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Estas últimas firmadas a medias con Felipe Pérez, y consideradas por algún estudioso del tema como el nacimiento del cómic español. Aparecen con frecuencia en La Caricatura y en Blanco y Negro.
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En nota a pie de página informa Clarín: «Cuentos de futuro. Forman serie. Uno de los próximos a publicarse lleva por título Castelar en Covadonga; otro, La Pardo Bazán en la Academia»
.
Lo cierto es que estos dos «no salieron nunca en letras de molde a pesar de que Castelar en Covadonga fue anunciado por el mismo Cánovas al final de La fiesta de Campoamor, lo cual puede verse como una hábil transición... truncada»
(Lissorgues 2001, p. 253).
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En carta a Sinesio Delgado le había adelantado su intención de escribir algo nuevo: «Voy a hacerle a Vd. comedias breves, de un número o dos, o tres a lo más [...]. Yo he hecho el primer cuadro de una que se titula "La Contribución"»
(Botrel 1997, p. 41).
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El caso más llamativo es el de la «puesta en libro» de La Regenta, que a pesar de aparecer en dos volúmenes y con meses de diferencia, no sólo el segundo se confeccionó también a base de capítulos entregados a toda prisa, sino que además no contamos con ningún comentario de Alas sobre las ilustraciones de Llimona para el primero.
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Algo que no es de extrañar dado el importante papel del dibujante en el semanario. Ya en 1887, con motivo de un viaje de Delgado y Cilla a Oviedo en el que no se pudieron encontrar, escribe: «¿No podrían ustedes rectificar y volver por aquí allá por San Mateo? (27 de septiembre). Dígale a Cilla que tenga todo esto por suyo, es decir, las quejas, los reproches y la expresión de mi regret por no haberles visto»
(Botrel 1997, p. 19).
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No deja de resultar curioso el que pocos días más tarde arremeta contra Sancha y Cilla, como hemos podido leer.
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Sobre este tema contamos con un excelente trabajo del profesor Botrel: «En el taller de Clarín: de la cuartilla a la página»
. Turia, 57, 2001. Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, pp. 151-163.
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Otra cosa era la minuciosa corrección de pruebas a que sometía su obra en volumen, ya novela, ya recopilatorios de cuentos o de artículos.
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Las cuatro primeras partes de las seis que componen la narración aparecieron en 1886 en la Revista de Asturias. Según Carolyn Richmond se constituye así en «un náufrago representativo aún de esta época de crisis en la vida de nuestro autor, que, casi una década después, optaría por volver al inacabado escrito, retocándolo y completándolo con un desenlace sumamente conmovedor»
(Richmond 2003, p. 61).
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Este trabajo forma parte del Proyecto de investigación «Análisis de la Literatura Ilustrada del siglo XIX», dependiente del Plan Nacional I+D+I 2012-2014, Ref. n.º FFI2011-26761.