Barcelona, 19 de
Marzo de 1870.
Escena
I
|
|
RECOVECO, que
aparece mirando por el arco que da al jardín, dando la
espalda al público. Luego MARIPOSA. Al levantarse el
telón, se oye repique de campanas, ruido de panderos,
zambombas y tamboriles, algazara y gritos de: «¡Viva don Fernando! ¡Viva
doña Isabel! ¡Muera la Beltraneja y afuera los
portugueses!» Una VOZ canta.
|
VOZ |
Burgos es hoy un
altar, |
|
y están por santos en
él, |
|
debajo la Beltraneja, |
|
y encima doña Isabel; |
|
porque las dos para Burgos |
5 |
son el diablo y San Miguel: |
|
el diablo, la Beltraneja, |
|
y el ángel, doña
Isabel. |
|
|
|
|
(Vivas, gritos, etc., durante los cuales RECOVECO, de pechos en la balaustrada,
parece ocupado en oir y mirar lo que pasa afuera. Á sus pies
tiene una linterna encendida. Las campanas cesan, los gritos se
alejan, y dice RECOVECO
poniéndose en escena:)
|
RECOVECO |
Ya espera él. ¿Si es
a maldita |
|
no irá por fin á la
iglesia? |
10 |
(Va de puntillas á mirar
por el ojo de la cerradura del aposento de DOÑA ANA, fondo
izquierda.)
|
Tiene luz en la
antecámara. |
|
Allí está... Vaya, se
apresta |
|
para irse...; está
acomodándose |
|
el rebozo en la cabeza. |
|
¡Toma la lámpara...:
bueno! |
15 |
Me desvío de la puerta, |
|
y me hago el desentendido, |
|
no vaya á entrar en
sospecha. |
|
(Vuelve á colocarse en el
antepecho del rompimiento, como cuando
apareció.)
|
|
|
MARIPOSA |
(Sale.)
|
¿Qué hará
aquí este redomado |
|
de mi San Miguel tan cerca? |
20 |
¡Hola! ¿Ahí
estáis, Recoveco? |
|
¿Qué hacéis
aquí? |
|
|
RECOVECO |
Tengo cuenta
|
|
con la casa. |
|
|
|
RECOVECO |
Y solo, y en Nochebuena; |
|
y en un tiempo tan revuelto |
25 |
es prudente estar alerta. |
|
|
|
MARIPOSA |
Cumplís vuestra
obligación. |
|
|
|
RECOVECO |
Debo al que paga obediencia. |
|
|
|
MARIPOSA |
¿Y os lo mandó el
prebendado? |
|
|
|
RECOVECO |
Al irse para la iglesia |
30 |
con doña Ana y maese
Juan |
|
¿No os dijo á vos que
allá fuerais? |
|
|
|
MARIPOSA |
Y allá voy; mas las
campanas; |
|
acaban de hacer la
seña. |
|
|
|
RECOVECO |
Es que cuando ellas acaban |
35 |
es cuando el oficio empieza. |
|
|
|
MARIPOSA |
Aun tengo tiempo de dar |
|
aquí una mano.
¡Qué idea |
|
(Desde aquí hasta el fin de
la escena, MARIPOSA
arregla su lámpara, recorta la echa con las tijeras que trae
en la cintura, etc., sirviéndose para ello de un taburete,
volviendo á encender la lámpara en la luz que
trae.)
|
la de ir á misa del
gallo |
|
con esta noche! |
|
|
RECOVECO |
Pudiera
|
40 |
suceder muy bien que no haya |
|
más que vosotros en
ella. |
|
|
|
|
RECOVECO |
Que se circunvala
|
|
el castillo con trincheras |
|
mañana; para lo cual |
45 |
esta misma noche llega |
|
don Alonso de Aragón |
|
con sus gentes, y se espera |
|
que intenten algún
arrojo |
|
los del castillo. |
|
|
MARIPOSA |
¡Para ésas
|
50 |
deben ya de estar los pobres! |
|
Puede que ya no se tengan |
|
en pie de hambre. |
|
|
RECOVECO |
Por lo mismo,
|
|
para procurarse cena, |
|
puede que el Encapuchado |
55 |
salga á dar una
carrera. |
|
|
|
MARIPOSA |
¿También vos
creéis en tantos |
|
milagros como le cuelgan |
|
á ese pobre
Encapuchado? |
|
|
|
RECOVECO |
¿Sabéis que anoche,
en la puerta |
60 |
del puente, con unos cuantos |
|
encapuchados que lleva, |
|
sorprendió á esos
almogávares |
|
de las corazas? ¡Y que
ésa |
|
es gente brava! ¿La
habéis |
65 |
visto? |
|
|
|
RECOVECO |
Vedla
|
|
cuando pase á dar la
guardia. |
|
es una milicia nueva |
|
que usa nada más
coraza, |
|
sin brazales y sin grebas; |
70 |
que lidia á pie y á
caballo, |
|
y que manda por la Reina |
|
un capitán
burgalés. |
|
|
|
MARIPOSA |
¡Bah! ¿Qué es
lo que me interesan |
|
á mí los de las
corazas, |
75 |
ni qué entiendo yo de
grebas |
|
ni de brazales? |
|
|
RECOVECO |
Es cierto.
