolle las opilaciones que se hacen en ellas, y sana por y más aína el que a mal del hígado por encerramiento de las carreras. Y cuando la meten en el fuego, hace otra cosa mucho extraña que se suelve y corre como agua; y si la después sacan, y la dejan resfriar, y la meten de cabo en el fuego, tórnase en la primera natura. Y esto hace cuantas veces la meten en el fuego; que de la primera se suelve y de la segunda se congela, pero cada vegada se afina, de manera que mengua ya cuanto de ella.

Y la estrella delantera de las dos que son en el gobernalle que cata contra Septentrión de la figura de la nave, ha poder sobre esta piedra y lo de ella recibe su virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del sexto grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen lurita, que quiere decir tanto como «oleosa». Ésta es caliente y húmeda, y blanda de tiento, y ligera de quebrantar, y ha color como rosa blanca en que a mezclado ya cuanto de bermejura. Su mina hallan en Tierra de Promisión, en unas cuevas muy hondas. Y conócenlas de esta guisa; que cuando hiere el sol en las bocas de aquellas cuevas, venlas lucir dentro, en fondo de ellas, así como candelas que arden. Y los hombres de aquella tierra hacen de ella escudillas; y quien usa a comer o beber en ecos, engruésale mucho, y hácesele la cara y el cuerpo de buena color, y crece al hombre voluntad de yacer con mujer y a ella con varón.

Y cuando esta piedra bruñen, y la limpian, la pulidura que de ella sale, semeja al olio en todas sus cualidades; y arde y alumbra bien así como él, pero no anda sobre el agua como el olio hace, antes desciende bien al fondo.

Y presta mucho en el arte de física, ca si dieren de ella, molida, a beber, a quien se hace tísico, o al que ha llagas en el pulmón, sana. Y eso mismo hace poniendo los polvos enjutos de ella.

Y la estrella que es en el muslo del brazo diestro de la figura de Orión, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del seteno grado del signo de Géminis es la «piedra de la serpiente». Ésta es hallada en el monte de Sinaí, y es de color muy bermeja, tanto que torna como a negror; y algunas de ellas hallan una gota blanca, y ésta es la mejor y la más noble; y cuando la meten en el fuego, crece aquella gota y esclarece la piedra, de guisa que se hace, por ende, muy clara y muy resplandeciente, lo que no muestra cuando la sacan de la mina, ca es turbia; más el fuego la hace clara y luciente. Y son de muchas formas, ca de ellas hay grandes, y de ellas pequeñas. Pesadas son, y duras de quebrantar, pero lábranlas los hombres, y hacen de ellas cuales formas quieren.

De su natura es caliente y húmeda en el segundo grado de su complexión. Y su virtud es tal que, si la cuelgan al cuello del que nace endemoniado, sana. Y eso mismo hace al que ha la enfermedad a que llaman olvidanza, que viene por enfermedad del meollo. Y aún ha otra virtud, que si la traen por la mordedura de la víbora, sana. Y hace una maravilla mucho extraña, que si la ponen en el fuego que no sea bien encendido, hácelo encender tan bien como si lo sollasen, y cuando es muerta la candela, si la ponen y antes que el fuego se ende parta, hácela encender.

Y las dos estrellas, la delantera y la siguiente, que son en la línea meridional del cuadrante que es en la palma diestra de la figura de Orión, han poder sobre esta piedra y de ellas recibe su virtud. Y por ende, cuando estas ambas fueren en medio cielo, mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del octavo grado del signo de Géminis es la «piedra del sueño». De natura es caliente y húmeda. Y hállanla en la mar de Alcuzun, en la ribera de la isla a que llaman Alycuat. Mucho es bermeja de color y clara con muy gran resplandecimiento, y pásala el viso. Fuerte y dura es de quebrantar, así que no se quebranta ni se pule sino con gran trabajo, ni el fuego no ha poder del hacer daño ni pro. Y cuando es día, muévese en sí misma, más no porque vaya de un lugar a otro. Y si el hombre la tiene ante sí, él para bien mientes, seméjale que sale de ella humo en manera de polvo. Y de noche es clara en semejante de fuego, y alumbra gran pieza en derredor de sí. Y los que andan por aquella mar, cabo de la isla que dijimos, cuando ven aquella lumbre, conocen luego que es de aquella piedra, y van alta, y búscanla hasta que la hallan, y tómanla.

