Visor de obras.

Volumen 8 - carta nº 307

Madrid, 25 marzo 1887

Mi muy querido amigo: No crea Vd. ni por un momento que mi tardanza en contestarle procede de olvido o indiferencia. Vd. sabe lo bien que le quiero, y el gusto que tengo siempre en recibir cartas suyas. En contestar soy perezoso, pero no por otra razón sino por lo muy ocupado que vivo, y porque, en realidad, no tengo nada muy particular que comunicarle.

He leído el artículo IX de los Apuntes. El X todavía no ha salido. Encuentro en el IX consideraciones muy oportunas y discretas sobre el espíritu socialista en la novela. Supongo que Catalina empezará a imprimir en seguida los artículos en forma de tomo. Me dijo que iba a hacerle pequeño, por el estilo de las Novelas Ejemplares, de Cervantes, que él mismo ha impreso. A mi entender, Cánovas está dispuesto a escribir el prólogo,-lo que es más-tiene ganas de hacerlo, pero quizá lo retarde algo por sobra de ocupaciones. Esto creí entender la otra noche, en que habló de este asunto en casa de Semíramis, exhortándole la misma Semíramis y yo a que se encargase de ese trabajo y le hiciera pronto. Creo, pues, que no debe Vd. picarse con Cánovas, aunque no le haya contestado todavía. Él contestará, y según creo, escribirá el prólogo, más tarde o más temprano.

Venga pronto esa carta a Alarcón.

No se olvide Vd. de mi encargo relativo a la memoria de Monseñor Namèche sobre Luis Vives.

De los ejemplares de la lista, yo entregaré algunos, y otros los hará llegar Catalina a su destino.

Ahora que ha acabado Vd. los Apuntes, debe ponerse sin descanso a la conclusión de la Metafísica a la ligera, que, a juzgar por lo publicado, va a ser obra capitalísima entre las de Vd. Deseche Vd. el temor de no ser leído; los que en España leen algo, le leen a Vd. y le quieren y le admiran.

Los demás no leen nada, y por consiguiente, ni su juicio ni su desdén pueden importarle a Vd. nada. Además, lo que aquí hay no es desdén, sino pura y sencilla ignorancia. Yo escribo muchos libros, ningún periódico habla de ellos, y sin embargo, los libros se venden. El instinto del público basta para esto.

Me alegraré mucho de que se decida Vd. a venir en mayo, y todavía más de que encuentre Vd. modo de vivir en España, para satisfacción propia y de sus amigos.

Suyo de todo corazón

Valera-Menéndez Pelayo , p. 362-363.

SÁNCHEZ DE MUNIÁIN J. M.ª Antología de Menéndez Pelayo , p . 225-226 (fragmentos).