Discurso IV
Fin del Hombre. De aquí deducida la inmortalidad del Alma; y de ella, la existencia de Dios.
Nacido al mundo, racional criatura, | ||
ente corpóreo, y de los entes todos | ||
árbitro y dueño en mi obediente suelo, | ||
¿a qué fin vivo(52)? ¿Inútil en el mundo | ||
será de mi razón el ejercicio? | 5 | |
Graves Sofistas, que gritáis que el hombre, | ||
materia sólo organizada, mueve | ||
sus miembros y potencias, cual sus giros | ||
la máquina constante que del tiempo | ||
los espacios divide y los señala; | 10 | |
si de sus ruedas el servil oficio | ||
se dirige a algún fin; y cuanto inventa | ||
y cuanto forma el pensamiento humano | ||
con fijo y cierto fin lo inventa y forma | ||
¿con qué designio un Ente todo sabio | 15 | |
puso el entendimiento en los mortales? | ||
Si muere el hombre cuando el cuerpo muere, | ||
¿para qué la Razón? Oh tú de todos | ||
Árbitro soberano, Padre excelso; | ||
tú, cuya mano omnipotente y justa | 20 | |
leyes impuso a los creados entes | ||
que a llenar sus destinos los llevasen | ||
con inviolable curso y obras ciertas; | ||
yo, capaz sólo de admirar tus leyes, | ||
capaz de hacer que en mi provecho giren | 25 | |
cuando, o torciendo su destino, trueco | ||
el rostro a la Natura, o bien contando | ||
sus constantes periodos los sigo, | ||
para que por mi mano socorrida | ||
dilate más y más sus producciones: | 30 | |
¿Yo, excelso Dios, que conocerte puedo | ||
viviré para el suelo, sin que nada | ||
me aproveche el poder de conocerte? | ||
Inútil es mi entendimiento. Gentes, | ||
oíd vuestros destinos. Desde el solio | 35 | |
de la Arrogancia la Opinión os habla | ||
por la boca de obscuros adivinos, | ||
de soberbios Filósofos: creedlos | ||
si no queréis que os culpen agriamente, | ||
haciendoos cargo del atroz delito | 40 | |
de que adoráis a un Dios con mente pura | ||
Vosotros, que eleváis el pensamiento | ||
hasta la Causa de las causas todas: | ||
los que leyendo en la interior conciencia, | ||
conocéis los decretos sacrosantos | 45 | |
con que a su trono el Hacedor os liga: | ||
los que en el corazón sentís impresa | ||
la obligación de la virtud y fijos | ||
los dones admirables que os levantan, | ||
y a un Dios bastan a haceros semejantes: | 50 | |
Vosotros que imitáis, si vuestras obras | ||
sirven a la Virtud, la augusta esencia | ||
de la Divinidad, y el imitarla | ||
en que queráis consiste; ¿por ventura | ||
os daréis a entender, que aquel Dios mismo, | 55 | |
que aquél que os dio poder para imitarle, | ||
con tal fin os le dio? Necios humanos, | ||
no es vuestra suerte la Virtud. ¿Felices | ||
ser queréis? ¿Os adula la esperanza | ||
de vuestro cierto y primitivo estado? | 60 | |
Id, id a los desiertos: en los bosques, | ||
hospedaje común, os hechan menos | ||
vuestros hermanos los feroces brutos. | ||
Fue un tiempo (dicen) cuando el hombre, falto | ||
de entendimiento y locución(53), vivía | 65 | |
dichosamente en cavernosos montes, | ||
cual viven ora los rapaces lobos. | ||
Ásperas ramas de agobiada encina, | ||
techo abrigado y liberal sustento | ||
al desnudo mortal daban sin tasa, | 70 | |
cuando o por falta de caverna amiga, | ||
o por escaso en el cazar, al fruto | ||
y al resguardo del árbol acudía. | ||
No entre los hombres amistad, no el lazo | ||
de saludables leyes. Vagabundos, | 75 | |
huéspedes rudos de confusos bosques, | ||
al sol, al aire, a la inclemencia expuestos, | ||
sin más razón que el natural instinto, | ||
y con fuerza robusta, siendo fieras | ||
al ser de racionales no aspiraban. | 80 | |
¡Oh estado digno del que al cielo cuenta | ||
los movimientos, y al Motor conoce! | ||
¿Quién por la dicha de imitar a un oso | ||