Y hallan de ellas grandes, y otras pequeñas. Y ha tal virtud que, que tiene de ella sobre sí peso de una dracma o más, dormirá tres días y tres noches; y si se la tollen, despierta cumplidamente como debe, más si el despertamiento fuere sin tollérsela, está una pieza amorecido, así como beodo, y tórnase a dormir a cabo; y de esta guisa hace todavía hasta que se la tollen. Y si la ponen sola cabeza al que se echa a dormir, hace eso mismo. Y los físicos y los cirujanos usan de ella en los que quieren hender o tajar por que no sientan el dolor. Y eso mismo hace a los que no pueden sufrir el gran dolor de alguna enfermedad que hayan. Pero hay departimiento entre el sueño que hace esta piedra y el natural; que este no hinche la cabeza de vahos, ni se halla cansado de aquel dormir el que despierta.

Y la estrella siguiente de las dos que son en la línea septentrional del cuadrante que es en la palma diestra de la figura de Orión, ha poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más sus obras.

Del noveno grado del signo de Géminis es la piedra que él dicen bezaar. Ésta es piedra muy preciada y muy noble, y hállanla de muchas colores, ca de ellas hay amarillas claras, y otras pardas, y así cada una de su color según mostraremos adelante, allí donde conviene. Y las mejores de ellas hallan en tierra de Cin el de India y de Horacin, más ésta de que ahora diremos aquí, es la más noble y mejor que todas las otras, y al color pardo que tira ya cuanto ha amarillor, y dícenle en griego ubericulequyn, que quiere decir tanto como «arredrador de tósigo». Y es piedra de sutiles partes de los elementos. De natura es caliente y húmeda, más no mucho en ninguna de estas dos complexiones. Blanda es de cuerpo y ligera de quebrantar.

Y su virtud es contra todo tósigo, tan bien contra aquel que hace daño no matando, como contra aquel que mata, y tan bien contra las ponzoñas que son de las cosas que nacen de la tierra, como de las otras que son de los animales. Y otrosí contra toda mordedura o herida querida que sea, de cualquier animal tosigoso. Y la pro que hace es en esta manera; que si molieren ésta, o limaren de ella peso de media dracma, y lo dieren a beber a hombre que haya bebido cualquier tósigo, hácelo salir con sudor y sana. Y si tangieren con la piedra el lugar de la herida o de la mordedura entosigada, presta, más no tanto como si la hacen polvos, y los ponen sobre la llaga. Y si el lugar de la mordedura, o de la herida, púdrese antes que le pongan otra medicina, y pusieren y estos polvos sobre ella, sana mucho aína. Y aun prueban su virtud en otra manera, que si tomaren y escorpión, a que nos llamamos alacrán, y tangieren con esta piedra el aguijón con que hiere, pierde la fuerza de herir con y por siempre. Y si tomaren peso de media dracma del polvo de ella, y lo echaren a la víbora o a la culebra en la garganta, ahógase luego y muere. Y como quiere que las víboras y las serpientes malas, hayan más anchas las gargantas que los cuerpos, y cuanto más las han de esta guisa tanto son peores que las otras, pero con todo eso, la virtud de esta piedra obra tan fieramente contra ellas, que se las aprieta, de guisa que las hace morir ahogadas. Y los sabios hablaron mucho en la natura de los tósigos, pero con todo eso, pusiéronlo en las menos palabras que pudieron por que los sabios lo entendiesen y los otros no. Y dijeron así, que el tósigo no mata tanto por complexión de frío ni de calentura que haya, sino por fuerza de mala virtud, de que y es mucho abundado, y va derechamente a la sangre del corazón y del hígado, y deslíela, y hácela correr más que no debe, y emblanquécela en semejante de levadura de carne; y otrosí va a las venas de la sangre corriente y encierra y espíritu que anda por ellas, y empújale tan fuerte que él hace salir del cuerpo del hombre; y de esta guisa mata si no huyan acorrer con aquellas medicinas que son para esto. Mas si tarda que él no acorren aína, en todas guisas muere.

