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ArribaAbajoAl César lo que es del César y a Charles de Orléans...

Ana-María Holzbacher


La imagen de Charles d'Orléans que nos ofrecen las Historias de la Literatura es la de un Príncipe «criado en el jardín de flor de lis», que un destino implacable hizo sucesivamente huérfano, viudo y prisionero. Su largo cautiverio en Inglaterra debió ser un exilio relativamente confortable, que le dejaba el loisir de la creación literaria. Poeta cortés, como hombre que era de su tiempo, añoraba con voz doliente, pero con toda la sobriedad que requiere una distinción suprema, su dueña lejana y su lejano país, y el mar era para él elemento poético y vital -frontera y camino- que franqueaba en sueños, tripulante de nave de Esperanza.

La lectura de la edición crítica de sus obras254 nos permite descubrir otro Charles d'Orléans, cortés sí, elegante y sobrio también, pero impregnado de un taedium vitae a veces desgarrador. Un Charles d'Orléans que manejaba magistralmente y de manera absolutamente personal la alegoría; autor de composiciones en las que hormigueaba un mundo a lo Jerónimo Bosco. Un Charles de Orléans, por último, que de manera indefinida pero insistente nos hace pensar en Baudelaire...

El objetivo de nuestro trabajo consistirá, pues, en determinar en qué reside la afinidad entre estos dos autores, y en indagar si se trata únicamente de una afinidad. Pero antes de abordar estos dos puntos que van íntimamente ligados, examinemos si por parte de Baudelaire existía algún impedimento que pudiera hacer inverosímil toda influencia.

En 1842 -con ocho días de intervalo- aparecen dos ediciones de Charles de Orléans. Recordemos que si hasta 1855 no publicó la Revue des Deux Mondes parte de Les Fleurs du Mal, desde 1845 Baudelaire ya anunciaba su aparición inminente, con el título de Les Lesbiennes, de modo que esta fecha 1842 se integra perfectamente dentro de la época de elaboración de Les Fleurs du Mal, y ya conocemos (por Fusées, Mon Coeur mis à nu y la Correspondencia) la avidez de novedades que atenazaba a Baudelaire en la búsqueda de su propia estética, de su propia expresión, y lo consciente que era de su esterilidad, o, al menos, de su incapacidad de crear de la nada.

Baudelaire va al acecho de su inspiración, y la busca en otros campos del Arte, como la pintura (pensemos en Delacroix), en los paraísos artificiales, en otros escritores, contemporáneos suyos o no.

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La opinión de los especialistas de Baudelaire es unánime a este respecto:

-Lloid James Austin255, en su Univers poétique de Baudelaire, dice así:

«On ne cesse de relever chez Baudelaire des sources litteraires et plastiques extremement nombreuses


-Jean Prevost256: Baudelaire, Essai sur l'inspiration et la création poétique habla de «création au second dégré».

-Georges Poulet257, nos dice en Baudelaire et le monde réel:

«L'acte créateur chez Baudelaire dépend donc presque toujours d'un effet de miroir, d'une ressemblance reconnue par lui entre son imagination et celle d'un autre artiste...»


Evidentemente el caso de Edgar Poe es un ejemplo idóneo para ilustrar esta afirmación. En una carta a Théophile Thoré, Baudelaire nos habla de esta afinidad a través del tiempo.

Savez-vous pourquoi j'ai si patiemment traduit Poe?

Parce qu'il me ressemblait, La première fois que j'ai ouvert un livre de lui, j'ai vu avec épouvante et ravissement, non seulement des sujets rêves par moi, mais des phrases pensées par moi, et écrites par lui vingt ans avant...


Después de esta aclaración ya no podemos acusar a Baudelaire de plagio, por más que W. T. Bandy en un estudio comparativo entre Baudelaire y Edgar Poe258, Baudelaire et Poe. Vue rétrospective, haga notar que en un poema -«Le Flam beau vivant»-, que dirigía a Mme. Sabatier en 1845, Baudelaire había incorporado un verso que no era sino la traducción de un verso de Poe. Y añadía:

Plus d'une fois, et sans y mettre les guillemets traditionnels, il lui est arrivé de citer des passages de Poe.


