Criterios de edición.
El texto, que ofrezco
a continuación, reproduce íntegramente la primera
edición de El caballero de Olmedo publicada en la
Veinticuatro parte perfecta de las comedias del Fénix
de España, Frey Lope Félix de Vega Carpio...,
editada por Pedro Vergés, en Zaragoza, en 1641. Para
establecer el texto, he tenido en cuenta las enmiendas propuestas
en otras ediciones, como las de J.M. Blecua, J. Pérez,
A. Prieto, M.G. Profeti y F. Rico pero, especialmente, las
de los dos últimos. Aunque las sigo, también
para la modernización de la ortografía y la
puntuación, y no pierdo de vista la de J. E. Hartzenbusch
(sin embargo no comparto el criterio de algunas acotaciones,
al mismo tiempo creo que ayudan a la finalidad escolar de
esta edición.) Por eso, van entre corchetes la que
no corresponden al original.
[Escena II]
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(Salen TELLO, criado, y FABIA.)
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FABIA | Debe pensar que yo | | soy perro de muestra. |
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TELLO | Allí
está: | | él, Fabia, te informará | |
de lo que quiere mejor. | |
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FABIA | Dios guarde
tal gentileza. | |
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DON ALONSO | ¡Oh Fabia! ¡Oh retrato, oh copia
| | de cuanto naturaleza | | puso en ingenio
mortal! | | ¡Oh peregrino dotor | | y para enfermos de amor
| 45 | Hipócrates celestial! | | Dame
a besar esa mano, | | honor de las tocas, gloria | | del monjil.
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FABIA | La
nueva historia | | de tu amor cubriera en vano | 50 | vergüenza
o respeto mío, | | que ya en tus caricias veo | | tu
enfermedad. |
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DON ALONSO | Un
deseo | | es dueño de mi albedrío. | |
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FABIA | El
pulso de los amantes | 55 | es el rostro. Aojado estás.
| | ¿Qué has visto? |
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DON ALONSO | Dos imposibles, bastantes,
| | Fabia, a quitarme el sentido: | | que
es dejarla de querer | 60 | y que ella me quiera. |
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FABIA | Ayer
| | te vi en la feria perdido | | tras una
cierta doncella, | | que en forma de labradora | | encubría
el ser señora, | 65 | no el ser tan hermosa y bella;
| | que pienso que doña Inés
| | es de Medina la flor. | |
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DON ALONSO | Acertaste con
mi amor; | | esa labradora es | 70 | fuego
que me abrasa y arde. | |
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DON ALONSO | Escucha, así dios te guarde.
| | Por la tarde salió Inés
| 75 | a la feria de Medina, | | tan hermosa, que la gente | | pensaba que amanecía. | | Rizado el cabello en lazos,
| | que quiso encubrir la liga | 80 | porque mal caerán
las almas | | si ven las redes tendidas. | | Los ojos, a lo
valiente, | | iban perdonando vidas, | | aunque dicen los que
deja | 85 | que es dichoso a quien la quita. | | Las manos haciendo
tretas, | | que, como juego de esgrima, | | tiene tanta gracia
en ellas, | | que señala las heridas. | 90 | Las valonas
esquinadas | | en manos de nieve viva, | | que muñecas
de papel | | se han de poner en esquinas. | | Con la caja de
la boca | 95 | allegaba infantería, | | porque, sin ser
capitán, | | hizo gente por la villa. | | Los corales
y las perlas | | dejó Inés, porque sabía
| 100 | que las llevaban mejores | | los dientes y las mejillas.
| | Sobre un manteo francés | | una verdemar basquiña,
| | porque tenga en otra lengua | 105 | de su secreto la cifra.
| | No pensaron las chinelas | | llevar de cuantos la miran
| | los ojos en los listones, | | las almas en las virillas.
| 110 | No se vio florido almendro | | como toda parecía,
| | que del olor natural | | son las mejores pastillas. | |
Invisible fue con ella | 115 | el Amor, muerto de risa | | de
ver, como pescador, | | los simples peces que pican. | | Unos
le prometen sartas | | y otros arracadas ricas; | 120 | pero
en oídos de áspid | | no hay arracadas que sirvan.
