Las Navas del Marqués. Apuntes epigráficos

José Ramón Mélida y Alinari

Ramón Vives

Hallándonos el pasado verano en Las Navas del Marqués, llevados de nuestras comunes aficiones, fuimos á visitar el castillo-palacio, construído en el siglo XVI por el primer ostentador de aquel título, D. Pedro de Ávila, bien ajenos de pensar en el rico tesoro literario que nos deparó la fortuna. En aquel abandonado edificio, amenazado de próxima ruina, habíamos de encontrar recuerdos indelebles de un arqueólogo de pasados tiempos, alguno de aquellos humanistas que iniciaron el estudio de las antigüedades, pues sólo él pudo tener la curiosidad de reunir y hacer colocar en los muros de aposentos y galerías de aquella su morada, y en los sitios más apropiados para la cómoda lectura nueve inscripciones insignes de la antigüedad romana.

Pronto vinimos en conocimiento de que estos epígrafes ocultaban al mundo sabio su situación y estaban en parte inéditos; y   —472→   así, deseosos de aumentar, en lo posible, la rica colección de inscripciones hispano-latinas, sacamos de ellas oportunas improntas, previo permiso de la Excma. Sra. Duquesa de Denia, poseedora del castillo; de las cuales improntas hemos tenido el honor de ofrecer una colección á esta Real Academia en una de las sesiones pasadas, otra al Museo Arqueológico Nacional, y otra, en fin, al eminente epigrafista Dr. D. Emilio Hübner con el propósito de trazar, oídos los varios pareceres acerca de estos monumentos, una sucinta Memoria. La contestación que hemos recibido del Dr. Hübner, es un estudio acabado y perfecto, al que no hay que añadir, ni quitar, como á pieza magistral en su línea; y autorizados por él la presentamos, retirando la nuestra, creídos de que esta sabia Corporación no perderá con el trueque.

Dos palabras añadiremos sobre una inscripción moderna, de estilo clásico, que vimos en el castillo. Está grabada en la parte superior de un enorme sillar de granito de 5,70 m. de largo por 0,43 de ancho y 0,50 de alto; en cuyo frente se destaca la leyenda que declara haber sido D. Pedro de Ávila y doña María de Córdoba su mujer los constructores del edificio. Este sillar aparece colocado al pie del muro Norte del zaguán, donde sirve de asiento; por lo cual el texto, en cuestión, está algo gastado y dice así:

Este epígrafe, grabado con intención de imitar los de la época romana, entendemos que es una dedicación á San Pablo, hecha por los fundadores del castillo, que también lo fueron del convento dominicano consagrado al apóstol de las gentes en la misma localidad, y en donde están enterrados doña María de Córdoba y un hijo suyo. El Marqués, D. Pedro, tiene, según se dice, su enterramiento en la catedral de Ávila; á pesar de que en la lauda de bronce que cubre el sepulcro en la iglesia del convento de Las Navas, aparecen las efigies de los marqueses fundadores, primorosamente modeladas en bajo relieve.

Madrid, 7 de Diciembre de 1894.