en la rudeza y robustez, no trueca | ||
el miserable estado en que las gentes, | 85 | |
a un Dios y a un sumo imperio obedeciendo, | ||
no ejercen libremente las maldades? | ||
Cansose empero el hombre de su dicha, | ||
y empalagose (como en todo suele) | ||
de su estado feliz. La libre Venus | 90 | |
y el libre robo, privilegios grandes | ||
y excelsa ocupación del hombre bruto, | ||
le fueron enojosos. A las crines | ||
y ensortijada barba, neciamente | ||
trocar quiso el abrigo y la decencia. | 95 | |
Substituyó a las rústicas moradas | ||
o al techo de azulados horizontes, | ||
sólidos techos de labradas vigas | ||
en robustas paredes sustentadas: | ||
y ciegamente en su infortunio diestro | 100 | |
cuanto más, inventando nuevas artes, | ||
la majestad del hombre descubría, | ||
tanto más se apartaba (según dicen) | ||
del estado a que el hombre fue creado. | ||
Halló el discurso los sagrados medios | 105 | |
de hacer seguras del insulto inicuo | ||
la posesión y la salud. Cifrada | ||
en una sola fuerza la de muchos, | ||
nació apoyada de las santas leyes | ||
la alma Seguridad, que en los mortales | 110 | |
estrechando la unión, risueña y dulce | ||
la paz y la quietud les prometía | ||
que ellos sin fuerza mantener debieran, | ||
si ellos vivir pudieran sin maldades. | ||
La voz de un pueblo epilogada en uno, | 115 | |
Depositario del común cuidado, | ||
y Defensor del concordado pueblo, | ||
impuso penas, señaló castigos, | ||
y refrenó la universal malicia. | ||
No ya fue el robo impune: no la mano | 120 | |
alzó sin miedo el sanguinario hierro | ||
contra la débil inocencia. El hombre, | ||
para obrar bien creado, con la fuerza | ||
fue obligado a obrar bien: y oh ¡triste tiempo, | ||
tiempo infeliz, cuando los hombres mismos, | 125 | |
estableciendo leyes, se obligaron | ||
a ser forzosamente virtuosos! | ||
Entonces fue, cuando arrojaron lejos | ||
la pureza de sí: su esencia entonces | ||
debió al desvelo de querer con ansia | 130 | |
perficionar de su Razón los dones | ||
la vil depravación que en sí percibe. | ||
Vino el hombre a ser hombre finalmente, | ||
y salió del estado que le toca, | ||
si no miente el gran Genio de Ginebra. | 135 | |
De la Razón que en su vigor se fía, | ||
tales son las groseras invenciones. | ||
Hacernos brutos para hacernos buenos, | ||
y reducir el hombre a que posea | ||
sin uso la que engendra sus virtudes, | 140 | |
dueño de un alma inútil: ¿con que labio | ||
osa dar la impudencia a los delirios | ||
título de sagaz filosofía? | ||
Ved aquel árbol, que en su verde pompa | ||
la dignidad de su destino ostenta | 145 | |
fornido y bello en la estación amiga(54): | ||
con arte oculta, que el desvelo burla | ||
del atónico Físico, del suelo | ||
donde engastada su raíz se esconde | ||
atrae el alimento, que, o mantiene | 150 | |
o engrandece su hermosa corpulencia: | ||
sube y penetra los extremos todos | ||
del sano vegetal: hincha las ramas, | ||
rompe su piel, y de pimpollos tiernos | ||
cría las hojas que las ramas visten. | 155 | |
Tras esto, en punto señalado y fijo | ||
a aparecer entre la pompa empiezan | ||
las encogidas flores: abren luego | ||
las copas olorosas, cuyo centro, | ||
seno del fruto imperceptible entonces, | 160 | |
al fin descuelga en inviolable forma | ||
dones preciosos, que en su seno guardan | ||
la duración constante de su especie. | ||
Id ahora Sofistas, id, y al árbol | ||
decidle seriamente: tronco altivo, | 165 | |
soberbio habitador de un globo obscuro, | ||
¿con qué razón, oh vil, te ensoberbeces? | ||
La producción de tu sabroso fruto | ||
no es propia de tu ser: tú abandonaste | ||
por tu desgracia, y depravaste el orden | 170 | |
a que Dios te crió, cuando robando | ||
