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ArribaAbajoLos ferrocarriles en España

Entre las muchas cosas que se derrumban estrepitosamente en España figuran los ferrocarriles. Según datos oficiales, durante el año 1948 se produjeron en España 2.363 accidentes ferroviarios, en los cuales resultaron muertas 102 personas y 2.280 heridas. El balance de 1949 es aún más trágico, y en 1950, durante el mes de enero, se registraron 24 accidentes graves en los que murieron más de 10 personas, resultando bastantes heridos.

Las causas de los siniestros son múltiples. Enganches que se rompen, calderas que estallan, ruedas y ejes que se parten, señales que no funcionan, raíles desgastados, traviesas podridas, agujas que no encajan, frenos que no frenan, falsas maniobras, etc. Y todo ello debido a la incuria criminal del régimen que contempla impasible el derrumbamiento del transporte ferroviario, mientras derrocha anualmente miles de millones de pesetas en gastos de guerra y represión.

En 1935 la red ferroviaria española tenía 16.905 kilómetros, en 1949 tiene 17.585. Es decir, en 10 años el régimen franquista sólo construyó 680 kilómetros de vía nueva, lo que significa un ritmo aproximado de 18 centímetros por día. Mientras tanto se han podrido varios millones de traviesas que no hay con qué reponer.

De los 67.881 vagones de mercancías existentes, 57.200 necesitan urgente reparación en los ganchos de tracción, y 56.000 cambiar de ejes. Esto sin hablar de las calderas de las locomotoras, perforadas en su mayor parte y reparadas con cemento, ni de los frenos ni ruedas...

De la forma en que el franquismo «afronta» la situación da idea el hecho de que durante el pasado año fueron construidos en España 200 vagones y se retiraban del servicio ¡2.500! La proporción entre locomotoras fabricadas y aquellas otras que quedaron arrumbadas como hierro viejo en depósitos y apartaderos no es inferior. Mientras tanto, la chatarra que aún marcha sobre ruedas no logra superar los 25 o 40 kilómetros a la hora, según se trate de mercancías o de «expresos». Del estado en que se encuentran los vagones de pasajeros hablan claro las siguientes impresiones de un pasajero, recogidas en el diario La Voz de España:

«Los cristales están rotos y los retretes atascados. Los muelles muestran sus entrañas por el desgarrado cuero de los asientos de primera. Algunos viajeros, por descuido al parecer, nos dice el revisor, se han llevado los visillos de las ventanillas y aun los picaportes y pasamanos metálicos de las portezuelas. Del aspecto de los coches de tercera, mejor es no hablar...»



Los efectos del estado de los ferrocarriles no pueden ser más desastrosos para la economía. Faltan cisternas y vagones de carga. El servicio de mercancías, muy restringido, no es capaz de mantener el enlace económico entre las diversas regiones. Millares de toneladas de mercancías esperan ser cargadas en   —52→   los muelles durante meses enteros. La congestión es tal, que durante semanas se suspenden las facturaciones. Al final los propietarios de las mercancías se enteran de su partida, pero ¿y de su llegada al punto de destino?

Esto ya no depende de la velocidad del tren, sino del soborno, del estraperlo. De la cantidad que se entregue a las «jerarquías ferroviarias» que hacen lucrativos negocios con el despacho de las facturaciones.

Baste decir como ilustración que el director general de la RENFE es el conde de Guadalhorce, antiguo ministro de Fomento de la dictadura de Primo de Rivera, malversador de fondos públicos y privados, quien al proclamarse la República huyó a la Argentina para no rendir cuentas de sus inmoralidades durante su «gestión» ministerial. En Buenos Aires fue encarcelado por malversación de los fondos de la Compañía Metropolitana de la ciudad del Plata.

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Estado del Parque ferroviario español (locomotoras, autovías, coches y vagones) con la República y bajo el franquismo.

El estado actual de los ferrocarriles españoles puede calificarse de «chatarra herrumbrosa sobre ruedas administrada por ladrones».

Como en otros casos, el franquismo no ve otra salida a la situación que la entrega de los ferrocarriles a los monopolios yanquis. Recientemente se formó en España una compañía para la explotación de un tren rápido. El capital pertenece a los jesuitas, representados por los señores Goicoechea y Oriol, y a la compañía «American Card and Foudry». De la amalgama salió la «Sociedad Patentes Talgo» para poner en explotación el tren TALGO (Tren Articulado Ligero Goicoechea y Oriol). Al parecer, a los jerarcas falangistas y beneficiarios del régimen no les gusta «disfrutar» de su propia obra ferroviaria cuando viajan, por cuya razón la citada compañía «Talgo» se lanzó a la empresa de crear un tren exclusivamente para millonarios franquistas que viajarían a ¡200 kilómetros por hora!

Durante muchos meses la propaganda puso por las nubes al tren Talgo. Se habló del resurgir del transporte ferroviario, de los avances y progresos de la técnica ferroviaria norteamericana y de lo beneficiosa que resultaría la inversión de capitales yanquis en los ferrocarriles españoles.

Llegó el día de la inauguración. En   —53→   los talleres de la Euskalduna se congregaron jerarcas falangistas y magnates yanquis. Bendecido el convoy por el obispo de la diócesis, partió el tren Talgo dispuesto a sorberse los vientos a 90 por hora, ya que lo de los 200 había sido simplemente un truco propagandístico a la americana. Pero a unas docenas de kilómetros de la partida, cuando se aproximaba a los 40 por hora, la maravilla americana con ruedas, sobre raíles falangistas, descarriló. Los expertos dictaminaron que el siniestro se produjo por el desgaste de la vía y a que las traviesas estaban podridas. Es decir, el tren Talgo siguió la triste suerte de cualquier mixto de Arganda o expreso de Barcelona.

Lo que ha ocurrido a los ferrocarriles españoles con el tren Talgo ocurrirá a la España franquista, en general, con la «ayuda» americana. Porque lo que está podrido no tiene enmienda. Y el problema de los ferrocarriles, como otros muchos que aquejan a España, sólo tendrán solución cuando el actual equipo de serviles vendepatrias sea sustituido por un verdadero gobierno español, republicano y democrático, apoyado por el pueblo.

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ArribaAbajoVuelan los tomates sobre los «poetas» de Franco en Hispano-América

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Una troupe de «poetas», mezcla de confidentes, degenerados y señoritos fascistas, ha sido recientemente enviada por Franco a Hispano-América. Esta troupe estaba compuesta por Luis Rosales, el judas que entregó a García Lorca para que lo asesinaran, Agustín Foxá, Antonio Zubiarre y Leopoldo Panero.

En Cuba, Venezuela y Costa Rica estos «poetas», especialmente La Habana y Caracas, tuvieron una acogida que dice mucho y bien de los sentimientos democráticos y antifranquistas de esos pueblos. Hubo tomatazos a granel. En La Habana, además, se estrellaron huevos, pues en la cabeza del cebado Zubiarre hicieron un blanco admirable con un huevo.

Y al grito de «mueran los asesinos de García Lorca», se produjo el ataque contra dichos «poetas» a los que, además de huevos, les lanzaron tomates haciéndoles huir despavoridos.

Gran número de estudiantes que participaron en la protesta utilizaron también puños contundentes para dar su merecido a los señoritos falangistas que «guardaban las espaldas» a los «poetas». El pavor de los acompañantes de los «poetas» fue tan grande, que en la carrera que emprendieron dieron un empellón al Nuncio de Su Santidad en Cuba, que estaba en la presidencia, lanzándole bajo una mesa donde permaneció hasta que la policía intervino.

El Nuncio de Su Santidad será más cauto en otros actos, porque el papelito que ha hecho dice poco en favor de su jerarquía.

Los cuatro «poetas», de Cuba pasaron a Venezuela. En Caracas el representante diplomático franquista organizó una velada «artística». Numerosos demócratas venezolanos acudieron a ella; a poco de comenzar el acto se produjo un apagón y en ese momento cayó sobre el escenario una lluvia de tomates. Al restablecerse el alumbrado los cuatro «poetas» emprendieron la fuga velozmente en medio de una pita ensordecedora.

En Costa Rica fueron acogidos con idénticas protestas, pues, enterada de lo sucedido en Cuba y Venezuela, La Liga Juvenil Revolucionaria costarricense había iniciado una protesta que obligó a los «poetas» a huir como las ratas.

La repulsa de esos pueblos hermanos hispano-americanos a los emisarios franquistas ha sido una demostración de su cariño hacia la República española, hacia el pueblo indomable de España.

Buena lección para impedir que la ponzoña falangista no envenene a la intelectualidad de los pueblos de la América Latina.

Buena demostración de ardiente solidaridad para con la democracia española.



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ArribaAbajoTres veces

Cuento. De la revista Ataque, editada por la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón


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A Paquita no se le pegan las sábanas. Todas las mañanas, dos horas antes de salir el sol ya va camino de la fuente con la toalla enrollada al cuello, a lavar la estatua de bronce de su rostro moreno y a peinar la negra cascada de sus cabellos.

Paquita no es ninguna niña. Pronto cumplirá los diecisiete. Es esbelta, bien formada, guapa y muy morena. Tiene ojos cariñosos, acariciadores, inquietos y vivos; ojos de gacela.

A pasitos menudos que apenas rozan la senda -como si temiera lastimarla-, Paquita se dirige hacia la fuente. ¡Qué agradable es la madrugada! ¡Cuánto le gustaría extasiarse en ella, gozar el beso de la brisa y el concierto de las aves madrugadoras también, como ella! Pero... hay penas y amarguras profundas en su corazón de niña, donde sólo debía haber alegría y dicha de vivir. El pensamiento de Paquita está muy lejos de allí, ¿quién sabe dónde...?, cuando va a doblar la arista del enorme peñasco que hay a la orilla de la senda.

En este mismo instante Paquita choca con algo que había al otro lado de la piedra y se le escapa un grito de susto, pero una mano le tapa suavemente la boca. La niña reconoce enseguida esa mano y la   —56→   besa cariñosamente. ¡Es Pepe, su hermano! El que hace dos años, soñando libertad, se fue a buscar a los del monte.

-¡Pepe...! ¿Es verdad que eres tú...?

-¡Sí, Ojitos de Gacela, mi pequeña! -contestó el guerrillero, su hermano, besándola en los ojos, en aquellos ojos que él había nombrado así desde que eran muy pequeñitos-. Pasábamos muy cerca, -continuó el guerrillero-, y no he podido resistir el deseo de ver a mi Ojitos... ¡Pero qué estirón has dado, y qué hermosa estás...!

Por la fila de guerrilleros, plantados como asombrados pinos en la orilla de la senda, avanza una pregunta: «¿Qué sucede?».

Pepe se volvió y dijo al más próximo: «¿No lo ves...? Es mi Ojitos de Gacela. Díselo a ésos».

Pero no había tiempo que perder. Pepe preguntó a su hermana:

-¿Todos estáis bien...? ¿El batallón...?

-Bien todos. (El batallón era una decena de hermanos menores. Los padres murieron...) Entra y quédate hoy en casa -propuso esperanzada Paquita.

-No puede ser... Antes de salir el sol hemos de andar mucho... ¡Dile al batallón que ahora tengo otro batallón de niños grandes...!

Paquita apenas había reparado en aquellas estatuas negras, cuyos ojos adivinaba ahora fijos en los suyos.

-¡Dame otro beso, y nos vamos! -pidió impaciente el guerrillero.

Paquita se colgó al cuello de él y lo besó repetidas veces. Sintió ganas de llorar; pero le dio vergüenza hacerlo delante de aquellos camaradas.

-Hasta la vista, Paquita. Saluda a todos estos camaradas... ¡Y diles a los pequeños que se porten bien!

-¡Todos son buenos...! ¡Hasta pronto, Pepe...!

-¡Salud, Ojitos de Gacela!

Eacute;l pasó, y todos los camaradas fueron desfilando ante ella con una bonita frase y la mano extendida para estrechar la suya. ¡Lejos estaba de imaginar que desde aquel momento todos llamarían «cuñado» a su Pepe!

Cuando había pasado el último de los guerrilleros, se le ocurrió contarlos; pero con gran asombro ya no vio a ninguno, como si de repente se hubieran evaporado.