|
|
Vos tirasteis por la iglesia, |
|
y de la gente de tropa |
|
no os curáis. Yo os
hablé de ésta, |
80 |
que es la mejor, porque
vieseis |
|
hasta dónde el valor
llega |
|
de ese audaz Encapuchado. |
|
|
|
MARIPOSA |
¿Cómo es posible que
quepa |
|
tanto brío en sólo un
hombre? |
85 |
|
|
RECOVECO |
Los hay que valen por treinta; |
|
y éste, con nueve que
tiene |
|
con él, para sus
empresas, |
|
parece que tiene nuevo |
|
demonios que lo protejan. |
90 |
¡Y hay quien lo cree...! |
|
|
MARIPOSA |
Lo que creo
|
|
que tiene, son dos
muñecas |
|
de hierro, y un corazón |
|
como no hay hoy muchos. |
|
|
RECOVECO |
Muestras
|
|
me vais dando, Mariposa, |
95 |
de ser algo Beltraneja. |
|
|
|
MARIPOSA |
Y vos, de tener buen miedo |
|
al Encapuchado, pruebas. |
|
|
|
RECOVECO |
¡Fuera así, y no fuera
extraño! |
|
Ya no soy hombre de guerra, |
100 |
y hoy al servicio de un
clérigo |
|
llevo una vida más
quieta |
|
y más santa. |
|
|
MARIPOSA |
En cuanto á santa,
|
|
que baje Dios y la vea. |
|
Se os sale lo de soldado |
105 |
por cima de la melena, |
|
y mancháis la nueva
vida |
|
con las mañas de la
vieja. |
|
|
|
RECOVECO |
¿Con cuáles? Por
agradaros |
|
las corregiré. |
|
|
MARIPOSA |
¡Una es ésa:
|
110 |
no podéis una palabra, |
|
que un chicoleo no sea, |
|
dirigir á las mujeres! |
|
¿De dónde sois? |
|
|
|
|
|
MARIPOSA |
Mucha miel parece que echan |
|
en la papilla á los
chicos |
|
las nodrizas
alcarreñas. |
|
|
|
|
MARIPOSA |
Porque son muy dulces
|
|
las palabras que babea |
120 |
vuestra boca, y están
agrias |
|
para vos las burgalesas. |
|
|
|
RECOVECO |
Las hay que en el dulce pican |
|
como moscas de colmena. |
|
|
|
MARIPOSA |
Las que piquen, estarán |
125 |
picadas; porque las buenas |
|
no comen miel porque temen |
|
que se las piquen las muelas. |
|
|
|
RECOVECO |
Las que hagan ascos al dulce |
|
de las mieles
alcarreñas, |
130 |
tendrán hecho el
paladar |
|
á escaramujos y á
gervas. |
|
|
|
MARIPOSA |
Con escaramujos y honra |
|
en Burgos nos alimentan |
|
los que, á quien se nos
atreve, |
135 |
agarran por las orejas. |
|
|
|
RECOVECO |
¿Son perros los
burgaleses? |
|
|
|
MARIPOSA |
No; pero agarran por ellas |
|
á los que buscan la
caza. |
|
|
|
|
|
RECOVECO |
Pues ¿no traen orejas
ellos? |
|
|
|
MARIPOSA |
Sí, pero las traen
cubiertas |
|
con las capuchas de noche. |
|
|
|
RECOVECO |
¡Ay Dios!...
¡Cómo capuchean |
|
las buenas mozas de Burgos! |
145 |
|
|
MARIPOSA |
Como aquí hace frío y
nieva, |
|
se encapuchan contra el viento |
|
de hacia Aragón. |
|
|
RECOVECO |
¡Ay si llegan
|
|
á saber los del Infante |
|
que tanto en capuchas piensan |
150 |
las muchachas hoy en Burgos! |
|
|
|
MARIPOSA |
¡Ay de aquel por quien lo
sepan! |
|
Siempre habrá un
encapuchado |
|
que les arranque la lengua. |
|
Guardad la vuestra. |
|
|
RECOVECO |
La mía
|
155 |
no tendrá nunca tal
pena, |
|
porque no dirá de vos |
|
más que elogios y
halagüeñas |
|
galanterías. |
|
|
MARIPOSA |
Guardáoslas
|
|
para otra que guste de ellas. |
160 |
|
|
RECOVECO |
Si no son de vuestro gusto, |
|
¿por qué os
estáis aquí oyéndolas? |
|
¿No me habéis vos
dirigido |
|
la palabra la primera? |
|
¿No lleváis
aquí perdida |
165 |
de vuestra misa la media |
|
hablando conmigo? |
|
|
MARIPOSA |
¡Cómo,
|
|
señor Recoveco, os
ciega |
|
la vanidad á los
hombres! |
|
¿No habéis visto en
más de treinta |
170 |
días que ha que
estáis en casa, |
|
que soy yo quien adereza |
|
este nicho, cuya
lámpara |
|
mantener con luz perpetua |
|
entra en mis obligaciones? |
175 |
Y ¿no veis que de no
haberla |
|
despabilado antes de irme, |
|
humearía la mecha, |
|
y me riñeran los amos |
|
cuando al volver lo
advirtieran? |
180 |
Y ¿no sabéis
además |
|
que, aunque obligación no
fuera |
|
mía, me la hubiera
impuesto |
|
yo misma por mi sincera |
|
devoción á San
Miguel? |
185 |
|
|
RECOVECO |
Y esa devoción extrema |
|
á San Miguel me ha
chocado. |
|
|
|
|
RECOVECO |
¿Por qué os llaman
Mariposa? |
|
|
|
MARIPOSA |
Porque me gustó dar
vueltas |
190 |
desde niña ante las
luces. |
|
|
|
RECOVECO |
Y ¿á quién
encendéis ahí ésa..., |
|
á San Miguel, ó
á su diablo? |
|
|
|
MARIPOSA |
No faltará quien
encienda |
|
luz á los dos, por si
aquél |
195 |
se duerme y Luzbel se suelta; |
|
mas la mía sólo
alumbra |
|
al Santo, porque en tinieblas |
|
tiene aquí al diablo,
teniéndole |
|
bajo del pie la cabeza. |
200 |
Pero á la cuestión
volviendo, |
|
porque la cuestión no era
ésta, |
|
y yo, aunque soy mariposa, |
|
en mis vueltas y revueltas |
|
no pierdo nunca mi luz... |
205 |
|
|
RECOVECO |
Volved; pero tened cuenta |
|
con no quemaros.
Decíais... |
|
|
|
MARIPOSA |
Decíaos que como entra |
|
en mi obligación cuidar |
|
de que esta luz sea perpetua |
210 |
para que alumbre de noche |
|
el corredor y escalera, |
|
no por platicar con vos, |
|
sino por ser mi faena, |
|
me paré á hacerla; y
ahora |
215 |
que veis que la tengo hecha, |
|
quiero advertirle antes de
irme, |
|
para que desde hoy lo sepa, |
|
que yo soy de condición |
|
de que, cuando hago una
hacienda |
220 |
con las manos,
ayudármelas |
|
necesito con la lengua. |
|
Conque ya veis que si he
entrado |
|
en plática la primera, |
|
no fué por hablar con
vos, |
225 |
porque si ahí no
estuvierais, |
|
yo con San Miguel ó el
diablo |
|
tenido que hablar hubiera. |
|
Conque ahora que he concluido, |
|
adiós, que os guarde para
hembra |
230 |
mejor que esta mariposa, |
|
que en vuestra luz no se
quema. |
|
|
|
RECOVECO |
Idos en paz, Mariposa; |
|
mas no olvidéis, pues sois
cuerda, |
|
que las mariposas son |
235 |
insectillos que no dejan |
|
rastro; porque siendo.
efímeras |
|
hijas de una primavera, |
|
ni hacen nido cual los
pájaros, |
|
ni miel como las abejas. |
240 |
|
|
MARIPOSA |
Quien os llamó
Recoveco, |
|
de ellos os vió el alma
llena. |
|
|
|
RECOVECO |
Quien os llamó
Mariposa, |
|
bien os vió dar muchas
vueltas. |
|
|
|
MARIPOSA |
¡Adiós! y guardad la
casa. |
245 |
|
|
RECOVECO |
¡Adiós! y cerrad la
puerta. |
|
|
|
MARIPOSA |
Adiós. |
(Aparte.)
|
(¡Mal rayo, me parta
|
|
si tú eres lo que
aparentas!) |
|
|
|
RECOVECO |
Adiós. |
(Aparte.)
|
(¡Si tú juegas
limpio...,
|
|
mala víbora me muerda!) |
250 |
|
|
|
(Vase MARIPOSA por
la escalera, puerta derecha; RECOVECO permanece inmóvil
mirando al cancel por donde se va MARIPOSA, hasta que siente el golpe de
la puerta de la casa, que se supone al pie de la escalera que
empieza en el cancel.)
|
Escena
II
|
|
RECOVECO.
