51
Miguel Luis Rodríguez, «Diálogo con Antonio Buero Vallejo», Índice, 116-117, p. 21.
52
Adelardo Méndez Moya, «Entrevista a Antonio Buero Vallejo», Canente, 5, abril 1989, p. 41.
53
Antonio Buero Vallejo, «Muñiz», en Carlos Muñiz, Teatro, Madrid, Taurus, El Mirlo Blanco, 1969, p. 64.
54
Miguel Luis Rodríguez, «Diálogo con Antonio Buero Vallejo», Índice, 116-117, p. 21. Catherine Elizabeth Dowd, Realismo trascendente en cuatro tragedias sociales de Antonio Buero Vallejo, Valencia. Estudios de Hispanófila, 1974, utiliza la expresión «realismo trascendente» con un significado equivalente al de «realismo simbólico» (p. 40).
55
Creo que no ofrece dudas la diferencia existente entre el realismo bueriano y los distintos modos de realismo a los que se refiere Pablo Gil Casado (La novela social española 1920-1971, Barcelona, Seix Barral, 1973, pp. 30-46). Más se aproximaría al sentido amplio del término descrito por Gonzalo Sobejano (Novela española de nuestro tiempo, Madrid, Prensa Española, 1975, p. 24), como su teatro se acerca a lo social del modo apuntado por Sobejano para la novela (p. 309).
56
Darío Villanueva, «El Jarama» de Sánchez Ferlosio. Su estructura y su significado, Santiago de Compostela, Universidad, 1973, pp. 25-26.
57
Alfonso Sastre, «Los autores españoles ante el teatro como 'arte social'», Correo Literario, 15 agosto 1951, p. 5. A este «artículo-encuesta» respondió ásperamente Eusebio García Luengo en Índice con el artículo titulado «Un mar de confusiones». Sastre le contestó con «Sobre las formas 'sociales' del drama», Correo Literario, 1 enero 1952. Son de gran interés las apreciaciones de Buero respecto a esa encuesta en «Obli1ada precisión acerca del imposibilismo», Primer Acto, 15, julio-agosto 1960 pp. 1-6.
58
Publicado en La Hora, 1 octubre l950. Puede verse en Alfonso Sastre. Teatro, Madrid, Taurus, El Mirlo Blanco, 1964, pp. 97-100.
59
«Cuatro autores contestan a cuatro preguntas sobre teatro social», Arriba, 14 abril 1963.
60
En la parte final del «Diálogo con Antonio Buero Vallejo», (Índice, 119. p. 19) afirma Buero que «la misión del arte está en una especie de investigación intuitiva de la realidad. El papel social del arte es innegable; pero el exceso de racionalización en los contenidos de ese papel convierte al arte en algo sin identidad propia». Miguel Luis Rodríguez confiesa que él «se inclina más al realismo que al simbolismo» y que prefiere «el realismo directo y actual», como cree que lo prefiere el público (p. 20).