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*  *  *

La segunda vez sucedió en su pueblo natal.

Paquita vio dos sombras calle abajo, y el corazón le dio un patinazo. Lo reconoció desde lejos sin saber por qué. Lo cierto es que lo reconocería entre mil.

Cuando Pepe pasó, rozándole el vestido, aquellos ojos acerados que desarmaban cuando se posaban sobre un enemigo, se ablandaron y buscaron los de ella.

Después, Paquita volvió el rostro varias veces y vio a los dos guerrilleros alejarse sin ruido. Antes que pasaran la esquina, al trasluz de la débil bombilla eléctrica, sus siluetas le parecieron colosales...

*  *  *

La tercera vez... -todavía le tiemblan a Paquita las piernas al recordarlo- ...fue en el coche correo.

Al ir a girar una curva de la carretera, un frenazo en seco levantó a todos los viajeros un palmo de sus asientos. El tricornio del guardia civil que viajaba junto a Paquita salió despedido y rebotó en el techo del coche.

Todos los viajeros gritaban dentro: «¿Qué pasa, qué es esto?».

Al momento sonaron fuera unas voces imperativas: «¡Todo el mundo fuera del coche y con las manos en alto!».

El guardia civil contiguo se puso en pie y echó mano a la pistola; pero algo pasó silbando junto a la oreja de Paquita, y el civil se le desplomó encima. Horrorizada, lo miró y vio que tenía la cabeza cosida a balazos. Todo esto había ido acompañado de la rotura de los cristales de la ventanilla y de un fuerte olor a pólvora quemada, que llenaba todo el ómnibus.

Los ojos asustados de Paquita fueron de la cabeza del civil a la ventanilla, y allí vieron el cañón de una metralleta... y otros ojos que la miraban: los de Pepe.

Cuando a Paquita le tocó el turno de pasar ante su hermano -el jefe- para dar su nombre, éste le dijo muy bajito:

-¡Qué susto le he dado a mi Ojitos de Gacela!, ¿verdad?

-¡Qué bruto eres! -contestó ella con una entonación que más que reprochar acariciaba-. ¡Podías haberme matado!

-¡Tonta...! -siguió cuchicheándole su hermano-. Yo te conocí en cuanto paró el coche y vi al civil junto a ti, al que disparé a conciencia   —58→   antes de que él lo hiciera, porque entonces sí que podría haberte pasado algo... ¡Ya habrás visto que tengo un poquito de pulso y algo de puntería!

Y ya no pudieron hablar más para no despertar sospechas.

Durante el discurso en que Pepe explicaba al personal detenido la situación del franquismo, unos ojitos de gacela se clavaban con insistencia en el rostro del orador. Si bien a nadie llamaron la atención, ya que todas las miradas estaban pendientes del mismo rostro... Y sobre todo las femeninas. Y es que Pepe -hay que decirlo- no sólo despertaba la admiración por la serenidad y sangre fría que había demostrado matando al civil, sin herir a una sola persona, sino que era un buen mozo.

¡Y aún les habría admirado más si hubieran sabido que aquella hermosa joven, cuyo rostro casi rozó el chorro de balas... era la hermana del mismo que había disparado!

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ArribaAbajoAntonio Machado. 1875-1939

A veces nos percatamos, bruscamente y con un latir en el pecho de corazón sobresaltado, de que se esfuma, que se está diluyendo, que va a perderse por estas avenidas dolorosas del destierro algún recuerdo de la patria, un paisaje infantil templado y quieto, una entrevista cumbre azul, una llanura soleada, la purísima línea de un alcor castellano. Se nos va a perder esa imagen, y en el insomnio súbito de nuestros ojos heridos intentamos conservarla; va a enmudecer esa voz esencial y ¿qué hacer para que perdure su eco? ¿Qué hacer? Un recurso tenemos, infalible, un medio certero de que renazcan voz e imagen, con todo su esplendor originario. Basta con hojear las obras poéticas de don Antonio Machado, basta con dejarse llevar, verso abajo, hasta su más claro remanso melodioso, para que recobremos nuestros paisajes, los conocidos y los nunca vistos, sólo imaginados, para oír de nuevo la voz de nuestra tierra y de sus hombres, viva y fresca, rezumante de savia popular. La angustia toda del destierro se volatiliza al contacto con esa poesía profundamente optimista y viril.

No cabe duda, en estos años grises, España en el corazón es Machado en el corazón.

Pero hoy, en el undécimo aniversario de su muerte, que coincide, casi hora por hora, con el derrumbamiento de la República bajo los golpes de los traidores y de los invasores, ¿cómo no pensar en aquellos versos que escribiera, hace tan largos años, y que conservan su terrible significación?


       Y España toda,
con sucios oropeles de Carnaval vestida
aún la tenemos: pobre y escuálida y beoda;
mas hoy de un vino malo; la sangre de su herida.

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Esa España Franquista pretende, no lo conseguirá, arrebatarnos hoy el recuerdo de don Antonio; esa falsa España de hoy pretende mixtificar el clarísimo sentido de la vida y la obra, truncada esta última en las ediciones actuales allende los Pirineos, del maestro; esa España antiespañola pretende hacer olvidar que es directamente responsable de la muerte del poeta.

No lo conseguirá. Machado es nuestro, su vida honesta y sencilla, su muerte luminosa, su poesía esencialmente popular, en el más concreto de los sentidos, tan bien definido por el maestro mismo en numerosos textos suyos. Con nuestro Machado en el corazón pondremos nuestro ahínco en la reconquista de la patria, en la edificación de ese porvenir de que hablaba:


Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.

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ArribaAbajoStalin habla de Literatura

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En su carta del 2 de febrero de 1929 a Bielotserkovski, autor dramático, de origen obrero, autor de varias obras sobre la guerra civil, la lucha contra el sabotaje y la realización del plan quinquenal, J. Stalin precisa ciertas posiciones del Partido en cuestiones de literatura.

Camarada Bielotserkovski.

Escribo con mucho retraso. Pero más vale tarde que nunca.

1.º Estimo que el hecho mismo de plantear la cuestión de una «derecha» y de una «izquierda» en la literatura (y por consecuencia también en el teatro) es un error. La noción de «derecha» o de «izquierda» es, actualmente, en nuestro país una noción de Partido, más exactamente una noción concerniente a la vida interior del Partido. Los hombres de «derecha» o de «izquierda» son los que se apartan, en un sentido o en otro, de la línea exacta del Partido. Sería, pues, extraño aplicar estas nociones a un dominio exterior al Partido e infinitamente más amplio, como la literatura, el teatro, etc. Estas nociones pueden ser bien aplicadas, en la literatura, a tal o cual círculo del Partido (compuesto de comunistas). En el seno de un círculo de esta clase puede haber hombres de «derecha» y de «izquierda». Pero aplicar estas nociones en la literatura, en la etapa actual de su desarrollo, cuando existen corrientes de todas clases, hasta corrientes antisoviéticas y abiertamente contrarrevolucionarias, significa esto poner patas arriba todas las nociones. Lo más justo sería operar en literatura con nociones de clase, o incluso con nociones de «soviético», «revolucionario», «antirrevolucionario», etc.

2.º De lo que precede se deriva que no puedo considerar el «golovanovismo»3 como un peligro de «derecha» o de «izquierda». Se encuentra fuera de las corrientes del Partido. El «golovanovismo» es un fenómeno de orden antisoviético. De esto no resulta, evidentemente, que el propio Golovanov no pueda corregirse y desembarazarse de sus errores, que sea necesario perseguirle y cuando incluso está dispuesto a renunciar a sus errores, que haga falta así obligarle a pasar la frontera.

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Tomemos otro ejemplo: La huida, de Bulgakov, pieza que no puede ser considerada como una manifestación de un peligro de «derecha» o de «izquierda». La huida es una tentativa de provocar piedad, si no simpatía, hacia algunas capas de la emigración antisoviética. Por consecuencia es una tentativa de justificar, en totalidad o en parte, la causa de los guardias blancos. Tal como es La huida constituye un fenómeno antisoviético.

Sin embargo yo no tendría nada que decir contra la representación de La huida si Bulgakov añadiera a sus ocho sueños uno o dos sueños más, en donde presentara los móviles sociales internos de la guerra civil en la URSS a fin de que los espectadores pudieran comprender que todos esos serafines y todos esos rectores, «honrados», a su manera, no han sido barridos fuera de Rusia por un capricho de los bolcheviques, sino porque vivían sobre las espaldas del pueblo (a pesar de su «honradez»), y que los bolcheviques, al echar a estos partidarios «honrados» de la explotación, realizaban la voluntad de los obreros y de los campesinos, actuando por consecuencia de una manera perfectamente justa.

3.º ¿Por qué se ponen con tanta frecuencia en escena las obras de Bulgakov? Sin duda porque carecemos de piezas nuestras buenas para ser puestas en escena. En el reino de los ciegos, incluso Bulgakov, con su obra Los días de los Turbin es rey. Sin duda que es muy fácil «hacer críticas» y exigir la prohibición de la literatura no proletaria. Pero no se puede considerar que lo más fácil sea también lo mejor. No se trata de prohibir, sino de eliminar paso a paso de la escena la vieja y la nueva basura no proletaria por la emulación, por la creación de obras verdaderamente interesantes, artísticas y de un carácter soviético. En cuanto a la emulación es algo grande y serio, porque solamente en un ambiente de emulación se podrá constituir y cristalizarse nuestra literatura proletaria.

Por lo que se refiere particularmente a la obra Los días de los Turbin, no es tan mala, porque hace más bien que mal. No olvidéis que la impresión que se lleva el espectador es una impresión favorable a los bolcheviques: «Si incluso hombres como los Turbin se han visto obligados a abandonar las armas y someterse a la voluntad del pueblo, reconociendo que su causa estaba perdida para siempre, resulta que los bolcheviques son invencibles, que no hay nada que hacer contra los bolcheviques». La obra Los días de los Turbin es una demostración de la invencible potencia del bolchevismo.

Sin duda que el autor no es de ninguna forma «responsable» de esta demostración. ¿Pero es que esto no nos importa?

4.º Es exacto que el camarada Sviderski comete frecuentemente los errores y las desviaciones más inverosímiles. Pero es igualmente exacto que el Comité de Lectura, en su trabajo, no cometa menos errores, aunque de orden inverso. Recuerde usted La isla escarlata, La conjuración de los iguales y otra chapucería del mismo género que ha enviado gustoso para representarse, no se sabe por qué, en el teatro Kamerny, que es realmente un teatro burgués.

5.º En cuanto a los «rumores» relativos al «liberalismo» vale más no hablar. Deje los «rumores» a las comadres burguesas de Moscú.

J. Stalin.



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ArribaAbajoEl frente organizado de la paz actúa

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Los pueblos adquieren cada día mayor conciencia del espantoso abismo a que intentan arrastrarlos los imperialistas norteamericanos con la guerra que preparan.

De ello nace ese vigoroso movimiento llevado a cabo por el frente organizado de la paz, de una fuerza sin igual en la historia de la humanidad, y a la cabeza del cual está la Unión Soviética.

Imposible resulta dar un resumen completo de la actividad que en todo el mundo despliegan los partidarios de la paz. Su acción adquiere cada día mayor envergadura. Los pueblos saben que no puede ponerse freno a la criminal actividad de los organizadores de una nueva guerra simplemente con palabras, sin realizar una acción concreta, que la causa sagrada de la paz exige que se la defienda con hechos y no sólo con declaraciones.

Y hechos concretos son los que están llevando a cabo obreros, campesinos e intelectuales, legiones de combatientes de la paz del mundo entero, que comprueban que su fuerza es inmensa.

En esa lucha -por la paz de los pueblos, en la defensa de la humanidad contra los bárbaros que quieren destruirla-, los combatientes por la paz logran victorias que les alientan y les dan fe y seguridad en su triunfo definitivo.

De esos éxitos nace el que los promotores de guerra incrementen sus preparativos y hagan más histérica su propaganda guerrera y lleguen incluso a arrojar los últimos velos tras de los cuales pretendían disimular sus planes de utilizar al régimen fascista de España en la guerra que preparan contra los pueblos del mundo entero.