Más de una vez, y sin acompañarlos de las comillas tradicionales, había citado versos de Poe...

¿Le ocurrió algo semejante a Baudelaire con Charles d'Orléans?

Disueltos los posibles obstáculos, los posibles escrúpulos..., pasemos a examinar las afinidades.

Los dos componentes principales del taedium vitae de Baudelaire son la melancolía y el ennui, el spleen.

Veamos en Charles d'Orléans:


-Escollier de Merencolie
Des verges de Soussy batu


(Ch. d'O.: Rondeau 397, v. 1, 2)                



-Quand Merencolie mauvaise
Me vient maintes fois assaillir


(Chanson 58, v. 6, 7)                


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-Las! Merencolie
Me tendrés vous longuement?


(Carole 1, v. 1, 2)                



-Allez-vous en dont vous venez
Annuyeuse Merencolie


(Rondeau 400, v. 1, 2)                



-C'est la prison Dedalus
Que de ma Merencolie,
Quand je la cuide fallie
G'i entre de plus en plus.


(Rondeau 411, v. 1, 2)                



-Je vous sans et cognois venir
Annuyeuse Merencolie


(Rondeau 424, v. 1, 2)                



-Mon Cuer, estouppe tes oreilles
Pour le vent de Merencolie
[...]
[...]
Il cause douleurs nompareilles
Dont s'engendre la maladie
Qui n'est pas de legier guerie.


(Rondeau 307, v. 1, 2, 9, 10, 11)                



-Le monde est ennuyé de moy
Et moi pareillement de lui


(Rondeau 187, v. 1, 2)                



-M'appelez vous cela jeu
D'estre toujours en Ennuy,


(Rondeau 199, v. 1, 2)                



-Deux ou trois couples d'Ennuis
J'ai toujours en ma maison.


(Rondeau 342, v. 1, 2)                


Y en lo que se refiere al taedium vitae:


-L'autrier en ung lieu me trovay
Triste, pensif et doloreux


(Complainte 5, v. 1, 2)                



-Penser me guerrie
Et Fortune aussi
Tellement et si
Fort que hé ma vie


(Rondeau 180, v. 9-12)                



-Mieulx estre mort je veil, s'estre le doy
Qu'ainsi languir;...


(Rondeaux, CCXCVI, v. 11, 12)                


Las mismas circunstancias dan a menudo los mismos frutos y el siglo XV francés, que conoció la anarquía, el cisma y la invasión extranjera, tienen mucho en común con el desesperanzado siglo XIX del mal du siècle.

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Hasta aquí, sólo podemos hablar de afinidad, pero esta afinidad pudo establecer una corriente de simpatía de Baudelaire hacia Charles d'Orléans.

Ahora partamos de Charles d'Orléans. Hemos apuntado como característico su manejo de la alegoría259. Veamos si en este campo existe también una relación con Baudelaire.

En los ejemplos que hemos citado de Merancolie y Ennui hemos visto ya asomarse un cierto número de alegorías, baste de momento añadir que, según Zumthor, que además de dedicarle a Charles de Orléans muchas páginas de su Essai de Poétique Mediévale, ha dedicado un estudio a la alegoría en nuestro poeta260, el uso de la figura alegórica caracteriza más del 80 por 100 de Charles d'Orléans. Pues bien, Baudelaire no sólo se muestra de manera expresa partidario de la alegoría,

como leemos en el Poème du Haschisch:

Nous noterons en passant, que l'allégorie, ce genre si spirituel que les peintres maladroits nous ont accoutumé à mépriser, mais qui est vraiment l'une des formes primitives et les plus naturelles de la pensée...


