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31

«El milagro musical» se titula parcialmente una de las partes de La lámpara maravillosa, y en ella escribe: «Adonde no llegan las palabras con sus significados, van las ondas de sus músicas. El verso, por ser verso, es ya emotivo sin requerir juicio ni razonamiento. Al goce de su esencia ideológica suma el goce de su esencia musical, numen de una categoría más alta» (II, 573). Sender ha escrito, sin embargo, que «El sonido era en Valle-Inclán subsidiario del color» (La Dificultad, págs. 80 y 81); pero otro crítico, Emilio Miró, rectifica: «A pesar de lo afirmado por Sender, la música es la gran clave de toda la obra valleinclanesca. La llave maestra con la que se abren todas sus puertas». «Valle Inclán, poeta», Ínsula (236-237), p. 33.

 

32

En 1927, después de leer Tirano Banderas, Manuel García Blanco escribía: «¿Cubismo? No se sabe o no se quiere decir, pero al acabar de leerle, hemos buscado los arlequines de Picasso, del Picasso glorioso de la oda de Cocteau». («Lenguaje en Valle Inclán, La Gaceta Literaria, Madrid, 15 de sept. de 1927, n. 8, p. 4). El Valle de La pipa es ya plenamente consciente de la existencia del cubismo.

 

33

No sabemos a ciencia cierta por qué, pero los españoles -por lo menos una vasta mayoría de ellos- han asociado con frecuencia este perfume, en principio «exótico» y por tanto «modernista», con la prostitución, y más aún con la prostitución «barata»: por ello sigue aquí la desmitificación, el achabacanamiento.

 

34

La elaboración artística en Tirano Banderas, El Colegio de México (México, 1957) págs. 91-92.

 

35

Ibid., p. 94.

 

36

El escritor según él y según los críticos, O. C., Madrid, 1919, VII, págs. 407 y sigs.

 

37

G. de Torre, La difícil universalidad española, Madrid, Gredos, 1965, pág. 153.

 

38

Obras completas, Madrid, 1944, II, págs. 1598-99.

 

39

Simpatías y diferencias, 2.ª parte.

 

40

O. C., II, pág. 657. véase también:


Infla la luna los carrillos,
y su carota de pepona,
bermeja de risa, detona
en la cima de los negrillas

(ibid., 656)                



El Rey sale de su alcoba:
Calzones de mameluco,
adamada voz de eunuco,
saludo amable de coba.