| | Cuál a su garganta hermosa | | el collar de perlas
finas; | | pero, como toda es perla, | 125 | poco las perlas
estima. | | Yo, haciendo lengua los ojos, | | solamente le
ofrecía | | a cada cabello un alma, | | a cada paso
una vida. | 130 | Mirándome sin hablarme, | | parece
que me decía: | | «No os vais, don Alonso, a Olmedo,
| | quedaos agora en Medina». | | Creí mi esperanza,
Fabia... | 135 | Salió esta mañana a misa, | |
ya con galas de señora, | | no labradora fingida.
| | Si has oído que el marfil | | del unicornio santigua
| 140 | las aguas, así el cristal | | de un dedo puso
en la pila. | | Llegó mi amor basilisco, | | y salió
del agua misma | | templado el veneno ardiente | 145 | que procedió
de su vista. | | Miró a su hermana, y entrambas | |
se encontraron en la risa, | | acompañando mi amor
| | su hermosura y mi porfía. | 150 | En una capilla
entraron; | | yo, que siguiéndolas iba, | | entré
imaginando bodas: | | ¡tanto quien ama imagina! | | Vime sentenciado
a muerte, | 155 | porque el amor me decía: | | «Mañana
mueres, pues hoy | | te meten en la capilla.» | | En ella estuve
turbado: | | ya el guante se me caía, | 160 | ya el rosario,
que los ojos | | a Inés iban y venían. | | No
me pagó mal; sospecho | | que bien conoció que
había | | amor y nobleza en mí; | 165 | que quien
no piensa no mira, | | y mirar sin pensar, Fabia, | | es de
inorantes, y implica | | contradición que en un ángel
| | faltase ciencia divina. | 170 | Con este engaño,
en efeto, | | le dije a mi amor que escriba | | este papel;
que si quieres | | ser dichosa y atrevida | | hasta ponerle
en sus manos, | 175 | para que mi fe consiga | | esperanzas
de casarme | | (tan honesto amor me inclina), | | el premio
será un esclavo, | | con una cadena rica, | 180 | encomienda
de esas tocas, | | de malcasadas envidia. | |
|
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TELLO |
Escusa, Fabia, razones, | 185 | si no es que por dicha intentes,
| | como diestro cirujano, | | hacer la herida
mortal. | |
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FABIA | Tello, con industria igual | | pondré
el papel en su mano, | 190 | aunque me cueste
la vida, | | sin interés, porque entiendas | | que,
donde hay tan altas prendas, | | sola yo fuera atrevida. | | Muestra el papel, que primero | 195 | le
tengo de aderezar. | |
|
|
DON ALONSO | ¿Con qué te podré
pagar | | la vida, el alma que espero, | | Fabia,
de esas santas manos? | |
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|
DON ALONSO |
¿Pues
no, si han de hacer | 200 | milagros? |
|
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|
FABIA | Todos los medios humanos | | tengo
de intentar por ti, | | porque el darme esa cadena | | no es
cosa que me da pena: | 205 | más confiada nací.
| |
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|
TELLO | ¿Qué te dice el memorial?
| |
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|
DON ALONSO | Ven, Fabia, ven, madre honrada, | | porque
sepas mi posada. | |
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FABIA | [(Aparte a TELLO.)] | No hables mal, | 210 | que
tengo cierta morena | | de estremado talle y cara... | |
|
|
TELLO |
Contigo me contentara, | | si me dieras la cadena. | |
|
|
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(Vanse.)
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[Sala en casa de DON PEDRO en Medina.]
|
[Escena V]
|
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(FABIA, con una canastilla.)
