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ArribaAbajoCapítulo XVII

Conclusión y resumen de todo lo sobredicho


Tres partes, propusimos en el Prólogo, en que se podía dividir este tratado. La primera fue Qué Huacas, y Ídolos adoran los Indios, qué l[es] ofrecen, qué fiestas les hazen, qué abusos, y supersticiones tienen, qué sacerdotes, maestros, y minist[ros] de sus Idolatrías. La segunda qué causas, y raýzes tienen de ellas, que por vna parte están tan encubiertas, y por otra brotan tanto, y los remedios para descubrillas, y desarraygallas. La tercera, la práctica de la Visita como medio más próximo, y immediato para conseguir el fin sobredicho.

Cumplido e con lo propuesto (si no me engaño), y por menos estoy cierto, que lo e deseado, y procurado. Dos cosas me faltan por advertir. La primera el estado en que están el día de oy, que es principio de quaresma del Año de 1621, los medios arriva propuestos, para el remedio destos males: la segunda quál dellos es el más necessario, conveniente, y eficaz. Y començando por esto digo. Que los medios, y los que los an de poner, y executar son muchos, y varios.

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Vnos tocan a las Cabeças, y Príncipes, assí Seglares como Eclesiásticos, que los ordenan, y otros a los que los executan, vnos son medios vniversales, y otros particulares, vnos mediatos, y otros immediatos, vnos más, y otros menos eficazes, vnos son perpetuos, y otros para tiempo limitado. Qualquiera que uviere leído lo sobredicho echará de ver fácilmente los que le tocan, y quáles se deven preferir a quáles assí en la estima, como en la execución. Porque no es mi intento hazer tratado de lo que personas tan graves escrivieron de propósito, como el P. Acosta de nuestra Compañía, de Procurando salute Indorum, el P. Fr. Thomás de Iesús Carmelita descalço, de Procurando salute omnium gentium. Quisiera yo, que estos libros los leyeran todos, y con el espíritu que ellos se escrivieron, que estoy cierto fueran de singular provecho. El principio, y fundamento de todo este edificio, es que se haga el concepto y estima, y se cobre el conocimiento de la enfermedad, que pide su gravedad, porque a ley de no faltar muchos a las obligaciones, que tienen de Iusticia, y todos a las que tenemos de Caridad, se aplicará la medicina que pide la enfermedad.

A todos toca este cuidado, y por todos corre esta obligación, aunque no en igual grado, ni están libres de ella aun aquellos, que por raçón de su estado están retirados del mundo, y olvidados dél. Oygan los vnos, y los otros lo que admirablemente dize S. Iuan Chrisóstomo en la oración de S. Philogonio, que por no quitalles la energía que tienen sus palabras, aunque la tiene mayor en Griego las pondré en Latín. Nulla prorsus alia res est, quae perinde declaret, doceatque quis sit fidelis, et amans Christi, quam si frarum curam gerat, pro que illorum salute gerat solicitudinem. Haec omnes audiant, etiam Monachi, qui montium occuparunt cacumina, quique modis omnibus se ipsos crucifixerunt quo pro viritus Ecclesiarum Praefectos adinnuent,   —160→   horumque causas leniant procibus, concordia, charitate etc. Pero el único, y principal remedio de este mal, y la cura de esta enfermedad está en los Curas, y depende de su cuidado. Y no carece de mysterio que sea lo mismo Cura, que cuidado, y cuidado que Cura. Digo, que ellos son el único remedio, porque todos los demás aunque se pongan en execución, no harán tanto, como solo éste. Los Curas son los que llevan el pondus diei, el aestus, en cultivar esta viña tan inculta, y que tanto procura destroçar aquel Iabalí del infierno. Que con razón se puede dezir de ella lo del Psal. 79 Exterminauit eam aper de silua, el singularis jerus depastus est eam. Los Curas son los que (como dixo S. Bernardo que hizo S. Pablo con toda la Iglesia) sustentan la parte que de ella les encargó Dios nuestro Señor, oratione, exemplo, et dotrina. Con santos deseos, oración fervorosa, y continuas lágrimas en de negociar el ganar almas para el Cielo. La oración les a de dar estima de ellas, pondrá en sus palabras, y hallará mil traças, y medios para ganallas. Y sin la oración el aprecio de las Almas, el fervor en los sermones, la eficacia en los medios que pusieren, será todo poco, o nada. Y si importa mucho la oración, no importa menos el exemplo, para el convertir almas. Mucho nos miran a las manos los Indios, porque ni ellos, ni aun Españoles saben bien distinguir, lo que dixo Christo nuestro Señor, de los que estaban en la cáthedra de Moysés. Quaequmque dixerint vobis seruate et facite, secundum vero opera eorum nolite facere. Más presto harán lo que nos vieren hazer, que lo que nos oyeren. Y como dixo S. León Papa, Fortiore sunt exempla quam verba. El que enseña con obras, y palabras haze a dos manos, como los que reedificaron a Ierusalém de quien dize la Escritura 2. Esdr. 4 Vna manu faciebant opus et altera tenebant gladium, o como aquellos de quien dize Iudic. 20 Erant viri fortissimi, ita sinistra, vi dextra praeliantes, y en   —161→   el cap. 3 de Iosué se dize del capitán Aod. por grande alabança suscitauit eis saluatorem aed, qui vitaque manu pro dextera vtebatur. Vale más vna palabra acompañada con exemplo, que muchas sin él. Y es el modelo que dio el Princeps Pastorum capit IESÚS facere et docere. Mucho hazen los Visitadores, y Religiosos que andan en missiones, en lo que es enseñar a los Indios, pero el pasto, y riego ordinario de los Curas, es lo que les entra en provecho, con la continuación de los sermones, todos los días de fiesta de obligación, con la dotrina de los Miércoles, y Viernes, con los catecismos ordinarios, y aun en las conversaciones comunes oportune, y importune, es menester tratalles de las cosas de nuestra Fe, y de las historias Ecclesiásticas, y vidas de Santos, que gustan mucho de oyllas, refutándoles sus errores, y enseñándoles nuestras verdades, hasta que queden en lo vno, y en lo otro convencidos.

Pues el otro medio para desarraygar la Idolatría, y plantar la Fe entre los Indios, de que los Curacas, y Caciques sean los que conviene, quién lo deve, ni puede, ni suele hazer mejor que los Curas? y lo mismo digo del facilitalles, de que embíen sus hijos a los collegios, y ponelles estima de la merced, que su Magestad les haze en esto.

Pues quítalles las borracheras, que son las que crían fomentan, y conservan las Idolatrías, si algunos los an de hazer son los Curas, ya por bien, y con blandura, ya por mal, y con castigo. Ellos an de ser los inmediatos executores de los que assí en esto, como en otras muchas cosas tiene mandado el Señor Virrey, y el Señor Arçobispo. El tener cuidado con los que reinciden, y muy particular con los que quedan notados, por ministros y maestros de la Idolatría, assí para enseñalles como para estorvalles que no buelvan, a sus ministerios, y el embiar, los que fueren más periudiciales a la reclusión, no lo puede hazer nadie mejor que el Cura.

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El reparo de las Iglesias, el ornato de los Altares, el adorno de las Imágenes, la riqueza de los ornamentos, la curiosidad de la Música, la policía en el culto divino, la celebridad de las fiestas, la estima de la confesión, la reverencia del SS. Sacramento en los pueblos de los Indios, y el medio muy eficaz para mejorarse en la Religión Christiana, está en tener buenos Curas, santos, diligentes, y dotes, especialmente en Theología. Porque es engaño muy grande dezir, y entender, que no es menester para entre los Indios, Theología, que es phrase, y lenguaje, que a corrido mucho en el Pirú. Pues como dixo admirablemente S. Hierónymo, que el A.B.C., y deletrear de la Cartilla enseña mejor, y diferentemente vn hombre letrado, que el, que no sabe más que aquello. Y para enseñar lo poco haze mucho al caso, que sepa el maestro mucho. Quanto más que no sé yo, qué cosa ay mayor ni más profunda, que los misterios de nuestra santa Fe, ni más dificultoso que dalles a entender de suerte, que hagan concepto de ellos, los que tienen hecho el entendimiento a cosas tan materiales, y rateras? Bien entendida tienen la importancia de este punto, donde se cifran todos los demás assí los señores Prelados por razón de su oficio, como el señor Virrey por el patronazgo, eligiendo entre muchos que ay buenos, los que entienden ser mejores, sin aceptación de personas, ni dar lugar a intercessiones, promoviendo y premiando a los que an trabajado entre Indios, y dello pudiera traer si fuera, menester, muchos, y muy particulares exemplos.

Algunas vezes se me a ofrecido, que si fuera en estas partes para la eleción, y promoción a las prebendas, y beneficios. Ecclesiásticos, el aver trabajado en la enseñança y dotrina de los Indios condición, como dizen sine qua non, o por lo menos circunstancia, muy aventajada y privilegiada, que avía más hombres dotos que se dignassen, y   —163→   no tuviessen por caso de menos valer aprender la lengua, y los que la saben por avella mamado, se animarían a estudiar más de propósito, hasta salir aventajados en Theología, y a continuar el estudio, y gustar más de los libros.

Grandemente ayuda para que los Curas sean los que hemos dicho, y los que deven ser, el que sean tales sus Visitadores ordinarios, y muy zelosos del bien de los Indios. Y importaría supiessen bien la lengua, pues llevan orden como se dixo en su lugar, de ver si la saben los Curas, y de registrar, y rubricar los sermones128, que an predicado, y an de tener escritos. Y que en todo quanto pudieren honren, favorezcan, y acrediten a los buenos Curas, no sólo en sus pueblos, sino mucho más con sus Prelados. Pues quanto favor se les puede hazer, y quanta honra se les puede dar, y quanto interés se les puede acrecentar es poco, para lo que merece el trabajo, la solicitud, y cuidado, y aún el peligro de la vida que tienen los buenos Curas, acudiendo de día, y de noche a las obligaciones de su oficio. Y assí es cierto que en ellos están cifrados todos los demás medios, y remedios de la Christiandad de los Indios. Veamos el estado en que están el día de oy, y los dexa el Señor Príncipe de Esquilache, que está debuelta para España.