Y porque los sabios que hablaron en el arte de la física, pusieron en sus libros esto muy cumplidamente, el que este libro compuso no se quiso y detener en ello; más, tornó a hablar en esta piedra sobredicha, y dijo así; que muchos hombres se engañan en ella porque no la conocen bien, ca hay otras piedras que la contrasemejan; y llaman, a la una zafilty, y a la otra almamar, y a la otra maduz. Y como quiere que la semejan en color o en blandez, o aun en peso, con todo eso, no la semejan en virtud ni en obra. Y de cada una de éstas mostrará adelante, en este libro, cuáles son, y en qué se departen, y son conocidas unas de otras.

Y la estrella que sigue a la otra que es en el pie del Géminis delantero, y es como comenzamiento de la pierna de este Géminis, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del deceno grado del signo de Géminis es la piedra del segundo bezaar. Y éste es hallado en tierra de Cin. Es su color lo amarillo, y por eso le dicen el bezaar amarillo; y no ha en sí ninguna oscuridad, ni otra cosa que él embargue el color. De natura es caliente y húmeda en ambas estas dos complexiones, pero es más fuerte que el otro bezaar, y más duro de quebrantar, porque no es juntado de tan sutiles partes de los elementos como el otro. Y otrosí a gran virtud que presta contra algunos tósigos, así como al del alacrán, que trayéndola sobre la llaga del que es herido, sana; y eso mismo hace si la dan a beber. Y hace otra cosa, que al que la trae consigo por morderle can rabioso, u otra bestia emponzoñada, no le noce, ni le hace mal. Y por ende, la meten en cuenta con las otras piedras preciosas.

Y la estrella que es en cabo del pie diestro del Can Mayor ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ella fuere en el ascendente, mostrará esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del onceno grado del signo de Géminis es la piedra de bezaar. Y ésta hallan en las islas de India, y es la tercera manera de que dijimos que hablaríamos en este libro. Ésta es sutilmente elementada, mas pero no tanto como las otras que dijimos antes, y según su natura, es más vil que ellas. Naturalmente es caliente y húmeda. De color es parda, y sin ningún resplandor.

Y su virtud se muestra contra los otros tósigos, sino contra aquellos que nacen de tierra, porque son de natura fríos, así como mandrágoras o beleño, u otras cosas que son de aquellas natura. Y al que dan a comer o beber de éstos, acorriéndole con esta piedra, dándole a beber de ella, escápale de muerte y guarece.

Y aun sin ésta, ha otra virtud; que si la cuelgan sobre el hombre que a la enfermedad a que llaman desmayamiento, que viene por razón de melancolía, guarécele de ella. Eso mismo hace a la otra a que dicen congelamiento, que quiere decir tanto como entumecimiento de los miembros por razón de friura.

Y la estrella que es en el pie delantero, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.

Del doceno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen coloquia. Y ha este nombre porque la hallan en minas que ha en una isla a que llaman Col. Amarillas son de color, pero unas hay que lo son más que otras. Y hallan de ellas grandes, y otras menores. Fuertes son, y duras de quebrantar, de guisa que no se quebrantan, sino con gran trabajo. Oscura es, y sin resplandor, pero si la bien pulen y la limpian, ha en sí ya cuanta de claridad, más con todo esto, no tanto que la pase el viso. De su natura es caliente y húmeda.

Y los filósofos précianla mucho, porque ella ha tal virtud que, aquel que la trae consigo, agúzale mucho el entendimiento y el ingenio, así que ninguna cosa no les grave de entender, ni de aprender. Y si la muelen, y la mezclan con alguna cosa que sea de beber, al que la bebe, hace eso mismo. Y los antiguos hacen esto a los mozos antes que fuese de edad, ca ven que así les crece el saber y el entendimiento; que quiere que oyen, apréndenlo de una vez, de manera que nunca lo olvidaban. Y por ende, los que han la enfermedad por que olvidan las cosas, trayendo ésta, sanan.

Y la estrella que es en cabo de la mano delantera del Can Mayor, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ella fuere en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.

