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Caballero cubierto.

Llámase así burlescamente al hombre descortés que no se descubre cuando lo exige la urbanidad, con alusion al Grande de España que goza de la preeminencia de ponerse el sombrero delante del monarca.

Caballo. -Parecer un caballo padre. Véase Garañon.

Tener más intencion que un caballo. Aplícase á la persona que es sumamente intencionada en todos sus actos, ó en aquél tan sólo de que se trata, aludiendo á esa cualidad, una de las más distintivas en dicho animal.

Tener más alma que un caballo.

Se aplica comunmente á las personas indolentes, flemáticas o impertérritas, de las cuales se suele decir también que tanto se les da por lo que va como por lo que viene.

Tener la conciencia de un caballo.

No tener conciencia alguna.

Como un. caballo enfrenado.

Dícese de aquella persona que está completamente sujeta y rendida á la voluntad de ótra, á la manera que obedece el caballo á las riendas manejadas por el jinete.

Ahí va, como el caballo de copas.

Exp. fam. que se suele usar cuando se da ó echa alguna cosa, aludiendo á la costumbre que había antiguamente, y que aún se practica hoy en día por algunos grabadores, de poner las palabras Ahí va en la carta ó naipe del caballo de copas.

Cabello. -Ponerse los cabellos tan altos.

Erizarse ó levantarse por, algun susto, espanto ó terror.

Como un cabello.

Sumamente delgado.

Caber. -No cabe más, ó Es cuanto cabe.

Exp. fám. con que se suele ponderar lo perfecto, pulido, acabado, oportuno, apto y conveniente de alguna persona ó cosa para el objeto á que se la destina.

Cabeza. -Más vale ser cabeza de raton que cola de leon.

Ref. que denota que es más apreciable ser el primero, y mandar en una comunidad ó corporacion, aunque pequeña, que ser el último en otra mayor.

Cabra. -Parecer una cabra.

Aplícase regularmente á los muchachos traviesos, retozones, y saltarines, por parecerse á las cabras cuando andan trepando y triscando por los montes.

Ir uno tras otro, como las cabras.

Seguir fiel y dócilmente las pisadas de ótro, ya en sentido material, ya figurado.

Caco. -Ser más ladron que Caco.

Ser muy aficionado á retener lo ajeno contra la voluntad de su dueño, aludiendo á aquel personaje fabuloso de este nombre, hijo de Vulcano de quien refiere la mitología que habiendo hurtado cierto dia unos bueyes á Hércules, y metidolos en su caverna á reculones para que el dueño no pudiese hallarlos fácilmente, al pasar el resto del ganado se puso á mugir uno de los encerrados con lo que fué descubierto el hurto, lo cual sabido por Hércules, le estimuló á hundir la puerta de la caverna, y matar al ladron.

¡Lástima que en nuestros dias existan tantos discípulos de Caco, y no se encuentre siquiera medio Hércules pará un remedio!

Caer. -Como quien se cae y se agarra.

Fr. fam. que se aplica al que hace su negocio con disimulo y aparentando no cuidarse del asunto, como aquél que fingiendo caerse se ase al propio tiempo del primer objeto que encuentra á mano para no causarse daño.

Cagajon. -Parece un cagajon de arroyo.

Fr. baja y popular con que se manifiesta desprecio hacia alguna persona.

Caiman. -Es muy caiman.

Aplícase á la persona astuta y disimulada que afecta sencillez para llevar á cabo sus intentos. V. Cocodrilo.

Cain. - Es más malo que Cain.

Aplícase á las personas malvadas, ó á los muchachos por extremo traviesos, con alusion al primer homicida que hubo en el mando, segun consta de la historia sagrada, el cual mató á su hermano Abel por envidia de su virtud.

Cajon. -Parecer un cajon desastre.

Aplícase á la persona ó libro que encierra especies inconexas y desordenadas, á la manera del cajon de un sastre donde se hallan retales de diferentes clases, tamaños y colores, revueltos y confundidos. Dícese tambien de aquel lugar a objeto cuyas partes ó elementos componentes se hallan mezclados y barajados en el mayor desórden.

Cal. -Ser de cal y canto.

Aplícase á las personas y cosas de suma resistencia y fortaleza, con alusion á las paredes así formadas.

Calabaza. -Salir una calabaza.

Aplícase al hecho de no corresponder una persona ó cosa al juicio que úno tenía preconcebido de ella.

Tener cascos de calabaza.

Ser casquivano.

Calaínos.-Dársele á úno de alguna cosa lo mismo que de las coplas de Calaínos.

Fr. con que se da á entender el poco caso y aprecio que se hace de aquello de que se trata.

Caldera. -Es una caldera.

Aplícase al reloj de bolsillo sumamente abultado. Con este motivo ha inventado en nuestro idioma el vulgo un término tan chistoso como gráfico, llamando á esta clase de relojes calderómetros.

Caldera de Pedro Botero, ó Botello.

El infierno. Covarrubias sospecha que este sujeto fué un tintorero que usó de una caldera descomunal.

Caldo.-Ser alguna cosa más transparente que caldo de sopista.

Ser sumamente delgada; y en estilo metafórico, Ser tan clara y evidente, que su sentido á nadie puede ocultarse. Alude á la pobreza de la mayoría de los estudiantes, razon por la cual la sopa que comen suele tener de todo, ménos de sustancia.

Como caldo de altramuces, ó de zorra, que está frio y quema.

Ref. que se aplica á ciertos dichos y expresiones que, aún cuando parecen suaves, encierran sentido picante y ofensivo, aludiendo á lo cálida que es el agua donde se ponen á remojar y los altramuces, y á lo perjudicial que es el a uso del vino aunque sea agradable al paladar, cuyo exceso en la bebida, ó sea embriaguez, es tambien llamado por el vulgo, zorra.

Calentador.

Suele decirse de un reloj de faltriquera demasiado abultado, que es un calentador.

Calepino. -Sabe más que el calepino.

Dicho que se usaba antiguamente entro los escolares, especialmente de gramática latina, para calificar de buen humanista á aquél á quien se lo aplicaban, con alusion al Diccionario de varias lenguas llamado Calepino por haberlo compuesto Fray Ambrosio Calepino ó de Calepio pueblo de la provincia de Bérgamo en Italia.

Esta obra vió la luz pública por vez primera en Reggio el año de 1502. Posteriormente se hicieron infinitas ediciones corregidas y aumentadas hasta el extremo de contener en sus columnas la correspondencia de las palabras en once lenguas.

Fr. Ambrosio murió el año de 1511, á los 76 de edad.

Cama.-Más vale buena fama que cama dorada.

Ref. con que se da á entender ser preferible el buen nombre á todas las riquezas imaginables, como lo atestigua Salomon al cap. XXII, v. 1 de sus Proverbios, y de donde lo tomaría probablemente Cervántes (Quij. p. II), si ya no es que el pueblo lo usaba como ref., cuando dijo: Más vale el buen nombre que muchas riquezas.

Camaleon. -Ser como el camaleon.

Fr. con que se denota que un hombre muda fácilmente de pareceres ó doctrinas cada y cuando que el interes propio ó el espíritu de adulacion le impele bajamente á ello.