|
FABIA | [(Aparte.)] |
Y ¡cómo si yo sabía | | que me habías
de llamar! | 260 | ¡Ay! Dios os deje gozar | | tanta gracia
y bizarría, | | tanta hermosura y
donaire; | | que cada día que os veo | | con tanta gala
y aseo | 265 | y pisar de tan buen aire, | | os
echo mil bendiciones; | | y me acuerdo como agora | | de aquella
ilustre señora, | | que con tantas perfecciones | 270 | fue la fénix de Medina, | | fue
el ejemplo de lealtad. | | ¡Qué generosa piedad | |
de eterna memoria digna! | | ¡Qué
de pobres la lloramos! | 275 | ¿A quién no hizo mil
bienes? | |
|
|
DOÑA INÉS | Dinos, madre, a lo
que vienes. | |
|
|
FABIA | ¡Qué de huérfanas quedamos
| | por su muerte malograda! | | ¡La flor
de las Catalinas! | 280 | Hoy la lloran mis vecinas, | | no
la tienen olvidada. | | Y a mí, ¿qué
bien no me hacía? | | ¡Qué en agraz se la llevó
| | la muerte! No se logró. | 285 | Aún cincuenta
no tenía. | |
|
|
DOÑA INÉS | No
llores, madre, no llores. | |
|
|
FABIA | No me puedo consolar, | | cuando le veo llevar | | a la muerte las mejores, | 290 |
y que yo me quedo acá. | | Vuestro
padre, Dios le guarde, | | ¿está en casa? |
|
|
|
FABIA | [(Aparte.)] | Tarde vendrá
| | Si va a deciros verdades, | 295 | mozas
sois, vieja soy yo..., | | más de una vez me fió
| | don Pedro sus mocedades; | | pero teniendo
respeto | | a la que pudre, yo hacía, | 300 | como quien
se lo debía, | | mi obligación. En efeto, | |
de diez mozas, no le daba | | cinco. |
|
|
|
FABIA | No
es poco, | | que era vuestro padre un loco: | 305 | cuanto vía,
tanto amaba. | | Si sois de su condición,
| | me admiro de que no estéis | | enamoradas. ¿No hacéis,
| | niñas, alguna oración | 310 | para
casaros? |
|
|
DOÑA INÉS | No,
Fabia. | | Eso siempre será presto. | |
|
|
FABIA | Padre que
se duerme en esto, | | mucho a sí mismo se agravia.
| | La fruta fresca, hijas mías,
| 315 | es gran cosa, y no aguardar | | a que la venga a arrugar
| | la brevedad de los días. | | Cuantas
cosas imagino, | | dos solas, en mi opinión, | 320 |
son buenas, viejas. |
|
|
|
FABIA | Hija, el amigo y el vino. | | ¿Veisme
aquí? Pues yo os prometo | | que fue tiempo en que
tenía | | mi hermosura y bizarría | 325 | más
de algún galán sujeto. | | ¿Quién
no alababa mi brío? | | ¡Dichoso a quien yo miraba!
| | Pues ¿qué seda no arrastraba? | | ¡Qué gasto,
qué plato el mío! | 330 | Andaba
en palmas, en andas. | | Pues, ¡ay Dios!, si yo quería,
| | ¿qué regalos no tenía | | desta gente de
hopalandas? | | Pasó aquella primavera,
| 335 | no entra un hombre por mi casa; | | que, como el tiempo
se pasa, | | pasa la hermosura. |
|
|
DOÑA INÉS |
Espera,
| | ¿qué es lo que traes aquí?
| |
|
|
FABIA | Niñerías que vender | 340 | para comer,
por no hacer | | cosas malas. |
|
|
DOÑA LEONOR | Hazlo
ansí, | | madre, y Dios te ayudará. | |
|
|
FABIA |
Hija, mi rosario y misa: | | esto, cuando estoy de prisa;
| 345 | que si no... |
|
|
DOÑA INÉS | Vuélvete
acá. | | ¿Qué es esto? |
|
|
FABIA |
Papeles
son | | de alcanfor y solimán. | | Aquí secretos
están | | de gran consideración | 350 | para
nuestra enfermedad | | ordinaria. |
|
|
|
FABIA | No lo mires, aunque estés
| | con tanta curiosidad. | |
|
|
|
FABIA | Una
moza | 355 | se quiere, niñas, casar; | | mas acertóla
a engañar | | un hombre de Zaragoza. | | Hase
encomendado a mí, | | soy piadosa..., en fin, es | 360 | limosna, porque después | | vivan en paz. |
|
|
|
FABIA | Polvos de dientes,
jabones | | de manos, pastillas, cosas | | curiosas y provechosas.