Del treceno grado del signo de Géminis es la «piedra que tira el vino». Ésta es caliente y lo húmeda de su natura, y de poros abiertos, y muy liviana de peso, pero fuerte y dura de quebrantar; y cuando la quebrantan, hállanla dentro como esponja. La su color es citrina amarillo, mezclada con blanco. Ésta es hallada en las minas de la isla a que llaman Vacuac. Y hallan de ellas muy grandes, así que dijo el que compuso este libro, que vio una que pesaba dos arrobas, y pero era muy liviana, según su grandeza.

Y ha tal virtud que, cuando la llegan a alguna cosa en que este vino, tíralo así, y consúmalo según su cantidad; y eso mismo hace en tirarlo de lueñe, y por eso, es contada entre los otros magnetes, que quiere tanto decir como tiradores; porque tiran por gran fuera aquella cosa que han de tirar, según su propiedad. Y si quieren saber cuánto es el vino que tiró, tómenla después que lo hubiere tirado, y pónganla al sol, o lléguenla al fuego, y saldrá de ella todo aquel vino que tiró. Y guisen alguna cosa en que lo cojan, y de sí pésenlo, y hallarán que ha tirado tanto como es su cuantía de ella. Y hace aun ál; que cuando la ponen en algún vino que sea aguado, tira todo el vino y deja el agua.

Y si la meten en fuego, enciérrase dentro en ella, y quémala, y hácela cal, según hace en los otros magnetes que son tiradores. Y después que es quemada y hecha cal, y echan el agua desuso, quema.

Y hace aun más en hecho del vino; que si la muelen, y echan de ella o en cuba, o en otro vaso en que haya vino dañado, tóllele aquel dañamiento, y tórnalo en el estado que era de primero, antes que se dañase.

Y hace aún otras cosas que son muy provechosas en y arte de física; que si la trae paralítico, o el que ha tremor de la cabeza, o alguna enfermedad de esta natura, al pro. Y si le dan de ella, molida, a beber, sánale damas estas dos enfermedades.

Y la estrella que es en el pie siniestro del Géminis segundo ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando ella es en medio del cielo, muestra esta piedra más sus obras.

Del catorceno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen taroc, y una de las otras naturas de bezaar. Y hállanla en tierra de Ballac, en minas que hay sabidas de ella. Unas hallan grandes, y otras pequeñas. De color es blanca, pero ya cuanto turbia. Pesada es, y fuerte y dura de quebrantar. Y si la pulen con el polvo de aquella piedra que llaman en arábigo azumberic, que es a la que nos decimos esmeril, esclarece ya cuanto, y hácese hermosa. De natura es caliente y húmeda.

Y su virtud es contra todos los tósigos de los animales que no son mucho emponzoñados, así como arañas y avispas, y tábanos, y estas cosas menudas atales que nacen de la tierra, casi dieren de ella a beber, sana luego. Y si la colgaren sobre la herida o mordedura de estos animales, tolle el dolor y sana a poco de tiempo.

Y hace aún otra cosa mucho extraña; que si la molieren, y la mezclaren con vinagre fuerte, que sea hecho de vino, y la pusieren en terrazo de tierra, y la soterraren en estiércol de bestias mayores, y la dejaren estar y treinta días, cuando son más calientes, en tiempo del verano, y acabo de este plazo sacaren aquel vaso, hallarán dentro en el gusanos amarillos. Y si los quemaren, y tomaren la ceniza de ellos, y la pusieren sobre algún lugar del cuerpo del hombre que quieran quemar, quema como fuego, de guisa que no ha mester de quemarle con otra cosa; y de esta quemazón no siente el hombre dolor como del fuego.

Y la estrella que es en el hinojo siniestro del Géminis delantero, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y por ende, cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del quinceno grado del signo de Géminis es la piedra que es dicha kedoritoz, que quiere decir «tirador de gusanos». Ésta es de natura caliente y húmeda. Y es de poros abiertos, pero no es liviana, antes es pesada y áspera de tiento. Y si la quebrantan, hállanla mucho áspera en la quebrantadura. Color ha cárdena, así como azul, y aún más tinta ya cuanto. Y como quiere que sea fuerte, púlenla así como las otras piedras; y cuando es pulida, al que la ve, parécele lezne; más cuando la tienta, hállala áspera. En las minas que ha en tierra de Arabia las hallan más que en otro lugar, en un monte que y ha. Y los alárabes las precian mucho, y tráenlas en sortijas, y sus mujeres las ponen en los sartales que tienen a los cuellos.

