I
|
|
Es una Doncellita como rosa. |
|
Metida en su botón, quando descoge |
6120 |
|
Sus hojas poco a poco vergonzosa, |
|
Y el Villano va alegre, y la recoge. |
|
Esto se ha dicho en verso; y esto en prosa |
|
Quiere decir, que buen partido escoge |
|
El que toma Muger no manoseada, |
|
Y más si es moza bella, y bien criada. |
|
|
II
|
|
Otro, por el contrario, hombre entendido |
|
Dixeo: toda Muger, quando casada, |
|
Es carga pesadísima al Marido; |
|
Si en la primera breve temporada |
6130 |
|
De casados, el gusto ven cumplido |
|
Que deseaban ambos, ven que es nada, |
|
Y acabándose aquello en un momento |
|
Un Marido entre mil está contento. |
|
|
III
|
|
Aora yo, a quien jamás la gana ha dado |
|
De cargar con Muger, no sé qué diga, |
|
Viendo a un Autor con otros encontrado. |
|
No acertaré a salir sin gran fatiga |
|
De un laberinto para mí intrincado, |
|
Ni hallo, para librarme de esta intriga, |
6140 |
|
Otro arbitrio, que el de una comparanza |
|
Que era el medio, que usaba Sancho Panza. |
|
|
IV
|
|
Supongamos, que al pie de un alto puerto |
|
Se encuentra, por egemplo, un peregrino: |
|
Si va solo a subirle, ten por cierto, |
|
Que se le hará tedioso aquel camino. |
|
Mas, si otro le acompaña hombre dispierto, |
|
Divertido, y de humor nada cetrino, |
|
Seguro es, que la buena compañía |
|
La mitad del fastidio le desvía. |
6150 |
|
|
V
|
|
Assí aquél que Soltero triste estava, |
|
Si se une a una Muger linda, y juiciosa, |
|
Mejor ayre que el que antes respirava |
|
Le parece gozar, y es otra cosa |
|
La que prueva, que la que provava. |
|
Divertido y contento con su Esposa, |
|
A todos hace ver, que aquella vida, |
|
Es más alegre, y menos desabrida. |
|
|
VI
|
|
Mas, si aquel otro pobre Caminante |
|
Se encuentra con un triste Compañero |
6160 |
|
Fastidioso, borracho, y tan vergante |
|
Que se tiende a dormir hecho ya un cuero |
|
Sin poder dar un passo azia adelante, |
|
En este caso sí que es verdadero |
|
Aquel proverbio que es tan inculcado: |
|
Más vale solo, que mal acompañado. |
|
|
VII
|
|
Assí el pobre, a quien toca alguna Fiera |
|
Por Muger, y que en ciertos intervalos |
|
Ni entender la razón, ni oírla quiera, |
|
Sino que se la encage a sendos palos. |
6170 |
|
O que a su caprichosa bodoquera |
|
Los antojos se den, buenos o malos |
|
Para este tal sería mejor suerte |
|
Un suplicio, una horca, o qualquier muerte. |
|
|
VIII
|
|
Mas hai entre estos dos la diferencia, |
|
De que si al Peregrino le es molesto |
|
El Compañero, tiene aquél licencia |
|
Para dejarle con algún pretesto; |
6180 |
|
Pero el Marido ha de tener paciencia, |
|
O al arbitrio acudir de morir presto, |
|
Porque de su Mujer por fastidiosa |
|
Sólo le puede libertar la fossa. |
|
|
IX
|
|
Es cierto, que pudiera la Guadaña |
|
Hacerle a él la merced, de que ella fuesse |
|
La primera que andasse a tierra estraña; |
|
Pero no hai que esperar lo consiguiesse |
|
De la Muerte con ruegos, ni con maña |
|
Y ni yo gustaría que lo hiciesse, |
6190 |
|
Porque ay de las Mugeres! si ella oídos |
|
Diesse a quanto la piden los Maridos. |
|
|
X
|
|
A más de uno después de pocos días, |
|
O sean, si quisiereis, pocos meses |
|
Tanto como le importan las folías, |
|
Le importa la Muger con sus arneses. |
|
Detesta, sí, la red, las mallas frías, |
|
En que cogido fue como las Reses. |
|
Hace lo que hace el pez para romperla, |
|
Mas ya no puede el Pobre deshacerla. |
6200 |
|
|
XI
|
|
Y pues el Pez a la memoria acuerda |
|
El Mar; a quien se embarca es semejante |
|
El que toma Muger o loca, o cuerda. |
|
Al principio qué plácido semblante! |
|
Qué alegre muestra el Mar, hasta que pierda |
|
A la tierra de vista el Navegante! |
|
Mas étele, que al tiempo más sereno, |
|
Huye el Sol, brama el Mar, y aturde el Trueno. |
|
|
XII
|
|
Montes de agua las olas encrespadas, |
|
Y al furor de los vientos comovidas, |
6210 |
|
Van el buque a tragar, y las fíadas |
|
A aquel monstruo embustero tristes vidas. |
|
No se oyen más que vozes agitadas, |
|
No se ven más que lágrimas perdidas: |
|
Se encrespa la Tormenta, el ayre ruge, |
|
Roto el árbol mayor, el leño cruge. |
|
|
XIII
|
|
Dé una ojeada benigna azia este leño |
|
Quien mirándole está desde la playa. |
|