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ArribaAbajoCapítulo XVIII

El estado en que están los remedios de la extirpación de la idolatría en este arçobispado, a principio de quaresma de 1621


En este arçobispado, donde se a puesto tanto calor para desarraygar la Idolatría, todavía faltan algunos pueblos, y no pocos por visitar de primera instancia, y muchos como se a dicho, están visitados segunda vez. Y avrá tres semanas que se partieron tres Padres para acompañar al Maestro Iulián de los Ríos que estando en la provincia de los Checras en su Dotrina bien descuidado de ello, se le embió título de Visitador, para la Provincia de Chinchacocha, y otras partes, por la satisfación129 que se tiene de que lo hará como deve. Del suceso de esta missión, no se puede escribir hasta ahora más de que se espera tendrá buenos fines, pues tiene trabajosos principios. Pues ayer se recibió carta de los peligros, que Dios nuestro Señor les libró en los caminos, cayendo uno de los Padres dos vezes, y quedando la vna colgado del estrivo debaxo de la mula en vna ladera muy angosta, y la mula de otro Padre que iva a pie, y la lleva a   —165→   de diestro se despeñó vna cuesta abaxo. Cosas son éstas tan ordinarias, que no nos ponen admiración.

El día antes que saliessen los tres Padres sobredichos salieron otros dos a acompañar al dotor Alonso Osorio, para que continuasse la visita del Corregimiento de Huarochirí, que está más cerca de aquí de Lima, y la avía comenzado aora tres meses, y interrumpido con las Pascuas de Navidad, y ayer escrivió de doze leguas de aquí la siguiente.

Oy veinte, y quatro de enero concluý con este pueblo. N. donde los Indios dél estavan tan obstinados en sus idolatrías, que casi todos avían buelto a reincidir, y hazer las fiestas de sus Huacas que antiguamente, y avían quitado de las Huacas antiguas todas las Cruzes. Tenían ocultos veinte Malquis que e hecho quemar, y tres Huacas principales, consultavan130 sus Sacerdotes, de los quales avían quedado ocho. Los dos se fueron a esa Ciudad, e embiado a buscarlos, los seys exhibieron sus Conopas, y piedras con que hechaban suertes. Confessaron su delito, condenelles a la casa de santa Cruz. Ha sido bien menester el ayuda de los Padres, para descubrir, lo que se a descubierto. La relación de todos embiaremos, y de las nuevas Huacas que se an hallado, y cosas inauditas en acabando con esto. Sólo diré aora. Que en esta provincia de Huarochirí, y en todos sus pueblos, se haze vna fiesta, y junta, que llaman la Huatanchana, a la qual se juntan todos, hombres, mugeres, y niños. Házese por el mes de Mayo, o Iunio, y dura tres días. En la qual se refieren las faltas en que an caído los Indios aquel año, assí de mitas, como de no obedecer a los Curacas, y otras de no trabajar, y ser araganes de no acudir a sus Huacas. Y el sacerdote mayor tiene en la mano vn açote de vn hilo de lana delgado, y aviendo hecho sacrificio de Llamas a Chaupinámoc hermana del Ídolo Pariacaca célebres en esta Provincia, los   —166→   açota con aquel hilo, quedan absueltos. Las particulares ceremonias de esta fiesta y otras muchas cosas escribiré en otra ocasión etc.

En recorriendo esta Provincia, se a de pasar la visita, y missión a la de los Huamalíes, que es la postrera deste Arçobispado, y muy necesitada de remedio. Començola a visitar el año pasado el dotor Hernando de Avendaño. Después de esta Provincia se visitarán las demás deste Arçobispado, que faltan por visitar, que será trabajo de algunos años.

Aora comiença a visitar los Indios de esta ciudad de Lima, el mismo dotor Avendaño, que esta semana a tomado posesión del curato de esta Cathedral. Y aunque se enciende, que por ser esta ciudad, como lo es, la cabeça de todos estos reynos, y el centro, y coraçón de toda la Christiandad de ellos, no avrá tanto que remediar, como en otras partes, también se teme que no avrá poco, y en su contorno algo más, como el tiempo lo dirá, y la experiencia lo va enseñando.

Para que no aya dificultad en continuar las missiones, se conserva todo el avío necesario de mulas, y lo demás que al principio dio su Excellencia del Señor Virrey, y se repara con las limosnas que va dando, y assí andan de ordinario seys Padres en missión. El Señor Arçobispo también a ayudado para ellas dando buena limosna, para que se compren Rosarios, y Imágenes, y otras cosas de devoción, que se reparten entre los Indios en las missiones. Llevan los Padres todas las vezes de su Señoría para muchos casos, que se ofrecen. Y los Visitadores muy amplias comissiones, y provissiones de su Excellencia, para que en todas las ocasiones, que fueren menester se les de el auxilio de la Iusticia Seglar, son graves penas si no lo hizieren. Y para que embíen a la casa de la reclusión los Indios más perjudiciales a la costa, y quanta, que la provissión dize,   —167→   y para embiar todos los hijos de los Caciques, que tuvieren edad competente a su Collegio.

Llámase este Collegio del Príncipe, no tanto por avelle dado principio el Príncipe de Esquilache, quanto por avelle puesto debaxo la protección, y amparo de su Alteza del Príncipe nuestro Señor D. Philipe, que viva largos, y felices años, y tiene por Patrón en el cielo a B. P. Francisco de Borja, como se contiene en sus Constituciones, y en la Provisión de su Fundación. Ay en él al presente cerca de treinta hijos de Caciques, con el hábito, y traje que se dixo en su lugar. Duermen, y comen en comunidad, leyéndoles a la mesa, y asistiendo, y comiendo con ellos el Padre Rector de toda la casa, que lo a sido de diversas casas, y Collegios principales de la Compañía, en esta Provincia, y tenido los principales oficios de ella. Tienen vn hermano de la Compañía, que les enseña a leer, escrevir, y contar, y maestro de capilla, que les enseña a cantar, porque ay en esta Iglesia muchos, y muy diestros Indios músicos, assí de voces como de muchos instrumentos. Conforme a estas ocupaciones tienen todas las horas del día repartidas, y sus pláticas, y conferencias acomodadas a su capacidad, y edad, de las cosas de la dotrina, assí las que tocan a los misterios de la Fe, como a buenas costumbres, y sus horas para Misa, Rosario, y Examen de consciencia, y otras devociones, y sus días señalados para disciplina, y para confessar, y comulgar. Industriándoles, y enseñándoles en todo, y por todo conforme al fin que se pretende. Aunque se cojerá el fruto principal, quando estas tiernas plantas vengan a ser árboles, también se goza alguno al presente aunque sea de flores. Como lo que diré aora. Vn Cacique de aquí cerca avía criado un hijo suyo, y único heredero con tanta desemboltura, que no causara menos lástima, que admiración si se especificara. Para que embiase el hijo al Collegio fue   —168→   menester por orden del Virrey traer a su Padre preso. Dentro de pocos días con poco achaque, y muy grande intercesión le tornó a llevar, y porque no bolviesse, le casó, sin tener, a lo que entiendo, catorze años. Mandó su Excelencia que bolviesse al Collegio, aunque estuviese casado. Estava el muchacho tan insolente, y rebelde que fue menester hechalle vnos grillos. Fui yo a interceder por él, y dixo el P. Rector que le quitaría los grillos quando supiesse la dotrina, porque no sabía palabra de ella, y en quatro, o cinco días supo muy bien toda la dotrina, hasta ayudar a Missa, etc.

En la casa de santa Cruz, que sirve de reclussión para los más perjudiciales maestros y ministros de Idolatría, ay al presente cerca, de quarenta, los más son muy viejos. La casa está hecha muy de propósito, y muy capaz para tener muchos no salen sino en los días de fiesta a Missa, y Sermón en procesión con sus fiscales, aquí les enseña cada vno de nuestros Padres la dotrina. Dáseles por orden del Virrey muy suficientemente de comer, porque aunque tienen muchos tomos armados para hilar lana, que es oficio fácil, y muy vsado de los Indios, para que ganan su comida, es muy poco, para los que gastan, porque trabajan los que pueden, y los que quieren.

Tiene vn Español hombre honrado, y de confianza cuidado con lo temporal de esta casa de repartilles la comida, y lana que an de hilar, y cobrar lo que an hilado, y que los enfermos sean curados, y que los sanos no se huyan, que algunos, y no pocos lo an hecho con ser las paredes bien altas, intentando muchas vezes romper las paredes con ser bien anchas. Los que vienen aquí por tiempo limitado, salen quando se cumple, los demás, quando se entienden, que están escarmentados, emendados, y enseñados. Pero como los más son tan viejos, que pasan de ochenta años an muerto muchos, después de aver recebido los   —169→   sacramentos, que no es pequeña señal de su predestinación. Algunos de éstos estando en esta reclusión tocados de Dios nuestro Señor manifestaron las Huacas, que avían dexado encubiertas en sus pueblos, y las declaraciones tengo en mi poder. Otros an sido citados desde sus tierras, para que dixessen dónde las avían dexado, como fueron dos de quien escrivió el Licenciado Rodrigo Hernández Príncipe, para que acá les hablassen, y desengañasen, y pusiessen en camino de salvación, porque los de su pueblo les acusaron que avían dado vnas Huacas, y dexado de manifestar las principales. Y ayer cinco de Febrero, otro Indio de estos viejos, viéndose enfermo, y desauciado, sin esperança de vida llamó vn Padre de los nuestros, y le dixo, que tomasee por escrito, todo lo que avía dexado encubierto, que pertenecía a sus Huacas, porque quería morir como buen Christiano, etc. Y entre otras cosas dize, que la casa donde estavan los Ídolos, y la plata q' tenían, fuesen para el Santíssimo Sacramento, y que de vna piedra que está allí muy labrada se hiziese vna pila de agua bendita, y esta memoria la tengo yo en mi poder, para dar aviso a quien la a de executar. Y e dicho estas cosas particulares, porque se vea quán arraygado tienen estos viejos el amor de sus Huacas, y quánto importa sacallos de donde hazen tanto daño.

Antes que acabe este capítulo me parece, que hiziera agravio a la razón, y a la verdad si se callaran. Que quien da color131 como se tocó al principio a todo lo que pertenece al augmento132 de la Christiandad de estos Indios, y quien fomenta133 todos los medios sobredichos, que se endereçan para ello, es el Dotor Alberto de Acuña Oydor de esta Real Audiencia. A quien como a tan zeloso del bien de los Naturales, y intilligente del gobierno deste Reyno, le remite su Excellencia las más de las cosas, que a esto tocan. Él propone los medios, que parecen convenientes, allana las dificultades, que se ofrecen, satisfacen a las dudas   —170→   que personas graves por no estar enteradas de la verdad, le representan, responde a las objeciones, y aun calumnias que contra ello se levantan. Suya es la ordinata de las constituciones, y fundaciones de los Collegios sobredichos, y la de muchas y varias provisiones, que se an despachado en diversos tiempos, y la de muchas cartas, que se an escrito a todos los Prelados destos Reynos, a los Corregidores, y Caciques, y a otras personas. Visita muy de ordinario el Collegio de los Caciques, cuidando con mucho amor de lo que an menester descendiendo a cosas muy particulares, y menudas como si cada vno de ellos fuera su hijo. Y no es mucho, que haga esto con los Caciques, quien lo haze con los Hechizeros, visitándoles también a menudo con el mismo cuidado, y solicitud, inquiriendo si se les acude con lo que an menester, y preguntándoles con mucha humanidad si les falta algo. Atropellando muchas vezes negocios muy graves, y ocupaciones de importancia de su casa, y de su oficio para acudir a estas cosas por trabajosas, y enfadosas que sean, siendo como son del servicio de Nuestro Señor, de quien sólo se deve esperar el premio, que merecen.