La causa que ha movido al vulgo para constituir á este reptil en emblema del hombre voluble á impulsos del interes ó de lit lisonja, es la particularidad que tiene dicho animal de ostentar alternativamente distintos colores. Segun unos naturalistas, cada pasion imprime á la piel de este animalejo un color diferente, observándose que en la alegría lo presenta verde esmeralda con listas parduzcas y negras; en el temor, amarillo pálido; en la cólera, oscuro y amoratado; si lo tocan, se cubre al punto de manchas negruzcas; y si se le envuelve en un lienzo ó pedazo da tela, luégo se amortiguan dichos colores. Segun ótros, proviene tal variedad de los reflejos de luz producidos por los objetos que le rodean, á causa de la tersura de su piel.

Sustentarse del aire como el camaleon.

Dícese de la persona a quien para el mantenimiento de la vida le basta con alimentarse escasa y tardíamente. Tambien se dice de aquél á quien presta poco la comida, que parece que se sustenta del aire etc., con alusion á la costumbre que tiene dicho animal de alargar la lengua fuera de la boca por un gran espacio de tiempo, á fin de que la cubran las hormigas y podérselas comer de una vez.

Camándula. -Tener más cuentas que una camándula.

Ser muy bellaco; tener mucha trastienda.

Camello. -Más fácil es que pase un camello por el ojo de una aguja, que no que éntre un rico en el reino de los cielos.

Fr. que se registra en la Sagrada Escritura (Mat. XIX, 24), y que ha llegado á ser proverbial, para significar lo absolutamente difícil ó casi imposible que se hace la salvacion de un rico avariento.

Algúnos, hallando más proporcionada la comparacion, entienden por la palabra camello un cable ó maroma gruesa con que se amarran las naves contra el furor de las tempestades, que eso significa, tambien la voz griega, kamélos, y de este sentir es el sabio Teofilacto. Otros quieren que aluda en esta ocasion el Salvador á una puerta de Jerusalen llamada Ojo de aguja, de tan corta elevacion que no podía pasar por ella un camello si no era arrodillado y deponiendo ántes la carga. Cualquiera de los dos términos de comparacion es á cual más expresivo: pues si el camello (animal) podía pasar, aunque con trabajo, por el Ojo de aguja, (puerta), tambien el camello (cable) puede pasar, desbaratado en hebras una tras otra, por el ojo de una aguja (instrumento de coser). Más claro: que depuesta la carga de las riquezas para repartirlas entre los pobres, es como únicamente podrán ingresar los ricos en el reino de los cielos.

Ser más giboso que un camello.

Ser sumamente jorobado.

Camino de Santiago tanto anda el cojo como el sano.

Ref. que se dice de los que se juntan para ir en romería, pues, como se van esperando únos á ótros, todos consiguen llegar á un mismo tiempo, aunque no sean de igual robustez, salud y aguante.

Camisa. -Más cerca está la camisa de la carne que el jubon. Ref. V. Más cerca están mis dientes que mis parientes.

Campana.-Cual es la campana, tal la badajada.

Ref. que enseña que las acciones son más ó menos sonadas ó escandalosas segun la calidad de las personas que las ejecutan.

Parecerse á la campana, que llama á los fieles á la iglesia y ella se queda fuera.

Dícese por los que exhortan á ótros á hacer aquello mismo de que ellos huyen, como lo atestigua nuestro antiguo refran: No entra en misa la campana, y a lodos llama.

De esta clase de hombres, esto es, de los que predican bien y obran mal, decía Zenon que se parecían á la moneda de Alejandría, bien acuñada, pero de baja ley; no faltando algun Santo Padre que los comparara á un cedazo que conserva el salvado y da la harina. Tenemos otro ref. de sentido idéntico al ya enunciado, que dice: Como tablilla de meson, que á todos alberga, y ella quédase á la puerta.

Camuesa. -La mujer y la camuesa por su mal se afeitan.

Ref. con que se denota que los afeites en las mujeres se usan comunmente para encubrir ó disimular sus deféctos; aludiendo á la camuesa, que cuando está más colorada y parece mejor, suele hallarse podrida por dentro.

Tal es la definicion del Diccionario de la Academia. apoyada en la causa que ella encuentra para esta comparacion. Veamos ahora cómo enuncia y explica este refran el doctor Luis Galindo en su nunca bien ponderada obra Sentencias filosóficas, i Verdades morales, que otros llaman Prouerbios ó Adagios castellanos6 tomo 1, núm. 108.

Dice así:

«La mujer y la cereza por su mal se afeitan.

Pónense de venta (dice S. Jerónimo) y para que se vendimie su honestidad y perezcan más fácilmente las doncellas que se arrebolan. Y no pudo más graciosamente pintarlo nuestro castellano que por esta su comparacion. Porque así como la cereza y frutillas tempranas en comenzando á colorear convidan á los deseosos y llaman á los compradores á que les echen mano, así la mujer que se afeita da indicios de su madurez y publica que está de sazon al apetito de los que a miran, y da entrada al atrevimiento contra su honestidad. Y lo que por palabras no pudieran, por ser contrario ay encogimiento natural, solicitan por el sobrescrito y señas que pintan con los cuidados del afeite. Y así el Comendador Griego da la razon á este refran y dice: «La mujer porque es requerida, y la cereza porque es comida».

Canal. -Abrir ó Hender en canal.

Dividir ó separar violentamente, de arriba á abajo y en dos mitades iguales un objeto cualquiera, como sucedería, v gr., con un cuerpo cilíndrico hueco, cada una de cuyas dos partes así separadas tendría la forma de una canal.

Canasta. -Vaciarse como una canasta.

Dícese de aquellos que padecen excesivo flujo de vientre, y tambien de los que hablan sin reflexion ni comedimiento alguno cuanto se los viene á la boca.

Cancerbero. -Parecer un cancerbero.

Aplícase fam. al portero soez y brutal, ó al custodio severo, intratable é incorruptible, con alusion al perro de tres cabezas que, segun la mitología, guardaba la entrada de los infiernos, llamado Cancerbero ó Cerbero.

Candela. -Alegría secreta, candela muerta.

Ref. que enseña que así como la candela muerta ó apagada no presta utilidad alguna, de igual manera no puede llamarse verdaderamente alegría el gusto que no se comunica y celebra con los amigos.

Candelilla.-Sus ojos parecen dos candelillas. V. Tener los ojos como candiles.

Candil. - Puede arder en un candil.

Esta locucion en su orígen servía únicamente para expresar la excelencia de un vino generoso, exquisito, suponiendo que por abundar en él la parte espirituosa ó alcohólica pudiera arder como aceite en un velon ó candil. Hoy nos servimos de esta expresion para ponderar la bondad ó excelencia de alguna persona ó cosa, y más comunmente la sagacidad, destreza, malicia ó truhanería de cualquiera de ellas.

Tener los ojos como candiles.

Fr. fam. que se suele aplicar á los niños cuando están muy despabilados y cuesta trabajo el hacerles coger el sueño.

Candil sin torcida, mujer sin guarida.

Ref. que enseña la triste situacion en que se encuentra toda mujer que no tiene medios ó recursos á que apelar para librarse de cualesquier peligros que puedan sobrevenirle, como sucede al candil que no tiene torcida, el cual para nada sirve, segun lo acredita aquel otro ref. que dice: ¿Qué aprovecha candil sin mecha?

Cangrejo.-Andar, ó Adelantar como el cangrejo.

Ir hácia atras. Usase más frecuentemente en el sentido figurado que en el recto.

Canilla. -Irse como una canilla, ó de canilla. V. Vaciarse como una canasta.

Tener las piernas, ó los brazos como canillas.