Siempre es falaz el mar más alagüeño, |
|
Y no se fíe de él quien juicio haya. |
6220 |
|
Si se embarca, a lo menos sea dueño |
|
De una gran provisión; con ella vaya |
|
A examinar el barco: y, sino es chocho, |
|
Nunca se embarque en él sin su viscocho. |
|
|
XIV
|
|
Y sea este viscocho la paciencia, |
|
De la qual provisión haga abundante: |
|
Si se inquietara el mar, haga evidencia |
|
De lo que puede un pecho tolerante. |
|
Si creciere del viento la insolencia, |
|
Y sin Timón el barco fluctuante |
6930 |
|
Anduviere, esté entonzes animoso, |
|
Que es tiempo de provar lo valeroso. |
|
|
XV
|
|
Quien quiere entrar en mar tan embustero |
|
Para el reyno poblar de los vivientes, |
|
Deve considerar (y es lo primero) |
|
Si tener le conviene descendientes: |
|
Después ha de hacer ánimo sincero |
|
A mazcar malo y bueno con los dientes: |
|
Hecho todo esto embárquese en buenora, |
|
Y encomiéndase a Dios, y a la Señora. |
6240 |
|
|
XVI
|
|
Mas sobre todo, siendo buen Cristiano, |
|
Busque una Esposa que también lo sea; |
|
Este es aquel remedio soverano |
|
Para que salga en todo al que procrea |
|
Semejante la prole, y será en vano |
|
Buscar el egemplar allá en Guinea, |
|
Pues en Elvia, y en Marco le tenemos |
|
A la puerta de casa, si querernos. |
|
|
XVII
|
|
Y éteme aquí metido en mi argumento |
|
(Como suele decirse) a pies juntillas. |
6250 |
|
Y no obstante tal qual no está contento |
|
Diciendo, que, aunque digo maravillas, |
|
Desde el principio, con mi passo lento |
|
Canso a quien me oya a puro repetillas, |
|
Con prólogos tal vez más dilatados |
|
Que los de Cicerón en sus Tratados. |
|
|
XVIII
|
|
Es verdad (lo confiesso) que algún tanto |
|
Me suelo divertir del propio assunto, |
|
Y que un exordio hago en todo Canto, |
|
Siguiendo a Cicerón en este punto; |
6260 |
|
Pero ésta es atención; pues dice un Santo |
|
Que empezar ex abrupto es un conjunto |
|
De altivez, presunción; y de arrogancia, |
|
O, quando menos, que es estravagancia. |
|
|
XIX
|
|
Ni falta quien se queja de lo opuesto, |
|
Quiero decir que en esta tararira |
|
Me meto de rondón, id est, mui presto. |
|
O que necio es aquel Autor que aspira |
|
A contentar a todos! Yo protesto |
|
Que nunca presumió tanto mi Lira. |
6270 |
|
Dichoso es todo Artífice en su Arte, |
|
Que logró contentar la mejor parte. |
|
|
XX
|
|
Son siempre en menor número los buenos |
|
Que los malos, y assí, dice el Petrarca, |
|
Procura siempre el voto de los menos: |
|
Según eso seré yo un Patriarca, |
|
Si en mis versos, ni rápidos, ni llanos |
|
Agrade al menor número del Arca; |
|
Y más si lo consigo en este canto, |
|
Donde temo serraros algún tanto. |
6280 |
|
|
XXI
|
|
Pues, si a Elvira hasta aquí visteis pintada, |
|
Dotada de especial rara belleza, |
|
Como de otras mil prendas adornada, |
|
Con que la regaló naturaleza: |
|
Oy la veréis totalmente ocupada |
|
(A lo que de ella Juan Bartolo reza) |
|
En hacer lo que hacen por salvarse, |
|
Todas las que no quieren condenarse. |
|
|
XXII
|
|
No basta, como piensan muchas gentes, |
|
Ser castas las Mugeres, y Donzellas, |
6290 |
|
De lo qual nos dan pruevas convincentes |
|
Las diez del Evangelio, esto es, aquellas, |
|
Que mitad por mitad eran prudentes, |
|
Y la otra mitad no era como ellas. |
|
Estas cinco quedaron, por estatuas, |
|
De el Esposo excluidas como fatuas. |
|
|
XXIII
|
|
Y por fatuas yo entiendo las que mano |
|
Sobre mano se están sin hacer nada, |
|
Ociosas en imbierno, y en verano. |
|
Y por prudentes cuento en la manada |
6300 |
|
Las que activas previenen de antemano |
|
De el Esposo el arrivo, o bien la entrada; |
|
Sus lámparas de azeyte siempre llenas, |
|
Siendo castas, y haciendo cosas buenas. |
|
|
XXIV
|
|
De muchas prendas adornada estava |
|
Elvira, eternizadas en la Historia, |
|
Aunque ocultarlas ella procurava, |
|
Y entre otras, está aún fresca la memoria |
|
De que perro ninguno se llegava |
|
A sus puertas sin que ella hiciese gloria |
6310 |
|
De darlo algo de pan: prueva que era |
|
Elvira una muger mui limosnera. |
|
|
XXV
|
|
Mas, si el serlo no se hace puramente |
|
Por el amor de Dios, como lo muestra |
|
El Evangelio, entonzes ciertamente |
|
No será Caridad, como la vuestra. |
|
Por tanto yo no sé seguramente, |
