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Homenaje a Antonio Machado

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«Poned atención:

un corazón solitario

no es un corazón»


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Pasaste tu infancia en un patio de Sevilla

y en un tren de madera recorriste Castilla.

En tus venas no había sangre jacobina,

pero cantaste como nadie al olmo de la colina.

Adorabas la hermosura y eras hombre bueno.
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¡Y cuánto admirabas a Soria y al Duero!

Siempre ligero de equipaje,

de maleta tus versos viaje a viaje.

Todo pasa, todo queda y lo tuyo fue pasar;

pero dejaste mil versos para poderlos cantar.
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Eras niño que soñabas con caballos de cartón;

no es un sueño, que hoy los niños conocen a tu bufón.

Españolito, Machado, España tu verso oyó,

y gracias a tu llamada de su sueño despertó.


Félix Gil

—V→

Estrella, paloma y mar

Cuando veo una estrella

pienso que es bella,

pienso que tú la viste.

Cuando veo una paloma

pienso que vive en una loma,
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pienso que tú la viste.

Cuando veo el mar

pienso en navegar,

pienso que tú lo viste.

Cuando veo todo esto,
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tan bello...

Me recuerda a una estrella,

tan extensa.

Me recuerda a una paloma,

tan azul.
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Me recuerda al mar.

Cuando pienso que tú lo viste,

me pongo triste

y vuelvo a empezar.


Fernando Martín

—VI→

Aquellos días de verdad

Cuando la noche oscura y triste

te ve durmiendo en tus suaves sábanas,

recuerda con gran tristeza aquellos días de verdad.

Días de niñez, de una niñez desentrenada,

días que van pasando, que vas madurando
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y que sin darte cuenta, vas cambiando.

Los pájaros van cantando una suave melodía,

te despiertas al amanecer con sus lindas cancioncillas,

y te reciben con un cordial saludo, de empezar un nuevo día.

La soledad se pierde con el griterío de los niños,
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te invade el corazón una gran sensación de alegría,

y ella en cambio se enfada, quejándose de que no la miras.

La felicidad sonríe y se siente muy orgullosa,

pues te ha invadido el cuerpo sin que te dieras cuenta

y muy contenta le intenta dar celos a la soledad.
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La soledad lo ha intentado pero nunca la ha ganado.

¿Cómo va a ganar a la felicidad? Si en una niñez de caramelo

y de pan todo es vida y todo es jugar.

Pero vas creciendo más y cada día más deprisa,

no te das cuenta de las cosas que vas aprendiendo,
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y en un momento dado: ¡zas! diste el salto sin parar.

Cuando la noche oscura y triste

te ve durmiendo en tus suaves sábanas,

recuerda con gran tristeza aquellos días de verdad.


María de la O Rodríguez

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—VIII→

A Antonio Machado

Antonio Machado,

con tu sonrisa en los labios,

con tu sabiduría

en el papel;

nos has hecho saber
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lo que nadie sabía.

Tus grandes obras

nos hacen sentir

alegría, tristeza y amor.

Con «Soledades»
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comienza tu grandiosa obra.

¿Con cuál ha de acabar?

Tu nacimiento

hace ya más de un siglo,

y la muerte
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que sin ti nos ha dejado,

tuvo que llegar

en mil novecientos treinta y nueve.

Entre las obras

que dejaste:
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«Galerías»,

«Campos de Castilla»,

«Nuevas Canciones»

y «La guerra».

Más, esta poesía
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me gustaría que escuchases,

no es como las tuyas

pero está dedicada

a alguien muy grande.


Irene Díaz

—IX→
Apenado, pero con la cabeza alta,

va a una tierra no deseada.

Piensa en su tierra natal,

en la gente que dejó atrás.

En los árboles, en los amigos,
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en los pobres y en los mendigos.

Pero en el camino,

se pierde su destino...

¡Ay! amigo.

¿Adónde irás?
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Si subes, monte.

Si bajas, mar.

Pero si te quedas,

seguro que morirás...

¿Adónde irás?
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Ya has llegado a tu meta,

ya no existe un camino de vuelta.

Pero en el camino,

se pierde tu destino...

¡Ay! amigo.
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José Ángel Esteban

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Busto en bronce por Pablo Serrano

—XI→

A Antonio Machado

Tus ojos eran versos

cuando llegaba la tarde,

tus labios un poema

en la leña que arde.

Tus manos un rosario
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que duerme por las noches,

tus dedos las estrellas

que acarician sin reproche.

Tu imaginación, metáforas

para un poema nuevo;
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tus palabras eran sueños

de un niño pequeño.

Tu corazón ha seguido

el compás de esta historia

que dejaste atrás aquel día de tu vida.
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Tu vida era el poema

que tú siempre buscabas,

que ahora con rima asonante

navega bajo el agua.


Arancha Serna

—XII→

Imagen

(Sevilla, 1875 - Collire. Francia 1939)