Después el CAPITÁN.
|
RECOVECO |
¡Gracias
á Dios que se fué! |
|
¡Se me antoja que es al
diablo |
|
á quien ésta en el
retablo |
|
pone luz..., no sé por
qué!, |
|
Mas ya ha de estar impaciente. |
255 |
Le hago la seña... |
(Pone la linterna sobre la
balaustrada, con la luz hacia fuera, y mira y escucha por la
escalera que se supone rematar en el cancel.)
|
Ya sube.
|
|
Ahora cae como una nube |
|
sobre mí; pero
prudente, |
|
más que valiente, ha de
ser |
|
el que espía. |
|
|
CAPITÁN |
(Saliendo.)
|
¡Por mi alma,
|
260 |
que lo tomasteis con calma! |
|
|
|
RECOVECO |
Capitán, á esa
mujer |
|
fué preciso despistar. |
|
|
|
CAPITÁN |
¿Por qué tanto se
entretuvo? |
|
|
|
RECOVECO |
Tengo para mi que estuvo |
265 |
avizorando el lugar. |
|
¿Estabais vos bien
oculto? |
|
|
|
|
RECOVECO |
Si el ruido
|
|
más mínimo
habéis movido, |
|
ha dado ella con el bulto. |
270 |
|
|
|
RECOVECO |
Nos da quince
|
|
y falta; y aun temo que al
hopo |
|
nos viene; tiene de topo |
|
oídos, y ojos de lince; |
|
y desconfía de
mí. |
275 |
|
|
|
RECOVECO |
Tenéis el camino llano, |
|
como habéis visto hasta
aquí. |
|
|
|
|
RECOVECO |
En el plazo
|
|
que pude fué; es
menester |
280 |
abreviar para no ser |
|
cogidos en nuestro lazo. |
|
|
|
|
RECOVECO |
Bien;
|
|
de las cerrajas los muelles |
|
aceité bien; al
correlles |
285 |
no temáis que alarma
den. |
|
|
|
CAPITÁN |
Pueden en tu cuarto entrar |
|
seis corazas escogidos, |
|
sin ser vistos ni sentidos. |
|
|
|
RECOVECO |
¿Les queréis hacer
saltar |
290 |
á mi cuarto desde el
huerto? |
|
|
|
CAPITÁN |
Como yo he hecho; y desde
él |
|
que puedan á ese cancel |
|
acudir; pero no acierto |
|
cómo, tan fácil
estando, |
295 |
hasta ahora lo has detenido, |
|
|
|
RECOVECO |
Es que el pan que os doy
cocido |
|
tuve yo que ir amasando. |
|
Para poder del postigo |
|
del huerto falsear la llave, |
300 |
trabajó lo que Dios
sabe. |
|
Luego el clérigo
conmigo |
|
no se descuida. |
|
|
CAPITÁN |
Pues hoy
|
|
verá con quién se las
há. |
|
Explícame como
está |
305 |
la casa y sus usos. |
|
|
RECOVECO |
Voy
|
|
de todo á daros
razón. |
|
|
|
|
RECOVECO |
Aquí
|
|
(Puerta fondo
izquierda.)
|
habita el clérigo;
allí |
|
tiene ella su
habitación. |
310 |
Maluenda, que es mayordomo |
|
del cabildo, aquí
recibe |
|
á los colonos, y
escribe, |
|
de pergamino en un tomo, |
|
sus pagos y documentos, |
315 |
con ayuda de un copiante, |
|
sobre esa mesa; y delante |
|
de ella los da esos asientos. |
|
Y nadie esa puerta pasa |
|
más que Juan, á quien
aloja, |
320 |
y yo, cuando se lo antoja, |
|
por faenas de la casa. |
|
|
|
|
RECOVECO |
Lejos de aquí; en dos
salones |
|
del Norte, cuyos balcones |
325 |
á la parte opuesta dan. |
|
|
|
CAPITÁN |
¿Comunicarse no puede |
|
con Ana? |
|
|
RECOVECO |
No; el racionero
|
|
tiene el cuarto medianero |
|
con ella, y á mí me
cede |
330 |
el chiribitil de abajo, |
|
donde de noche me deja |
|
cerrado, y cierra esa reja |
|
además. |
|
|
|
|
|
RECOVECO |
Pretende
|
335 |
el vulgo, y va bien
quizá, |
|
que este caserón
está |
|
habitado por un duende |
|
|
|
|
RECOVECO |
Me ha parecido
|
|
algunas noches sentir |
340 |
con cautela ir y venir, |
|
evitando meter ruido. |
|
|
|
CAPITÁN |
Pues ese duende á
buscar |
|
vengo yo; y creo saber |
|
quién debe ese diablo
ser |
345 |
de esta casa familiar. |
|
|
|
|
CAPITÁN |
Lo vas á saber;
|
|
y si con mi intento salgo, |
|
yo te haré que seas
algo. |
|
|
|
|
|
|
CAPITÁN |
Óyeme bien: esta casa |
|
no es propiedad de Maluenda, |
|
aunque por ser de su hacienda |
|
finca vinculada pasa. |
|
|
|
|
CAPITÁN |
De don Lope
|
355 |
de Rojas. |
|
|
RECOVECO |
¿Del prebendado
|
|
que está á muerte
condenado? |
|
|
|
CAPITÁN |
Y allí donde se le
tope, |
|
bien se le puede á
través |
|
cruzar sin inconveniente;, |
360 |
y Maluenda es su intendente, |
|
y ella su querida es. |
|
|
|
RECOVECO |
¡Demonio! ¡Pues no son
flojas |
|
noticias! |
|
|
CAPITÁN |
Y he sospechado
|
|
que puede el Encapuchado |
365 |
ser también Lope de
Rojas. |
|
|
|
|
CAPITÁN |
Yo he notado estos
días
|
|
que de esta casa en circuito, |
|
es donde ha hecho ese maldito |
|
sus recientes
fechorías. |
370 |
Mi plan es cogerle
aquí, |
|
y quitarle la querida |
|
primero, y después la
vida. |
|
|
|
|
|
|
CAPITÁN |
Oye bien.
