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Papeletas lexicográficas

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  —III→  

Con el título de Neologismos y Americanismos di publicidad en 1895 a un opúsculo, en el cual consigné poco más de quinientas voces que no se encontraban en el Diccionario, y que son de uso constante en América, y muchas aún en España. En las juntas académicas a las que concurrí en Madrid, en 1892 y 1893, propuse la admisión hasta de una docena de palabras que, en su mayor parte, fueron desdeñadas, y me retraje de continuar proponiendo.

Mejor fortuna tuvo mi opúsculo; pues de los vocablos en él apuntados adquirieron lugar en la edición 13ª del Diccionario los siguientes

  • Absolvente
  • Acaparar
  • Acaparador, a
  • Acholado, a
  • Adulón, a
  • Agigantar
  • Amordazar
  • Andino, a
  • Anexionista
  • Ante
  • Apabullo
  • Apacheta
  • Aplomo
  • Atrenzo
  • Autonomista
  • Barchilón, a
  • Baquiano
  • Bienintencionado, a
  • Brin
  • Burocrático, a
  • Cabildante
  • Cachimbo
  • Cancha
  • Carnavalesco, a
  • Caray!
  • Carimba
  • Concienzudo, a
  • Curaca
  • Chafalonía
  • Charango
  • Chúcaro, a
  • Churumbela
  • Chuquisa
  • Democratizar
  • Depreciar
  • Destinatario, a
  • Diagnosticar
  • Dictaminar
  • Dimisionario, a
  • Dinamitero, a
  • Embrionario, a
  • Empamparse
  • Enfocar
  • Estero
  • Estibar
  • —IV→
  • Exculpar
  • Exculpación
  • Fachenda
  • Fachendoso, a
  • Feróstico, a
  • Financiero, a
  • Fotograbado
  • Fusionista
  • Fusilamiento
  • Galpón
  • Garúa
  • Garúar
  • Guá!
  • Guagua
  • Hostigar
  • Huaca
  • Huaco
  • Huasca
  • Humita
  • Ictiología
  • Impagable
  • Impedimenta
  • Irrigar
  • Irrigación
  • Irrigador, a
  • Insoluto, a
  • Jebe
  • Latinista
  • Librecambista
  • Linchar
  • Logomaquia
  • Machetear
  • Máchica
  • Malón
  • Mataperros
  • Medioeval
  • Melopea
  • Micrografía
  • Montonera
  • Mucamo, a
  • Mutismo
  • Narcotizar
  • Ñáñigo
  • Objetante
  • Obstruccionista
  • Oclocracia
  • Ocosial
  • Oportunismo
  • Oportunista
  • Orificar
  • Orificación
  • Orificador
  • Orografía
  • Paco
  • Pajonal
  • Palingenesia
  • Panegirizar
  • Pampero
  • Patriotería
  • Patriotero, a
  • Personalidad
  • Personería
  • Petrolero, a
  • Picaflor
  • Pirca
  • Pircar
  • Plebiscitario, a
  • Potrero
  • Politiquear
  • Quena
  • Quirquincho
  • Rabona
  • Rabudo
  • Realización
  • Refractario, a
  • Refranero
  • Republicanismo
  • Rifle
  • Salvajismo
  • Secreteo
  • Sensibilizar
  • Signatario, a
  • Suvencionar
  • Suertero
  • Tradicionista
  • Tramitar
  • Tocuyo
  • Tolderías
  • Totoral
  • Yaraví
  • Yeguarizo
  • Viaticar
  • Victimar
  • Vividor
  • Yacimiento
  • Zamacueca

Esto es, casi la tercera parte de las voces por mí patrocinadas.

Aunque con cédula de cesantía y jubilación en la vida literaria, cédula que me decreté desde el primer día del nuevo siglo, no pude renunciar a mi chifladura, lexicográfica, ocupando mis ratos de ocio en apuntar y estudiar vocablos. Burla burlando,   —V→   mi labor paciente de un par de años ha dado por fruto este libro, que me resistía a publicar; pero, a la postre, he tenido que ceder ante la exigencia de algunos bondadosos amigos encariñados por los borrones de mi pluma. Declaro, pues, sinceramente que este es un libro ocasional, escrito sin pretensiones, y lo que es mejor, sin gran irritabilidad nerviosa.

En materia de verbos la autoridad de la Academia está muy por debajo de las imposiciones del uso. Nadie se cuida de averiguar si están o no en el Diccionario verbos que vienen constantemente a los labios o a los puntos de la pluma, tales como contraprobar, salvaguardar, sesionar, presupuestar, clausurar, hospitalizar, nacionalizar, independizar, agredir, pavimentar, deshipotecar, catear, exteriorizar, raptar, desmonetizar, festinar, escobillar, fusionar y tantos otros a los que dedico papeleta, y que los americanos conjugamos sin escrúpulo. Todo verbo que alcanza a generalizarse en el lenguaje de un pueblo, es sólo porque satisface una necesidad de expresión clara. ¿A qué rodeos y perífrasis, cuando con un vocablo podemos exteriorizar nuestro pensamiento?

El Diccionario es parsimonioso con los adjetivos que terminan en able o ible. Tengo, en mis apuntes, consignados más de quinientos; pero también quiero proceder con parsimonia, dedicando papeleta sólo a los de uso más frecuente.

Argumento sin base sólida me ha parecido el de que no debe admitirse en el Léxico un vocablo nuevo siempre que esté ya consignado otro que signifique lo mismo. Acabo de leer un romance del padre Juan Mir, en el que figuran más de setenta voces para llamar al prójimo tonto o imbécil. Para llamar pecadora (contra el sexto mandamiento) a una mujer, trae el Léxico ochenta y dos voces. Lo que abunda no siempre daña, y no es   —VI→   malo tener sobra de palabras para escoger como entre peras, amén de que no todas las voces usadas en España han pasado el charco y aclimatádose en América.

Muchos hacen estribar el purismo en emplear sólo las palabras que trae el Diccionario. Si una lengua no evolucionara, si no se enriqueciera su vocabulario con nuevas voces y nuevas acepciones, si estuviera condenada al estacionarismo, tendrían razón los que así discurren. Para mí el purismo no debe buscarse en el vocabulario sino en la corrección sintáxica, que la sintaxis es el alma, el espíritu característico de toda lengua. Rebelarse contra locuciones gálicas y antisintáxicas, como problema a resolver, asunto a discutir, y otras que están de moda en la prensa, es combatir impurezas en el idioma. Más que los doctos, de suyo engreídos y autoritarios, es el pueblo quien crea las palabras y el uso quien las generaliza. Y lo que pienso y creo sobre los vocablos, lo aplico también a las acepciones. No he empleado en mis escritos ni hecho propaganda en favor de las locuciones terreno accidentado y pasar desapercibido; pero ¿á qué conduce luchar contra ellas cuando campean constantemente hasta en los libros de los académicos? En materia de lenguaje, nada encuentro de ridículo más pretensioso que eso de exhibirse como afiliado entre los mantenedores de una pureza fantástica, y que excomulgan a los que, con criterio liberal, no rechazamos locuciones que ya el uso ha generalizado. El lenguaje dista mucho de ser exclusivista. Surge una nueva acepción, y -para excluirla o condenarla no hay institución bastante poderosa ni suficientemente autorizada.

Jóvenes muy inteligentes e ilustrados de la nueva generación me han revelado su poco o ningún apego por la lengua castellana, con estas palabras no escasas de fundamento: «la pobreza del anémico   —VII→   vocabulario español, en la marcha progresiva del siglo es una rémora para la expresión fiel del pensamiento. El cartabón académico es exageradamente estrecho, y para acatarlo habría que pasar la existencia hojeando el Diccionario para convencerse de que vocablos de uso frecuente están excluidos del Léxico». Hoy, en la mayoría de las repúblicas, no son muy leídos los libros españoles, y la juventud universitaria devora los textos en francés, inglés o alemán. No es entusiasta, como la de la anterior generación, por la lectura de los clásicos españoles. El purismo pasó de moda. El siglo XX impone un vocabulario más rico que el tan admirado del siglo de oro o de esplendor para las letras castellanas. Hoy tiene caracteres de aforismo esta espiritual frase de Unamuno: «no caben, en punto a lenguaje vinos nuevos en viejos odres».

Mucha gracia me hace aquello de que, en un Diccionario, sólo deben estamparse las palabras de uso literario y culto, desdeñando las vulgares del pueblo. Bastante que podar habría en el Léxico, y no bajarían de trescientos los vocablos obscenos o asquerosos. No tengo devoción por los escrúpulos de monja boba, ni acepto que un Diccionario se parangone con el manualito de Moral y Urbanidad.

La división de las palabras en feas y bonitas, como algunos han escrito, me ha parecido siempre un grandísimo despapucho. No me explico el ideal de belleza tratándose de palabras, y sólo acepto que las haya de áspera o dificultosa pronunciación. Según aquella doctrina, las mujeres feas estarían excluidas de la buena sociedad. Esta, como el Diccionario, sería sólo para las bonitas.

Trae el Diccionario no pocas voces, en mi concepto, pésimamente definidas. He escogido algo   —VIII→   más de una docena entre las que encuentro que urge sean corregidas por la docta corporación.

En punto a vocablos científicos, únicamente considero aquellos de los que nadie prescinde en la conversación social. Verdad que penetrar en tan abundoso campo habría sido para mí labor complicadísima, dada mi incompetencia científica, y hasta ajena a mi propósito. Esta tecnología puede afirmarse que reclama un Diccionario especial y abultadísimo.

Soy parco en abogar por la admisión de anglicismos y galicismos. Sólo trato de aquellos que se han impuesto ya en el lenguaje, y para los que no hay policía que alcance a expulsarlos de casa, amén de que algunos de ellos son precisos por no existir en castellano voz equivalente, como sucede con las palabras revancha, sport y otras pocas.