sino que en su obra poética encontramos profusión de alegorías más o menos evidentes -porque a veces no revisten la mayúscula, porque suelen ir precedidas de artículo-, pero que encuentran su valor plenamente alegórico dentro del contexto. De hecho, sus contemporáneos y sucesores le reprocharon este aspecto «retórico» de su obra, que no comprendieron ni Valéry, ni Rimbaud261. Hemos tenido que llegar a 1964 para que se apreciase esta faceta de la obra de Baudelaire. M. Riffaterre, en «Études stylistiques des formes litteraires conventionnelles»262, hace notar que una forma convencional situada en un contexto no-convencional, puede constituir un elemento de expresividad. Y cuando Gérard Antoine, en su trabajo «Classicisme et modernité de l'image dans Les Fleurs du Mal», vuelve sobre el tema, insiste en que estas formas convencionales de que habla Riffaterre consisten en la mayor parte de los casos en alegorías263. Observación que ya había hecho Pommier en Dans les chemins de Baudelaire264.

Hemos hablado de la profusión de la obra alegórica en los dos poetas, pero la alegoría, podemos objetar, no es coto vedado de Charles d'Orléans, muchos poetas en la Edad Media han cazado en él.

En efecto, la alegoría, después de cumplir su misión puramente ornamental, asumió en la Edad Media una función didáctica -religiosa y moral. En los primeros trovadores ya vemos personificaciones de nociones abstractas; a finales del XII conoce la alegoría un auge extraordinario, y por fin florece en el Roman   —123→   de la Rose (1229-1240), donde se ha convertido en una forma de discurso lírico-narrativo265.

Profusión de obras que siguen el Roman de la Rose, hasta que en el siglo XV vemos surgir la obra de Charles de Orléans, y nos encontramos, una vez más, ante una forma alegórica perfectamente original. Su obra poética está constituida por un conjunto de composiciones breves (canciones, baladas, rondeaux), y si las primeras baladas siguen muy de cerca la tradición cortés del Roman de la Rose, pronto el poeta hace suyo el instrumento heredado, adoptándolo a su mentalidad y a su circunstancia, mentalidad y circunstancia que van estrechamente ligadas a su condición de prisionero.

Después de la dolorosa experiencia vivida y solo en país enemigo, el poeta centra el mundo en su yo, y se detiene a examinar los procesos que se suceden en su conciencia, comunicándonoslos luego en forma dramatizada (teatralizada), de modo que los elementos psíquicos que intervienen en ellos, cobran vida y se convierten en los personajes de una breve escena.

Más tarde, terminado el cautiverio, la necesidad de encerrarse en sí mismo se convertirá en hábito o en placer, y el poeta seguirá su reflexión introspectiva. Veamos una poesía que es una joya en este sentido:



Ne hurtez plus a l'uis de ma Pensée,
Soing et Soussi, sans tant vous traveiller,
Car elle dort et ne veult s'esveiller,
Toute la nuyt en paine a despensee.

En dangier est, s'elle n'est bien pensee:
Cessez, cessez laissez la sommeiller.
Ne hurtez plus a l'uis de ma pensee,
Soing et Soussi, sans tant vous traveiller.

Pour la guerir Bon Espoir a pensee
Medecine qu'a fait apareiller;
Lever ne peut son chief de l'oreiller,
Tant qu'en repos se soit recompensee.
Ne hurtez plus a l'uis de ma pensee.


(Rondeaux, CCXCVIII, pág. 462)                


Pensée aparece aquí como un ser frágil y delicado cuyo reposo defiende el poeta de las solicitaciones intempestivas de Preocupación e Inquietud, alegando que ha pasado una mala noche.

La primera vez que leímos esta poesía nos pareció que podría formar parte de Les Fleurs du Mal, quizá porque son frecuentes en Baudelaire las escenas alegóricas, que traducen a menudo procesos anímicos del poeta. Veamos unos ejemplos:


Tout l'hiver est rentré dans mon être, colère,
Haine, frissons, horreur, labeur dur et forcé,
Et comme le soleil dans son enfer polaire,
Mon coeur ne sera plus qu'un bloc rouge et glacé


(Chant d'Automne, v. 58)                



Et de longs corbillards, sans tambours ni musique
Defilent lentement dans mon âme; l'Espoir
—124→
Vaincu pleure et l'Angoisse atroce, despotique
Sur mon crâne incliné plante son drapeau noir.