Y ha tal virtud, que si la meten en la boca al que ha sanguijuelas en la garganta, tírase las todas así como el imán tira el hierro. Y eso mismo hace al que las ha en los intestinos, o gusanos; ca si se la ponen en el fondón, tíraslas todas y guarece. Y quien la trae en la cinta con que se ciñe cada día, es seguro de no haber lombrices dentro en el cuerpo.

Y la estrella que es en el pie diestro del Géminis siguiente, y la delantera de las dos que están en la rodilla siniestra del Can Mayor, y son ambas de una natura, éstas han poder sobre esta piedra, y de ellas recibe su virtud. Y cuando éstas ambas fueren en el ascendente, muestra esta piedra manifiestamente sus obras.

Del deciseseno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen siphe, que quiere decir «sanamiento». Ésta es de su natura caliente y húmeda, y de color amarilla, pero ha en ella líneas cárdenas, a semejante de árboles; y cuantas piezas de ella quebrantan, siempre hallan en ellas esta figura. Fuerte es y dura, y de color resplandeciente. Y hallan de ellas grandes, y de ellas pequeñas. Y tiran más a livianez, que no a pesadumbre.

Y su virtud es tal, que sana del dolor de estómago y de los intestinos a quien la trae colgada sobre ellos. Y si la trajere antes que haya la enfermedad, será seguro de no haberla; y si al que la ha, dieren de ella a beber, sana luego al hora. Y porque tamaña salud viene de ella, por eso le pusieron este nombre. Y por esta razón es contada por una de las piedras más preciosas.

Y la estrella que se abaja a la parte de mediodía de las tres que son en la rodilla diestra del Can Mayor, ha poder y señorío sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del XVII grado del signo de Géminis es la «piedra que parece en la mar cuando sube Mercurio», y escóndese cuando se pone. Y ésta es aquella mar a que llaman tenebrosa, que es a la parte de Septentrión, o son halladas las piedras de las otras planetas que hacen esto mismo, según cuenta este libro.

Y la su virtud es parecer sobre la mar, y esconderse so ella, y esclarecer y enturbiarse, según las otras piedras hacen, cada una con su planeta. Pero semeja a quien bien pare mientes, que más obedece esta piedra a Mercurio que no hacen las otras piedras a las planetas a que han de obedecer, porque Mercurio, cuando es solos rayos del sol, no esclarece la piedra, maguer sea sobre Tierra; y cuando es fuera de los rayos, maguer sea la piedra sola Tierra, parece claridad en ella.

Esta piedra es mezclada de muchas colores departidas, y es de gran resplandor; y fuerte y dura de quebrantar. Y es pesada, y hállanla de muchas formas, pero todas menudas. De su natura es caliente y húmeda.

Y ha tal virtud, que quien la trae consigo, esfuérzale todos los miembros del cuerpo, y sus movimientos, y los sentidos, así que por trabajo que tome ni por obra que haga, no cansa. Y aún ha otra virtud; que todas las bestias huyen del que la trae, y ninguna no se llega a él mientras la tuviere consigo.

Y la estrella que es en el muslo del brazo siniestro del Géminis delantero, y la otra que es en el nacimiento de la cola de la Osa Menor, y son ambas de una natura, han poder y señorío sobre esta piedra, y de ellas recibe su virtud. Y cuando estas ambas son en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.

Del deciocheno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen hetora. Ésta es contada en una de las maneras de las piedras de bezaar que arredran el tósigo. Piedra es noble y muy preciada. Y hállanla en tierra del Yemen, en minas que hay de ella. De ellas hay grandes, y de ellas pequeñas. Fuerte es y dura, y con resplandor. Y es de color verde que tira ya cuanto a amarillo. Sutil es de cuerpo, ca se muda así como el aire, que cuando es claro, es ella clara; y cuando turbio, turbia. Caliente es el húmeda de su natura.