| 365 |
|
|
|
FABIA | Algunas
oraciones. | | ¡Qué no me deben a
mí | | las ánimas! |
|
|
|
FABIA | Diste
con él, | | cual si fuera para ti. | 370 | Suéltale,
no le has de ver, | | bellaquilla, curiosilla. | |
|
|
|
FABIA | Hay
en la villa | | cierto galán bachiller | | que
quiere bien una dama; | 375 | prométeme una cadena | | porque le dé yo, con pena | | de su honor, recato
y fama. | | Aunque es para casamiento, | | no me atrevo. Haz una cosa | 380 | por mí, doña
Inés hermosa, | | que es discreto pensamiento: | | respóndeme
a este papel, | | y diré que me le ha dado | | su dama.
|
|
|
DOÑA INÉS | Bien
lo has pensado, | 385 | si pescas, Fabia, con él | |
la cadena prometida. | | Yo quiero hacerte
este bien. | |
|
|
FABIA | Tantos los cielos te den | | que un siglo
alarguen tu vida. | 390 | Lee el papel. |
|
|
DOÑA INÉS |
Allá
dentro, | | y te traeré la respuesta. | | (Vase.) |
|
|
|
FABIA | [(Aparte.)] | ¡Apresta,
| | fiero habitador del centro, | | fuego
accidental que abrase | 395 | el pecho desta doncella! | |
|
|
[Escena VI]
|
|
(Salen DON RODRIGO y DON FERNANDO.)
|
DON RODRIGO | [(A DON FERNANDO.)] | ¿Hasta casarme
con ella, | | será forzoso que pase | | por
estos inconvenientes? | |
|
|
DON FERNANDO | Mucho ha de sufrir
quien ama. | 400 |
|
|
DON RODRIGO | Aquí tenéis
vuestra dama... | |
|
|
FABIA | [(Aparte.)] | ¡Oh necios impertinentes!
| | ¿Quién os ha traído aquí?
| |
|
|
DON RODRIGO | Pero ¡en lugar de la mía, | | aquella
sombra! |
|
|
FABIA | [(A DOÑA LEONOR.)] | Sería
| 405 | gran limosna para mí, | | que
tengo necesidad. | |
|
|
DOÑA LEONOR | Yo haré
que os pague mi hermana. | |
|
|
DON FERNANDO | Si habéis
tomado, señora, | | o por ventura os agrada | 410 | algo
de lo que hay aquí | | (si bien serán cosas
bajas | | las que aquí puede traer | | esta venerable
anciana, | | pues no serán ricas joyas | 415 | para ofreceros
la paga), | | mandadme que os sirva yo. | |
|
|
DOÑA LEONOR |
No hebemos comprado nada; | | que es esta buena mujer | |
quien suele lavar en casa | 420 | la ropa. |
|
|
|
DOÑA LEONOR | Fue al campo, pero
ya tarda. | |
|
|
|
DOÑA LEONOR | Aquí estaba...
Pienso que anda | | despachando esta mujer. | 425 |
|
|
DON RODRIGO | [(Aparte.)] |
Si me vio por la ventana, | | ¿quién duda
que huyó por mí? | | ¿Tanto de ver se recata
| | quien más servirla desea? | |
|
|
[Escena IX]
|
|
[(DOÑA INÉS
y DOÑA LEONOR.)]
|
DOÑA INÉS |
¡Qué de necedades juntas! | |
|
|
|
DOÑA INÉS | ¿Cuándo
fue discreto amor, | | si del papel me preguntas? | |
|
|
DOÑA LEONOR |
¿Amor te obliga a escribir | 495 | sin saber
a quién? |
|
|
DOÑA INÉS | Sospecho
| | que es invención que se ha hecho | | para probarme
a rendir, | | de parte del forastero. | |
|
|
DOÑA LEONOR |
Yo también lo imaginé. | 500 |
|
|
DOÑA INÉS |
Si fue ansí, discreto fue. | | Leerte unos versos
quiero.