He creído que carece de objeto determinar en las papeletas la condición analógica de los vocablos, así como el ser muy explícito en las definiciones. En el Diccionario se encuentra la voz originaria de las dos terceras partes de papeletas, y a él tiene forzosamente que acudir el lector que se proponga convencerse de la necesidad de admitir las derivadas que yo propongo.

Declaro que en el orden o catalogación de papeletas no he andado muy escrupuloso, por falta de tiempo que dedicar a minucias. Esa formalidad estricta queda para los diccionarios. Casi puedo decir que, en cada letra, van a granel los vocablos.

En materia de limeñismos (y hasta de peruanismos y quichuismos) he cuidado de consagrar papeleta sólo a aquellos que cuentan con siglos de existencia, lo que hace ya imposible su desaparición en el lenguaje peruano, y que sin escrúpulo han sido empleados por los más cultos escritores sudamericanos. Disfuerzo y disforzarse, piquín y   —IX→   piquinear, liso y lisura, tetelememe y chichirimico son los únicos limeñismos (entre más de doscientos que habría podido apuntar) que, a mi juicio, merecen entrada en el Léxico con mejor derecho que las voces de germanía. Son vocablos que se leen en diversos libros referentes al Perú, y cuya significación en vano buscaría el lector que no haya estado en Sud-América, si el Léxico no la contuviera.

Tratándose de quichuismos valdría más que en el Diccionario no se consignasen, si ha de persistir la Academia en aceptarlos con cargo de reforma ortográfica, como ha hecho con nuestras voces quechua, cachua, cachapari, jora, haravico, etc. Desde que ninguno de los señores académicos ha vivido en los pueblos sudamericanos donde predomina el quechua, y por consiguiente aprovechado la oportunidad para estudiarlo, mal podemos acatar imposiciones antojadizas. No se puede legislar sobre lo que se desconoce. Si así se teje, es mejor que se deje.

Patente de fatuo merecería si conceptuase que todas las papeletas que exhibo han de merecer, indefectiblemente, la aceptación académica. No son más que piedrecitas talladas, y es claro que en muchas habrá estado poco o nada diestro el lapidario.

Otros escribirán librejos como el mío, aumentando en algunos centenares, y quizá millares, las papeletas. Que sea en buena hora.

Tampoco aspiro a que todas mis definiciones de vocablos sean de indiscutible exactitud. Muchísimas habrá que exijan ampliación o reforma.

Tengo (entre otras, seguramente) la inofensiva chifladura de que cuando encuentro una palabra, en la conversación o en mis lecturas, que me parece necesaria o apropiada, y que no se halla en el Diccionario, sin pérdida de minuto la consigno en   —X→   mi cartera de apuntes, para después estudiarla y alambicarla. Tal es el origen de este librito, para el que he puesto a contribución también, entre otros americanos aficionados a la Lexicografía castellana, autores como Bello, Irisarri, los Cuervo, Baralt, Pichardo, Miguel Macías, Merchán, Eduardo de la Barra, Zorobabel Rodríguez, Alberto y Fidelis del Solar, Amunátegui Reyes, Juan de Arona, Seijas, Batres Jáuregui, Alberto Membreño, Carlos Gagini, Santiago Barberena, Ferráz, Pablo Herrera, Carlos Tobar, Pedro Fermín Ceballos, Daniel Granada, Washington Bermúdez, Ernesto Quezada, Carlos Martínez Vijil, García Icazbalceta, Rivodó y muchos más que a mi memoria escapan. He tenido también sobre mi mesa de trabajo el reciente Diccionario de Toro y Gómez, utilizándolo no poco, a la par que los de Salvá, Domínguez, Barcia, Fernández Cuesta etc.

Con estas papeletas abro a la Real Academia campo para que destruya la que yo llamé mi axiomática frase de que el Diccionario es un cordón sanitario entre Esparza y América. Y la destruirá si, como me dan a entender mis esclarecidos compañeros y amigos don Eduardo Benot, don Juan Valera, don Benito Pérez Galdós y don Daniel de Cortázar, domina ahora en la docta corporación espíritu de liberal confraternidad para con los pueblos hispano-americanos. Créalo la Academia. Su acción, más que la de los gobiernos, puede vigorizar vínculos.

Lima, Agosto de 1903.





  —3→  

ArribaAbajoPapeletas


ArribaAbajo- A -

Abanderizamiento - Viene del verbo abanderizar, y no es lo mismo que el abanderamiento que trae el Léxico, derivado del verbo abanderar.

Abaratamiento - Es frase corriente el abaratamiento de los víveres, por ejemplo, así como se dice el encarecimiento de la carne o del pan.

Abarrajarse - Resbalar y caer de bruces, lanzarse en la vida airada. «Se abarrajó el caballo en la carrera», es locución muy usada.

Abarrajamiento - «fulano está en completo abarrajamiento» decimos, en América, para expresar que una persona ha perdido todo sentimiento de decoro.

Abarrotador, a - Persona que abarrota víveres o artículos de comercio. No decimos abarrotero los americanos, como impone el Léxico.

  —4→  

Abdicador o Abdicante - Desde que existe la voz abdicación hay que dar nombre al que abdica.

Abjurante - La persona que abjura.

Abnegadamente - Con desprendimiento, con abnegación.

Abracar - Lo que el Diccionario llama abrahonar, verbo que nadie ha usado en América. Tenemos el refrán «quien mucho abraca mucho aprieta», distinto del español «abarcar mucho y apretar poco».

Abrigador, a - Se dice «este gabán es muy abrigador» o «esta piel es muy abrigadora».

Abrillantamiento - La acción de abrillantar realizada por el abrillantador que trae el Léxico.

Abstencionista - El que se abstiene de opinar, de emitir su voto o de tomar participación en un asunto.

Absurdamente - De manera absurda.

Abellacado, a - «fulano tiene aire abellacado» se usa generalmente.

  —5→  

Abigarramiento - Se dice por lo abigarrado.

Abolicionista - La Academia define que es el partidario de la abolición de la esclavitud. Para mí, abolicionista es el que aspira a la desaparición de alguna ley o práctica injusta o viciosa.

Abogaderas - Argumentos rebuscados y maliciosos. «No me venga usted con abogaderas» es frase que nadie vacila, en mi tierra, para emplearla.

Aborricarse - Embrutecerse. «fulano se está aborricando» es frase corriente.

Aborricado, a - Persona embrutecida. El Diccionario trae abestiado, adjetivo menos usado que el que proponemos.

Abotagado, a - Persona muy gorda, hinchada. Este adjetivo se encuentra en prosadores de los siglos XVI y XVII.

Abulia - Parálisis de la voluntad.

Acaparamiento - Adquisición en gran cantidad de determinado artículo de comercio. Es el oficio del acaparador que está en el Léxico.

  —6→  

Acápite - Decimos en toda América por lo que los españoles llaman punto y aparte. Es imposible desterrar esta voz, que ya tiene la sanción de siglos, sobre todo entre tipógrafos y periodistas. Acápite de carta y acápite de otra cosa, son locuciones no desdeñadas por los prosadores del continente moderno, en vez de párrafo de carta y de capítulo de otra cosa, como impone la Academia. Si para la admisión de un vocablo se necesitara plebiscitaria votación, cincuenta millones de americanos resultarían favoreciendo la palabra acápite. Juan de Arona, en su Diccionario de peruauismos, discurre en defensa de este vocablo.

Acamastronarse - Hacerse camastrón.

Acantonamiento - La acción de alojar en un cantón un cuerpo del ejército.

Acaramelarse - Estar muy fino y emplear muchas dulzuras con una mujer (amer.)

Acaserarse - Encariñarse, habituarse a ser parroquiano o comprador en determinado establecimiento (amer.)

Acaseramiento - Hábito de comprar en determinada casa.

  —7→  

Acatador, a - Persona que acata. Se dice, por ejemplo, «acatador de la ley», y no «acatante de la ley» como quiere el Diccionario que se diga.

Aceitillo - En muchas repúblicas dejamos el aceite para la cocina, y damos el nombre de aceitillo al perfumado que sirve para usos del tocador. La lengua gana con una palabra meramente distintiva. Puede ser que este vocablo no se emplee en las repúblicas del Plata; pero créame el señor Martínez Vigil que es de uso antiguo y muy corriente en el Perú, Chile, Ecuador, Bolivia y otras repúblicas.

Acetileno - El carburo de calcio convenientemente preparado para alumbrar calles y casas.

Acendramiento - Depuración, purificación, limpieza.

Acentuador, a - Persona que acostumbra, al hablar, a acentuar palabras con el fin de que en ellas se fije la atención. «Fulano, en la tribuna, es un gran acentuador», suele decirse.

Acentuadamente - Con marcada acentuación.

Accidentado, a - La Academia no admite, entre las acepciones de esta voz, el que se aplique a los terrenos sinuosos o de variada formación geológica.   —8→   Sin embargo, en muchos altamente reputados escritores contemporáneos, principalmente cuando tratan de campañas militares o discurren sobre temas de ingeniatura y de geografía, encontramos las locuciones accidentes del terreno y terreno accidentado. El académico conde de Casa Valencia, en su librito de viaje por México, escribe: «el territorio que ocupaban los rebeldes era muy accidentado». ¿Por qué tanta resistencia para admitir una acepción ya generalizada, y que en lenguaje científico es de uso constante? Mi respetable y sabio amigo el académico don Eduardo Benot ha escrito: «con vocablos nuevos y con nuevas acepciones progresan las lenguas; el neologismo y el ensanche de acepciones constituyen las dos fuentes principales de ese progreso». Y el autor del inmortal libro Arquitectura de las lenguas es autoridad universalmente acatada.

Acriollarse - Adquirir un extranjero los hábitos del criollo o hijo del país (amer.)

Acriollado, a - Extranjero que ha llegado a apropiarse las costumbres criollas.

Acreencia - Es la suma que un acreedor reclama. «Mi acreencia es de mil pesos», dice un litigante, por ejemplo.

Activador, a - Persona que activa: activador de juicios, de expedientes, se dice generalmente.