Y su virtud es tal, que si la ponen cerca de algún vaso en que haya tósigo, de cual natura quiere que sea, pierde la piedra la claridad que ha en sí y entúrbiase luego, y hace desuso de ella como una nave. Y por ende, la precian mucho los hombres, porque son guardados por ella del mal del tósigo. Y pruébanla aún de otra manera, casi la muelen y ponen los polvos de ella sobre tósigo, hierve como el agua sobre fuego; y cuanto ello es más fuerte, tanto más crece ella en su fervor.

Y aún ha otra virtud muy buena, ca si dieren de ella, molida, a beber con alguna cosa, a hombre que mea sangre o benigno, por postema que lo haya en las renes o en la vejiga, o en las carreras por donde va la orina, sana de ella.

Y la estrella que es en la boca del Can Mayor, y dícenle Alaabor, ha poder el señorío sobre esta piedra, el de ella recibe su virtud. Y por ende, cuando ésta es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del decimonoveno grado del signo de Géminis es la «piedra de la golondrina». Y es una de las preciadas piedras que ha entre todas aquellas que se hacen en los animales. Y quien la quisiere hallar, debe tomar el primer pollo que hace la golondrina en el año. Y pare mientes que sea la luna creciente cuando lo tomare; y luego que saliere del huevo débele abrir por el vientre, y hallará y dos pedrezuelas pequeñas de señas colores. Y las más vegadas hallan, la una verde, y la otra blanca; pero hállanlas otrosí de muchas colores. Y son ásperas de tiento, y duras de quebrantar, y pequeñas de forma. Y son de natura caliente y húmeda.

Y su virtud es tal, que si toman estas dos piedras, y las meten en cuero de ciervo o de becerro, y las atan con filo de seda bermeja al cuello del hombre que fuere endemoniado, sana luego; pero no hace esta virtud sino si estuvieren ambas las piedras en uno, donde no fueren de un golondrino pollo.

Y aún ha otra virtud; que si las molieren en mortero y con majadero de oro, y meten los polvos de ella bien molidos, en los ojos del quien los tiene claros y no ve por agua que tiene encerrada en ellos, al muy gran pro. Y si lo usa, sana del todo.

Y la estrella que es en el muslo del brazo siniestro del Géminis delantero, ha poder sobre esta piedra, el de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del veinteno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen koloquid, que quiere decir tanto como «cambiadiza» o «convertible». Y este nombre ha porque cambia entre día y de noche de muchas colores, ca una vegada se cambia de color blanca, otra amarilla, otra negra, otra verde, y así de todas colores. Y es así resplandeciente que semeja que salen de ella rayos de fuego. Y hállanla en la tierra de los negros, en las arenas. Y son de ella grandes, y de ellas pequeñas. Fuerte es, y dura de quebrantar.

Y ha tal virtud en aquel lugar donde se crían, que aquellos que las toman, antójaseles que les dan a pedradas. Y por ende, no osa ninguno entrar en aquel lugar donde ellas son a tomarlas, sino es lo mucho esforzado y atrevido, y tal que crea que, aquello que tiene que es verdad, que no es sino antojanza.

Esta piedra es de su natura caliente y húmeda. Y esta propiedad que es dicha que ha, no parece en otro lugar sino allí donde se cría fueras ende de noche, ca si aquel que la trajere consigo, la tuviere de noche cuando durmiere, verá en sueños en semejanza que él apedrean; así que por fuera hará a despertar y a levantarse del lugar donde yace. Mas si la excusare de noche, y la trajere de día, será seguro de no haber aquella enfermedad que viene de parte de los demonios. Y hace aún otra cosa; que si cogieren la yerba a que dicen asafétida en agua, y metieren esta piedra en aquel agua, y la dejaren, y un día y una noche, desátase, y tornáse en la natura del agua; y si después en aquella agua mojaren el peine, y peinaren con él los cabellos, tíñense negros de tintura que dura muy gran tiempo.

Y la estrella que es entre las orejas del Can Mayor, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.