Éste es el estado en que están las cosas de la Christiandad, de los Indios en este Arçobispado veamos, cómo están las de otras partes fuera dél, y en lo restante del Pirú.



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ArribaAbajoCapítulo XIX

Del estado en que están las cosas de la christiandad fuera deste arçobispado en las demás partes del Pirú


Qvien uviere leýdo la relación sobredicha, especialmente si fuesse fuera de estos Reynos, me parece que conseqüentemente desearía saber, el estado que tiene la Christiandad, en las demás Provincias, y Obispados fuera deste.

Aunque en vna palabra se puede dezir, que si la mejor parte, y la más cultivada es la que tenemos presente, y está visitada, o se va visitando, y está tal qual queda vista, fácilmente se dexa entender quál será todo lo demás. Pero para que mejor se entienda, haziendo la qüenta como dizen, por mayor, y tomándola vn poco atrás digo. Que esta quarta parte del mundo, que llamamos América en honra, y memoria de Américo Vespucio su descubridor, dexando aparte muchas, y muy grandes Islas, que están antes, se divide en dos partes principales de tierra firme la vna se llama Nueva España, o Reyno de México, la otra es ésta del Pirú. Cada vna de éstas contiene muchos Reynos, y Provincias, pobladas de varias, y diversas naciones, vnas más, y otras menos bárbaras, otras más, y   —172→   otras menos políticas. Divídense entre sí estas dos partes por el estrecho de tierra que con nombre Griego vsado también entre los Latinos, llamamos Isthmus. En el qual de la parte del mar del Norte está la Ciudad, y Fuerte, que se llamó Puertobelo, porque lo es, y en la parte deste mar del Sur está la Ciudad de Panamá ennoblecida con Audiencia Real, y Silla Episcopal, situada en ocho grados poco más, o menos de latitud a la parte del Norte, y ochenta, y cinco de longitud.

Tiene este estrecho de Puertobelo a Panamá diez y ocho leguas, por donde se camina por tierra, y subiendo por el río de Chagre, que desagua en el mar, poco arriva de Puertobello, hasta el sitio que llamamos de Cruzes, quedan seys leguas de tierra hasta Panamá, y no interveniendo este espacio quedan hechas dos grandes Islas cercadas del mar, Nueva España, la qual dexamos al Norte, y, este gran Reyno del Pirú. El qual corre desde Panamá, ensanchándose desde cinqüenta grados de longitud por donde se estiende la costa del Brasil, y antes de este Reyno, que pertenece a la corona de Portugal, por las costas largas, que corren hasta donde desembocan dos de los mayores ríos del mundo, el de Marañón, y el de Orellana en el mar del Norte, y después del Brasil por la costa de Buenos Aires hasta el grande río de la Plata, y toda la demás costa, que va corriendo hasta el estrecho de Magallanes. Y por la costa de este otro mar se dilata hasta ochenta, y nueve grados de longitud, por la parte más ancha, que es la costa de Truxillo, en altura de ocho grados; y va corriendo por toda ésta de Lima, que está en doze grados, y medio, y es lo más poblado de todo el Pirú. Y en altura de treinta, y cuatro grados en adelante, donde cae el Reino de Chile, se va estrechando este nuevo mundo, que se descubrió de noventa años a esta parte, hazia el estrecho de Magallanes, el medio del qual está en ochenta   —173→   grados poco más, o menos de longitud, y se prolonga hasta cinqüenta, y tres, grados de latitud, o altura deste Polo Antártico. Éstos son los términos por vna parte, y por otra de este amplíssimo Reino de cuyas cosas tan varias, y extraordinarias, assí naturales como morales, aunque está escrito mucho, se podía hazer vna muy larga, y no menos gustosa historia.

Casi por medio dél van corriendo de Norte, a Sur desde su principio hasta el estrecho de Magallanes altíssimas Sierras, que acá llamamos la Cordillera, ensanchándose vnas vezes más, y otras menos, haziendo en vnas partes valles muy fértiles, y calientes, y en otras grandes llanadas muy frías, y en otras montes, de temple mas frío, que llamamos Sierras. Y en partes suben tan alto, que muchos están siempre nevados, y otros que llamamos Punas, no sirven sino para pastos de Venados, y Bicuñas, que son como cabras monteses, de cuya lana se hazen los cumbis tan finos, que pueden competir, con los damascos de Europa, y en cuyos buches se hallan las piedras Bezares. La parte que cae destas Sierras hazia la mar del Sur, que comúnmente llamamos los Llanos aunque no lo son, más que en el nombre, es la más poblada de Españoles. Y los Indios de ella son de más fuerças, y brio, que los de la Sierra.

Todas las Provincias, que contiene esta Cordillera, y sus vertientes hazia la mar del Sur están pobladas de Indios Christianos, o por hablar más propiamente baptiçados, y de la misma manera están otras Provincias, que caen de la parte de la Cordillera, cuyas vertientes van a la mar del Norte. Pero a pocas leguas ay grandíssimas montañas, y arboledas, aunque en tierra, no tan doblada como la de la Sierra, y en muchas partes grandes llanadas, que llamamos Pampas, y comúnmente lo vno, y lo otro los Andes, poblados de diversas naciones, donde no a entrado   —174→   la luz del Evangelio. Muchas vezes salen de allá los Indios a rescatar, y trocar cosas con los Españoles, y Indios Christianos. Y assí toman los nombres aquellas provincias de las ciudades que confinan con ella, como los Andes de Chuquiavo. Donde en la Provincia de los Chunchos, mataron los años pasados a P. Miguel de Vrrea de nuestra Compañía, que vino a estas partes, entre los que venimos, el año de mil, y quinientos, y ochenta, y quatro, y avía entrado a predicar a aquellas naciones. Cerca del Cuzco, y también de Guamanga ay otras entradas a los Andes, por donde intentaron entrar otros dos Padres de nuestra Compañía, a la conversión de aquellas naciones, y después de muchos trabajos salieron sin aver conseguido su intento. La ciudad de Guánuco, que está también a la vertiente del mar del Norte, y es deste Arçobispado, y se entiende ser vno de los mejores templos del mundo, y tan vniforme en frío, y calor, que el árbol tiene siempre fruta en todos los estados, que la puede tener134, en flor, quaxada mayor, y madura, y junto donde están, cegando el trigo, están sembrando otro, y otro está en berza, confina con los Indios Panataguas. Y algunos de ellos vinieron estando yo en misión en la dicha ciudad, pidiendo que les bautiçassen a ellos, y a sus hijos. La Provincia de los Guamalíes que es también deste Arçobispado, confina, con los Indios Carapachas, que salen muy de ordinario, especialmente a la fiesta de Corpus a los pueblos de los Christianos, y sacan de allá varias cosas, que no ay acá fuera. Estando visitando el pueblo de Huacaibamba, el dotor Hernando de Avendaño, este año pasado, salieron diez, y ocho juntos, y con ellos vna India, que se avía criado en Guánuco, y sabía la lengua Española. Pedían que los hiziessen christianos, y q' fuessen allá Padres, y harían Iglesias. Catequizoles, por intérprete, porque no sabía la lengua común el Visitador. Y dándoles noticia de los misterios de nuestra   —175→   Fe, y particularmente de la inmortalidad del Alma, y de la Gloria eterna para los buenos, les dio a todos tan grande contento, y alegría, que saltavan de plazer con tan particulares muestras de regocijo, y iubilo dando palmadas y hablando en su lengua, que preguntándole el Visitador al intérprete, que por qué hazían aquello los Indios, dixo que por la alegría, que sentían de que sus almas no avían de morir, y que si fuessen buenos Christianos yrían al cielo.

Pocos meses antes siendo Cura en este mismo pueblo, el Licenciado Miguel Rubio entró por espacio de tres jornadas en compañía de otros Indios que avían salido de allá, parte de camino fue a pie, y parte le llevaron en hombros. Estuvo con ellos, tres, o quatro días, y dos indios principales le dieron dos hijos suyos de hasta edad de 15 años, para que les enseñase, y bautizasse. El vno se murió a cabo de poco tiempo, aviéndole bautizado, y el otro truxo a esta ciudad de Lima, y yo le tuve en esta casa, y en poco tiempo avía aprendido la lengua general de los Indios, y con ella la dotrina, y cayendo enfermo el mismo día, que le bautizaron, se murió, con mucho contento, y alegría, porque dixo, que se iva al cielo. Tiene Dios mil traças para el bien de sus predestinados, y en mil sucesos las experimentamos cada día.

Con la Provincia de Chachapoyas, y Moyobamba confinan también muchas naciones, y se a intentado estos años el poblar entre ellas. Con el Obispado de la Ciudad de Quito, que con estar debaxo, de la línea, tiene más frío que calor, confinan también otras muchas naciones. En la de los Cofanes mataron, no a muchos años al P. Rafael Ferrer de nuestra Compañía, que avía entrado a dalles noticia del Evangelio. A este modo están otras muchas, y varias naciones de quien se tiene noticia, aunque no están del todo descubiertas, que corren por muchas leguas entre   —176→   o que está descubierto, por la parte del mar del Norte, que es la costa del Brasil, y lo demás, que diximos arriva, y la Cordillera sobredicha, que va atravesando todo el Perú. Pero donde ay más, y más fáciles entradas a diversas naciones, es por la Provincias del Tucumán, y el Paraguay. En ésta se juntaron los años pasados, algunos Padres, que vinieron del Brasil, con otros de esta Provincia, y anduvieron mucho tiempo enseñando todas aquellas naciones. Al presente ay vna Provincia de la Compañía distinta de ésta que contiene las casas, que ay en Chile Tucumán, y Paraguay. An reducido en ellas a muchos millares de Indios, a la Religión, y Iglesia Christiana, y los conservan con muchos trabajos, y en especial con estremada pobreza, de que se pudiera dezir mucho, pero quién lo a de galardonar, lo sabe. Por aquellas partes se van descubriendo muchas naciones, y no menos por la governación de santa Cruz de la Sierra, que podemos dezir, Rogate Dominum messis vi mittal opaerarios in vineam suam. Casi entre esta Provincia, y la tierra tan nombrada de Potosí, están los Indios Chiriguanáes, que no dan poco en qué entender. Pues de más, de que no son Christianos están tan atrevidos, y insolentes, que viven con recato, y temor los comarcanos, por las entradas que hazen en mucho perjuicio, y afrenta de los Españoles. Como se vio el mes pasado en la que intentaron por los valles de Pazpaya, y Pilaya. Contra quien salió el mismo Corregidor de Potosí con doscientos hombres para atajalles, y tenelles el passo, y en caso que intentasen passar delante les hiziesse retirar.