tu substancia a la tierra, a la grandeza | ||
con ella de tus partos acudiste. | ||
Depón la pompa, y a tu estado vuelve | ||
de rústica aridez; no ya colore | 175 | |
el sol tus frutos, ni tu planta a ellos | ||
dulce substancia y saludable envíe. | ||
Naciste para estorbo de la tierra, | ||
no para dar al animal sustento. | ||
Triunfe nuestra Razón(55). Si nos fue dada, | 180 | |
para usarla fue dada. ¿Por ventura | ||
cabe en un Dios la creación inútil | ||
de un ente generoso? Denos, denos | ||
título de ignorantes la arrogancia | ||
porque ser no queremos arrogantes. | 185 | |
Sirva una vez a la verdad la ciencia, | ||
puesto que tantas oprimida sirve | ||
al pérfido interés. No aquí el deseo | ||
de hacer que suene celebrado el nombre | ||
entre el liviano número de aquéllos | 190 | |
que tienen sólo el alma en las orejas. | ||
No aquí la astucia de ostentar doctrinas | ||
que a un ignorante poderoso engañen, | ||
para que el fruto del engaño sea | ||
premiar a otro ignorante. No la gloria | 195 | |
de enlazar desatinos, que deslumbren | ||
con nombre impertinente de Sistemas. | ||
De mi destino el encubierto objeto | ||
acongoja mi espíritu(56). Nacido | ||
a un mundo, patria de infinitos entes, | 200 | |
obrar los veo, y en sus obras hallo | ||
que a su principio el mío no semeja. | ||
Si tengo un cuerpo que a los brutos hace | ||
semejante mi ser(57), bien examine | ||
su mecánica forma, bien el modo | 205 | |
con que dirige sus funciones varias; | ||
si esclavo de él, de sus potencias sufro | ||
el imperio forzoso, cuando atentas | ||
a la existencia de la vida, abrazan | ||
el bien, involuntarias, o el mal huyen: | 210 | |
pasando luego a superior esfera, | ||
olvidado del cuerpo(58), en mí percibo | ||
un alto sentimiento que del suelo | ||
me destierra y al cielo me levanta. | ||
Con él sin tasa en mi interior poseo | 215 | |
cuanto encierran los orbes. Claramente | ||
allá en el seno de mi frente miro | ||
seguir su curso en silencioso paso | ||
el coro de los astros, y cual ruedan | ||
en círculo inmudable sobre un punto. | 220 | |
Mido del tiempo la constancia fija: | ||
vuelvo a la tierra, y penetrando libre | ||
sus sólidas entrañas, de sus partos | ||
la causa, el ser, la duración inquiero. | ||
Tal vez, si al cielo reservadas sólo | 225 | |
las Primitivas causas, arrogante | ||
de su noticia a la certeza aspiro; | ||
émulo débil del Criador, a falta | ||
de verdades ocultas, no sin gloria, | ||
a efectos ciertos inventadas causas | 230 | |
acomoda mi espíritu; y resuelto | ||
hace mover el Universo todo, | ||
cual otro Dios, por meditadas leyes. | ||
Pues él ha puesto inteligencia tanta(59) | ||
sólo en mí entre los entes, ¿por ventura | 235 | |
la puso sin objeto? ¡Ah! no: sin causa | ||
nunca obra un Hacedor. Con ciertos fines | ||
nos hizo inteligentes: ni mis obras | ||
que tanto distan del brutal instinto, | ||
deben su origen al instinto rudo. | 240 | |
Efectos que en esencia son diversos, | ||
causas diversas en esencia indican. | ||
No por la fuerza con que el bruto siente, | ||
fructifica la planta(60): ni en el hombre | ||
causa las obras de su especie propias | 245 | |
la misma fuerza que a la bestia anima. | ||
Docta la mano del Criador eterno(61) | ||
separó sus criaturas, señalando en | ||
cada especie un singular carácter. | ||
Leyes distintas en distintos entes | 250 | |
mueven el Orbe(62). Los diversos fines | ||
en cada especie peculiar componen | ||
un orden que le mueve y diferencia. | ||
¿Crece mi cuerpo?(63) De la planta imito | ||
la ciega potestad. ¿Siento, apetezco(64)? | 255 | |
Semejo al bruto. ¿Invento, raciocino(65), | ||
corro la esfera, hasta el empíreo subo, | ||