Tenerlos sumamente delgados, como si, careciendo de carne, estuvieran tan sólo en los huesós y el pellejo.

Canino. -Tener hambre canina.

Aplícase á aquél que tiene ansia extremada de comer, como sucede con el can ó perro, cuya voracidad es tal que nunca se encuentra harto.

Canjilon. -Como los canjilones de noria.

Dícese de todo aquello que sufre alternativas ó vicisitudes contrarias, como sucede con los canjilones de la noria cuando da vuelta la rueda, que miéntras los únos se llenan de agua., los ótros la están vaciando.

Cánon. -Estar alguna cosa más manoseada que las hojas del cánon.

Hallarse ajada y deslucida en fuerza de ser manoseada, como sucede con las hojas del cánon en el misal, pues miéntras las ótras no se usan con tanta frecuencia, y algúnas sólo una vez al año, aquéllas se manejan diariamente.

Canónigo. -Llevar, Pasar ó Tener una vida de canónigo.

Con descanso y regalo.

En nuestros dias puede pasar esta fr. por irónica, toda vez que tan léjos de percibir dicha clase la mezquina renta que le ha quedado asignada por el Gobierno como indemnizacion á las fincas y demás bienes que lo fueron incautados, hace cuatro años que no vemos los prebendados un céntimo siquiera de nuestro beneficio eclesiástico. Si con tan tristes como incalificables premisas se puede llevar una vida de descanso y regalo, quemo desde ahora mis libros, y confieso paladinamente que no sé dónde tengo mi mano derecha.

Caña de pescar.

Con dos tines distintos suele compararse á algunos individuos á la caña de pescar: en un caso, para dar á entender lo alto delgado de y su estatura; en otro, para manifestar su sagacidad y destreza en dar pronta, acertada y lucrativa cima á sus negocios.

Cañon de órgano. -Tener las tripas como cañon de órgano.

Tenerlas vacías; esto es, no haber comido.

Caoba. -Todo árbol es madera, pero el pino no es caoba.

Ref. V. Metal.

Capa. -Como la capa del estudiante.

Aplícase á cualquier prenda de ropa llena de remiendos abigarrados, como canta aquella estrofa antigua


    La capa del estudiante
parece un jardin de flores,
toda llena de remiendos
de diferentes colores.

En el campo de Barahona más vale mala capa que buena azcona.

Ref. con que se da á entender que la exposicion de ser robado se evita mejor en los parajes peligrosos llevando traje de pobre, que echándola de valiente y blandiendo las armas. Azcona es voz vascongada, que significa dardo ó arma arrojadiza.

En invierno no hay amigo como una capa.

Cuéntase que hallándose Sócrates un invierno bastante riguroso rodeado de gran número de amigos, ninguno de éstos echó de ver que el ilustre filósofo carecía de capa con que abrigarse. Pasada la estacion del frio, como quiera que otro sabio amigo suyo celebrase la dulzura de su carácter y su profundo talento, pretendiendo atribuir á ellas cualidades la causa de que se viera constantemente rodeado de sus adeptos, Sócrates le contestó con cierta ironía mezclada de amargura: Bien podrá ser así; pero desengañáos que en invierno no hay amigo como una capa.

Caracol.-Estar metido en su concha como el caracol.

Aplícase á aquél que no es aficionado á salir de su casa, ó á tomar parte en cargos públicos. Es tipo asaz gráfico del egoísta.

Hacer caracoles, ó como el caracol.

Dar vueltas á una parte y á ótra torciendo el camino.

No dársele á uno dos caracoles. No valer un caracol, ó dos caracoles. V. Bledo.

Caramelo. -Más dulce que un caramelo.

Sumamente afable, si se trata de personas; y dulce por extremo, si de manjares.

Carbon.- Como un carbon.

Sumamente negro, ó sucio.

Carbonero. -Tener la fe del carbonero, ó, Su fe es como la del carbonero.

Dícese de aquella persona cuya fe es tan sencilla en materias de religion que sin ningun género de exámen ni discusion científica, abraza ciegamente la doctrina do J. C. propuesta y explicada por la Iglesia católica. Su orígen es el siguiente.

Cuéntase que habiendo ido á llevar carbon á cierto convento un hombre dedicado á este oficio, cuya sencillez se llamaba la atencion de todo el mundo, uno de los frailes se propuso reirse aquel día á costa del bienaventurado, con cuyo motivo le preguntó qué era lo que creía acerca del misterio de la Trinidad. -Creo, contestó aquel infeliz lo que tiene y enseña la Santa Madre Iglesia: Un Dios en la esencia, y trino en de las personas. -Pero ven acá, inocente, le replicó el fraile para tentarlo; ¿no comprendes que es un absurdo el que uno sea tres, y que tres sean uno?-No hay tal absurdo en ello, padre, ó yo no sé donde tengo mi mano derecha.-Y diciendo y haciendo, cogió una de las extremidades de la capa que llevaba puesta -y doblándola en tres partes, exclamó: -Un paño en tres dobleces, y tres dobleces en un paño; -con lo que dejó confuso y corrido al bueno del religioso.

Cardillo. -Tener la cabeza como espuerta de cardillos.

Aplícase á la persona que lleva el cabello ensortijado con cierto desórden, ya sea natural ó artificialmente, con alusion á la vista que ofrece la reunion de aquellas plantas revueltas entre sí cuando están puestas á la venta.

Cardona. -Ir más listo que Cardona.

Andar con suma ligereza.

Carmin.-Más encendido que el carmin.

V. Ponerse más colorado que un pavo.

Carnero. -Tan presto va el cordero como el carnero.

Ref. que enseña no deber fiarse mucho de la mocedad, pues tan pronto muere el mozo como el viejo.

Como el carnero encantado, que fué por lana y volvió trasquilado.

Ref. que se aplica al que emprende algun negocio ó acomete alguna empresa de que se lisonjeaba salir ganancioso ó lucido, y vuelve, por el contrario, perdido y abochornado.

Carnicería. -Parece carnicería.

Explica el gran desórden y confusion que resulta de hablar muchos á la vez sin poderse entender únos á ótros, como suelo suceder en las carnicerías.

Carreta.-Más tiran dos tetas que dos carretas.

Ref. con que se manifiesta el influjo y predominio tan activo que tiene la voluntad ó insinuacion de la mujer en todos los lances de la vida. Algúnos dicen: Más tiran tetas que sogas cañameñas.

Carretero. -Jurar como un carretero.

Blasfemar ó echar muchas maldiciones, segun costumbre reprensible de los que ejercen aquel oficio.

Carro. -No lo mueve ni el carro de la basura.

Dícese de aquellos sujetos por extremo indolentos para quienes no hay estímulo alguno bastante á ponerlos en accion.

Carta. -Tanto se peca por carta de mas como por carta de ménos.

Ref. V. Tanto es lo de mas como lo de menos.

Cartilla. -Saber una cosa como la cartilla.

Saberla al pie de la letra, y sin dificultad ó tropiezo alguno.

Casa. -Entrar como por su casa.

Venir ancha y muy holgada alguna cosa; meterse con demasiada facilidad en ótra, como el calzado, vestido, etc.

Mucho gasta el que va y viene, pero más el que casa mantiene.

Ref. que pondera los, gastos del mantenimiento de una casa sobre los de los viajes. Nó en balde se dijo por alguno que, los gastos de una casa se parecen á las penas del infierno, porque nunca se les ve el fin.

Mi casa, mi cama, mi mujer.