Por la parte del nuevo Reyno, donde está el Arçobispado de santa Fe, también la misma necesidad, que por acá. Verdad es que los años pasados les quitaron todas las Huacas, y Ídolos que tenían, y eran muchos, y muy diversos. Y trabajó en ello por su propria persona, el Señor   —177→   Arçobispo D. Bartolomé Guerrero, que al presente lo es desta Ciudad, y entonces lo era de santa Fe. En el Obispado de Quito, también se entiende que ay inmensas necessidades. Y para prueva de esto, no quiero al presente más testimonio, que dos cartas, que tengo en mi poder, de vn indio governador de vnos pueblos, que por averse criado en esta ciudad tiene el conocimiento que deve de las cosas de nuestra Religión Christiana, y aborrecimiento de los engaños de los Indios. Que son los mismos, que yo hallé, y esperimenté en los pueblos de esta costa con estar de donde se escrivieron las cartas, más de docientas leguas. Escrivió la carta en Español, y de muy buena letra, y la pondré sin añadille, ni mudalle palabra en la nota. Está escrita al P. Ioan Vázquez Retor del Collegio de los Caciques, y esta semana vino a mis manos. Después del primer capítulo de cumplimiento, y cortesía dize.

Lo segundo que me movió a escrevir esto es por descargar mi conciencia, y procurar que por mano de V. P. se castiguen los errores, y hechizerías, y Padrejonerías (llaman en aquella Provincia a los Hechizeros, y maestros de Idolatría Padrejones, como en la de Guamanga Licenciados) que en éste mi Govierno ay que es lástima, y compasión de ver, que si algún pobre Indio tiene palabras con alguno déstos, dentro de breven tiempo lo matan, y no se remedia por ningún caso, que todo lo hazen noche, y se salen con quanto quieren. Y pues V. P. es tan Christiano, procure despachar provissión, para que se lleven allá donde están los demás de esta secta, porque como digo todos los naturales135 claman a Dios, que remedie esto.

Es cosa tan cierta que el Indio, que le a hecho mal vno déstos le ve claramente estándose muriendo, y dize. Quiten me a Fulano, que está junto a mí, y esto sin aver nadie, sino sus deudos, y parientes. Y como su Governador doy a V. P. qüenta, y los nombres de algunos, son   —178→   los que se siguen sin otros muchos, que ay para que precisamente los mande llevar, sin más información, porque si se haze, se harán todo noche con ruegos, y besamanos, porque son los más Indios muy ladinos, y criollos de esta ciudad, etc.

Luego va nombrando los particulares, y de vno dize, que a muerto a los más Indios de su pueblo. Y después de algunos días escrivió otra en la misma raçón.

Por otra parte deste Obispado, que es por cerca de la ciudad de Iaén, q'está como en quatro grados de altura de este Polo, a hecho de dos años a esta parte vna entrada con gente el Governador don Diego Vaca, a las Provincias de los Indios Mainas, líbaros, y Cocamas, que vienen a caer en las riberas del río Marañón, y tiene descubiertos muchos millares de Indios, y pacíficos algunos de ellos. Y por ser tierra rica de oro tiene buena puerta abierta la conversión de esta Gentilidad. Porque acá pocos, ay que quieren entrar a los Gentiles, sino es por puerta de Oro, o Plata.

En tres Arçobispados, y diez y seys Obispados están divididos todos estos Reynos, y Provincias del Pirú, y de pocos años acá se an erigido algunas de estas Iglesias. La principal que es ésta de Lima, que no ha tenido más q' dos Prelados, y el presente, que lleva muchos años, es el tercero, se erigió en 22 días del mes de Henero de mil y quinientos y treinta y cinco, que fue quando se echó la primera piedra en la fundación de la ciudad. En estos ochenta, y cinco años a crecido tanto, que puede competir en todo con muchas de Europa. Porque aunque la gente no es mucha, pues no tendrá más que cerca de doze mil Españoles venidos de España, y nacidos acá, y cerca de once mil Negros assí los que cada año vienen de Guinea, como los que acá nacen, y Indios pocos más de dosmil, fuera e otras mezclas, que se an hecho de estas tres naciones,   —179→   que son muchas, y varias según participan, más, o menos vnas de otras llegarán todos a cerca de treinta mil personas.

Tiene muchas cosas que la hazen muy ilustre como la asistencia continua del Virrey, y Chancillería, y el ser Metrópoli, y Primado de estas partes, tener tribunal de la Inquisición con tan grande distrito; tener Vniversidad, que es la única destos Reynos. Y aunque los estudiantes no son muchos, respeto de otras Vniversidades, pero a la calidad, y número de los del claustro creo que llegan pocas Vniversidades, de Europa, pues tiene el día de oy cerca de noventa Maestros, y Dotores. Diez Conventos tiene esta ciudad de Religiosos, cinco de Religiosas, que ay pocos en España como ellos, seys Hospitales, y dos de ellos, vno de Españoles, y otro de Indios, excelentes en todo, cinco, o seys Parochias, sin otras Iglesias particulares, que son muchas. Tres Collegios de estudiantes, que sólo el primero, que de ellos se fundó, que es de sant Martín, tiene cerca de docientos estudiantes, de lo principal de todos los Españoles del Reyno, y los ochenta estudian.

Artes, Theología, o Cánones. Dexo aparte la nobleza, y lustre de la gente, el Cabildo y Regimiento tan principal, los tratos tan gruesos de los mercaderes, por ser éste el emporio, y plaça, de todas estas Indias, y otras cosas grandes que se podían dezir de su grandeça. Assí tengo por cierto de quanto yo e leído de Historias, que a ávido pocas ciudades en el mundo que en tan pocos años ayan crecido tanto. Pero no es mi intento hazer historia della ny de las demás, sino sólo advertir, que si en los pueblos, y Provincias que están debaxo de su govierno inmediato ay la necesidad de remedio, que emos dicho quál será la de las otras partes más distantes?

Algo se dixo en el capítulo nono, y para confirmación de ello quiero añadir la carta, que oy nueve de Febrero   —180→   me escrivió el P. Luis de Teruel cuya es, la que está en el capítulo sobredicho, y reducida en breve dize assí.

Ahora que e visto por mis ojos lo de por acá, halló que los Indios del Arçobispado de Lima, que tanto ruido an causado, son vnos santos. Porque aunque las Huacas, y Hechizeros, que allá se an descubierto an sido, sin número an sido muy raros los, que an tenido trato formal, y expreso con el Demonio, y las ofrendas son de yerbas, y cosas de burla. Porque acá mi Padre ay tan gran número de demonios, Súcubos, y Incubus, y tan familiar trato de los Indios con ellos, que ya no les tienen miedo, más que vnos Indios, a otros. Treinta y tres, o más me dixo vn Clérigo, que avía en vn pueblo con nombres conocidos, sin los que él no pudo averiguar. Y dos Padres que avrá seys meses hizieron misión, no muy lexos de aquí, hallaron gran copia de ellos, y muy ordinario vso de sacrificar a las Huacas niños, los quales escojen en todo el pueblo, que no tengan mancha, ny lunar, y libraron no sé quántos, que estavan dedicados para sacrificarlos136 en la primera fiesta. Otros dos Padres salieron por otra parte, y escrivieron que en cada pueblo avía vn millar de Huacas, y dioses Penates, todos los que lo ven claman por remedio, Dios nuestro Señor lo embíe, etc.

Mucho más adelante pasa la carta, pero esto basta para nuestro intento. Para remate, y confirmación de todo lo sobredicho, y de la necesidad que ay de las misiones, y visita en todas partes, y que será muy grande en las más remotas, pues la experiencia muestra la que ay en este contorno de Lima, sumaré vna carta muy larga, que escrivieron quatro días a de deciséys leguas de aquí los Padres Rodrigo Dávila, y Iuan de Cuevas que andan con el dotor Alonso Osorio, de lo que van haziendo en la misión de quien se dixo en el capítulo passado, y dize assí:

  —181→  

De las dificultades que tuvimos al principio de esta misión, conjeturávamos la importancia de ella. Lo común y ordinario que se ha hecho en todos los pueblos es, con Sermones, Pláticas, y Catecismos todos los días, y a las noches con disciplina mientras se cantava el Miserere en canto de órgano, disponer a todos los Indios, a que manifestassen las cosas, que tenían ocultas de sus Idolatrías. A sido de grande importancia ganar la voluntad a los Principales. Las confessiones an sido tan frecuentes que para comer no nos davan lugar, y con el bocado en la boca bolvíamos al confessionario, porque la gente no se quería yr de la Iglesia hasta confessarse. An comulgado muchos, que parecía estavan bien dispuestos. Esto a sido en todos los pueblos, diré algunas cosas particulares. De bien lexos de aquí vino vna persona con desseo, de que le endereçásemos en el camino de su salvación, y entre otros errores, de que quedó desengañada, y dixo, que todos los de su pueblo estavan en él era vno. Que quando el Sacerdote estava en pecado no dezía buena Missa, ny consagrava, y que assí muchos no querían oylla, y por esta raçón no la avía oýdo en mucho tiempo. Para que se vea lo que importa el buen exemplo, y es cierto. Qui scandalizauerit vnum de pusillis istis, expedit, ut suspendatur molla asinari, et demergatu in profundum maris. Mientras que nosotros hazíamos nuestro oficio, hazía el dotor Osorio el suyo, y con la experiencia, eficacia, y sagasidad, que tiene descubrió las Huacas que avían encubierto a otros Visitadores.

Halló la Huaca Huancarquirca, que estava en medio de la plaça de vn pueblo, y era la guarda dél, otra llamada Chenacoto, que servía para el augmento del Maíz, y otra llamada Llaucapa, que era la que criava. Aquí avía una azequia llamada Sica, por la qual no dexava regar a nadie vn Indio viejo, que la guardava, porque dezía era el   —182→   agua della consagrada a sus abuelos, y que a él sólo como a nieto suyo, le era lícito aprovecharse del agua para sus Chácaras, y a otro ninguno, no; hízose el azequia común, y el Indio fue castigado.

