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Hacia la primera edición del «Lazarillo»

Universidad Complutense de Madrid





En marzo de 1987, en la VIII Academia Literaria Renacentista, celebrada en la Universidad de Salamanca, expusimos nuestro análisis bibliográfico de las ediciones de 1554 del Lazarillo, estableciendo la hipótesis de que las tres ediciones del citado año podían derivar de una única edición anterior, con lo que se simplificaba el ya simplificado último estema generalmente aceptado1. El hallazgo de una nueva edición de 1554 creemos que viene a confirmar nuestra propuesta, manteniendo la causa señalada, aunque el motivo haya variado: dijimos entonces que el componedor de Burgos no había contado bien el original, que era en 4.º -formato no aceptado por Francisco Rico para la primera edición2- o que presentaba variación en las ilustraciones. El motivo que avala la edición de Medina del Campo es que existió una edición anterior en 8.º, pero con un mayor número de páginas que las conocidas hasta hace poco.

Analicemos las ediciones de las que conocemos ejemplar, único en el caso de las tres españolas3. Estas tres son en 8.º y letra gótica, precisando dos en su colofón el día en que se terminaron. La de fecha más antigua es la realizada por el librero alcalaíno Atanasio de Salcedo, terminada el 26 de febrero. En la portada se proclama «Nuevamente impressa, corregida, y de nuevo añadida en esta segunda impression». No se trata de un reclamo, como sucede muchas veces, pues su texto presenta varios pasajes añadidos, que fundidos representan casi unas siete páginas y media, mientras que el texto original ocupa unas 82 páginas y media. Las páginas son de 28 líneas, excepto C 8r., que tiene 27, consecuencia de un error de cuenta, como el anómalo blanco de C 6r., entre el final del segundo tratado y el epígrafe del tercero. Esta edición no presenta xilografías en el texto; sólo en la portada dos grabados representan a Lázaro y al ciego. Tiene seis cuadernos, el último con dos hojas en blanco. El verso de la portada está en blanco.

De la edición de Burgos, de Juan de Junta, sólo conocemos el año de impresión. Las páginas son de 25 líneas y el texto -con xilografías- ocupa 93 páginas. Presenta xilografías en los inicios de los tratados tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo. En la portada figuran los grabados de Lazarillo, el buldero y un castillo. Tiene también seis cuadernos, el último con una hoja en blanco.

También de la edición de Amberes, obra de Martín Nucio, sólo conocemos el año. El privilegio para Flandes, concedido a Martín Nucio para cinco años, también carece de fecha. Su atipicidad de formato -en 12.º-, tipo y grado de la letrería, que es breviario redondo, no permiten compararla tipográficamente con las ediciones españolas. No tiene grabados.

Finalmente, señalamos la nueva edición hallada en Barcarrota. Fue terminada en Medina del Campo, por los hermanos Mateo y Francisco del Canto, el primero de marzo. Está formada por ocho cuadernos, con la última hoja y el verso de la portada en blanco. En el primer cuaderno las páginas tienen 23 líneas, mientras que en los siete restantes son de 22. Si descartamos el colofón, el texto ocupa 124 páginas y media. Tiene xilografías en los tratados tercero, quinto, sexto y séptimo.

Ni cronológicamente ni en el ajuste de las páginas se puede determinar una relación de dependencia entre las tres ediciones españolas, que son las que vamos a considerar a continuación, reteniendo de la antuerpiense sólo su texto en los casos necesarios.

Las diferencias en extensión gráfica que ofrece el mismo texto, en edición del mismo formato, vienen producidas por cuatro factores: tamaño de las letrerías usadas, anchura de la caja, número de líneas por página e ilustraciones. El cuerpo de la letrería usada en Alcalá es más pequeño que el de la edición de Medina, y éste algo más pequeño que el de Burgos. Más influencia tiene el número de líneas por página, que van desde las 22 de Medina a las 28 de Alcalá, con 25 en Burgos. En lo que se refiere a la anchura de la caja, Medina ofrece la más reducida y Burgos la más ancha. Como ya se ha señalado, Medina y Burgos tienen xilografías en los inicios de algunos tratados, aunque en disposición distinta. Todo este conjunto de factores hace que varíe el número de páginas del texto, que, sin tener en cuenta las adiciones de Alcalá, es el siguiente: 124½ Medina, 93 Burgos y 82½ Alcalá.