Ref. que manifiesta no haber cosa comparable con ninguna de la misma especie á que pertenecen estas tres, cuando son propias.

Casarse. -Para reñir, lo mismo que para casarse, se necesitan dos.

Fr. prov. que se aplica familiarmente á todo aquel negocio que no pueda ser llevado á cabo sin la concurrencia de dos individuos, como sucede para que se verifique un casamiento ó una riña. Por eso tambien dice otro ref.: Cuando úno no quiere, dos no barajan.

Cascabel. -Ser un cascabel.

Tener poco juicio y asiento.

Cascajo. -Estar hecho un cascajo.

Aplícase á la persona ó cosa que está sumamente vieja y quebrantada.

Cáscara. -Gente de la cáscara amarga.

V. Gente del bronce.

Casco. -Se parecen los cascos á la olla.

Ref V. Como canta el abad responde el sacristan.

Casta. -Más hay de su casta que de la mia.

Exp. fam. en que se suele prorumpir cuando se lamenta una persona á causa de consumirse algun género ó romperse algun objeto, dándole á entender lo fáciles que son de reponer aquellas desapariciones cuando aún quedan existencias de su clase en el comercio.

Castaña. -Parecerse una cosa á otra como un huevo á una castaña.

Ser completamente disímiles.

Castaño. -Eso pasa de castaño oscuro.

Dícese de cualquiera accion que, en fuerza de ser abusiva, llega á hacerse intolerable.

Castañuela. -Ser, ó Estar como unas castañuelas.

Ser, ó estar muy alegre, y divertido, aludiendo á ser ésta la condicion del que las toca.

Castillo. -Como quien hace castillos en el aire.

Aplícase á los que viven de meras ilusiones.

Como quien levanta castillos de naipes.

Dícese de aquéllos que con medios débiles é ineficaces se proponen alcanzar resultados sólidos y positivos.

Es como el castillo Chuchurumbé, que miéntras más se mira ménos se ve.

Aplícase fam. á todo aquello que cuanto más se estudia, analiza ó considera, se comprende ménos; y alude á las mismas palabras susodichas de que se valen los charlatanes citando enseñan el titirimundi ó mundonuevo, para excitar así más la admiracion de los incautos.

Catedral. -Ser alguna cosa la obra de la catedral.

Aplícase á todo aquel trabajo ó labor que tarda mucho tiempo en llevarse á cabo, como sucede á los edificios de esta naturaleza. Tan cierta es esta proposicion, que entre más de 60 catedrales que hay en España, quizás no se encuentre úna de la cual se pueda decir en todo rigor que se halla concluida, al cabo de tantos siglos como llevan algúnas de edificadas.

Caton. -Es un Caton.

Aplícase al hombre sabio, grave, pensador, ó que afecta serlo, con alusion á Marco Porcio Caton, romano, célebre por la austeridad de sus máximas y costumbres, por su valor, y por sus escritos. Fué Censor en Roma, por lo cual se le suele conocer con el dictado de Censorino, y floreció cerca de 200 años ántes de la venida de J. C. al mundo.

Cavador. -Tener manos de cavador.

Dícese de aquella persona que las tiene toscas ó callosas.

Cebada. -Desear una cosa tanto como la cebada una mula de alquiler.

Dícese así porque las caballerías de alquiler son regularmente maltratadas por sus dueños, y se hallan casi siempre hambrientas.

Cecina. -Estar como cecina.

Aplícase á la persona ó cosa que se halla sumamente enjuta.

Cedazo. -Muy ciego es el que no ve por tela de cedazo.

Ref. que manifiesta como hay cosas de suyo tan claras y perceptibles, que sólo una persona muy torpe puede dejar de penetrarlas.

Cenacho. -Tener la cabeza como un cenacho vuelto al reves.

Aplícase al que tiene los cabellos desgreñados y tiesos, por no habérselos peinado ni untado de aceite ó pomada, con alusion al cenacho, especie de esportilla de esparto tosca y desigualmente trabajada en su interior.

Cencerro. -Parece un cencerro.

Calificacion que se suele hacer de todo instrumento cuyos sonidos son desagradables.

Cendra. -Ser como la cendra.

Aplícase á la persona sumamente limpia y ligera, con alusion á la cendra ó copela.

Ceniza. -Estar como el fuego (ó la lumbre) bajo la ceniza.

Aplícase á toda pasion, de cualquier género que sea, que no se halle bien extinguida.

Censo. -Es un censo perpetuo.

Dícese de aquella persona ó cosa que acarrea gastos frecuentes y gravosos.

Centella. -Es una centella.

Es sumamente vivo.

Cepa. -Más borracho que una cepa.

Extremadamente borracho.

Cera. -Ser una cera, ó hecho de cera, ó como una cera.

Aplícase al que es de genio blando y dócil.

Quedarse, ó Estar, más blanco que la cera, ó más amarillo que la cera.

Aplícase á la persona cuyo rostro está pálido, bien accidentalmente por efecto de algun susto, bien por enfermedad ó naturaleza.

Parecer hecho de cera.

De lo hermoso y airoso en la escultura se dice que parece hecho de cera, por la facilidad de la materia en obedecer á las manos del artífice que óbra en ella, segun su ingenio y destreza, todo lo que imagina.

Cerceta. -Parecer una cerceta.

Aplícase generalmente á los niños de carácter inquieto y revoltoso.

Cerda.- Término de comparacion para aquel cabello, de calidad gruesa y áspera.

Cerdo. -La gordura del cerdo.

Así como se ceba á los cerdos para matarlos despues de gordos, de igual manera dicen muchas personas de sí, cuando se hallan excesivamente gruesas y alcanzan cierta edad, que tienen la gordura del cerdo, dando á entender con semejante expresion que tal grosura puede contribuir á acelerar los días de su vida, especialmente si proviene ese estado de superabundancia de humores.

Ser un cerdo, ó Parecer un cerdo.

Dícese de toda persona desaseada.

Ceremonia. -Como por ceremonia.

Fr. con que se significa que una cosa se ha hecho por mero cumplimiento, y nó de buen talante; esto es: sintiéndose lo que se dice, y nó diciéndose lo que se siente,

Cereza. -Cerezas y hadas malas, toman pocas y llevan sartas. O, Cerezas y hadas malas, pensais tomar pocas y viénense hartas.

Ref. con que se denota que las desdichas son como las cerezas, que únas acarrean en pos de sí ótras.

Con analogía al símil anterior, y guardando la proporcion y aplicacion debidas, se dice tambien: Las palabras son como las cerezas, que tras de una vienen muchas.

La mujer y la cereza por su mal se afeitan. V. Camuesa.

Cero. -Ser un cero á la izquierda.

Dícese de la persona ó cosa que para nada sirve absolutamente.

Cerro. -Como por los cerros de Úbeda.

Fr. con que se da á entender que aquello que se dice ó hace no viene al asunto ó propósito de que se trata; á la manera que no sería acertado para aquél que, pudiendo marchar via recta y por un sendero llano al lugar que se propone, prefiriese trepar por unos cerros altos y escabrosos, como los de Úbeda en la provincia de Jaen, cuya disparatada determinacion hiciera más largo y penoso su camino.

Cesto. -Estar hecho un cesto.

Estar poseído del sueño, ó de la embriaguez.

Ser alguno un cesto.

Ser ignorante, rudo é incapaz de toda instruccion.

Cid. -Es valiente como la espada del Cid.