|
Si todo lo que serio se demuestra |
|
Es por amor de Dios puro y sincero |
|
Ni, si lo es, o no lo es, saberlo quiero. |
6320 |
|
|
XXVI
|
|
Quizá la vanidad tendrá su parte, |
|
Y más en las Mugeres, si hai algunas, |
|
Que de hacer caridad sepan el arte. |
|
Yo no lo juraré viendo que unas |
|
Al pobre dicen: no tengo qué darte, |
|
Y otras, o casi todas, en ayunas |
|
Embían a los pobres que las piden, |
|
Y con un: Dios te ampare, le despiden. |
|
|
XXVII
|
|
No pretendo meterme a governarlas; |
|
Mas digo que si en tantas otras cosas |
6330 |
|
Inútiles quisieren escusarlas, |
|
Siendo modestas más, menos pomposas |
|
Mucho al cabo podría oro sobrarlas |
|
Para alivio de pobres vergonzosas. |
|
En que harían a Dios un gran servicio, |
|
Y a muchas de ellas doble beneficio. |
|
|
XXVIII
|
|
Lo mismo digo a aquellos hombres, que hacen |
|
Tantos gastos superfluos y excesivos; |
|
Y si a los pobres que en las calles yacen |
|
Un octavo les dan, quedan altivos. |
6340 |
|
Señores (las lisonjas no me placen) |
|
Si queréis hombres ser caritativos, |
|
No temáis, no temáis ser liberales |
|
Con ciegos, mancos, cojos, y otros tales. |
|
|
XXIX
|
|
Más cuidado, Señores, más cuidado |
|
Que esto de hacer limosna con lo ageno, |
|
No es caridad, es robo enmascarado. |
|
A lo menos a Elvira en esto bueno |
|
Imitad, y tomadla por dechado, |
|
Que yo dejo mil cosas en el seno, |
6350 |
|
O no quiero decirlas claramente, |
|
Porque al fin es preciso ser prudente. |
|
|
XXX
|
|
Elvira era mui buena en la corteza, |
|
Pero mucho más lo era por adentro, |
|
Y Juan Bartolo espresamente reza |
|
Que de todas virtudes era el centro. |
|
Y aun nos quiere meter en la cabeza |
|
(Bien que en aquesto yo no salgo, ni entro) |
|
Que nunca entre Elvia y Marco se vio tiña, |
|
Aunque nació en Bolonia desde Niña. |
6360 |
|
|
XXXI
|
|
Esto quiere decir (si la ignorancia |
|
De algunos mal quizá lo havrá entendido) |
|
Que fue constante su perseverancia |
|
En vivir siempre en paz con el Marido, |
|
Nunca se vio en el Mundo igual constancia, |
|
Nunca amor más igual se vio aplaudido, |
|
Nunca el Diablo los hizo la mamola, |
|
Ni pudo entre los dos meter la cola. |
|
|
XXXII
|
|
Ambos a dos sabían claramente, |
|
Que la discordia es madre de mil males, |
6370 |
|
Y al contrario, que el Cielo santamente |
|
Bendice a los que en Castos Esponsales |
|
Viven unidos y en paz perpetuamente: |
|
Felizes quando Mozos son los tales, |
|
Y mucho más felizes, quando vienen |
|
A ser viejos, porque ambos se sostienen. |
|
|
XXXIII
|
|
Hallan de gustos mil un Parayso |
|
En este Mundo, y allá misericordia, |
|
La que en el Cielo encuentren es preciso |
|
Los casados, que viven en concordia. |
6380 |
|
Mas si opuestos están en nuestro piso, |
|
Quiero decir, si viven en discordia, |
|
Acá padecen un Infierno, y presto |
|
Allá se seguirá sufrir el resto. |
|
|
XXXIV
|
|
Marco Romano y Elvia Boloñesa |
|
No eran no, como son ciertos casados, |
|
Que en el lecho, en la sala, y en la mesa |
|
Riñen, y gritan como spiritados |
|
Siempre en guerra civil que nunca cesa, |
|
Siempre en todas las cosas encontrados, |
6390 |
|
Y en conclusión los pobres mentecatos |
|
Siempre están como están perros y gatos. |
|
|
XXXV
|
|
Elvia y Marco se amavan con perfecto |
|
Amor como la vid abraza al olmo. |
|
Era igual su ternura, igual su afeto, |
|
Y de gozo con ellos yo me colmo. |
|
Tratávanse los dos con gran respeto, |
|
Aunque su amor llegado avía al colmo, |
|
No como aquellos, que aunque mucho se aman |
|
No suelen respetarse, y después braman. |
6400 |
|
|
XXXVI
|
|
Assí como unos perros, que unos días |
|
Retozan mutuamente, otros se muerden, |
|
O como pollos, quando en sus manías |
|
Ya se despluman, ya a besarse pierden |
|
Casi los picos. Otras Aves frías, |
|
Aunque de amarse bien nunca se acuerden, |
|
Sólo por conservar cierta decencia, |
|
Fingen que se aman, pero en apariencia. |
|
|
XXXVII
|
|
Todo su amor consiste en esteriores |
|
Ceremonias, o frívolos recados. |
6410 |
|
Cómo estás? Han cesado tus dolores? |
|
Dormiste bien? Te sirven los criados? |
|
A estos tales vaníssimos Señores |
|
Marco y Elvia debieran ser dechados |
|
Pues decrépitos ya Elvia decía |
|