¿Qué conclusión se deduce de lo anterior? La edición de Medina del Campo es en su estructura la más cercana a la primera edición. El proceso que habitualmente se sigue en las reediciones es reducir el número de pliegos, con lo que se abarata su precio. Por lo tanto, no es creíble que Medina hubiese hecho una reedición aumentando la extensión del libro. O copió a página y renglón el original impreso que tenía el componedor en su divisorio, en caso de ser ya en 8.º, o redujo algo su extensión, aunque menos que las ediciones de Burgos y Alcalá. No podemos por ahora afirmar que Medina sea una mera copia de la primera edición, en lo que a su estructura y extensión se refiere, pero sí que ésta se le acerca más que las otras dos ediciones. Por otra parte, ello nos obliga a analizar el proceso de composición que forzosamente siguieron Burgos y Alcalá y pudo también seguir Medina, si no reprodujo a plana y renglón la primera edición.

«No es posible que siempre aya tanta copia de letra en las fundiciones, que sea suficiente para poderse componer sin contar», nos dice Alonso Víctor de Paredes en su Institución y origen del Arte de la Imprenta y reglas generales para los componedores4. Es una práctica común en toda Europa en la época de la imprenta manual. Para imprimir un pliego se necesitan dos formas. En los libros en 8.°, como es el caso del Lazarillo, cada forma contiene los moldes de ocho páginas, no seguidas, sino dispuesto su orden y situación para que después de doblado el pliego tres veces se ofrezca un texto seguido. Si se componen en primer lugar las páginas correspondientes a una forma, es preciso calcular y marcar en el original lo que ocuparán las que serán compuestas posteriormente. Es una fase previa a la composición, que ha de realizarse tanto si el original es manuscrito como impreso, excepto en la reedición de impresos a plana y renglón. Transcribamos una nueva cita de Paredes: «Como no son ángeles los que cuentan, es fuerça que una o otra vez salga la cuenta larga o corta; y aviendo de remediarse la larga con tildes y la corta con espacios (si ya no se valen de otros medios feos y no permitidos, que no los expecifico porque se olviden si es posible) queda lo impresso con notable fealdad». El componedor va marcando en el original las páginas que ha ido contando, marcas que puede ir, si es necesario, reajustando a medida que compone. Burgos y Alcalá forzosamente hubieron de contar el original. Medina del Campo probablemente también lo hizo, pues, repetimos, no podemos por ahora afirmar que sea copia a plana y renglón de la primera edición.

En el proceso de composición, el componedor lee unas palabras del texto, las retiene en la memoria y las reproduce a base de tipos que busca en los correspondientes cajetines de la caja que tiene enfrente. Es el mismo proceso del copista, por lo que se producirán los mismos tipos de alteración textual que encontramos en la transmisión manuscrita, más los debidos al nuevo medio de escritura: equivocarse de cajetín, con lo que el tipo que se coge no es el adecuado, hallarse un tipo en otro cajetín, efecto de una mala distribución, colocar un tipo invertido, son los principales casos. A las alteraciones textuales producidas por estas causas, que explican la mayoría de las que encontramos en el Lazarillo, debemos añadir las producidas por los «medios feos y no permitidos» que Paredes prefiere no contar: supresión de algunas palabras no demasiado esenciales o la adición de otras. Además, hay páginas con pocas abreviaturas y espaciado más amplio, mientras en otras el texto está lleno de abreviaturas y amazacotado, soluciones ortodoxas para los casos de errores de cuentas.

En los libros en octavo, se compone primero la forma externa y, mientras ésta se está imprimiendo, se compone la forma interna. Calculada la parte del original que equivaldrá a una página del nuevo impreso, se van marcando en el mismo los correspondientes inicios. A continuación se pasa al proceso de composición de las páginas correspondientes a la primera forma del cuaderno que se imprimirá. La secuencia es la siguiente:

Compuesto 1r., se pasa a la marca de 2v., y se compone esta página y la 3r.; buscando las marcas correspondientes, se componen los siguientes pares de páginas: 4v. y 5r., 6v. y 7r., terminando con la composición de 8v. Por lo tanto, cuando el componedor compone las páginas de la forma interna: 1v., 2r., 3v., 4r., 5v., 6r., 7v. y 8r., ya se encuentra forzado a dar cabida al correspondiente texto en un espacio limitado.

