«Bendito seas Alberto» (1845), vv. 15-16, pp. 253. (N. del A.)
«Melancolía» (1843), pp. 115-116 (sobre todo los vv. 35-40); «La primavera anticipada» (1843), pp. 128-129 (sobre todo los vv. 33-40); «Canciones I» (1843), p. 163. (N. del A.)
«A la soledad» (1843), pp. 112-113. (N. del A.)
Véase por ejemplo: «En un álbum que me presentaron cuando estaba contemplando una hermosa tarde» (1852), pp. 316-317. (N. del A.)
«Invitación» (1845), pp. 371-372 (sobre todo los vv. 35-40). (N. del A.)
«La esperanza en ti», pp. 293-296 (sobre todo los vv. 76 y ss.). Véase también en este sentido: «¿Cúal es tu grandeza? ¿Cúal es tu ciencia?» (1834), pp. 218-219; «La desgracia de ser hijos de España» (1847), pp. 796-798. (En este poema define, curiosamente, qué elementos de la naturaleza no pueden entender su voz: las rocas y las encinas. Con los otros elementos, sobre todo aves y elementos cósmicos, intentará el sueño poético de la fusión.) (N. del A.)
«Gloria de las flores», pp. 181-182. Ver también, por ejemplo: «Último canto» (1846), pp. 549-551 (sobre todo los vv. 25-28); «Rioja» (1847), pp. 645-647 (sobre todo los vv. 81-89); «A Quintana» (1845), pp. 661-664 (sobre todo los vv. 85-105). (N. del A.)
Véase por ejemplo: «El pájaro perdido» (1843), pp. 126-127; «A una tórtola» (1843), pp. 149-150; Canciones I» (1843), p. 163; «Emigración de las aves» (1841), pp. 171-172; «La luz de primavera» (1845), pp. 178-179; «Cantad, hermosas» (1845), pp. 345-349; «Una despedida» (1841), pp. 519-521; «El siglo de las reinas. Al nacimiento de la princesa de Asturias» (1851), pp. 787-790; «Amistad de la luna» (1843), pp. 169-170; «La luna es una ausencia» (1845), pp. 190-191. (N. del A.)
«A una golondrina» (1841), pp. 109-110 (sobre todo los vv. 56-57). (N. del A.)
Véase por ejemplo: «A Horacio» (1859), pp. 203-205; «A los poetas de Madrid» (1880), pp. 543-546. (N. del A.)