Del XVII grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen bezebekaury. Y este nombre quiere tanto decir, en caldeo, como «tolledor de tristezas» y «dador de alegría», porque ella ha tal virtud, que, el que la trae consigo, tóllele toda tristeza, quiere que sea. Y sana de todos los accidentes que vienen por razón de melancolía.
Hallada es en la tierra a que llaman Sulun, cerca de la villa que ha nombre Eraz, donde ha hombres castrados de frío. Piedra es que aman mucho los hombres por su hermosura. Y hállanla siempre de dos colores, que son verde y bermejo, y cada una de ellas es muy clara y lucia, y de gran resplandor.
De natura es fría y seca, y fuerte y dura de quebrantar, pero es liviana de peso. Y cuando la muelen, entra mucho en las medicinas que hacen para el corazón, y presta otrosí mucho contra las llagas que se hacen en los intestinos, y es buena para la menazón de sangre.
Y las dos estrellas, la que cata contra Septentrión, y la oscura de las tres que son en el cuerno delantero de la figura de Capricornio, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XVIII grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen ecce. Ésta es hallada en España, en un monte que es sobre la villa a que llaman Arraca; y dicen al monte Cehide, que no es mucho alto.
De color es muy negra, goteada de gotas amarillas. Luciente es, y liviana de peso, y porosa, y ligera de quebrantar, y de natura fría y seca. Y ha tal virtud que, el que la trae consigo, dale gran esfuerzo, y tolle el miedo, y hácele mucho atrevido en todos los hechos de armas en que entra.
Y si la muelen, y la amasan con miel, y untan el vidrio con ella, y lo llegan al fuego, tíñele de color de oro muy hermoso, y esfuérzale de guisa que hace cuerpo más fuerte que antes era, y no se puede fundir tan aína, ni quiebra tan ligeramente . Y si la mezclan con cera y con resina, hácese de ella emplasto muy bueno para hacer crecer la carne en las llagas y cerrarlas aína.
Y las dos estrellas delanteras de las tres que son en el luciente de la cola del Delfín, de las cuatro que son en el cuadrángulo que es en el cuerpo del mismo, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XIX grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen guifirquizti, que quiere decir en caldeo «guardador de niños», porque ella ha tal virtud, que si la ponen a los niños cuando nacen, son guardados de no haber la maseda, ni las otras enfermedades que les suelen acaecer cuando los crían.
Esta piedra semeja, en forma y en color, a la bellota. Y hállanla en un río que ha nombre Zeyle, que corre a la parte occidental de la Tierra de Promisión. Liviana es de peso. Y fuerte y dura de quebrantar. Y cuando la quebrantan, hallan dentro en ella en semejante de lana carmenada. Y cuando la queman, hácese ceniza, y si ponen de esta ceniza a la raíz de cual árbol quiere, no hace mal helada ni otra quemazón ninguna, y levará su fruto a su tiempo, bueno y sin ocasión. Y si dieren de ella molida a beber, a hombre que haya dolor en los intestinos, sana: y otrosí hace del dolor de la piedra.
De natura es fría y seca.
Y la estrella postrimera de las tres que son en medio del cuerno de la figura de Capricornio, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuera y la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del XX grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen tarmizes, que quiere decir en caldeo «piedra de tierra». Ésta es hallada en un pozo muy fondo que es en la tierra que ha nombre Latisi, cerca de un lugar a que dicen Carcidon. Y el agua que de allí sacan es turbia y gruesa mucho, y de color verde. Y desque la han sacada, y la ponen al sol, endurece y hácese piedra de aquella color misma. Y esto se hace en un día, y por dejarla y estar mayor tiempo, no endurece más. Y después que la han pulido, recibe en sí claridad.
De natura es fría y seca, y muy ahincada en estas dos complexiones. Y ha tal virtud que, si dan de ella a beber peso de media dracma o más, deseca todo el cuerpo y encoge los nervios, y mata. Y si la amasaren con vino, y untaren con ella el cuerpo del hidrópico, adelgázale de manera que guarece muy bien, pero si mucho siguen con esto, desécale más de lo que él conviene, así que él aduce a muerte. Y ha tal virtud que, el que la trae consigo, nunca suda, ni crece en él mucha humedad.
Y la estrella postrimera de las tres que son entre el luciente de la cola del Delfín y las cuatro del triángulo que es en el cuerpo de él, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXI grado del signo de Capricornio es la «piedra que parece en la mar cuando sube Saturno», y escóndese cuando desciende. Ésta hallan en la Mar Tenebrosa, donde son halladas las otras piedras en que parece manifiestamente la virtud de las otras planetas, según ya dijimos.
De color es muy negra y clara, y hállanla siempre de forma de piña. Espesa es mucho, y fuerte y dura de quebrantar, y cuando la quebrantan hállanla de dentro blanca, más esta blancor no parece sino mucho adur y en la sazón, cuando el planeta es sobre Tierra, más cuando es de yuso no la pueden ver.
De natura es fría y seca. Y ha tal virtud que él el que la tiene consigo, vive mucho y no le acaecen las enfermedades ni las flaquezas que a los otros viejos; más, fica con su seso y con su fuerza mientras vive. Y ha otra mucho extraña virtud, que si hombre o mujer se catare en ella como en espejo, esfuerza mucho el viso, más si otra animalia lo hace, pierde la vista.
Y la estrella delantera de las dos que son en el vientre de Capricornio, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra ella más sus obras.
Del XXII grado del signo de Capricornio es la «piedra del azul». Ésta es muy conocida, y hállanla en muchos lugares. De color es muy cárdena, y la mejor de todas es la que hallan en tierra de Horacen y la más preciada es aquella en que parecen venas o gotas de color de oro.
Ligera es de quebrantar, y cuando la ponen cerca de oro, o los vuelven en uno, parece cada uno más hermoso por sí. Y su virtud es tal, que, si ponen los polvos de ella en los ojos, presta mucho. Y otrosí, poniendo un pedazo de ella en el fuego, que sea sin humo, álzase de ella llama cárdena, y recibe en sí gran calentura y gran agudeza, como quiere que ella sea fría y seca. Y otrosí recibe fuerza de retenimiento. Y si dieren los polvos de ella a beber, purga todo humor grueso, y es buena contra toda enfermedad que viene por melancolía. Y otrosí ha virtud de hacer venir su flor a la mujer en el tiempo que debe, tan bien por beberla, como por ponerla en la natura, y presta otrosí al dolor de la vejiga. Y hace otra cosa, que si la vuelven con agua, y lavan con ella la cabeza, hace los cabellos crespos. Piedra es que entra mucho en la obra de física.
Y la estrella postrimera de las dos que son en el espinazo de Capricornio, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXIII grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen en caldeo melizlumen, que quiere tanto decir como «piedra que quebranta a la otra que se cría en el hombre». De natura es fría y seca, y cuando la quebrantan, hallan dentro en ella sustancia de vidrio. Hallada es en ribera de la mar de Occidente, ca la echan las ondas allá orilla; y hállanla siempre en forma de trocico en que ha granillos menudos como de arena.
Y su virtud es tal, que, si dan de ella a beber peso de una dracma, quebranta la piedra que se hace en las renes o en la vejiga, y hácela echar en manera de arena menuda. Y otrosí entra en los polvos que hacen para los ojos. Y hace otra cosa, que si dan de ella a beber a la bestia que ha olivas, sana.
Y la estrella meridional de las tres que son en las péñolas de ala diestra de la gallina, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más sus obras.
Del XXIII grado de signo de Capricornio, es la piedra a que dicen alfeyxu en caldeo, y otros le dicen feynac. Ésta hallan en muchos lugares, más la mejor de todas es la que hallan en un monte que es en tierra de Cecilia, a que llaman Volcán, y otrosí en tierra de Armenia. Porosa es mucho, y tan liviana de peso que nada sobre el agua bien como fuste. Ligera es de quebrantar, y de color blanca que tira a pardo, y de natura fría y seca.