  —9→  

Acolitar - Funcionar como acólito en el templo; acompañar a una persona para la consecución de un propósito. El escritor mexicano García Icazbalceta, en su discurso sobre provincialismos, abobó por la admisión de este verbo, así como por la de los verbos agredir, festinar, extorsionar, presupuestar, dictaminar y traicionar. Los dos últimos, después de mucho golpear la puerta de la Academia, acaban de tener entrada en el Diccionario.

Acomedirse - Adelantarse a prestar un servicio que no se nos ha pedido (amer.). El Diccionario trae el verbo comedir, con significación distinta a la de acomedirse.

Acomedimiento - Servicio prestado por pura oficiosidad. El Diccionario impone comedimiento, sin derivar la voz de comedir. Yo creo que debe venir de acomedirse.

Achira - Planta americana que produce una especie de boniato o camote muy agradable.

Acholarse - Intimidarse, acortarse. Este americanismo se funda en la timidez característica de nuestros indios, cuando se ven forzados a hablar con la autoridad o con personas de superior categoría (amer.)

Adefesiero, a - El señor Martínez Vigil, ilustradísimo escritor uruguayo, al impugnar este adjetivo dice que bastaría con llamar tonto o disparatador   —10→   al que incurre en adefesios. El adefesio, que el Diccionario define, dista mucho de ser un disparate. Una persona nos cuenta, por ejemplo, que la miel es dulce, y no ha dicho un disparate, pues en realidad la miel es dulce, sino un adefesio, algo así como una candidez. Al que comete tonterías está bien que se le llame tonto; al que incurre en sandeces, sandio; al que dice candideces, cándido; al que ensarta necedades, necio; al que disparata, disparatador o disparatero, como muchos cultos decimos. Cree el señor Vigil que adefesiero es adjetivo de mal gusto. Como sobre gustos nada hay preceptuado, al mío me atengo, que debe ser pésimo cuando abogo por un adjetivo filológicamente bien formado. El sustantivo adefesio no tendría razón de ser en el lenguaje, y menos en el Diccionario, si al que incurre en adefesios se le llamara zopilote, bellaco, tonto, imbécil, mentecato, etc. No sé si adefesiero es adjetivo usual en las repúblicas del Plata, donde probablemente tampoco se habrá aclimatado el sustantivo; pero me consta que lo es en los diversos países americanos que he visitado.

Adefesieramente - En uno de mis libros he escrito, refiriéndome a una mujer, que iba adefesieramente vestida, pues no encontraba ni encuentro forma de expresar mi pensamiento con mayor concisión y claridad.

Adivinatorio, a - «fulano tiene poder adivinatorio» es frase corriente.

  —11→  

Adjetivador, a - «Pluma muy adjetivadora» decimos por la de algunos escritores pródigos en adjetivos.

Adjuntar -Si adjunto, según la Academia, es lo que va o está unido a otra cosa, así como el agregado a una legación o embajada, no encuentro lo que haya de impropio o de forzado en verbo de tan general empleo en el estilo de oficinas. Juan Montalvo, en el cap. XXV de su Quijote, escribe: «puede su señoría adjuntar a su séquito a mi sobrino».

Adulete - El adulón, sobre ruin, ridículo (amer.)

Adonizado, a - El hombre que presume de ser un Adonis en belleza física. Presumir de tener figura o estampa I.

Adoptado, a -El prohijado por el adoptante que encuentro en el Diccionario.

Adormecedor, a - Suele decirse que «tiene fulano conversación adormecedora», y no parece mal dicho.

Afarolarse - Exaltarse.

Afarolamiento - Exaltación.

  —12→  

Afrancesamiento - Acción de afrancesarse.

Ahuesarse - Pasar mucho tiempo sin que se venda un artículo u objeto en una tienda. Dar muestra de aptitudes, y no hacer después cosa de provecho. «fulano se ahuesó como escritor», por ejemplo, es americanismo muy corriente.

Agazapamiento - Acción de agazaparse.

Aglomerador, a - Persona que aglomera.

Agónico, a - El período y hora de la agonía en el moribundo.

Agredir - Acometer a una persona. En el lenguaje jurídico americano y en los códigos de las repúblicas es muy empleado este verbo.

Agrandamiento - Acción de agrandar.

Agregable- Lo que puede agregarse.

Aguantador, a - Persona que tiene flema o aguante. «No tengo carácter aguantador», es locución frecuente.

  —13→  

Ajedrecista - Jugador de ajedrez. Más castizo y gramatical me parece el vocablo americano que el ajedrista empleado por un notable escritor de España.

Ajesuitarse - Imitar a los jesuitas.

Ajesuitado, a - Persona que tiene aire y costumbres de jesuita.

Ahuyentamiento - Acción que ejecuta el ahuyentador del Léxico.

Alarmador, a - Lo que produce alarma. El Diccionario trae solo alarmista, con relación a la persona que alarma. Un ruido puede ser alarmador, pero no alarmista.

Alarmante - Lo que alarma. Tan usado es este adjetivo como el anterior.

Alambicador, a - Dícese figuradamente por la persona que sutiliza demasiado, que alambica las ideas ajenas.

Albuminado - Dícese por el papel u otro objeto en cuya fabricación se haya empleado albúmina.

  —14→  

Albazo - Saludo matinal que con música, vivas y cohetes se hace a una persona en el día de su cumpleaños en los momentos en que despunta el alba, o a un santo en la puerta del templo en que ha de celebrarse su fiesta. Con el título de Albazo al glorioso San Antonio de Padua, encuéntrase en la Biblioteca Nacional un cuadernito de 32 páginas en 8o, impreso en Lima en 1688: contiene la novena del santo y unas décimas en su loor. Apuntamos esta cita en comprobración de que la palabra albazo era ya usada en el siglo XVII. Tal vez no sea americanismo sino voz castellana traída por los conquistadores y olvidada ya en España, pero que se conserva en varias de nuestras repúblicas sin tendencia a desaparecer.

Alcaldesco, a - Propio del alcalde. Conducta alcaldesca, procedimiento alcaldesco, son locuciones corrientes.

Alguacilesco, a - Repetimos lo escrito en la anterior papeleta.

Alcanforado, a - Baúl alcanforado, caja alcanforada. Quizás sería más correcto decir baúl canforado y caja canforada.

Alcoholizado, a - Hombre alcoholizado, mujer alcoholizada.

Alcoholizarse - El verbo alcoholizar, que trae el Diccionario, no admite la acepción de 'embriagarse'.

  —15→  

Alentador, a - Persona que alienta, que estimula.

Alechuzarse - «fulano va en camino de alechuzarse» (parecerse a la lechuza) es frase corriente.

Alfombrado - El conjunto de alfombras en una casa. «El alfombrado del dormitorio, por ejemplo, «se ha hecho con mejor gusto que el de los salones».

Alienado, a - Atacado de enfermedad mental. Si el Diccionario trae alienista (médico) ha debido admitir también al alienado, pues ambas palabras han pasado del lenguaje científico al social.

Alienación - Enfermedad cerebral, locura. Si se acepta al enfermo, como se ha aceptado al médico, no hay por qué excluir la enfermedad.

Alimentador, a - Hay madre que es alimentadora de vicios en sus hijos, leímos hace poco, y nos parece culta y correcta la frase. Alimentador de esperanzas, y alimentador de embustes, son locuciones del lenguaje corriente.

Almanaquista - Voz despectiva con la que expresamos que una persona se ha ilustrado leyendo almanaques.

  —16→  

Almidonería - Establecimiento donde se elabora el almidón.

Almizclado - Mezclado con almizcle.

Altruismo - Doctrina fundada en el amor y en el bien de nuestros semejantes.

Altruista - El que profesa o predica el altruismo.

Alopáticamente - Conforme al sistema alopático.

Alternabilidad - «La alternabilidad en el cargo» es frase general.

Alternable - Lo susceptible de alternación.

Altiplanicie - Meseta. Altiplanicies andinas, por ejemplo, decimos en América.

Alojador, a - Lo mismo que aposentador, a.

Amacio, a - Mancebo, manceba (amer.)

Amaciato - Amancebamiento.

  —17→  

Amadamarse - Lo mismo que adamarse.

Amadamado, a - Lo mismo que adamado.

Amadrinadora - La que sin ser madrina ampara, defiende o disculpa.

Amadrinamiento - Acción de amadrinar.

Amadrinar - El verbo está en el Diccionario, pero con la sola acepción que le dan los ganaderos, y la de patrocinar la deja al verbo apadrinar. Si oyéramos a una dama que, por dársela de purista, dijese: «yo apadrino a este muchacho», le contestaríamos sonriendo: «perdone usted, señora, y no usurpe derechos a su marido: usted amadrina, pero no apadrina» .

Amancay - (Del quechua.) Flor amarilla, parecida a la azucena, que se produce en algunos cerros del Perú.

Amasado, a - Para eso existe el amasador. El Diccionario trae también el adjetivo amazacotado, en el cual me choca que, viniendo de masa, se haya cambiado la s en z.

Amartelamiento - Exceso de galantería o rendimiento amoroso. Es el amartello que dicen en Italia.

  —18→  

Amenguador, a - La persona que amengua virtudes o méritos ajenos.

Amenizado, a - Conferencia amenizada, acto amenizado, etc. El adjetivo ameno no tiene aplicación en estos y otros ejemplos.

Americanizar - Este verbo reúne las mismas condiciones que el españolizar que trae el Diccionario. Vale algo más que éste, pues representa un continentalismo. A propósito: trayendo el Léxico la voz americanismo, no hay porqué excluir los vocablos centro-americanismo, argentinismo, mexicanismo, bolivianismo, etc., ni los verbos cubanizar, chilenizar, peruanizar, etc., ni las palabras americanizador, colombianizador, etc.

Americanizado, a - Este adjetivo es de la misma cepa que el españolado y el españolizado del Diccionario.

Americanización - La acción de americanizar.