A Marco: Tú eres sólo mi alegría. |
|
|
XXXVIII
|
|
Parecían dos cuerpos con un alma, |
|
Un sólo corazón, un querer sólo: |
|
A comer y cenar en dulce calma |
|
Siempre juntos, y añade Juan Bartolo, |
6420 |
|
Que se premió a los dos con una palma |
|
Consagrada en un Templo al Dios Apolo, |
|
Porque un lecho ocuparon solamente, |
|
Siguiendo el uso de la prisca gente. |
|
|
XXXIX
|
|
Ciertamente, que no practican esto |
|
El día de hoi muchísimos Casados, |
|
A quienes nunca falta algún pretesto |
|
Para estar mutuamente separados. |
|
Comen juntos, cierto es; pero en el resto |
|
Atiende cada qual a sus cuidados, |
6430 |
|
Sin que a éste de aquél se le dé un pito, |
|
Porque el antiguo amor ya está sopito. |
|
|
XL
|
|
Señal de que era amor que en la corteza |
|
(Por explicarme assí) le terminava; |
|
Quiero decir en la exterior belleza, |
|
Y como fuego fatuo se apagava, |
|
Porque no penetrava a la cabeza, |
|
Ni al corazón, donde el fomento estava |
|
Que siempre le conserva fresco y verde |
|
Ni en la fría estación una hoja pierde. |
6440 |
|
|
XLI
|
|
Nuestra Elvira de Marco nunca sacia; |
|
Parece, que pegado lo tenía |
|
Al corazón con cota, o verbi gracia |
|
Que bebido ella algún hechizo avía |
|
Y Marco por su parte de su gracia |
|
Estava tan contento como el día |
|
Que de esposarla mereció la suerte, |
|
Perseverando assí los dos hasta la muerte. |
|
|
XLII
|
|
No era de humor ligero ni bizarro |
|
Ni era Elvira, como otras enfadosa; |
6450 |
|
Antes bien mui sociable, dice Varro. |
|
Como una corderita cariñosa, |
|
Cinco ruedas jamás buscó en un Carro, |
|
Ni colérica fue, ni quisquillosa. |
|
Tanto en fin siempre dio a Marco contento, |
|
Que jamás dixo de ello: me arrepiento. |
|
|
XLIII
|
|
Pero hoi es cosa rara, que el Marido |
|
Poco después de la primer semana |
|
No coma el pan con ella, arrepentido |
|
Como el ratón, quando le viene gana |
6460 |
|
De comer el tozino, que metido |
|
Está en la ratonera: ésta se aplana, |
|
Y cogido el ratón se desespera |
|
Dando al Diablo tozino y ratonera. |
|
|
XLIV
|
|
Más de un Marido, sí, maldice el punto |
|
Y el día, en que a casarse resolvióse, |
|
Y el momento en que al fin hallóse junto |
|
A una Muger, sin que decir yo osse |
|
Que no tiene razón en este assunto. |
|
Pues, como dice un tal Monsiur La Rose, |
6470 |
|
Las hembras de hoi de las del siglo de oro |
|
Más diferentes son que el pez de el Toro. |
|
|
XLV
|
|
Aora, dirá alguno, es la ocasión |
|
Y una buena (es assí) oportunidad |
|
De que haga Passeroni un parangón |
|
Entre las Damas de una y otra edad. |
|
No lo niego mas tengo discreción, |
|
Y tampoco me falta caridad, |
|
Ni quando dé Elvia la virtud elevo |
|
Puedo abatir a otras, ni lo debo. |
6480 |
|
|
XLVI
|
|
Si llegava la hora de comer, |
|
O de noche la hora de cenar, |
|
Nunca fingía Elvira algún que hacer, |
|
Para hacerse de Marcos esperar; |
|
Como lo haze: quizá alguna, Muger; |
|
Poniéndose de estudio a trabajar. |
|
Sentávase a la mesa la primera, |
|
Y al fin se alzava de ella la postrera. |
|
|
XLVII
|
|
Mas no era puntual en sólo esto; |
|
Era dócil, suave, complaciente |
6490 |
|
A todas las personas en el resto, |
|
Bien que al Marido muy principalmente; |
|
Porque hacía gustosa, alegre, y presto |
|
Todo lo que él quería, y ciertamente |
|
Que Elvira parecía ser compuesta |
|
Para estar siempre a Marco sotopuesta. |
|
|
XLVIII
|
|
Estas cosas no son (yo lo confieso) |
|
De Elvira las más altas, ni gloriosas; |
|
Pero yo apuesto el cranio con el seso, |
|
A que las tienen por maravillosas |
6500 |
|
Los pobres, que han cargado con el peso |
|
De unas Mugeres dignas, caprichosas, |
|
juzgándolas tan dignas de memoria, |
|
Que eternizarse deban en la Historia. |
|
|
XLIX
|
|
Quando el Marido quiere que trabaje, |
|
Ociosa la Muger estarse quiere; |
|
Si que esté en casa aquel la prescriviere, |
|
Ella va a visitar a su linaje; |
|
Si la comida, o cena aquél pidiere, |
|
Traime aquella labor (dice ella a un Page); |
6510 |
|
Si la manda callar, entonzes habla, |
|
Y si hablar, no habla más que habla una tabla. |
|
|
L
|
|
Especie es, a mi ver, de epidemía |
|
El ser tercas las hembras, y temosas; |
|
Pero mui fácil es de esta manía |
|
Curar las que se hallaren achacosas, |