Y cuando la muelen, y traen los polvos de ella sobre los cueros, hácelos blancos y hermosos. Y si echan los polvos de ella sobre el pergamino rae la escritura, que ha en él, de guisa que no deja y señal; y limpia otrosí los dientes, y hácelos blancos y hermosos; y presta otrosí para toller la blancura de los ojos con otras medicinas que son para ellos, más no en su cabo.
Y ha otra propiedad, que si pusieren de ella en cuba o en tinaja, o en otra cosa que tenga vino a la sazón que más hirviere, hácela quedar a deshora. Y hace crecer la carne en las llagas, y rae los cabellos de cualquier lugar sobre que la pongan, y otrosí las suelas de los pies cuando la traen sobre ellas en el baño.
Y la estrella delantera de las dos que se abrazan contra mediodía, y están en la raíz de la cola de la figura de Capricornio, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XIX grado del signo de Capricornio es la «piedra a que dicen del yeso». Piedra es blanda, y de color blanca, y ligera de quebrantar. De ellas hay que tiran a bermejo en el color, y otras que son mezcladas de bermejo y de blanco. En muchos lugares es hallada, y ha muchas minas de ella. De natura es fría y seca. Y cuando es molida, y mezclada con alguna cosa, endurece luego, y hácese piedra.
Y por ende, la meten los físicos mucho en las medicinas que son desecativas, y otrosí es buena para labores de casas y de otras cosas, porque las hacen con ella sutiles y muy buenas. Y otrosí es buena para estancar la sangre cuando sale mucho. Y cuando la queman, hácese más seca y más sutil y a mayor fuerza de retener las cosas húmedas que no corran, y mucho más, si la amasan con vinagre, ca entonces hace quedar la sudor por fuerza, si unta el cuerpo con ella. Pero es en sí tósigo mortal, ca si de ella bebe alguno, antes que sea quemada, ahógale de guisa que mata. Y otrosí hace cuando es quemada, más no tanto.
Y la estrella delantera de las dos que son en la raíz de la cola de la figura de Capricornio, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra ella más cumplidamente sus obras.
Del XXVI grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen queyebyz. Y llámanle en latín azul alambreño, porque es de color de azul, pero es más tinta y más dura que la otra que dijimos, y parecen en ella gotas de alambre, como en la otra parecen gotas de oro. Y cuando la quebrantan, hállanla dentro de color cárdena vuelta con amarillo, y por eso tiñen con ella los maderos de color cárdena, mas pero no es tan buena untura como la del otro azul.
De natura es fría y seca, y por eso a gran fuerza de resfriar y de retener. Y entra en las medicinas que hacen para los ojos, y sana las postemas calientes, y otrosí las que se hacen en el cuerpo; y emblanquece los dientes, y sana las llagas que se hacen en las encías.
Y entra en la obra mayor de esta guisa; que cuando la queman, y meten de ella en el oro cuando lo funden, emblandécele de manera que se tiende muy ligeramente, y da buena color. Y tiñe la plata otrosí en color de oro, más con todo eso, no es cosa que dure mucho.
Y la estrella delantera de las dos que son en el vientre del pez que cata contra mediodía, ha poder en esta piedra y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXVII grado del signo de Capricornio a que dicen nimiuz. De color es verde y fuerte, y dura de quebrantar, y áspera de tiento. En la isla de Sarandin es hallada, y aguzan en ella los hierros, y pulen las piedras, y toda piedra o hierro que en ella pulen o aguzan, recibe en sí agudeza o pulimiento muy de rafez.
Muy grandes las hallan, de guisa que hacen pilares de ellas en aquella tierra, y otrosí calderas y ollas en que adoban de comer, y escudillas y vasos en que comen y beben; y toda cosa que en ella meten a cocer, cuécese aína y con poco fuego. Y los manjares que en ella adoban, sanan de las hemorroides y de la gota artética a los que los usan a comer.
De natura es fría y seca. Y las dos estrellas, la primera y la primera, de las cuatro que son a la parte de Septentrión, en la raíz de la cola de Capricornio, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXVIII grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen caoz. De color es negra que tira a bermejo. Lezne es de fuera, y liviana de peso, pero fuerte y dura de quebrantar. Y cuando la quebrantan, parece en ella como polvo muy sutil. Y hállanla siempre en forma de almendra. Y este nombre que dijimos que ha, es en griego, y quiere tanto decir como «piedra de la tierra», porque la hallan en el corazón de la tierra como si fuese y metida. Y lo más que la hallan es en la tierra que ha nombre Beymira.
De ellas hay grandes y otras pequeñas. Y es de su natura es fría y seca. Y su virtud es tal, que, si mezclan del polvo que dentro en ella hallan, con el vidrio, a la hora del fundir, no quiebra cuando lo sacan del fuego como lo ál hace, y tiéndese martillando, y sufre toda herida de martillo, y hacen de él cual obra quieren, tan bien como de oro, o de plata, que no pierde su claridad.
Esta piedra ha olor de vinagre, y cuando la ponen en la lengua, tiénese en ella; y enjuga las humedades de la natura de las mujeres, y cierra las llagas, y sánalas. Y otrosí guarece las llagas que se hacen en los intestinos.
Y la estrella postrimera de las dos que son en la boca de la pieza del caballo, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuera y la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del XXIX grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen sayastuz. Ésta ha color de jargonza amarillo, y es muy clara y muy lucia, de manera que la pasa el viso y es de hermosa amarillor, pero tira ya cuanto a blanco. Y hállanla en el río que corre cerca de la villa a que llaman Armuniaqui. Este río nace a parte de mediodía, y corre contra Septentrión, y todo él comienza a correr hasta donde entra en la mar, a doscientos mijeros, y allí son halladas.
De natura es fría y seca. Y ha tal virtud, que si la echan en alguna cosa que hierva resfría luego. Y otrosí hace que, el que la trae consigo, pierde todo cuidado de mujer. Y de leve no hallan ninguno de cuantos la trajeron que muriese con hierro. Y si la muelen, y la amansan con humo de culantro verde, suélvese, y tórnase en sustancia de él; y si con aquella agua untaren mordedura de víbora, o de can rabioso, sana luego. Y si eso mismo hicieren a las llagas, cuando se cierran, no fica y señal.
Y las dos estrellas, las que declina a mediodía, y la otra que es en el cabo de la cola de Capricornio, de las cuatro que están en ella, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la virtud. Y cuando son en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.
Del XXX grado del signo de Capricornio es la piedra a que dicen fanaquid. Ésta es hallada en una laguna que es entre la tierra de los castrados de frío, y la otra a que llaman Cercuiniz. Y el agua de aquella laguna ha tal virtud, que todo madero que echan en ella, va al fondo; y esta piedra es hallada en fondo de aquella agua en forma y en color de ojo de hombre muy lucio y muy claro.
De natura es fría y seca, y muy dura, así que no la quebranta otro cuerpo sino el vidrio. Y ésta es una muy gran maravilla de natura, en quebrantar tan flaco cuerpo como el vidrio, a tan fuerte cosa como es esta piedra.
Su virtud es tal, que así acontece con ésta a las bestias montesas, como hace al hombre, con la otra que dijimos en este libro, a que dicen beth; ca la bestia que la ve, tan gran sabor toma en catarla, que se nunca ende parte, hasta que muere, si no la tiran ende por fuera. Y otra virtud no hallaron a esta piedra sino ésta.
Y la estrella postrimera de las dos que son en la cabeza de la pieza del caballo, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y por ende, cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Dichas son las treinta maneras de piedras, según los treinta grados del signo de Capricornio, y mostrado con cuales estrellas han su atamiento y onde reciben la virtud. Ende conviene que, quien de esto se quisiere trabajar, que pare mientes al planeta Saturno, según hemos dicho de los otros planetas.
