71
Mártires, ed. Sola y Parreño, pág. 118. Véase la introducción de Sola, págs. 32 y 35. (N. del A.)
72
Los baños de Argel, pág. 21. (N. del A.)
73
Pág. 240. Continúa Camamis
(págs. 240-41) (N. del A.): «Estas estrechas
correspondencias, algunas muy específicas, indican claramente una
íntima colaboración intelectual entre Cervantes y Antonio de Sosa
durante su estancia en Argel; colaboración que, además,
está corroborada por la autoridad de un documento notarial: la
'Información de Argel'»
. Lo que dice la dicha
«Información» es que, según testimonio de Sosa,
«sé que se ocupaba [Cervantes] muchas vezes en componer versos
en alabanza de nuestro señor y de su bendita madre y del
santísimo sacramento y otras cosas santas y devotas, algunas de las
quales comunicó particularmente conmigo, y me las enbió que las
viese»
(pág. 396).
74
Que Cervantes hubiera leído la Crónica de Juan II es una conclusión necesaria de los ejemplos ofrecidos por Don Quijote en su discusión con el Canónigo de Toledo, en el capítulo I, 49. (N. del A.)
75
A Study of Don Quixote, pág. 55. Ya que no lo menciona, excluí el libro de Haedo de mi reconstrucción de «La biblioteca de Cervantes» en Studia in Honorem prof. Martín de Riquer, II (Barcelona: Quaderns Crema, 1987), 271-328 (véase pág. 273). Pero sí incluí, pues su autor se menciona en el Viaje del Parnaso, De historia, para entenderla y escribirla, de Luis Cabrera de Córdoba (Madrid, 1611). (N. del A.)
76
Véase mi A Study of Don Quixote, pág. 63. Consecuencia de esta falsedad era su lascivia y su desprecio para el verdadero heroísmo español. (N. del A.)
77
Véase «Cervantes y Tasso vueltos a examinar», en Estudios cervantinos (Barcelona: Sirmio, 1991), págs. 37-56, en la pág. 42; también Don Quijote, capítulo II, 16. (N. del A.)
78
Ésta es la semejanza, citada arriba, que dejó a Parreño sumido en la perplejidad. (N. del A.)
79
«Belardo furioso. Una carta de Lope mal leída», Anales cervantinos, 12 (1973), 3-37, en la pág. 21. (N. del A.)
80
A Study of Don Quixote, págs. 16-17. (N. del A.)