Ametrallador - El que ametralla. Metafóricamente llamamos ametrallador del pueblo al gobernante que emplea la artillería para dispersar a la turba vocinglera.

Amolar - En la acepción de fastidiar o de ocasionar perjuicio, es americanismo generalizado.

  —19→  

Amoratar - Dar color morado. «Tener la cara amoratada por consecuencia de un golpe».

Amordazado, a - Que se le ha puesto mordaza. «La prensa está amordazada» es una de tantas locuciones corrientes. La acepción segunda que da el Diccionario al verbo amordazar - 'maldecir' o 'morder' - debería eliminarse por muy anticuada.

Amordazador, a - «Amordazador de la prensa», por ejemplo, y «ley amordazadora del pensamiento».

Amueblado, a - «Casa amueblada» se dice generalmente, aunque sería más castizo decir casa amoblada.

Anaco- (Del quechua.) La definición de esta palabra en el Diccionario es completamente falsa. El anaco no es el peinado de las indias sino el brial o pollera.

Analfabeto, a - Persona que desconoce el alfabeto, que no ha aprendido a leer.

Analfabetismo - Condición individual o social de ignorancia y atraso.

Analfabético, a - Lo que se refiere al analfabetismo.

  —20→  

Anarquizador, a - Es la persona que anarquiza.

Anarquista - Es el partidario del anarquismo. La Academia lo llama «promovedor de la anarquía».

Andantino - Trayendo andante el Diccionario, como término musical, se impone el andantino.

Andarivel - Aparato de cuerdas usado por los marinos y los arquitectos.

Androginisino - Cuerpo de teorías sobre los andróginos.

Andino, a - La Academia ha incorporado últimamente en el Diccionario este adjetivo. Debería hacer lo mismo con las voces cisandino y trasandino, que usamos en el Perú, Ecuador y Bolivia como muy precisas en el lenguaje.

Anego - Decimos, en América, por lo que el Diccionario llama anegación y anegamiento. Anestesiar - Privar de sensibilidad por medio de anestésicos.

Anexionar - Las cosas se anexan, los pueblos se anexionan. La Academia, para ser lógica con   —21→   su resistencia a admitir el verbo anexionar, debió rechazar el sustantivo anexionista que aparece en el suplemento de la última edición del Diccionario, y poner anexista, que viene de anexar, como anexionista viene de anexionar.

Anexionismo - Doctrina o partido favorable a la anexión.

Anticucho - Trocitos de hígado de vaca, atravesados por una cañita que, después de asados y condimentados con ají comen, desde hace tres siglos, los muchachos y los peones de chacra en la costa del Perú. Don Felipe Pardo y Aliaga, académico, ha usado el vocablo en uno de sus artículos de polémica en defensa de su Espejo de mi tierra. El anticucho y el choncholí fueron importados a América por los esclavos traídos de la costa de África, así como el uso del onfacomeli (palabra que se encuentra en el Diccionario) y que era aguardiente con miel.

Anticuchero, a - La persona que asa y vende los anticuchos. También se llama anticuchero al que los come con frecuencia o con exceso.

Anilina - Alcaloide colorante.

Antipirina - Medicamento moderno para los nervios.

  —22→  

Antipatizar - Lo contrario de simpatizar. En la prensa de México y repúblicas centroamericanas es frecuente leer estas frases: «antipatizamos», «hubimos de antipatizar»y otras. Nada hay de forzado en la formación de este verbo.

Anti - No escribiríamos esta papeleta si la Academia, después de consignar en el Diccionario la preposición que significa contrariedad u oposición, declarara que son bien formadas las palabras a que dicha preposición antecede. Ya que figuran en el Léxico Anticristo, antiafrodisíaco, antisocial, anticrítico, etc., bien merecen lugar, por ser de uso muy constante, antilegal, anticonstitucional, antipatriótico, anticatólico, antirreligioso, antiliberal, antisemita, antipolítico, antigramatical, antidiplomático, antirradical, anticristiano, antijesuita, antiproyecto,

antiproyectista y algunas más. No ha mucho que un critiquizante de la prensa chica, apoyándose en la autoridad del Diccionario, atacó a un diputado amigo mío porque éste dijo que presentaría un antiproyecto, es decir un proyecto contrario al que se discutía, y se fundaba el zoilo en que la palabra que trae el Léxico es anteproyecto y no antiproyecto. Hay que bendecir a Dios porque consiente que los panaderos amasen pan para alimentar idiotas.

Antecristo - El Diccionario dice que es lo mismo que anticristo. ¿Están ustedes seguros, señores académicos? Para mí el uno significa anterior a Cristo, y el otro contrario a Cristo.

Apandorgarse - Apoltronarse.

  —23→  

Aperlado, a - De color perla.

Apellidado, a - «El apellidado Martínez y, la apellidada López fueron pasados á la cárcel».

Apersonamiento - Tiene la acepción jurídica de presentarse por sí o por encargo de otro.

Apiri - (Del quechua.) Peón de minas en Sud-América.

Apicultor - Criador de abejas.

Apologizar - Hacer una apología. Siendo de uso correcto historizar y panegirizar, no choca este verbo.

Apremiado, a - Jurídicamente es la persona a quien el juez hace notificar auto de apremio.

Aporreador, a - Persona que aporrea.

Apostador, a - Persona que apuesta.

Apostrofador, a - Persona que apostrofa.

  —24→  

Aprovisionar - Proveer de víveres a una escuadra, a un ejército, a una plaza.

Aprovisionamiento - Provisión de víveres y demás elementos que necesitan los buques, cuerpos de ejército, población, etc.

Aprovisionador, a - La persona o casa comercial que provee.

Apunarse - Sufrir el malestar propio de las frigidísimas punas (del quechua) andinas.

Apunado, a - El atacado del mal de la puna.

Apuntalador - Persona que apuntala.

Aquilatador, a - Persona que aquilata. Figuradamente se dice que la crítica es aquilatadora de palabras.

Arranquitis - La pobreza extrema, la miseria. «Padecer de arranquitis crónica», decimos familiarmente en América por quien no tiene probabilidad de mejorar de fortuna. En Cuba dicen arranquera y no arranquitis como en otras repúblicas.

Arrasador, a - «Huracán arrasador de sementeras» es locución corriente.

  —25→  

Arrimador, a - Falta en esta palabra la acepción de persona que arrima.

Arrieraje -Así llamamos en América al gremio o colectividad de arrieros. El Léxico lo llama arriería.

Arenillero - Lo que en España llaman salbadera.

Arreador - No es sólo el que arrea el ganado sino también el látigo o fusta que emplea.

Arirumba - (Del quechua.) Una flor americana muy estimada por los indios.

Aristocratizar - Imponer ideas, costumbres, o régimen aristocrático.

Armonizador, a - Persona que armoniza con las ideas ajenas.

Articulador, a - En lenguaje jurídico es la persona que fácilmente encuentra artículos que oponer a los de la parte contraria.

Arrunflador, a - La persona que, en el juego, arrunfla las cartas.

  —26→  

Ascensor - Aparato moderno para subir a los diversos pisos de un edificio.

Aserruchar - Cortar con serrucho, lo que es distinto de aserrar.

Asegurado, a - La persona que tiene una póliza en compañía o sociedad de seguros.

Asimilador - Persona que asimila.

Asilamiento - No siempre ha de decirse asilo. «Estas medidas de la autoridad motivaron mi asilamienio, etc.» leemos en un documento de contemporáneo interés.

Asfixiante - Lo que puede producir la asfixia, como una atmósfera viciada o el gas en una habitación.

Asorocharse - Sufrir del soroche (voz quechua) en las cordilleras andinas, sufrimiento que, en ocasiones, produce la muerte del viajero.

Asorochado, a - Atacado de soroche.

Atendedor, a - La persona que, en las imprentas, atiende a la lectura que hace el corrector de   —27→   pruebas, llamándole la atención sobre lo que no está conforme con el original.

Atenuador, a - No siempre es lo mismo que atenuante.

Atentatorio, a - Lo que ataca nuestro derecho.

Atragantamiento - El hecho de atragantarse.

Aturrullador, a - Persona que aturrulla.

Avalancha - Este galicismo, por lo generalizado, podría coexistir en el Léxico con la palabra alud que muy pocos escritores emplean.

Avecindable - Terreno propio para ser poblado.

Aventurador, a - Que aventura. Es distinto del aventurero.

Avinca - (Del quechua.) Especie de calabaza americana.

  —28→  

Augurador, a - Que augura. Se diferencia del agorero.

Aupador, a - La persona que aúpa o ayuda a otra a subir.

Auroral - Lo que se refiere a la aurora.

Auscultador, a - La persona que ausculta.

Autodidaxia - La facultad de aprender algo sin maestro.

Autoctonía - El Diccionario sólo trae autóctono.

Automovilismo - Nuevo sistema de locomoción.

Autoritativo, a - Que encarna autorización.

Ayrampo - (Del quechua.) Planta tintórea originaria de América.



  —29→  

ArribaAbajo - B -

Bachicha - Llamamos así, en varias repúblicas de América, al italiano de baja ralea, como gringo al inglés, gabacho al francés, portuchao al portugués, y chápiro o chapetón al español.

Badulacada - Acción propia de un badulaque, sustantivo que está en el Diccionario.

Badulaquear - Hacer badulacadas.

Bajonazo - Estocada con la que se degüella a un toro.

Bagre - Pequeño pez que se encuentra en muchos ríos de América. Figuradamente decimos «es un bagre» por la mujer fea y despreciable.

Bagrero- El que con frecuencia enamora mujeres feas y sin mérito.

Bagual - Caballo salvaje o muy bravo.

  —30→  

Baldado, a - El Diccionario trae la voz, pero sin la acepción de tullido o inutilizado para caminar.

Balotaje - La votación, por balotas blancas y negras, usada en los congresos, universidades y otras corporaciones. Este sustantivo es de uso general en nuestras repúblicas, y frase de fórmula en la redacción de actas es: «el balotaje dio tantas balotas blancas y tantas negras».