|
375 |
Los Revueltas y los Rojas |
|
homos siglos ha rivales, |
|
y escriben nuestros anales |
|
de las espadas las hojas. |
|
En cuatro generaciones; |
380 |
nos hemos aniquilado, |
|
y solos hemos quedado |
|
don Lope y yo; los pendones |
|
sigo de doña Isabel, |
|
porque él los de doña
Juana; |
385 |
y si faltamos mañana, |
|
él me hereda á
mí, y yo á él. |
|
|
|
RECOVECO |
Ahora me decís que
sí; |
|
mas habéis dicho sí y
no. |
|
|
|
CAPITÁN |
Es que mi padre casó |
390 |
dos veces; me tuvo á
mí |
|
de la primera mujer, |
|
que murió pronto; y muy
rica |
|
la segunda... |
|
|
RECOVECO |
Eso complica
|
|
ya la cuestión. |
|
|
CAPITÁN |
Vas á ver:
|
395 |
su segunda esposa era |
|
una Rojas; ¡peregrina |
|
mujer! Huérfana y
sobrina |
|
del padre de Lope. Fuera |
|
de poblado, en buen paraje, |
400 |
dió mi padre, que
cazaba, |
|
con el de Lope, que andaba |
|
con su familia de viaje. |
|
La gente de Rojas era |
|
poca, pero brava anduvo; |
405 |
mi padre, que de ver hubo |
|
una hembra tan de primera |
|
entre su gente, la echó |
|
mano, la sacó á la
rastra, |
|
la echó á grupas y
escapó; |
410 |
y paró en ser mi
madrastra. |
|
|
|
|
CAPITÁN |
En la centuria
|
|
nuestra, así es como se
vive; |
|
pero se da y se recibe. |
|
¡Cuál de los Rojas la
furia |
415 |
no sería al demandar |
|
mi padre la herencia de ella! |
|
Ya era madre, y fué su
estrella; |
|
se la tuvieron que dar. |
|
Para ellos era una mancha |
420 |
que hijos diera á los
Revueltas |
|
una Rojas; y tras vueltas |
|
mil, tomaron la revancha. |
|
Bajó mi padre al lugar |
|
para ir en la procesión |
425 |
de la Virgen de
Muñón, |
|
del castillo titular. |
|
Iba con él su mujer, |
|
su hijo de cuatro años,
yo |
|
de doce, y otros; salió |
430 |
la procesión, y al
volver, |
|
los Rojas sobre ella dieron; |
|
del chico se apoderaron, |
|
á la madre arrebataron |
|
y á mi padre
malhirieron. |
435 |
Ahora padres no tenemos |
|
Lope ni yo; mas es llano |
|
que él sabe qué es de
mi hermano |
|
conque á ver si le
cogemos. |
|
|
|
RECOVECO |
Comprendo ahora el afán |
440 |
con que le seguís la
huella, |
|
y el de apoderaros de ella, |
|
(Se
ríe.)
|
y el de hacer á maese
Juan. |
|
|
|
CAPITÁN |
Si hay diablo en la casa, es
él; |
|
y si es el Encapuchado, |
445 |
con su muerte habré
vengado |
|
á mi raza y á
Isabel. |
|
|
|
RECOVECO |
El modo es lo que aun no
entiendo; |
|
hiladme mejor el copo. |
|
|
|
CAPITÁN |
Es preciso ser muy topo... |
450 |
|
|
RECOVECO |
Pues lo soy; conque id
diciendo. |
|
|
|
CAPITÁN |
Como de esta casa el Rey |
|
datos sospechosos supo, |
|
en nombre del Rey la ocupo, |
|
ejecutor de la ley. |
455 |
Mi gente en tu cuarto dejo, |
|
á ti cerca, y subo
solo; |
|
le vendo, ocultando el dolo, |
|
honra y protección al
viejo. |
|
Con tus llaves en hora alta |
460 |
les prendo á ellos, me
apodero |
|
de las mujeres, y espero |
|
al del capuz. |
|
|
|
CAPITÁN |
Vendrá mañana
ó pasado, |
|
ú otro día; estando
quieto |
465 |
yo, y su prisión en
secreto, |
|
él caerá. |
|
|
|
|
RECOVECO |
Ni á él ni al mismo
Belcebú. |
|
|
|
CAPITÁN |
Pues yo le hago frente, y
tú |
470 |
le sujetas por detrás. |
|
|
|
RECOVECO |
¿Y si á alguien trae
el maldito? |
|
|
|
CAPITÁN |
¡Con qué poco te
embarazas! |
|
De un brinco mis seis corazas |
|
están aquí al primer
grito. |
475 |
|
|
RECOVECO |
¿Y si Juan ó el
prebendado |
|
despertase ó
resistiera? |
|
|
|
CAPITÁN |
Tú de la misma manera |
|
das sobre él. |
|
|
|
CAPITÁN |
Pues voy los seis á
emboscar. |
480 |
|
|
RECOVECO |
Cerrad mi cuarto, no fuera |
|
que como da á la
escalera |
|
le echaran ojo al pasar. |
|
|
|
CAPITÁN |
Por espía ibas ahorcado |
|
á ser, y yo me dí
trazas |
485 |
para hacer que en mis corazas |
|
ingresaras. Pon cuidado, |
|
porque va en esta jugada |
|
tu fortuna, y la fortuna |
|
no tiene más vuelta que
una |
490 |
y hay que asirla de pasada. |
|
|
|
RECOVECO |
Id tranquilo, Capitán, |
|
que yo sé á lo que me
obligo; |
|
y no tanteéis el
postigo |
|
sin ver si en la calle
están. |
495 |
|
|
CAPITÁN |
Fía en mí. |
(Vase por la puerta
derecha.)
|
|
|
RECOVECO |
¡Buena partida,
|
|
maestramente empeñada! |
|
Recoveco, en la jugada |
|
cuenta que te va la vida; |
|
pero no hay que olvidar nada. |
500 |
Ese cubo es muy macizo; |
|
ese retablo es postizo, |
|
y en torno de él
Mariposa |
|
gira tenaz... Pues es cosa |
|
de saber cómo se hizo. |
505 |
(Se dirige al retablo como para inspeccionarle, y antes de
que tenga tiempo de hacerlo, un golpe fuerte en la puerta de la
calle le detiene.)
|
¡Diablo! ¡Tan pronto!
