San Juan de la Cruz nació en 1542 en Fontiveros, Ávila con el nombre de Juan Yepes. Tras la muerte de su padre, su madre se trasladó a Medina del Campo con sus hijos. Gracias al título de pobre de solemnidad pudo estudiar con ayuda social en un colegio. Después, continuó sus estudios en el colegio jesuita.

A los 21 ingresó en un convento de la Orden de los Carmelitas. Fue ordenado fraile en 1564 con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Posteriormente, estudió artes en la Universidad de Salamanca. Conoció a Santa Teresa de Jesús fundadora de las carmelitas descalzas quien le ofrece ayudarle a llevar a cabo la reforma en la Orden del Carmen.

Pocos años más tarde fue ordenado cura. También estudió teología en Salamanca donde muy probablemente conoció a fray Luis de León. En 1568 se fundó el primer convento de frailes descalzos en Valladolid, allí cambia su nombre por el de fray Juan de la Cruz.

En 1575 las confrontaciones entre los carmelos calzados y descalzos van en aumento, porque los descalzos buscaban ser reconocidos como congregación. Dos años depués San Juan fue detenido por los calzados y llevado a un convento de Toledo donde le pidieron que renunciase a la reforma, sin embargo, San Juan no lo hizo y fue retenido en el convento durante 8 meses en condiciones infrahumanas. Durante ese encierro compuso las XXXI primeras estrofas del Cántico espiritual. Ante su desesperada situación, decidió fugarse al convento de las carmelitas descalzas de Toledo. Poco después fue trasladado a Andalucía donde vivió 10 años escribiendo mucho.

En 1579 fue nombrado Rector del Colegio Mayor de Baeza, donde permaneció 3 años hasta trasladarse a Granada. Para San Juan, fue una época de gran ajetrero pero también de gran productividad mística y religiosa. En estos años, culiminó su obra literaria con Subida al monte Carmelo, Noche oscura, Llama de amor viva y Cántico espiritual, una serie de poemas dedicados a dios.

A mediados de 1588, recibió un cargo eclesiásitico muy importante junto al padre Nicolás Doria y fue destinado a Segovia. Sin embargo, en estos años aparecen tensiones en el seno de la reforma de la iglesia entre los que apoyaban una reforma abierta y humanista como Santa Teresa y el propio San Juan, y los que abogaban por una más austera y autoritaria del lado del padre Doria. Las tensiones culminaron con un enfrentamiento abierto de San Juan y con el cese de todos su cargos. Viaja a Úbeda donde cae enfermo y muere a los 49 años.

La resignación con que San Juan soportó su enfermedad fue conocida por todos y se comenzó a hablar de su santidad. Sus restos fueron enterrados en Segovia donde permanecen hasta hoy. Años después de su muerte fue canonizado por el papa Benedicto XIII.

La obra poética de San Juan de la Cruz está inspirada en un profundo sentimiento religioso. Su poesía, en general, tiene un estilo similar al bíblico Cantar de los cantares. El ritmo y la musicalidad son características en muchos de sus versos, que están cargados de símbolos religiosos pero también de imágenes bucólicas y pastoriles. Algunos estudiosos afirman que su obra poética está cargada de una escondida sensualidad e, incluso, de cierto erotismo.