Un somero análisis de la edición de Alcalá nos da el uso de tres soluciones distintas al encontrarse el componedor con más espacio que texto. Deja un blanco atípico en el folio 22r. (signatura C 6r), elimina una línea en el folio 24r. (C 8r) e introduce cinco palabras en el folio 12r. (B 4r), que no se encuentran en ninguna de las otras tres ediciones. En los tres casos se trata de páginas de la forma interna, compuestas cuando ya se estaba imprimiendo la forma externa, por lo que no se podía tomar texto de las páginas siguientes.

Damos a continuación las palabras añadidas en B 4r y, en líneas paralelas, el texto de las otras ediciones:

A, f. XIIr. ( B 4r): porque el vna vez te engendro, mas el vino mil
M, b 7v.-8r.: porque el vna vez te engendro mas el vino mil
B, B 3v.-4r.: porque el vna vez te engendro mas el vino mil
C, f. 13v. (B 1v): porque el vna vez te engendro mas el vino mil

vezes te ha dado la vida
te ha dado la vida
te ha dado la vido
te ha dado la vida

deuia tener spiritu degranprophecia
deuia tener spiritu deprophecia
deuia tener spiritu deprophecia
deuia tener espiritu deprophecia

aunquemuybien se lo pague
aunquebien se lo pague
aunquebien se lo pague
aunquebien se lo pague

determine de todo en tododedexalle
determine de todo en tododexalle
determine de todo en tododexalle
determine de todo en tododexalle

y lo teniatanto en voluntad,
y lo tenia en voluntad
y lo tenia en voluntad
y lo tenia en voluntad

Dos claros casos semejantes -sin haber realizado un análisis exhaustivo- encontramos en la edición de Burgos, en los folios signatura A 6r y D 4r, páginas que pertenecen también a la forma interna del correspondiente pliego:

B, A 6r: y su candado ysullaue. Y al meter detodaslas cosas /
M, a 8r: y su candado y llaue, y al meter delas cosas ,
A, f. 6r. y su candado yllaue, y al meter delas cosas
C, f. 7v.-8r.: y su candado yllaue, y al meter delas cosas ,

y sacallas: era contan granvigilancia, ytantopor contadero /
y sacallas: era contantavigilancia, ytanpor contadero ,
y sacallas era contantavigilancia, ytanpor contadero ,
y sacallas, era contantavigilancia, ytanpor contadero ,

que no bastarahombre en todo el mundo hazerle menos vna migaja:
que no bastara todo el mundohazerle menos vna migaja:
que no bastara todo el mundoahazerle menos vna migaja,
que no bastara todo el mundohazerle menos vna migaja,

B, D 4r:y aun agora       por muy bien almorzado
M, e 5v.-6r.:y aunque agora       por bien almorzado
A, f. 26v.-27r.:y aunque agora       por bien almorzado
C, f. 29v.-30r.:y aunque agora       por bien almorzado

ayer todo el diasin comer /con aquel mendrugo
ayer todo el diacon aquel mendrugo
ayer todo el diacon aquel mendrugo
ayer todo el diacon aquel mendrugo

vn dia yvnanoche
vn dia ynoche
vn dia ynoche
vn dia ynoche

Ansi estaua yo a la puerta / mirando y considerando estas cosas
Ansi estaua yo a la puerta , mirando y considerando estas cosas
Ansi estaua yo a la puerta , mirando y considerando estas cosas
Assi estaua yo a la puerta , mirando y considerando estas cosas

y otras muchas /hasta que el señor mi amo traspuso la larga y
hasta que el señor mi amo traspuso la larga y
hasta que el señor mi amo traspuso la larga y
hasta que el señor mi amo traspuso la larga y

angosta calle.Y como lo vi trasponertorneme a entrar en casa /
angosta calle.Torneme a entrar en casa :
angosta calle.Torneme a entrar en casa ,
angosta calle.Torneme a entrar en casa ,