¿Si habrán |
|
al Capitán atisbado? |
|
¡Bah! Hubieran
alborotado. |
|
¿Quién?... |
|
|
|
|
Escena
IV
|
|
JUAN, COLONIA y SIMÓN.
|
COLONIA |
No me gusta ese
sirviente. |
|
|
|
JUAN |
En la casa le conserva |
|
el prebendado por no sé |
|
quién que le
recomienda. |
525 |
A mí tampoco me gusta; |
|
pero es una ligereza |
|
juzgar por
fisonomías... |
|
Él sirve bien. |
|
|
|
JUAN |
Es conmigo;
|
530 |
extraño me considera |
|
porque no soy quien le paga, |
|
sino don Luis. |
|
|
COLONIA |
Pues debieras
|
|
hacérselo tú
notar |
|
á don Luis. |
|
|
JUAN |
Cosas son ésas
|
535 |
muy propias de los criados; |
|
pero hablemos de las nuestras. |
|
Pues á mi casa subimos |
|
porque estaba la más
cerca |
|
para ello, dadme el escrito |
540 |
y os le firmaré. |
|
|
COLONIA |
Incompleta es
|
|
la noción que de él
tienes, |
|
por lo que te he dicho apriesa |
|
en el atrio; léelo
bien, |
|
pues que tu dinero arriesgas |
545 |
con nosotros al firmarle. |
|
|
|
JUAN |
Mi bolsa y mi alma son
vuestras. |
|
El caudal que poseemos |
|
nos le hemos ganado á
medias; |
|
vos, labrando catedrales; |
550 |
yo, imaginaria
poniéndolas. |
|
No hablemos más. Dadme,
firmo, |
|
antes que el padrino vuelva. |
|
|
|
COLONIA |
¡Oh, hidalguía
generosa |
|
de las gentes de esta tierra! |
555 |
Ten; mas oye antes. Tenemos |
|
sólo la simple promesa |
|
del señor Obispo, y
sabes |
|
que el buen señor
está... fuera... |
|
|
|
JUAN |
Como ése hay muchos que
están |
560 |
ausentes, pero más
cerca |
|
de lo que á ellos
convendría |
|
y de lo que yo quisiera. |
|
|
|
COLONIA |
¿Es cierto que en el
castillo |
|
está? |
|
|
JUAN |
La noticia es cierta
|
565 |
por su mal y por el nuestro; |
|
y por eso en esta época |
|
la soldadesca, ojeriza |
|
tiene á la gente de
iglesia, |
|
hasta el punto que los
clérigos |
570 |
ya veis que no se presentan |
|
con sus trajes por la calle; |
|
porque como en connivencia |
|
creen que están con los
rebeldes, |
|
tienen que andar con cautela. |
575 |
|
|
COLONIA |
¿Tú crees que los del
castillo... |
|
|
|
JUAN |
Tendrán que darse por
fuerza. |
|
|
|
|
JUAN |
De política prudencia, |
|
matándole, no
darían |
580 |
los nuevos monarcas prueba; |
|
para crearse partido, |
|
necesitan indulgencia. |
|
|
|
COLONIA |
Comprendiéndolo así
yo, |
|
he aceptado las propuestas |
585 |
del Municipio. |
|
|
|
COLONIA |
El proporciona la piedra; |
|
nosotros haremos la obra, |
|
avanzando lo á que
asciendan |
|
los jornales, y poniendo, |
590 |
además, nuestra tarea. |
|
Así se hará la
capilla |
|
de la Concepción,
uniéndola |
|
con la de San Antolín |
|
y la de Santa Ana, mientras |
595 |
vamos poco á poco
alzando |
|
la torre de la izquierda. |
|
Podrá importar la
capilla |
|
cuento y medio de moneda |
|
castellana. |
|
|
|
|
JUAN |
Pues de mi herencia |
|
daré yo el medio y un
pico. |
|
|
|
COLONIA |
Medio habrá que dar en
prenda |
|
por el de Acuña; tu
firma |
|
medio millón
representa. |
605 |
|
|
JUAN |
Dadme la pongo. La causa |
|
(Toma el
pergamino.)
|
de la pobre Beltraneja |
|
se pierde. Doña Isabel |
|
será de Castilla Reina. |
|
Tendrá que indultar á
todos, |
610 |
y por mucho que entretengan |
|
la rebelión, ni seis
meses |
|
durará la resistencia. |
|
Volverá el señor de
Acuña |
|
para entonces. |
(Va a la mesa y firma en el
pergamino, que devuelve á COLONIA.)
|
|
|
COLONIA |
Así sea.
|
615 |
Finadas torre y capilla, |
|
si bien calculo, nos quedan |
|
á más de nuestros
salarios, |
|
once mil doblas zahenas. |
|
|
|
JUAN |
Tomad: por mucho que tarde |
620 |
el obispo Acuña, entera |
|
no se ha de gastar la suma. |
|
|
|
|
JUAN |
Y aun me restan
|
|
mil doblas para tomar |
|
estado. |
|
|
COLONIA |
¿Conque de veras
|
625 |
te casas? |
|
|
JUAN |
En cuanto rindan
|
|
los reyes la fortaleza, |
|
y en paz quedemos en Burgos. |
|
|
|
COLONIA |
Juan, aunque en esta materia |
|
no debe meterse nadie, |
630 |
excusa que yo me meta. |
|
|
|
JUAN |
Podéis bien; os
considero |
|
como si mi padre fuerais. |
|
|
|
COLONIA |
Pues bien; tú sabes que el
vulgo |
|
á nadie perdona. |
|
|
|
COLONIA |
Que nadie sabe
|
|
quién es ni de
quiénes venga. |
|
|
|
JUAN |
El racionero es tutor |
|
suyo y padrino, y de buena |
|
familia ser debe, siendo |
640 |
padrino suyo Maluenda. |
|
|
|
COLONIA |
Pues haz que él de su
familia |
|
y su caudal te dé
cuentas. |
|
|
|
JUAN |
Así me lo ha prometido; |
|
como judía no sea |
645 |
ni morisca, yo la tomo |
|
sin títulos de nobleza. |
|
Los nuestros son nuestras
obras, |
|
las suyas serán los de
ella. |
|
|
|
COLONIA |
Es cuenta tuya; perdona. |
650 |
|
|
JUAN |
Vuestra intención sé
que es recta; |
|
no hay de qué. |
|
|
COLONIA |
Pues buenas noches,
|
|
que ya sospecho que empieza |
|
del templo á salir la
gente, |
|
y anda la ciudad revuelta. |
655 |
|
|
JUAN |
Sentiría que un tumulto |
|
fuera de casa os cogiera. |
|
Vamos, irá á
acompañaros. |
|
|
|
COLONIA |
No; tú aquí, á
tu novia esspera. |
|
Adiós, Juan. |
|
|
|
(Vanse COLONIA y
SIMÓN.)
|
JUAN |
Cuando gustéis,
|
660 |
disponed de las monedas. |
|
|
|
Escena
IX
|
|
CAPITÁN,
RECOVECO y MARIPOSA.
|
RECOVECO |
(Á MARIPOSA.)
|
Vos me
mandasteis tirar, |
|
y yo tiré... |
|
|
MARIPOSA |
¡Habrá
insolencia!