En las ventanas de vna Iglesia hechamos de ver muy a caso, que estavan dos micos de madera, y sospechando lo que era, se averiguó, que los reverenciavan, porque sustentassen el edificio, y tenían sobre ello vna larga fábula. No lexos de otro pueblo passa vn río, diziéndonos los Indios, que ivan con nosotros, que a tiempos venía tan caudaloso, que no podía passarse, y que todas las puentes que hazían se las llevava, y que assí estavan mucho tiempo sin ver Missa ny Padre. Yendo en esto vimos una grande, y hermosa angostura, que hazían dos peñas en el mismo río, y dispuestas excellentemente, para poder hazer puente con mucha facilidad, y preguntándoles por qué no la hazían allí dixeron que tenían grande miedo, porque allí vivía el Demonio, y que si algún Indio se atrevía a llegar se moría luego, y que a vezes oýan truenos, y tambores, con que los Indios estaban tan temerosos, que ponía admiración el ver las veras, con que lo dezían. Apeámonos al punto, fuimos al lugar dicho, llevamos los Indios con nosotros, pusimos vna Cruz grande, que truxeron del pueblo, diximos vn Evangelio, y diose traça con que luego se hiciesse puente para que el Cura, y los Indios tengan passo, aunque el río venga muy crecido.

En el pueblo de S. Francisco se halló vna Huaca, y tres Malquis que estavan en vn altíssimo cerro, y los avían encubierto al dotor Francisco de Ávila.

En S. Damién uvo mucho concurso de confessiones, y comuniones, y algunos pocos Indios al tiempo de limpiar las azequias, hazían fiesta a Vcacamar, que durava tres días, ofreciendo Llamas, éstos se castigaron.

  —183→  

En el pueblo de Topicocha, se halló la Huaca Huarihuacancha encubierta al dotor Ávila que adoravan para el multiplico del ganado.

No se halló superstición alguna en S. Bartolomé de Sociliacancha, ny en Santiago de Tumna, en este pueblo está enterrado el Indio, de quien se dixo en el capítulo primero. En el pueblo de S. Hierónymo uvo bien que hazer, por ser muy dados a la embriaguez. Treinta Cruzes que avía mandado poner el dotor Diego Ramírez, donde avía sacado treinta Huacas, estavan quitadas, mandáronse poner, descubriéronse treinta Malquis, y vna Huaca principal llamada Yaromarca. Auían tornado a hazer algunas fiestas de su gentilidad. Quando avía yelos llamavan a los que nacieron de pies, y a los que tienen partidos los labios, y a los que nacieron dos de vn vientre, y a éstos riñen los sacerdotes diziéndoles, que por no aver ayunado a sal, y agí, avía yelos, y luego les mandavan, q' por diez días ayunassen al modo ordinario, y que se abtuviessen de sus mugeres, mandávanles también que se confesassen de sus pecados a solas, y dávanles por penitencia que se lavassen, y guardavan las demás ceremonias de sus confessiones.

En vn pueblo estava vna India, que por la mala vida que su marido le dava, se avía hechado tres vezes en el raudal del río, desesperada, y el agua la echava siempre a la orilla, viéndose en ella, y pensando qué deliberación tomarla, pues el agua no la quería ahogar, ny ella pasar tan mala vida como tenía, passaron de repente dos Indias, y le dixeron cómo vendrían presto los Padres, con lo qual se animó y dio qüenta de todo a los Padres, y se hizieron las amistades entre ella, y su marido.

En S. Iuan de Matucama, uvo gran número de confessiones descubriéronse, y quemáronse cinco Malquis.

  —184→  

Si en alguna parte se puede dezir parecía semana santa por la frequencia de las confessiones fue en S. Matheo de Huánchor, por aver en este pueblo gran número de gente, y toda dócil, y de buenos naturales. Descubrió aquí el Visitador vna Huaca llamada Huánchorvilca, que era de piedra muy grande, debaxo de la qual estava el cuerpo de vn Indio llamado Huánchor con dos hijos suyos. Reverenciavan este Indio, porque dezían era de quien procedía el pueblo, quemáronse, y echáronse las cenizas al río. También reverenciavan por Huaca vna piedra muy alta, que está en medio del río, porque desde allí mandava el Inga despeñar a sus Monjas, quando se descuidavan en materia de castidad. También reverenciavan otra Huaca llamada Huanchura, para la buena cosecha de las sementeras.

En Santiago de Carampoma se halló que a la Huaca Carampoma (todos los nombres antiguos, de los pueblos son los de la Huaca principal) que por ser grande no se avía desecho, aunque tenía Cruz encima, le avían ofrecido sacrificios, y se hallaron los rastros junto a ella. Fuera del pueblo avía vna capilla, y no pareciéndole bien al Visitador, aunque tenía por nombre la Magdalena, la mandó derribar, y en ella se hallaron quatro Zaramamas.

Hallaron en casa de vn Indio deste pueblo vna piedra con algunos sacrificios que todo estava puesto en vna capilla, que tenía hecha; no a avido remedio para que diga cómo se llamaba la piedra, ny para qué efetos la tenía, va condenado a la casa de santa Cruz donde quiçá lo dirá. También se averiguó en este pueblo, que quando moría algún Indio llevaban la ropa de que avía vsado detrás del difunto, quando le llevavan a enterrar en la Iglesia, y si no la podían echar en la sepultura con el cuerpo, la quemavan luego. Quitavan los cabellos a los defuntos, y al cabo del año les sacrificavan, y lo mismo   —185→   hazían con los muchachos quando llegan a tal edad. Halláronse, y quemáronse diez Malquis.

En la dotrina de Casta, se descubrieron algunas cosas, que ocultaron al dotor Hernando de Avendaño, que fue el primero que la visitó. Entre lo demás fueron dos Huacas que eran marido, y muger, Ananllauto, y Quican llauto, adorávanlos para que no faltasse el agua. Otra llamada Carvallacolla, q' le tenían para el fruto de las Chácaras de Papas. Otra llamada Namocoya, y junto a ella enterrado un Indio llamado Námoc, con dos hijos suyos, y se quemaron.

Vvo nueva de que vna legua de aquí avía vna célebre Huaca llamada Atahuanca, y que la guardava vn gran Hechizero, cogieron a éste, y mandó el Visitador que fuesse luego con gente a traer la Huaca, salieron del pueblo y a poco trecho dexo descuidar la gente, y él se escondió de modo que aunque fueron más de sesenta Indios, en su busca por diversas partes, no pareció. Entiéndese que se echó al río por no descubrir la Huaca. Estavan todos los del pueblo tan espantados, turbados, y confussos, que aunque les hizieron grandes amenazas, ninguno se meneava a querer yr viendo esta confussión dixo vno de los Padres que quería yr por ella. Fueron en su compañía tres Españoles, y muchos Indios. Empeçaron su camino, que era vna cuesta muy fragosa, y sola para Vicuñas, llegaron a parage, donde no podían yr a cavallo, por ser vn peñasco alto, y empinado, apeose el Padre cogiendo la Cruz, q' llevaban para poner donde estava la Huaca, se la echó a cuestas, y subió de este modo más de vn quarto de legua, viendo esto los Indios se animaron, y subieron contentos, y dando gritos acompañando al Padre, y assí llegaron a lo alto donde hallaron vna capilla buena, y grande echa de grandes losas, y encima de la que cubría la capilla estava vna piedra parada, de más de tres quartas   —186→   de alto, y servía de guarda de lo que estava dentro, quitada ésta, y otras losas hallaron dentro de la capilla vn ídolo de piedra, no muy grande, pero vntado todo con Paria, y sangre de cuyes, y Llamas, hallaron más onze piedras pequeñas, y llanas que servían de platos para los sacrificios, y assí estavan vntados con sangre, como la Huaca. Todo se truxo al pueblo, y en mitad de la plaça se quemó, y hizo pedaços, y éstos se echaron al río desde vna grande profundidad, más de vna legua del pueblo sin que los Indios lo supiesen donde estará en perpetuo olvido. Yendo el Padre este viaje halló en el camino vna laguna, y en medio de ella vna figura de piedra delgada, y demás de dos varas de alto puesta a mano. No le pareció bien, y habló de suerte a los Indios, que le vinieron a dizir era Huaca, y se llamaba Quepacocha, y servía para que la laguna no se secase, porque con su agua regavan a tiempo sus chácaras. Al mismo tiempo avía averiguado lo mismo el Visitador en el pueblo. En otro pueblo de esta dotrina estavan dos Huacas, vna en la plaça en la pared del cementerio de la Iglesia, y la otra enfrente de ésta, adorávanlas los Indios, porque dezían era la guarda del pueblo. Hízose de ella lo q' de las demás, y pusiéronse en su lugar Cruzes.

Esto, y otras muchas cosas más contiene la carta, y por ella se puede conocer la importancia, y necesidad de las Misiones, Visita, y Revisita entre los Indios. Como la tiene entendida el Señor Príncipe de Esquilache Virrey de estos Reynos, que no contento con aver dado todo el avío necessario desde el principio de la Visita, como se dixo en el capítulo primero para los seys Padres, que de ordinario andan en missión en este Arçobispado, tiene mandado que en los Obispados de este Reyno, que tocan más a su Govierno, que serán Guamanga, Cuzco, Arequipa, Chuquiabo, los Charcas, santa Cruz, y Quito, sede todo el avío necessario de mulas, y de todo lo demás, y   —187→   se conserven en adelante para que puedan andar en missión tres Padres, que acompañen al Visitador. Para que por falta de avío como muchas vezes sucede, no se dexe la missión, y estar siempre aprestado, no sólo facilite, pero incite a continuar, por mucho tiempo las missiones. Al Obispado de Trujillo que a pocos años que se desmenbró de éste de Lima, porque hasta aora, no ay casa de la Compañía en él, aviéndola en todos los demás de las Indias, se acudirá desde aquí, acabada la visita primera deste Arçobispado.

Ni faltan personas que movidas del deseo de servir a nuestro Señor, quieran tener parte en esta obra, que tienen, y estiman por cosa que tanta gloria suya, ayudando para ella con sus limosnas. El dotor Hernando de Avendaño Cura que al presente es de la Cathedral de esta Ciudad, por lo que a experimentado en las misiones y visitas q'a hecho pareciéndole que será accepto a Dios nuestro Señor, da quatrocientos Reales cada año de limosna para ayuda a los gastos de las missiones, con intento de acrecentalla, y perpetualla para adelante. El racionero Miguel de Bovadilla con el mismo efeto, y voluntad, y por el grande concepto que tiene del gran servicio que se haze a nuestro Señor en las missiones a ofrecido más de quatro mil pesos de ocho Reales, para que se hechen en renta para ayuda a sus gastos. Y aunque me pidieron los dos que no lo publicasse, deseando que sólo lo supiese Dios nuestro Señor, por cuyo amor lo hazen, me pareció más conveniente que se supiese, para que se vea el concepto, y estima que tienen de la importancia de las missiones. Como se verá en el capítulo siguiente, y último de este tratado.