Pero la lucha por la paz, que no está nada más que en sus comienzos, ofrece ya resultados bien brillantes, que son garantía de que los monstruos de la guerra serán aplastados por las fuerzas de la paz y de la democracia si su locura les lleva a realizar el gran crimen que preparan contra la humanidad.

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Uno, dos... ¡ya está! (De un periódico chino)




ArribaAbajoLa acción de los partidarios de la paz

Breve resumen de la actividad en el mundo entero de los partidarios de la paz, en los meses de enero y febrero de 1950


Italia (Acora). Los obreros portuarios de Acora se niegan a descargar material de guerra americano destinado a Italia.

Holanda. Los obreros del puerto de Rotterdam acordaron no descargar los barcos que transportaran material de guerra de los Estados Unidos.

Dinamarca. El presidente del sindicato portuario, Christensen, anunció que el Comité Ejecutivo de su organización va a proponer a sus asociados que se nieguen a descargar los barcos que transporten material de guerra.

Génova (Italia). Los obreros portuarios han acordado no descargar el material de guerra americano que llegue a sus puertos.

Zaandam (Holanda). Siguiendo el ejemplo de los portuarios de Rotterdam, los obreros del puerto de Zaandam han decidido no descargar ningún barco que transporte material de guerra de los Estados Unidos.

Estocolmo (Suecia). El Sindicato del Transporte ha aprobado una resolución de solidaridad con los portuarios y obreros del mar de Italia y otros países que se oponen al transporte de material de guerra.

«No podemos adoptar una actividad pasiva -dice la resolución- cuando los portuarios de otros países luchan contra los organizadores de una nueva guerra».

Amberes (Bélgica). En una reunión de los obreros del puerto de Amberes el presidente del Comité de Acción ha declarado que el material de guerra americano no será descargado.

Génova (Italia). El Sindicato Metalúrgico ha declarado varias huelgas contra la construcción de plataformas para cañones en los barcos mercantes.

Spezia (Italia). Los portuarios de esta antigua base naval italiana, hoy puerto importante, se niegan a descargar material de guerra. Los obreros han nombrado una comisión para participar en una conferencia de todos los trabajadores de la región de Liguria, para establecer un plan común contra el desembarco de armas.

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Milán. Los obreros milaneses han celebrado una manifestación de protesta contra la llegada a Italia de Joseph Jacov, consejero militar especial de la Embajada norteamericana en Italia.

Turín. Los obreros de la fábrica Fiat se han negado a montar 500 carros blindados y 200 tractores.

Ohio (Estados Unidos). Se ha celebrado en Cleveland una conferencia de representantes de los Sindicatos de Ohio para la defensa de la paz. La conferencia ha acordado pedir que se establezca el comercio normal con la Unión Soviética, China y las democracias populares. «Esto permitirá dar trabajo a los parados y asegurar la exportación de miles de millones de dólares de materiales de paz».

Alemania (República democrática). En todas las localidades se han constituido comités del Frente Nacional que cada vez llevan más resueltamente la lucha por la paz.

Francfort -sobre el Maine- (Alemania, zona americana). Se ha reunido el Comité preparatorio del movimiento por la paz con asistencia de delegados de la Alemania occidental. Éstos han puesto de relieve el progreso del movimiento popular por la paz y contra los planes angloamericanos de renacimiento del militarismo alemán.

Checoslovaquia. Tienen lugar numerosos mítines y reuniones de trabajadores y conferencias de defensores de la paz en toda la República.

En las conferencias se pide a la Asamblea Nacional que presente en la ONU las siguientes propuestas:

Cese de la carrera de armamentos; fin de la amenaza de las armas atómicas, siguiendo el ejemplo de la URSS; utilización de la energía atómica para fines de paz; poner fin a los asesinatos de obreros y campesinos en Italia, Grecia y España; que cese la persecución de propagandistas y defensores de la paz en Estados Unidos y otros países capitalistas.

Polonia. Están constituidos Comités de defensa de la paz en casi todas las empresas y adquieren gran amplitud entre los campesinos. Estos Comités disponen de la prensa, de la radio y el cine para su trabajo.

El Comité polaco para la defensa de la paz ha acordado crear 12 «banderas de la paz» que serán entregadas a las personas y empresas industriales y agrícolas, escuelas e institutos que hayan obtenido mejores resultados en su trabajo y que mejor comprendan los lazos indisolubles que unen su actividad a la lucha por la paz en el mundo entero.

Estados Unidos. En su discurso por la radio, A. Einstein ha condenado la política militarista del gobierno de América, que «crea -dijo- una concentración de inmenso poder económico en manos de los militares» y que es «de intimidación a las personas de pensamiento independiente».

La Habana. Ha comenzado una campaña organizada por el Comité por la paz y la democracia para recoger centenares de miles de firmas en apoyo de las proposiciones del Comité Mundial de los Partidarios de la Paz.

Rumania. El Parlamento ha aprobado por aclamación las proposiciones en favor de la paz del Comité de Partidarios de la Paz.

Nueva York. Organizada por el Comité Unificado de Ayuda a los emigrados Antifascistas, ha comenzado una campaña contra la Política del gobierno americano de apoyo a Franco. En el primer acto intervinieron el diputado del Partido Laborista Marcoantonio, el famoso periodista Johannes Steel, y Dankin de la CIO.

Damasco. Se ha celebrado una gran manifestación de partidarios de la paz.

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Propuestas por la Paz ante los Parlamentos

El Comité Mundial de Partidarios de la Paz ha acordado enviar delegaciones ante los Parlamentos de Bélgica, Francia, Italia, Unión Soviética, México, Estados Unidos, entre el 20 de febrero y el 10 de marzo para presentar un programa de paz. Posteriormente será presentado ese mismo programa ante los Parlamentos de la India y los países escandinavos.

Entre las propuestas figuran:

-Poner fin a la carrera de armamentos, reducción de los presupuestos de guerra y de los efectivos militares.

-Prohibición de la bomba atómica.

-Poner fin a las guerras coloniales que tienen lugar actualmente.

-Acabar con la represión y persecuciones contra los partidarios de la paz.

-Terminar con la guerra de nervios firmando un pacto de paz entre las grandes potencias.

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La paloma de la paz (Versión americana).   —[67]→  




ArribaAbajoLa falsedad de la llamada democracia occidental

Por B. Rodríguez


¿Qué es una democracia? La pregunta no es ociosa, porque en la propaganda de políticos, gobernantes y de sus servidores de los países de occidente, a la palabra democracia se le añaden diferentes adjetivos. Con ellos tratan de definir lo que es un régimen de democracia, y, aunque las definiciones son distintas, coinciden todas en que el régimen que ellos dirigen o sirven es una auténtica democracia, el único sistema democrático posible.

Pero al considerar necesario adjetivar su democracia los occidentales y occidentalistas reconocen implícitamente que hay otra clase de democracia distinta a la suya. Y como es difícil conocer a nadie por lo que él de sí mismo dice, será preciso contrastar la clase de democracia que se presenta por esos definidores con lo que verdaderamente es o debe ser una democracia.

La palabra democracia existe desde hace más de dos mil años. La inventaron los antiguos griegos para designar su régimen político. Su significado es gobierno del pueblo: demos, pueblo, y cracia, gobierno.

A esto se debe que a lo largo de los siglos muchos historiadores y tratadistas de derecho político hayan presentado el régimen político de la antigua Grecia como un ejemplo de verdadera democracia. ¿Pero lo era en realidad?

La historia nos enseña que en el sistema de gobierno de aquella sociedad ocurría todo lo contrario. La inmensa mayoría de los griegos estaban privados de todo derecho a intervenir en los negocios públicos. El gobierno estaba en manos de una minoría. Solamente los ciudadanos que poseían esclavos o que tenían derecho a poseer esclavos podían gobernar; sólo ellos disfrutaban de derechos políticos. Los esclavos, que eran la mayoría de la población, carecían de todo derecho. Aquel régimen era, pues, una democracia de propietarios de esclavos, era una democracia esclavista. Entonces, como hoy, Grecia no era un modelo para una verdadera democracia, porque el gobierno no estaba en manos del pueblo.

Este antecedente histórico puede servirnos para impedir caer en la confusión de las definiciones sobre democracia.

Los griegos llamaban democracia a secas a su régimen, que, como hemos visto, no lo era. El esclavo no formaba parte de la sociedad. Era un objeto o un animal en la organización social; no contaba para nada, y por eso no se precisaba poner adjetivos a su democracia. En el orden social esclavista, el propietario de esclavos lo era todo.

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Actualmente para mister Truman, y mister Attlee, mister Churchill y el señor Prieto, pongamos por ejemplo español, no existe la democracia a secas. Para ellos tiene que llevar el apellido de occidental. Y todo otro régimen que no lleve ese adjetivo no es democrático. La definición no tiene por origen una distinción geográfica como a primera vista parece. El régimen de Tsaldaris en Grecia está incluido en la democracia occidental.

Para que sea democracia un régimen político, quiere decir esa definición, ha de responder a las condiciones político-económicas existentes en Inglaterra y Estados Unidos, modelos de democracia occidental.

Franco también emplea la palabra democracia. Pero para el franquismo debe ser democracia orgánica. Encubriendo así su régimen fascista.

Como en el caso de la Grecia antigua, nos servirá de comprobación para conocer qué clase de democracia son las «occidentales» y las «orgánicas» la relación que guarde su régimen político y social con la palabra democracia, esto es, la medida en que participe el pueblo efectivamente, con arreglo a su fuerza, en la gobernación y dirección del país.

Los propagandistas de la democracia occidental tienen argumentos elaborados desde hace muchos años. Dicen: «Nuestros regímenes son democráticos porque el pueblo tiene la posibilidad de participar en la dirección del Estado ejerciendo los derechos políticos que le conceden nuestras Constituciones. Tienen derecho a expresar libremente sus ideas por medio de la prensa, es decir, por escrito, por medio de la palabra, o sea en mítines, reuniones, etc., pueden votar y elegir sus representantes, los cuales forman después el gobierno, disfrutan del derecho al sufragio universal. En una palabra, gozan de libertades políticas. Esto es lo que caracteriza la democracia occidental».

Es cierto que en esas Constituciones se consigna la libertad de prensa. Pero para el ejercicio de este derecho no basta con su reconocimiento por las Constituciones, se precisa además imprentas, papel, etc., todo lo necesario para que ese principio sea un hecho.

Tomemos los dos países típicos de democracia occidental. ¿Quién posee la prensa en Inglaterra? Los hermanos Hornsworth, Lord Kemsley, Lord Cambronne, Lord Beaverbrook, la familia Astor. Incluso el órgano del Partido Laborista británico es propiedad de una empresa capitalista, Odhams Press LTD. Como se ve, los medios para «manifestar libremente» las ideas por escrito no están en Inglaterra a disposición del pueblo sino de unos cuantos millonarios.

En los Estados Unidos ocurre otro tanto. Un miembro de la Cámara de Representantes de aquel país declaraba recientemente: «La Asociación Nacional de Industriales y otros grupos influyentes controlan el 80% de las emisoras de radio y el 85% de la prensa del país».

La libertad de prensa, pues, en los Estados Unidos, como en Inglaterra, es un derecho restringido a una minoría de privilegiados.

Dueños de ese medio de «expresión libre del pensamiento», los millonarios, como todo propietario, ponen su propiedad al servicio exclusivo de sus intereses. Un célebre periodista norteamericano, Jorge Seldes, dice en su libro La libertad de prensa que en su país no puede hablarse de tal porque todos los periódicos están controlados por los capitalistas. En apoyo de ello cita las palabras de John Swinton, redactor jefe del periódico New York Herald Tribune, quien hablando en una reunión de la Asociación de Prensa declaró: «En Norteamérica ninguno de nosotros tiene derecho a exponer honradamente su opinión. Vosotros sabéis que si expresáis francamente vuestro pensamiento el artículo no será publicado.

»Yo cobro 150 dólares a la semana por no exponer mi opinión en las columnas de mi periódico. Si me permitiera exponer abiertamente mi opinión, quedaría cesante en 24 horas».