Bandolerismo - Dominio u organización de bandoleros. Cuando los periodistas quieren exajerar una situación escriben: «estamos o vivimos en pleno bandolerismo».

Bastillar - Coser la bastilla de un pañuelo o de otra pieza de género. «-¿En qué se ocupa fulana? - En bastillar pañuelos». Más natural es esta contestación que «en hacer o coser la bastilla de pañuelos».

Baticola - Lo que el Diccionario llama sotacola y ataharre, palabras desconocidas en América.

Bausa - Ociosidad, holgazanería. Es corriente decir: «fulano está empleado en la muy distinguida casa de Ocio, Bausa y compañía».

Bausán, a - Así llamamos en América a la persona que vive siempre en el ocio. Esta acepción   —31→   falta en el Diccionario, pues ni al bobo ni al necio lo llamamos bausán los americanos.

Bebendurria - Borrachera, americanismo generalizado.

Benedicente - El que habla bien del prójimo, y también se emplea en la acepción de hablar correctamente.

Beneficente - El Diccionario sólo trae el superlativo. No siempre hay propiedad en llamar benéfica a una sociedad de beneficencia. Una píldora puede ser benéfica; pero no beneficente, y menos beneficentísima.

Bestializar - Pretender convertir en bestias a los hombres. Un orador político dijo en la tribuna parlamentaria: « para que sea realidad ese propósito, sería preciso bestializar antes al pueblo». El neologismo cayó en gracia y se ha generalizado.

Bestializador, a - La autoridad que bestializa, cerrando escuelas o prohibiendo la circulación de libros y periódicos.

Besuqueo - La acción de besucar que realiza el besucador que trae el Léxico.

  —32→  

Bibliótafo - Sepulturero de libros; el bibliómano o bibliófilo egoísta que no se aviene a que otro lea el libro raro que él posee, y que a nadie comunica datos adquiridos en la lectura de ese libro.

Bimetalismo - Doctrina financiera que, en las transacciones comerciales, da igual importancia al oro que a la plata.

Bimetalista - Partidario del bimetalismo.

Bisemanal - Dos veces en la semana.

Bloqueador, a - «La fragata bloqueadora», «los buques bloqueadores», son frases corrientes.

Bochornosamente - Con bochorno.

Bohemio - Falta la acepción única (salvo la de 'nacido en Bohemia') en que hoy se emplea la palabra. Hoy se llama bohemios a los jóvenes artistas y literatos que revelan aptitudes y que, a la vez, llevan vida poco ordenada.

Bohemia - Hoy es el conjunto de bohemios.

Boleto - Lo que el Diccionario llama boleta. Nadie en América compra boleta de teatro, de plaza de toros o de ferrocarril, sino boleto. También   —33→   damos este nombre a una excepción firmada por la autoridad.

Boletero, a - La persona que vende los boletos.

Boletería - Local donde se hace el expendio de boletos.

Bolivianizar - Ejercer propaganda en favor de Bolivia.

Bolivianizador, a - Persona que bolivianiza.

Bolivianismo - Afecto por esa nacionalidad.

Bolivianizado, a -El nacionalizado en esa república y el extranjero que defiende las instituciones y costumbres de Bolivia.

Bonanciblemente - Con bonanza.

Bondadosamente - Tal vez por distracción no se ha puesto la voz en el Diccionario.

Bombardeador, a - Es corriente decir «la nave bombardeadora».

  —34→  

Bombástico, a - Ampuloso, redundante. Se aplica generalmente al estilo.

Bono - Papel fiduciario, tarjeta que dan a los pobres algunas personas o instituciones humanitarias. «He sido pagado en bonos de la deuda interna» es frase corriente, así como «Tengo bonos de la hermandad X para que me den pan, carne y arroz».

Bordeable - Que permite dar bordadas.

Borrachería - Es en muchos pueblos de América la taberna o establecimiento en que se expende licor. Falta esta acepción en el Diccionario.

Borrable - Que puede o debe borrarse.

Borroneador, a - Persona que borronea.

Bosquejador, a - Que bosqueja. Así se dice: «fulano no pasa de ser un bosquejadoz, pues empieza y no concluye un trabajo».

Botonar - Poner botones.

Boycotear - Comprometerse una mayoría de vecinos para no comprar en determinado establecimiento. El vocablo es de modernísima introducción en el lenguaje; pero se ha hecho preciso, porque   —35→   no hay en castellano verbo que exprese con más concisión la idea.

Boycoteo - En ocasiones se ha extendido el boycoteo o acción de boycotear a los mercaderes de tal o cual nacionalidad, por causa de alguna rencilla social o política. La palabra nació de una confabulación popular para no comprar en los almacenes de un mister Boycot. Cayó el vocablo en gracia, y se ha generalizado.

Braceador, a - Persona que al caminar mueve mucho los brazos.

Bragueta - Si el pulcro escritor que me criticó el haber apuntado esta palabra entre mis neologismos y americanismos se hubiera antes tomado el pequeño trabajo de hojear el Diccionario, habría encontrado que nada tiene de malsonante la voz, y a mayor abundamiento habría saltado a sus ojos el adjetivo braguetero: No apunté bragueta porque faltara en el Léxico, sino porque creo que no merece exclusión el refrán americano «hablar como el gigante por la bragueta», frase muy expresiva nacida de que, en las fiestas del Corpus, se exhibían figurones de tres varas de altura, y la voz del hombre que iba dentro del muñeco salía por la bragueta. El refrán tiene ya siglos de existencia en América y no está llamado a desaparecer; pues hoy mismo es frecuente oír en la conversación familiar, como reproche a quien nos habla de algo que ignora en realidad, pero que presume saber: «estás hablando, como el gigante, por la bragueta».

  —36→  

Brequero - El empleado de ferrocarril conocido en España por guardafrenos.

Bubónico, a - Lo relativo a los bubones y a la peste bubónica.

Buñolería -Tienda en que se venden buñuelos.

Burdelesco, a - Propio de burdel.

Burocracia - Desde que ya figuran en el Diccionario los vocablos buró y burocrático no hay motivo para excluir a la burocracia.




ArribaAbajo - C -

Caballada - Admitidos por la Academia nombres colectivos como vacada, yeguada, boyada y otros, no hay por qué no considerar la voz caballada de tan preciso empleo en la milicia. Oficial de caballada se llama al que, en la vida de guarnición, cuida de los caballos del regimiento cuando son llevados a forrajear en el campo. También decimos «es una caballada», por una acción grosera. En la palabra caballo trae el Diccionario este refrán: «a caballo presentado o regalado no hay que mirarle el diente».   —37→   Es probable que haya habido errata de imprenta, porque el refrán es «a caballo prestado etc.». También decimos en América «a caballo adquirido no hay que mirarle el diente».

Cablegrama - Despacho transmitido por el cable marítimo. Lo nuevo reclama la formación de la palabra que lo exprese, aparte de que entre cablegrama y telegrama es obvia la diferencia. El primero es el despacho que se trasmite por el cable marítimo, y el segundo el que se hace por los hilos de alambres eléctricos. Así, cuando decimos que hemos recibido un cablegrama, damos a la vez la noticia de que el despacho nos ha llegado por vía marítima. También se escribe en algunos periódicos kalograma, dando al vocablo raíz griega. Indudablemente que cablegrama es más castellano y más generalizado. Carácter histórico tiene ya, en varias repúblicas, un reciente conflicto político conocido por la cuestión del cablegrama. Hay otro argumento en favor de la palabra, y es éste: «Cuando monsieur Daguerre alcanzó a fijar, en plancha metálica, la imagen con auxilio del rayo solar, su descubrimiento (más que invento), se bautizó con el nombre de daguerrotipo. Corriendo los años vinieron otros inventos a mejorar el daguerrotipo, y a todos se les ha aplicado nombre distinto, como a la fotografía, hija del daguerrotipo, así como el cablegrama ha llegado a ser fruto del telegrama, y como el inalámbrico (o como llegue a denominarse el invento que aún está por generalizarse) lo será de aquellos».

Cablegrafiar - El Diccionario trae telegrafiar.

  —38→  

Cablegráfico, a - Lo que se refiere al cablegrama.

Cablegrafista - El empleado que trasmite el despacho.

Cábula - No es la cábala que define el Diccionario como 'cálculo supersticioso para acertar'. Lo que en América llamamos cábula es ardid, maña, algo de ingenioso cálculo.

Cabalista - El que recurre a cábulas o ardides.

Cacica - El Diccionario sólo admite al masculino; pero en los cronistas de Indias se encuentra muy usado el femenino, como que hubo pueblos gobernados por la cacita.

Cacharpari - (Del quechua.) Figura el vocablo en el último Diccionario, pero alterado en su ortografía. La palabra no es cachazpari sino cacharpari. Además, la Academia la define como 'convite nocturno'. El cacharpari es, precisamente, matinal.

Cacharpas - (Del quechua.) Trebejos, cosas usadas y de poco valor.

Cachivachero, a - Persona que aglomera o vende cachivaches.

  —39→  

Cachivachería - Conjunto de cachivaches y tienda donde se comercia en la compra y venta de cachivaches. Algo he discurrido sobre la propiedad de esta palabra en el prólogo de mi libro Cachivaches.

Cachetada - Golpe que con la mano abierta se da en la mejilla. No decimos, como en España, dar un cachete sino dar una cachetada, y lingüísticamente discurriendo nuestro vocablo es de la misma cepa de trompada, bofetada, patada, puñalada, etc.

Cachua - (Del quechua.) Baile popular de los indios en el Perú, Bolivia y Ecuador. Figura esta voz en la última edición del Diccionario, pero acentuada en forma que la desconocemos. La Academia, autocráticamente, ha resuelto que escribamos y pronunciemos cachúa. Valdría más que hubiera dejado el vocablo en el Limbo.

Cachuar - Bailar cachua.

Cachucho - Damos este nombre a una pequeña embarcación, generalmente usada por los pescadores. La Academia la llama cachucha.

