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251

Comunicación de Prado al ministro de Indias, de 3 de julio de 1761. En la de 6 del propio mes y año decía de la Cabaña: «Padrastro que sujeta la plaza y la campaña inmediata, ofreciendo a la vista los funestos accidentes que deben temerse de no ocuparle.»

 

252

Comunicación ya citada del 3 de julio.

 

253

A fines de julio de 1761 quedaron puestos en la Habana nuevecientos cincuenta y dos soldados de los regimientos de España y Aragón, e incorporados a aquella escuadra los navíos que iban al mando del marqués del Real Trasporte. Este título y el de vizconde de Buen Viaje se le había dado por venir de jefe en el navío Fénix, que trajo a Carlos III y a su Real familia de Nápoles a Barcelona. Llamábase D. Gutierre Guido de Hevia, y era yerno del marqués de la Victoria.

 

254

Comunicación de Prado del 8 de julio de 1761.

 

255

Real orden de 24 de febrero.

 

256

Real orden de 23 de octubre.

 

257

En 26 de octubre y 8 de noviembre le comunicó el presidente de la Audiencia y Contratación de Sevilla la remesa de porción de picos, palas, azadas, marrazos y hachas de dos manos por el navío Galicia, que fue a juntarse en Santiago de Cuba con el Monarca y el Arrogante. A su bordo navegaron también los dragones de Edimburgo, con D. Carlos Caro por jefe, a petición del mismo Prado.

 

258

Real orden de 14 de noviembre de 1761.

 

259

Real orden de 14 de noviembre. Por su texto comprende el simple buen sentido que no fue la intención del Rey que el ministro de Indias fuese desde la corte jefe de la escuadra surta en la Habana. Así decía a Tanucci en 22 de julio de 1762: «Tienes razón en decir que su caída (la de los ingleses) sería si alguna de sus escuadras del Océano fuese batida, lo que puede ser que haya sucedido o suceda en América con la ayuda de Dios.»

 

260

En todos los documentos se descubre a Prado jactancioso antes de la invasión inglesa, y después lleno de aturdimiento a causa muy principalmente de lo desprevenido. Sobre ambas cosas es muy digno de leerse el Memorial elevado a Carlos III a fines de 1762 por los capitulares de la Habana.