Tal es la libertad de prensa en las llamadas democracias occidentales. La supresión de los periódicos obreros y la   —69→   censura son medios corrientemente empleados para asegurar el monopolio de la libertad de prensa a los privilegiados.

¿Y en cuanto a la libertad de reunión, o sea, «el derecho de exponer de palabra libremente las opiniones»? Tampoco este derecho, por otra parte tan frecuentemente suspendido, sirve el que se consigne en los códigos. Para ejercerlo se precisan locales, radio, etc., y todo eso no está en las manos del pueblo, a quien se le confiere este derecho. Esos medios son propiedad de grupos restringidos, de una minoría de la población. Durante la última campaña electoral para la Presidencia de los Estados Unidos, los propietarios de varios Estados negaron al Partido Progresista el alquiler de locales para la propaganda. Ese Partido llevaba como bandera la defensa de la paz y los propietarios preparan la guerra. La libertad de palabra consignada en la Constitución norteamericana le fue negada a un grupo político que al defender la paz lesionaba los intereses de los capitalistas partidarios de la guerra, porque con ella acumulan ganancias.

En Inglaterra, en la actual campaña electoral, al Partido Comunista no se le conceden más que diez minutos en la Radio para exponer su política al pueblo. La libertad de palabra vale dos horas para los conservadores y laboristas, diez minutos para el Partido de la clase obrera.

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La «lucha» electoral entre laboristas y conservadores

De estos ejemplos podrían citarse muchos más.

La libertad de exponer libremente las ideas está limitada, en la democracia occidental, a la minoría de los capitalistas. En ese aspecto una democracia occidental es también la democracia para una minoría.

El otro argumento, el del sufragio universal, ofrece las siguientes particularidades.

En Inglaterra no existió el sufragio universal hasta 1927, y en las elecciones de 1945 había ciudadanos que tenían dos votos. Eran estos electores privilegiados los hombres de negocios que con un despacho en la City de Londres votaban allí y en su domicilio particular. Los mineros, metalúrgicos, etc., no podían gozar, claro está, de ese privilegio. Dos votos tenían igualmente los que se han doctorado en las universidades. Uno en su domicilio y otro en la universidad.

La «democracia occidental americana» está representada por miles de diputados y senadores de los parlamentos de los Estados y el Federal. Entre ellos no hay más que 0,2% de negros, y sin embargo los negros forman el 10% de la población.

En Inglaterra, donde el 2% de la población posee el 64% de la riqueza nacional, el carácter de su democracia responde a esa proporción.

La Cámara de los Lores, durante la última legislatura laborista (1945-1950), estaba compuesta de la siguiente forma: 24 duques, 28 marqueses, 138 condes, 77 vizcondes, 457 barones, 16 pares de Escocia, 16 pares de Irlanda, 26 arzobispos y obispos. La Cámara de los Lores en el régimen de «democracia occidental» de Inglaterra está formada, no por representantes del pueblo, sino por el derecho de nacimiento, por pertenecer a la aristocracia, por el derecho de los nobles a elegir sus representantes, por el de ocupar altos cargos y por nombramiento del rey. Esta última facultad, digamos de pasada, sirve entre otras cosas para incorporar a la nobleza a dirigentes sindicales.

En los Estados Unidos hay una población de 12.865.518 negros (censo de 1940). Entre las muchas formas de discriminación que contra ellos se ejerce está la restricción de los derechos que la ley les concede al sufragio universal. En algunos Estados se ha de pagar impuesto por votar, deben saber leer y escribir y,   —70→   sobre todo, se ejerce contra ellos un terror salvaje cuando pretenden votar con arreglo a sus convicciones e intereses.

En Inglaterra el candidato a diputado debe poner una fianza de 150 libras esterlinas, que pierde si no saca un porcentaje determinado de votos. Esta condición no facilita la presentación de candidatos del pueblo.

A todo esto se une la coacción y el engaño que en períodos electorales llevan a cabo de forma gigantesca la prensa, la radio, y toda propaganda propiedad de los capitalistas.

Las limitaciones de la «democracia occidental» asumen muchas formas. Resumiendo podemos citar las siguientes:

a) Falta de garantías materiales para la inmensa mayoría del pueblo para ejercer su derecho de libertad de palabra, de prensa, de reunión, etc.

b) El sufragio universal se puede ejercer en tanto que no amenaza la existencia de la clase que únicamente goza plenamente de libertad (los capitalistas).

c) Utilización de todos los medios para llevar al pueblo a la confusión, corrompiendo y engañando a la opinión a través de inmensos medios de propaganda, que no son posesión del pueblo.

d) Restricciones del derecho al voto a través de leyes y a través de la coacción e incluso el terror.

Como en la antigua Grecia vemos que la llamada «democracia occidental» no responde al significado de la palabra democracia, que es un sistema de democracia de los ricos, de los capitalistas, como aquélla lo era de los propietarios de esclavos.

Las consecuencias son que el gobierno y todo el aparato del Estado en esos países es monopolio de un grupo reducido del país que utiliza sus posiciones para mantener sus beneficios a costa del pueblo.

En este aspecto es interesante lo que escribe en su libro Las 60 familias americanas el escritor F. Lundberg: «Los presidentes de los Estados Unidos, dice Lundberg, en general, son criaturas de un pequeño grupo de monopolistas». «Es imposible entrar en la Casa Blanca sin el consentimiento de las familias dominantes».

Estas familias son las que se esfuerzan hoy para desencadenar una espantosa guerra llevando como banderín de enganche la llamada «democracia occidental».

Las fuerzas progresivas de los países de democracia occidental no son indiferentes, sin embargo, a la defensa de los derechos democráticos. Luchan porque éstos sean realidad, en contra de los que dominan en esa democracia a la que, incluso tan limitada, a veces llegan a tomar miedo.

Cuando ese miedo en su propia democracia se les hace insuperable, suprimen violentamente todos los derechos, apelan al fascismo, que es a lo que Franco llama «democracia orgánica». Recurren a ello cuando sus intereses están en peligro. Entonces sustituyen los derechos escritos por el terror más salvaje. Con ello no muestran su fuerza sino su debilidad. Tan vacilantes se hallan que los golpes que pueden recibir a través de los resquicios que deja su régimen «democrático» no los pueden soportar.

Y ponen de manifiesto, sin tapujos ni veladuras, que su cacareada libertad no existe, que su democracia es una farsa porque no puede haber la misma libertad para un campesino y para un terrateniente, ni para un obrero y un capitalista. Que donde hay ricos y pobres la democracia sólo existe para los primeros. El fascismo pone violentamente al desnudo todo eso, porque con él sale a la superficie, descaradamente, la realidad que hasta entonces ha tratado de ocultar la propaganda: la falsedad de la democracia capitalista, que hoy llaman occidental.



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ArribaAbajoChina en el campo de la paz

(De un artículo de la señora Sun Yat Sen)


La ayuda fraternal de la URSS

He aquí algunos ejemplos concretos que muestran cómo son las cosas. China en su liberación ha tenido que hacer frente a terribles problemas de transporte por vía férrea. Los ejércitos reaccionarios del Kuomintang habían destruido centenares de puentes. La administración, no menos reaccionaria, había autorizado la destrucción de los equipos ferroviarios; las estaciones y edificios tenían una necesidad urgente de ser puestos en servicio. Y era preciso hacerlo rápidamente porque de ello dependía no sólo la llegada del aprovisionamiento a las nuevas localidades conquistadas, sino también para el paso de las tropas de liberación popular a las posiciones previstas a fin de comenzar los últimos combates contra Chang Kai Chek, que está a sueldo de Washington.

Los técnicos ferroviarios fueron los primeros que llegaron de la Unión Soviética a China. Se pusieron inmediatamente a estudiar estos complicados problemas y encontraron el medio de restaurar nuestro sistema ferroviario muchos meses antes de los plazos previstos. Han realizado este trabajo sin que nada hayan exigido en pago.

Y asimismo ocurrió cuando el verano pasado una epidemia de peste causaba grandes estragos sobre las provincias nororientales de China. Nosotros no tenemos suficientes médicos, ni muchos especialistas para hacer frente a esta peligrosa enfermedad; entonces, acudimos también a nuestra gran vecina. Los equipos sanitarios que pedimos llegaron rápidamente a los lugares afectados y con su abnegación y esfuerzo terminaron inmediatamente con la epidemia. Una vez cumplida su tarea regresaron a su país. No pidieron nada y mostraban su satisfacción por haber rendido un servicio al pueblo chino.



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ArribaAbajoStalingrado. 2 / Febrero / 1943

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Este día, después de seis meses de furiosos e ininterrumpidos combates, rendían las armas los restos de los 330.000 hombres del ejército hitleriano de Stalingrado, cercado en noviembre de 1942 en el frente de la inmortal ciudad.

En Stalingrado se hundió el loco delirio de los imperialistas alemanes que aspiraban a imponer al mundo el yugo de su cruel dominación.

En Stalingrado se hundió también la vana esperanza de los imperialistas angloamericanos, que retrasaban conscientemente la apertura del segundo frente de guerra en Europa en espera de que el Ejército Soviético se desangrara, para con el mínimo esfuerzo decidir la guerra e imponer su «paz», paz imperialista a los pueblos, y entre ellos al soviético, que forjaba con su sangre la victoria.

El eco victorioso de la gran batalla inflamó a los pueblos sojuzgados de Europa, que se lanzaron a la lucha con redoblado entusiasmo, y la humanidad, con los triunfos de las armas soviéticas, veía disiparse la terrible amenaza de la esclavitud fascista que la amenazaba. Stalingrado marcó el viraje decisivo en el curso de la guerra.

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La batalla de Stalingrado fue una de las más sangrientas de toda la guerra. Baste decir que, después de la capitulación, de entre los escombros y ruinas de sus casas fueron retirados 147.200 cadáveres de soldados y oficiales alemanes y 46.700 de los heroicos defensores soviéticos de la ciudad.

El escritor Costantin Simonov, en su libro Días y noches, describe así uno de los mil combates de la inmortal epopeya...

*  *  *

«...Desde las ocho de la mañana, cuando hubo amanecido y comenzó el primer ataque alemán, hasta las siete de la tarde, cuando ya oscurecido terminó todo, pasaron once horas agotadoras, en las cuales apenas si hubo cinco minutos de relativa tranquilidad.

»Cuando hicieron retroceder a la división en este sector hasta la misma orilla, durante la última semana, Protssenko hizo todo lo posible para fortificarse allí de un modo concienzudo. Todo el terreno estaba surcado de trincheras y zanjas de comunicación. Bajo los restos de los cimientos fueron cavados numerosos refugios y cuevas. Por delante se extendía un barranco no muy ancho, pero bastante profundo, a través del cual tenían que pasar forzosamente los alemanes para llegar a nuestras posiciones.

»Por la mañana los alemanes empezaron a disparar con la artillería regimental, más tarde se le sumaron los morteros pesados, después la artillería divisionaria, luego los cañones pesados de asalto y a continuación empezó un furioso bombardeo de aviación. Cuando el estruendo había llegado al máximo, cesó de repente y, bajo un incesante tableteo de ametralladoras, los alemanes se lanzaron al ataque. En este instante, todos los que estaban aguantando y resistiendo en nuestras trincheras empuñaron con mayor fuerza las ametralladoras, los automáticos y los fusiles. El barranco, que hacía una semana, en los días de los primeros ataques de los alemanes, había sido designado con el nombre de 'barranco de la muerte', ahora justificaba una vez más este nombre. Sus vertientes quedaron cubiertas en unos cuantos minutos de cadáveres y de heridos graves. Los que se hallaban en último término no habían tenido que recorrer más de veinte, quince o diez metros para llegar hasta las trincheras; un segundo, medio segundo más y hubieran salvado esta distancia; más no lo lograron. El horror a la muerte se apoderó de ellos en el último instante y obligó a retroceder a los que casi habían llegado.

»Al fracasar el primer ataque los alemanes comenzaron de nuevo. Y si la primera vez aquel infierno había durado dos horas, la segunda intentona se prolongaba ya cinco horas y media.

»Los alemanes se habían propuesto no dejar un ser viviente en la orilla, y estaba toda hasta tal extremo removida que, si los proyectiles hubieran explotado simultáneamente, no hubiera quedado, en efecto, ni una sola persona.