(Lea.)
| | «Yo vi la más
hermosa labradora, | | en la feria de Medina, | | que ha visto
el sol adonde más se inclina | 505 | desde la risa de
la blanca aurora. | | Una chinela de color,
que dora | | de una coluna hermosa y cristalina | | la breve
basa, fue la ardiente mina | | que vuela el alma a la región
que adora. | 510 | Que una chinela fuese
vitoriosa, | | siendo los ojos del Amor enojos, | | confesé
por hazaña milagrosa. | | Pero díjele,
dando los despojos: | | 'Si matas con los pies, Inés
hermosa, | 515 | ¿qué dejas para el fuego de tus ojos?'»
| |
|
|
DOÑA LEONOR | Este galán,
doña Inés, | | te quiere para danzar. | |
|
|
DOÑA INÉS |
Quiere en los pies comenzar | | y pedir manos después.
| 520 |
|
|
|
DOÑA INÉS | Que
fuese | | esta noche por la reja | | del güerto. |
|
|
DOÑA LEONOR |
¿Quién
te aconseja, | | o qué desatino es ése? | |
|
|
|
|
|
|
DOÑA INÉS | ¿Cuándo
el amor no lo fue? | |
|
|
DOÑA LEONOR | Huir
de amor cuando empieza... | |
|
|
DOÑA INÉS |
Nadie del primero huye, | 530 | porque dicen que le influye
| | la misma naturaleza. | |
|
|
|
(Vanse.)
|
|
[(Sala en una posada
de Medina.)]
|
[Escena X]
|
|
(Salen DON ALONSO,
TELLO y FABIA.)
|
FABIA | Cuatro mil palos
me han dado. | |
|
|
|
FABIA | Si tú
llevaras los medios... | 535 |
|
|
DON ALONSO | Ello ha sido
disparate, | | que yo me atreviese al cielo. | |
|
|
TELLO | Y que
Fabia fuese el ángel, | | que al infierno de los palos
| | cayese por levantarte. | 540 |
|
|
|
TELLO |
¿Quién
fueron | | los crueles sacristanes | | del facistol de tu espalda?
| |
|
|
FABIA | Dos lacayos y tres pajes. | | Allá he dejado
las tocas | 545 | y el monjil hecho seis partes. | |
|
|
DON ALONSO |
Eso, madre, no importara, | | si a tu rostro venerable | |
no se hubieran atrevido. | | ¡Oh, qué necio fui en
fiarme | 550 | de aquellos ojos traidores, | | de aquellos falsos
diamantes, | | niñas que me hicieron señas | | para engañarme y matarme! | | Yo tengo justo castigo.
| 555 | Toma este bolsillo, madre... | | y ensilla, Tello, que
a Olmedo | | nos hemos de ir esta tarde. | |
|
|
|
DON ALONSO | Pues ¿qué, quieres
que me mate? | 560 |
|
|
FABIA | No te aflijas, moscatel, | | ten ánimo,
que aquí trae | | Fabia tu remedio. Toma. | |
|
|
|
|
|
FABIA | Digo que es suyo, en respuesta
| 565 | de tu amoroso romance. | |
|
|
DON ALONSO | Hinca, Tello,
la rodilla. | |
|
|
TELLO | Sin leer no me lo mandes, | | que aun
temo que hay palos dentro, | | pues en mondadientes caben.
| 570 | (Lea.) |
|
|
|
DON ALONSO
«Cuidadosa de saber si sois quien
presumo, y deseando que lo seáis, os suplico que vais
esta noche a la reja del jardín desta casa, donde
hallaréis atado el listón verde de las chinelas,
y ponéosle mañana en el sombrero para que os
conozca.» |
|
DON ALONSO |
Que
no puedo | | pagarte ni encarecerte | | tanto bien. |
|
|
TELLO |
Ya
desta suerte | | no hay que ensillar para Olmedo. | | ¿Oyen,
señores rocines? | 575 | Sosiéguense que en Medina
| | nos quedamos. |
|
|
DON ALONSO | La
vecina | | noche, en los últimos fines | | con
que va espirando el día, | | pone los helados pies.
| 580 | Para la reja de Inés, | | aún importa
bizarría, | | que podría ser
que amor | | la llevase a ver tomar | | la cinta. Voyme a mudar.