Del primer grado del signo de Acuario es la piedra que él dicen carbedie. Ésta es contada entre las piedras de las animales, porque en el monte a que llaman Culequin, que es en tierra de Macedonia, ha unas liebres muy grandes, y cuando matan algunas de ellas, antes que cumplan un año, hállanle en el corazón una piedra de color blanca, en que ha una gota muy bermeja. Piedra es sin resplandor, y de natura caliente y húmeda en el segundo grado.
Y su virtud es tal, que al que la trae consigo, caliéntale el cuerpo tan fuerte que no le hace mal el frío en tiempo del invierno tanto como a otro que no la traiga, y ha muy gran poder de yacer con mujer. Y si muelen esta piedra y la mezclan con vino, y la ponen sobre las postemas duras, así como cáncer u otras que son de natura de melancolía, sanan en poco tiempo.
Y la estrella que es en la cabeza de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando es en el ascendente. muestra esta piedra más su obras.
Del segundo grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen maruira. Ésta es hallada en tierra de África, en ribera de la mar donde ha una gran playa. Verde es mucho y sin resplandor, y fuerte y dura de quebrantar. Y cuando la quebrantan, hállanla dentro blanca. Y aquella blancor es ligera de raer, y si dan de ella a beber peso de una dracma hasta dos, purga la flema templadamente.
De ellas hallan grandes, y de ellas pequeñas. Y si la suelven con agua, y lavan la cabeza con ella, tolle la fórfola y los piojos, y hace los cabellos muy hermosos y leznes, y otrosí hácelos nacer en el lugar onde fueran arrancados por enfermedad o por otra cosa. Y aún ha otra virtud, que untando con ella los miembros que enflaquecen por enfermedad que haya en los nervios de flaqueza, sánalos, y tórnalos en su virtud y en su fuerza, y los que son malos y graves de mover, emblandécelos, y hace que se muevan ligeramente. Y cuando queman esta piedra, enmagrece y hácese porosa. Y entonces la meten en la obra mayor.
Y la estrella meridional de las dos que son en la ijada siniestra del que tira el agua en la figura de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del tercer grado del signo de Acuario es la «piedra de la esponja». Éstas son halladas en muchos lugares el de muchas formas, y las que hallan en tierra de Promisión son pedrezuelas menudas y muy duras. De color es de yuyuba, y de natura caliente y húmeda, y la su humedad es en el primer grado y la calentura en el tercero, y por ende deseca más que humeíta. Y si dan de ella a beber, quebranta la piedra que se hace en la vejiga, más no las de las renes.
Y ha otra propiedad, que si la ponen en el agua, apártase de ella como que la aborrece. Y si la vuelven con cual olio quiere, incorpórase con él y hácese una cosa. Y si la ponen de esta guisa en los dientes, sana las llagas que son en ellos; y otrosí hace a la sarna y la comezón. Y tolle el dolor de ellos. Y si la calentaren, y echaren de ella en la oreja, veda el ruido que se hace y deseca el agua y el benigno que está dentro encerrado, y guarda que no se haga y postema.
Y la estrella postrimera de las dos que son en el pie diestro de la Gallina, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del IV grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen mezarigez, que quiere decir en caldeo «cocedor de carne». Su virtud es tal, que si metieren un poco de ella con la carne, cuando la meten a cocer en olla o en otra cosa, hace que se cuaje aína. Y si alguno come de aquella carne, esfuérzale los miembros, y tolle el miedo de los espíritus de vida, y conhorta, y da atrevimiento.
De natura es caliente y húmeda, y fuerte y dura de quebrantar. Y hállanla siempre en forma redonda. Arenosa es, y de color verde que tira a cárdeno. Clara es y luciente, de manera que la prisa el viso; y hállanla en la isla a que dicen Mata, en la ribera de la mar, envuelta en la arena. Y alumbra de noche en derredor de sí. Y si la muelen, y dan de ella a beber, presta contra todo tósigo, tan bien de animal como de vegetable, y otro si hace al tremor, y a la flaqueza del corazón.
Y la estrella septentrional de las dos que son en la ijada siniestra de la figura de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del quinto grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen zarukutaz, que quiere tanto decir como «piedra dorada», y esto es porque, en aquella tierra de Carbeduhya, cerca de la villa a que llaman Limebi, hay una cueva, y dentro en ella ha una mina en que hallan estas piedras, de ellas grandes y otras pequeñas, y semejan pedazos de oro en color y en lucimiento, y en toda vista.
Fuerte es y dura de quebrantar, pero cuando la quebrantan por fuerza, hállanla dentro como a hojas, y no se puede moler si antes no la queman en fuego; y cuando es quemada, muélese muy bien. Y si metieren de ella molida, después que es quemada, un peso en veinte de plata, tórnala de color de oro muy hermoso, de guisa que no se departirá de él en ninguna cosa si no lo fundieren muchas vegadas.
De natura es caliente y húmeda. Y si cogieren de ella una poca en mucha de agua, y metieren y algún paño de los que se hacen de las cosas que nacen de la tierra, así como lino o cáñamo, o algodón, tíñele de color de oro muy hermoso. Y esta piedra, siendo quemada, o cruda, entra en las medicinas que hacen para los pechos, y abre las carreras del pulmón. Y si los polvos de ella soplaren a alguno en las narices, purga la cabeza de flema y de todo humor podrido que en ella haya.
Y la estrella que es en el anca siniestra de la figura del que saca el agua, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del VI grado del signo de Acuario es la piedra a que llaman yarminez. Y las minas en que la hallan son en tierra de Espahen y en la de Cabroz. Piedra es muy porosa, y liviana de peso, y áspera de tiento y ligera de quebrantar. De color es de azul, pero no tinta. Y si la meten en el fuego quémase, mas pero con todo eso, no pierde su demostración, fuera que se hace más horadada.
De natura es caliente y húmeda en el tercer grado. Fuerza ha de retener y de arredrar los humores, y presta mucho al dolor del estómago. Y si destemplaren de ella en el agua, y metieren y uvas pasas, tórnalas frescas como antes eran. Y eso mismo hace a toda manera de fruta, ca no la deja dañar, ni podrecer, antes la tiene siempre en aquel estado que cuando en ella la pusieron. Y si con esta agua lavaren paños en que haya oro, de que no los puedan limpiar de otra guisa lávalos muy bien, que no pierden ninguna cosa de su hermosura.
Y la estrella oscura de las dos que son en el hombro diestro de la figura de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del VII grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen maziuquez. Ésta es hallada en el monte Sinaí. Fuerte es y dura de quebrantar, y de color parda que tira ya cuanto a amarillo, y ha en ella figura de árbol de color verde. Y cuando la quebrantan, en cuantos pedazos hacen de ella, en cada uno de ellos parece esta figura.
De natura es caliente y húmeda. Y si la muelen, y ponen de ella en las llagas antiguas, hácelas cerrar en poco tiempo. Y si la mezclan con cera y con resina, es mejor para esto. Y aún ha otra muy noble virtud, que nunca hallaron hombre que la tuviese consigo, que mal hiciese su hacienda. Y por ende, la tienen siempre guardada en sus arcas y en sus tesoros, los de Tierra de Promisión.
Y la estrella luciente de las dos que son en el hombro diestro de la figura de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del VIII grado del signo de Acuario es la «piedra que tira el tósigo». Ésta es de color amarillo, goteada de gotas negras. De natura es caliente y húmeda, y liviana de peso, y porosa, y fuerte y dura de quebrantar, de guisa que no se quebranta sino con gran trabajo.
Resplandor ha en sí ya cuanto, pero si la pulen, recibe más. Y cuando la quebrantan, en cada pedazo que hacen de ella hallan de dentro color amarillo con gotas negras, tan bien como de fuera. Y esta piedra es de tal natura, que, cuando la meten en el fuego, enciérrase en ella y quema, más no tanto, ni tan de lueñe como las otras que dijimos.