Aplícase á la persona de ánimo esforzado, por el que acreditó en tantas ocasiones Rodrígo Diaz de Vivar, llamado el Cid Campeador. Las crónicas y los romances cuentan que este héroe tuvo dos espadas, llamada la úna TIZONA, y la ótra COLADA.

Ciego. -Como relacion de ciego.

Aplícase á todo razonamiento dicho de carretilla y sin expresion ni accidentes oratorios, con referencia á la cansera y monotonía con que los ciegos suelen relatar los romances y oraciones que van vendiendo por las calles.

Palo de ciego.

El golpe que se da desatentadamente y sin duelo, como lo daría quien no viese; y tambien, el daño ó injuria que se hace sin reflexion ni medida.

Cielo. -Es un cielo, ó Es como un cielo.

Aplícase por lo regular á las mujeres hermosas.

Es como bajado del cielo.

Dícese de cualquier cosa prodigiosa, excelente, peregrina y cabal en todas sus circunstancias.

Estar hecho un cielo.

Uacute;sase para expresar que algun templo ú otro sitio está muy iluminado y adornado.

Venir una persona, ó cosa, como llovida del cielo.

Con oportunidad, y cuando más falta hacía. Empléase alguna vez en sentido irónico.

Eso es lo mismo que quien escupe al cielo.

Dice un refran que Quien al cielo escupe, en la cara le cae. A esta verdad infalible alude, pues, la frase anterior, con el intento de significar que los medios de que se ha valido algúno en contra de ótro, como juzgándolos. conducentes á lograr, el resultado favorable que se proponía, acabarán por refluir en daño propio.

Distar una cosa de ótra tanto como el cielo de la tierra.,

No tener entre sí punto alguno de semejanza.

Ciencia. -El de las siete ciencias.

Aplícase hoy en estilo burlesco para motor de pedante á alguna persona que, sin previos estudios ó conocimientos indispensables, habla y falla en lenguaje ampuloso y en tono enfático é impertinente sobre materias que, ó le son de todo punto extrañas, ó nó bastante conocidas; y alude á las siete ciencias que un día constituían el saber humano, y cuyo estudio se dividía en dos ramos, conocidos con los nombres de Trivio y Cuatrivio, como si dijéramos tres ó cuatro vias que conducen á la posesion de la ciencia.

El Trivio comprendía los estudios siguientes: gramática. dialéctica y retórica; y el Cuatrivio: aritmética, geometría, astronomía y música.

Ciervo. -V. Gamo.

Ser medroso como un ciervo.

Ser muy tímido y asustadizo, como sucede á este animal en ocasion de decidirse á abandonar el paraje más solitario del bosque, que es su retiro ordinario, ó cuando es ó cree ser perseguido; circunstancias que han dado pié para formar el adjetivo cerval, que se aplica al miedo excesivo, y a veces infundado, que perturba los sentidos.

Cigarra. -Cantar, ó Hablar como una cigarra. V. Chicharra.

Cigüeña.-Tener pescuezo de cigüeña.

Tenerlo largo y delgado, á semejanza de este ave.

Cilicio. -Ser un cilicio, ó Servir de cilicio.

Aplícase á las cosas, y áun á las personas, que producen excesiva molestia.

Cipres. -Como un cipres.

Suele decirse de las personas altas y derechas, cualidades características de la forma de dicho árbol.

Cirineo. -Ser el Cirineo de una persona.

Aplícase á aquel sujeto que ayuda á llevar á ótro todas las cargas, tribulaciones y trabajos que aquejan á éste, con relacion á un tal Simon, natural de Cirene, á quien alquilaron los judíos para que ayudase á llevar á Jesus la cruz cuando iba en direccion al Calvario, temerosos de que sucumbiera la víctima en la mitad del camino, oprimida bajo el leño de la ignominia.

Ciruela. -Como el maestro Ciruela, ó Ser el maestro Ciruela, que no sabía leer y ponía escuela.

Ref. que reprende á los que siendo ajenos á una profesion, se entrometen á dar consejos ó lecciones á los que se hallan en igual caso, ó son tal vez hábiles en ella.

Cisne.-Suele compararse con este ave á los poetas y músicos de nombradía. Así se dice el Cisne de Mantua, por Virgilio; el Cisne de Pésaro, por Rossini, etc.

Clavo.-Como el que se agarra á un clavo ardiendo.

Fr. que se aplica á aquél que, para lograr el fin que se propone, necesita valerse de algun recurso peligroso, como sucedería, v. gr., á la persona que al ir á caerse no tuviera otro medio, bien cruel por cierto, de evitar la caida, que asirse á un clavo ó hierro ardiendo.

Eso es dar una en el clavo y ciento en la herradura.

Fr. con que se moteja á los que hablan mucho, y lo más de ello fuera de propósito, como sucedería á un mariscal inhábil que, en ocasion de estar herrando una caballería, diese por cada cien martillazos en la herradura uno tan sólo en la cabeza del clavo.

Clérigo.-En ménos que se persigna un clérigo loco. V. En un santiamen.

Coco. -Ser, ó Parecer un coco; ó Ser más feo que un coco

Ser extremadamente feo, aludiendo al espantajo ridículo con que se suele amedrentar á los niños para acallarlos.

Cocodrilo. -Se parece al cocodrilo, que siempre llora por lo que queda.

Aplícase á aquellas personas naturalmente exigentes que nunca quedan satisfechas con lo que se les da.

Viene este símil de que, segun refieren algunos naturalistas, cuando desea el cocodrilo devorar su presa, forma una especie de quejido, que, excitando la compasion ó curiosidad de los viajeros ó de algunos otros animales, los atrae al paraje donde se halla escondido para lograr así más fácilmente su intento.

Cochino. V. Marrano y Cerdo.

Abrir á alguno como á un cochino.

Darle una gran cuchillada, como la que se da á estos animales para matarlos.

Coger. -Como sembráredes, cogerédes.

Exp. prov. con que se da á entender que el fruto ó el premio se hallan por lo regular en razon directa del trabajo ó del mérito.

Cohete. -Como un cohete.

Con suma velocidad y rapidez.

Cohete á la Congreve.

Dícese que á alguno le han soltado, lanzado ó dirigido un Cohete á la Congreve, para manifestar cualquier flaco servicio que se le ha hecho, aludiendo á lo destructores que son estos proyectiles, así llamados por haber sido su inventor un coronel inglés de este nombre, que nació el año de 1760.

Cojo. -Más presto se coge al mentiroso que al cojo.

Ref. que enseña la facilidad con que suelen descubrirse las mentiras.

Cola. -A cola de milano.

Dícese de la abrazadera ó pieza con que los artífices unen los maderos, piedras etc., por tener la forma semejante á la de la cola del milano.

Colchon. -Parecer un colchon sin bastas.

Aplícase por lo regular esta comparacion á la mujer excesivamente gruesa, y que por su abandono en el vestir carece de talle. Costal, Fardo, Talega, y Tripa de morcon, son sinónimos para el caso.

Agudo como punta de colchon.

Sumamente torpe. Es comparacion irónica.

Caer como en un colchon de plumas.

Dícese de aquél que por hallarse muy cansado, se queda pronta y fácilmente dormido al acostarse, sin que sea parte la dureza de la cama ó del objeto sobre el cual se ha tendido, para despertarlo.

Colmena. -Tener la casa como una colmena.

Tenerla llena y abastecida de todo lo necesario.

Estar juntos como las colmenas.

