Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

31

Antonio Buero Vallejo, «Sobre teatro», Cuadernos de Ágora, 79-82, mayo-agosto 1973, p. 12.

 

32

Antonio Buero Vallejo, «Sobre teatro», p. 13.

 

33

Miguel Luis Rodríguez, «Diálogo con Antonio Buero Vallejo», Índice, 116-117, agosto-septiembre 1958, p. 21.

 

34

Alfredo Marqueríe, «En el Español se estrenó Historia de una escalera, de Antonio Buero», ABC, 15 octubre 1949, p. 23.

 

35

M. Díez Crespo, «Español: Estreno de Historia de una escalera», Arriba, 15 octubre 1949, p. 3.

 

36

Jorge de la Cueva, «Historia de una escalera. Comedia de Don Antonio Buero Vallejo», Ya, 15 octubre 1949, p. 4. Al representarse la obra en 1968, Lorenzo López Sancho («Reposición de Historia de una escalera en el Marquina», ABC, 2 abril 1968, p. 77) se refería a la «neta voluntad de realismo» en su construcción.

 

37

Domingo Pérez Minik, «Itinerario patético de una generación de dramaturgos españoles», Ínsula, 224-225, julio-agosto 1965, p. 3.

 

38

Ángel María de Lera, «Buero Vallejo y la literatura de la posguerra», ABC, 11 febrero 1971.

 

39

Francisco Ruiz Ramón, «De El sueno de la razón a La detonación (Breve meditación sobre el posibilismo)», en Mariano de Paco, ed., Estudios sobre Buero Vallejo, Murcia, Universidad, 1984, p. 329. Y continúa: «A lo que hay que añadir enseguida: para ponerla en cuestión desde la conciencia trágica de la realidad, y no desde la conciencia ideológica, que es lo que suele hacer el realismo social».

 

40

En la entrevista de Alejandro Gaos, «La gran posibilidad de Buero Vallejo», Prosa fugitiva, Madrid, Colenda, 1955, p. 39, decía el autor: «Mi casa no está en los barrios bajos, pero tiene sesenta vecinos, modestos en su mayoría, que suben y bajan su escalera. Algunos de ellos, mi madre, mi hermana, yo mismo, contribuimos en parte a formar la sustancia de algunos de los personajes de la obra. Para el ambiente, el Madrid eterno de la vida y de la literatura puso lo demás».