Calabacear - Lo que el Diccionario llama dar calabazas; pero el verbo está muy generalizado. «Me calabacearon en el examen» es locución corriente entre los escolares americanos.

  —40→  

Calabozazo - En los colegios y en los cuarteles es sufrir la pena de ser encerrado en el calabozo.

Calabocero - El custodio de los calabozos.

Calefactor - Aparato de calefacción.

Caliche - Aunque la voz está en el Léxico, no trae la acepción de 'nitrato de sosa' que en América tiene.

Calichera - El lote de terreno que se explota por las empresas o mercaderes en nitrato.

Camal - Lo que en España se conoce por rastro o matadero de reses. Aunque el Diccionario trae la palabra, no ha considerado esta acepción americana.

Camalero - El empleado en el camal, el matarife y el traficante en ganado para el matadero.

Camareta - Especie de petardo que queman los indios en las fiestas.

Camaretazo - Explosión de la camareta.

  —41→  

Camote - No es un mexicanismo, como cree la Academia, sino un americanismo. «Es un camote» decimos, en muchas repúblicas, por el estudiante de pobre cacumen y por el fraile que predica sermón disparatado. Tener un camote es, en las cinco repúblicas centroamericanas, en México, Perú, Ecuador y Bolivia, lo mismo que estar muy enamorado. En escritores cultos de dichos países hemos leído también la frase estar encamotado, por estar enamorado.

Camotal - Terreno sembrado de camotes.

Canallada - Acción propia de un canalla.

Canallesco, a - Digno de la canalla.

Canallescamente - En forma canallesca.

Canallocracia - El predominio de la canalla.

Canallócrata - El defensor de la canallocracia.

Cancha - (Del quechua.) el Diccionario define que es maíz o habas tostadas. No hay verdad en la definición: la cancha es simplemente maíz tostado.

Canchón - Corral grande o terreno cercado que sirve para depósito de metales, posada de peones o de desahogo en los cuarteles (amer. )

  —42→  

Candelejón, a - Persona tonta (amer.).

Candelejonada - Candidez, tontería.

Candidato, a - El Diccionario sólo admite candidato, sin diferencias de sexo.

Cangalla - En algunas repúblicas se usa esa voz en la acepción de canalla; pero entre los militares se dice por el que nunca dio pruebas de valiente.

Cangallada - Acto de cobardía propio de un militar cangalla.

Cangallera - Ladrón de metales en las minas. Vendedor de objetos a bajo precio (amer.)

Cangrejera - Lugar donde abundan o se crían los cangrejos. Figuradamente se dice: «esto es una cangrejera».

Cantaletear - Repetir las cosas hasta el fastidio: viene de cantaleta (amer. )

Cantimplora - En los ejércitos sudamericanos es una prenda de equipo, por lo regular de hojalata, que sirve al soldado para llevar consigo, en marchas,   —43→   un litro de agua o de aguardiente. La palabra está en el Léxico, pero sin esta acepción.

Capitulear -Formar capítulo, intrigar o conquistar votos para una elección. La Academia llama a esto cabildear. Nuestro verbo es generalizador.

Capitalero - El individuo que se ocupa en intrigas de capítulo y en buscar votos.

Caracha - La sarna (amer.)

Carachoso, a - Persona atacada de sarna.

Carátula - El Diccionario no trae la única acepción que, para los americanos, tiene esta palabra. Para nosotros es la página de portada o de título en un libro. La voz, con la significación que le da el Léxico, es ya un arcaísmo; pues en la misma España nadie dice «quítese la carátula», sino «quítese la careta» y nadie habla de baile de carátulas sino de baile de máscaras.

Carcamán - No es sólo, como define el Diccionario, 'el buque grande y pesado', sino también la persona de muchas apariencias o pretensiones y que, en lo sustancial, es de ignorancia o nulidad suma.

  —44→  

Caricato - En las compañías de opereta el actor que desempeña papeles grotescos. En las de ópera es el bufo.

Caricaturable - Se dice por la persona que merece ser caricaturada.

Caricaturar - Hacer caricaturas «No me vaya usted a caricaturar» es frase que se oye diariamente.

Carilampiño - He encontrado la palabra en varios libros, y creo que bien puede figurar en el Léxico al lado de carifruncido, carigordo, carilargo, carilleno, carilucio, carirredondo, etc.

Cargante - Decimos por la persona fastidiosa y petulante; pues el cargoso que trae el Diccionario cuadra sólo al abusivo en ocasionarnos gravamen.

Carilimpio, a - No me parece impropio el vocablo que he leído impreso.

Carisucio, a - Bastantes plumas doctas lo han escrito.

Carteo - Cambio de cartas. El carteo es muy activo, decimos por dos personas que se escriben con frecuencia, sobre todo entre amantes. Buen   —45→   «carteo tiene usted», decimos a la persona que, en el tresillo o rocambor, revela práctica e inteligencia.

Carnear - En varias repúblicas es matar las reses destinadas a la salazón.

Casado, a - Adjetivo forense que equivale a anulado: viene de casación.

Casticismo - Corrección sintáxica y pureza de vocabulario en un escritor. También hemos visto empleada la locución casticidad de lenguaje.

Cascarillero - El que comercia en cascarilla.

Caspiroleta - Bebida muy agradable que se hace con leche, canela y otros condimentos.

Castellanista - Llámase así entre los indios del Ecuador, Bolivia y Perú al que, desdeñando la lengua o dialecto nativo, habla castellano. En estilo forense, desde el siglo XVI, los jueces consignan, como fórmula en las declaraciones, que compareció fulano, de tal parroquia o distrito, de cual edad, estado y profesión, indio castellanista, etc.

Carretillero - El que maneja una carretilla.

  —46→  

Catarroso, a - Dice el Diccionario que es la persona que habitualmente padece de catarro. No encuentro fiel la definición. Cuando decimos, por ejemplo: «fulano tiene hoy la voz catarrosa», expresamos que no tiene hoy el metal de voz habitual.

Catarriento, a - Este adjetivo americano es el que expresa bien que una persona sufre habitualmente de catarro. Voz catarrienta es la del que padece de esa dolencia, ya constitutiva en el individuo. Estar acatarrado es accidente; pero no lo es ser catarriento.

Catear - En Bolivia, Chile, México y Perú, países por excelencia mineros, es indispensable el uso de este verbo que significa 'expedicionar buscando minas'. El Diccionario trae el verbo, en la acepción general de 'descubrir' o de 'buscar'.

Cateador - El que busca minas.

Cateo - La acción de buscar minas. Desde los tiempos de la conquista se conocen estas tres voces.

Cautivador, a - Tenía Castelar palabra cautivadora.

Caudillaje - A propósito de tal palabra dice Juan de Arona: «los españoles no han tenido necesidad de las voces caudillaje, coloniaje ni esclavatura,   —47→   porque no han tenido en casa, en forma especial o histórica, un sistema de gobierno colonial que duró tres siglos, ni una dotación o encomienda de negros esclavos, ni por último una plaga de caudillos y caudillejos». El Diccionario trae sólo la voz caudillo. Cuando los caudillos organizan un sistema de gobierno, como sucedió en la Argentina durante la dominación de Rozas, entonces está en su apogeo el caudillaje o gobierno de tiranuelos.

Cauchero - La persona que se ocupa en los gomales o explotación del caucho, voz incorporada ya en el Diccionario.

Caudillejo - Caudillo de poco más o menos. Es más bien voz despectiva que diminutiva.

Cáusticamente - Con causticidad.

Cedulario - El volumen en que se recopilan las cédulas reales. Por distracción, seguramente, se ha omitido en el Léxico esta palabra, que es de la misma familia que bulario.

Centralizador, a - Que centraliza. Así decimos gobierno centralizador, constitución centralizadora, etc.

Centralizable - Que puede centralizarse.

  —48→  

Centroamericanizar, centroamericanismo y centroamericanizador - Aunque voces de durísima pronunciación, están en la índole de nuestra lengua. Consolémosnos con recordar que pronunciamos desproporcionadísimamente que es la voz más larga de la lengua castellana.

Censurador - Hay censurador y censor, ambas voces con mala definición, en mi concepto; pues el censurador es el propenso a murmurar o criticar, y censor el que critica sin pasión. Censurador es casi voz despectiva de censor, que con frecuencia es hasta cargo oficial. El censor nos ilustra, pero el censurador con frecuencia nos ofende.

Cenobiarca - El superior de los cenobitas.

Certeramente - Con seguridad, con acierto.

Ciclismo - Sport moderno de bicicletas. En esta definición no encuentro voz castellana con que sustituir la palabra sport. Soy poco devoto de los anglicismos.

Cigarrería - En toda la América llamamos cigarrería a la tienda destinada a la venta de cigarros. En España, donde el Estado acapara el tabaco, se la llama estanco. No tendría sentido común el que los americanos, por acatamiento al Diccionario, empleáramos la misma voz.

  —49→  

Cinematógrafo - Aparato moderno para exhibición de cuadros.

Cisionar - Dividir, crear bandos en una corporación.

Cisionar - División o separación banderiza. La voz está en el Léxico, pero en la acepción de 'cisura' o 'incisión'.

Clarificador - Persona que clarifica, procedimiento para clarificar.

Clasificador - Persona que clasifica.

Clásicamente - En forma clásica.

Clarividencia - Claridad de percepción.

Clarividente - Que ve o percibe con claridad. Muchos escriben clarividencia y claroviedente. Elija la Academia.