| 585 | (Vase.) |
|
|
[Escena XI]
|
TELLO | Y yo
a dar a mi señor, | | Fabia, con
licencia tuya, | | aderezo de sereno. | |
|
|
|
TELLO | Eso
fuera bueno, | | a ser la condición suya | 590 | para
vestirse sin mí. | |
|
|
FABIA | Pues bien lo puedes dejar,
| | porque me has de acompañar. | |
|
|
|
|
|
FABIA | Sí,
| | que importa a la brevedad | 595 | deste amor. |
|
|
|
FABIA | Con los hombres, las mujeres | | llevamos seguridad. | | Una muela he menester | | del salteador
que ahorcaron | 600 | ayer. |
|
|
|
|
|
FABIA | Ir por ella, y que conmigo
| | vayas solo acompañarme. | |
|
|
TELLO | Yo sabré
muy bien guardarme | 605 | de ir a esos pasos contigo. | | ¿Tienes
seso? |
|
|
FABIA | Pues,
gallina, | | adonde yo voy, ¿no irás? | |
|
|
TELLO | Tú,
Fabia, enseñada estás | | a hablar al diablo.
|
|
|
|
TELLO | Mándame a diez hombres
juntos | | temerario acuchillar | | y no me mandes tratar | | en materia de difuntos. | |
|
|
FABIA | Si no
vas, tengo de hacer | 615 | que el propio venga a buscarte.
| |
|
|
TELLO | ¡Que tengo de acompañarte! | | ¿Eres demonio
o mujer? | |
|
|
FABIA | Ven, llevarás la
escalera, | | que no entiendes destos casos. | 620 |
|
|
TELLO | Quien
sube por tales pasos, | | Fabia, el mismo fin espera. | |
|
|
|
[(Vanse.)]
|
|
[(Calle y vista exterior de la casa de DON PEDRO.)]
|
[Escena XII]
|
|
(Salen DON FERNANDO y
DON RODRIGO, en hábito de noche.)
|
DON FERNANDO |
¿De qué sirve inútilmente
| | venir a ver esta casa? | |
|
|
DON RODRIGO | Consuélase
entre estas rejas, | 625 | don Fernando, mi esperanza. | | Tal
vez sus hierros guarnece | | cristal de sus manos blancas;
| | donde las pone de día, | | pongo yo de noche el
alma; | 630 | que cuanto más doña Inés
| | con sus desdenes me mata, | | tanto más se enciende
el pecho, | | así su nieve me abrasa. | | ¡Oh rejas,
enternecidas | 635 | de mi llanto, quién pensara | |
que un ángel endureciera | | quien vuestros hierros
ablanda! | | ¡Oíd! ¿Qué es lo que está
aquí? | |
|
|
DON FERNANDO | En ellos mismos atada | 640 | está una cinta o listón. | |
|
|
DON RODRIGO |
Sin duda las almas atan | | a estos hierros, por castigo
| | de los que su amor declaran. | |
|
|
DON FERNANDO | Favor
fue de mi Leonor; | 645 | tal vez por aquí me habla.
| |
|
|
DON RODRIGO | Que no lo será de Inés | | dice mi desconfianza; | | pero en duda de que es suyo, | | porque sus manos ingratas | 650 | pudieron ponerle acaso,
| | basta que la fe me valga. | | Dadme el listón. |
|
|
DON FERNANDO | No
es razón, | | si acaso Leonor pensaba | | saber mi cuidado
ansí, | 655 | y no me le ve mañana. | |
|
|
|
|
|
|
DON RODRIGO | A que las dos nos le
vean, | | y sabrán con esta traza | 660 | que habemos
venido juntos. | | [(Dividen el listón.)] |
|
|
|
[Escena XIII]
|
|
(Salen DON ALONSO y TELLO, de noche.)
|
TELLO | [(A su
amo.)] | Llega de presto a la reja; | | mira que Fabia me aguarda
| | para un negocio que tiene | 665 | de grandísima importancia.
| |
|
|
DON ALONSO | ¡Negocio Fabia esta noche | | contigo! |
|
|
|
|
TELLO | Yo
llevo escalera, | | y ella... |
|
|
|
|
DON ALONSO | Pues ¿qué habéis de hacer?