Dícese de las personas ó cosas que se hallan únas junto á ótras.

Colodra. -Ser una colodra.

Beber vino con exceso.

Color.-Tan variados como los colores del arco íris.

Aplícase á los objetos que se diferencian notablemente entre sí.

Colorado. - Más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo. Ref. V. Más vale rostro bermejo que corazon negro.

Coloso. -Ser un coloso.

Tener una estatura gigantesca, con alusion á la célebre estatua del Coloso de Ródas, una de las maravillas del mundo, cuya elevacion era tal, que, al decir de los escritores antiguos, pasaban los navíos á vela tendida por debajo de sus piernas. Dicha estatua que era de bronce, y en cuya construccion se invirtieron doce años, fué sepultada en el mar á los cincuenta y seis de colocada, con motivo de un gran terremoto que sobrevino en todo el Oriente, doscientos veintidos años ántes del nacimiento de J. C.

Met. se aplica tambien al que sobresale en cualquier línea como v. gr.: al que tiene fuerzas enormes; al que es muy aventajado en las ciencias, artes, etc.

Comadre.- Más va en la comadre que en la que lo pare.

Ref. con que se manifiesta que la mayor parte de las cosas se consiguen en este mundo por medio del favor, de la inteligencia ó de la intriga, cuando vemos que muchas veces es una persona premiada ó atendida, miéntras ótra deja de serlo en igualdad de circunstancias, aludiendo a las mujeres que, hallándose en el parto salen bien de él, en tanto que ótras experimentan un éxito desgraciado, efecto por lo regular, de la destreza o impericia de quien las asiste en aquel terrible trance.

Comer.-Ser alguna cosa más vieja que el comer.

Contar mucho tiempo de existencia.

Ser alguna cosa tan necesaria como el comer. Ser absolutamente indispensable.

Cometa.-Aparecer como los cometas.

Dícese de las personas ó cosas que se presentan en alguna parte de tiempo en tiempo, como sucede con los cometas, cuya aparicion suele ser periódica.

Comino. -No vale, ó No monta un comino.

Uacute;sase para despreciar alguna cosa, ó ponderar su poco valor.

Como para mí, como para tí, etc.

Fórmula, con que se pondera en grado excesivo la accion expresada por el verbo á que se refiere; y así se dice: Me he dado una de escribir, como para mí, se ha dado un hartazgo, como para él: etc.

Comodin. -Ser, ó Parecer un comodin.

Aplícase -á aquel objeto, y más particularmente á aquella persona á quien se hace servir para diversos empleos segun las ocasiones y necesidades, á semejanza de la carta así llamada en algunos juegos de naipes por tomar accidentalmente el valor que acomoda al jugador para sus resultados favorables.

Cómodo. -Es un Don Cómodo.

Aplícase á toda persona regalada y amiga de su comodidad y descanso.

Coneja. -Es, ó Parece una coneja.

Aplicase á la mujer que pare á menudo, aludiendo á la fecundidad de aquel animal.

Conejo. -Cazar como á conejos.

Fr. con que se denota haber sucedido alguna mortandad mediante armas de fuego, verificada especialmente por hallarse, escondidos y en acecho los que la llevaron á cabo.

La risa del conejo.

Dícese fam. de la que suelen causar á la hora de la muerte algunos accidentes, ó el movimiento exterior de la boca y otras partes del rostro, semejante á la que forma el conejo por medio de algunas contracciones de la cara ántes de morir. Tambien se usa algunas veces para denotar que alguno se rie forzadamente cuando tiene motivos de pena ó dolor, en cuyo caso coincide en la significacion con la fr. Risa sardónica. V.

Contadero. -Salir o Entrar por contadero.

Fr. que se usa cuando el sitio por donde tienen que transitar varias personas es tan estrecho, que sólo pueden hacerlo úna tras ótra, á la manera que dan ese mismo nombre los ganaderos á un lugar de iguales condiciones para poder contar sus reses sin confusion.

Copon. -Se tragará el copon.

Fr. con que se suele ponderar familiarmente la excesiva ambicion ó voracidad de alguna persona.

Coqueta. -Falsa como una coqueta.

Fr. proverb. importada del frances, con la cual pretendemos dar á entender que una mujer no habla palabra de verdad, como sucede con la coqueta, que nunca la dice, ni cuando aparenta querer, ni cuando finge aborrecer.

Es palabra que, como ótras muchas, para maldita de Dios la cosa nos hace, falla en nuestra lengua; ántes al contrario, su introduccion ha servido para hacer caer en desuso nuestras, no menos expresivas y positivamente castizas, caretera y retrechera. Dice una antigua coplilla:


    Por falsa y por retrechera,
mis ojillos te han de ver
de puerta en puerta, pidiendo
limosna para un debel.

Coral. -Fino como el coral, ó Más fino que un coral.

Aplícase á las personas de suma habilidad, destreza ó astucia, y á las cosas que son primas en su clase.

Corazon. -No dice más la lengua que lo que siente el corazon.

Ref. que enseña que por lo comun se habla mucho de aquello de que más penetrado se halla el ánimo.

Esta máxima está tomada de aquellas palabras de J. C., que tambien se usan como proverbio: De la abundancia del corazon habla la boca.

Más negro que mi corazon.

Dícese del objeto que es sumamente negro, jugando del vocablo negro, por opuesto á blanco, y en significación de triste, infausto, etc.

Corcho. -Andar como el corcho sobre el agua.

Estar siempre dispuesto á dejarse llevar de la voluntad ajena, á la manera que el corcho, por razon de su liviandad, va adonde la corriente del agua lo lleva.

Tener cara de corcho.

Haber perdido la vergüenza.

Cordel. -Hallarse como el que está con el cordel a la garganta.

Hallarse en el último extremo y apuro, como sucede á aquél que próximo á espirar estrangulado.

Estar á cordel.

Dícese de los edificios, calles, arbolúdas, etc. que están en línea recta, cual pudiera formarla tan cordel un cordel en tension.

Cordero. -Manso, sufrido, etc. como un cordero. V. Oveja.

Estar como corderos entre lobos.

Hallarse alguna persona ó cosa en situacion sumamente peligrosa y comprometida, como lo es la del cordero que se halla á la vista del lobo sin el auxilio de pastor ni mastin.

Cornado. -No valer un cornado.

Fr. que manifiesta el poco precio ó valor que tiene alguna cosa por su inutilidad.

El cornado era una moneda de vellon que circuló en tiempo del rey D. Sancho el IV de Castilla y sucesores, hasta los Reyes Católicos, y que se llamaba así por llevar grabada una corona. Los más antiguos equivalían á cinco maravedis de los actuales, y á la mitad los más modernos.

Cornudo. - Más vale ser cornudo sin que lo sepa ninguno, que no serlo y que lo piense todo el mundo.

Ref. que encarece en los vicios la reserva y cautela sobre la publicidad.

Esta idea la expresó bastante elegantemente cierto personaje de la antigüedad, diciendo: Más vale ser Cornelio Tácito, que Publio Cornelio.

Corral. -Ser como, ó Parecer un corral de vacas.

Fr. que se aplica á la poblacion de caserío pobre, y que carece de animacion y comercio. Suele decirse alguna vez de los aposentos mal amueblados, sucios y revueltos, y donde duermen muchas personas juntas.

Corte. -¿Es la corte, ó pesan vaca?

Modismo que se emplea cuando se junta en un paraje mucha gente sin gran motivo ó fundamento.