|
Y todo buen Marido cada día |
|
Podrá hacer de estas curas milagrosas, |
|
Con tomar de memoria, por descanso, |
|
La gran Novela de la Puente al Ganso. |
6520 |
|
|
LI
|
|
Bien sé que querríais la contasse, |
|
Mas sé también la gente con quién vivo: |
|
Y si el Diablo a contarla me tentasse |
|
Me tragaría a las mugeres vivo. |
|
Y assí permiteréis que aora la passe |
|
Por silencio, teniendo tal motivo. |
|
Mas la sabrá qualquiera, que entendiesse |
|
La lengua del Boccacio, y le leyesse. |
|
|
LII
|
|
De la Novela nona en la Jornada |
|
Nona también, se encuentra la Receta |
6530 |
|
Para curar qualquier hembra ostinada. |
|
Si es necesario, en práctica la meta, |
|
Pero mi piel le dejo encomendada, |
|
Y de no descubrirme me prometa; |
|
Pues por menos motivos, a las manos |
|
De una Muger murieron diez Romanos. |
|
|
LIII
|
|
Mas aora me acuerdo, que he salido |
|
De mi assunto, por pura inadvertencia. |
|
Pido a todos perdón, y también pido, |
|
Que con migo tengáis todos paciencia, |
6540 |
|
Pues yo también con muchos la he tenido, |
|
Y a mí me tocará la penitencia, |
|
Fuera de que el pecado confesado |
|
Sinceramente es medio perdonado. |
|
|
LIV
|
|
Y si en algo pequé, creed sin duda, |
|
Que sin malicia fue, y fue con buen zelo, |
|
Ni fue culpa tan grande, que ceñuda |
|
Gritando esté venganza al mismo Cielo. |
|
Redújose toda ella a una desnuda |
|
Verbosidad, tan fría como el hyelo. |
6550 |
|
Que, a imitación de Elvira, quando parlo |
|
En comenzando a hablar, no sé dejarlo. |
|
|
LV
|
|
Propio es de las Mugeres hablar mucho, |
|
Esta es su gracia y don particular: |
|
Por eso a las más de ellas las escucho, |
|
Como oigo a las zigarras zigarrear. |
|
Hablar con juicio y sal a lo machucho |
|
Lo podemos de pocas esperar, |
|
Y tan pocas, que desde aquí a Simancas |
|
No serán más que son las moscas blancas. |
6560 |
|
|
LVI
|
|
Oy sólo hablan las más, si no son todas, |
|
De cofias, de abanicos, de alfileres, |
|
De trages, de tocados, y de modas; |
|
Y a lo más más tal qual, si assí lo quieres, |
|
Se presume el oráculo de Rodas, |
|
Porque en una Visita de Mugeres |
|
(O mugeril flanqueza! O Dios qué mengua!) |
|
Ella sabe estropear más de una lengua. |
|
|
LVII
|
|
Ésta saber presume la Francesa, |
|
Porque sabe decir: Votre servante; |
6570 |
|
O tal qual palabrita que en la mesa |
|
La enseñó su afrancesado Amante. |
|
Aquella se imagina ser Inglesa |
|
Porque oyó hablar de Pope a un comerciante, |
|
Otra Toscana, porque Don Gervasio |
|
Un Area la enseñó del Metastasio. |
|
|
LVIII
|
|
Yo no digo por esto que no se halle |
|
Quien bien escrive y hable en las Mugeres; |
|
Picará en heregía el que esto falle, |
|
O dile que es un macho, si le oyeres. |
6580 |
|
Tienen testa en su casa, y en la calle |
|
Sangre en las venas, quando tú las vieres |
|
De la Regla común, si las escuchas, |
|
Hallarás excepciones, pero muchas. |
|
|
LIX
|
|
Si aquel tiempo que ocupan vanamente |
|
En bagatelas, ellas le emplearan |
|
En leer buenos libros, ciertamente |
|
Que un sólo quarto de hora que aplicaran |
|
A tal ocupación diariamente, |
|
A caso, y sin acaso, se encontraran |
6590 |
|
No pocas, que a los hombres compitieran, |
|
Y algunas, que quizá los excedieran. |
|
|
LX
|
|
Yo conozco, entre otras una Dama, |
|
Que tiene de saber hambre insaciable |
|
Con un ingenio ilustre por la fama. |
|
Ya componga, ya escriva, o bien ya hable, |
|
Sus aciertos el mundo todo aclama, |
|
Por prodigio teniéndola admirable: |
|
Y si alguno saber quién es desea, |
|
Se llama Doña Celia Borromea. |
6600 |
|
|
LXI
|
|
Ésta de la virtud por el camino |
|
Desde Niña corrió a carrera abierta: |
|
Todo sabio, ya estraño, o ya vecino |
|
De su casa, y su amor franca la puerta |
|
Siempre halló, y ella halló el feliz destino |
|
De una gloria inmortal segura y cierta, |
|
No sólo en toda Italia celebrada, |
|
Sino de el Mundo todo proclamada. |
|
|
LXII
|
|
De otra Muger Milán goza la gloria |
|
Docta en lenguas, aun más que un Calepino, |
6610 |
|
Que echiza quando habla (y no es historia) |
|
Ya hable Griego, o Toscano, o ya Latino. |
|
Venero como Santa su memoria, |
|
Y aun a adorarla casi que me inclino, |
|
Dando mil parabienes reverente |
