171
Don Juan Manuel, Libro infinido, ed. J. M. Blecua, Granada, 1952, págs. 4-7, glosa esa misma idea, en términos similares: ¿se inspira en Alfonso X (como tantas veces) o en los citados «escriptos de sabios»
?
172
Quizá «Catón», Disticha, III, 1: «nam sine doctrina vita est quasi mortis imago»
. De «Catón el sabio» (II, 18) proviene sin duda la afirmación de II, 1, pág. 231 b: «la locura enfennida [...] muy grant sabeduría es»
.
173
Cf. M. R. Lida de Malkiel, La idea de la fama en la Edad Media castellana, México, 1952, págs. 151 sigs.
174
Vid. también II, 1, pág. 290 b: «es como la uertut de la bondat que, con entendimiento de las cosas deste mundo e con el saber dellas de qué natura son e a qué an de recudir, e faze ell alma desdennar [tales "cosas"] e remembrarse
de su Criador e oluidar el uicio del pecado e partirse dél e allegarse a Dios»
.
175
Cf. A. G. Solalinde, pról. a I, pág. XVIII, n. 1.
176
Cf. sobre todo J. Mariétan, Problème de la classification des sciences d'Aristote à Saint Thomas, San Mauricio de Suiza-París, 1901; L. Baur, ed., D. Gundisalvus, De divisione philosophiæ, Münster, 1903, págs. 196-202; F. Van Steenberghen, «Réflexions sur l'organisation des études au Moyen Âge», en Studia monographica... a Maioricensi Schola..., XI (1954), páginas 153-168; E. de Bruyne, Estudios de estética medieval, Madrid, 1959, II, págs. 389-394, etc.; J. Chatillon, en el citado volumen La pensée encyclopédique au Moyen Âge, págs. 66-72; J.-A. Weisheipl, «Classification of the Sciences in Medieval Thought», en Medieval Studies, XXVII (1965), págs. 54-90; F. Rico, «Aristoteles Hispanus», págs. 156-157.
177
Para cuyo origen y avatares, vid. últimamente H. I. Marrou, Saint Agustin et la fin de la culture classique, París, 1938, páginas 211-275; J. Koch, ed., Artes liberales. Von der antiken Bildung zur Wissenschaft des Mittelalters, Leiden-Colonia, 1959; P. Merlan, From Platonism to Neoplatonism, La Haya, 19602, págs. 88-95 («The Origin of the Quadrivium»); L. M. De Rijk, «[Egkýklios paideía]. A Study of its Original Meaning», en Vivarium, III (1965), págs. 24-93; E. Garin, L'educazione in Europa, 1400-1600, Bari, 19662, págs. 42-44; y el volumen citado en la nota siguiente.
178
Caso distinto es el del Setenario, págs. 29-31, donde «estos tres ssaberes [...] se tornan en vna rrazón»
y donde el esquema de las ciencias, en general, difiere mucho del de nuestra crónica. No trataré el tema aquí, y advierto ya que nada hay aprovechable en N. Zeballos Ortega, «Alfonso X y las artes liberales», en Arts libéraux et philosophie au Moyen Âge: Artes du Quatrième Congrés International de Philosophie Médiévale, Montreal-París, 1968,
págs. 627-629.
179
Vid. J. Fontaine, Isidore de Séville et la culture classique dans l'Espagne wisigothique, París, 1959, págs. 873-874.
180
Cf. El pequeño mundo del hombre, págs. 76-77 (sobre el Setenario), 180-193, etc.