(Spleen, Spleen et idéal, LXXXI, v. 17-20)                



Vainement ma raison voulait prendre la barre;
La tempête en jouant déroutait ses efforts,
Et mon âme dansait, dansait vieille gabarre
Sans mâts, sur une mer monstrueuse et sans bords.


(Les 7 vieillards, v. 49-52)
Tableaux Parisiens, XCIII
               



L'Espérance qui brille aux carreaux de l'Auberge
      Est soufflée, est monte à jamais!
Sans lune et sans rayons trouver oû l'on héberge
       Les martyrs d'un chemin mauvais!
Le Diable a tout éteint aux carreaux de l'Auberge.

(L'Irreparable, v. 26-30)                


266

Volvamos la poesía de Charles d'Orléans:


Ne hurtez plus a l'uis de ma Pensée


Pensée constituye en Charles d'Orléans una palabra-tema. Representa el recinto cerrado en que vive y se mueve el poeta:

-éste lo designa unas veces como La clambre de ma Pensée:


Lors la chambre de ma Pensée
De grand plaisance reluira


(Ballade, XLV, v. 9, 10)                



Ce n'est que chose acoustumée
Quand Soussy voy vers moy venir
Se tost ne lui venoie ouvrir
Il romproit l'uis de la Pensée


(Rondeau, CCXXXIII, v. 1-4)                


-otras aparece asociado de manera explícita a la idea de prisión:


Jauller des prisons de Pensée
Soussy, laissez mon cuer yssir
Pasm[...] l'ai veu esvanoui
En la fosse desconforté.


(Rondeau, CCCLXXXIII, v. 1-4)                


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-en algunas composiciones, la cámara se transforma en ermita:


Mon cuer est devenu hermite
En l'ermitage de Pensée


(Ballade, XLIII, v. 1, 2)                


-en otras, por último, en bosque frondoso:


Mon cuer chassoit après Dangiers
En la forest de ma Pensée


(Rondeaux, CXCVII, v. 2, 3)                


Este tema de la claustración lo encontramos también en Baudelaire.

J. P. Sartre considera que la muerte del padre del poeta, y el segundo matrimonio de la madre, crearon en él un sentimiento de frustración, de aislamiento, del que se sigue un destino solitario267. Más recientemente, Gui Michaud, en su estudio «Baudelaire devant la Nouvelle Critique»268 abunda en el sentido de Sartre, diciendo que lo que imprime más carácter a la obra de Baudelaire es una tendencia profunda al egocentrismo y a la introversión, que el autor explica por el hecho de que Baudelaire nació bajo el signo de Saturno (9, IV, 1821), y sigue una explicación astrológica de la personalidad de Baudelaire -y, en consecuencia, de su obra- en que no queda cabo por atar.

¡Es difícil ser original en crítica literaria!

Así, pues, aislamiento, destino solitario, tendencia profunda al egocentrismo y a la introversión... Y leemos en Baudelaire:


Je fermerai partout portières et volets
Pour bâtir dans la nuit mes féeriques palais


(Paysage, Tableaux Parisiens, LXXXIX)                


Idea de claustración, pero en él este recinto interior que habíamos encontrado en Charles de Orléans se transformará, quizá por los motivos macabros que dieron lugar a su aislamiento, en caveau, sepultura.