|
Al siglo que logró tan gran presente. |
|
|
LXIII
|
|
Habla las doctas lenguas, y aun en todas |
|
Escrive a maravilla, como lo hace |
|
Casi en todas las vivas. Ni en las bodas |
|
Del Cielo Estrella alguna, quando nace |
6620 |
|
Descuella más en luminosas modas, |
|
Que ésta en el sexo, que a los Dioses place |
|
Versada en las más altas facultades |
|
En la segunda de las cinco edades. |
|
|
LXIV
|
|
Quién decirnos podrá cómo discurre |
|
En Álgebra, en Historia, y Theología? |
|
No hai questión tan difícil, quando ocurre, |
|
(Y ocurrir suelen muchas en un día) |
|
Que no desate; ni sabe el que recurre |
|
Si es superior a su Sabiduría |
6630 |
|
Su modestia. Ésta es la Inés famosa |
|
Por Muger celebrada portentosa. |
|
|
LXV
|
|
Conocido su ingenio peregrino |
|
De todo el Mundo es; mas señas me hace |
|
De que calle; pues ya al amor Divino |
|
Toda entregada, nada más la place, |
|
Que no acordarla Griego, ni Latino: |
|
Callaré ya que en ello se complace, |
|
Y a solas con su Dios la dejo a ella, |
|
Por hablar de su Hermana sabia, y bella. |
6640 |
|
|
LXVI
|
|
En ésta cuerpo y alma a competencia |
|
Se disputan las dotes, sin saberse |
|
A quales se ha de dar la preferencia. |
|
A nada aspira a más, que a mantenerse |
|
De el pudor sostenida, y la inocencia |
|
Ni otro deseo deja conocerse |
|
Que el de saber; a esto sólo anela |
|
Lo demás (ella dice) es vagatela. |
|
|
LXVII
|
|
Para explicar la rara perfección, |
|
Con que a un tiempo compone, canta, y toca |
6650 |
|
Debiera ser Orfeo, u Anfión, |
|
Y no ser el que soi con una boca |
|
Que sólo sabe hablar de Cicerón, |
|
Y sólo éste alabar con gracia poca. |
|
Ni pudiera decir que esta Doncella |
|
Cosa tan grande, que alcanzase a ella. |
|
|
LXVIII
|
|
Callaré, pues, y sólo un grito fuerte |
|
Daré, que a las edades más remotas |
|
Llegue, aplaudiendo la embidiable suerte |
|
De los dichosos versos, que sus Notas |
6660 |
|
Merecieron, y más (si bien se advierte) |
|
La de aquellas ya tiernas, ya devotas |
|
Canciones, que en su voz, y en su dulzura |
|
Suspendieron a toda Criatura. |
|
|
LXIX
|
|
Nueva llegava siempre al alma mía |
|
La que, de el Clave herido ecco sonoro |
|
Resonava dulcíssima harmonía. |
|
Olvidado de mí al ecco canoro |
|
Exclamava en extática alegría |
|
Elevando la mente al alto Coro: |
6670 |
|
De la feliz Sión, diciendo: O quánto |
|
Dulce aquélla será, quando ésta es tanto! |
|
|
LXX
|
|
O verdaderamente afortunada |
|
Casa, que tanto bien en sí contiene! |
|
O dichosa Milán, Madre, y morada |
|
De un par de Hermanas, que otro par no tiene, |
|
Digna de ser cada una celebrada |
|
Por los doctos Cantores de Hipocrene! |
|
O quánto embidiarán la edad presente |
|
Las que vendrán después con otra gente! |
6680 |
|
|
LXXI
|
|
De buena gana yo nombrar quisiera |
|
A otra Muger gloriosa; vive Christo, |
|
Que vi con estos ojos tal qual era. |
|
Ojalá que jamás la huviera visto, |
|
Por no acordar memoria lastimera |
|
De el acerbo dolor, que en llanto misto, |
|
Al fatal de la Parca, cruel corte |
|
Brotó en todos, y más en su Consorte. |
|
|
LXXII
|
|
Docta Fenicia, que en el Cielo moras, |
|
Ah! y quién oyera tu suave canto, |
6690 |
|
Que yo tengo presente a todas horas! |
|
Anegadas dejaste en triste llanto |
|
(Bien lo sabes) las Musas más canoras |
|
Sin poder resistir a golpe tanto. |
|
Lloró Apolo, lloró todo el Parnasso |
|
La triste noche del horrible caso. |
|
|
LXXIII
|
|
Siempre que éste me ocurre acá en la mente, |
|
Acompañan al llanto los suspiros; |
|
Bien que el Cielo me dio un equivalente, |
|
Dándome a conocer, por varios giros |
6700 |
|
A otra Tú, como Tú tan eminente |
|
En virtud. Sólo puedo distinguiros |
|
En que tú fuiste Urania, pero ésta |
|
Es Euterpe en lo docta, en lo modesta. |
|
|
LXXIV
|
|
De las Rimas parece la Comadre, |
|
Siendo de una modestia singular, |
|
No obstante de ser Musa, es también Madre, |
|
Porque al cabo ella quísose casar: |
|
Cosa, que las que a Iove llaman Padre |
|
No quisieron jamás egecutar; |
6710 |
|
Si es verdad lo que a todos siempre he oído, |
|
Que fueron celibatas sin Marido. |
|
|
LXXV
|
|
No lo sé, sólo sé, que Lino, Orfeo |
|
(Según los mitológicos, los quales |
|
Saben bien estas cosas) e Imeneo, |