Clausurar - Entre las acepciones del sustantivo clausura, trae esta el Diccionario: «Acto solemne con el que se pone término a las deliberaciones de un Congreso, etc.». No hay república de América en la que no se clausuren los tribunales   —50→   de justicia, el año universitario y el cuerpo legislativo. Quizá nos ha parecido a los republicanos poco significativo o chabacano el verbo cerrar, y hemos dado existencia al verbo clausurar cuya formación, pues viene del claudere latino, no riñe con la índole del idioma. El verbo clausurar es (dice el quisquilloso Baralt) necesario y propio, y hay que adoptarlo. Tan cultos como los señores académicos de Madrid son los muchísimos jefes de nación y rectores de universidad que, en sus mensajes y memorias, han empleado el verbo que motiva esta papeleta. Dígolo para los que opinan que sólo debe admitirse una palabra autorizada por el empleo que de ella hiciera la gente culta. Lo que es el verbo clausurar lo conjugamos, a roso y belloso, en América, precisamente los cultos.

Cleptomanía - Manía de robar sin necesidad, por gusto.

Cleptómano, a - Persona que roba por el gusto de robar.

Clerigalla - Conjunto de malos clérigos.

Clerizángano - Llamamos así al clérigo que, por holgazanería, desatiende los deberes de su ministerio.

Clerofobia - Odio al clero.

  —51→  

Clerófobo, a - Persona que odia a la clerecía.

Climatólogo - El que se ocupa en el estudio comparativo del clima de diversos pueblos.

Clubista - Socio de un club. La voz es de la misma familia que el ateneísta del Léxico. Haría bien la Academia en corregir la definición de la palabra club; pues, según ella, club es sólo una sociedad política, y con frecuencia clandestina.

Criollada - Acción propia de criollos.

Criollismo - Sujeción, con frecuencia exajerada, a las costumbres criollas.

Critiquizante - El que critiquiza, verbo que está en el Léxico.

Criminólogo - Voz moderna en el lenguaje escrito o hablado, equivalente al criminalista que trae el Diccionario.

Criminología - El estudio científico del crimen y de la criminalidad.

Criminológico, a - Lo relativo a la criminología. Respecto de estos tres nuevos vocablos, digo con un poeta:

  —52→  

Yo ni combato ni defiendo al hongo;
si todos se lo ponen, me lo pongo.



Coalicionista - Partidario de la coalición.

Coaligado, a - Caudillo, partido o rama de partido que entra en la coalición.

Cobrar - Entre la definición que de este verbo trae el Diccionario y la que le damos los americanos, hay tanta distancia como la que hay entre deber y pagar. Para la Academia, cobrar es percibir uno la cantidad que otro le debe. Para nosotros, cobrar es requerir para el pago. Esa es la tarea del cobrador, empleado ad hoc para recordar al deudor la obligación que de pagar ha contraído. Tanto mejor si cuando cobra le pagan. Para el trampista los cobradores son inútiles. A los comerciantes se oye decir con frecuencia: «Ayer envié al cobrador a cobrar cuentas, y fue tiempo perdido: nadie ha pagado». El mismo refrán que trae el Diccionario -«el mal cobrador hace al mal pagador»- vigoriza nuestra opinión de que una cosa es cobrar o requerir y otra cosa es pagar. Cobrar fuerzas, cobrar confianza, cobrar crédito, cobrar ánimo, son locuciones figuradas en la acepción de adquirir y en la de recobrar.

Cocada - Dulce americano que se hace de cocos. También se da ese nombre a los cuadritos que, en heráldica, se conocen por escaques.

  —53→  

Cocacho - Golpe que con el puño se da en la cabeza. Fréjol cocacho, el fríjol que conserva alguna dureza por mal cocido (amer.).

Cocaví - (Del quechua.) Pequeña provisión de víveres, principalmente de coca, que hacen los indios para un viaje. Dar el cocaví es dar al indio dinero para que se provea de coca.

Cochayuyo - (Del quechua.) Alga marina muy usada en la cocina americana.

Codear - Falta en el Léxico una acepción que este verbo tiene en América: comprometer a una persona para que nos haga un regalo.

Codeo - El codeo se codea con lo que en España llaman sablazo.

Codeador, a - Persona que tiene hábito de codear.

Codificador, a - El cuerpo o persona que forma un código. «La comisión codificadora», se dice, por ejemplo.

Coepíscopo - Dice el Diccionario que es el obispo contemporáneo de otros en una misma provincia eclesiástica. No me parece fiel la definición. Paréceme, que coepíscopo es todo mitrado respecto de   —54→   todos los de igual dignidad, sus contemporáneos. Un obispo de España que se encuentre en sociedad con un obispo de Francia deben recíprocamente considerarse como coepíscopos, esto es, como compañeros o iguales en dignidad.

Cogotudo, a - Ricacho, personaje de pueblo (amer.). Es en muy distinto del copetudo que trae el Léxico.

Cohetería - El establecimiento donde se elaboran y venden cohetes y otros artificios de pólvora.

Colectivismo - Doctrina sobre la colectividad.

Coloniaje - Todo un sistema de gobierno. El adjetivo colonial lo empleamos sólo como calificativo.

Colonizable - Territorio que merece ser colonizado.

Colombianizar, colombianismo y colombianizador - Repetimos lo escrito en bolivianizar, etc.

Combinador, a - Persona que combina.

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Comité - Este galicismo se ha impuesto en el lenguaje, y lo discreto es agregarlo a los muchos ya consignados en el Léxico.

Comadrería - La acción de comadrear, verbo del Diccionario, en el cual se encuentra también la voz compadrería.

Compadrero - Habiendo comadrera, ¿por qué dejar en la calle al compadrero?

Comadrona - El Diccionario sólo trae comadrón; pero es de uso corriente dar el nombre de comadrona a la partera que no ha obtenido diploma de obstetriz.

Comprobatorio, a - Que comprueba. Hay probatorio.

Comprovinciano, a - De la misiva provincia.

Compulsador, a - Persona que compulsa.

Complicador, a - Incidente que complica.

Comulgador, a - Persona que comulga.

  —56→  

Conciliatorio, a - Paréceme más castizo que conciliativo. Por lo menos, en estilo jurídico, se dice juicio conciliatorio, y no conciliativo.

Coucho - (Del quechua.) Restos, heces, sedimento. Beber hasta el coucho es locución equivalente a la de beber hasta dejar al diablo en seco.

Concupiscente - Sensual, lascivo.

Condimentador, a - Persona que condimenta.

Condolencia - La expresión de nuestra pena por la desgracia ajena. Cree la Academia que basta y sobra con la voz pésame. Los diplomáticos usan la frase condolencia nacional, que nos parece preferible a pésame nacional. Discurro que el pésame ('me pesa') es por entero individual y que, al generalizarlo, habría que decir el pésanos ('nos pesa').

Conferenciante - Persona que conferencia o que da conferencia pública.

Confianzudo, a - Persona que se toma libertades o llanezas, abusando de la confianza que se le dispensa.

Confianzudamente - Con extremada confianza.

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Confort - Comodidad, vida regalona.

Confortable - Lo que produce comodidad y regalo.

Confortablemente - Gratamente, con confort. Son tres voces de las que ya sólo puristas muy exajerados prescinden en la conversación.

Confrontador - Persona que confronta. Al que ejerce en aduanas el empleo se le llama confrontador. La Academia sólo ha aceptado confrontante.

Congratulador, a - Que congratula.

Congregador, a - Que congrega.

Congresista - Miembro de un congreso. Es distinto del congregante que trae el Léxico, 'miembro de una congregación', pero que tampoco congrega.

Conjugador - Persona que conjuga.

Conjuntivitis - Enfermedad de la membrana conjuntiva.

  —58→  

Conjurable - Lo que todavía puede evitarse o conjurarse.

Conmemorador, a - Que conmemora.

Conminador, a - Persona que conmina.

Conscripción - Reclutamiento según la ley, y no arbitrario.

Conscripto - El que, en virtud de la conscripción, va a servir en el ejército.

Convencionalismo - Sujeción a procedimientos convencionales.

Continentalismo - Lo que es peculiar de un continente.

Conversador, a - Persona que conversa mucho. El Diccionario sólo trae conversante, voz anticuada.

Conyugicidio - En lenguaje jurídico es el asesinato realizado en el matrimonio por uno de los cónyuges.

  —59→  

Conyugicida - Que mata al cónyuge.

Contralmirantazgo - La Academia ha admitido sólo almirantazgo. En muchas repúblicas, donde no existe la clase de almirante, usamos la voz apuntada.

Contrabandear - Hacer contrabando.

Contraprobar - En el Léxico se halla el sustantivo contraprueba. Apenas habrá verbo más usado que contraprobar, tratándose de pruebas de imprenta. En estilo jurídico es exhibir pruebas en contrario.

Contrapuntear - En América equivale a 'competir' o 'rivalizar', acepción que no trae el Léxico.

Contrapunteo - A contrapunteo, esto es, 'a competencia'.

Control - Registro o libro de cuenta y razón. Marca o sello que se pone en algunos documentos bancarios, comerciales o aduaneros. Comprobación de cuentas.

Controlar - Registrar, inscribir, marcar, confrontar.

  —60→  

Contralor - Este vocablo lo trae el Diccionario en acepción distinta de controlar y de control. Creemos que por contralor (que a veces es cargo oficial) debe entenderse también la persona que lleva el control.

Constitucionalidad - Calidad de lo constitucional.

Constitucionalismo - Apego a la Constitución.

Constitucionalmente - Con arreglo a la Constitución.

Contenciosamente - En forma contenciosa.

Coordinador, a - Persona que coordina.

Copartidario, a - Del mismo partido.

Copólogo - Músico que saca harmonías de las copas de cristal.

Corveteador, a - Caballo o yegua que corvetea.

  —61→  

Coronta - (Del quechua.) El corazón del choclo.

Coronelato - Así llamamos, en todas las repúblicas sin exceptuar una sola, al empleo de coronel, como generalato al de general. La Academia impone que se diga y escriba coronelía, y los americanos desatendemos la imposición con tanto mayor fundamento cuanto que el Léxico trae como correctas las voces mariscalía y mariscalato, cardenalía, cardenalato y cardenazgo, comisaría y comisariato, etc.

Corsetera - La que hace o vende corsés.

Cortapapel - Cuchillita para cortar las hojas de un libro.