Paul Weber, en Genèse de l'oeuvre poétique269, explica que la obra poética de Baudelaire se halla dominada por un espectro infantil y macabro: el recuerdo del padre y de los funerales. Para Weber este tema impregna una serie de poesías que narran los amores de un revenant, un aparecido, y una mujer, o que evocan la Iglesia preparada para los funerales. Pensamos que esta tesis psicocrítica justifica también el motivo obsesivo del caveau, sepultura (con la variante de gouffre = agujero profundo, abismo), en que está encerrado el propio yo -representado éste por âme, cerveau y esprit- o que a veces se identifica con él. Veamos las asociaciones existentes entre caveau y cerveau:


Mon âme est un tombeau, que mauvais cénobite
Depuis l'éternité je parcours et j'habite


(Le mauvais moine, Spleen et I., IX)                



J'ai plus de souvenirs que si j'avais mille ans
—126→
Un gros meuble à tiroirs encombré de bilans
[...]
[...]
Cache moins de secrets que mon triste cerveau.
C'est une pyramide270 un immense caveau.


(Spleen, Spleen et Idéal, LXXIX)                


Y la misma identificación, pero esta vez con el cementerio, la encontramos en el ejemplo siguiente:


Je suis un cimetière abhorré de la lune
Où comme des remords se trainent de longs vers.


(Spleen, Spleen et Idéal, LXXIX, v. 8, 9)                


Pero también tenemos ejemplos en que el espíritu aparece asociado si no a la prisión al exilio:


Ainsi dans la forêt où mon esprit s'exile
Un vieux souvenir sonne à plein souffle du cor


(Le Cygne, Tableaux Parisiens, XCII)                


Y esta cita merece que nos detengamos en ella un instante para compararla con un ejemplo de Charles de Orléans que hemos leído antes:


Mon cuer chassoit après Dangiers
En la forest de ma Pensée


Encontramos en ambos:

1) el tema del bosque (la forest);

2) este tema asociado a la idea de claustración en un mundo interior, representado en Baudelaire por el conjunto Forêt où mon esprit s'exile y en Charles d'Orléans por Forest de ma Pensée;

3) el tema de la caza:

-en Charles d'Orléans el corazón va de caza (chassoit);

-en Baudelaire un viejo recuerdo toca el cuerno de caza.

Adentrados en las semejanzas podríamos aumentar la lista. Así encontramos en ambos autores:

a) el tema simbólico del jardín devastado:

En Charles d'Orléans


Ce premier jour du mois de Mai
[...]
[...]
Dedens mon jardin de Pensée
Avecques mon coeur seul entray
Dieu scet s'entrepris fu d'esmay
Car en pleurant tout regarday
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Destruit d'ennuyeuse gelée
Ce premier jour du mois de May
Et gast fleurs et arbres trouvay,
Lors au jardinier demanday
Se Desplaisance maleuree
Par tempeste vent ou nuee
Avoit fait tel piteux array
Ce premier jour du mois de May.


(Rondeaux, CCLVII)                


Y en Baudelaire



Ma jeunesse ne fut qu'un ténébreux orage,
Traversé ça et là par de brillants soleils;
Le tonnerre et la pluie ont fait un tel ravage,
Qu'il reste en mon jardin bien peu de fruits vermeils.

Voilà que j'ai touché l'automne des idées,
Et qu'il faut employer la pelle et les râteaux
Pour rassembler à neuf les terres inondées,
Où l'eau creuse des trous grands comme des tombeaux.


(L'Ennemi, Spleen et Idéal, X)                


b) Leemos en Charles d'Orléans:


Je suis celui au coeur vetu de noir...


Este tema del corazón enlutado es anterior a nuestro poeta271, pero lo encontramos frecuentemente en él y aparece también en Baudelaire:


Mon coeur comme un tambour voilé
S'en va battant des marches funèbres.


(Le Guignon, Spleen et Idéal, XI)                


c) En ambos poetas asociación del invierno a elementos depresivos, e invierno símbolo de la vejez.

En Charles d'Orléans:


Or bannissez de vous toute paresse
Ennui, Souci avec Melancolie
Car froi yver qui ne veut que rudesse
Est desconfit et convient qu'il se fuye.


(Ballade, LXXVIII, v. 9-12)                



Car yver fait cueurs ennuieux.


(Ballade, LXXIX, v. 3)                


Y en Baudelaire:


Tout l'Hiver va rentrer dans mon être: colère
Haine, frissons, horreur, labeur dur et forcé,
Et, comme le soleil dans son enfer polaire,
Mon coeur ne sera plus qu'un bloc rouge et glacé.