adoro un Dios, en mi interior conozco | ||
leyes que rijan mis acciones? Éste | ||
el orden es que me distingue. En vano | 260 | |
un insolente Charlatán me grita, | ||
que el interés es la virtud del hombre. | ||
Dotó el Criador a la materia ruda | ||
de leyes inviolables; ¿y dejará | ||
ajeno al hombre de inviolables leyes(66)? | 265 | |
Sigue uniforme en su progreso un cuerpo | ||
dócil esclavo de la ley que tiene; | ||
¿y fuera un alma del antojo esclava, | ||
sin ley, versátil, y en su obrar opuesta? | ||
El docto insecto, que en dorados hilos | 270 | |
cuaja el humor que a sus entrañas debe, | ||
diestro arquitecto de su tumba, nunca | ||
de ella o altera o descompone el orden. | ||
La simple abeja en su afanar continuo | ||
jamás aumenta a la celdilla rica | 275 | |
el número de lados, ni hace amargo | ||
el próvido depósito. ¿Y el hombre, | ||
y sólo el hombre, sin decretos ciertos, | ||
sin ley, sin orden, de oponerse en todo | ||
la miserable facultad tuviera? | 280 | |
Hoy es virtud el adulterio, el hurto(67) | ||
mañana lo será, si las acciones | ||
del interés la cualidad reciben: | ||
porque ¿cuál es el hombre, que en los vicios | ||
no, mas que en las virtudes, se interesa? | 285 | |
Viera ya el mundo sus maldades todas | ||
canonizadas (su ejercicio tanto | ||
nos inclina y adula) si las voces | ||
de un importuno acusador, perennes | ||
no allá en el pecho del mortal clamaran. | 290 | |
Ion, Solón, justificado Minos(68), | ||
y Licurgo fiel, Dracón inexorable, | ||
justos Varones, que al unido pueblo | ||
interpretasteis y observar hicisteis | ||
las leyes de su esencia; aquí, aquí juntos | 295 | |
lidiad por la verdad. ¿Por qué a los vicios | ||
penas pusisteis, a despecho a veces | ||
del civil beneficio? ¿Por qué nunca | ||
premios abristeis a la acción malvada? | ||
Os conducía la Razón; y hallando | 300 | |
que de la vuestra a la de todos era | ||
llano el comercio, despertasteis doctos | ||
la Razón de las gentes con la vuestra | ||
despierta ya: y reverenciar hicisteis | ||
a la ajena conciencia los decretos | 305 | |
que en sí la vuestra ya reverenciaba. | ||
Sin duda al hombre los preceptos ligan | ||
de un orden peculiar(69): ama, aborrece; | ||
socorre, engaña; usurpa, restituye: | ||
prevé los fines, los motivos juzga, | 310 | |
resuelve en fin; y en sus acciones muestra | ||
que otros designios que el vivir le mueven. | ||
Si en ellas él la cualidad distingue | ||
de delito o virtud, no sin objeto | ||
la facultad de distinguirla tiene(70). | 315 | |
¿Será la vida, su sosiego, el logro | ||
de su comodidad, cual en la bestia, | ||
el fin de un don para vivir inútil? | ||
Viven sin él aquéllas: ¿ni en qué suerte | ||
puede en un cuerpo el raciocinio agudo | 320 | |
tener influjo, o la conciencia justa? | ||
El bruto vive sin conciencia(71): el hombre, | ||
pues la conoce en sí, para otros fines | ||
la conoce en verdad: ni al cuerpo toca | ||
lo que no a su existencia contribuye. | 325 | |
Ahora aquí vosotros, que jactando | ||
tanto vuestra Razón, al fin con ella | ||
venís a haceros a un jumento iguales: | ||
los que hermanaros a las fieras rudas | ||
preferís a la próvida esperanza | 330 | |
de un inmortal y venturoso estado: | ||
crasos Materialistas(72), si al apoyo | ||
de la vida mortal no se encaminan | ||
aquellas obras, con que excelso el hombre | ||
del bruto se divide y diferencia: | 335 | |
no me diréis (pues de alcanzarlo todo | ||
ostentáis el poder) ¿cuál el objeto, | ||
de aquellas obras es? Si alguno tienen | ||
(y sin duda le tienen, porque en suma, | ||
sin fin ¿a qué son dadas? ) Si le tienen, | 340 | |
¿cuál es, si no es la vida? ¿Visionario | ||