El hallazgo de Barcarrota nos demuestra la existencia de una edición anterior con un número mayor de pliegos que Burgos y Alcalá, por lo que éstas -y quizás también Medina- tuvieron forzosamente que contar el original. Indudablemente, no es obligado pensar que ambos componedores recurrieron a «medios feos y no permitidos» (aunque no se trataba de una obra que exigiese un cuidado extremo del texto, como, por ejemplo, los libros litúrgicos, ni el autor estaba vigilante de que no se alterase su obra), pero vistos los casos señalados, podemos afirmar que hicieron uso de los mismos. A las alteraciones textuales que pueden asimilarse a una transformación producida entre el proceso de lectura y la composición de lo leído, hemos de añadir las debidas a las malas soluciones a los errores de cuenta del original. Si eliminamos en la edición de Burgos los casos producidos por los señalados errores de cuenta, o sea, alteraciones del texto propias, que no pudo copiarlas de edición anterior, no hay apoyo para la hipótesis de su diferenciación de las ediciones de Alcalá y Amberes, ni por tanto considerarlas basadas en un original distinto. Además, el texto de Medina lo confirma, al coincidir en unos casos con Burgos y en otros con Alcalá y Amberes. Veamos algunos ejemplos:

B, B 6v.:dezia yopassoentre mi
M, c 3r.:dezia yopassoentre mi
A, B 6v.:dezia yoentre mi
C, B 4r.:dezia yopassoentre mi

B, B 6v.: en la concha caya ... luego me quitaua la corneta
M, c 3v.: en la concha caya ... luego me quitaua la corneta
A, B 6v.: en la concha caya ... luego me quitaua la concha
C, B 4r. y v.: en la concha caya ... luego me quitaua la concheta

B, C 3r.:y auiendoen el diapensando lo que auia de hazer
M, d 1 v.:y auiendoen el diapensando lo que auia de fazer
A, C 2v.:y abiendopensado lo que auia de hazer
C, B 8v.:y auiendoen el diapensado lo que auia de hazer

B, E 2v.:no herrauades ennoquitarselo primero
M, f. 6v.:no errauades ennoquitarselo primero
A, D 8v.:no errauades enquitarselo primero
C, C 12r.:no errauades enquitarselo primero

B, E 4r.:y lasmasy lasmas ciertas
M, f. 6r.:y lasmasy lasmas ciertas
A, E 1v.:y lomas,mas cierto
C, D 1v.:y lasmas ciertas

B, D 1r.:dissimulando lo mejor que pude. Señor
M, e 2r.:dissimulando lo mejor que puedele dixe.Señor:
A, D 8r.:dissimulando lo mejor que pudele dixe.Señor
C, C 2v.:dissimulando lo mejor que pudele dixe.Señor,

B, D 2v.:pena tengavuestramercedquese passar vna noche
M, e v.:pena tengaV.M.quebiense passar vna noche
A, D 1v.:pena tengaV.M.quebiense passar vna noche
C, C 4r.pena tenga.V.M.quebiense passar vna noche

B, D 4v.:quanto estaua caliente del estomago
M, e 6v.:quanto caliente del estomago
A, D 3r.:quanto caliente del estomago
C, C 6r.:quanto caliente del estomago

B, E 5v.:auia sido muchasy infinitasvezes:
M, g 2v.:hauia sido muchasvezes,
A, E 3r.:auia sido muchasvezes,
C, D 3r.:auia sido muchasvezes

B, F 7r.:Mira si soysamigo no me digays cosa
M, h 7r.:Mira si soysmiamigo no me digays cosa
A, F 6r.:Mira si soysmiamigo no me digays cosa
C, D 12r.:Mira si soysmiamigo no me digays cosa

Creemos, en vista de ello, que es posible concluir que las cuatro ediciones conservadas de 1554 dependen de una misma edición anterior. Desaparece por lo tanto del estema propuesto la supuesta edición Y. Las cuatro ediciones conservadas derivan de X, que si era en 8.º tenía por lo menos los mismos cuadernos que Medina. Y consideramos que el texto que nos ofrece la edición de Medina del Campo es, en su conjunto, más fiel al de la primera edición del Lazarillo. Ello no invalida la posible existencia de más de una edición anterior a las conocidas, aunque sin diferencias textuales significativas.

Y una conclusión metodológica: en la transmisión impresa, los datos de la crítica textual deben siempre interpretarse teniendo en cuenta los resultados que ofrece el análisis bibliográfico.





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