Tuvo origen de las aldeas, en donde cuando se mata un buey, cosa que raras veces acontece en aquellas localidades, tódos acuden a comprar carne y se junta mucha gente en el sitio en que está de venta.

Costal.-Parece un costal. V. Parecer un colchon sin bastas.

Costal de verdades.

Aplícase á la persona mentirosa, porque es claro que no diciendo nunca verdad alguna las tiene guardadas todas en su cuerpo, como pudieran encerrarse en un costal si fuesen cosas materiales.

Estar hecho un costal de huesos.

Hallarse sumamente flaco.

Como costal de carbonero, malo de fuera, peor de dentro.

Ref. que se aplica á aquellas personas que siendo de mala apariencia son peores en el interior, como sucede con los sacos ó costales donde se guarda el carbon, pues si por fuera están negras por lo manoseados que son y por el polvo que del carbon se les pega, por dentro lo están mucho más á causa del contacto inmediato que tienen con aquel combustible.

Cotorra. -Hablar más que una cotorra. Véase Urraca.

Cotufa. -Eso es lo mismo que pedir cotufas en el golfo, ó en la mar.

Fr. que se aplica á todo aquél que pide cosas imposibles, como sucedería á quien habiéndose embarcado sin cotufas se le antojara encontrarlas en alta mar, siendo así que la especie de juncia que produce esta frutilla, nace, como todas las de su familia, á orillas de los pantanos.

Coz. -Es lo mismo que dar coces contra el aguijon.

Fr. prov. con que se da á entender que alguna persona se opone obstinada é inútilmente á una fuerza superior, á la manera que sucedería con la bestia que pretendiera dar patadas á la aijada, que lo que conseguiria seria pincharse más pronta y profundamente. Nuestro Samaniego, al versificar la fábula La Serpiente y la Lima de Esopo, imitada despues por Fedro y La Fontaine ha compendiado la moraleja de este apólogo en la siguiente redondilla:


    Quien pretende sin razon
Al más fuerte derribar
No consigue sino dar
Goces contra el aguijon.

Credo. -En ménos que se dice el Credo.

En un brevísimo espacio de tiempo.

Como quien se halla con el Credo en la boca.

En peligro inminente.

Que canta el Credo.

Exp. con que se suele ponderar la gravedad, importancia o consideracion de una cosa, y así se dice: Suelta, cada mentira... Se come cada plato de carne... Dice cada barbaridad, etc. que canta el Credo.

Creer. -Más vale creerlo que irlo á averiguar.

Ref. con que se manifiesta ser más conveniente en algunas ocasiones dar asenso á aquello que se nos cuenta y de cuya certidumbre dudamos, ó por no ser fácil sacar en claro la verdad ó por exponernos a recibir algun daño al pretender inquirirla.

Creso. -Más rico que Creso.

Aplícase á la persona que posee inmensos caudales, con alusion á Creso, quinto y último rey de Lidia, uno de los hombres más opulentos que se han conocido. Floreció 550 años ántes del nacimiento de J. C.

Crianza. -El trato y comunicacion hace más que la crianza y linaje.

Es un principio garantido por la práctica, que nada penetra más suave y profundamente en el alma que la influencia del ejemplo. Y esto es precisamente lo que da á entender aquel refran castellano que dice: Dime con quién andas, y te diré quién eres.

Criatura. -Ser una criatura.

Aplícase a la persona mayor que conserva la inocencia y bondad propias de un niño.

Criba. -Estar como una criba, ó hecho una criba.

Fr. fam. con que se da á entender que algun objeto está muy roto y lleno de agujeros.

Crin. -Tener el cabello como crin.

Dícese de la persona cuyo pelo es sumamente áspero.

Cristal. - Como un cristal.

Dícese de todo objeto que presenta una superficie tersa y pulida, y con más razon todavía si es transparente.

Cristo. - Eso sienta como á un Santo Cristo un par de pistolas.

Fr. que se emplea para denotar la falta de propiedad, relacion ó armonía que existe entre dos ó más cosas.

Poner como un Cristo á algúno.

Maltratarle, herirle ó azotarle con mucho rigor y crueldad,

Más duro que los piés de Cristo.

Aplícase á todo objeto de suma dureza, y cuyo orígen no es fácil seguramente de demostrar.

Cristóbal. -Parecer un san Cristóbal.

Aplícase á toda persona de estatura gigantesca, por ser costumbre, inmemorial de los pintores el representar á este Santo bajo formas colosales.

Cuadra. -Como quien entra en una cuadra.

Dícese del que entra en algun paraje sin saludar á nadie.

Cuajado. -Como el que se queda cuajado.

Aplícase al que se queda parado por la sorpresa ó estupefaccion que le causara alguna cosa.

Cuaresma. -Más largo que la cuaresma.

Aplícase á aquel objeto, y más singularmente á aquel plazo, de dimension ó duracion prolongada, aludiendo á lo penoso y dilatado que se hace el transcurso de la cuaresma por causa de los ayunos y comidas de vigilia.

A pesar de tales inconvenientes existe un medio eficacísimo para abreviar la duracion de este tiempo de privaciones y de recogimiento, y es el que manifiesta aquel refran que dice: Debe algo para Pascua, y hacérsele ha corta la cuaresma.

Cuarto. -Dar un cuarto al pregonero.

Fr. fam. con que se moteja al que no sabe guardar un secreto; y así se dice: El confiar eso a fulano, es lo mismo que dar un cuarto al pregonero.

De tres al cuarto.

De poco valor; con alusion á cualquier mercancía de cuya especie se vendan tres unidades por un cuarto.

Más viejo que préstame un cuarto. V. Sarna.

Cuarto. -Este cuarto no da agua.

Fr. en que se prorumpe cuando hallándose úno debajo de techado oye llover con fuerza, para manifestar la que se está de que allí no ha de llegar el agua. En esta loc. se juega del vocablo cuarto por el aposento ó habitacion, y por la cuadratura de la luna, en cuya fase actual no anuncia el calendario que habrá lluvias.

Cuba.

Término de comparacion que se suele establecer entre él y las personas ventrudas, y tambien entre las dadas al vicio de la embriaguez.

Cucaracha.

Suele compararse con este animalejo á la mujer sumamente morena. V.Curiana.

Cuchara. -Dure lo que durare, como cuchara de pan.

Exp. con que se contesta al reparo que opone alguien acerca de lo poco que podrá durar alguna circunstancia ú objeto de interes, haciéndole ver que miéntras exista semejante conveniencia, esa utilidad se saca de su uso.

Es una media cuchara.

Aplícase á la persona que es poco hábil, diestra ó entendida en cualquiera facultad, aludiendo al mal servicio que puede prestar una cuchara ó cualquier otro utensilio parecido que no esté entero.

Cuéllar.-Adelantarse como los de Cuéllar.

Fr. prov. que se aplica á los que se anticipan en la ejecucion de alguna cosa, dando lugar con su impremeditacion á consecuencias de gravedad.

Creo que su origen provendrá, pues no hallo otra explicacion más satisfactoria, de la precipitacion con que procedieron algunos magnates para que se celebraran el año de 1354 en aquella villa de la provincia de Segovia, las bodas entre D. Pedro I de Castilla y D.ª Juana de Castro, una vez anulado injustamente el matrimonio con D.ª Blanca de Borbon, lo cual, unido á otras mil concausas todas agravantes, acarreó serios disturbios al reino.

