Prudencio y Venancio Fortunato: influencia de un
metro
Sebastián Mariner Bigorra
La presente
contribución constituye un caso más de
indagación de posibles influencias provocadas por una
identidad de metro: se refiere exclusivamente a las que se han
podido detectar entre los poemas escritos por uno y otro autor en
tetrámetros trocaicos catalécticos. Límites,
por lo demás, bastante estrechos, dada la exigüidad de
empleo de este metro en el conjunto de la obra de uno y otro poeta.
Concretamente, dos composiciones en Prudencio: Cathemerinon IX y Peristephanon I; solo el
Pange lingua
en Venancio Fortunato (en efecto, el O Redemptor, sume carmen viene considerado
como espurio en la edición básica de dicho
autor)1.
Tampoco se amplia
grandemente la proporción si, además de atender a
dicho verso, se pasa a considerar el resto de la producción
trocaica: se añadiría el conjunto de versos impares
de los dísticos del Epílogo de Prudencio. Adelanto,
sin embargo, que no me ha sido posible detectar, hasta el momento,
ninguna influencia de este pequeño poema en el indicado de
Venancio Fortunato2.
Con las modestas
proporciones de esta aportación, ya se ve que no puedo
pretender ser un innovador. Todo lo contrario: precisamente nuestro
homenajeado, el P. Isidoro
Rodríguez, en su «Introducción general» a
las Obras Completas de Prudencio en la Biblioteca de
Autores Cristianos3
alertó acerca de la imitación de un pasaje del
Cathemerinon
(IX 82 ss.), por parte de Venancio
Fortunato en el indicado himno Pange lingua4,
con remisión a la nota de D.
José Guillén, en el propio pasaje (p. 123, nota 82): «En esta estrofa se inspiró Venancio
Fortunato para su famoso himno Pange lingua, gloriosi proelium (el breviario,
lauream)
certaminis,
que emplea la liturgia en el tiempo de Pasión...».
Por su parte, el propio Guillén anotará luego
(p. 481, nota 51), a
propósito del verso 51 de Perist.
I:
Dulce tunc iustis
cremari, dulce ferrum perpeti,
«Dulce recuerda la cita horaciana del v. 25; el dulce ferrum lo repitió Venancio Fortunato,
gran admirador de Prudencio, en el himno del tiempo de
Pasión Pange,
lingua, gloriosi lauream».
Creo adecuado,
pues, corroborar estas dos posibles influencias, con la
aducción de otros pasajes paralelos entre las indicadas
composiciones; a la vez, espero que estas aducciones puedan
aparecer como tanto más probables cuanto que autores
precedentes5
han hecho ya incuestionable el reconocimiento de que Venancio
Fortunato conocía profundamente la obra de Prudencio hasta
el punto de haberle inspirado esta en, al menos, dos pasajes.
Empezaré
con la indicación -a propósito del último
pasaje aducido- de que la imitación fortunatiana me parece
extenderse a más allá del calco de dulce ferrum en dulce lignum del himno
fortunatiano en honor de la Santa Cruz6.
Creo que es precisamente la anáfora de dulce lo que hace indudable la
imitación, corroborada por la situación de dos de
esos dulce en
primera posición en cada uno de ambos
hemistiquios7:
dulce tunc iustis
cremari, dulce f e r r u m
perpeti
(Prud., Perist. I
51)
dulce l i g n u
m, dulce clauo,
dulce p o n d u s
sustinens
(V.
Fort., C. II 1, 24)
Esta
observación no quita mérito a la nota de D. José Guillén, tanto más
meritoria, cuanto que este pasaje no figura detectado en el
recuento del artículo de S.
Blomgren8
en que se basa la obra citada antes en la nota 5. En efecto, la
única imitación, ya antes enumerada, del Perist. corresponde a VIII 6, imitado
en otros dos carmina de
Fortunato distintos del que ahora nos ocupa (a saber I 15, 54 y III
9, 92)9.