  —188→  

ArribaAbajoCapítulo XX

De la importancia de las missiones


Vnas cosas se llaman a otras, y aunque entend[í]137 no añadir a lo sobredicho nada, pues para el intento que propuse no era necessario, se me ofreció, que podría ser, que le pareciesse a alguno, que leyese este tratado, que alabo mucho, como dizen, mis agujas teniendo tan botas las puntas, y los ojos tan ciegos, respeto de las de otros, que son en todo, lo que se debe dessear. Y que dixese alguno, y no sin fundamento, que parece que nos queremos alzar los de la Compañía, en estos Reynos del Pirú con las missiones, y dar a entender que solos los de ella son los que trabajan en provecho de los Indios, y los que tienen zelo de su conversión. Siendo como es la verdad, que los primeros que en ella se ocuparon, y a quien se les deven los principios de la Christiandad del Pirú, son a los muchos, y grandes Religiosos de las Religiones sagradas de S. Domingo, S. Francisco, S. Agustín, y nuestra Señora de la Merced, que son los que desde el descubrimiento de este nuevo mundo, por los años del Señor de mil y quinientos y treinta y cinco, y de aý, en adelante hizieron assiento en él, y los postreros que   —189→   vinieron, y ya como a cosa hecha, y asentada, fueron los de la Compañía de IESÚS, treynta, y tres años después, el año de 1568.

No se puede negar que todas las demás Religiones an trabajado, y trabajan más entre los Indios, que la Compañía. Porque dexado a parte, que en las principales Ciudades, y cabeças de Obispados, donde ay casas, y Conventos de estas cinco Religiones, tienen los Indios en todo ello de ordinario quien les ayude, confiesse, y predique, y que acuden indiferentemente los Indios donde ellos gustan, y hallan más agasajo, y experimentan más amor, y voluntad, en todas las Religiones tienen sus Cofradías, y de todos salen a predicalles. Como vemos aquí en Lima todos los Domingos, casi a vn mismo tiempo, en vna misma plaça, en diferentes puestos, aver quatro, o cinco sermones de diferentes Religiones, haziendo esta variedad vna muy agradable consonancia, y apacible vista en los oýdos, y ojos de Dios nuestro Señor, y de los hombres. Tienen las otras quatro Religiones muchos pueblos de Indios en Dotrinas, y Curatos a su cargo en todos los Obispados, y la Compañía por los particulares respetos, y causas de que trata el P. Acosta en su libro de Procuranda salute Indorum, no tiene comúnmente dotrinas, como las tienen las demás Religiones. En las quales, y con las quales cultivan, y enseñan muchos millares de Indios con la continuación, diligencia y solicitud, y aprovechamiento de los que tienen a su cargo que todos saben.

Por otra parte todos los de la Compañía, que con tanta costa, y tan liberal merced de la Magestad del Rey nuestro Señor, vinieron de Europa, donde cada vno tuviera mayor objeto, y materia en qué emplear el talento, o talentos, que nuestro Señor le a dado, sino uviera acá Indios, en cuyo provecho se emplearan, ni vinieran de allá donde dexaban mejor empleo, ni llegados acá, a los que   —190→   repartan el pan de la dotrina, a los pequeñuelos que le están pidiendo. Y lo mismo se puede dezir de muchos, y muy grandes subjetos, que acá an entrado en la Compañía. Que el principal motivo suele ser de ordinario para emplearse en el bien, y provecho de los Indios, y se suele mirar, y estimar por circunstancia muy particular, y agravante el saber la lengua, o lenguas de los Indios, y se antepone este talento a otros, que suelen estimarse, y tenerse por muy lustrosos, y más nobles.

Presupuesta según esto esta verdad, que en nuestro común sentir es clara, y llana, si los de la Compañía no sirvieran, ny aprovecharan a los Indios, más que en enseñar, y confessar a pie quedo, a los que se les vienen a buscar a sus casas, y a los Indios del pueblo del Cercado, que está extramuros de esta Ciudad de Lima, a cargo de la Compañía, ya los del pueblo de Iulí en el Obispado de Chuquiavo, donde tienen quatro Parochias, con el ornato, q' todos saben, sirviendo estos dos puestos o residencias como acá llamamos, donde ay tantos subjetos, que viven en comunidad, y con superior, como en los demás Collegios el vno para Seminario de lengua Quichua, y el otro de lengua Aymará, que son las dos generales de este Reyno, sino salieran a Missiones a buscar por vnas partes, y otras a los Indios, podíamos dezir que se frustrava en grande parte el fin, y el intento de su vocación, y que comen, como se suele dezir, el pan de balde.

Demás de esto entre otras cosas particulares que tiene, y otras que no tiene la Compañía de IESÚS, por razón de su instituto, en lugar de otras muchas en que la exceden las demás Religiones, como son el particular cuidado de enseñar la dotrina a los niños, y gente ruda a que se obligan con particular voto los Professos, y el tener escuelas no sólo para enseñar Grammática, sino para enseñar a leer, y escrevir a los muchachos, tiene también   —191→   el andar en missiones, como cosa muy propria, de su instituto, y como tal especificada en las Bullas de su confirmación. Y assí el ofrecerse a ellas, y el estar dispuestos, y preparados para yr, donde, y cada, y quando, y como quiera q' fuessen embiados de sus superiores es tan proprio, y natural138 que lo contrario fuera muy ageno, y estraño del instituto de la Compañía. Y en servirse los Príncipes Ecclesiásticos, y seglares más de los de la Compañía en este ministerio, que de otros Religiosos, no es por querer favorecer a vnos, y desfavorecer a otros, ny por hazer más confianza de vnos que de otros, sino por acomodarse a la vocación de cada Religión, y sin sacar las cosas de su curso, procurar que cada Religión sirva a la Iglesia, y aproveche a los próximos en todo lo que pudiere, sin que desdiga del instituto principal, para que fue llamada, y escogida de Dios nuestro Señor. Y por ser el ministerio de las missiones de tanta importancia, para el provecho de los próximos como la experiencia enseña, no contentos los Superiores de las Religiones con lo que trabajan los suyos en los Curatos, y Dotrinas, y en otros ministerios con los Indios, an ofrecido a los Príncipes Seglares, y Ecclesiásticos, Religiosos de muy calificadas partes, para que ayuden en esta ocasión a la Extirpación de la Idolatría, y en efeto an ido en compañía de los Visitadores como está dicho arriba, algunos. Pero como yr sin Visitadores se a hallado por experiencia que no conviene por aora, ny tampoco conviene que los Visitadores sean muchos, para los que an ido, y van an querido los Príncipes hechar mano de los Padres de la Compañía, como gente más desocupada y desembarazada, y obligada por tantos títulos a este ministerio, y a servir a los Prelados, ayudándoles a llevar la grave carga, que de tantas almas nuestro Señor, a puesto sobre sus hombros.

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No obstante todo lo sobredicho an salido assí antes, como aora con maravillosos efetos algunos Religiosos solos a missiones entre Indios, como antiguamente el Padre Fr. Francisco, o Fr. Miguel Cano (porque en el nombre proprio no convienen todos) de la orden de santo Domingo, de quien arriba se a hecho diversas vezes mención, y de pocos años a esta parte el Padre Fr. Francisco de Mendoça, de la orden de S. Francisco, de quien se qüentan cosas muy particulares de mucha edificación, y gloria de Dios nuestro Señor. Y aora actualmente an entrado en los Andes por la parte de Chuquiavo, a la Provincia de los Chunchos de quien se dixo arriba, el P. Fr. Gregorio de Bolíbar con otros tres Religiosos de S. Francisco, y fueron recebidos de todos los Indios, con grandes muestras de contento, y el Curaca, o Rey de aquella Provincia embió su proprio hijo con algunos Indios por rehenes a Chuquiavo, y los Religiosos que quedaron allá, embiaron a pedir más Religiosos, que les ayudassen, y el Señor Obispo de Chuquiavo, escrivió sobre ello al Comissario general. Casi por el mismo tiempo, o poco antes entraron a la misma Provincia por diversas partes de la Orden de S. Agustín el P. Fr. Joseph García Cabello, y el P. Fr. Baltasar Buitrón con otro compañero cuyo nombre no e podido saber, y admirados también, in capturap seium, an llamado más compañeros, y están señalados otros quatro de la misma sagrada Religión, que vayan a ayudallos. Y en la Provincia de los Motilones, por los Chechapoyas entraron aora dos años el P. Fr. Melchor de Espinar, y el P. Fr. Rodrogo Torices lector que era de Theología, y el P. Fr. Domingo Gonçález, y están solos oy en día entre los Indios, que casi rehúsan tanto que entren españoles soldados, quando desean, que entren Sacerdotes, y Religiosos, y de otras Religiones an entrado a otras partes de quien no tengo entera noticia.

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Roguemos al mismo Señor que es el dueño de toda esta hazienda, que embíe a ella muchos obreros con este espíritu, y zelo de acrecentar, y perficionar la Christiandad de los Indios, y de buscar, olvidados de todo lo demás, sólo sus almas. Que puestos los ojos en lo q' sólo se deve poner, que es la gloria de Dios que se sigue de que le conozcan, y sirvan, y amen, los que no lo amavan, ny servían, ny conocían, ny los que por su buena suerte trabajan en esta empresa, tendrán por ociosos a los que por obediencia quedan en su celda, en su confessionario, en su púlpito en su Cáthedra, o en su Choro, en donde, y de donde pueden, y suelen ayudar más con sus oraciones, en esta batalla spiritual contra el Demonio, que los mismos q'andan con las armas en las manos en ella, como lo hizo Moysés peleando su pueblo contra Amálec, ny los que quedan como dizen, a la sombra, y en su recogimiento juzgarán las intenciones de los que salen al Sol, y a ocuparse en ministerios donde ay tantas ocasiones y causas de distración, como son las missiones. Porque haziéndose como suponemos, que las an de hazer los Religiosos, que quieren parecello, y sello, se exercitan en ellas en muy alto grado muchas, y muy excellentes virtudes. No puede el que anda en missiones, sin muy viva, y fervorosa fe despertar la que está tan fría, tan tibia, y tan muerta en los que confiesa, catequiza, y predica. Porque de pecho frío, y tibio no puede salir palabras vivas, y fervorosas. No puede sin grande esperanza, y confiança en Dios vencer grandes dificultades, atropellar muchos impedimentos, y padecer muchos trabajos espirituales, y corporales que cada día se le ofrecen. Ny puede acometellos, ny menos perseverar mucho tiempo en ellos. Nisi charitas Christi vrgeat nos. Menester es mucho amor de Dios, y grande estima de las almas redimidas con su sangre para estar vn día, y otro día quebrándose la cabeça, catequizando, y confessando   —194→   a gente ruda, a pobres enfermos, y a viejos sordos, repitiéndoles mil vezes vna misma cosa, hasta que la perciban y hagan algún concepto de ella. No puede dexar de crecer la humildad, y paciencia entre tantos, y tan continuos actos de estas virtudes, pues no tienen los ministerios entre los Indios el gusto, y el aplauso popular, que muchas vezes se busca entre los Españoles. Qué fortaleza a menester para no desmayar, ni descaecer, ni espantarse por los estorvos que el Demonio ponga, para que no le desencastillen de la posessión a que a tenido tiranizada tantos años? Qué prudencia para prevenir muchas cosas, para dar salida a otras, para satisfazer a vnos, que no creen el mal que ay, responder a otros que ponen en ello duda, y oponerse a los que la contradizen, especialmente si son personas pías, dotas, y poderosas?

