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741

«El naturalismo español en la década de 1881-1891», en el libro Estudios sobre la novela española del siglo XIX, Madrid, C. S. I. C., 1977, pp. 49-131.

 

742

Iris M. Zavala, Ideología y política en la novela española del siglo XIX, Salamanca, Anaya, 1971, señala cómo López Bago, Ortega Munilla, Trigo, Blasco Ibáñez y Baroja recogen el interés por la vida del bajo mundo que muestran Sue, Ayguals de Izco y continuadores (p. 121). Unas páginas más adelante, partiendo de una novela de folletín, nos dice: «Serán los naturalistas los que vuelvan al mundo marginado de prostitutas, truhanes, degenerados y criminales, impulsados por los avances científicos, el darwinismo y el afán incontrolable de epater el mundo burgués circundante» (p. 175).

 

743

La Prostituta, p. 76.

 

744

La Pálida, p. 126. En estas novelas, López Bago hace un prolijo uso de sus conocimientos de medicina, como pone de manifiesto en la descripción de las enfermedades, en el abundante empleo de tecnicismos médicos y en las fórmulas de los preparados, así como en las descripciones de los aspectos fisiológicos que caracterizan a los personajes y que determinan sus actuaciones. López Bago subtitula todas estas obras «novela médico-social», y pone al frente de todas ellas, como lema, una frase de Claude Bernard: «La moral moderna consiste en buscar las causas de los males sociales, analizándolos y sometiéndolos al experimento».

 

745

La Buscona, p. 241.

 

746

Pattison, op. cit., p, 57, cita esta traducción: «Safo, costumbres de Paris». Traducción de Eduardo López Bago, precedida de una carta del ilustre novelista francés; con un prólogo de Eugenio de Olavarría y Huarte. Madrid, ¿Agustín Jubera?, 1884.

 

747

Los Amores, Sevilla, 1876. Pattison, op. cit., p. 136, recoge la opinión que José Ortega Munilla expresó en El Parlamento, el 27 de enero de 1877; al ilustre periodista y luego novelista naturalista, esta obra le pareció una «novela realista y peligrosamente provocativa».

 

748

La visión de Sawa es encomiástica en exceso, pues lo sitúa a la altura de los grandes creadores decimonónicos. Los nombres que aparecen citados revelan esa mezcla del romanticismo y naturalismo repetidamente aludida, pero el tono de este párrafo nos lleva a destacar su raíz romántica.

 

749

Obra desconocida. No aparece recogida en ninguna de las bibliografías existentes de López Bago: ni en el libro de Ferreras (cit.), ni en el Ensayo de un Diccionario... de F. C. Sainz de Robles (cit.), ni tampoco en el Manual del librero hispano-americano de Antonio Palau (Barcelona, 1948-1977). Es muy posible que se trate de un artículo periodístico.

 

750

Además de los periódicos aquí mencionados, sabemos, por F. C. Sainz de Robles (op. cit.), que también colaboró en La Ilustración Española y Americana y La Familia. Walter T. Pattison, op. cit., rescata textos de López Bago de las páginas de El Progreso y de La Ilustración Militar. Pero en el primer párrafo del apéndice de La Pálida (publicada en enero de 1885) dice el autor: «Yo soy uno de los pocos españoles que vivimos en Madrid sin publicar un periódico. Esto no quiere decir que me encuentre sin pecado. He sido periodista hasta que por voluntad y propósito decidido dejé de pertenecer al periodismo, consagrándome por completo a las tareas literarias: vivo, pues, publicando mis libros, escribiéndolos con el mayor esmero que se me alcanza, y cobro la subvención que me paga el público que los compra» (p. 261).