»Pero, por fortuna, no todos los proyectiles explotaban al mismo tiempo, y en el embudo que acababa de hacer uno ya estaban tendidos los hombres disparando; pero en el punto en que iba a explotar   —74→   el siguiente aún no había nadie. Este juego al escondite con la muerte, que duraba ya cinco horas y media, terminó con que al finalizar la sexta hora los alemanes iniciaron el segundo ataque. Los combatientes ensordecidos, cubiertos de tierra, ennegrecidos, se pusieron en pie en las trincheras y empezaron a disparar encarnizadamente, con furia, contra todo lo que se movía ante ellos, y lograron rechazar también este ataque.

»De nuevo ascendió rápidamente la onda del estruendo. Los aviones llegaban en grupos de cinco, diez, veinte, treinta, y descendían en veloz picada. No hacían el menor caso del fuego de la artillería antiaérea, bajando casi a veinte metros de las trincheras. Alrededor se levantaban surtidores de tierra y polvo que caía como lluvia.

»Bombas explosivas y bombas de metralla, grandes y pequeñas, bombas que abrían pozos de cinco metros de profundidad, y bombas que explotaban apenas tocaban en tierra y los cascos de metralla pasaban tan bajos que podrían segar la hierba, si la hubiera habido; bombas que estallaban a una altura de doscientos metros y allí se convertían en decenas de pequeñas bombas que explotaban en el aire y que caían a tierra como fragmentos de shrapnel; todo esto atronó cerca de tres horas. Pero cuando, a las siete en punto de la tarde, los alemanes se lanzaron al tercer ataque, solamente consiguieron dejar sembradas una vez más con sus cadáveres las vertientes del barranco.

»Sabúrov nunca había visto hasta entonces tal cantidad de muertos en un espacio tan pequeño. Había sitios en donde las ametralladoras habían actuado con particular éxito y donde los cuerpos estaban a veces amontonados unos sobre otros...

»Por la mañana, cuando Sabúrov recontó su gente después de la llegada de refuerzos, tenía -recordaba exactamente la cifra- ochenta y tres hombres. Ahora, hacia las siete de la tarde, le quedaban solamente treinta y cinco hombres, y de éstos dos terceras partes heridos leves. La situación a su derecha y a su izquierda debía ser por el estilo.

»Las trincheras estaban destrozadas, los pasos de comunicación se hallaban interceptados en decenas de sitios por los impactos directos de bombas y proyectiles. Muchos de los fortines habían sido volados y destruidos. Sabúrov, que tres días antes había sufrido una contusión, apenas si oía nada. Todo había terminado ya; pero, no obstante, en sus oídos aún persistía el estruendo...»

*  *  *

El pueblo soviético, los pueblos del mundo, no olvidarán jamás a los héroes inmortales de Stalingrado ni a los millones de caídos, cuya sangre fue el precio de la victoria y de la paz. Por eso luchan hoy con fuerzas redobladas para impedir que los imperialistas anglo-norteamericanos lancen de nuevo al mundo a la vorágine de una conflagración, que si bien terminaría para ellos como terminó para Hitler su criminal aventura, costaría nuevos horrores y sufrimientos a la humanidad que aún mantiene viva en su memoria la terrible pesadilla de la pasada guerra.



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ArribaAbajoDos aspectos de la construcción del comunismo en la URSS

«En la sociedad comunista no habrá contradicciones entre la ciudad y el campo, entre la industria y la agricultura. La ciencia y el arte gozarán de todas las posibilidades y adquirirán su pleno florecimiento.


»El hombre, libre de la preocupación por el trozo de pan, será verdaderamente libre...»


Stalin                


Estos rasgos de la futura sociedad comunista, trazados hace más de 20 años por el gran Stalin, cuando aún se sentaban en la Unión Soviética los cimientos para la construcción del socialismo, aparecen ya a los ojos del mundo como parte de un maravilloso edificio de avanzada construcción.

Las contradicciones entre la ciudad y el campo, entre la industria y la agricultura, fueron heredadas del capitalismo por los obreros y campesinos rusos cuando éstos tomaron el Poder hace 32 años y las fábricas, las minas, los campos, los ríos y los bosques pasaron a manos del pueblo trabajador.

En las ciudades, en Moscú, Leningrado, Kiev, Jarkov, etc., había cines y teatros, centros de cultura y de recreo, transporte, electricidad, teléfono, radio, higiene y urbanismo. En ellas se concentraban todos los adelantos de la técnica y del progreso que hacían más cómoda y culta la vida en la ciudad. En las fábricas, la máquina hacía el trabajo del hombre más fácil y productivo.

En la aldea no había nada de esto. La vida de los campesinos en ella era primitiva, patriarcal, bárbara e inculta. El trabajo en el campo transcurría como hace 2.000 años, «a brazo», con aperos de labranza rudimentarios que hacían el trabajo rudo y abrumador, sobrehumano.

El pueblo soviético afrontó la liquidación de esta doble contradicción desarrollando en el país una gran industria que permitió, no sólo industrializar la Unión Soviética, sino mecanizar gradualmente la agricultura, electrificar   —76→   la aldea y llevar a ésta la cultura, las conquistas de la técnica y del progreso; y hoy podemos decir ya que las diferencias existentes entre la ciudad y la aldea, entre el trabajo en la industria y en la agricultura, se extinguen de día en día en la sexta parte del mundo.

La hoz, el arado de madera con reja de hierro, la horquilla y el rastrillo y otros aperos de labranza tan familiares al campesino español, han pasado en la URSS al museo de antigüedades. De las 900 faenas del campo 700 están totalmente mecanizadas. 100 máquinas diversas han mecanizado plenamente la rama cerealista de la agricultura. En los campos koljosianos existen máquinas para plantar árboles, arar, sembrar y abonar simultáneamente la tierra, para sembrar y recoger la patata, el algodón, el lino, el girasol, el cáñamo, el maíz, etc. Máquinas complicadas e ingeniosas que realizan sobre la marcha todo el proceso de elaboración, como la recolectora de lino que, entre otras operaciones, limpia y hace la hilaza.

En 1949 se generalizó el empleo del tractor eléctrico, nueva maravilla de la técnica agrícola soviética, que entre otras grandes ventajas reporta el ahorro de engrases y combustible líquido, y permite al tractor desplazarse a muchos kilómetros de su base sin preocupación alguna por el suministro. También se introdujo el sistema de la dirección por radio de las faenas agrícolas.

Dotados con estaciones de radio transmisoras-receptoras de campaña, los tractores y máquinas agrícolas motorizadas recorren los campos de los sovjoses o koljoses de gran extensión, siguiendo las instrucciones del agrónomo que dirige las faenas del campo de decenas de kilómetros sin necesidad de moverse de su puesto de mando.

También está muy mecanizado el trabajo en las granjas pecuarias de los koljoses. La electrificación de los koljoses permitió mecanizar el ordeñe, la esquila, la limpieza y la alimentación del ganado.

De esta forma el trabajo en el campo se va transformando en una variedad más del trabajo industrial, borrándose la diferencia entre el trabajo de los obreros y el de los campesinos al ponerse por igual al servicio de unos y otros los adelantos del progreso y los avances de la técnica.

En 1949 las centrales eléctricas rurales suministraron a la aldea soviética 2.269.700 kilowatios hora, sin contar la energía eléctrica suministrada a ésta por las grandes centrales térmicas o hidroeléctricas de importancia nacional. En el pasado año quedaron electrificados todos los sovjoses, estaciones de máquinas y tractores, todas las estaciones de experimentación y 70.000 koljoses, cerca de la cuarta parte de los existentes en todo el país. Con la electrificación llegó a decenas de miles de aldeas el cine, la radio, los lavaderos mecánicos y, a las que se encuentran próximas a las grandes ciudades, la televisión.

La red de bibliotecas, clubs, hospitales, casas cuna y jardines de la infancia, policlínicas, casas de baño, cines y teatros, aumentan de año en año en la aldea socialista que cuenta ya con   —77→   150.000 clubs, 50.000 bibliotecas públicas y otras tantas instalaciones cinematográficas estables o ambulantes. En los distritos rurales soviéticos, donde hace ya muchos años que se extinguió el analfabetismo, funcionan 200.000 escuelas de enseñanza primaria y secundaria. De 1946 a 1949 fueron edificadas en los pueblos soviéticos 2.300.000 nuevas viviendas higiénicas y confortables. En este tiempo se amplió considerablemente la red de caminos y carreteras, de teléfonos y telegráfica, mejorando notoriamente las comunicaciones de los pueblos con las ciudades y cabezas de partido.

En multitud de pueblos se introdujo la canalización y el asfaltado, fueron construidos campos de deporte, parques de recreo, paseos y avenidas, creándose, por primera vez en ellos, su propia industria local. También creció considerablemente la intelectualidad rural, compuesta ya por más de 10 millones de médicos, maestros, bibliotecarios, agrónomos, veterinarios, farmacéuticos, monitores de cultura física, periodistas, contables, economistas, planificadores, ingenieros...

El avance ininterrumpido de la aldea soviética por este camino de progreso técnico y cultural borra la diferencia entre el modo de vida en la ciudad y en el campo, transforma el trabajo en la agricultura en una variedad más del trabajo industrial, y marca el triunfo de uno de los aspectos de la construcción del comunismo en la URSS.

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Taller de una de las 5.900 grandes empresas construidas de 1945 a 1949 en la URSS

Otra de las contradicciones que los obreros y campesinos rusos heredaron del pasado al tomar el poder en sus manos residía en el abismo profundo que separaba al trabajo físico del trabajo intelectual. Al lado de una reducida intelectualidad   —78→   existían millones de obreros y campesinos analfabetos, semianalfabetos o con una cultura rudimentaria. En los primeros años de la construcción del socialismo, el Poder soviético tendió a crear su propia intelectualidad, que pasa ya de los 15 millones de personas, abriendo las puertas de las universidades y centros de enseñanza superior a los hijos de los obreros, de los campesinos y de los trabajadores en general. Al mismo tiempo emprendió una labor de divulgación cultural gigantesca entre toda la población. Por medio de la prensa, del libro, del cine, del teatro, de la radio, puestos por entero al servicio del pueblo trabajador, se logró elevar considerablemente el nivel cultural de la población, planteándose hoy la sin igual tarea de echar por tierra las barreras que separan el trabajo físico y el intelectual.

Esto no se realiza reduciendo el nivel medio de conocimientos del intelectual, sino haciendo de los obreros y campesinos hombres de amplia cultura y vastos conocimientos científicos y artísticos.

Cada vez es más crecido el número de trabajadores que consagran su tiempo, después del trabajo, al estudio técnico de su profesión, a las Bellas Artes, a la literatura y a las ciencias, en el club y en el hogar.

El nivel de conocimientos técnicos y culturales de los trabajadores de vanguardia, los stajanovistas de la industria y la agricultura -y en sus filas figura ya el 58% de todos los trabajadores-, se equipara cada más al nivel del técnico, del ingeniero, del aparejador, del agrónomo. El trabajo de los stajanovistas es ante todo un trabajo de inteligencia que revoluciona la técnica del trabajo, echa por tierra las normas anticuadas establecidas por la ciencia y plantea a ésta problemas más complejos y difíciles, impulsando así su desarrollo.

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El trigo rameado es una de las grandes conquistas de la ciencia michurinista

Durante 1949 los obreros, koljosianos, técnicos, ingenieros y agrónomos de la URSS presentaron 450.000 inventos y proposiciones de racionalización del trabajo, algunas de las cuales han revolucionado la técnica planteando   —79→   a los sabios soviéticos la resolución de 300 problemas técnicos y científicos y 545 experimentos de extraordinaria importancia.

Entre miles de otros ejemplos se puede citar al metalúrgico Pavel Buikov, que el pasado año elevó la velocidad científica del corte de metales de 100 metros a 1.000 metros por minuto. Buikov no sólo instruye a millares de otros obreros en sus métodos científicos de trabajo, sino que diserta ante los catedráticos, profesores y alumnos del Instituto Técnico de Construcción de Maquinaria de Moscú. Las conferencias y disertaciones de los obreros y koljosianos de vanguardia en los centros de enseñanza superior y las conferencias técnico-científicas, sobre arte y literatura, en los clubs de los trabajadores se han generalizado en toda la Unión Soviética, donde solamente durante el pasado año en la Federación Rusa se dieron un millón quinientas mil conferencias a las que asistieron 64 millones de personas.