Pues para exercitar la Templança, aunque no las busque tendrá más ocasiones que para regalarse en tan ásperos caminos, en temples tan desabridos, en vivienda tan incómoda, q' quando buelven a su casa los Missioneros, lo más incómodo, y lo peor de ella tienen por regalo. Pues qué diré de las pruevas de la Castidad, de los actos de Pobreça, de la necessidad, tiempo, y materia que ay para la oración mental, y trato familiar con Dios nuestro Señor y de las ocasiones que ay para exercitar todas las demás virtudes? Bien se puede entender, y temer, que dexara hecho poco provecho en los próximos, el que no viniere de la Missión con más augmento en todas ellas, que llevava quando fue. Y los que con la gracia de Dios nuestro Señor en sí la experimentaren, podrán con verdad dezir Euntes ibant et flebant mitentes semina sua venientes autem venient cum exultatione portantes maenipulos suos. Y entonces verdaderamente serán suyos, quando uvieren grangeado, y mirado más por su bien espiritual, que por el de los otros, pues charitas bene ordinata incipit a se itse   —195→   et quid prodest homini, si universum mundum lucretur animae vero sua detrimentum patieatur. Necedad sería muy calificada, no asegurar en quanto ser pudiere la vida del alma, los que traen a tanto riesgo, y peligro la del cuerpo, que pudiera contar cinco, o seys Padres, que dentro de pocos años an muerto en las missiones.

Concluyo pues todo este tratado con dezir, que por mucho que en él se aya dicho es todo mucho menos, que lo que ay, y que es diferente cosa vello, y tocallo con las manos que oyllo. Porque no ay ninguno, que lo vea, teniendo vn poco de zelo de la gloria de Dios, y estima de las Almas, que tanto le costaron, que no quisiera tener mil vidas, para empleallas todas en esta empressa. Y assí ruego, y suplico a todos los que lo leyeren, rueguen, y supliquen con instancia a Dios nuestro Señor, se compadezca de gente tan desamparada, y mueva los coraçones de los que deven, y pueden remediallo, para que se pongan los medios, y remedios, que pide la gravedad de tanto mal.




 
 
FINIS
 
 


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ArribaAbajoEdicto contra la idolatría

N. Visitador general, y Iuez Ecclesiástico en este Arçobispado en las causas de la Idolatría por el Illustríssimo N. del Consejo de su Magestad, &c. Salud, y gracia, a vos lo vezinos, y moradores estantes y habitantes en este pueblo. Ya sabéis, y debéis saber, que los santos Padres alumbrados por el Spíritu Sancto en los sagrados Concilios santa, y justamente ordenaron, que todos los Prelados, y Pastores de la Iglesia, (y siendo ligítimamente impedidos) por sus Ministros, y Visitadores, cada vn año, cada qual fuesse obligado, a hazer vna general Inquisición, o solemne Visitación, y escrutiño de la vida, y costumbre de todos los súbditos. Lo qual fue endereçado al provecho, y bien spiritual de las Almas. Y pues la salud de ellas consiste, en que estén en gracia, y caridad, y muy agenas, y apartadas de los pecados, y specialmente de los de la Idolatría, por la qual se quita la adoración al verdadero Dios, y se da a la criatura. Por tanto assí por descargo de la consciencia, como por lo que toca a la salud, y bien spiritual de vuestras Almas; os exortamos, y mandamos, que todas las personas, que algo supiéredes, de lo que aora se os refirirá; lo vengáis a dezir, y manifestar ante   —198→   mí dentro de tres días, que os doy, y señalo por tres términos, y el último por peremtorio según forma de derecho; con apercebimiento, que pasado el dicho término, se procederá, contra los que rebeldes fuéredes con todo rigor.

Primeramente si saben, que alguna, o algunas personas assí hombres como mugeres ayan adorado, y mochado Huacas, cerros, y manantiales, pidiéndoles, salud, vida, y bienes temporales.

2 Item si saben, que alguna, o algunas personas ayan adorado al Sol, Luna, y a las estrellas, que llaman Oncoy, que son las siete cabrillas, y a las estrellas, que llaman Chacras, que son las tres Marías, y al Luzero, que llaman Pachahuárac, o Coyahuárac.

3 Item si saben, que alguna, o algunas personas ayan adorado a las Huacas, que llaman Cómpac, quando limpian las azequias para sembrar; y a las Huacas, que llaman Huanca, o Chíchic, teniéndolas en medio de sus Chacras, y las ofrezcan sacrificios de chicha, coca, sebo quemado, y otras cosas.

4 Item si saben, que alguna, o algunas personas, tengan en sus Huacas, dioses Penates, que llaman Conopas, Zaramamas, para el augmento del maíz, o caullamas para el augmento del ganado, o las piedras bezares, que llaman Ylla, y las adoran para el dicho efeto, y con ellas tenga Mullu, Paria, Lacsa, Asto, Sangu, y otras ofrendas que les ofrezcan.

5 Item si saben que alguna, o algunas personas adoran al Rayo, llamándole Líbiac; y digan q'es el Señor, y Criador de las lluvias, y le ofrezcan sacrificios de carneros de la tierra, cuyes, y otras cosas.

6 Item si saben que alguna, o algunas personas adoren sus Pacarinas, y los cuerpos, o huesos de sus progenitores gentiles, que llaman Malquis, y a los cuerpos   —199→   o huesos de sus Huaris, ofreciéndoles ofrendas, y sacrificios.

7 Item si saben que alguna, o algunas personas, quando van camino echan en las cumbres altas donde llegan, o en algunas piedras grandes hendidas, coca mascada, o maíz mascado, o otras cosas escupiendo: y les piden que les quiten el cansancio del camino.

8 Item si saben que ayá en este pueblo alguno, o algunos Indios que sean brujos, maléficos, o tengan algún pacto con el Demonio.

9 Item si saben que alguna, o algunas personas hagan fiestas a las Huacas ofreciéndoles sacrificios, y ofrendas de carneros de la tierra, Cuyes, Mullu, Paria, Llacsa, Sebo quemado, Sango, o Parpa, Coca, y otras cosas.

10 Item si saben que alguna, o algunas personas ayunen en las fiestas de sus Huacas, no comiendo sal, ny agí por algunos días de dormir con sus mugeres legítimas por esta ceremonia; y se laven en los arroyos entendiendo que con el dicho lavatorio se les perdonan sus pecados.

11 Item si saben, que en las dichas fiestas de las Huacas los Indios se confiessen con los Hechizeros, ministros de la Idolatría sus pecados; o quando están enfermos, o en otras ocasiones, y trabajos que les suceden, y los dichos Hechizeros les lavan las cabeças, con vna piedreçuela que llaman Pasca, o con maíz molido, matando vn cuy, y viendo por la sangre de las entrañas ciertas señales por donde adivinan las cosas futuras.

12 Item si saben, que en las dichas fiestas de las Huacas no duermen en toda vna noche cantando beviendo, y baylando el que llaman Pacarícuc, por ceremonia de su gentilidad.

13 Item si saben, que en tiempo quando cogen las sementeras hagan vna ceremonia, y bayle que llaman Ayrigua,   —200→   atando en vn palo, o rama de árbol, vnas maçorcas de maíz baylando con ellas; o otro bayle que llaman Ayja, o Qvaucu: o con vn instrumento que llaman Succha, o otro qualquier género de bayle con ceremonias gentílicas, y supersticiones.

14 Item si saben que alguna, o algunas personas trasquilen los cabellos de sus hijos; que llaman Huarca, o Pacto, haciendo ciertas ceremonias combidando a los cuñados que llaman Masa, o a los tíos que llaman Caca, beviendo cantando, y bailando poniendo a las dichas criaturas nuevos nombres, de los que les pusieron en el baptismo.

15 Item si saben que alguna, o algunas personas digan que las almas de los difuntos vayan a Huarochaca, o Vpaimarca, y no al Cielo, Infierno, o Purgatorio, y quando se muere vna persona al quinto día den de comer, y de bever al alma del difunto, quemando maíz y derramando chicha.

16 Item si saben que alguna, o algunas personas ayan desenterrado les cuerpos139 de difuntos Christianos de las Iglesias hurtándolos dellas, y llevándolos a los sepulchros que llaman Machay, donde están sus Malquis.

17 Item si saben, que cuando los Indios van a las mitas de las estancias, o obrajes mingan a los Hechizeros para que rueguen por ellos a las Huacas; y quando están en lo Yunga adoran a la mar tirándose las pestañas, o cejas.

18 Item si saben, que quando alguna muger pare dos de vn vientre que llaman Chuchu, o vna criatura de pies, que llaman Chacpa; la dicha muger ayuna ciertos días por ceremonia gentílica, no comiendo sal, ni agí, ni durmiendo con su marido; encerrándose, y escondiéndose en parte secreta, donde no la vea nadie; y si alguna de las dos criaturas de vn vientre se muere, la guardan en vna olla por ceremonia de su gentilidad.

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19 Item si saben, que alguna, o algunas personas ya grandes, y de edad estén por baptizar: o las ya baptizadas se llamen con nombres de las Huacas, o del trueno llamándose Curi, o del rayo llamándose Líbiac.

20 Item si saben, que algunas Huacas tengan bienes suyos dedicados al culto de ellas, como son Oro, Plata, Cobre, vestidos de cumbi, Aquillas de plata, Huamas Hincas, Tincurpas, Carneros de la tierra, Chacras, y otras cosas.

21 Item si saben, que algunos Indios por ceremonia de su gentilidad, traigan puestas huaras secretas debaxo de los calçones, o sin ellos.

