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Volumen 6 - carta nº 311

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A   JUAN VALERA

Madrid, 14 abril 1884

Mi muy querido amigo: ¿Qué ha sido de Vd. que no me ha escrito en más de un mes? Todavía no sé si recibió Vd. mi última carta y el libro que iba con élla encabezado con su nombre. Supongo que tambien recibiría Vd. dos ejemplares del discurso de Cánovas, que Fé le habrá remitido de mi parte.

Deseo que Vd. me escriba largo y tendido, y que me, envíe la carta preliminar de los versos, para que Catalina pueda comenzar la edición. En fin, escríbame Vd. y dígame que vive y que está bueno y sano, lo cual á mí no me consta sinó por relacion de su mujer de Vd. y de sus sobrinos.

Catalina ha empezado á imprimir el segundo tomo de mi Historia de las ideas estéticas, el cual abarca casi íntegros los siglos XVI y XVII. En los platónicos y en los místicos me dilato mucho, y tambien en las teorías sobre el teatro.

El Horacio que Vd. me anuncia no ha llegado aún á Europa. Tendré mucho gusto en verle, y de antemano lo agradezco.

Aquí se ha publicado poco en éstos últimos meses. Echegaray acaba de imprimir el primer volúmen de sus obras dramáticas coleccionadas. Pereda vá á publicar tambien la coleccion de sus novelas con un largo estudio mío, que ya. remitiré á Vd. oportunamente.

Creo que me hacen diputado (conservador, por supuesto). No sé de fijo cómo ni por dónde saldré, pero de todas maneras he de salir de dudas antes de dos semanas.

Envío á Vd. unos versos medio de broma, que hice en obsequio á la Guaqui. No sé si los entenderá Vd. porque ván en letra muy piojosa.

Pidal y Aureliano se negaron rotundamente á todas mis instancias, para que se repusiera á D. n Luis Herrera en la Direccion del Instituto de Cabra. En vano les puse de manifiesto la brutalidad inicua y las malas pasiones de lugar de que había sido víctima. Estaban muy prevenidos en contra por informes de no sé qué personajes de la localidad; y no hubo medio. A consecuencia de esto, D. n Luis Herrera debió de irse despechado, sin despedirse siquiera de mí, quizá por imaginar que yo no había puesto bastante interés en el asunto.

Y bien sabe Dios que no ha sido así.

Al fin, Mártos salió elegido académico. Yo no le voté, porque no es hombre de letras, y además porque venía impuesto por Cánovas, y no tuvo siquiera la atencion de pedirnos el voto, como es loable costumbre.

No sea Vd. perezoso: escríbame y téngame por su mejor amigo

Marcelino Menéndez y Pelayo

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 202-203.