En cambio,
sí afectan al «Himno en honor de la Santa Cruz»
3 de las 4 indicadas del Cath., a saber,
la señalada en la citada «Introducción»,
del P. Rodríguez (Cath. IX 82 y 84 para lo que él
indica) e ibid. 21 et Pu e r redemptor orbis para
qualit e r redemptor orbis, en
el v. 3 de la misma estrofa del poema
fortunatiano10.
También en
las propuestas de reconocimiento de otras imitaciones, las que se
señalarán de Cath. IX superan
en número a las de Perist. I. Pero
previamente hay que señalar una (muy importante, a mi modo
de ver) que afecta a ambos poemas prudencianos por igual, a saber,
la disposición estrófica de los versos en grupos de
3. No parece, en efecto, que Fortunato haya ido a beberla en
ningún otro poeta anterior11
y que en este himno la ha adoptado es seguro -aparte de por su
disposición interna, de absoluta coincidencia de cada tercer
verso con pausa fuerte de sentido- por la misma tradición
manuscrita: solo 4 mss. entre los
básicos lo presentan con todos los versos en
serie12.
La primera, pues,
de estas estrofas, además de la fuerte dependencia de
Cath. IX 82-84 y la también
evidente de ibid. 21
señaladas por Blomgren, ofrece, probablemente, recuerdos
también de los vv. 3, 7 y 88 del
mismo poema (cito a continuación, respectivamente):
Vidit
anguis immolatam corporis
sacri h o s t i a m14
En la segunda, la
imitación revela también por parte de Fortunato una
intención de disimularla mediante una leve variación
en la primera parte del compuesto, acuñado
híbridamente por Prudencio15,
al que enmienda la plana devolviendo a dicha primera parte su
origen griego16.
induit ne gens
periret pr i m
oplasti ex
germine
(Cath. 16)
de parentis
pr o t oplasti fraude factor condolens
(verso 4)
En aras a que no
se me tache de parcial, renuncio a computar la coincidencia entre
el germine
prudenciano y el de Fortunato, v. 23; me
contento con sugerir que se tenga en cuenta su posibilidad, dentro
del conjunto de imitaciones y a señalar que se halla en el
mismo lugar (y destacado: cláusula) del verso:
nulla silua talem
profert flore fronde germine
Ya
encariñado con el procedimiento, Fortunato lo repite en la
estrofa subsiguiente, pero sin motivo de purismo esta vez:
Pulsa pestis
lubricorum m i l l i formis daemonum
(Cath. 55)
m u l t i
formis perditoris arte ut artem
falleret
(verso 8)
El primer verso de
esta estrofa permite sugerir una evocación acústica
de paralelismo verbal de Perist. 25:
hoc g e n
us mortis decorum, hoc probis
dignum uiris
hoc o p us
nostrae salutis ordo
depoposcerat
(verso 7)
A su vez, el
último podría tener un ligero eco de Cath. 36:
mox apertis h a
c medella lux reducta est
orbibus
et medellam
ferret i n d e hostis unde
laeserat
(verso 9)
Mientras que en la
cuarta estrofa no he podido detectar ecos claros, la siguiente me
permite sugerir varios. Los menos importantes se refieren a las
enumeraciones, a veces asindéticas, cuyo gusto es patente en
Fortunato, cf., además
del v. 15, final de esta estrofa:
et p e d e
s m a n u s q u e c r u r a stricta cingit
fascia
toda la estrofa séptima:
Hic a c e t
u m f e l h a r u n d o s p u t a c l a
u i l a n c e a
mite corpus
perforatur, s a n g u i s u n d a profluit
t e r r a p
o n t u s a s t r a m u n d u s quo lauantur
flumine
y el v.