Y su virtud es tal, que cuando la ponen en alguna cosa en que den a comer o a beber, en que haya tósigo, quiere sea de animal o vegetable, o mineral, tira aquella partida del tósigo, bien como el imán tira al hierro, y fúmelo en sí. Y si la piedra es pequeña, y el tósigo mucho, así que no lo pueda tirar en una vez o en dos, tírale en tres o en más. Y para probar cuanto tira cada vegada hacen de esta guisa; que después que la piedra ha tirado lo que pudo tirar, pónenla en olio caliente, y sale de ella cuanto tósigo tiro; y después tórnenla y otra vez, y así hasta que entiendan que no sale de ella más. Y esta prueba hallaron los antiguos porque si alguno fuese entosigado, que supiesen la cuantía del tósigo que le dieran, y que le supiesen más ciertamente y mejor guarecer.
Y hace aún más, que si a aquel que lo ha comido o bebido y se la pusiere a la boca, háceselo echar luego por ella. Y eso mismo hace si alguno es herido de víbora o de alacrán, y se lo pusieren sobre la herida.
Y las dos estrellas, la que es postrimera de las dos que son en el anca, y la septentrional de las dos que son la pierna siniestra de la figura de Acuario, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del noveno grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen yaymeny. Ésta es hallada en un monte que es a la parte occidental de España a que llaman Baymeniz. Y éste es muy alto monte, y dura bien hasta en la mar. Fuerte es y dura de quebrantar, y áspera de tiento de dentro; de color de azul, pero no tan clara como la que tira ya cuanto a amarillor.
De natura es caliente y húmeda en el tercer grado, y es buena para traerla sobre los mármoles, o sobre las otras piedras que quieren hacer llanas y pulidas. Y otrosí los polvos de ella son buenos para los dientes, ca trayéndolos sobre ellos, emblanquécelos, y hácelos muy hermosos. Y si la vuelven con la pez que empegan odres, o las otras cosas en que tienen vino, guárdalo que no dañe. Y entra otrosí mucho en los cerudos que hacen para cerrar las llagas.
Y las dos estrellas, la que es en la ijada diestra, y la otra meridional de las dos que son en la pierna siniestra de la figura de Acuario, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en medio cielo, muestra esta piedra más sus obras.
Del deceno grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen cahadenyz. Ésta es hallada en el monte a que llaman Zahyt, y de allí toma el nombre. Y este monte es en la tierra a que dicen Cabeduquia. Piedra es mineral, y ligera de quebrantar, y de color de violeta, pero ya cuanto más oscura. Y cuando la queman, hácese liviana y porosa.
Caliente y húmeda es de su natura. Y es buena para estregar con ella los cueros que quieren hacer pergamino para escribir o para pintar. Y si la mezclan con las medicinas que hacen para el dolor del estómago, presta mucho. Y si los polvos de ella ponen en los ojos del que los tiene claros y no ve de noche, esfuerza mucho el viso y sánalos. Y la estrella septentrional de las dos juntadas que son en la cabeza del Caballo Mayor, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del onceno grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen yamez. Ésta es hallada en las minas de la tierra que ha nombre Virgen, y en las de Canaa, que son en tierra del Yemen, y éstas son las mejores y más preciadas, y las más de ellas son grandes, y hacen de ellas cual forma quieren. De color es blanca que tira a cristal, fuera ende que parece en ella una bermejura mucho escondida cuando el hombre bien cata ahincadamente.
De natura es caliente y húmeda. Y ha tal virtud, que, quien la trae consigo, siéntese seguro en sí y sin miedo, y sana del dolor de la cabeza y del ruido que se hace en ella. Y si dan de ella a beber cuantía sabida, purga melancolía, y es buena contra toda enfermedad que viene por razón de ella.
Y la estrella que es en el pie siniestro de la Gallina, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XII grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen menefix. Ésta es hallada en ribera de un río que corre cerca de la villa que ha nombre Huluen. Fuerte es y dura de quebrantar, y clara de guisa que la pasa el viso. De color es bermeja que tira ya cuanto a amarillo. De ellas hallan grandes y otras pequeñas, y de diversas formas. Y los orebces hacen de ella cual forma quieren.
De natura es caliente y húmeda en el segundo grado. Y ha tal virtud, que, el que la trae consigo hace bien su hacienda, y ligeramente. Y si dan de ella a beber, purga melancolía por vómito. Preciada es mucho por su hermosura y por su virtud.
Y las dos estrellas, la septentrional de las dos que son en la pierna siniestra del que echa el agua, y la otra primera de las tres que son en el retornamiento postrimero de Acuario, estas ambas han poder en esta piedra, y de ellas recibe la virtud. Y cuando son en medio cielo, muestra esta piedra más complicadamente sus obras.
Del XIII grado del signo de Acuario es la piedra a que llaman meyxmetiz. De natura es caliente y húmeda, y de color parda, goteada de gotas verdes. Liviana es de peso, y áspera de tiento, y ligera de quebrantar. Y hállanla a la parte occidental de España, en cima de un monte muy alto que ha nombre Carcith.
Y su propiedad es tal, que, si mezclan un poco de ella con mucha plata a la hora del fundir, tórnala toda como cal menuda, así que nunca la pueden adobar con ninguna maestría que le hagan, por que torne a su estado como antes era. Y si alguno bebe da que él polvo, cáenle todos los miembros y muere. Pero si la vuelven con olio, y untan con ella algún miembro que sea paralítico, sana; y eso mismo hace a la quemadura. Y entra mucho en los cerudos que hacen para cerrar las llagas.
Y las dos estrellas que son en el retorno postrimero del agua, y son ambas en Acuario, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la virtud. Y cuando son en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XIV grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen zarbenic, que quiere decir en caldeo «sanador de espanto y de tullimiento de los miembros». Y esto es porque su virtud es tal, que, quien la trae consigo es seguro de no haber enfermedad de las que vienen por cualquiera de estas dos naturas, y si la hubiere de antes, sana.
De natura es caliente y húmeda en el segundo grado. Fuerte es y dura de quebrantar, y oscura, y en el color semeja a la escoria del hierro. Y hállanla en la tierra a que llaman Alcarach, y hay muchas minas de ella. Y cuando la meten en el fuego, enciérrase la calentura en ella y quema, más no tanto como esta otra que dijimos. Y si la muelen, y la echan en las llagas hondas, hace crecer la carne en ellas aína e igualmente.
Y aún ha otra virtud por que se puede conocer entre todas las otras piedras, que si la meten en sangre, mézclase con ella, y tórnase de su natura.
Y las dos estrellas de las tres que son en la palma diestra postrimera, y la septentrional de las tres que son en el torno postrimero, y son todas en Acuario, han poder en esta piedra, y de ellas recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en el ascendente muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XV grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen eraqui. Y este nombre ha porque la hallan en la tierra a que llaman la Erac. Piedra es negra de color, y muy pesada, y ligera de quebrantar. De natura es caliente y húmeda. Y cuando la muelen, y la mezclan con vinagre, hacen de ella tinta muy buena y lucia para escribir. Y otrosí lavando con ella los cabellos, tíñelos prietos y muy hermosos. Y si mezclan con olio la su moledura, hacen de ella medicina muy buena para la sarna que viene por mucha humedad.
Y si la destilan y la meten con el alambre, a la hora del fundir, tíñele de color de plata muy hermosa, pero si muchas vegadas la funden, tórnase a su estado como antes era.
Y la estrella segunda del agua corriente meridional que es contra la mano de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XVI grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen romana. Ésta es hallada a la parte occidental de tierra de Roma, en una cueva que es raíz de un monte que ha nombre Cinac. Piedra es de color verde, y ha en ella líneas blancas que semejan letras romanas. Y en cuantos pedazos hacen de ella, en todos la hallan de esta guisa.