me llamáis? ¿Bautizaisme con el nombre | ||
de Fanático vil(73)? ¡Tales respuestas | ||
convienen cierto a la pregunta mía! | ||
¡Lógica aguda! ¿y quién entre vosotros | 345 | |
no, usando de esta, los apuros vence? | ||
Oíd empero una respuesta simple | ||
cual yo mismo la oí: si no os agradan | ||
el tiempo, el modo, la ocasión; la culpa | ||
dad, si queréis, a la verdad del caso, | 350 | |
no al que le cuenta: y a mi fe que en esto | ||
no haréis traición a las costumbres vuestras. | ||
Útil vigilia es la del Docto. En una | ||
yo que, sin serlo, sus estilos amo, | ||
toqué el provecho que al estudio sigue. | 355 | |
Cuando embargado del común descanso | ||
yacía el pueblo una callada noche, | ||
blando reparo a la fatiga: absorto | ||
yo en mi Platón, al pensamiento débil | ||
grato vigor con su lectura daba. | 360 | |
Del mundo allí la creación primera(74) | ||
contemplaba con él; error de un hombre, | ||
pero sublime error. Del Demiurgo | ||
la omnipotente engendradora mano: | ||
formado el mundo a imitación visible | 365 | |
de otro invisible e inteligente mundo: | ||
la gran substancia que en su medio habita, | ||
y sus partes anima: el tiempo, el curso | ||
de sus años creado en suplemento | ||
del eterno ejemplar de la existencia: | 370 | |
los Dioses, las celestes criaturas | ||
obedecer la voz del Padre excelso | ||
formadas a su mando. En este punto | ||
cesando ya la mano omnipotente | ||
del supremo Arquitecto, de los Dioses | 375 | |
veo un congreso reverente oyendo | ||
al Dios de todos, que los junta, y dice: | ||
«Entes celestes, de quien soy el Padre | ||
yo y el único Dueño: atentos todos | ||
oíd mi voz. Cuanto hasta aquí he creado | 380 | |
será insoluble, porque así lo quiero. | ||
Puesto que expuesto a disolverse quede | ||
cuanto se enlaza, el existir perpetuo | ||
es el don de mis obras. Si se sigue | ||
la destrucción a lo compuesto, efectos | 385 | |
vosotros de mi mano, eternamente | ||
fuerza es que dure la existencia vuestra: | ||
eternos sois. Pero escuchad ahora | ||
lo que os ordeno. Mi absoluto imperio | ||
dio ya su ser a los diversos entes | 390 | |
que han de ser inmortales. Resta sólo | ||
la creación de los caducos. Ésta | ||
vuestra será, que imitaréis el modo | ||
con que yo os he formado. A los vivientes | ||
prestad así su efímera existencia, | 395 | |
sin que de mí la eternidad reciban. | ||
Pero del hombre(75), del mejor viviente, | ||
de aquél que siendo a semejanza hecho | ||
de todo otro animal, el nombre y fuerza | ||
poseerá de divino, y en su suelo | 400 | |
Príncipe sólo, la justicia santa | ||
servirá, y a vosotros dará culto: | ||
de este viviente la esencial semilla | ||
yo labraré; vosotros lo restante | ||
añadiréis a la excelente obra; | 405 | |
así las nuestras hermanando, sólo | ||
será caduco e inmortal a un tiempo.» | ||
Poeta ya la Antigüedad perita | ||
llamó a Platón: confieso que en mí mismo | ||
vi confirmado el parecer antiguo. | 410 | |
Porque a la fuerza del estilo grave | ||
y heroico razonar del Dios de Dioses | ||
mi mente arrebatada, de su estado | ||
saliendo, de tal suerte en lo profundo | ||
de los consejos del Criador eterno | 415 | |
se introdujo, que de ellos ocupado, | ||
cual espíritu, solo no sentía | ||
sobre mí la terrena pesadumbre. | ||
¿El Dios, principio de los Dioses, suya | ||
hizo la esencia del mortal ingrato? | 420 | |
¿Él para sí la reservo, estimando | ||
producirla inmortal? Platón lo afirma, | ||
¿y lo niega un Sofista? Harto con esto | ||
se manifiesta la verdad, si impuro | ||
a ella se opone un corrompido juicio, | 425 | |
mientras el docto que la alcanza, humilde | ||
al cielo rinde por el don las gracias. | ||
Oh tú, gran Dimiurgo, eterna fuente | ||