Del veintiún grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen tarmicon; y este nombre en caldeo, quiere decir tanto como en arábigo asabac, y en latín «codicia de mujer». De su natura es caliente y húmeda, y de color bermeja, de flaca bermejura, así como el agua que sale de la carne cuando echan y sal. Fuerte es el dura, que no quiebra sino con gran trabajo. A gran desamor con la plata, casi las ponen en uno ambas, la piedra quiebra luego, y la plata torna en color de cobre. Y esta piedra hallan en Tierra de Promisión, en minas que hay en cima de un monte, a que llaman Xehera en aquella tierra.

La virtud de esta piedra es tal, que si la mete el hombre en la boca, en cuanto la y tuviere, enderezásele el miembro varonil, y yacerá con la mujer cuantas veces quisiere, que no se le abajará, ni enflaquecerá, ni hará mal. Y si la molieren con alguna cosa húmeda, y untaren con ella aquel miembro, hace su obra más fuertemente.

Y la estrella que es en los pechos del Can Mayor ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando ella es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

De los XXII grados del signo de Géminis es la piedra a que dicen gemezt. Es de natura caliente y húmeda en el tercer grado de ambas estas dos complexiones. Blanda es y de poros abiertos, y liviana de peso, y áspera de tiento, y oscura, y sin resplandor. De color es amarillo que tira ya cuanto a bermejo. En muchos lugares la hallan, así como en Tierra de Promisión, y del Yemen, y de Cin, y en la isla de Cerdeña, y en otras tierras.

Y su virtud es tal, que si la tiene hombre en la boca o consigo, y bebiere un sorbo de vino, luego se embeoda con ello, y muestra todas aquellas cosas que hace el que es mucho embriagado. Y si esta piedra molieren, y echaren de ella en un vaso en que haya vino, recibe la virtud de la piedra, y embeoda tan bien como si ella y fuese, pero esta beodez dura poco y no fica el cuerpo quebrantado como del otro vino.

Y la estrella que es sola rodilla diestra del Géminis postrimero, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ella es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

De los XXIII grados del signo de Géminis es la piedra a que dicen camiulicaz, que quiere decir tanto como «retenedor de caballo». Esta piedra hallan en la isla de Sarandin, y es de natura caliente y húmeda, pero no mucho. Fuerte es y dura, y liviana de peso, y de color verde mezclado con ya cuanto de bermejura, así que semeja a las péñolas del cuello del pavón. Y cuando la sacan de la mina, no ha en sí resplandor ninguna, más recíbela después, al pulir.

Y su virtud es tal que cuando la ve el caballo, no se puede partir de ella, antes está relinchando y teniéndole mientes hasta que muere, si no se la esconden, o no tullen delante.

Y aún ha otra virtud; que si la molieren, y dieren de ella al paralítico a beber, o al que a una enfermedad a que llaman estupor, sana luego. Y la estrella que es entre los hombros del Géminis delantero, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuera y la virtud. Y cuando ella es el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

De los XXIV grados del signo de Géminis es la piedra que dicen mecelucan, que quiere decir tanto en caldeo, como «solvedor de natura». De natura es caliente y húmeda, y fuerte en ambas estas dos complexiones. Liviana es de peso, y blanda de cuerpo, de guisa que se quebranta muy de ligero. De color es verde, y tira ya cuanto a amarillo. Y cuando la sacan de la mina es resplandeciente, y desde que la traen, pierde el resplandor y oscurece. Y si después la pulen otra vez, cobra su claridad, pero puliéndola muchas veces de esta guisa, mengua todavía en su grandeza. Y hállanla en tierra de Arabia, en minas que hay.

Su nombre es según su virtud, ca el quien la ha, en cuanto la tiene consigo, nunca pierde flujo del vientre. Y si meten del polvo de ella, o de las puliduras, en cristal, hace eso mismo, ca purga las humores. Y si dieren de ella a beber peso de u a dracma, saca las humores cada una por sí; primeramente la flema, desde la melancolía, después la colera, y a postremas la sangre. Y si en sacando estas humores hace menazón, no sana ende tan aína sino con la piedra de que hemos dicho, a que llaman leturican, ca lo que esta suelve, retiene la otra; y lo que la otra retiene, suelve ésta. Así que la que postrimera dan a beber, aquella vence la otra; y por ende, si esta hace menazón a algún hombre enfermo en bebiéndola, y después le dan la otra a beber, sana ende. Y si esta piedra mojaren en el zumo que sale de la yerba a que llaman asafétida, pierde la virtud; y si después la meten en sangre de hombre, cóbrala.