Cuenta. -Como la cuenta del trillo, en cada agujero su piedra.

Aplícase á las cuentas que siendo de suyo claras y triviales, se hallan fácilmente al alcance de cualquier persona.

Alude este modismo al instrumento de agricultura llamado trillo, el cual consiste comunmente en un tablon hecho de tres trozos ensamblados uno con otro y lleno de agujeros, en cada uno de los cuales se encajan unos pedazos de pedernal que cortan la paja y separan el grano de la espiga cuando se hace rodar en la era sobre las mieses.

Las cuentas del Gran Capitan.

Exp. fam. con que se da a entender la exorbitancia de las partidas de, una cuenta formada arbitrariamente sin la debida justificacion, aludiendo á las que, habiéndoselas pedido inconvenientemente los Reyes Católicos á Gonzalo Fernandez de Córdoba, intitulado El Gran Capitan, despues de haber conquistado éste para ellos el reino de Nápoles, les presentó en la forma siguiente:

«Doscientos mil setecientos treinta y seis duros y nueve reales en frailes, monjas y pobres para que rogasen á Dios por la prosperidad de las armas españolas.

Cien millones en palas, picos y azadones.

Cien mil ducados en pólvora y balas.

Diez mil ducados en guantes perfumados para preservar á las tropas del mal olor de los cadáveres de sus enemigos tendidos en el campo de batalla.

Ciento sesenta mil ducados en poner y renovar campanas destruidas en el uso continuo de repicar todos los días por nuevas victorias conseguidas sobre el enemigo.

Cincuenta mil ducados, en aguardiente para la tropa en un día de combate.

Millon y medio de ducados para mantener prisioneros y heridos.

Un millon en misas de gracias y Te Deum al Todopoderoso.

Tres millones en misas para los muertos.

Setecientos mil cuatrocientos noventa y cuatro ducados en espías; y...

Cien millones por mi paciencia en escuchar ayer que el Rey pedía cuentas al que le ha regalado un reino.

Más vale cuenta que renta.

Ref. que encarece las ventajas de la economía sobre las de las riquezas.

Cuento.- ¡Es mucho cuento!

Es inaguantable, hablándose de personas ó de cosas.

Cuerno.

Suele servir esta palabra injuriosa de término de comparacion para todo aquello que proporciona disgusto ó molestia, á causa de no ser nada apetitoso el bocado de infidelidad entre los cónyuges. Así se dice fam: La, noche está más fría que un cuerno; Este caldo quema como un cuerno; etc.

Cuerpo. -Tratar como á cuerpo de rey.

Aplícase á la persona que se trata, ó á quien tratan con todo esmero y regalo, como sucede con las personas Reales.

Ser cuerpo y alma, ó Estar unidos como cuerpo y alma. V. Ser uña y carne.

Cuerpo glorioso.

Llámase así á aquella persona que se pasa mucho tiempo sin subvenir á sus necesidades corporales, ó que se presenta sin sentir donde ménos se esperaba, con alusion á los cuatro dotes de que gozan los cuerpos de los bienaventurados, y son: claridad, agilidad, sutileza é impasibilidad.

Cuervo. -La ida del cuervo.

Loc. fam. con que se da entender que alguna persona que se ha ausentado no piensa volver más, aludiendo al cuervo que despues del diluvio despachó Noé desde el arca á guisa de mensajero ó explorador, para saber la situacion en que se encontraban las aguas, y el cual no volvió á parecer.

No puede ser el cuervo mas negro que las alas.

Ref. con que se da a entender que ya no hay que temer mayor mal, en el asunto de que se trata, por haber sucedido lo peor que podía acontecer.

Cual el cuervo, tal su huevo.

Ref. que enseña que de ordinario los hijos suelen ser como sus padres, ó, de un modo más lato, que los consiguientes están por lo regular en armonía con los antecedentes.

Venirle a algúno el cuervo, como á san Pablo.

Recibir algun socorro, especialmente si es repetido. Alude al cuervo que alimentaba á san Pablo, primer ermitaño, en el desierto.

Una bandada de cuervos.

Suele compararse jocosamente con ella á la reunion de varios eclesiásticos que caminan juntos en atencion á lo negro de su ropaje y al movimiento de las alas de sus descomunales sombreros.

Hablando cierto escritor del erudito canónigo aragones Bartolomé Leonardo de Argensola, dice que


    Pareció cuervo en el manto,
Pero fué cisne en el canto.

Cuesta. -Lo mismo es á cuestas que al hombro.

Ref. que da á entender que como se haga lo que úno pretende, importa poco que se lleve á cabo de un modo ó de ótro.

Culebra. -Saber más que las culebras.

Dícese del que es muy astuto y precavido para su provecho.

Culo.- ¿Qué le va el culo al pulso?

Fr. popular con que se pretende dar á entender no existe semejanza alguna entre dos objetos que se trata de comparar entre sí. Dícese tambien en igual sentido: ¿Qué tiene que ver el culo con las temporas?

No debe úno bajarse tanto, que se le vea el culo.

Ref. V. Monte.

Culo de pollo.

Suelen valerse las costureras de esta comparacion para manifestar el punto mal cosido en una media ó tela, y de manera que forme borde.

Cuña. -No hay peor cuña que la del mismo palo.

Ref. que expresa que de ordinario ningúno es peor para enemigo, que el que ha sido amigo, compañero, etc., es del mismo oficio ó familia.

Ser buena cuña.

Dícese de alguna persona gruesa, cuando se mete en lugar estrecho incomodando á los demás. Tambien se aplica á la persona de importancia y valer, cuya recomendacion ó empeño es una garantía de buen éxito en el negocio que se solicita.

Curar.- Como te curas, duras.

Ref. que enseña que la conservacion de la salud y la prolongacion de la vida dependen, por lo regular, del cuidado con que úno se trata, y viceversa

Más fácil es recetar que curar.

Ref. V. No es lo mismo predicar que dar trigo.

Cureña. -A cureña rasa.

Aplícase en sentido met. á todo aquello que carece de cubierta, defensa ó abrigo; y asi se dice: Aguantar la lluvia á cureña rasa, por lo mismo que sin capa; Dormir á cureña rasa, por dormir al descubierto, etc.

Curiana. -Parece que lo han chupado las curianas.

Dícese de toda persona escuálida, aludiendo al estado de consuncion en que vienen á quedar los pollos cuando les chupan la sangre por el ano las curianas, cucarachas ó correderas.

Cursi.

No há muchos años que en una de las más bellas ciudades de Andalucía moraba una familia, parte de la cual la componían varias hermanas que vistiendo lujosamente, lo hacían, empero, con pésimo gusto y ridícula afectacion, atendidas las leyes de la exigente, despótica ó inexorable moda. Unos cuantos jóvenes de buen humor pertenecientes á las clases más distinguidas de aquella localidad, aficionados á burlárse hasta de su propia sombra, y que para entenderse mejor en sus reuniones privadas, habían adoptado un lenguaje especial, tan sólo de ellos conocido, consistente por lo regular en el uso de la metátesis, dieron en llamar cur si á toda aquella persona que en su modo de vestir lujoso, pero desgarbado, era una viva imitacion de aquellas señoras, bien así como á todo objeto chocarrero ó inelegante, áun cuando de valor; de donde, repetido un dia y ótro dicho término, llegó á hacerse en breve de un uso comun y corriente, hasta el extremo de verse precisada nuestra Academia á darle cabida en las columnas de la última edicion de su Diccionario.