Espesa es de natura. Y su virtud es tal, que, el que la trae consigo, de lieve nunca enferma de la enfermedad a que llaman pondo; y si la ha de antes sana trayéndola. Y otrosí sana las llagas de los intestinos.
De natura es caliente y húmeda en el tercer grado. Y por ende, si la muelen, y la meten en los ojos, tolle la blancura y la uña que se hace en ellos; y sana otrosí del paño que se cría en la cara y da buena color. Y si, cuando las verrugas tajan, untan con ella el lugar onde son tajadas, hace que nunca más y nacen.
Y la estrella que es en el hinojo siniestro de la Gallina, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del XVII grado del signo de Acuario es la «piedra que parece en la mar cuando se pone Saturno», y escóndese cuando sube. Ésta es hallada en el Mar Tenebroso, donde hallan las otras piedras en que parece manifiestamente la virtud de los planetas. Y la fuerza de Saturno parece en esta piedra al contrario de la otra que es dicha en el XXI grado del signo de Capricornio.
Y las señales de esta piedra son, que es muy blanca y lucia, y pesada, y fuerte y dura de quebrantar, de guisa que no quiebra sino con gran trabajo. Y cuando la quebrantan, hállanla dentro de color negra, y si la ponen al aire claro parece en ella más la negror. Y esclarece cuando se pone Saturno, y hácela turbia cuando sube. De natura es caliente y húmeda. Y ha en ella una virtud muy mala, que si la cata alguno cuando Saturno es so la tierra, ciega; y catando mientras es la estrella sobre tierra, no hace mal. Y si el hombre la tiene consigo, cuando duerme, hácele roncar roncos grandes y muy feos.
Y la estrella que es en el hinojo siniestro del Caballo Mayor, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más fuerza en sus obras.
Del XVIII grado del signo de Acuario es la piedra a que llaman beyti. De natura es caliente y húmeda en el segundo grado. Y hállanla en la tierra que ha nombre Cabeliduquia, en minas que hay de ella. Blanda es, y semeja arena junta de granos de muchos colores, y hállanla sobre la faz de la tierra, y aquellos granillos son como agudos.
Y si la muelen y traen los polvos de ella sobre vasos u otra manera alguna de plata, o de metal, hace lo claro y muy hermoso; y eso mismo hace a las espadas y a los cuchillos; y demás agúzalos. Y si la muelen y la hacen correr, y la amasan con alguna cosa, y hacen de ella forma de bellota, y la meten a la mujer en la natura, enjúgala y apriétala, y hazla haber sabor de varón, y otrosí hace que se empreñe más aína.
Y las dos estrellas, la siguiente y la mediana, de las tres que son en el retornamiento segundo de Acuario, han poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando son en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente su s obras.
Del XIX grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen yetaniz. Este nombre ha de un monte, en que la hallan, que ha nombre Ytin, que es en tierra de Beymira, en cima de un monte donde ha minas de ella. De color es verde que tira a amarillo ya cuanto. Fuerte es, y dura de quebrantar, y sin resplandor, y lezne, pero hecha toda como a horados. Y si la descuellan, es de dentro, en el corazón, de color blanca.
De natura es caliente y húmeda. Y si la muelen y la destilan con vino, y untan con ella la cabeza calva, hace nacer y cabellos; y eso mismo hace en cualquier lugar del cuerpo en que los hubo y fueron mesados; y veda otrosí que no se mesen los que son nacidos. Y sana de la enfermedad que hace al hombre amortecerse a menudo, dando de ella tamaña cantidad, según entendieren que es en enfermedad.
Y la estrella meridional de las tres que son en el retornamiento tercero de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XX grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen meciena, que quiere decir en caldeo «piedra de llorar», porque ha tal virtud que, el que la trae consigo, siempre está triste y lloroso, y si la pusieren en lecho de alguno hará eso mismo, y si dieren de ella a beber, acontecerla otro tal al que la bebiere. Y por ende es piedra mucho aborrecedora a los que la conocen.
Fuerte es y dura de quebrantar, y luce de guisa que la pasa el viso. De color es parda, y ha en ella líneas amarillos como que se traban unas con otras. Y hallan las en las islas de India, en ribera de un río que corre por ellas, a que llaman Carech. De natura es caliente y húmeda.
Y las dos estrellas, la septentrional y la meridional, de las que siguen al agua corriente del retenimiento segundo que es en la figura de Acuario, han poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXI grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen cidadeña. De natura es caliente y húmeda. Y las minas de ella son cerca de la villa a que llaman Aterbuliz, que es en la tierra de Furunia. De color es cárdena que tira ya cuanto a amarillo. De ellas hay grandes y otras pequeñas, y de muchas formas. Y ésta esclarece con el tiempo claro, y hácese turbia con el nublado. Y según el dicho de los sabios, toda piedra que cambia su color es de mala sustancia.
En esta piedra ha ya cuanto de oro encerrado, así que cuando es hundida, hállanlo en fondo del albot en que la funden. Y su virtud es tal que el que la trae consigo, témenle cuantos le ven. Y si la muelen y meten los polvos de ella en los ojos, sana la sarna que se hace en ellos en poco de tiempo.
Y las dos estrellas, la una, la postrimera de las dos que siguen al retornamiento primero del agua, y la otra apartada, que es lueñe a parte de mediodía, después del retornamiento segundo de aquella agua, y son ambas en Acuario, han poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando son en medio cielo, muestra esta piedra más sus obras.
Del XXII grado del signo de Acuario es la «piedra que tira la sal». De natura es caliente y húmeda. Y ha tal virtud que, si la ponen cerca de sal, tírala así, bien como los otros magnetes tiran aquellas cosas sobre que han poder. Y aún ha mayor fuerza en su tirar, ca tira más de lueñe que las otras, y dos tanto que sí.
De color es amarillo de llaca amarillor, y goteada de gotas blancas. Oscura es de guisa que no la prisa el viso, y porosa, y liviana de peso. Y si la metieren en alguna cosa corriente en que hubo sal, súmela toda de cual natura quiere que sea, siendo la cosa en que la ponen fría, más si fuere caliente no hace esto. Y si después que ha sumido la sal, la metieren en agua que fuere fría, fica como caliente. Y otrosí echándola en el agua de la mar, tolle la salgadura de ella, y hácela buena de beber.
Esta piedra ha nombre alardo, y es hallada en Tierra de Promisión, en ribera de la mar, cerca del lugar donde cae el río a que llaman Alardón. Y si molida la metieren en los ojos de aquel a que caen las pestañas, guarda que no caigan y hácelas nacer.
Y la estrella septentrional de las tres que son en el retornamiento tercero del agua del signo de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.
Del XXIII grado del signo de Acuario es la piedra a que llaman en caldeo delmenicari, que quiere tanto decir como «sanador de sordedad», ca ella ha tal virtud, que, si la trae hombre sordo, de cual natura quiere que la haya, sana.
De natura es caliente y húmeda en el tercer grado, y de color de almagra, fuera que es más tinta y más dura, y más luciente, y más pesada. Y si la queman, álzase de ella humo que es de olor muy fuerte y mucho agudo, así que a penas se puede sufrir; más después que es quemada, hácese liviana y muy porosa. Y si la muelen y la mezclan con olio, y la meten en la oreja, tolle la sordedad y presta a todas las enfermedades que se hacen y.
Y la mina de esta piedra es en la isla de Dragen, lueñe de la mar. Y esta isla es en el gran mar que llaman Océano, a la parte occidental, cerca del fin, donde no moran los hombres.
Y la estrella mediana de las tres que son en el retornamiento tercero del agua corriente del signo de Acuario, ha poder en esta piedra, y de ella recibe su virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más sus obras.