Otro ejemplo del enorme desarrollo del nivel cultural de los trabajadores soviéticos lo tenemos en el concurso nacional de música de 1949. En él tomaron parte 150 compositores, entre los cuales había jóvenes que aún no han terminado el conservatorio, y compositores de consagrados y de fama mundial como Shostakovich. El fallo del jurado fue emitido a base de la opinión y juicio de los trabajadores. A este fin 30 orquestas sinfónicas, masas corales y solistas ejecutaron las obras presentadas al concurso en los clubs obreros y koljosianos. La opinión de la inmensa mayoría de los espectadores coincidió con la propia del jurado.

Cada vez con más frecuencia los escritores someten sus obras al juicio de los trabajadores, corrigiendo éstas a base de las sensatas opiniones y certeros juicios recogidos en las veladas literarias organizadas por los clubs de las fábricas y koljoses.

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Ayuda práctica del profesor

Está claro que esto solamente se puede hacer a base del desarrollo impetuoso de la cultura musical, artística y literaria de las amplias masas trabajadoras que, al elevar sus conocimientos, aumentan sus exigencias con relación a los compositores, literatos y artistas, y obligan a éstos a superar continuamente su propia obra so pena de ser rebasados por las amplias masas que, «liberadas de la preocupación por el trozo de pan», aumentan sin cesar su nivel cultural y capacidad intelectual, a base de lo cual la ciencia y el arte florecen en la URSS cada vez con más plenitud y alcanzan cimas insospechadas al extinguirse las barreras seculares existentes entre el trabajo físico y el intelectual a medida que avanza la construcción del comunismo.



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ArribaAbajoPanorama de China II

Por Antonio Cordón


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De la República de 1911 a la guerra con el Japón

Todos los movimientos revolucionarios que tuvieron lugar en China durante la segunda mitad del pasado siglo y en el comienzo del actual llevaron el sello de la espontaneidad. La Revolución de 1911 se distinguió de aquéllos por su superior organización. La fuerza principal fueron los campesinos y una parte importante de la burguesía, la acción del proletariado fue muy eficaz, pero débil numéricamente no pudo jugar el papel dirigente en la revolución que, si bien barrió a la monarquía, se mostró incapaz de eliminar el carácter semifeudal y semicolonial del país.

La figura más destacada del movimiento revolucionario en este período es Sun Yat Sen. Nacido en 1866 de una familia campesina hostil a la autocracia imperial, Sun Yat Sen marchó a los trece años a estudiar al extranjero. En 1895, durante la guerra chino-japonesa, organizó la insurrección de Cantón, que fracasó, viéndose obligado a emigrar para   —81→   eludir la pena de muerte que pesaba sobre él. En 1905, en el período de la revolución democrática rusa, organizó la Liga de Unión, y más tarde dotó a la revolución democrática y antiimperialista china de un programa que, resumido en los llamados «tres principios de Sun Yat Sen», aboga: 1.º) Por la liberación de China de las camarillas extranjeras; 2.º) Por el derrocamiento de la monarquía y el establecimiento de un poder popular; 3.º) Por la creación y desarrollo de un régimen económico-social capaz de asegurar la prosperidad popular.

Bajo este programa transcurrió la insurrección del 10 de octubre de 1911, que culminó con la proclamación de la República, a últimos de este mismo año. Habiendo sido nombrado presidente del Gobierno Provisional Revolucionario de Nankín, Sun Yat Sen, falto de apoyo suficiente, entregó los destinos de la República a los antiguos ministros del viejo régimen derrocado. La reacción de China del Norte impuso su hegemonía, disolvió el Gobierno Provisional Revolucionario y dejó en pie el orden feudal y semicolonial del país.

Para proseguir la lucha en las nuevas condiciones creadas, Sun Yat Sen funda en agosto de 1912 el Kuomintang, o Partido del Pueblo, formado por la fusión de la Liga de Unión -clandestina hasta 1911- y cierto número de organizaciones burguesas. El nuevo partido adopta como programa los tres principios de Sun Yat Sen y encabeza la lucha revolucionaria que, en este período, es dirigida por la burguesía que arrastra tras de sí a los campesinos revolucionarios que luchan por la tierra.

Durante la guerra imperialista de 1914 a 1918 se redujo considerablemente la circulación de mercancías extranjeras en el mercado nacional chino. Esta circunstancia favoreció el desarrollo de la industria del país, que experimentó un notorio auge, sobre todo en la rama del textil y de la seda. El incremento de la industria nacional fue acompañado del fortalecimiento de la burguesía industrial china y del crecimiento numérico del proletariado. En este período, sin embargo, el proletariado chino no representa aún una fuerza política independiente y toma parte en la lucha antiimperialista junto a los campesinos, bajo la dirección de la burguesía, que trata de sacar partido para sí del movimiento revolucionario antiimperialista de las masas.




Un gran viaje en la historia

La Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia impulsó extraordinariamente el movimiento revolucionario chino por el camino de su triunfo. La Revolución de Octubre, que abrió una nueva época en la historia humana, la época de las revoluciones proletarias y de las revoluciones liberadoras coloniales, levantó en China una nueva y poderosa ola, ya invencible en un plazo más o menos largo, del movimiento obrero y de liberación nacional. «Las salvas de los cañones de la Revolución de Octubre -dijo Mao Tse Tung- hicieron llegar hasta nosotros el marxismo-leninismo».

La anulación hecha por el joven poder soviético de todos los   —82→   tratados onerosos impuestos por el zarismo a China dio un impulso a la lucha general del pueblo chino contra el imperialismo. Al mismo tiempo, la clase obrera, bajo la influencia del triunfo de la Revolución de Octubre, comienza a tomar parte en la lucha bajo su propia bandera de clase. En 1919, en el curso de las primeras batallas sindicales y huelgas del proletariado, surgieron los primeros núcleos comunistas, que en 1921 fundaron oficialmente el Partido en su primer Congreso.

En este tiempo el Kuomintang, bajo la dirección de Sun Yat Sen, forma el gobierno de Cantón que asume el poder en la China del Sur y dirige la lucha contra el gobierno reaccionario de Pekín.

Al celebrar su primer Congreso, el Partido Comunista de China era ya el elemento más activo de la revolución. Durante los años siguientes, 1922 a 1924, encabeza y dirige las grandes huelgas de los portuarios y marinos de Hong-Kong y la de los ferroviarios, que tuvieron gran repercusión en todo el país. En el tercer Congreso, celebrado en 1923, el Partido Comunista acordó pedir su ingreso en el Kuomintang, que aceptó la propuesta tras una lucha enconada entre el ala derecha de éste, que se oponía al ingreso, y el ala izquierda, formada por los representantes de la pequeña burguesía y de los campesinos, que apoyó y dio la victoria a Sun Yat Sen, que defendía el ingreso del Partido Comunista en las filas del Kuomintang a fin de «luchar unidos y asegurar la marcha de la revolución nacional».

Encuadrado en el Frente Nacional democrático, que representa en este período el Kuomintang, el Partido Comunista chino prosigue su política independiente a la cabeza de la clase obrera, que junto a los campesinos y a la pequeña burguesía urbana representa el sector más consecuentemente revolucionario, democrático y antiimperialista del Kuomintang. El cuarto Congreso del Partido elabora un programa de lucha por la supresión de los tratados ignominiosos impuestos por los imperialistas, por el establecimiento de una China independiente, por las libertades democráticas y el mejoramiento de las condiciones de vida de la clase obrera.




La revolución democrática de 1925-1927

El 12 de marzo de 1925 murió Sun Yat Sen. Poco antes de su muerte había dirigido un mensaje al Comité Ejecutivo Central de la URSS en el que decía: «Al morir dejo un partido que, como espero, será vuestro aliado en la histórica misión de liberar definitivamente a China y a otros países explotados por el imperialismo. Al morir lego al Kuomintang la obra de proseguir la lucha hasta la completa libertad de China. El Kuomintang debe reforzar su alianza con la URSS, la unión con los comunistas y sostener el movimiento obrero y campesino».

El Kuomintang, sin embargo, no justificó las esperanzas de Sun Yat Sen. En el curso de la revolución democrática iniciada aquel mismo año, la burguesía, asustada por el movimiento revolucionario de las masas y el creciente papel dirigente del Partido   —83→   Comunista y de la clase obrera, traicionó la revolución, se pasó al campo de la reacción y del imperialismo, haciendo del Kuomintang la fuerza de choque de la contrarrevolución. A mediados de 1925 China se vio agitada por un nuevo auge revolucionario. En mayo de ese año la policía inglesa de la concesión británica de Shanghai abrió fuego contra una manifestación de obreros y estudiantes causando 14 muertos y más de cien heridos. En respuesta, los portuarios declararon la huelga general, que se extendió rápidamente a otras muchas ciudades, creándose una situación revolucionaria en todo el país.

En julio de 1926 el gobierno de Cantón, estimulado por el movimiento revolucionario, decreta la «expedición hacia el norte para liberar el país de la dominación extranjera y de los gobernantes militaristas y reaccionarios del norte». El movimiento revolucionario gana todo el país. En Hankow y otras ciudades se establecen gobiernos revolucionarios. Los campesinos se apoderan de las tierras de los terratenientes, la clase obrera, bajo la dirección del Partido Comunista, consigue por la lucha mejorar su situación económica y política. La burguesía siente que la revolución se escapa a su control y, bajo la dirección de Chang Kai Chek, que encabeza el ala derecha de Kuomintang, prepara la traición.

A últimos de abril de 1927 China se encuentra dividida en tres campos. La China del Norte, en manos de los militares y terratenientes semifeudales, vendidos en cuerpo y alma al imperialismo; los territorios sometidos a la autoridad de Chang Kai Chek; y las regiones controladas por el gobierno revolucionario de Hankow, que representa el bloque revolucionario del proletariado, de la pequeña burguesía y los campesinos.

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Grabado chino

Los imperialistas, viendo la impotencia del gobierno militarista-semifeudal del norte para contener el avance revolucionario de las masas, decide apoyar a la burguesía representada por Chan Kai Chek y el ala derecha del Kuomintang. Los agentes de Wall Street ofrecen a Chan Kai Chek los primeros «10 millones de dólares para la lucha contra el comunismo». Éste acepta y dirige el llamado «golpe de Estado de Nankín». El Frente Unido Nacional queda destruido. Las bandas armadas de Chan Kai Chek desatan una ola de terror contra el Partido Comunista y los elementos de izquierda del Kuomintang. Es derrocado el gobierno revolucionario de Hankow. Las «unidades de trabajadores» del ejército son disueltas y sus jefes asesinados. El Partido Comunista es puesto fuera de la ley. Los sindicatos clausurados. Millares de dirigentes demócratas y revolucionarios son proscritos, entre ellos la esposa de Sun Yat Sen. El período revolucionario de 1925-1927 se cierra en diciembre   —84→   de 1927 con la «Comuna de Cantón», en la cual el proletariado, en una especie de combate de retaguardia, fue derrotado tras 72 horas de heroica resistencia armada.

La burguesía había traicionado la revolución democrática antiimperialista escalando el Poder con ayuda de los imperialistas y el apoyo de la China militarista y semifeudal. El Kuomintang, dirigido por Chang Kai Chek, se transforma en el partido de la contrarrevolución, en el partido de la gran burguesía, de los terratenientes semifeudales, de los militaristas, en un dócil instrumento del imperialismo internacional que redobla su penetración en el país.

En la historia de la revolución china se inicia un nuevo capítulo: el proletariado, encabezado por su vanguardia comunista, toma en sus manos la dirección de la revolución democrática antiimperialista e impulsa ésta adelante al frente de las amplias masas campesinas, de la pequeña burguesía urbana y el sector progresivo de la burguesía nacional interesada en la democratización del país y en la liberación de China del yugo imperialista que la oprime.




