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Las Casas y Huerta de Las Posadas que Antón García de Pineda puso como aval sobre una deuda que contrajo con el Inca Garcilaso de la Vega

Luis Palacios





De esta relación se desprenden los diferentes escritos y documentos consultados que revelan el estrecho vínculo entre Antón García de Pineda y el Inca Garcilaso de la Vega. Y de ambos personajes con nuestra villa de Las Posadas.

Quizás, más célebre entre los naturales de Posadas resulte Antón García de Pineda, presbítero y persona de muy alta sensibilidad para con nuestro pueblo. Propietario en Las Posadas de varias casas y huertas que legó a su Obra Pía del Hospital de la Santa Caridad para socorro y ayuda de los necesitados; «de donde deduzco que este reverendo o era hijo de este pueblo o desempeñó aquí su ministerio sacerdotal»1.

El hospital de la Caridad, hoy sito en la oficina de turismo, se fundó en la plaza de la villa -Los Pósitos-, junto al celebre Arquito. La plaza, muy próxima a la Iglesia de Santa María de las Flores, era la de mayor importancia en Las Posadas de principios del Seiscientos. Allí confluían las principales calles de nuestro pueblo. También el camino Real.

Antón García de Pineda, hombre piadoso y humanitario, legó todos sus bienes y haciendas en Posadas para el sustento de su Obra Pía en el ya existente hospital de la Caridad. Según su testamento2, de 27 de febrero de 1605, el propio hospital sería el encargado de administrarlas:

En 27 febrero de 1605 otorgó testamento inescriptis el licenciado Antón García de Pineda, presbítero, que fue abierto en 28 de octubre de 1614, y por el dejó por heredero al Hospital para que hecha la renta de su hacienda cinco partes iguales, la primera era para el hospital por razón de cobranza y Administración. La segunda se junte con la limosna de la obra pía de cautivos del señor don Alonso Fernández de Córdoba. La tercera a niños expósitos de esta ciudad. La cuarta para aiuda a casamiento de huérfanas, preferidas las de su linaje, y las que fueren de las Posadas a las de esta ciudad, y con calidad que no tengan aiuda de otra limosna de obra pía [...].


De entre la relación de propiedades enumeradas de García de Pineda en Las Posadas, destacamos unas casas entorno a la plaza de la villa que serán las que justifiquen este breve estudio que incide en la continuada presencia del Inca Garcilaso en nuestro pueblo.

Memoria de las posesiones de censos que están corrientes en la villa de Las Posadas, de la obra pía de Antón García de Pineda, son las siguientes:

Unas cassas en el callejón junto a la Iglesia de dicha villa que las tomó a censo perpetuo Diego de Castilla [...]. Un censo de cinquenta y nueve reales y doce maravedís al año, sobre unas cassas calle corredera que lo pagaba Joseph Fernández [...].


A su fallecimiento en 1614, García de Pineda dejó pendiente una deuda de 6.000 reales contraída años atrás con el Inca Garcilaso, habitual en Las Posadas al menos desde 1587. Este deuda quedó así reflejada en el testamento del Inca mestizo el 18 de abril de 1616:

Sepan quantos esta carta de testamento bieren como yo Garzia Laso Ynga de la Bega, Clerigo, que por otro nombre me solia llamar Gomez Juares de Figueroa, hijo natural de Garzia Laso de la Bega, difunto, natural de le civdad de Badaxoz, vezino que soy de la cuidad de Cordova [...] y mas tengo otro censo de seis mill rreales de pringipal inpuesto sobre bienes de Anton Garzia de Pineda, presbitero, vezino de Cordoba, diffunto; y tengo otros censos menudos y otros bienes. Hago esta declaracion para que se sepa.


La tal deuda, contraída por García de Pineda con el Inca Garcilaso para sustentar su Obra Pía en Las Posadas, se escrituró en Córdoba el 29 de agosto de 1611 con el siguiente tenor literal:

Sepan quantos esta carta bieren como yo Anton Garcia de Pineda, clerigo presbitero, vezino que soy de esta ciudad de Cordova en la collacion de Oniun Santorun, otorgo y conozco que bendo por juro de heredad para agora e para sienpre jamas, e hasta que se rredima y quite, a Garcilaso Ynga de la Bega, bezino de esta civdad, que esta presente, conbiene a saber, diez mill e doscientos maravedis de rrenta de censso en cada un año, los qualess inpongo y situo sobre todos mis bienes y especial y señaladamente sobre [...] una heredad de casas, bodega, lagar, pila, tinajas y biga, biñas y arboles en el pago de la Cabrilla, termino de Córdoba, linde con heredad de Gonzalo de Palma, vezino y escribano publico de la villa de las Posadas, y erederos de Juan Diaz de Bejar: unas casas y guerta que tengo en la billa de las Possadas, linde con cassas de una Capellania que yo poseo y con el camino Real que ba a la ciudad de Sebilla; bendida buena y sana, firme y acabada [...].