22 Item si saben que alguna, o algunas personas ayan dicho, que todos los hombres no tuvieron vn origen de Adán, y Eva, sino que cada Ayllo tiene diferente Pacarina, de donde proceden.

23 Item si saben que alguna, o algunas personas quando cogen el maíz guarden las maçorcas que llaman Huantas, o Airigua, o Micsazara, o Mamazara, o Collauzara, por ceremonia de su gentilidad para quemarlo, y ofrecerlo a las Huacas.

Y los que supiéredes, uviéredes oýdo alguna de las dichas cosas de suso declaradas, lo denunciad, y manifestad ante mí dentro de los dichos tres días; y los que contra esto fuéredes rebeldes seréys castigados por todo el rigor del derecho. Dada, &c.



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ArribaAbajoConstitvciones qve dexa el visitador en los pveblos para remedio de la extirpación de la idolatría

En el pueblo de N. . . . . . . . a. . . . . . . . días del mes de. . . . . . . . de 16. . . . el. . . . . . . . Visitador general, y Iuez Ecclesiástico en este Arçobispado en las causas de Idolatría por el Illustríssimo Señor. . . . . . . . Aviendo acabado la visita, que cerca de la dicha Idolatría a hecho en este pueblo, para que en él se quite la ocasión de bolver a ella, y cesse la ofensa de Dios nuestro Señor por comissión que para esto tiene del Illustríssimo, Señor. . . . . . . . hizo, y ordenó las constituciones siguientes.

Primeramente si de aquí adelante algún Indio, o India bolviere a reincidir en la Idolatría, adorando Huacas, Cerros, o al Rayo, Sol, Luna, y Estrellas, o hiziese algunas de las ceremonias antiguas de su gentilidad; el Cura, o Vicario que fuere de esta Dotrina escribirá la causa, substanciándola, y la remitirá al Illustríssimo Señor. . . . . . . . o a su Provisor con los culpados para que la sentencie; por quanto conviene que su Señoría Illustríssima sea sabidor de los relapsos, para que ponga el remedio conveniente,   —203→   y si fuere el relapso Hechizero ministro de Idolatría se guardará esta constitución con mayor cuidado.

Item de aquí adelante ningún Indio, ny India se llamará con nombre de las Huacas, ny del Rayo: y assí no se podrá llamar Curi, Manco, Missa, Chacpa, ny Líbiac ny Santiago, sino Diego; y al que a su hijo pusiere alguno de estos nombres le serán dados cien açotes por las calles, y el Cura, y Vicario de esta Dotrina procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría, y a los que hasta aquí se han llamado con algunos de los dichos nombres mando se los quiten, y se acomoden a llamarse con otros sobre nombres, de los Españoles, o de Santos.

Item el Cura beneficiado deste dicho pueblo, tendrá muy particular cuidado de estorvar las mingas que los Indios hazen en tiempo de las sementeras, para hacerlas beviendo, y cantando de que se siguen muy grandes ofensas de Dios nuestro Señor, &c. Procurará con todo cuidado que quando se hagan las dichas mingas, sea dando a los mingados de comer, y no de bever con el exceso, y demasía, que hasta aquí se ha hecho.

Item de aquí adelante por ningún caso, ni color alguno, ni con ocasión de casamiento, fiesta del pueblo, ny en otra manera alguna; los Indios, y indias de este pueblo tocarán tamborinos, y baylarán, ny cantarán al vso antiguo, ny los bayles, y cánticos q'hasta aquí an cantado en su lengua materna; porque la experiencia a enseñado, q'en los dichos cantares invocavan los nombres de sus Huacas, Malquis, y del Rayo a quien adoravan, y al Indio que esta costitución quebrantare le serán dados cien açotes, y quitado el cabello con voz de pregonero que manifiesta su delito, y si fuere Cacique el que baylare, o cantare como dicho es; el Cura y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al Illustríssimo Señor Arçobispo,   —204→   o a su Provisor, con el dicho Cacique culpado para que le castigue.

Item el Cura de este pueblo guardará muy exactamente las provisiones que contra las borracheras, y Chicha de sora an despachado el Excellentíssimo de los Reyes: por ser como es el medio más eficaz para destruir la Idolatría, quitar las dichas borracheras assí en los Caciques como en los demás Indios, poniendo todos los medios de rigor, y castigo, como de predicación, y enzeñanza; prohibiendo, que assí en las mingas, como en los días de Pascua, y fiestas de la advocación de los pueblos, no se hagan juntas públicas, ny secretas en que los Indios se emborrachen castigando severamente, y con demonstración a los Indios que se emborracharen, y excutando en los Caciques las penas contenidas en las dichas provisiones; para que enmendándose las cabeças, imiten el buen exemplo los demás Indios.

Item de aquí adelante los Indios Hechizeros ministros de Idolatría, por ningún modo curarán a los enfermos; por quanto la experiencia a enseñado, que quando curan hazen idolatrar a los enfermos, y les confiessan sus pecados a su modo gentílico; y si otros Indios uviere que sepan curar porque conocen las virtudes de las yerbas, examinará el Cura de este pueblo el modo con que curan que sea ageno de toda superstición.

Item de aquí adelante ningún Indio, ny India tendrá Mullu, Paria, Lacsa, o hará Sancu, ny Tecti, ny tendrá Asto, ny guardará el maíz que llaman Huantay, o Ayrigua, o Misazara, o Callauzara, y lo mismo en las papas, Ocas, Camotes, y Yucas; y al que quebrantara esta constitución, le serán dados cien açotes, y quitado el cabello, y se procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría.

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Item cuando cogen las sementeras, no baylarán el bayle que llaman Ayrihua, que es atando vnas maçorcas de maíz en vn palo, baylando con ellas, ny el bayle que llaman Ayja, ny Huanca, ny tañerán con las Succhas, y al que quebrantara esta constitución, le serán dados cien açotes, y estará preso vna semana en la cárcel.

Item140 de aquí adelante los Indios, y Indias de este pueblo no ayunaren el ayuno, que solían a su modo gentílico, no comiendo sal, ni agí; y al que quebrantare esta costitución se procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría; y el cura, y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al Illustríssimo Señor Arçobispo, o a su Provisor para que lo sentencie.

Item de aquí adelante los Indios de este pueblo, no harán el Pacarícuc, ny nombrarán Parianas, que guarden las chácaras; por hazerse todo con grandes supersticiones; y el cura, y Vicario de este pueblo procederá contra los que quebrantaren esta constitución, como contra relapsos en la Idolatría.

Item de aquí adelante los indios deste pueblo, no pondrán sobre las sepulturas de los difuntos cosa alguna cocida, ny asada, por quanto es común error de los Indios, y hasta oy están en él, que las almas de los difuntos comen, y beven; y el Cura deste pueblo tendrá muy particular cuidado, de que las puertas de las Iglesias tengan buenas llaves, guarda, y custodia, y que tenga las dichas llaves persona de confiança por quanto la esperiencia a enseñado, que suelen desenterrar los cuerpos Christianos de las Iglesias, y llevarlos a los sepulchros de sus progenitores gentiles, y el que quebrantara esta constitución, se procederá contra él como contra relapso en la Idolatría.

Item de aquí adelante ningún Indio, ny India trasquilará a su hijo los cabellos que llaman Huarca, con las   —206→   ceremonias que hasta aquí lo han hecho; y el Indio que tuviere hijo, o hija, que tengan los dichos cabellos le presentará ante el Cura de este pueblo antes de trasquilarlo: para que el dicho Cura de este pueblo mande a vn criado suyo, que le trasquile por estorbar las dichas ceremonias; y al que quebrantare esta constitución le serán dados cien açotes.

Item los Hechizores, y Hechizeras ministros de Idolatría que quedan escrito, en el libro de la Iglesia, y en la tabla que queda pendiente, en ella se juntarán mañana, y tarde a la dotrina como lo hacen los niños; y a cualquiera dellos que faltare sin licencia del Cura les serán dados doze açotes, y si reincidiere será castigado con mayor rigor.

Item cada año para siempre jamás se hará fiesta a la santa Cruz el día de su Exaltación que es a catorze de Setiembre, en memoria del triumpho que mediante ella se ha tenido de la Idolatría; en la cual fiesta abrá processión con la santa Cruz, y Missa cantada; y el Cura desta dotrina predicará a los Indios la causa porque esta fiesta se haze, exhortándolos a que den gracias a nuestro Señor por haberlos sacados de sus errores; y al dicho Cura le darán los Indios de esta dotrina, y pueblo, tres pesos por la limosna de la Missa, y Sermón para lo cual los mayordomos de la Iglesia pedirán limosna de casa en casa con vna Cruz, dando a entender a los dicho Indios cómo la limosna es voluntaria; y de lo que assí se juntare se pondrá razón en el libro de la Iglesia para comprar cera para la dicha fiesta.

Item, el Cura, y Vicario de esta dotrina, estará advertido, que todos los Indios, y Indias de esta dotrina adoravan sus Huacas, Conopas, Huancas, o Chíchic, el Sol, Luna, y Estrellas; especialmente a las Siete Cabrillas, que llaman Oncoy, y a las tres Marías, que llaman Chacra,   —207→   y al Trueno, y Rayo, y tenían en sus casas Ídolos Penates, que llaman Conopas, y assí mismo adoravan a sus progenitores que llaman Malquis, y a los Huaris y a sus Pacarinas. Y hazían cada año fiesta a las dichas Huacas con sacrificios de Llamas, y Cuyes y ofrendas de Chicha, Mullu, Paria, Llacsa, Sancu, Coca, y Sebo quemado; y ayunaban ciertos días no comiendo sal, ni agí, y se abstenían de dormir con sus mugeres; y los Hechizeros ministros de Idolatría los confessavan sus pecados a su modo gentílico, los cuales dichos hechizeros solían predicar su fiesta diziéndoles que el Dios de los Españoles era para sólo los Españoles; y las Huacas para los Indios, y que de sus Pacarinas salieron sus progenitores, para lo cual niegan el origen de todos los hombres de Adán y Eva, y assí mismo dizen, que ay vn lugar diputado donde van las almas que llaman Vpaymarca, y que las almas comen y beven, y assí lo principal es que el Cura de esta dotrina ponga particular cuidado en la predicación. Refutándoles sus errores, y enseñándoles el verdadero camino de su salvación para que conozcan a Cristo nuestro Redemptor, y si no lo hizieren les pedirá Dios nuestro Señor muy estrecha qüenta, de las ovejas que tienen a su cargo, etc. Y lo firmó.

A estas constituciones podrá añadir, o quitar, o mudar lo que pareciere conueniente.