23 en la octava:
nulla silua talem
profert f l o r e f r o n d e g e r m i n
e
Modelos apropiados pudieron serle
en Prudencio:
i m b e r,
a e s t u s, n i x, p r u i n a, s i l u a
e t a u r a, n o x, d i e
s
(Cath. 113)
confrequentant
obsecrantes u o c e, u o t i s, m u n e r
e
(Perist. 9)
Más significativo parece el
influjo en el verso central de dicha estrofa quinta:
membra p a n
n is inuolu t a uirgo mater
adligat
de varios vv. prudencianos:
Corporis formam
caduci, membra morti
obnoxia
(Cath. 16)
y sobre todo Cath. 31:
Membra m o r
b is ulcero s a,
uiscerum putredines
además de Perist. 26:
membra m o r
b is exeden d a texta uenis
languidis
En la sexta, el
final del v. 17:
se uolente natus
ad hoc, passioni d e
d itu s
evoca fácilmente Perist. 77, también en su
final:
ordinem, tempus
modumque passionis p r o
d itu m
Además de
las secuencias ya citadas, la estrofa séptima tiene en su
último verso mencionado:
terra pont u s
a s t r a mundus quo lauantur flumine
un eco más claro de
Cath. 14:
terra c a e l u m
foss a pont i, trina
rerum machina
De modo parecido
la octava, ya aludida también a propósito de
enumeraciones, ofrece concomitancias mayores en el terreno verbal y
de sentido entre su v. penúltimo
(citado antes) y Cath. 17, ya
citado también, a propósito de germine17.
En la novena cabe
apuntar una de Cath. 39, pero
solo como simple sugerencia sobre el v.
27:
ut superna membra
regis mite tendas
stipite
ille iussis
obsecundat, mitis
unda sternitur
(Cath. 39)
Puede apreciarse
cómo es una de las más lejanas, avalada solo por la
colocación en unos mismos lugares del verso de unos
elementos fónicos en serie, que solo en el primer par de
vocablos coinciden verbalmente (mite, mitis), en tanto que los demás se
deberían a solo el recuerdo inconsciente por el
oído.
Por último,
el v. final del poema de Fortunato:
quem sac
e r c r u o r perunxit
fusus agni corpore
está bastante más
cerca de:
quam sac
r u m c r u delis error
inmolarit s a n g u i n i s
(Perist.
95)
Ahí parece
que se hayan dado cita todos los modelos conocidos de
producción de «loci similes»18
(con la coincidencia -para mayor ilustración- de que el
sentido de un verso y otro en distintos contextos es del todo
apartado19):
imitación verbal (quem /
quam, sacer / sacrum), evocación de
sentido (cruor / sanguinis) y etimológica
(cruor / crudelis) y parecido formal
(cruor / error).
Al permitir el
reconocimiento de una influencia mucho más extensa entre los
poemas trocaicos de uno y otro poeta, esta, verificación
corrobora, una vez más, la legitimidad del método y
valor de las conclusiones de los autores últimamente citados
en nota, así como del Dr.
García Arribas. Pero sirve, además, en este caso
particular, para destacar también la gran importancia que en
estas evocaciones tiene el papel desempeñado por el metro.
Pocos han sido, en efecto, los loci similes que hayamos podido ver que
corresponden a una coincidencia de contenido; en general, ninguna
que alcance a un contexto amplio: la mayoría son formales o
de mera evocación de sonidos.
Al considerar este
hecho junto con la práctica unicidad de que tales
imitaciones resulten -como se vio al comienzo con los datos de
Blomgren- prácticamente «inter-trocaicas», se
está abocado a reconocer que una versificación como
la de nuestros dos poetas debía ser en sí una fuerte
incitación a estas evocaciones. El esquema cuantitativo
-que, con escasas incorrecciones, guardan ambos todavía- se
acompaña de una homodinia ya casi constante. Esta
combinación representa una tendencia fuerte a la
selección de palabras: esdrújulas al final
(p. ej. deditus / proditum), serie de bisílabos
(terra,
pontus,
astra,
mundus),
compuestos de temas también bisilábicos (milliformis / multiformis; protoplasti / primoplasti), que
procuren a la vez la larga y tónica (sea con acento
primario, sea con secundario) requeridas. Esta selección
puede haber contribuido eficazmente a que aflorara el recuerdo de
la intensa lectura del imitado por el imitador, dando lugar a un
número de pasajes paralelos verdaderamente elevado para los
30 versos del poema fortunatiano, según confío que se
haya podido ver.