El Partido Comunista al frente de la revolución

Después de la insurrección de Cantón ahogada en sangre y fuego por el Kuomintang, las masas campesinas y pequeño-burguesas comenzaron a abandonar las filas de este partido. A las «unidades de trabajadores» controladas por el Partido Comunista que se habían retirado a las montañas en el sur comenzaron a pasarse regimientos enteros del Kuomintang. Los 2.800 combatientes que mandaba militarmente el viejo y glorioso soldado Chu Te, actual comandante supremo de los ejércitos populares, se transformaron en una importante formación militar, sobre todo después de la «rebelión de Honan», que se prolongó hasta 1928, sembrando el desconcierto y la alarma de la reacción y de los imperialistas. Por entonces se formó el legendario IV Ejército, mandado por Chu Te y del que Mao Tse Tung era Comisario Político.

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Grabado chino

Bajo la protección de esta Primera Gran Unidad del actual Ejército Popular Chino, el Partido Comunista creó en 1931 la Primera Región Autónoma popular y democrática, poblada por 60 millones de personas, en la cual se realizaron grandes reformas democráticas y sociales. La tierra de los grandes terratenientes fue confiscada y entregada a los campesinos, fueron derogados los impuestos y tributos semifeudales y establecido en su lugar el impuesto único progresivo sobre la renta. El aparato militarista y semifeudal   —85→   del Estado fue sustituido por una administración popular y democrática, central y local. Se decretaron amplias libertades democráticas, se estableció la jornada de 8 horas para los adultos y de 6 horas para los jóvenes de 14 a 18 años, se introdujo el seguro social, el subsidio al paro, la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, y entre las minorías nacionales fue separada la iglesia del Estado, se estableció la enseñanza obligatoria y gratuita, se dio plena libertad al comercio y a la inversión de capitales al objeto de fomentar la economía nacional y mejorar las condiciones de vida del pueblo. Tales fueron las medidas que dieron al movimiento revolucionario chino, a partir de 1927, un carácter de revolución popular. Al mismo tiempo, el poder democrático y popular de la Primera Región Autónoma manifestó su firme decisión de luchar sin tregua ni cuartel contra el imperialismo que sojuzgaba China.

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Los campesinos acusan a sus explotadores

Contra esta naciente China democrática y popular desencadenó el Kuomintang, apoyado por el imperialismo extranjero, los potentes golpes militares que se conocen con el nombre de «Las cinco ofensivas de exterminio», que se prolongaron de diciembre de 1930 a octubre de 1934. El Ejército Popular, siempre creciente, obtuvo grandes éxitos defensivos contra las cuatro primeras. En la 5.ª, los 9.000 hombres del Kuomintang, dirigidos por el general alemán von Sheeth, lograron quebrantar seriamente a las unidades populares. Mas, cuando Chang Kai Chek cantaba victoria y voceaba «haber acabado definitivamente con la amenaza comunista», el Comité Central del   —86→   Partido Comunista Chino, en 1934, tomó el acuerdo de «retirada combativa de las fuerzas populares a nuevas bases en el norte para combatir directamente a la invasión japonesa», iniciada de hecho en 1931 con la toma de Mukden. La resolución, cuya importancia histórica han resaltado los hechos posteriores, fue cumplida a lo largo de 368 inenarrables días de la Gran Marcha. Los 100.000 hombres de Mao Tse Tung, acompañados por sus mujeres e hijos, recorrieron 13.000 kilómetros sobre territorios sembrados de ingentes obstáculos (18 grandes cordilleras y 24 grandes ríos) combatiendo casi a diario con el enemigo y extendiendo con su conducta, con su heroísmo y propaganda, las llamas del movimiento de independencia y libertad.

Al entrar en Chanshi norte, al pie de la Gran Muralla, el 20 de octubre de 1935, los 20.000 supervivientes de la epopeya mantenían enhiesta la bandera de la China independiente y democrática frente a la reaccionaria y de vasallaje al imperialismo de los enemigos del pueblo.

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Montando la guardia

La que se llamó inicialmente República Modelo del Norte, sirvió de base a un nuevo y brioso auge del movimiento liberador y del Frente Nacional unidos contra el imperialismo japonés, que inició su inicua guerra de rapiña en 1937.

(El tercer y último artículo de la serie «Panorama de China» será publicado en nuestro próximo número).

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ArribaAbajoDatos y cifras del frente socialista y democrático

Un año de grandes victorias



U.R.S.S.

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El 18 de enero de 1950 la Comisión Central de Estadística del Consejo de Ministros de la URSS publicó el Balance de 1949 del Plan de Reconstrucción y Fomento de la Economía Nacional. Es éste un nuevo balance de paz y de trabajo, de triunfos y victorias en todos los frentes de la economía soviética, cuyo auge y ritmo de desarrollo no conoce ejemplo en la Historia.

En un año la industria socialista aumentó en un 20% su producción global, cumpliendo en general en cuatro años las inmensas tareas del Primer Plan Quinquenal de postguerra 1946-1950, que preveía superar la producción industrial de anteguerra en un 41% lográndose ya, en los últimos meses de 1949, superar la producción de 1940 en un 53%.

1949 fue un año triunfal de la técnica de vanguardia socialista. La ingeniería soviética proporcionó a la industria más de 300 nuevas máquinas y mecanismos gracias a los cuales los trabajos más rudos en las minas, en la construcción, en la carga y descarga del transporte, y en la industria forestal, fueron mecanizados en muchos casos con máquinas automáticas que suplen el trabajo del hombre en las faenas más duras y agotadoras.

El impetuoso auge de la industria y de la técnica permitió dar un paso gigantesco en el camino de la completa mecanización de la agricultura. En 1949 la industria soviética envió a los campos koljosianos 150.000 tractores, 29.000 segadoras-trilladoras, de ellas 12.000 automotrices, 64.000 camiones y más de 1.600.000 máquinas e instrumentos remolcables. En conjunto, en los años que van de 1946 a 1949 los campos soviéticos recibieron 720.000 tractores, 200.000 camiones y coches ligeros, más de un millón de diversas máquinas agrícolas y varios millones de instrumentos remolcables. Esto permitirá elevar la mecanización de la agricultura en un 90% en la preparación del terreno para la   —88→   plantación y sementera, en un 70% las faenas de siembra y plantación, y en un 55% los trabajos de recolección.

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Modelo de tractor eléctrico

La mecanización de la agricultura permite elevar de año en año el área de siembra y el aumento continuo de las cosechas. De 1948 a 1949 el área de siembra aumentó en 6 millones de hectáreas, alcanzando la cosecha de cereales 121.600.000 toneladas de grano. En 1950 la superficie sembrada es superior en 8 millones 300 mil hectáreas a la del año anterior.

Junto al auge de la economía, y éste es su objetivo, prosperó ininterrumpidamente el bienestar del pueblo trabajador, su nivel de vida material y cultural.

Los salarios de los obreros y el sueldo de los empleados aumentó en un 12% durante 1949, y los ingresos de los koljosianos en un 14%. Al mismo tiempo, la continua rebaja de los precios aumentó considerablemente la capacidad adquisitiva del rublo. Esto permitió que centenares de miles de familias obreras y koljosianas adquirieran, durante este año, aparatos de televisión, frigoríficos, lavadoras mecánicas y automóviles, puestos a la venta en grandes cantidades durante 1949.

En este año el gobierno soviético construyó o reparó 72 millones de metros cuadrados de vivienda, introdujo la canalización en 185 ciudades y colonias obreras, instaló el servicio de tranvías y trolebuses en 27 ciudades, aumentó en 38.000 el número de camas en los hospitales, envió 26.000 nuevos médicos a los distritos rurales y dedicó 110.000 millones de rublos a los seguros sociales, maternidad, vejez, vacaciones pagadas, asistencia médica y enseñanza gratuita. Únicamente no gastó ni un sólo kopek en subsidio al paro, porque en el régimen socialista no se conoce el paro obrero. Por el contrario, el número de obreros y empleados en la economía aumentó en 1.800.000 personas, de ellas 250.000 ingresaron en las instituciones de investigación científica y sanitarias. Al mismo tiempo 723.000 jóvenes obreros calificados terminaron las escuelas técnicas y se incorporaron a la producción.

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Montaje mecánico de raíles

36 millones de personas, dos millones más que en 1948, cursaron estudios en todas las escuelas y centros de enseñanza del país. En 1949 funcionaron en la Unión Soviética 864 Universidades y centros superiores de enseñanza, donde cursaron estudios 1.128.000 alumnos de ambos sexos entre los 17 y 35 años de edad. 1.380.000 personas más estudiaron en los institutos y centros de enseñanza media y especial, entre ellas centenares de miles de trabajadores que cursan estudios sin abandonar la producción, simplemente por el deseo de ampliar sus conocimientos culturales y técnicos para desarrollar plenamente su capacidad de trabajo. El fondo de libros de las bibliotecas públicas se elevó a 132 millones de volúmenes.

Tales son algunos de los resultados del balance de un año de trabajo pacífico y creador del pueblo soviético que marcha con paso firme y seguro en la construcción del comunismo mostrando a la humanidad el brillante camino de su desarrollo histórico.



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Datos y cifras


Checoslovaquia

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El primer año del Plan Quinquenal ha sido cumplido en un 102%. En 1949 se sacó un 50% de carbón más que en 1937. En comparación con este mismo año la producción eléctrica aumentó en un 100 por 100, la fundición de hierro en un 20%, la fabricación de calzado en un 25% y la de tractores aumentó en 16 veces con relación a 1937.

Los sindicatos aumentaron considerablemente sus efectivos en el último año. En la actualidad los Sindicatos Unificados cuentan con más de 3 millones de afiliados, es decir, con el 95% de los trabajadores del país.

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Hungría

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En la Hungría burguesa existían 278 bibliotecas públicas. En los 5 años de Poder popular se abrieron 3.298 bibliotecas. La biblioteca de la Academia de Ciencias cuenta con 690.000 volúmenes.

Antes de la guerra no existía Industria de Maquinaria. En la actualidad esta rama de la industria crece rápidamente. La producción de locomotoras y barcos de navegación fluvial aumentó en varias veces; también se desarrolla la industria del automóvil. El pasado año Hungría inició la producción de motores Diesel.

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Bulgaria

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En comparación con el año 1944 la red eléctrica aumentó en un 70%. El 60%de la población rural emplea la electricidad para usos domésticos.



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Polonia

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En 1949 fueron creados 12 institutos de investigación científica. Antes de la guerra solamente existían cuatro. En la actualidad el país cuenta con 60 institutos y laboratorios de investigación en los cuales trabajan 6.000 profesores y especialistas.

40.000 maestros se han sumado a la campaña nacional contra el analfabetismo. Durante 1949 fueron editados más de un millón de manuales de primera enseñanza.

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China

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Durante 1949 el Ejército en derrota del Kuomintang perdió 2 millones 600 mil hombres. La tarea del Ejército Popular Chino para 1950 es liberar Formosa y el Tíbet y acabar con los restos de las tropas del enemigo.

La extensión de los ferrocarriles de China es de 26.875 kilómetros. A finales de 1949 la longitud de los ferrocarriles liberados era de 24.794 kilómetros, de los cuales se ha restablecido la circulación ferroviaria en 20.040.

El Plan de construcción y reparación de carreteras prevé para 1950 la construcción y reparación de 10.000 kilómetros.

12.000 kilómetros de costa han sido abiertos para la navegación de cabotage. La navegación fluvial se efectúa ya por 60.000 kilómetros. Han sido abiertos al transporte automóvil 50.000 kilómetros de carreteras. El enlace económico de las diversas regiones del país contribuye en gran medida a la restauración de la industria, de la agricultura y de toda la economía en general.

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ArribaAbajoCómo se hace carrera en los Estados Unidos de América

Fragmento de la biografía del respetable mister Hilow


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Mister Thomas. Pasó de Presidente a presidiario

La biografía del respetable mister Hilow, obra de un escritor norteamericano, es una sátira mordaz contra la podredumbre y corrupción de la sociedad yanqui bajo el predominio de los trusts y monopolios.