Y la estrella que es en la cabeza del Géminis delantero, y la otra que es en el lado siniestro del Géminis postrimero, y son ambas de una natura, han poder y señorío sobre esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ellas son en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

De los XXV grados del signo de Géminis es la «piedra que tira el sebo», bebiéndolo así como quien lo chupa. Ésta es muy blanca de color, pero hay de ellas que tiran a pardo. Liviana es de peso, y de poros abiertos. De su natura es caliente y húmeda, y hállanla en minas que ha en el fin de España, a la parte de Occidente.

Y su virtud es tal, que si la ponen con mil pesos de sebo de la cuantía de sí misma, siendo ello cuajado, derrítelo todo, y hácelo hervir como si lo pusiesen sobre fuego; y ella sume de ello según la cantidad de cuamaña es; y si la pesan después, hallan que pesa a dos tanto que antes pesaba; y si después lo sacan de ella, tórnase de peso primero. Y en esto conocen que tira el peso de sí misma. Y demás hace otra cosa; que si la tienen en la mano, o la ponen sobre carne acaron, hallan aquel lugar como untado porque ella tira por los poros la grosura que halla dentro en la carne, de guisa que el hombre siente lo que ende mengua. Y si mezclaren el sebo con cera, o con otra cosa, y pusieren y la piedra, desátalo haciéndolo hervir, y no se desata la cera. Y si dieren de aquella piedra molida a hombre a beber, sentirá en sí gran fervor, que saldrá de él mucha grosura, de guisa que hará por ende menazón, de que morirá, si no le acorren con alguna purga que le saque esto.

Y la estrella que es en el hombro diestro del Géminis delantero, ha poder sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando ella es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del XXVI grado del signo de Géminis es la «piedra que es diente de cangrejo marino». Y es contada por una de aquellas de los animales. De natura es caliente y húmeda. Y su color es tal como la del casco del cangrejo.

Y su virtud es, que si la meten molida y hecha polvos, en los ojos esfuerza el viso, y sana la sarna, y tolle la comezón que ha en ellos.

Y las dos estrellas que son, la una en la boca, y la otra en el ojo, de la figura de la Osa Mayor, han poder sobre esta piedra, y de ellas recibe la virtud. Y por ende, cuando estas ambas son en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.

Del XXVII grado del signo de Géminis es la piedra que le dicen batocita, que quiere decir en caldeo tanto como «vedador de canas». De su natura es caliente y húmeda, y hállanla en tierra de Etiopía, en las minas del oro. Y es de color verde como la esmeralda, pero ha entre ellas este departimiento; que la esmeralda resplandece de manera que la pasa el viso, y ésta no; pero desde que la pulen, salen de ella rayos como del espejo que se tornan en sí misma. Y aún ha otro departimiento; que la esmeralda es muy pesada y dura de quebrantar, y ésta es muy liviana y quiebra de ligero. Y los que quieren hacer mal y falsedad, véndenla en lugar de esmeralda a los que no la conocen.

Y su virtud es tal, que el que la trae consigo, antes que encanezca, vedarla, que le no vengan las canas sino ha muy luengo tiempo además. Y si la molieren, y la hicieren estilar, y mojaren y peine en el agua que de ella saliere, y peinaren la cabeza con él, veda que no nazcan y más canas, y tíñelas que son nacidas de tintura que dura muy gran tiempo. Y esta agua ha otra virtud; que si dieren de ella a beber a hombre que haya dolor en cualquier lugar del vientre, sana luego, y en este hecho a tan gran virtud como en la triaca, y mayormente, si el dolor es de natura fría. Y si dan los polvos de ella a beber destemplados con alguna cosa, hace eso mismo, más no tanto como con el agua.

Y las dos estrellas, la una que es en la cabeza del Géminis postrimero, y la otra que es en el hombro de esta misma imagen, han poder sobre esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando estas ambas fueren en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.