|
|
¿Pensáis,
señor don espada, |
|
que por ser gente de iglesia |
745 |
la de esta casa, no
habrá |
|
quien os haga cara en ella? |
|
|
|
CAPITÁN |
Házmela tú, que la
tuya, |
|
á fe que no es nada
fea. |
|
|
|
MARIPOSA |
Volveos, Capitán, antes |
750 |
de que el prebendado vuelva. |
|
|
|
CAPITÁN |
Justamente vengo yo |
|
con él á hablar, y si
mientras |
|
vuelve quisieras decir |
|
a doña Ana que saliera, |
755 |
yo su vuelta aguardaría |
|
sin maldita la impaciencia. |
|
|
|
MARIPOSA |
Pero ¿qué os
habéis creído |
|
de doña Ana? Ya con
ésta |
|
van dos veces que os despacho |
760 |
de su parte. |
|
|
CAPITÁN |
A la tercera
|
|
va la vencida. |
|
|
|
CAPITÁN |
No hay fortaleza
|
|
ni mujer que no se rinda |
|
con tiempo y maña |
|
|
MARIPOSA |
No es hembra
|
765 |
mi señora que se rinde |
|
como un castillo, por fuerza. |
|
|
|
CAPITÁN |
Yo he de hablar con ella. |
|
|
MARIPOSA |
Es muda,
|
|
y no os volverá
respuesta. |
|
|
|
CAPITÁN |
Con que no sea sorda, basta; |
770 |
ya la hará yo que me
entienda, |
|
y se ablandará. |
|
|
MARIPOSA |
Ni blanda
|
|
ni dura podréis
cogerla, |
|
que es guinda que está muy
alta, |
|
tiene espinos que la cercan, |
775 |
y es de otro. |
|
|
CAPITÁN |
Mujer y fruta
|
|
saben mejor siendo ajenas. |
|
|
|
MARIPOSA |
Pues si á ésa
echáis piano, puede |
|
que os cercene la
muñeca... |
|
|
|
CAPITÁN |
¿Algún
clérigo? ¿Con qué? |
780 |
¿Con la cruz de la
muceta? |
|
|
|
MARIPOSA |
Dicen que siempre hay un
diablo |
|
que tras de una cruz acecha. |
|
|
|
CAPITÁN |
Ante la cruz de la espada |
|
no hay diablo que en pie se
tenga. |
785 |
|
|
MARIPOSA |
¡Ay de vos si el que
está al pie |
|
de ese San Miguel, se suelta! |
|
|
|
CAPITÁN |
Sólo se asusta á los
clérigos |
|
con los diablos de madera. |
|
¿ó ése es el
de la familia? |
790 |
¿Ó con su mano
maestra |
|
le ha tallado maese Juan? |
|
|
|
Escena
XII
|
|
MALUENDA y el
CAPITÁN.
MALUENDA se vuelve al
CAPITÁN y le dice
con calma y dignidad:
|
MALUENDA |
¿Por
qué ha sido la pendencia, |
845 |
Capitán? |
|
|
CAPITÁN |
A punto fijo,
|
|
señor clérigo, no
sé; |
|
yo le dijo no sé
qué, |
|
y no sé lo que él me
dijo; |
|
pero de mala manera |
850 |
de aquí echarme
pretendía, |
|
y yo, que á veros
venía, |
|
no quise antes de que os
viera. |
|
|
|
MALUENDA |
Y estabais en la razón. |
|
¿Conque venís
á tratar |
855 |
algo conmigo? Entablar |
|
podéis la
conversación: |
|
|
|
CAPITÁN |
Excusadme que me asombre. |
|
|
|
|
|
MALUENDA |
Soy clérigo; por
costumbre |
860 |
soy muy manso. |
|
|
|
MALUENDA |
Vosotros los militares, |
|
que hombres sois de vida
airada, |
|
soléis no tener en nada |
|
ni á clérigos ni
á seglares. |
865 |
Creéis que por pelear |
|
como osos y ser valientes, |
|
ya no hay en la tierra gentes |
|
que se os puedan comparar. |
|
Mas tiene el valor civil |
870 |
sobre el vuestro una ventaja, |
|
y es, que al hombre no rebaja |
|
con la ira, que es pasión
vil. |
|
Quien con fe se determina |
|
á obrar según su
conciencia, |
875 |
está sereno en
presencia |
|
del peligro, y le domina. |
|
¿Conque creo que
venís |
|
á darme una pesadumbre? |
|
|
|
|
MALUENDA |
Porque es la costumbre
|
880 |
de los hombres que
reñís |
|
por oficio, y un buen susto |
|
por dar á un hombre de
iglesia, |
|
iríais de aquí
á Silesia |
|
con grande afán y gran
gusto. |
885 |
De saber eso á pesar, |
|
yo de encima os he quitado |
|
á ese Juan, que,
¡á fe de honrado, |
|
os hubiere hecho sudar! |
|
|
|
|
MALUENDA |
Con tanto operario
|
890 |
tiene que habérselas
solo..., |
|
y hay gente de fuerza y dolor |
|
entre ellos. |
|
|
|
MALUENDA |
Y arquitecto: y como emplea |
|
tanta gente un edificio, |
895 |
siempre entra mucha de vicio, |
|
levantisca, y de pelea. |
|
Mas al caso; habéis á
verme |
|
venido para tratar... |
|
¿de qué? |
|
|
CAPITÁN |
En ello para entrar,
|
900 |
no sé cómo
componerme. |
|
|
|
|
CAPITÁN |
Lo es cuanto
|
|
puede serlo á un hombre
atento, |
|
dar á un noble un
sentimiento. |
|
|
|
|
|
MALUENDA |
¡Jesús mil veces!
Mirad... |
|
cuanto más tardéis en
ello, |
|
más tiempo con la agua al
cuello |
|
me tendréis; conque
acabad. |
|
|
|
CAPITÁN |
Pues bien: tengo por los Reyes |
910 |
de Castilla, don Fernando |
|
y doña Isabel, el mando |
|
de unas corazas; sus leyes |
|
debo leal de cumplir, |
|
y tengo orden de ocuparos |
915 |
la casa y de aseguraros, |
|
y os lo venía á
advertir. |
|
|
|
|
CAPITÁN |
¡Vive Dios!...
|
|
¿La noticia os da
contento? |
|
|
|
MALUENDA |
No, por cierto; mas lo siento, |
920 |
señor Capitán, por
vos. |
|
|
|
|
MALUENDA |
Por vos; esta casa
|
|
tiene un diablo familiar. |
|
|
|
CAPITÁN |
Y es con quien, yo quiero dar. |
|
|
|
MALUENDA |
Pues si algo con él os
pasa, |
925 |
no os podréis quejar de
mí, |
|
porque de ello os
avisé. |
|
|
|
|
MALUENDA |
¡No, á fe
|
|
y jamás al diablo vi! |
|
|
|
|
|
CAPITÁN |
Pues se dice
|
930 |
que sois famoso exorcista. |
|
|
|
MALUENDA |
No hay sacristán
hisopista |
|
con fe, que no le exorcice. |
|
|
|
|
MALUENDA |
¡Líbreme Dios de
capricho |
935 |
semejante! Yo os he dicho |
|
lo que hay. |
|
|
|
MALUENDA |
Porque dar no me conviene |
|
renta de casa; y aunque
ésta |
|
tiene ese algo, no me
cuesta |
940 |
Mas, por si tiene ó no
tiene, |
|
de noche nos encerramos |
|
en nuestros cuartos, y el
resto |
|
de las cámaras,
expuesto |
|
á nuestro huésped
dejamos. |
945 |
|
|
CAPITÁN |
(Aparte.)