Mister Hilow, se sobrentiende, es un personaje de ficción que bien pudiera no serlo. ¿Cuántos monopolistas, cuántos personajes políticos de la «democracia del dólar», no iniciaron su carrera como él? En esto reside precisamente el valor de la obra. Sin mencionar a nadie, alude a todos aquellos «respetables» congresistas y senadores, demócratas o republicanos, al servicio de los monopolios, elevados de los bajos fondos de Chicago, Nueva York, o no importa qué otra ciudad, y que un día, como el «respetable» mister Thomas, aparecen al frente de la Comisión de Investigación de actividades antiamericanas y al siguiente, denunciados por un congresista del grupo de monopolios adversos, tienen que rendir cuentas de su «actividad» extraordinaria para hacerse con dólares ajenos sin reparar en el medio.

Veamos, según el autor, cómo hace carrera un «americano 100 por 100», que así se suelen llamar los gangsters, banqueros y políticos afectos a los círculos de Wall Street.

*  *  *

Al fin y al cabo Hilow se cansó de vagabundear.

-Oiga usted, señor, ¿no tendrá algún trabajo para mí?

El patrón le miró con enfado y le tiró una piedra. Hilow siguió adelante y se detuvo junto a la guardia.

-¿Tendría usted la amabilidad -comenzó diciendo- de decirme dónde podría encontrar traba...?

El guardia agitó con furia la porra delante de sus narices.

-No preguntes idioteces, ¡golfo!

Hilow prosiguió su camino...

En un banco de Wall Street le arrojaron escaleras abajo; en el hotel «Astor» le dieron un pescozón   —92→   y en una sociedad benéfica le azuzaron los perros.

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Una noche Hilow marchaba cabizbajo y meditabundo por una avenida oscura del parque de la ciudad.

-He probado todos los procedimientos honrados para ganar el sustento sin sacar nada en limpio -se dijo-. Habrá que actuar decididamente. ¡Qué le vamos a hacer! Habrá que intentar el procedimiento contrario...

En ese preciso momento pasaba junto a él un hombre bien vestido. Hilow se lanzó a su cuello y le apretó la garganta...; al cabo de unos segundos sus manos acariciaban dulcemente los dólares del buen señor.

-Ya sé lo que tengo que hacer en adelante -musicó Hilow marchando calle abajo. Entró en un comercio que vendía regalos de año nuevo para niños.

-Deme un revólver -dijo Hilow a la dependienta.

-¿Para qué uso? -preguntó ésta con sorna-. ¿Para visitas oficiales?, ¿para uso doméstico? Tenemos unos revólveres de muy buena calidad para uso familiar; mire éste, especial para declaraciones morosas.

Hilow eligió una pequeña colección de pistolas para toda suerte de circunstancias en la vida y salió del almacén. La gente le abría paso respetuosamente. En un cruce de calles Hilow vio al guardia que en una ocasión le quiso vapulear por preguntarle dónde podría encontrar trabajo. Marchó decididamente hacia él y le dijo:

-¿Dónde puedo realizar por aquí un buen robo con fractura?

El guardia le miró con desenfado y le indicó con el dedo una casa de dos pisos cerca de la esquina.

...Un portero de librea abrió la puerta a Hilow.

-Tengo que ver inmediatamente a cualquiera de los directores -dijo Hilow mostrando al portero su colección de pistolas.

-Al final... escaleras... puerta grande -farfulló el portero-. Allí... trabaja el director...

Hilow probó en el cuerpo del portero el primer par de pistolas que tenía a mano y entró en el gabinete del director.

Sentado a la mesa un anciano revisaba atentamente unos papeles.

-¿Quién es usted? -preguntó Hilow.

-El director.

-Bien -dijo Hilow-. ¡Abra la boca, y cierre los ojos...!

Cinco disparos y asunto concluido. El reloj del director, el dinero y otros valores que había en el despacho pasaron al bolsillo de Hilow. En la escalera resonaron pasos fuertes.

-¡La policía! -se dijo Hilow, haciendo veinte disparos en dirección a la puerta.

Parece ser que en estos casos se recomienda prender fuego a la casa para escabullirse tras la cortina de humo y el pánico general.

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Disparando -por si acaso- todas las balas y viendo que la biblioteca y las cortinas eran ya pasto de las llamas, Hilow cruzó las manos sobre el pecho y esperó que llegaran los policías.

-¡Queda usted detenido! -gritó el comisario-. Le acusamos de asesinato, robo e incendio.

Hilow fue sacado esposado de la casa en llamas a la calle. Le metieron en un coche lujoso y le llevaron a la cárcel. Por el camino el comisario obsequió varias veces a Hilow con whisky y cigarros puros, entablando una amistosa conversación con él. Hilow comprendió que ahora se abrían ante él nuevos horizontes. Se había hecho gángster y por consiguiente era una persona respetable de la sociedad americana...

Al llegar a la cárcel, el propio comisario condujo a Hilow a la celda.

-Perdone -dijo el comisario-, pero hasta mañana no le podré dar mejor alojamiento. Mañana será trasladado a una celda-compartimento, con baño, vista al mar y demás confort, pero esta noche tendrá que pasarla en esta celda de dos cámaras... ¿Dónde quiere usted desayunar? ¿En la cama, o prefiere hacerlo en el comedor de los oficiales? Los señores oficiales le quedarán muy reconocidos si acepta su compañía...

Por la mañana le trajeron el traje planchado y los zapatos limpios. Después de ser afeitado por el barbero, Hilow recibió al comisario, quien le anunció que el desayuno estaba servido. En el comedor fue presentado a los oficiales, en cuya compañía pasó amigablemente el tiempo bebiendo buen vino hasta la hora de la comida, mientras recordaban los acontecimientos del día anterior.

Después comenzó una verdadera invasión de visitantes. Hilow los recibió ya en el nuevo alojamiento.

-Su hazaña de ayer -le dijo el magnate más importante de la prensa del país- es conocida ya en todas las ciudades de los Estados. El hecho de que matara al portero sólo muestra su nerviosismo y es un atenuante para el tribunal. Mis abogados le defenderán gratuitamente.

A la vista de la causa acudieron los representantes más visibles de la alta sociedad del país, pero ésta quedó interrumpida en la primera sesión.

-Mister Hilow -dijo el presidente del tribunal-, he decidido aplazar por un cierto tiempo la causa. A juzgar por todos los síntomas usted sufrió no hace mucho una conmoción nerviosa provocada por el tiroteo y el incendio. Debe usted reponerse bien.

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Los periodistas llenaban día y noche las tres habitaciones que ocupaba Hilow. Los hombres de negocios fueron autorizados por Hilow para que divulgaran su foto en los anuncios de reclamo, dándole a cambio sendos cheques. La famosa compañía por acciones «La Defensa de los Derechos del Gángster» elevó a Hilow a su presidencia.

Al cabo de varias semanas se reanudó la vista de la causa. Las sesiones se prolongaron dos meses. Contra Hilow se hicieron cinco acusaciones: incendio, conducta indecorosa (el asesinato del portero,   —94→   ya que un verdadero caballero no debe prestar jamás atención al criado), robo, alteración del orden público (tiroteo) y asesinato del director.

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El proceso resultó confuso. Fueron llamados testigos de todos los rincones del país. Las sesiones se hicieron interminables, hasta que cansado ya de tanto ajetreo Hilow declaró:

-Señores, ruego que me perdonen, pero en lo sucesivo no podré asistir a las sesiones. Tengo mucho que hacer. Claro está que pueden contar conmigo tan pronto como tenga unos minutos libres. De todas maneras yo seguiré atentamente el curso de la causa. ¡Good bye!

Después que Hilow dejó de frecuentar la sala del tribunal, la vista de la causa fue más lenta todavía.

La acusación del incendio fue retirada. La de robo también. El asesinato del portero y del director se justificó por los reflejos nerviosos. En lo que se refiere a la alteración del orden público (tiroteo con armas de diversos calibres), se dividieron las opiniones. El juez, por ejemplo, consideró que el tiroteo precisamente es la garantía del orden, y que el silencio es siempre sospechoso.

Además de esto se tomó la decisión de compensar a Hilow por las balas disparadas y la pérdida de sus pistolas durante el tiroteo. La causa fue transmitida para su confirmación al Tribunal Federal, de donde pasó a otra instancia... sin que se sepa hasta ahora dónde precisamente.

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Mientras tanto Hilow, en libertad, continúa dirigiendo la sociedad «La Defensa de los Derechos del Gángster», considerándosele como brillante representante de la nueva generación de grandes financieros de Nueva York, y dentro de unos días será elegido senador.



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ArribaEl humor, arma de lucha popular

Tres pullas más contra el franquismo


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Llegó a París, «para ver mundo», la hija de Franco. Su padre la envió acompañada de dos damas falangistas encargadas de su mundana educación.

Como la joven Franco sabe mucho de reglamentaciones y restricciones, para los demás, su pensamiento estaba más en el horario que en las bellezas artísticas de la capital de Francia.

-Nos tenemos que dar prisa en volver al hotel -decía a sus acompañantes-, porque van a cortar el agua y yo no puedo comer sin agua y sin lavarme las manos.

-No se preocupe, señorita -respondían las damas de Falange-, aquí no cortan el agua.

La «caudillita» hacía un mohín de asombro.

Al atardecer volvía a ponerse nerviosa.

-Vamos, vamos -decía-. Van a cortar la corriente y no quiero acostarme sin luz. Me da mucho miedo.

Las susodichas damas volvían a tranquilizarla asegurándola que tendría luz a todas horas.

Todo esto hizo reflexionar a la joven. Y al día siguiente escribía a su padre una carta con sus experiencias, en la que decía:

«Querido papá: Esto es un desastre. Todo está muy atrasado con respecto a España. Figúrate que están ahora como nosotros estábamos en 1936, con agua y con luz a todas horas».

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En los cuarteles de España hay un gran cartel que dice: Todo por la patria. La consigna, como todas las franquistas, no llama la atención a los soldados hasta que no ocurre algo extraordinario.

Y esto le pasó a un recluta una noche que le tocó de guardia. Cuando estaba en su puesto salió un sargento y le dijo:

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-¡Centinela!

-A sus órdenes, mi sargento.

-Esta noche tiraré un saco por encima de la tapia. Lo recogerán unos amigos y tú no te das por enterado.

-A sus órdenes mi sargento.

Al poco rato salió el teniente y se repite el mismo diálogo. Y así ocurrió con el capitán, el comandante y el teniente coronel.

El coronel dio las mismas instrucciones, salvo que al saco lo llamó paquete y acentuó lo de la tapia.

Al recluta le hizo impresión la actividad de sus jefes y al día siguiente andaba pensativo por el patio del cuartel. Sus ojos se fijaron en el cartel de Todo por la Patria. El muchacho tiene como una revelación y va a ver al capitán de su compañía.

-Mi capitán -le dice-, ese cartel está mal.

El capitán le mira con desprecio y le chilla.

-¿Qué dices, idiota?

-Que está equivocado, porque lo que han querido poner es Todo por la Tapia.

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En un tren de España ha tenido lugar la siguiente escena.

Un viajero saca una soberbia merienda que causa la admiración y envidia de sus compañeros de viaje, y se ponen a comer.

Un poco azorado por la conmoción provocada, el de la merienda invita al viajero que está en el asiento frente al suyo.

-¿Usted gusta?

-No, señor; muchas gracias, que le aproveche.

El comilón insiste.

-Pruebe un bocado. Todo es de verdad; el chorizo es de cerdo, el pan de trigo y las patatas patatas.

-No, no, muchas gracias -responde el invitado.

El otro no se resigna a lo que considera desprecio y vuelve a la carga varias veces más.

-¿Pero es que me va a hacer el desaire de no probarlo?

-Bueno, mire usted -responde el otro en tono confidencial-, yo es que cuando viajo no acostumbro a comer nada antes del descarrilamiento.





ERRATA ADVERTIDA

En la pág. 7 de este mismo número, en el artículo "16 febrero 1936", primer párrafo, debe entenderse que:

Pocas fechas existen en la historia política contemportánea española que ofrezcan tantas condiciones para el recuerdo como la del 16 de febrero de 1936.

Le Directeur-Gerant: R. Poirault Les Impressions Rapides

7, rue Darboy, Paris (XIe)

FIN N.º 2