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21

Esto declara en la «Adjunta al Parnaso» (183).

 

22

Obras escogidas 1: 1441-42. Dice Riquer que era estilo aceptable suprimir el artículo la, como hace Avellaneda, que así también lo hacía Cervantes. Y cita, precisamente, «monstruo de naturaleza» en su Cervantes, Passamonte y Avellaneda (153). No he indagado si Cervantes omite el artículo en otras partes, ni con qué carga.

 

23

Apócrifo, 1: 9 de la edición de Riquer. Sobre el antagonismo literario entre novelista y dramaturgo véase el meticuloso y claro resumen de Eisenberg, en «Cervantes, Lope y Avellaneda».

 

24

Sobre Lope autor del prólogo al Apócrifo, véase el artículo de Marín, citado infra, pág. 95.

 

25

De esto he tratado extensamente en Cervantes y su concepto (345-82) y en el Capítulo 4, «A Knight, a Country Gentleman and a Lion», de Cervantes the Writer (36-53).

 

26

Obras 5: 237v. Naturalmente, la cursiva es mía.

 

27

De la psicología de Lope de Vega no voy a hablar aquí. Me remito a la penetrante semblanza que nos ofrece McGaha del dramaturgo en el ensayo que precede a su traducción al inglés de Lo fingido verdadero (1607-08). Dice McGaha: «Though on one level Lope was fully aware of the magnitude of his achievement as a dramatist, he was at the same time a deeply insecure person with a fragile ego and hence was very susceptible to... criticisms» (12). [«Si por una parte era Lope totalmente consciente de la magnitud y alcance de su arte dramático, por la otra se sentía profundamente inseguro debido a su frágil ego de donde su gran susceptibilidad... ante la crítica».] Tal desbordante inseguridad de Lope de Vega se traduce en violencia lingüística como la que despliega contra Cervantes.

 

28

Así dice Cervantes en el «Coloquio de los perros»: «autor de comedias, que a lo que me acuerdo se llamaba Angulo el malo» para distinguirlo «de otro Angulo no autor, sino representante, el más gracioso que entonces tuvieron y ahora tienen las comedias» (Obras 4: 170v).

 

29

En 1893, los editores de sus Obras no se atrevían a asegurar que Cervantes alude a este auto -«porque no todas las señas convienen» (xxv)- al frente del cual va el nombre de Lope de Vega, precedido de una «Loa» que lleva el nombre de Mira de Amescua. Yo me atengo al tratamiento de Cervantes para afirmar que, en efecto, es a este auto de Lope al que alude Cervantes.

 

30

Clemencín advierte que el 6 de octubre, que es según la cuenta de Vicente de los Ríos cuando tiene lugar el encuentro entre Don Quijote y los farsantes, no puede caer en el Corpus y que Cervantes no colocó bien la aventura (1572 n. 10). Lo que esto nos dice, sin embargo, es que no van errados, ni Murillo en The Golden Dial, ni Casasayas al concluir por las correspondencias entre fechas y fiestas que Cervantes cambió el orden de los capítulos que ya tenía escritos procediendo del final hacia el principio en el Quijote de 1615. Éste es tema de un segundo trabajo en marcha de Casasayas.