|
(Ó este clérigo
está loco, |
|
ó me toma por juguete.) |
|
|
|
MALUENDA |
Con nosotros no se mete, |
|
pero nos fiamos poco. |
|
Ved: Juan mismo, aunque le
veje |
950 |
que lo sepáis, en
efecto, |
|
tiene ese fatal defecto; |
|
que aunque el diablo le
protege, |
|
sólo al diablo tiene
miedo. |
|
|
|
|
MALUENDA |
Es claro,
|
955 |
porque sólo por su
amparo |
|
pudo sacar siempre ledo |
|
ó ileso el cuerpo de
tanto |
|
zipizape. |
|
|
CAPITÁN |
(Aparte.)
|
(¡Habrá
inocente!
|
|
Para que al mozo no tiente, |
960 |
ver quiere si de él me
espanto.) |
|
Señor prebendado,
hablemos |
|
claros y acabemos pronto: |
|
no creo que seáis
tonto, |
|
ni que queráis que nos
demos |
965 |
cuerda uno á otro á
torcer. |
|
|
|
MALUENDA |
Me habéis dicho á
qué veníais, |
|
y yo á lo que os
exponíais |
|
con lo que venís á
hacer. |
|
Obrad ahora, señor |
970 |
Capitán. |
|
|
CAPITÁN |
Hay quien pretende
|
|
que vos de ese diablo ó
duende |
|
sois el amigo mejor; |
|
que esta casa es propia suya; |
|
que doña Ana es su
querida, |
975 |
y que aquí amparo y
guarida |
|
le dais los dos. |
|
|
|
|
MALUENDA |
Glorifico
|
|
al Dios cuya santa gracia |
|
os dió tanta
perspicacia, |
980 |
Capitán. |
|
|
CAPITÁN |
Y ratifico
|
|
lo dicho; y todas las hojas |
|
de la historia de que os hablo |
|
volviendo á un tiempo, ese
diablo. |
|
vuestro es don Lope de Rojas. |
985 |
|
|
MALUENDA |
¿El canónigo don
Lope, |
|
mi discípulo y ahijado? |
|
|
|
|
MALUENDA |
¿El condenado
|
|
á ser, donde se le tope |
|
cogido y ahorcado? |
|
|
CAPITÁN |
Ése.
|
990 |
Y ¿sabéis
quién creo que es |
|
el Encapuchado?... |
|
|
|
CAPITÁN |
Él, aunque os pese que
|
|
dé en ello. Ese hombre
osado |
|
que á matar de noche
viene |
995 |
á los del Rey, y que
tiene |
|
a Burgos amedrentado, |
|
don Lope sospecho que es; |
|
y el Rey, que acaso lo sabe, |
|
a que con Rojas acabe |
1000 |
me manda. |
|
|
|
|
MALUENDA |
No, en verdad.
|
|
Sé que don Lope está
huído, |
|
y para mi, ha delinquido. |
|
Toda la casa mirad; |
1005 |
y pues que es Rojas
sabéis |
|
el diablo, el encapuchado |
|
y el antecristo, amarrado |
|
llevadle sí lo
cogéis. |
|
(Pausa.)
|
|
|
|
MALUENDA |
Os lo estoy
|
1010 |
probando desde el instante |
|
en que me puse delante |
|
de vos, y una muestra os doy |
|
del valor civil, del cual |
|
os hablaba antes, mayor |
1015 |
que el del duelista mejor, |
|
sufriéndoos injuria
tal. |
|
¡Que doña Ana es la
querida |
|
de don Lope! ¡Que yo soy |
|
su encubridor, y que doy |
1020 |
aquí á asesinos
guarida! |
|
Ni eso podéis saber si
es |
|
cierto, ni si lo supierais, |
|
á un seglar se lo
dijerais |
|
sin que os tendiera á sus
pies. |
1025 |
¡Pobre don Lope, á
quien vi |
|
por los vuestros calumniado, |
|
perseguido, acorralado |
|
lo mismo que un jabalíl |
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Don Lope se había
metido |
1030 |
en la iglesia, en
jerarquía |
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clerical. |
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CAPITÁN |
Y se alzó un
día
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contra el Rey; se hizo
bandido. |
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CAPITÁN |
No; jamás
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le he visto; yo he estado
ausente |
1035 |
de aquí. |
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MALUENDA |
Como vuestra gente,
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¿le odiáis de
instinto no más? |
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CAPITÁN |
Odio á Rojas y á
otros ciento |
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como él, de su mismo
estado, |
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que la espada han
empuñado, |
1040 |
dando á la guerra
incremento. |
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MALUENDA |
Capitán, tenéis
razón; |
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muy descarriados andamos, |
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pero con los tiempos vamos, |
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y os haré una
reflexión. |
1045 |
Esta es tierra de valientes; |
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en Castilla siempre
están |
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los corazones calientes, |
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y si á la guerra se van |
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sin deber ir ciertas gentes, |
1050 |
son de tierra, y...
Capitán, |
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les habéis, tan
imprudentes, |
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estirado el cordobán, |
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que se les sube á los
dientes |
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la levadura de Adán. |
1055 |
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CAPITÁN |
Como lo sentís lo
habláis. |
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MALUENDA |
No así vos, que me
calláis |
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á lo que venís
primero. |
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MALUENDA |
A buscar á doña
Ana,
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1060 |
á quien tiempo ha
perseguís. |
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CAPITÁN |
Así es, como lo
decís; |
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yo la amo, y pues me lo allana |
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vuestra franqueza, yo os digo |
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que si a un plebeyo escultor |
1065 |
se la vais á dar, mejor |
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doña Ana estará
conmigo. |
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MALUENDA |
Nada en eso que ver tengo; |
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cosa es de vosotros dos |
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y de Juan; si ella por vos |
1070 |
le cambia á él, yo me
avengo. |
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CAPITÁN |
Cuando me llegue á
tratar... |
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CAPITÁN |
Ya veis
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que puedo ahora... |
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MALUENDA |
¿Queréis
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que se lo entro á
consultar? |
1075 |
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(Vase por la puerta del fondo. El CAPITÁN se asoma al ajimez para
cerciorarse que su gente está en el jardín, á
quien se refiere el «Ahí están».
Mientras él mira y dice sus dos versos siguientes, se
presenta á tiempo JUAN, por la puerta izquierda, con
espada.)