|
(Sin el qual nunca se hacen Sponsales) |
|
Con Cimentón, con Reto, y el Museo |
|
Fueron hijos de aquellas Damas tales. |
|
Mas volvamos a aquella gran persona |
|
Parecida a Vitoria de Colona. |
6720 |
|
|
LXXVI
|
|
Su índole apacible, y dulce trato, |
|
Su manera de hablar, su entendimiento, |
|
Su estilo natural sublime y grato, |
|
Sus virtudes sin tacha, o fingimiento |
|
En el pecho tocaron a rebato |
|
De el Imbonatti, y ella en un momento |
|
Digna Esposa se vio de un Conde raro, |
|
Caro a las Musas, y a los Doctos caro. |
|
|
LXXVII
|
|
Conde docto y gentil, estoi de prisa, |
|
Y esta noche en el mar de tu alabanza |
6730 |
|
Engolfarme no quiero. El Sabio avisa, |
|
Que si hai mucha materia, y si no alcanza |
|
El tiempo a decir todo, nos precisa |
|
La prudencia a fiarlo a la esperanza |
|
Que dará la ocasión: mientras la toco |
|
Escojo antes callar, que decir poco. |
|
|
LXXVIII
|
|
Y una vez que a alabar a las Mugeres |
|
He comenzado, quiero ir adelante, |
|
Que estos mis gustos son, y mis placeres, |
|
Como el tiempo lo hará a todos constante, |
6740 |
|
Despreciando vulgares pareceres |
|
De gente maliciosa, o ignorante |
|
Mui propios de un Spíritu ordinario, |
|
Que al bello sexo júzgame contrario. |
|
|
LXXIX
|
|
De aquélla quiero hablar, por cuyas venas |
|
La Ottobónica sangre noble corre; |
|
Que igualmente demuestran estar llenas |
|
De el humor, que Hipocrene las socorre. |
|
Obligadas a ella las Escenas |
|
De Italia están, y la elevada Torre |
6750 |
|
De Serbellonis es deudora a ella, |
|
Que, bella siendo ya, sea más bella. |
|
|
LXXX
|
|
Tentado estava yo a aplaudir aora |
|
De las dos grandes Casas la excelencia; |
|
Pero decir lo que ninguno ignora |
|
Parece un si es no es de impertinencia. |
|
Y más que he dedicado aquesta hora |
|
Para alabar con su grata licencia |
|
A las hembras, ya pocas, o ya muchas, |
|
Que son sabias, juiciosas, y machuchas. |
6760 |
|
|
LXXXI
|
|
Es verdad, que ya Elvira se me queja, |
|
De que a otras huviesse celebrado; |
|
Y (hablando con vosotras a la oreja |
|
Debajo del secreto más sagrado) |
|
Elvira quiere, que a mi Musa vieja |
|
En ella sola emplee su cuidado, |
|
Porque siendo Muger (claro es) negarla |
|
De embidia un si es no es, fuera adularla. |
|
|
LXXXII
|
|
Embidia, peste de Cristianas mentes, |
|
Embidia, monstruo fiero, y detestable, |
6770 |
|
Universal azote de las gentes, |
|
Nacida en el infierno abominable |
|
De inhumanos y bárbaros parientes. |
|
Qué alegre sería! qué embidiable |
|
Nuestra vida sin Ti! O qué jocundo |
|
Sin Ti sería nuestro pobre Mundo! |
|
|
LXXXIII
|
|
Con tu negra saliva, con tu hiel |
|
Gastas, corrompes toda la hermosura, |
|
Y haces que sea amarga hasta la miel. |
|
No hai tóssigo que llegue a tu amargura. |
6780 |
|
Carcoma el corazón roes cruel, |
|
Y hasta la misma luz haces oscura |
|
Todo lo despedazas, y blasonas |
|
De chupar sangre, y jugo a las personas. |
|
|
LXXXIV
|
|
Las dichas de los otros te entristecen, |
|
Como si fueran para ti desgracias. |
|
Los días claros noches te parecen, |
|
Salvo quando de el mal de otros te sacias. |
|
Entonzes todos bellos te amanecen, |
|
Y para ti son días de hacer gracias. |
6790 |
|
Nunca tu gran furor más satisfecho, |
|
Que quando te apoderas de algún pecho. |
|
|
LXXXV
|
|
Tú rompes las más viejas amistades |
|
Tú, qual Proteo, te mudas en mil formas, |
|
Conviertes en mentiras las Verdades, |
|
Confundes los zapatos con las Ormas. |
|
Si permiten dormir tus crueldades, |
|
Los colchones en potros los transformas, |
|
Y haces tal vez, que a un pecho puro, y casto |
|
Tu ponzoña, y tu hyel sirvan de pasto. |
6800 |
|
|
LXXXVI
|
|
Centinela en las Cortes, día y noche |
|
Te passeas por todos los Palacios, |
|
Te atreves tanto al carro, como al coche; |
|
No respetas monásticos espacios. |
|
Tú lo envenenas todo a troche y moche |
|
Espadas, Togas, Libros, Cartapacios; |
|
Mas, sobre todo, o Furia del Infierno, |
|
En las hembras ejerces tu govierno. |
|
|
LXXXVII
|
|
Si alguna de ellas es favorecida, |
|
O cotejada de algún gran Señor, |
6810 |
|
O si es de muchos jóvenes servida, |
|
De embidia arden las otras, y livor. |
|
Es verdad, que tal vez está escondida, |
|
