241
Véase el capítulo II de la Segunda Parte de Humanisme et Religión Chez Sor Juana Inés de la Cruz. La femme et la culture au XVII siécle de Marie-Cécile Bénassy-Berling, Editions Hispaniques, París, 1982, 107-121. No hay duda de que Teresa de Ávila conocía las Confesiones; ella lo menciona así en su Vida.
242
Las citas que siguen se hallan en Vida, 118, 124, 143, 214.
243
Vida, 214-215.
244
Respuesta, 794.
245
Véase, sin embargo, lo que dice de estos escritos penitenciales Ramón Xirau hablando, específicamente, del que aparece en el Libro de profesiones del convento de San Jerónimo redactado en los primeros meses de 1694: «no faltan expresiones que se refieren al "entendimiento"; no falta humor; no falta tristeza; no falta sentimiento de la libertad». En su Genio y figura de Sor Juana Inés de la Cruz, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1967 y 1970, 160.
246
En Autobiography. Essays..., 210.
247
Ibidem, p. 227. La cita que sigue se encuentra en las pp. 229-230.
248
Véanse los siguientes ejemplos: en Santa Teresa, «Todas [monjas] lo estaban conmigo, porque en esto me daba el Señor gracia: en dar contento adonde quiera que estuviese, y ansí era muy querida, y puesto que yo estaba entonces ya enemigísima de ser monja, holgábame de ver tan buenas monjas, que lo eran mucho...», Vida, 127. Y en Sor Juana: «Solía sucederme que, como entre otros beneficios, debo a Dios un natural tan blando y tan afable y las religiosas me aman mucho por él (sin reparar, como buenas, en mis faltas) y con esto gustaban mucho de mi compañía...», Respuesta, 728. La cita que sigue se encuentra en la p. 794.
249
Electa Arenal está estudiando en conventos españoles esta cuestión. Véanse sus trabajos: «Sor Juana Inés de la Cruz: Speaking the Mother tongue», en las actas del simposio sobre Sor Juana Inés de la Cruz y la cultura virreinal en The University of Dayton Review, vol. 16, N.º 2, Spring 1983, 93-105; y «The Convent as Catalyst for Autonomy: Two hispanic Nuns of the Seventeenth Century», en Women in Hispanic Literature. Icons and fallen Idols, ed. by Beth Miller, University of California Press, Berkeley, Los Angeles, London, 1983, 147-183. En sus muchas publicaciones, Asunción Lavrin también se ha ocupado de estos temas; véase por ejemplo: «Unlike Sor Juana? The Model Nun in the Religious Literature of Colonial Mexico», publicado así mismo en The University of Dayton Review, 75-92.
250
Una de las pocas instancias en que asoma el «feminismo» teresiano (mencionado por don Chicharro en su Introducción) es este pasaje: «Y hay muchas más que hombres, a quien el Señor hace estas mercedes, y esto se lo oí al santo Fray Pedro de Alcántara (y también lo he visto yo) que decía aprovechaban [las mujeres] mucho más en este camino que los hombres, y daba de ello excelentes razones, que no hay para qué las decir aquí, todas en favor de las mujeres», Vida, 475.