|
|
|
TELLO | Sacar
| | una dama de su casa. | |
|
|
DON ALONSO | Mira lo que haces,
Tello: | | no entres adonde no salgas. | |
|
|
TELLO | No es nada,
por vida tuya. | 675 |
|
|
DON ALONSO | Una doncella, ¿no es
nada? | |
|
|
TELLO | Es la muela del ladrón | | que ahorcaron
ayer. |
|
|
DON ALONSO | Repara
| | en que acompañan la reja | | dos hombres. |
|
|
|
|
|
DON ALONSO | ¿No
buscara, | | si fui atrevido, otro estilo? | | Pues advierta
que se engaña. | | Mal conoce a don Alonso, | 685 | que
por excelencia llaman | | «el Caballero de Olmedo». | | ¡Vive
Dios, que he de mostrarla | | a castigar de otra suerte | |
a quien la sirve! |
|
|
TELLO | No
hagas | 690 | algún disparate. |
|
|
DON ALONSO | Hidalgos,
| | en las rejas de esa casa | | nadie se arrima. |
|
|
DON RODRIGO | [(Aparte a DON FERNANDO.)] |
¿Qué es esto? | |
|
|
DON FERNANDO |
Ni en el talle ni en el habla | | conozco este hombre. |
¿Quién
es | 695 | el que con tanta arrogancia | | se atreve a hablar?
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DON ALONSO | El
que tiene | | por lengua, hidalgos, la espada. | |
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DON RODRIGO |
Pues hallará quien castigue | | su locura temeraria.
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TELLO | Cierra, señor, que no son | | muelas que
a difuntos sacan. | | (Retírenlos.) |
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DON ALONSO |
No los sigas, bueno está. | |
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DON ALONSO | Cógela y
ven por aquí, | 705 | que hay luces en las ventanas.
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[(Vanse.)]
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[Sala en casa de DON PEDRO.]
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[Escena XVI]
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(Salen
DON PEDRO, su padre, y DON FERNANDO, [con listón
verde en el sombrero].)
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DON FERNANDO | [(Aparte a DON PEDRO.)] |
Hame puesto por tercero | | para tratarlo con vos. | |
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DON PEDRO |
Pues hablaremos los dos | | en el concierto primero. | |
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DON FERNANDO |
Aquí está, que siempre amor
| 755 | es reloj anticipado. | |
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DON PEDRO | Habrále
Inés concertado | | con la llave del favor. | |
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DON FERNANDO |
De lo contrario se agravia. | |
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DON RODRIGO | Aquí
| 760 | vengo a que os sirváis de mí. | |
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[(Hablan
bajo DON PEDRO y los dos galanes.)]
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DOÑA INÉS | [(Aparte a DOÑA LEONOR.)] |
Todo fue enredo de
Fabia. | |
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DOÑA INÉS | ¿No
ves que también | | trae el listón don Fernando?
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DOÑA LEONOR | Si en los dos le estoy mirando,
| 765 | entrambos te quieren bien. | |
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DOÑA INÉS |
Sólo falta que me pidas | | celos,
cuando estoy sin mí. | |
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DOÑA LEONOR | ¿Qué
quieren tratar aquí? | |
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DOÑA INÉS |
¿Ya las palabras olvidas | 770 | que dijo
mi padre ayer | | en materia de casarme? | |
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DOÑA LEONOR |
Luego bien puede olvidarme | | Fernando, si él viene
a ser. | |
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DOÑA INÉS | Antes
presumo que son | 775 | entrambos los que han querido | | casarse,
pues han partido | | entre los dos el listón. | |
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DON PEDRO | [(A los caballeros.)] |
Ésta es materia que quiere
| | secreto y espacio: entremos | 780 | donde mejor la tratemos.
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DON RODRIGO | Como yo ser vuestro espere, | | no
tengo más que tratar. | |
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DON PEDRO | Aunque os quiero
enamorado | | de Inés, para el nuevo estado, | 785 |
quien soy os ha de obligar. | | (Vanse los tres.) |
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DOÑA INÉS |
¡Qué vana fue mi esperanza! | |
¡Qué loco mi pensamiento! | | ¡Yo papel a don Rodrigo!
| | ¡Y tú de Fernando celos! | 790 | ¡Oh forastero enemigo!
| | ¡Oh Fabia embustera! |
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[Escena XVII]
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(Sale
FABIA.)