(Chant d'Automne, Spleen et Idéal, LIX)                


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Oui, oui, Le Temps a reparu, le Temps regne en souverain maintenant, et avec le hideux vieillard est revenu tout son démoniaque cortège de Souvenirs, de Regrets, de Spasmes, de Peurs d'Angoisses, de Cauchemars, de Colères, et de Nevroses.


(La chambre double, Le Spleen de Paris, V)                


d) En el uno como en el otro manejo del diálogo interior.

Hemos dicho que su condición de prisionero incitaba a Charles d'Orléans a la introversión, y, como la lengua, en definitiva, es forma del pensamiento incluso silencioso, al desdoblar su propio yo, para establecer, aunque sea en circuito cerrado, esta comunicación tan necesaria a todo ser humano, el otro yo aparece identificado con el corazón, al que se dirige el poeta.

Leemos en Charles d'Orléans:


Fermez lui l'uis au visaige
Mon cuer a Merancolie
Gardez qu'elle n'entre mie
Pour gasteir nostre mesnaige.


(Rondeaux, CCXCI, v. 1-4)                



Mon cuer estoupe tes oreilles
Pour le vent de Merencolie.


(Rondeaux, CCCVII, v. 1, 2)                


Y le pide consejo:


Que me conseillez vous mon cuer


(Chansons, VIII, v. 1)                


o se lo da:


A mon cuer je conseille alors


(Ballades, CXIX, v. 5)                



Devenons saiges desormais
Mon cuer, vous et moy, pour le mieulx272.


(Rondeaux, CCXCIII, v. 1, 2)                


Y en Baudelaire:


Que diras-tu ce soir pauvre âme solitaire,
Que diras-tu mon coeur?


(Spleen et Idéal, XLIV)                



Résigne-toi mon coeur273.


(Le Goût du Néant, Spleen et Idéal, LXXXIII)                


e) En lo que se refiere al léxico notamos en Baudelaire como en Charles d'Orléans series de adjetivos aplicados a la amada.

En Charles d'Orléans:

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Tres-belle, bonne, jeune et gente


(Chansons, XLVI, v. 2)                



Dieu, qu'il la fait bon regarder
La gracieuse, bonne et belle!


(Chansons, VI, v. 1, 2)                


Y en Baudelaire:


Que diras-tu ce soir, pauvre âme solitaire,
Que diras-tu mon coeur, coeur autrefois flétri,
À la tres-belle, à la tres-bonne, à la tres-chère
Dont le regard divin t'a soudain refleuri?


(Spleen et Idéal, XLIV)                



À la très-bonne, à la très-belle.


(Hymne, Nouvelles Fl. du Mal, CXXXVIII)                


f) En los ejemplos citados en el punto precedente hemos podido observar que Baudelaire acumula los adjetivos formados por três+adjetivo. De uso corriente en la Edad Media, se escribían en una sola palabra. En el siglo XIX aún los atestigua la Academia unidos por un guión, pero de hecho su empleo es raro. (Única supervivencia actual: Le Três-Haut.)

g) Baudelaire maneja con cierta frecuencia el adjetivo non pareil, bastante inusitado en su época y descendiente del non pair medieval. Y, por último, este Nonchaloir en que Charles d'Orléans se refugia para huir de Melancolía también encuentra su eco en el nonchaloir, insólito en el siglo XIX, que encontramos en Baudelaire, pero que este poeta pudo tomar de Théophile Gantier, una de cuyas poesías viene encabezada por este título.

h) En lo que se refiere a la versificación, los elementos comunes a los dos poetas son:

- el manejo de formas fijas;

- la brevedad de las composiciones;

- el uso de refrains, de versos que abren o cierran una estrofa.

Y, por último, examinadas las distintas semejanzas, vamos a analizar un ejemplo en el que la influencia sea quizás menos profunda que en otros anteriores, pero en el que resulta más evidente, de modo que, hasta cierto punto, puede constituir la prueba por 9 de nuestra demostración.