Del XXIV grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen secutaz. Y este nombre ha de un río en que la hallan, que ha nombre Secut, que es en tierra de Etiopía, y hállanlas en fondo de él. De ellas hay grandes y otras pequeñas, y de forma luenga y redonda. Hojada es como caña, y su color es como grano de milgrana, que es muy claro y lucio, y pásala el viso.
Liviana es de peso, pero fuerte y dura de quebrantar, así que no la quebranta otro cuerpo sino la plata, por su natura. Y cuando quieren hacer de ella alguna labor, hacen primeramente sierra o escoplo de plata con que la tajen, ca entonces harán de ella cual forma quisieren muy ligeramente. Y otra piedra no puede prender en ella sino el diamante solo.
De natura es caliente y húmeda, pero es más en ella la calentura que la humedad. Y ha tal virtud, que, el que la trae consigo, encartonada en plata, no le aviene en sueños polución, y si la ha por alguna enfermedad, trayéndola, sana. Y eso mismo hace, si hacen de ella emplasto, y ponen sobre mordedura de can rabioso o de otra bestia ponzoña.
Y la estrella postrimera de las dos juntadas que son después del retornamiento segundo del agua, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más sus obras.
Del XXV grado del signo de Acuario es la «piedra que se hace en el espinazo del caracol de la mar». Y ésta es contada entre las de los animales. De natura es caliente y húmeda, pero ha en sí más la sequedad que no hace la humedad. De color es parda, y áspera de tiento.
Y su virtud es tal, que si la muelen, y dan de ella a beber, presta a todas las enfermedades del pulmón, abriendo las carreras de él, y esclarece la voz. Y si los polvos de ella pusieren en la llaga al que es herido de saeta, de guisa que el hierro no le puedan sacar, sácalo y sana la llaga. Y si la cocieren, y en el agua que saliere de ella se asentare el que fuere llagado en los intestinos, sana.
Y la estrella delantera de las dos que son juntadas en los pechos del Caballo Mayor, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más cumplidamente su fuerza en todas estas obras.
Del XXVI grado del signo de Acuario es la piedra que él dicen en caldeo seralicen, que quiere decir en este lenguaje, tanto como «deshacedor del bajo». Y ésta semeja, en forma y en color, bazo de hombre.
Y ha tal virtud, que el que la trae consigo cinta, sana de todo mal del bazo, y tolle la sed que viene por enfermedad de él, y es seguro de no haberla mientras la trajere consigo.
Liviana es, y porosa, y ligera de quebrantar. Y las mejores minas de ella son a la parte oriental de España, en las riberas de la mar. Y ha tan mala virtud que, si la queman y dan de ella a beber los sus polvos, mata, ca es en sí tósigo mortal.
Y la estrella que es en el talón del pie diestro del Caballo Mayor, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando ella fuere en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXVII grado del signo de Acuario es la «piedra que se hace en el espinazo del cancro marino». Ésta es contada en las piedras de los animales, pero es más flaca que la que se hace en los dientes.
De natura es caliente y húmeda, y su virtud tal, que, si la hacen polvos, y la meten en los ojos, presta al dolor de ellos, y enjuga mucho las humedades, y esfuerza los nervios, y aguza el viso. Y si la muelen, y la amasan con vinagre, y untan con ella la enfermedad a que llaman en arábigo bacez, y en lenguaje de España empeines, sana. Y cuando la queman mengua en su humedad, y crece en la sequedad y en la sutileza. Y del fuego de ella sale una olor muy aguda. Y las mujeres obran de ella cuando es quemada, para hacer el cuero de ella cara delgado y de buena color.
Y la estrella que es entre los hombros del Caballo, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en el ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
Del XXVIII grado del signo de Acuario es la piedra a que dicen kedunaz. Ésta es hallada en un monte a que llaman Kedun, onde ella toma este nombre. Y las sus minas son halladas en la tierra que ha nombre Milez. Blanda es, y oscura, y de color parda goteada de gotas verdes. Pesada es, y cuando la queman, sale de ella un olor que huele como cuando asan carne gruesa.
De natura es caliente y húmeda. Y si la muelen después que es quemada, y untan con ella las llagas corrosivas, sanan. Y otrosí, dando de ella a beber a hombre, túllele el seso y el entendimiento, y hácele leer desmemoriado bien como si fuesen beodo. Y si mucho bebe de ella, muere.
Y la estrella postrimera de las dos juntadas que son en los pechos del Caballo, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXIX grado del signo de Piscis es la piedra que le dicen tezcuiden. De natura es fría y húmeda. Y es hallada en tierra de Babilonia, en minas que hay de ella en los grandes yermos. De color es amarillo goteada de gotas blancas, y fuerte y dura de quebrantar, y pesada, y lucia, de guisa que la pasa el viso.
Y la virtud de ésta es al contrario de la otra que dijimos en este grado sobredicho, ca el que la trae consigo, ámanle y témenle cuantos le ven, y dicen bien de él. Y si la muelen, y dan de ella a beber, tolle el sabor malo de aquellos que comen la tierra o la greda, que viene por razón de melancolía.
Y la estrella postrimera de las tres chicas que son en la cabeza del pez postrimero de la figura de Piscis, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Del XXX grado del signo de Piscis es la piedra a que dicen yethbemel. De color es bermeja muy tinta, y ha en ella líneas cárdenas muy sutiles. Lucia es, de manera que la pasa el viso, y es mucho hallada en la tierra que ha nombre Quebeelyz.
De natura es fría y húmeda. Y su virtud es tal que, el que la trae consigo, hanle gran miedo cuantos le ven, y no hará mal ninguno en el vientre ni en los intestinos; y por ende es amada de los hombres, y otrosí por su hermosura. Y entre esta piedra y la robín se quieren gran mal, de guisa que si las ponen en uno, dáñase cada una de ellas en sí misma y quiebra.
Y la estrella meridional de las dos que son en el vientre de pez postrimero, en la figura de Piscis, ha poder en esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y cuando es en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
Dichas son las treinta maneras de piedras según los treinta grados del signo de Piscis, y mostrando con cuales estrellas han su atamiento, y donde reciben la fuerza y la virtud. Ende a mester que, quien de esta obra se quisiere trabajar, que pare mientes al planeta Júpiter, que sea en buen estado en las obras de bien, y en las del mal, y contrario. Ca ésta es regla general de todas los planetas, y de las estrellas fijas, y de las piedras que se acuerdan con ellas, y de las yerbas y de los animales, ca todas han virtud y fuerza, que reciben de Dios por mano de los sus ángeles, y por virtud de los cielos, y de las estrellas que en ellos son, y después de los cuatro elementos, y así, hasta que llega toda cosa a alcanzar, por la virtud, nacimiento, y crianza, y mantenencia.
Ende después que mostrado hemos por este libro que compuso Abolays de los dichos de los sabios antiguos, que ordenaron por razones verdaderas, la virtud que recibe en las piedras de los treinta grados de los doce signos, cada una según la virtud de aquel grado que ha fuerza sobre ella, conviene ahora que digamos de aquí adelante la virtud que han las piedras según el sol pasa por las fases de los signos, y de las figuras de las estrellas que en ellas son, y otrosí, en cuales ti han aquella virtud más cumplidamente, y en cuales se les muda de una manera en otra, según el cambiamiento y la diversidad que han las figuras de las estrellas que son en las fases de aquellos signos, las cuales no han cuenta, ni las podría otro nombrar ni dar afinamiento, sino Dios que las hizo, según mostró el rey David por Espíritu Santo, alabando a Dios cuando dijo: «Quien cuenta la muchedumbre de las estrellas y a cada una llama por su nombre».
