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Poseo
originales las cartas de Floridablanca a Gausa, y las carpetas
donde este puso lo que se copia: «Lea y con reflexión
y pausadamente ese pequeño papel (le decía
Floridablanca en billete del viernes 16 de agosto de 1782),
y verá en pocos renglones y con claridad las utilidades
de mi idea (la de la caja de descuentos) y los diferentes
medios de ejecutarla. No se amontone V.; tómelo a
sangre fría, y hallará que es un camino llano,
fácil y que le sacará de mil laberintos.»
A
esto respondía Gausa que ya se consideraba por muerto.
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Foronda (D. Valentín), Cartas sobre el Banco, Madrid, 1787.
963
Mirabeau, Banco de España, París, 1785.
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Floridablanca a Aranda: 18 de julio de 1785. El mismo ministro en su Memorial a Carlos III: Bourgoin, en el Cuadro de la España moderna, t. II, cap. V: Foronda, en las cartas citadas, y Canga Argüelles en el Diccionario de Hacienda, son los autores que he seguido principalmente en lo relativo al Banco nacional de San Carlos.
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«Al
oír la enfermedad del conde de Gausa, la corte y la
capital se conmueven: el Rey, que le ama, le envía
las señales menos equívocas y más lisonjeras
de su aprecio: el pueblo mismo, el pueblo, siempre opuesto
a los que mandan, terne perderle: la envidia y la calumnia
parecen desarmadas: el interés crece con el peligro:
es el objeto de todas las conversaciones: se quiere saber
por instantes el estado de su salud; y el abatimiento se
pinta en todos los semblantes, cuando, desvanecidas las leves
esperanzas que había de su restablecimiento, se oye
de repente que ya no existe.»
Cabarrús, Elogio, etc.
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En la capilla de Nuestra
Señora del Rosario.-La inscripción sepulcral
es sumamente sencilla; dice así: «D. O. M. Aquí
yace el Excmo. Sr. D. Miguel de Muzquiz y Goyeneche, natural
de Eluetea, en el valle del Bastan, Caballero de la orden
de Santiago, Gran Cruz de la de Carlos III, marqués
de Villar de Ladrón, conde de Gausa, gobernador del
Consejo de Hacienda y sus tribunales, secretario y consejero
de Estado. Nació el 15 de enero de 1719, y murió
en 25 de enero de 1785, habiendo servido con honor y celo
al Rey y a la nación. R I. P.»
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Sus sueldos eran los siguientes: Por ministro de Hacienda, ciento veinte mil reales.-Para la mesa, noventa mil.-Como gobernador del Consejo, cien mil.-Por superintendente de Rentas, cuarenta mil.-Por presidente de la Junta de Moneda, Comercio y Lotería, veinte mil.-Por superintendente privativo de la renta de tabacos, sesenta mil.-Además gozaba la parte de juez que le correspondía en todas las causas que sentenciaba de los comisos de todo el reino, y noventa mil reales para mesa como ministro interino de la Guerra.
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Cabarrús, Elogio, etc.
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En la dedicatoria de la Carta de Guía de Casados, y Avisos para palacio, hecha por el librero Senosiain al ministro de Estado D. Juan Bautista Orendayn, en 1724, se lee cómo hallándose el secretario Fernando de Zafra en una venta de Sierra-Morena, con necesidad de despachar un propio a Jaén, y sin recado de escribir, se le apareció un mozo de catorce a quince años, que iba a Sevilla a buscarse la vida; y sacando su cartapacio, se brindó a llevarle la pluma; y cómo se lo admitió el Zafra y le llevó consigo, por donde Francisco de los Cobos, que este era el nombre del mancebo, se vio en camino de llegar a secretario de Estado y a primer marqués de Camarasa.
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Estas noticias sobre Lerena las he adquirido especialmente del respetable eclesiástico D. Ignacio González, antiguo geronimiano del Real Monasterio de San Lorenzo, y deudo de aquel personaje, y por mi íntimo amigo D. Leoncio Núñez de Arenas, residente muchos años en la provincia de Cuenca, y que conoció al otro amanuense que se presentó al fiscal del Consejo, el cual, si no recuerdo mal, se llamaba D. Pedro Julián de Titos. Tomó la reseña de los destinos que desempeñó Lerena, de la dedicatoria que le hizo en 1786 el capuchino Fray Francisco de los Arcos, en las Conversaciones instructivas.