del vigor que fecunda el Universo, | ||
¿para qué agravien tu poder quisiste | 430 | |
prestar ánimo eterno a los Sofistas? | ||
Así exclamaba enajenado, cuando | ||
(caso no extraño) enflaquecerse siento | ||
mi espíritu cansado, y como ajena | ||
de sí suspensa la Razón quedarse. | 435 | |
Plácido sueño, o éxtasis benigno | ||
bañó mis miembros con su paz tranquila, | ||
no sin gozo interior; porque abultadas | ||
imágenes vivientes en el seno | ||
de mi imaginación, cual si presentes | 440 | |
conmigo hablaran, su verdad yo mismo, | ||
aunque admirado, a mí me persuadía. | ||
Era un espacio de esplendor dudoso | ||
iluminado apenas(76): clara sombra, | ||
u obscura claridad, cual tibio pasa | 445 | |
amortiguado entre celajes pardos | ||
el brillo de la luna en turbia noche, | ||
casi indecisos, a la vista daban | ||
menos despierta, personajes varios. | ||
De ellos gallarda una doncella hermosa | 450 | |
de vivos ojos, aunque frente grave, | ||
que descollaba en estatura noble | ||
entre cuantos había, a mi viniendo | ||
yo soy, me dice, tu Razón; el sitio | ||
que ocupo aquí tu entendimiento imita(77). | 455 | |
Los que acompañan mi persona, atentos | ||
a darme siempre en que entender, Potencias | ||
de tu espíritu son. Aquella débil | ||
y macilenta virgen, que en las sombras | ||
busca lo cierto, y sólo sombras palpa, | 460 | |
tu Inteligencia es(78). Aquel mancebo | ||
despierto, activo, de traviesos modos, | ||
y agilísimo vuelo, que impaciente, | ||
sin esperar a averiguar verdades, | ||
él las inventa y a su gusto labra | 465 | |
tales, que con aquéllas se equivocan, | ||
tu Ingenio es(79). Conocerás tu Juicio(80) | ||
en el otro varón, que con severa | ||
y grave compostura, del Ingenio | ||
pesa las obras y examina inmóvil: | 470 | |
Tal vez le cansa el perezoso examen | ||
y levanta la mano tan perdido, | ||
que del Ingenio conducirse deja, | ||
y acá y allá con él se precipita. | ||
Yo, destinada a decidir en cuanto(81) | 475 | |
me ofrecen ellos, como Juez a todo | ||
doy su valor y verdadero precio: | ||
noto el error, lo cierto determino, | ||
aquí hay verdad, disimulado oculta | ||
allí el engaño su falaz semblante; | 480 | |
y si tal vez en la balanza justa | ||
pesan a una extremos desiguales | ||
con igual gravedad, suspensa entonces | ||
nada decido, y en la duda paro. | ||
¿Llegas acaso a discernir inquieta | 485 | |
una doncella, de resueltos miembros | ||
y no tímido rostro, entre una turba | ||
de temerarias y rebeldes gentes, | ||
que asiendo de ella en su favor la instigan, | ||
y la alejan de mí? Pues mira en ella | 490 | |
tu Voluntad(82), y en la bastarda tropa | ||
tus rebeldes Pasiones(83). La sojuzgan | ||
debiendo encaminarla; y ella simple | ||
cual ves se deja dominar, y alegre, | ||
creyéndose felice, me abandona, | 495 | |
y órgano se hace de Pasiones viles. | ||
Aquí gozosa, en cándida simpleza | ||
bañada, con extraña valentía | ||
tu Libertad su facultad ejerce(84). | ||
Ni escándalos atroces que ejecuta | 500 | |
entristecen su rostro; ni en su estado | ||
venturas grandes mutación imprimen; | ||
mas sola en sí nuestras acciones manda, | ||
sin que por eso en sí se ensoberbezca. | ||
Sin ella yo ni resolver pudiera, | 505 | |
ni el Juicio examinar, ni el suelto Ingenio | ||
combinar los objetos, ni aun la tonta | ||
Voluntad, que a las veces a su arbitrio | ||
la impera y determina, sus antojos | ||
ejerciera sin ella. Mas lejanos, | 510 | |
allá apartados de nosotros, yacen | ||
los corpóreos Sentidos(85), tropa ruda | ||
y familia brutal, al uso solo | ||
de la vida aplicados. -Yo aquí, atento | ||
a desasirme de importunas dudas, | 515 | |