Y salir no la deja el pundonor, |
|
Pero el fuego escondido, o encubierto |
|
Más daño suele hacer, que el descubierto, |
|
|
LXXXVIII
|
|
Antes bien el cubierto entre ceniza |
|
Por mucho mayor tiempo se conserva; |
|
Quando el expuesto al ayre, que le atiza, |
|
Aunque es de más vigor, presto se enerva. |
6820 |
|
Assí la embidia suele hacer más riza |
|
Dentro del corazón, que la reserva, |
|
En las Mugeres mui specialmente, |
|
Sexo en disimular tan eminente. |
|
|
LXXXIX
|
|
Todas ellas, lo que es en la apariencia, |
|
Unas de otras están enamoradas; |
|
Pero yo no las creo en mi conciencia, |
|
Antes bien allá dentro atormentadas. |
|
Se alaban, y se adulan en presencia |
|
Con mil ternuras todas afectadas. |
6830 |
|
Se besan y se muerden; mas sus besos |
|
Son besos de Ratones a los quesos. |
|
|
XC
|
|
Ninguna sufrir puede, que su Amiga |
|
Más feliz sea, ni más linda que ella. |
|
La Madre a la hija embidia, y sin fatiga |
|
La Hermana a la otra Hermana, que es más bella. |
|
Esta de la Muger es la enemiga, |
|
Sea Casada, o viuda, o bien Doncella; |
|
Y siendo Elvia muger, como qualquiera, |
|
Al achaque común sugeta era. |
6830 |
|
|
XCI
|
|
No hablo de las Mugeres de gran sesso, |
|
Que entre todas serán como unas seis; |
|
Y porque Elvia no me haga algún processo, |
|
De ella sola hablaré, como veréis. |
|
Es verdad, que no hablaba con exceso, |
|
Como hablan quizá otras que sabéis |
|
Porque era tan prudente, que callava |
|
Todo el tiempo preciso, en que no hablava. |
|
|
XCII
|
|
Mas no ya como vemos hablar tantas, |
|
Que parlan sólo porque tienen boca. |
6850 |
|
Sabía, que los Montes no eran mantas, |
|
Y distinguía un Roque de una Roca. |
|
No mezclava los quentos con las quantas, |
|
Ni confundía el taco con la toca. |
|
Era en fin un compendio de Oratoria, |
|
Y mostrava tener buena memoria. |
|
|
XCIII
|
|
Un concepto ingenioso y delicado |
|
La ocurría tal vez naturalmente: |
|
Regia Parnassi avía decorado, |
|
Y muchas frasses de él tenía in mente; |
6860 |
|
Con su parlar correcto y castigado |
|
Pasmava Elvira a toda culta gente, |
|
Y al oírla, aun el alma más esquiva |
|
Sin libertad clamava: Viva! Viva! |
|
|
XCIV
|
|
Mas ni aplausos, ni elogios, ni su ciencia |
|
Jamás la empabonaron, ni engrieron: |
|
Siempre humilde y modesta, sin violencia, |
|
Siempre sin ambición todas la vieron. |
|
Sabía hacer a todos reverencia, |
|
Y apacible con todos, nunca oyeron, |
6870 |
|
Que dejasse sin grato resaludo, |
|
Al grande, al Chico, al Noble, y al desnudo. |
|
|
XCV
|
|
Burlávase de aquellas altaneras |
|
Mugeres, que al respeto más profundo |
|
Se están tiesas como unas espeteras, |
|
Creyendo, que consiste el pudibundo |
|
Honor del sexo en ostentarse fieras, |
|
Y en afectar desprecio a todo el mundo; |
|
Como si fuesse culpa en las Matronas |
|
El tratar cortésmente a las personas. |
6880 |
|
|
XCVI
|
|
O quántas (grita aquí Bartolomeo) |
|
De nacimiento ilustre, de alto y bajo |
|
En el Siglo presente hoi día veo, |
|
Que adolecen también de este trabajo, |
|
Por no aver leído al Galateo, |
|
(Libro, que tanto bien al mundo trajo) |
|
De éstas burla[v]a Elvira, y se reía, |
|
Porque avía aprendido cortesía. |
|
|
XCVII
|
|
Quántas, por aver hecho quatro reales |
|
(Sabe Dios cómo) que se acavan presto, |
6890 |
|
O porque sus Maridos tales quales |
|
(Por callar) ascendieron a un gran puesto |
|
De tu nombre se olvidan, y a las tales |
|
Si las saludas, mudan luego el gesto, |
|
Tieso el cuerpo y cabeza, el labio mudo, |
|
Desprecian tu persona, y tu saludo. |
|
|
XCVIII
|
|
A lo más un ligero movimiento |
|
Con la cabeza harán engarrotadas, |
|
Y pensarán dejarte mui contento, |
|
Y honrado, si responden a mochadas |
6900 |
|
A tu cortés rendido cumplimiento, |
|
A manera de Bacas descornadas; |
|
Bien que en esta ciudad, y culto suelo |
|
Nada de esto se ve, gracias al Cielo. |
|
|
XCIX
|
|
Mas si se viera, yo me guardaría |
|
De meterme en camisa de once baras, |
|
Porque quizá mui caro costaría |
|
A mis costillas, que me son mui caras, |
|
Fuera de que mi larga habladuría |
|
Las fauzes me ha secado; y en las Aras |
6910 |
|
De Bacco Juno, que ya a parlar no atino, |
|
Si no las riega un buen barril de vino. |
Fin del Canto IX
|