Cornúpeto - La Academia impone cornúpeta; pero no conocemos escritor taurino de España o de América que emplee la palabra del Léxico.

Corruptela - Tolerancia en la mala interpretación de una ley.

Costarricense - No creo atinada a la Academia al bautizar con el nombre de costarriqueño al que desde la conquista se conoció por costarricense, vocablo que usaron los cronistas de Indias. Hasta antipolítico encuentro el desbautizamiento. Falta saber si los costarricenses se avienen a cambiar de nombre.

  —62→  

Costeo - Burla que se hace de una persona (peruanismo).

Cosmopolitismo - Teorías sobre que no haya división de nacionalidades sino una sola patria, el mundo.

Cotizador - El que cotiza.

Cotizable - «Papel cotizable en el mercado o bolsa», se dice generalmente.

Coto - (Del quechua.) Grueso tumor que se desarrolla en el pescuezo. Hay, en América, pueblos en que la mayoría de los vecinos luce esta deformidad.

Cotudo, a - Persona que tiene coto.

Cotorrón, a - Persona de edad madura.

Coquetona - ¿Por qué el Diccionario acepta al coquetón y excluye a la coquetona? También hay coquetas idénticas a los coquetones.

Cuadrillazo - Ataque sorpresivo que se hace en cuadrilla. «Fulano fue víctima de un cuadrillazo», se dice corrientemente.

  —63→  

Cuaresmero - Una ave del Perú. También se usa, como adjetivo, por la persona estricta en la observancia de la cuaresma.

Cuartelero, a - El militar que poco o nada sale de su cuartel. Falta esta acepción en el Léxico. Se llama cuartelera a la moza alegre que frecuenta los cuarteles.

Cuartelesco, a - «Hábitos cuartelescos», «conducta cuartelesca», se dice con frecuencia.

Cubanizar, cubanizador y cubanismo - Véanse bolivianizar y colombianizar.

Cubilete - A las acepciones que de esta voz trae el Léxico deberían agresarse las de 'intriga', 'ardid', 'maquinación', 'ensaño', 'trampa'.

Cubiletear - Intrigar, maromear (amer.).

Cubiletero, a - Intrigante, maromero (amer.).

Cucarachero, a - Hombre que se aficiona de mujeres despreciables o mujer que no desdeña a pobres diablos. También llamamos cucarachero a cierta clase de tabaco en polvo (amer.).

Cucurucho - Falta en este vocablo la acepción americana del traje que, en semana santa y en   —64→   procesiones, usaban unos penitentes, el cual remataba en una capucha que les cubría la faz, con dos agujeros en el sitio de los ojos. A los niños se les aterrorizaba con el cucurucho. Todavía subsisten los cucuruchos penitentes en diverso s pueblos.

Cucufato, a - Lo que, en España, se entiende por santurrón o santurrona.

Cuchichear - No es chismear, como dice el Diccionario, sino conversar en voz baja, con aire de misterio, recatándose de ser oído por los demás.

Cuchicheo - Charla en voz baja cuyo rumor únicamente alcanzamos a oír los extraños.

Cueca - Síncopa de zamacueca, baile popular de América.

Cuequero - Equivale a zamacuequero o bailador.

Cueriza - La zurra de azotes (amer.).

Cúy - (Del quechua.) Un conejo originario del Perú.

Cunda - Persona alegre, traviesa, bromista, jaranista. «Fulano es muy cunda» es un peruanismo generalizado.

  —65→  

Cundería - Acción propia de un mozo cunda. También es el conjunto de cundas.

Curcuncho - (Del quechua.) Jorobado.

Curtiembre - Es el establecimiento que, en España, llaman curtiduría.




ArribaAbajo - CH -

Chambonear - Hacer chambonadas en el juego.

Chamelicos - Trastos de pobre, trebejos, objetos de poco valor (amer.).

Chamico - (Del quechua.) Yerba que administran los indios para entontecer a una persona. También la emplean, en dosis mínimas, como afrodisíaco.

Chancho, a - El cerdo, el marrano. Quedar como un chancho equivale a quedar ruinmente.

Chanchada - Acción digna de un cerdo. «Fulano hizo una chanchada» es locución despectiva.

  —66→  

Chapetón, a - No está en la verdad el Diccionario cuando estampa que dábamos ese nombre a los europeos recién llegados a América. Lo aplicábamos a los españoles, y estuvo muy en boga durante la guerra de Independencia. «¡Abajo los godos! ¡Fuera los chapetones!» eran frases constantes en boca del pueblo y en los periodiquines politiqueros. En 1864, cuando la ocupación de las islas de Chincha, renació la palabra chapetón que ya había caído en desuso. Hoy poco o nada se la emplea.

Chapetonada - Acción propia de chapetón o de chapetona. Pagar la chapetonada era una locución con que expresábamos que todo español para aclimatarse tenía que sufrir algunas semanas, y aún meses, de una fiebrecilla endémica, propia del país, conocida con los nombres de terciaria y de cuartana. También esta definición del Diccionario debe cambiarse por inexacta.

Chápiro - «Es un chápiro» equivalía a decir «es un chapetón», allá en los remotos tiempos de San Martín y de Bolívar. Hoy no se oye la voz sino como reminiscencia histórica, o en la exclamación «¡Voto al chápiro verde!»

Charapa - Tortuga americana cuya carne es muy agradable.

Charqui - (Del quechua.) Carne seca en lonjas delgadas.

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Charquicán - Guisado que se hace con el charqui.

Charamusca - Llamamos, en varias repúblicas, a lo que el Diccionario da el nombre de chamarasca. Aunque el vocablo está en el Léxico no trae la acepción que anotamos, sino la que se le da en México.

Charolador - El artesano que charola los muebles. El Léxico lo llama charolista.

Chascarro - En el Diccionario está sólo el diminutivo chascararrillo.

Chata - Especie de balsa propia de algunos puertos de América.

Cheque - Papel de giro contra casa bancaria u oficina pagadora.

Chicanear - Ejercitarse en la chicana forense. «¡Ea! compañero a chicanear con otro», dice un juez a un abogado en una de las novelas de Narciso Aréstegui.

Chicana - Sofistería, embrollo de abogado. «Eso es pura chicana», es frase generalizada desde ha más de un siglo.

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Chicanero, a - Sofista, embrollón. Aunque Baralt se exaltaba contra estas voces, ellas se arraigan cada día más en el lenguaje de la gente del foro y de los litigantes.

Chicharronero, a - La persona que fríe y vende chicharrones.

Chichirimico - Este es un limeñismo más expresivo que todas las palabras de germanía encerradas en el Diccionario. Hacer chichirimico de una fortuna equivale a derrocharla. Mecer chichirimico de una persona es burlarse de ella. Hacer chichirimico de la honra es perder la vergüenza, infamarse. No hay un solo escritor festivo o humorístico, medianamente bien reputado en el Perú, que no haya empleado esta locución.

Chichero, a - La persona que elabora y vende la chicha. Se dice también chichero, a por la persona que abusa de esa bebida. El Diccionario que ha admitido la chicha y la chichería no debe excluir al consumidor, y menos al productor.

Chilenizar, chilenismo, chilenizador y chilenización -Véanse las definiciones en precedentes voces análogas como bolivianizar, cubanizar, etc.

Chimbador - (Del quechua.) Hombre cuyo oficio es guiar a los caminantes al vadear un río (amer.).

  —69→  

Chirigotero, a - Persona aficionada a bromas agudas o chirigotas.

Chirigotizar - Emplear chirigotas o cuchufletas. Este verbo lo emplea el señor Unamuno, actual rector de la Universidad de Salamanca.

Chirigotizable - Merecedor de una chirigota.

Chingana - Pulpería de poca importancia (amer.).

Chinganero, a - Persona que administra una chingana. También se dice por quien frecuenta chinganas.

Chingarse - Desacertar, fracasar, llevarse chasco (amer.).

Chingado, a - En unas repúblicas es sólo el chiflado, pero en la mayor parte es también el desacertado y el chasqueado.

Chiripa - Prenda del vestido de los gauchos.

Chivateo - Mezcla de gritos y aullidos que usa la caballería araucana al embestir. Edad del chivateo se dice por la pubertad.

  —70→  

Choro - (Del quechua.) - Especie de marisco.

Choclo - (Del quechua.) La mazorca del maíz cocida.

Chocarreramente - En forma chocarrera.

Choclón - Pequeño agujero para un juego que con bolitas o cocos tienen los niños (amer.).

Cholada - Colectividad, conjunto de cholos.

Chonta - Madera muy resistente. Palo de chonta (amer.).

Choloque - (Del quechua.) - Árbol americano que produce unas bolitas negras que usan los muchachos para sus juegos. La corteza tiene para las lavanderas casi la misma importancia que el jabón.

Choncholí - Tripas de vaca aderezadas con una salsa de ají, cebolla y ajo. Es un guisote que consumen los peones en las haciendas de la costa del Perú.

Chubascoso, a - Tiempo u hora en que amenaza el chubasco.

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Choricería - El figón o tienda donde se hacen chorizos para la venta.

Chuchoca - (Del quechua.) Maíz tostado y molido.

Chuchumeco, a - La ramera y el que frecuenta trato con meretrices. Falta en el Léxico esta acepción americana.

Chuchumequería - Colectividad de chuchumecas.

Chuchumequear - Vivir entre chuchumecas.

Chuchumecada - Acción propia de gente chuchumeca.

Chueco, a - Patizambo (amer.).

Chupamelona - Vida regalada a expensas de otro (amer.).

Chupatomates - Adulador grosero.

Chupacirios - Sacristán de parroquia.

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Chuño - (Del quechua.) Harina de papas con la que se hace un alimento muy nutritivo para niños y enfermos.

Chupe - (Del quechua.) Guisado exquisito en el que entran leche, papas amarillas, camarones, huevos y otros condimentos.

Chupo - (Del quechua.) Divieso.

Churrasco - Carne asada sobre brasas (amer.).

Churrasquiar - Convidar a comer churrasco.



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