431

Jorge Cuesta, «¿Existe una crisis en nuestra literatura de vanguardia?», Obras, vol. I, ed. cit., pág. 172.

432

Bernardo Ortiz de Montellano, «Carta a Torres Bodet», Sueños. Una botella al mar, México, UNAM, 1995, pág. 105.

433

Jorge Cuesta, «Encuesta sobre la poesía mexicana. Carta a Ortiz de Montellano», Obras, vol. II, ed. cit., pág. 246.

434

Alfonso Reyes, «Carta a Xavier Villaurrutia», 9 de octubre de 1925, en Miguel Capistrán, «México, Alfonso Reyes y los Contemporáneos», Los Contemporáneos por sí mismos, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pág. 19.

435

Jorge Cuesta, «Encuesta sobre la poesía mexicana. Carta a Bernardo Ortiz de Montellano», en Obras, vol. II, ed. cit., pág. 243.

436

Ibidem, pág. 244.

437

A ello se refiere Louis Panabière, que contrapone al «intellectuel organique gramscien» y al «engagé» ese otro tipo al que, en su opinión, pertenecieron los Contemporáneos, y que Julia Kristeva ha denominado «dissident» (Cfr. «Les intellectuels et l'État au Mexique: 1930-40. Le cas de dissidence des Contemporaneos», en AA. VV., Intellectuels et État au Mexique au XXième siècle, Paris, Éditions du CNRS, 1979, pág. 82). En cualquier caso, el sentimiento de expulsión en el intelectual es característico de la modernidad, y así lo consideró ya el propio Baudelaire al valorar su conflictiva y contradictoria relación con la sociedad (Cfr. Matei Calinescu, Cinco caras de la modernidad, Madrid, Tecnos, 1991, págs. 617). Lo que ocurrió en el caso de México fue que, a esa natural situación marginal del escritor moderno, se unió el problema del nacionalismo mexicano, que convirtió a los Contemporáneos en doblemente heterodoxos.

438

Jorge Cuesta, «Encuesta sobre la poesía mexicana. Carta a Bernardo Ortiz de Montellano», en Obras, vol. II, ed. cit., pág. 246.

439

Adelaida Porras Medrano, «Introducción» a Maurice Barrès, Los Desarraigados, Madrid, Cátedra, 1996, pág. 11.

440

Ibidem, pág. 64.