Y por ende, cuando el sol pasa por las fases de los signos, o alguna de las otras seis planetas, recibe la piedra virtud de los rayos que desciende de las figuras de las estrellas, en cuyo derecho corre la fase de aquel signo, donde según se muda el cambiamiento de las figuras, así se mudan y se cambian todas las cosas que reciben virtud de ellas, tan bien las vivas como las que no han alma. Ca, según dijo Ptolomeo, y los otros que fueron sabidores del arte de astronomía, toda la fuerza y la virtud que envían los cielos y las estrellas sobre las otras cosas que son so ellas, toda, es que ellas sean aparejadas para obrar. Las unas, para recibir, a que llaman materia, y las otras para obrar, a que llaman forma. Ende los cuerpos de yuso, son bajos, y por mezclamiento que han unos con otros se hacen todos así como una cosa fuerte y pesada, y por ende son de vil materia, y aman siempre recibir fuerza de la virtud de los cuerpos, altos y nobles, celestiales. Y maguer siempre la hayan en sí, porque no podrían ser hechos, ni mantenerse sin ella, pero con todo eso, más la reciben cuando están aparejados, y son en estado para recibirla cumplidamente.
Y el ejemplo de esto semeja al hecho del hombre, que cuando es niño, y alma de él, maguer sea cumplida cuanto más lo pueda ser como cosa que no ha en sí forma, y se extiende por todas las maneras de las formas de los cuerpos en que entra, pero con todo eso, porque los miembros del niño no son tan cumplidos como deben, ni tienen aparejada cumplidamente la materia temporal para recibir la forma celestial, por eso no pueden tanto obrar como cuando es ya tiempo de haber toda su fuera cumplida, ca entonces halla la materia en la forma lo que quiere. La una en recibir, y la otra en dar. Y por ende, el niño no ha en sí tamaña fuera cuando es pequeño como cuando es modo, ni el mozo como cuando es mancebo, y así hasta que llega a ser hombre cumplido.
Y eso mismo aviene en todas las otras cosas, no tan solamente de las animalias, más aun en las plantas, que se entienden por árboles y yerbas, y en las piedras y en todos los metales, ca no han tan gran virtud cuando nacen como cuando son nacidas. Porque la materia de ellas no es aparejada para recibir toda la forma cumplidamente. Y por ende, mayor virtud han cuando son en aquel estado que deben haber, que cuando comienzan a subir a él, o cuando van ya descendiendo.
Y por ende, todo hombre que de estos saberes nobles y antiguos se quisiere trabajar, ha mester que pare mientes en estas razones que son dichas, ca por ellas entenderá y vendrá a conocimiento de las cosas como son hechas y compuestas, y trabadas unas con otras, y en que tiempo les crece la virtud y han mayor fuerza de obrar. Y según esto, se podrán mejor ayudar de ellos en aquello que hubieren mester, y más cumplidamente.
Y otrosí queremos decir qué cosa son estas fases, y por qué han así nombre. Y esto se demuestra por tres departimientos que ha en la figura de cada signo, así como comenzamiento, y medio, y fin. Y cada una de estas tres partes, que son llamadas fases a diez grados; y así se hacen por todas treinta y seis fases en los doce signos, en que ha trescientos sesenta grados. Y éstas son llamadas fases porque, quien las quiere contar todas en uno, no lo puede hacer sino cada una por sí, y por ende, en la que primero comienzan a contar, es como si apareciese primeramente, y por eso le llaman fase.
Y bien como en las piedras que dijimos que han atamiento, y reciben la virtud de las figuras que son en los grados de los signos, otrosí aquellas piedras mismas y otras, han fuerza y virtud que reciben de figuras apartadamente, que son en cada una de las fases. Por que, maguer las piedras muestren la virtud por los grados de los signos, así como es dicho, pero de otra guisa la han de cambiar según el mudamiento de las otras figuras que son en las fases, por la virtud y la propiedad que ha en ellas. Y por ende conviene que se diga primeramente cuál es la piedra, y después cuál es la figura donde ella recibe la fuerza y la virtud.
Y ahora tornaremos a la primera razón, en hablar de las piedras y de sus virtudes, por las fases de los signos, y diremos primeramente del signo de Aries, que es comienzo de todos los otros.
De la primera fase del signo de Aries es la piedra a que llaman sanguina. Ésta ha tal virtud que, el que la trae consigo, hácele ser atrevido y orgulloso, y vencedor de batallas y de lides.
Y esto se hace más cumplidamente siendo Marte en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y en buen catamiento del Sol. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de un hombre negro que ha los ojos salidos a fuera, y tiene cinto un alquicel, y en su mano un azadón.
De la segunda fase del signo de Aries es la piedra a que dicen bizedi. Y la virtud de ella es tal, que el que la trajere consigo, será amado y honrado de los reyes, y nunca vendrá mal de ellos, antes recaudará lo que quisiere mientras la tuviere.
Pero esto será más manifiestamente cuando el Sol fuere en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas, y en buen catamiento de Júpiter y de Venus. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de mujer que no ha más de un pie.
De la fase del signo de Aries es la piedra a que dicen alaquec. Ésta ha tal virtud, que, el que la trajere consigo, será amado de los hombres y de los alcaldes, y de los justicia, y de los que mantienen la ley, y recaudará con ellos lo que quisiere más que otro que no la traiga, y será bienandante en meter paz entre los que se desavinieren.
Pero esto muestra ella más cumplidamente cuando fuere el Sol en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de Saturno y de Marte, y bien recibido de la Luna y de Venus, y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de un hombre sañudo que tiene una vara en su mano diestra.
De la primera fase del signo de Tauro es la piedra que ha nombre dehenich en arábigo, de que hemos dicho en este libro, en el primer grado del signo de Cancro. Y ésta ha tal virtud, que, el que la trajere consigo, será mucho amado de las mujeres, y meta paz entre los casados que se desavinieren, y hará mayor entendimiento en el arte de geometría. Y esto será más manifiestamente cuando fuere Venus en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salva de las infortunas, y bien recibida de la Luna, y en buen catamiento de Júpiter. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de mujer con cabellos crespos, y que tiene un su hijo pequeñuelo antes sí.
De la segunda fase del signo de Tauro es la piedra a que dicen zumbedie, y de ésta es dicho en el noveno grado del signo de Tauro. Y su virtud es tal, que si la pusieren en lecho de algún hombre, no hará sabor de yacer con lo mujer mientras la y tuviere, y hará baraja con la suya.
Y esto es más cumplidamente, siendo Mercurio en esta fase y ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas, y recibido de Venus, y en buen catamiento de Júpiter. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de hombre que semeje camello, y que haya en los dedos uñas que semejen a las de la vaca, e
De la tercera fase del signo de Tauro es la piedra a que llaman azabache, de que hemos ya dicho en este libro, en el XXVI grado del signo de Piscis. Y su virtud es tal, que si la pusieren en algún lugar poblado, se ermará, y entrará desacuerdo entre ellos, de guisa que se matarán unos con otros, y harán a huir de aquel lugar.
Pero esto será más manifiestamente siendo Saturno en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y en trino o en sestil catamiento de Marte. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de un hombre negro, con los dientes salidos a fuera, y ha cuerpo de elefante, y que tenga antes sí un becerro, y tras sí un can.
De la primera fase del signo de Géminis es la piedra a que llaman esmeralda, y de ésta es dicho en el XVI grado del signo de Tauro. Y su virtud es tal, que, al que la trae consigo, dáñale el seso, y el entendimiento, así que no entiende nada en cuanto la tiene.
Y esto se muestra más cumplidamente siendo Mercurio en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y recibido de la Luna, y en buen catamiento de Marte. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de dos becerros.
De la segunda fase del signo de Géminis es la «piedra del azul», de que hemos ya hablado en el XXII grado del signo de Capricornio. Y ésta ha tal virtud, que, el que la trae consigo, es aventurado en caminos, y hácele ser ardid y escorrecho, y recaudará por lo que fuere y tornará aína, y hace sus haciendas muy ligeramente.
