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Ficha de lectura guiada

  • Nivel: Secundaria, Bachillerato y Universidad
  • País: España
  • Género: Artículo de opinión

Rosario de Acuña nació en Madrid en 1850, en el seno de una distinguida familia y de la que heredará un título nobiliario, duquesa de Acuña, que nunca utilizó. Hasta los treinta y cuatro años sufrió una enfermedad ocular que le ocasionaba la pérdida intermitente de la vista y grandes padecimientos. Esta circunstancia le permitió disfrutar de una educación que trascendía los limitados márgenes que la enseñanza oficial otorgaba a las mujeres. Entre los pilares fundamentales de su instrucción teórica y práctica estaban la Historia y las Ciencias Naturales. Su vocación literaria se despertó desde su más tierna infancia, y se inició como escritora con creaciones poéticas de tono romántico marcadas por la expresión de sus íntimas emociones (Ecos del Alma). Después, saltó al teatro donde alcanzó un éxito rotundo con la puesta en escena de su primer drama Rienzi el Tribuno. Aunque fue una de las escasas escritoras del siglo XIX que conoció el éxito, abriéndose camino en el exclusivo ámbito masculino de la literatura, lejos de mantenerse en el ámbito de la creación, aprovechó para interesarse cada vez más por las cuestiones sociales, por la lucha por instaurar la justicia, la libertad, la tolerancia. Su espíritu reformista la llevó a ingresar en la logia masónica Constante Alona adoptando el nombre de Hipatia. Desde este momento, ya proclamada públicamente librepensadora, masona y feminista, incrementa su actividad propagandística, sin olvidar por ello su obra de creación. Colabora con profusión en medios periodísticos con artículos de opinión que la llevaron a tener que refugiarse en Portugal hasta que les es concedido el indulto. A su regreso, vivió una temporada en un pueblecito de Santander compaginando su tarea de escritora con la avicultura, tarea que también desempeñó con cierto éxito y cuyo esfuerzo difundió en pro del pueblo. Los últimos años de su vida los pasó en Gijón, donde murió en 1923.

En el artículo o apunte titulado «Algo sobre la mujer», Rosario de Acuña defiende la igualdad entre hombres y mujeres. Desconfía de la emancipación femenina impulsada desde los valores de los hombres y anima a las mujeres a tomar de ella lo que sí les puede beneficiar, la instrucción o perfeccionamiento intelectual.

Dicho apunte se publicó formando parte de Tiempo perdido. Cuentos y bocetos. Llama la atención que junto a cuentos y relatos intrascendentes, aparezca este escrito de carácter reivindicativo.

El portal que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dedica a Rosario de Acuña contribuye a un mayor conocimiento de la vida y obra de esta reconocida literata que, además de triunfar en su época, también se perfiló como una de las mujeres que con mayor fuerza y determinación luchó contra la anquilosada sociedad burguesa en la que le tocó vivir. En este espacio, dirigido por M.ª de los Ángeles Ayala Aracil, se puede encontrar, además de una biografía y cronología, buena parte de su obra fundamental y de los estudios de investigación suscitados por la crítica literaria.

En la época en que Rosario de Acuña escribe este texto ya era reconocida como una autora de prestigio, pero empieza a percibir la ciudad como un lugar de intrigas, hipocresía y ambición.

El fragmento seleccionado puede servir, entre otras cosas, para:

  • Reflejar cómo percibía la llamada emancipación femenina una ilustrada de la época.
  • Analizar cómo se sitúa la autora a favor de la igualdad entre sexos, tras destacar las cualidades de cada sexo.
  • Completar la interpretación textual de este texto con la lectura del artículo que le precede «Los intermediarios», en el que denuncia abiertamente la frivolidad de sus contemporáneos y el falso valor de la apariencia.
  • Indagar y reflexionar sobre si los juicios que emite en este artículo o apunte pueden estar condicionados por acontecimientos personales.
  • Leerlo en voz alta y percibir el ritmo y tono narrativo. Mensaje directo, tono de arenga.
  • Pensar las razones de por qué lo concibe como un «apunte» y no como un artículo de los que publica frecuentemente en prensa.
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