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Hacia una bibliografía estructurada de las obras sueltas de Gracián (1637-1665)

Jaime Moll





El panorama que desde el punto de vista editorial ofrecen las obras de Gracián no difiere del de los otros autores destacados del siglo XVII. Junto a las ediciones autorizadas -constando en algunas su editor comercial, librero o impresor- encontramos las hechas al margen del autor y las ediciones contrahechas. Y la semejanza continúa en la edición póstuma de las Obras, reflejo de la existencia de una fuerte expectativa editorial, que se mantiene desde 16631 hasta fines del siglo XVIII. Vamos a presentar algunas consideraciones sobre las ediciones de las obras sueltas en castellano -muy interesante es la difusión en otras lenguas- hasta la aparición de las Obras, con dos excepciones, la edición barcelonesa de las tres partes de El Criticón (1664), y la que en Ámsterdam se hizo de El Discreto, en 1665. Hay que tener en cuenta que no pretendemos hacer un trabajo definitivo, sólo la presentación, dentro de las directrices de una bibliografía estructurada2, de la situación actual de mi análisis de las obras sueltas de Gracián, que se nos presenta, además, complicado por la amplia dispersión geográfica de los ejemplares conservados, lo que dificulta su comparación. A ello hay que añadir el problema de la identificación del origen y fechas de las ediciones contrahechas. Queda mucho trabajo por hacer sobre los «libros enanos» y los menos enanos, que difundieron las obras de Gracián.

Tres aspectos queremos destacar: las relaciones existentes -con una excepción, la tercera parte de El Criticón- entre las distintas residencias de Gracián y las primeras ediciones3; las del autor con el impresor Juan Nogués, en cuyo taller se imprimieron varias de sus obras; y el patrocinio editorial de su amigo Vincencio Juan de Lastanosa, que se refleja en las palabras «que publica» seguidas de su nombre.

Ya en su primera obra, El Héroe, se inician los problemas, que en este caso se deben a la falta de un ejemplar de la edición de Huesca, 1637, sobre la que hay suficientes datos para poder afirmar su existencia4. Tres años después, en 1640, Diego Dormer imprime en Zaragoza la primera edición de El Político, de la que existe una emisión con fecha de 1641. Gracián aprovecha su estancia en Madrid para publicar en 1642 el Arte de ingenio, tratado de la agudeza, editada por el librero Roberto Lorenzo, impreso en dicha ciudad por Juan Sánchez. Instalado Gracián de nuevo en Huesca, Juan Nogués imprime en 1646 la primera edición de El Discreto, y en 1647 la del Oráculo manual y arte de prudencia. En 1648, también impresa por Juan Nogués, se publica la segunda edición muy ampliada del Arte de ingenio, tratado de la agudeza, con el nombre de Agudeza y arte de ingenio, de la que se hace una emisión con fecha de 1649. De 1651, es la primera edición de la primera parte de El Criticón, impresa en Zaragoza por Juan Nogués, «y a su costa», con una emisión en la que desaparece esta frase substituida por «Véndese en la Carrera de San Gerónimo, en casa de Francisco Lamberto, mercader de libros», el librero sucesor de Roberto Lorenzo, que la distribuirá en los reinos de Castilla. En el ejemplar de esta emisión que se conserva en la Real Biblioteca Danesa, figura la siguiente anotación manuscrita, firmada por Gothelffe: «este libro à conprado à Madrid el año de su impresion».

Francisco Lamberto será el editor de las partes segunda y tercera de El Criticón, impresas respectivamente en Huesca, por Juan Nogués (1653), y en Madrid, por Pablo de Val (1657). De 1655, impreso en Zaragoza, por Juan de Ybar, es El Comulgatorio, la única obra que figura a nombre de Baltasar Gracián.

Más problemas encontramos en las reediciones. De 1639 es la «segunda impressión, nuevamente corregido» de El Héroe (recordemos que hasta el momento no se ha encontrado la primera edición de 1637), hecha en Madrid, por Diego Díaz. ¿Qué intervención tuvo Gracián en la misma, ya que no parece que estuviese en Madrid? Y por otra parte, como ya indicó Adolphe Coster, existen dos ediciones con los mismos datos tipográficos5. ¿Cuál es la auténtica?

El Político se reeditó en 1641, quizá dos veces6. De El Discreto existe una reedición de 1647, impresa en Huesca, por Juan Nogués. Francisco Lamberto hizo imprimir en 1663, en casa de María de Quiñones, la segunda edición del Oráculo manual7, y su viuda, en 1658, la reedición de la primera parte de El Criticón, impresa por Pablo de Val. La actuación editorial del librero Francisco Lamberto, que casó con la viuda de Roberto Lorenzo, no se limita a lo que acabamos de consignar. Con fecha 1646 y figurando Juan Nogués como su impresor en Huesca, publicó Lamberto El Político y El Discreto. Como ya señalamos en trabajo anterior8, estas ediciones no son de 1646 ni impresas en Huesca. También existe una edición contrahecha de la edición de 1649 de la Agudeza y arte de ingenio. De El Criticón hemos localizado ediciones contrahechas de las partes II y III y segunda edición de la I parte. De una manera provisional, consideramos que son auténticas las ediciones representadas por los siguientes ejemplares, que hemos visto: parte II, Madrid, BN, R 34750, Real Biblioteca Danesa y Biblioteca Nacional de Francia; parte III, Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, Filología, Res. 852 y los dos ejemplares de la Biblioteca Nacional de Francia; segunda edición de la parte I, Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, Filología, Res. 850 (sin portada) y Biblioteca Nacional de Francia. Son ediciones contrahechas: parte II, Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, Filología, Res. 851; parte III, Madrid, BN, R 34751 (sin portada); segunda edición de la parte I, Biblioteca de la Universidad de Illinois.

Al margen del autor -también lo son las ediciones contrahechas citadas- publicó en 1640, el librero de Barcelona Andreu Roure, impreso por Sebastián y Jayme Matevad, una reedición de El Héroe, y en 1647 de El Discreto, impreso por Pedro Juan Dexén. De esta última obra existen dos ediciones del mismo año, que habría que estudiar. De 1664, es la edición de las tres partes de El Criticón en un volumen, hecha en Barcelona por Antonio Lacavallería.

Interesante es la difusión de la obra de Gracián en Portugal, que acaba de recuperar su independencia. El librero Vicente de Lemos hace imprimir por Manuel de Sylva, en 1646, El Héroe. Henrique Valente de Oliveira publica las tres partes de El Criticón (I, 1656; II, 1657; III, 1661) y el Oráculo manual (1657). En 1659 sale de la Officina Craesbeckiana, por Simo Antunes de Almeyda, una edición del Arte de ingenio. No sólo en Lisboa se reedita a Gracián, también en Coimbra, donde Thomé Carvalho imprime El Discreto (1656) y El Héroe (1660).

En Milán y Ámsterdam también se reeditan obras de Gracián en castellano. De 1646 es la reedición de El Político hecha en Milán por Juan Bautista Bideli. En Ámsterdam, Juan Blaeu imprime El Héroe, Oráculo manual y El Político, las tres ediciones de 1659. Finalmente, en 1665, Pedro le Grand publica El Discreto.

En pocos años, las obras de Gracián alcanzan una amplia difusión. Sin embargo, como hemos visto, son pocas las ediciones con verdadero interés textual, aunque lo tengan desde el punto de vista de la sociología de la edición y de la lectura.





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