si esos(86), la digo, de la vida obtienen | ||
las funciones, y de ella encomendados | ||
en conservarla, su atención ocupan; | ||
¿tú, mi Razón, para la vida, inútil | ||
vienes al mundo?-¿Y quién negarlo puede? | 520 | |
me respondió: Y no cierto porque de ella | ||
descuide yo del todo(87). Encarcelada | ||
dentro en tu cuerpo, cuanto en él reside | ||
venido exteriormente no está exento | ||
de mi jurisdicción. Si los Sentidos | 525 | |
sirven al bruto en el desvelo firme | ||
de conservar y propagar la vida; | ||
una impresión y un solo movimiento | ||
bastan al uso. A un individuo atiendes | ||
y todos ya los viste. Yo en el hombre, | 530 | |
tanto en las cosas que percibe el bruto, | ||
como en aquellas que al instinto debe, | ||
mi vigor ejercito; y de las Artes | ||
he aquí el único origen. Sonoroso | ||
canta el instinto en el jilguero; dulce, | 535 | |
mas semejante a sí(88): yo socorrida | ||
del Ingenio, los sones diferencio | ||
para unirlos después y entrelazarlos | ||
de mil y mil maneras. Su casilla | ||
labra suspensa, o en anciano tronco, | 540 | |
o en techumbre de cóncavo peñasco, | ||
golondrina inocente: a la simpleza | ||
de su ciego artificio yo juntando | ||
mi reflexión; columnas, arquitrabes, | ||
bóvedas alzo y cúpulas gallardas, | 545 | |
mansiones nobles que mi fuerza indican | ||
si bien humilde su principio sea. | ||
Mas no son éstos mis oficios propios | ||
y ocupación primera(89). Sin columnas, | ||
sin música, vivieran los mortales | 550 | |
atados a un instinto, a semejanza | ||
de todo otro viviente. Y pues habito | ||
yo en el hombre, y conmigo las Potencias | ||
que a conocer te di; si sus acciones, | ||
aquéllas digo que derechas tocan | 555 | |
a su orden singular, vicios, virtudes(90), | ||
no la vital conservación del hombre | ||
tienen por fin, ni de la vida cuidan; | ||
otro fin tienen que a la vida deja(91) | ||
detrás de sí, pues no a lograrle vienen | 560 | |
en ella que perece y se disipa. | ||
¿Quien, según esto, estúpido o pegado | ||
a su ruda materia; si lo nota, | ||
a la substancia en que resido puede(92) | ||
negar ya lo inmortal? Mas allá pasa | 565 | |
de la vida su fin: que exista es fuerza | ||
más allá de la vida. Y pues existe; | ||
incapaz es de destrucción, substancia | ||
sin partes separables(93): una en suma, | ||
sin dimensión que divisible la haga. | 570 | |
Pero ¿cuál es su fin? ¿cuál el objeto | ||
por quien ejerce sus funciones propias | ||
tu substancia inmortal(94)? Óyeme atento. | ||
Si sus funciones de inmortal principio | ||
proceden; lo es el fin. Si tu substancia | 575 | |
es creada; increado eternamente | ||
el fin fuerza es que sea(95): de otro modo, | ||
substancias a su fin anticipadas | ||
existieran tal vez. Si la materia | ||
no da la esencia a tu principio(96); en ella | 580 | |
no la del fin consiste: fuera entonces | ||
superior a él el hombre. No creado, | ||
eterno(97) entre los entes; el de todos | ||
sería el Criador. Omnipotente, | ||
pues todo dél depende, como causa(98) | 585 | |
del existir de todo. Si se nombra | ||
Dios aquella substancia indefinible(99) | ||
a quien aquellas cualidades cuadran; | ||
Dios es el fin de la que en ti reside.- | ||
¡Sueno suave! ¡suspensión benigna | 590 | |
del trabajo mortal! Tú que el descanso | ||
turbas también, y con quimeras vanas | ||
haces al hombre en su quietud inquieto: | ||
si a tanto llega tu virtud, que envuelta | ||
en el letargo de tu tarda vida | 595 | |
sabia discurre la Razón, y entiende | ||
verdades al desvelo inaccesibles; | ||
¡oh! toca, toca con tus blandas alas | ||
mis párpados sin tasa, y en mis miembros | ||
derrama siempre la pereza grata | 600 | |
que de sí a los mortales enajena. |