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21

GAY I ESCODA, Josep M., El corregidor a Catalunya, Marcial Pons, Madrid, 1997.

 

22

LARRAZ, Blas, op. cit., en BENÍTEZ I RIERA, J. M., op. cit., Montserrat, 1996, p. 104.

 

23

Barceló fue el comandante más respetado y mejor recordado por los jesuitas desterrados. El trato con los expulsos fue extraordinario durante todo el viaje y su excepcional comportamiento contrastó con el de los otros comandantes: Juan Manuel Lombardón, Francisco de Vera y Diego Argote. Sobre Antonio Barceló véase: FERRARI BILLOCH, B., Barceló. Su lucha con los ingleses y piratas berberiscos, Barcelona, 1941; LLABRES, J., De cómo ingresó en la Real Armada el General Barceló (Episodios del corso marítimo del siglo XVIII), Palma de Mallorca, 1944 y «El último mando del General Barceló (1790-92)», Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana, XXXVI (1946), pp. 48-82; MORENO ECHEVERRÍA, J. M.ª, «Antonio Barceló. Un gran marino mallorquín», Historia y Vida, 20 (1969), pp. 34-47. Bibliografía mencionada en GIMÉNEZ LÓPEZ, E., «El viaje a Italia de los jesuitas españoles expulsos», Quaderni di filologia e lingue romanze, Univ. di Macerata, n.° 7 (1992), p. 55(18)

 

24

Ciertamente, la mayoría de los miembros del Colegio de Alicante, los de Segorbe y los del Colegio de Onteniente viajaron en el navío bautizado «Nuestra Señora de la Concepción», los de Gandía y Orihuela en el «San Juan», los procedentes del noviciado de Torrente y de la casa profesa de Valencia en el «Jesús Nazareno», los del Colegio de San Pablo de Valencia en el «San Quirse», mientras que los religiosos del Colegio de nobles se repartieron entre esta última saetía y la llamada «Nuestra Señora de la Misericordia».

 

25

Archivo General de Simancas (AGS), Gracia y Justicia, leg. 724, «Relación del viaje que ha hecho la escuadra de jabeques del Rey de que es Comandante el Capitán de fragata D. Antonio Barceló...», 26 pp. Incluye una relación con los nombres de los 570 regulares de los cuatro reinos de la Corona de Aragón, diferenciándolos por grado y agrupados en la embarcación donde realizaron el viaje.

 

26

Sobre el modo en que cobraron la pensión, las cantidades que percibieron extraordinarias y las incidencias que a lo largo de esos años surgieron, véase: FERNÁNDEZ ARRILLAGA, I., El destierro de los jesuitas castellanos, Junta de Castilla y León, 2004.

 

27

AGS, Gracia y Justicia, leg. 724, Carta de Félix Ramos a Julián de Arriaga de fecha 8 de mayo de 1767.

 

28

Para los jesuitas mallorquines fue acondicionado el jabeque «La Purísima Concepción» de 130 toneladas, y en él se colocaron los colchones transportados desde los respectivos colegios de Mallorca y de la residencia de Ibiza. En FERRER BENIMELI, J. A., «La alimentación de los jesuitas expulsos durante su viaje marítimo», en Homenaje a Antonio de Béthencourt Massieu, Ed. Cabildo Peninsular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1995, vol. I, p. 582.

 

29

AGS, Gracia y Justicia, leg. 724, Carta de Azpuru a Barceló, Roma 14 de mayo de 1767.

 

30

Barceló argumentó que las órdenes que traía del Rey eran terminantes a que se hiciera allí el desembarco de los religiosos; que éstos estaban padeciendo así de resultas del mareo, como por la suma estrechez con que se hallaban en sus buques en un tiempo tan cálido como el que se experimentaba; que empezaban a faltar los víveres para mantener a bordo tan crecido número de individuos; que las embarcaciones de guerra tenían que atender a otras precisas urgencias del Real Servicio y que era crecido el costo que causaban en la detención las fletadas, en AGS, Gracia y Justicia, leg. 724. Informe de Enriquez a Arriaga de fecha 22 de mayo de 1767.