Si casamos la información que aporta la escritura de 1611 con la relación de propiedades referidas con anterioridad, cabe señalar que al menos una de ellas debe ser considerada como las casas y huerta en Posadas con las que García de Pineda avaló su deuda con el Inca. Siendo las situadas «en el callejón junto a la Iglesia» y en «calle Corredera» -Morería- las que asumen mayor probabilidad, aún cuando invoquemos a la prudencia.

En cuanto a la relación del Inca Garcilaso con nuestra villa de Las Posadas, esta no se suscribe únicamente a sus asuntos con Antón García de Pineda. Sino que ya desde tiempo atrás frecuentó con asiduidad nuestro pueblo.

Y ciertamente podemos vincular a tan universal personaje con Posadas para mayor grandeza de la historia moderna de nuestro pueblo. Cabe recordar que la UNESCO celebra el Día Internacional del Libro cada 23 de abril, en fecha próxima a su fallecimiento -también por Cervantes y Shakespeare-. Reconociendo al mestizo Inca Garcilaso de la Vega como puente de unión entre España y América a través de su bellísima prosa literaria. Siendo el grueso de sus obras transcritas en nuestro pueblo e inspiradas en las hazañas de un vecino de Las Posadas, Gonzalo Silvestre. A quien el Inca identificará como «un caballero grande amigo mío, un conquistador del Perú o un informante que se halló en aquellas jornadas».

Si en 1605 Antón García de Pineda dejó al hospital de la Caridad como principal patrono de la Obra Pía que fundó -cuyos fines eran atención al hospital, redimir cautivos, socorrer niños expósitos y dotar a huérfanos pobres, preferentemente de Posadas-, difunto quedó como deudor del Inca por la cantidad de 6.000 reales.

Por la cantidad de 800 ducados también fue difunto deudor del Inca, referido en su testamento, el vecino y regidor perpetuo de Las Posadas Gonzalo Silvestre, amigo personal del Inca desde 1552 en su Cuzco natal. Silvestre será coprotagonista de La Florida (1605) e Historia General del Perú (1616), ambas obras épicas del Inca Garcilaso de la Vega.

De su presencia continuada en Las Posadas dejó el Inca Garcilaso constancia documental en diversas cartas y misivas; como la dirigida al Rey Felipe II, fechada en Las Posadas el 7 de noviembre de 1589. O la dirigida al Licenciado Juan Fernández Franco el 20 de mayo de 1593 y cuyo encabezado reproducimos:

Y viniendo de las Possadas donde avía estado cinco o seys días hallé la carta de V. m. en esta su casa con la qual recibí mucha md. y contento por q avía estado con pena si V. m. uviesse recibido mi carta, o no. Y a lo q V. m. dize del viage de Yndias digo Sor. resumidamente que antes oy que mañana, y al Perú antes que a otra parte [...].


O en este otro poder notarial, fechado en Córdoba a 3 de julio de 1594.

Sepan quantos esta carta vieren como yo Garcilaso de la Bega, vecino de la ciudad de Cordova en la collacion de Santa Maria, como albacea testamentario de Gonzalo Silvestre, veçino de la uilla de las Posadas, y Alonso Dias de Belcazar, vezino y rrexidor de la dicha uilla, como albacea testamentario y heredero con beneficio de ynbentario del dicho Gonzalo Silbestre, nonbrado en su testamento con que murió [...].


Y, previamente a esta cronología, así se lo refiere a Maximiliano de Austria, «Abad mayor de Alcalá la Real del consejo del Rey», el 3 de diciembre de 1587, desde Montilla:

Para concluir con la historia de la Florida, que está ya escrita más que la cuarta parte, quedo aprestándome, para irme este estío a Las Posadas, una de las aldeas de Córdoba, a escribirla de relación de un caballero, que está allí, que se halló personalmente en todos los sucesos de aquella jornada. Y querría que se acabase deponer en la perfección que nos fuese posible antes que él o yo faltásemos: porque el uno sin el otro no podrá hacer nada.


Siendo 1587 la fecha más antigua para fijar documentalmente al Inca en nuestro pueblo de Las Posadas. Aunque bien pudiera ser incluso anterior a 1587, si nos atenemos a las palabras anotadas por el propio Inca a Maximiliano de Austria: «que está ya escrita más que la cuarta parte». Lo que obviamente nos indica que inició La Florida algún tiempo atrás y que para su desarrollo y composición acudía «a las Posadas, una de las aldeas de Córdoba, a escribirla de relación de un caballero, que está allí». Y más, si tenemos en cuenta que desde 1563 el Inca Garcilaso se establece en Montilla y que el testimonio oral de Silvestre, reproducido en La Florida del Inca, lo sitúa como vecino de Las Posadas al menos desde 1568.