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CAPITÁN |
¡Ahí
están,
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y él me ayuda...; me las
pillo |
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con el cura, y al castillo! |
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(Al volverse, ve á JUAN, que, le dice:)
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Escena
XIII
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El CAPITÁN
y JUAN FERNÁNDEZ.
JUAN va á echar la
llave á la puerta del fondo izquierda, por donde se
fué MALUENDA; el
CAPITÁN le observa,
y conforme va comprendiendo lo que JUAN hace, se supone va discurriendo
lo que va á hacer, y es hacer pasar á JUAN del lado de la puerta de la
derecha, dejándole de espaldas á ella, sin que vea
á RECOVECO,
á merced de quien necesita dejarle el CAPITÁN.
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CAPITÁN |
(Aparte, viendo á
JUAN.)
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(No contaba ya
con él. |
1080 |
¡El mismo cierra la
puerta |
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al clérigo! Mas que
alerta |
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no vea allende el cancel |
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á Recoveco.) |
(Á JUAN.)
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¿Los dos
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que estemos solos aquí |
1085 |
queréis? |
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CAPITÁN |
Pues cerráis vos
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ésa, ésta me toca
á mí. |
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(Cierra la puerta izquierda por donde salió
JUAN, y tirando de la
espada, deja á JUAN
en el centro de la escena, de espaldas al cancel y un poco terciado
hacia el público, de modo que el retablo quede á su
izquierda, y más atrás de la linea de su hombro,
á él. La escena depende de la posición de los
actores.)
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JUAN |
Tuve el placer de escuchar |
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lo que aquí os plugo
decir |
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al clérigo, y como
echar |
1090 |
os quería antes, salir |
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no os quiero ahora dejar. |
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CAPITÁN |
Pues conversación tan
grata |
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podido habéis oír
toda, |
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ya sabéis de qué se
trata. |
1095 |
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JUAN |
De que se muere ó se
mata. |
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JUAN |
Me acomoda
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porque rara vez se empata. |
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(En guardia y entran.)
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JUAN |
Tal cual. Ahí van
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(Dos estocadas que para el CAPITÁN.)
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dos puntos. |
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CAPITÁN |
Muy altos son.
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1100 |
Donde las toman las dan. |
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(RECOVECO, desde
que han cruzado los dos hierros, ha ido viniendo á colocarse
de puntillas detrás de JUAN. Cuando el CAPITÁN ve que RECOVECO está ya preparado,
dice:)
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CAPITÁN |
Juego, y poned
atención. |
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(RECOVECO abraza
á JUAN por
detrás rápidamente, cogiéndole los brazos, y
sigue el CAPITÁN
poniéndole al pecho la espada.)
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Partida hecha. |
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(Se aparta el retablo, girando sobre la izquierda, saliendo
el ENCAPUCHADO espada en
mano; coge con la izquierda por el cogote á RECOVECO, y corriendo su espada sobre
la del CAPITÁN,
sorprendido, se la traba, le desarma, y dice poniéndole la
punta al pecho:)
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ENCAPUCHADO |
¡Falta un punto,
Capitán! |
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Escena
XIV
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Dichos y el ENCAPUCHADO. El ENCAPUCHADO pone el pie sobre la
espada del CAPITÁN.
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ENCAPUCHADO |
Capitán,
cuando se juega |
1105 |
tan mal, tan mala partida, |
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el alma al diablo se entrega; |
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y la de que él gane
llega |
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la vuestra, que está
perdida. |
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ENCAPUCHADO |
Que es el diablo familiar |
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de esta casa, y que ha
terciado, |
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el juego para igualar. |
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CAPITÁN |
Pero que aun no le ha ganado. |
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CAPITÁN |
Aun hay muchas
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1115 |
tal vez. |
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CAPITÁN |
Pues ¡juego! ¡A
mí mis corazas! |
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(El CAPITÁN
dice todo esto mirando á RECOVECO, que se va acercando al
cancel, y comprendiendo que va á dar la alarma á los
del CAPITÁN, que se
suponen estar en el huerto. Cuando lo ve ya pronto á
escapar, da el grito, pero en vez de subir los del CAPITÁN, llegan encapuchados
que aseguran á RECOVECO.)
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ENCAPUCHADO |
Perdisteis; son mis capuchas. |
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Vuestras corazas metisteis |
1120 |
en el huerto, y detrás de
ellas |
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mis capuchas yo; quisisteis |
|
seguir al diablo las huellas, |
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y era mal juego;
¡perdisteis! |
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Capitán de bandoleros, |
1125 |
que á clérigos y
seglares |
|
buscáis las vueltas
mañeros, |
|
y ni nobles ni pecheros |
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creéis á vosotros
pares: |
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Revuelta, cuyas corazas, |
1130 |
lanzas é infamadas
hojas |
|
de Burgos, con viles trazas, |
|
mancharon calles y plazas |
|
con la sangre de los Rojas: |
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yo soy ese Encapuchado |
1135 |
tras quien tanto habéis
corrido, |
|
con quien al fin habéis
dado, |
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y á un bando opuesto,
afiliado, |
|
contra vos hecho bandido. |
|
¡Maldito sea todo bando |
1140 |
que marcha de sangre en pos, |
|
rastro maldito dejando! |
|
¡Malditos nosotros dos, |
|
que los estamos cebando! |
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CAPITÁN |
¿Quién os los manda
cebar? |
1145 |
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ENCAPUCHADO |
Si os pudierais enmendar |
|
vos, no os hiciera yo guerra, |
|
mas quiero de vos librar |
|
lo que amo aún en la
tierra. |
|
Os cogí bajo el
cuchillo; |
1150 |
no ois salváis, aunque se
encuentren |
|
los vuestros ante el
rastrillo; |
|
vivo ó muerto, en el
castillo |
|
os hallarán los que
entren. |
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CAPITÁN |
Si la espada me
volvéis... |
1155 |
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ENCAPUCHADO |
De vos pende; aquí os la
tomo, |
|
y allá, arriba me
diréis |
|
si que os la vuelva
queréis |
|
por la punta ó por el
pomo. |
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CAPITÁN |
Perdí; la partida os
doy. |
1160 |
¿Quién sois?
¿Quién es quien me vence? |
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ENCAPUCHADO |
Ya os lo he dicho: el diablo
soy |
|
de la casa en donde estoy. |
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CAPITÁN |
No me hagáis que me
avergüence |
|
de haber esta noche sido |
1165 |
burlado, preso y vencido |
|
por un necio charlatán. |
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ENCAPUCHADO |
No moriréis,
Capitán, |
|
sin que sepáis quién
ha sido. |
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CAPITÁN |
Mientras me quede un instante, |
1170 |
siempre tengo yo esperanza. |
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ENCAPUCHADO |
Pues de vos pende que os
plante |
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libre del foso delante, |
|
ó ensartado en una
lanza. |
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¡Id! |
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(Los encapuchados se llevan al CAPITÁN y á RECOVECO.)
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