251
Ibid., pp. 221-222.
252
Ibid., pp. 52-53.
253
El largo atardecer del caminante, pp. 260-261.
254
Ibid., p. 262.
255
Ibid., p. 22.
256
Ibid., pp. 53-54.
257
A quien Posse
dedica elogiosas palabras a través de su protagonista
(«Tiene este hombre algo
fantástico y desdichado que me atrae... Su talento es
grandilocuente, esperpéntico. Pese a sus fracasos, su
dominio del idioma es insuperable»
-p. 22-), como no
podía ser de otro modo en el caso de un autor cuyo
esperpento se ha convertido en paradigma literario de buena parte
de la novelística del escritor argentino y de toda la nueva
novela histórica latinoamericana.
258
Buen amigo a quien citará a su vez en otras novelas como La reina del Plata.
259
Ibid., p. 203.
260
Ibid., p. 203.