Pero esto hace ella más acabadamente, siendo Venus en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de un hombre levantado en pie, y vestido de loriga, y un yelmo en la cabeza, y teniendo en la mano siniestra una ballesta, y en la diestra una saeta.
De la tercera fase del signo de Géminis es la piedra a que llaman diamante. Y de ésta es ya dicho en el primer grado del signo de Tauro. Y su virtud es tal, que, el que la trajere consigo, amará mucho caza, y será bienandante en ella, y dirán bien de los hombres.
Y esto se muestra más cumplidamente, siendo Saturno en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y en trino o en sestil catamiento con la Luna. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de hombre enlorigado, y que tenga ballesta, y carcaj con saetas.
De la primera fase del signo de Cancro es la piedra a que dicen cristal, de que nombramos ya en este libro, en el quinto grado del signo de Escorpión. Y ésta ha tal virtud, que, el que la trajere consigo, será bienandante sobre mar, y escapará siempre muy bien del peligro de ella. Y si la ponen en el lugar donde haya mengua de aguas, lloverá luego.
Pero esto será más cumplidamente siendo la Luna en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salva de las infortunas. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de hombre que haya la cabeza tuerta, y los dedos otrosí, y que estén colgadas sobre hojas de higuera.
De la segunda fase del signo de Cancro es la piedra que ha nombre alaquec. Y de ésta es ya dicho en el sexto grado del signo de Capricornio. Y la virtud de ella es tal, que, si la pusieren en lugar donde hacen daño lluvias o nieves, tóllelo. Y otrosí de las víboras, y de las culebras, o de otros vestiglos malos. Y demás, el que la trae consigo, es alegre y sin saña, y de buen talante.
Pero este río muestra ella más cumplidamente, siendo Marte en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y en buen catamiento de Júpiter. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de mujer hermosa de cara, y que tenga en su cabeza corona de hojas de mirto, y en su mano un ramo de tornasol, y ella que esté alegre, y que tenga la boca en semejanza que quiere cantar.
De la tercera fase del signo de Cancro es la piedra que ha nombre en arábigo yacoth alaazfoz, y en latín, jargonza amarilla. Y de ésta es dicho en este libro, en el XV grado del signo de León, y algunos le dijeron otrosí zafiro chitrino. Y su virtud es tal, que, el que la trajere consigo, será bienandante en mar, y en caza de bestias.
Pero esto hará más cumplidamente, siendo Júpiter en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas, y recibido de la Luna. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de hombre que tiene en su mano semejante de culebra, y que haya los pies de galápago, y teniendo antes sí sartales.
De la primera fase del signo de León es la piedra a que dicen jargonza blanca, de que hemos ya mentado en el XIX grado del signo de Piscis. Y la virtud de esta piedra es tal, que, el que la trae consigo, es poderoso sobre hombres viles y necios; y no hacen daño en el lugar donde ella subiere leones ni osos, ni otros vestiglos malos, maguer que los y haya.
Y esto es más manifiestamente, siendo Júpiter en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas, y en buen catamiento de Venus y de la Luna. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de hombre que tiene en la cabeza corona, y en la mano arco como que tira.
De la segunda fase del signo de León es la piedra a que llaman rubí, y de ésta hemos mentado ya en este libro, en el XIII grado del signo de León. Y la virtud de esta piedra es que, el que la tuviere consigo , será ardid y de gran esfuerzo, y bien quisto de los reyes.
Pero esto se demuestra más cumplidamente siendo el Sol en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas, y en trino catamiento de Júpiter. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de hombre que este vestido, y ante él un oso, y empós él un can.
De la tercera fase del signo de León es la piedra que ha nombre aliaza en arábigo. Y de ésta es ya dicho en este libro, en el segundo grado del signo de Virgo. Y su virtud es tal, que, si la ponen a puerta de alguna villa, júntanse y todas las bestias malas, y hacen gran daño en aquel lugar.
Y esto es más manifiestamente, siendo Marte en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y bien recibido de la Luna y del Sol. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de hombre viejo, de fea cara, que tiene en la boca carne, en semejante que la come, y en la mano un aguamanil.
De la primera fase del signo de Virgo es la piedra que ha nombre zavarger, que se entiende por prasma. Y de ésta es ya nombrada en este libro, en el XVII grado del signo de Cancro. Y ésta ha tal virtud, que, el hombre que la trae consigo, es bienandante en escribir y en contar, y en labrar por pan.
Y esto hace ella más cumplidamente, siendo Mercurio en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y salvo de las infortunas, y en buen catamiento de Júpiter, y recibido de la Luna. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de la figura de mujer manceba, cubierta con alquicel, y en su mano una milgrana.
De la segunda fase del signo de Virgo es la piedra a que llaman aliaza, de que hemos ya mentado en este libro, en el quinto grado del signo de Tauro. Y la virtud de ésta es tal, que, el que la trae consigo, si fuere escribano u otro hombre que tenga rentas de rey, u otro oficio, pierde, y hácesele mal toda su hacienda, y es escaso y mal quisto de los hombres.
Y esto es más manifiestamente, siendo Saturno en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y bien recibido del Sol. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de un hombre vestido de loriga.
De la tercera fase del signo de Virgo es la piedra a que llaman coral, de que dijimos ya en este libro, en el onceno grado del signo de Tauro. Y su virtud es tal, que, el que la trae consigo, préciase mucho en su voluntad, y págase de cuanto hace. Y si la ponen en lugar donde haya casados, hace que se amen mucho los maridos con sus mujeres, y si alguna desavenencia hubieron antes, hace que se torne en amor.
Pero esto es más manifiestamente, siendo Venus en esta fase, y en su hora, y en buen catamiento de la Luna. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de hombre gran, envuelto en un alquicel, y antes una mujer que tiene en su mano una alcuza para tener aceite.
De la primera fase del signo de Libra es la piedra a que dicen cristal. Y de ésta es ya nombrada en este libro, en el quinto grado del signo de Escorpión.
Y ésta ha tal virtud, que, el que la trae consigo, ámanle mucho las mujeres, y es en sí, hombre de verdad en dar y en tomar, y ama hacer bien a los pobres.
Y esto hace ella mayormente, siendo Venus en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y recibido del Sol, y en buen catamiento de Júpiter. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de hombre que tenga en la mano diestra lanza, y en la siniestra un ave trastornada.
De la segunda fase del signo de Libra es la piedra que ha nombre almagnitaz. Y su virtud es tal, que, quien la trajere consigo, amará siempre holgar, y no querrá sufrir lacerío ni trabajo, y será mal quisto de las mujeres. Pero esta virtud a ella más manifiestamente, siendo Saturno en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y recibido del Sol. Y lo que descienda sobre esta piedra la virtud de figura de hombre todo negro.
De la tercera fase del signo de Libra es la piedra a que dicen azumbedic, en arábigo, y en latín esmeril. Y ya es dicho de ella en este libro, en el noveno grado del signo de Tauro. Y su virtud es tal, que, el que la trae consigo, ama hacer fornicios malos y sucios, y pagas de cantar y de alegría, siendo Mercurio en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y recibido del Sol, y en buen catamiento de Júpiter. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de hombre caballero en un asno, y ante él un oso.
De la primera fase del signo de Escorpión es la piedra a que llaman cornelina, de que es ya dicho en este libro, en el y la virtud de ella es tal, que el que la tuviere consigo, será triste y sañudo. Y si la pusieren en algún lugar donde haya culebras, u otras bestias emponzoñadas, se juntarán todas a ella.
Y esto hará ella más cumplidamente, siendo Marte en esta fase, y en su ascendente, y en su hora, y bien recibido del Sol, y en buen catamiento de la Luna. Y que descienda sobre esta piedra la virtud de hombre que tiene en la mano diestra lanza, y en la siniestra una cabeza de hombre.