Cartulario de Santo Domingo de Silos

Fidel Fita

Bienvenido Oliver

Manuel Danvila

La obra se distribuye así:

La Introducción abarca la historia del monasterio, siguiendo desde su fundación la serie de los abades é ilustrándose con todos los documentos y monumentos hábiles al efecto.

El Cartulario, á partir del año 919, va escalonado por siglos en estricta serie cronológica. Comprende 102 bulas pontificales, 285 cartas reales y 406 documentos de diversa índole, siendo particularmente notables los referentes al Cid y á los prioratos de San Martín de Madrid, y San Frutos de Segovia.

Inscripciones hay tres romanas (una de ellas inédita), una griega en camafeo, y otra árabe. Las demás, si bien pertenecen á la Edad Media, sirven de esclarecimiento poderoso, auge y corroboración de los documentos.

En el Glosario y en los copiosos Índices, hallará el estudio crítico y comparativo de nuestra Historia y Geografía, una mina por explotar copiosísima y de precio inestimable.

El estudio viene ilustrado con la colección de fotografías que se darán en fotograbado, sacadas de los principales textos y monumentos originales.

Hemos dicho que ilustra la historia del Cid Campeador; y en efecto, varios son los documentos en que aparece su firma desde el año 1076 en adelante. La carta de arras (19 Julio 1074) con que dotó el Cid á su esposa doña Jimena, aparece rectificada por medio del original y sabiamente comentada. Otro tanto acontece con el texto del famoso concilio de Husillos en 1088 y con la carta de confirmación otorgada por Alfonso VII al priorato de San Martín de Madrid, que se ha creído hasta ahora fechada en 1116 ó 1118, pero que el texto original fija en 18 de Julio de 1126. Las bulas de los romanos pontífices son en su mayor parte inéditas. En los documentos de primer orden, aun en los ya impresos, por ejemplo en el testamento de Alfonso el Batallador, ocurre igualmente algo nuevo y muy provechoso. No constaban ó no se conocían los nombres de los magnates que lo suscribieron; mas en esta colección manifiéstanse todos ellos.

Interminable sería el presente informe si quisiéramos ponderar las grandes ventajas que de esta obra monumental podrán redundar para la historia general, civil y eclesiástica de España.

Por esto los que suscriben son de opinión que la Academia está en el caso de apoyar la petición¹ que le ha dirigido la sabia Comunidad de Santo Domingo de Silos; y entienden que con semejante apoyo cabe que tengan exacto cumplimiento las disposiciones que rigen en virtud del Real decreto de 12 de Marzo de 1875 y de la Real orden de 23 de Junio de 1876.

La Academia, en su alta penetración, resolverá, como siempre, lo más acertado.

Madrid, 26 de Junio de 1891.