Leemos en Charles d'Orléans:

Balada


(Ballades, LXIII, v. 1-8)                


Ahora comparemos esta estrofa con dos versos de Baudelaire:

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versos de Baudelaire


(Le Fantôme, 1, v. 1, 2)                


En ambos casos versos isométricos (decasílabos). Punto de partida de la afinidad Tristesse, que para mayor insistencia aparece en la rima. Cada elemento de la frase que hemos subrayado en la estrofa de Charles d'Orléans tiene su equivalente en los versos de Baudelaire, sólo que en el primer caso tenemos estilo indirecto y forma pasiva, y en el segundo, estilo directo y forma activa.

estilo directo e indirecto


Ahora examinemos el primer verso de cada poesía:

primer verso de cada poesía


Tenemos dos sintagmas similares:

Prep. + Det. + N. + Prep. + Adjetivo + nombre

Estos dos sintagmas resultan más afines si establecemos los ejes paradigmáticos:

En el 1.ºForest
Caveau

Forest, que ha perdido en el siglo XIX las connotaciones que tenía en la Edad Media, ha sido sustituido por caveau, de gusto más romántico, pero encontramos en Baudelaire un ejemplo que muestra de manera evidente la existencia de una red de asociación entre los dos términos:


Grands bois, vous m'effrayez comme des cathédrales;
Vous hurlez comme l'orgue; et dans nos coeurs maudits,
Chambres d'éternel deuil où vivrent de vieux râles,
Répondent les échos de vos De profundis.


(Obsesion, Spleen et Idéal, LXXXII)                


Grand bois es sinónimo de forest, como chambre d'éternel deuil representa caveau. Otra vez nos hallamos ante el motivo obsesivo del caveau, que tiene su origen en el trauma ocasionado por los funerales del padre perdido.

En el segundo eje de la selección, Baudelaire ha desdeñado ennuyeuse, que ha sufrido desde la Edad Media un cambio semántico que lo debilita, y lo aleja del sustantivo correspondiente ennui

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(ennui: lasitud moral, causada por la inacción, por la monotonía = spleen ennuyer: contrariar importunar)


y lo ha sustituido por insondable.

Pero si el poeta ha desdeñado los términos Forêt y exil, sustituyéndolos en nuestra poesía por caveau y rélégué, no es porque no tuviese presente una asociación entre ellos. Recordemos un verso del Cygne que ya hemos citado:


Ainsi dans la forêt où mon esprit s'exile
Un vieux souvenir sonne à plein souffle le cor


(Le Cygne, Tableaux Parisiens, XCII)                


¿Qué conclusiones podemos sacar de todo esto?

Recopilemos las semejanzas que nos ha aportado la comparación de ambos poetas:

  • - Afinidades espirituales: taedium vitae,
  • - Misma utilización de la alegoría,
  • - Temas comunes:
    • la cámara interior
    • el jardín destruido
    • el luto por amor
    • asociación del invierno a elementos depresivos
  • - Numerosas semejanzas de detalle:
    • diálogo interior
    • series de adjetivos femeninos
    • vocabulario
    • versificación
  • - Y, por último, pruebas de que Baudelaire tenía presente en su memoria, de manera más o menos consciente la obra de Charles d'Orléans.

Creemos que podemos concluir que hay más que una afinidad. Hay un Charles d'Orléans asimilado y presente en toda la obra de Baudelaire. Una presencia que a veces se traiciona un poco para confirmarnos que nuestra sospecha era justificada.

No debemos en modo alguno hablar de plagio, limitémonos a pensar, como Valéry que «le lion est fait de moutons assimilés»...

Los especialistas de Baudelaire no mencionan a Charles d'Orléans. Los estudiosos de Charles d'Orléans, como el propio Zumthor, como Alice Planche274, intuyen algo, pero no creen en ello. Parece que había llegado el momento de dar al César lo que es del César y a Charles d'Orléans lo que es de Charles d'Orléans.