Es así que el adelantado Pedro Meléndez -fundador de San Agustín en 1565- fue a la Florida tres veces desde el año de quinientos y sesenta y tres hasta el año de sesenta y ocho, a echar de aquella costa ciertos corsarios franceses que pretendían asentar y poblar en ella. Del segundo viaje de aquéllos trajo siete indios floridos que vinieron de buena amistad. Venían en el mismo traje que hemos dicho que andan en su tierra; traían sus arcos y flechas de lo muy primo, que ellos hacen para su mayor ornato y gala. Pasando los indios por una de las aldeas -Las Posadas- de Córdoba, que los llevaban a Madrid para que los viera la majestad del rey don Felipe Segundo, el autor que me dio la relación de esta historia, que vivía en ella, sabiendo que pasaban indios de la Florida, salió al campo a verlos y les preguntó de qué provincia eran [...] contándome esto mi autor -Gonzalo Silvestre-.


La Florida del Inca. Libro Sexto, cap. XXII.                


Este breve extracto literal deja de manifiesto la importancia de la figura de nuestro vecino, Gonzalo Silvestre, en las tan aclamadas obras del Inca Garcilaso de la Vega.

Silvestre yace enterrado en la Iglesia de Santa María de las Flores de Posadas desde 1592. A pesar del fallecimiento de su amigo y confidente, el Inca Garcilaso continuó visitando Las Posadas, como hemos demostrado en este desglose de hechos documentados.

Todas las referencias aquí aportadas, ratifican, aún mas, la presencia del Inca Garcilaso en Posadas. Obsérvese, como otro ejemplo de ello, el literal del censo reproducido anteriormente y donde Gonzalo de Palma, vecino y escribano público de Las Posadas, da fe de conocer a Garcilaso Inca en agosto de 1611. El descendiente directo de los últimos Incas, reyes que fueron del Perú. Paradigma del mestizaje fraternal y la multiculturalidad de los pueblos. Quien portando su celebrada pluma, pionera de la literatura hispanoamericana, pasó grandes temporadas en nuestro pueblo componiendo lo mejor de su obra. De ahí la importancia histórica y patrimonial de estas casas y huerta, que vuelven a delatar y amplificar la ya documentada relación que mantuvo el Inca Garcilaso de la Vega con la villa de Las Posadas.





Escritura de Censo de fecha 29 de agosto de 1611Traducción Signatura: AHPC12977P
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«Censo.
Sepan quantos esta carta bieren como yo Anton Garcia de Pineda, clerigo presbitero, vezino de Cordova en la collacion de Onium Santorum, otorgo y conozco…
Escritura de Censo de fecha 29 de agosto de 1611
Signatura: AHPC12977P, f. 224r
© Archivo Histórico Provincial de Córdoba
Imagen cortesía del Archivo Histórico Provincial de Córdoba
Fuente: Archivo Histórico Provincial de Córdoba
imagenque bendo por juro de heredad para agora e para siempre jamas e hasta que se rredima y quite, a Garcilaso Ynga de la Bega, bezino de esta ciudad que esta presente combiene a saber, diez mill e doscientos maravedis de rrenta de censso en cada un año, los quales inpongo y situo sobre todos mis bienes y especial y señaladamente sobre [...]
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[...] una heredad de casas, bodega, lagar, pila, tinajas y biga, biñas y arboles en el pago de la Cabrilla, termino de Cordoba, linde con heredad de Gonzalo de Palma, vezino y escribano publico de la billa de las Possadas, y erederos de Juan Diaz de Bejar; y sobre unas casas y guerta que tengo en la billa de las Possadas, linde con cassas de una capellania que yo poseo y con el camino Real que ba a la ciudad de Sebilla; vendida buena y sana, firme y acabada [...]
Escritura de Censo de fecha 29 de agosto de 1611
Signatura: AHPC12977P, f. 224v
© Archivo Histórico Provincial de Córdoba
Imagen cortesía del Archivo Histórico Provincial de Córdoba
Fuente: Archivo Histórico Provincial de Córdoba
imagen[...] e firmolo de su nombre el dicho otorgante y acetante, a los quales yo el escribano doy fe que conozco.
Rubricas:
Garcilasso de la Vega - Gonzalo de Palma - Anton Garcia de Pineda
Derechos, quatro rreales. Llevado».
f. 228r
Escritura de Censo de fecha 29 de agosto de 1611
Signatura: AHPC12977P, f. 228r
© Archivo Histórico Provincial de Córdoba
Imagen cortesía del Archivo Histórico Provincial de Córdoba
Fuente: Archivo Histórico Provincial de Córdoba



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