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FABIA | Quedo,
| | que lo está escuchando Fabia. | |
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DOÑA INÉS |
Pues ¿cómo, enemiga, has hecho | | un enredo semejante?
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FABIA | Antes fue tuyo el enredo, | | si en aquel papel
escribes | | que fuese aquel caballero | | por un listón
de esperanza | | a las rejas de tu güerto, | 800 | y en
ellas pones dos hombres | | que le maten, aunque pienso | |
que, a no se haber retirado, | | pagaran su loco intento.
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DOÑA INÉS | ¡Ay, Fabia! Ya que contigo
| 805 | llego a declarar mi pecho, | | ya que a mi padre, a
mi estado | | y a mi honor pierdo el respeto, | | dime: ¿es
verdad lo que dices? | | Que siendo ansí, los que fueron
| 810 | a la reja le tomaron | | y por favor se le han puesto.
| | De suerte estoy, madre mía, | | que no puedo hallar
sosiego | | si no es pensando en quien sabes. | 815 |
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FABIA | [(Aparte.)] |
(¡Oh, qué bravo efeto hicieron | | los hechizos y conjuros!
| | La vitoria me prometo.) | | No te desconsueles, hija; | | vuelve en ti, que tendrás presto | 820 | estado con
el mejor | | y más noble caballero | | que agora tiene
Castilla; | | porque será por lo menos | | el que por
único llaman | 825 | «el Caballero de Olmedo». | | Don
Alonso en una feria | | te vio, labradora Venus, | | haciendo
las cejas arco | | y flecha los ojos bellos. | 830 | Disculpa
tuvo en seguirte, | | porque dicen los discretos | | que consiste
la hermosura | | en ojos y entendimiento. | | En fin, en las
verdes cintas | 835 | de tus pies llevastes presos | | los suyos,
que ya el Amor | | no prende con los cabellos... | | Él
te sirve, tú le estimas; | | él te adora, tú
le has muerto; | 840 | él te escribe, tú respondes:
| | ¿quién culpa amor tan honesto? | | Para él
tienen sus padres, | | porque es único heredero, | |
diez mil ducados de renta; | 845 | y aunque es tan mozo, son
viejos. | | Déjate amar y servir | | del más
noble, del más cuerdo | | caballero de Castilla, | |
lindo talle, lindo ingenio. | 850 | El Rey en Valladolid | | grandes mercedes le ha hecho, | | porque él solo
honró las fiestas | | de su real casamiento. | | Cuchilladas
y lanzadas | 855 | dio en los toros como un Héctor | | treinta precios dio a las damas | | en sortijas y torneos.
| | Armado parece Aquiles | | mirando de Troya el cerco; | 860 | con galas parece Adonis... | | (¡Mejor fin le den los cielos!)
| | Vivirás bien empleada | | en un marido discreto.
| | ¡Desdichada de la dama | 865 | que tiene marido necio! | |
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DOÑA INÉS | ¡Ay, madre! Vuélvesme
loca. | | Pero, ¡triste!, ¿cómo puedo | | ser suya,
si a don Rodrigo | | me da mi padre don Pedro? | 870 | Él
y don Fernando están | | tratando mi casamiento. | |
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FABIA |
Los dos harán nulidad | | la sentencia de ese pleito.
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DOÑA INÉS | Está don Rodrigo allí.
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FABIA | Eso no te cause miedo, | | pues es parte y no juez.
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DOÑA INÉS | Leonor, ¿no me das consejo?
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DOÑA LEONOR | Y ¿estás tú para
tomarle? | |
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DOÑA INÉS | No sé; pero
no tratemos | 880 | en público destas cosas. | |
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FABIA |
Déjame a mí tu suceso | | Don Alonso ha de
ser tuyo; | | que serás dichosa, espero, | | con hombre
que es en Castilla | 885 | la gala de Medina,
| | la flor de Olmedo. | |
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