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Los primeros años del cine en Guadalajara (1897-1905)

José Antonio Ruiz Rojo



Reúno en esta comunicación la mayor parte de la información hasta ahora disponible sobre el primitivo desarrollo del cine en Guadalajara y provincia1. Aquellos momentos o aspectos a los que he dedicado trabajos específicos son objeto aquí de una atención mínima. Respeto la ortografía original de los textos citados y de los títulos de películas.






ArribaAbajo1. Lugares de exhibición en la capital

- Teatro Principal. De propiedad municipal y situado en la Calle Mayor Alta, prolongó su existencia, hasta el inicio de la década de los treinta, aunque en 1926 celebró las últimas funciones de cine. En el periodo que nos ocupa fue su empresario el popular Ezequiel Castelló. En este local tuvo lugar la sesión inaugural de cinematógrafo en Guadalajara, el día 13 de noviembre de 1897; el espectáculo alargó su presencia hasta el día 17, aun cuando en principio sólo estaban previstas las proyecciones de los días 13 y 142. En 1898, los días 16 y 17 de abril, se produjo la segunda venida del invento a Guadalajara, que no obtuvo el eco de la precedente en una prensa volcada a glosar enardecidamente la Función Patriótica a favor del Ejército en Cuba del 23 de abril. Aunque no está confirmada su realización (por esas fechas el gobernador civil cerró el Teatro y ordenó la ejecución de reformas), se anuncian para el día 8 de abril de 1899 exhibiciones cinematográficas con un aparato que, según se nos dice, el año anterior había asombrado en el Circo Pharis [sic] de Madrid; se trata naturalmente del proyector denominado Wargraph que funcionó en el Circo Parish entre julio y noviembre de 18983. También hubo cine en 1900, al menos en junio. En octubre de 1902, entre otras, se llevó a cabo el día 20 una función a beneficio del Batallón Infantil, con una recaudación de 509 pts. y 55 céntimos y estos gastos: «[...] Al dueño del cinematógrafo, 100 pesetas. A la encargada de la venta de localidades, 5. A los músicos que componían la orquesta, 12'50. Estos últimos rebajaron 5 pesetas del total que les correspondía, y no exigieron cantidad alguna por sus servicios y derechos, el arrendatario del teatro y dueño del piano Sr. Castelló, la Sociedad Eléctrica y los porteros y acomodadores del Teatro»4. Se fija para el 22 de febrero de 1903 el estreno del llamado Imperial Bioscope, un aparato procedente de Londres. En octubre de este año se organizaron igualmente sesiones de cine.

A finales de marzo o ya en abril de 1904 empezó a funcionar el cinematógrafo del señor Rojas, después de acometer la dirección del Teatro nuevas reformas propuestas por los arquitectos Cura y Vázquez tendentes a reforzar las medidas de seguridad contra incendios. Hay indicios de que en la primera mitad de mayo sufrió frecuentes averías. Tras el paréntesis veraniego, se anuncia para el día 9 de octubre (poco antes del comienzo de las tradicionales fiestas de la ciudad) la reanudación de estas proyecciones, que continuaron al menos en noviembre, si bien se suspendieron durante la semana de ánimas «no por sentimientos religiosos, sino porque la empresa considera que no es negocio explotable a diario»5. De entre las sesiones, a las que se nos asegura asiste un público inteligente e ilustrado, «la reservada á la gente elegante es la de las siete de la tarde, viéndose en esta hora la sala llena de mujeres hermosas»6.

Desde últimos de abril de 1905 hay constancia del funcionamiento de otro cinematógrafo. Asimismo, el 10 de septiembre de este mismo año (no el día 8 como estaba previsto) presentó el guadalajareño Mariano García la Lámpara Maravillosa, un artilugio de su invención semejante a un fonógrafo que, al parecer, cantaba incluso jotas locales y que cosechó un rotundo fracaso, pues el público «protestó ruidosamente»7 del espectáculo ofrecido por este aparato y por el cinematógrafo que lo acompañaba; no queda claro si ambos actuaron en combinación (sincronizada o no) o de modo independiente. Unos días más tarde la nueva remodelación de la sala impuesta por la máxima autoridad provincial obligó a eliminar veinte butacas y provocó la ira del empresario. A finales de octubre o ya en noviembre volvió otra vez el cine al Teatro; una nota de prensa nos informa del horario de las sesiones y de los precios vigentes en diciembre: «[...] la primera de 6 y cuarto á 8 y cuarto con sinfonía por el sexteto, exhibición de varias películas, intermedio de 15 minutos y más exhibición de películas; la segunda de 9 á 11 con igual programa, y á los siguientes precios por sección: Plateas sin entradas, 2 pesetas; Palcos sin íd. 1'50; Butaca, 0'50; Balconcillo, 0'40; Anfiteatro, 0'30; Entrada general y de palco, 0'20 [...]8. Por cierto que la temática de algunas películas exhibidas por entonces dio pie a comentarios como este titulado ¡Cinematógrafo, sí... pero decente!: «Nos ruegan muchas personas, dignas por todos conceptos de ser atendidas, llamemos la atención al empresario del Teatro, con el fin de que, cuando se celebren sesiones cinematográficas, no se exhiban al público cuadros de la ínfima calidad del titulado Primera noche de boda, que el domingo anterior dió lugar á que algunas señoras y señoritas se retirasen de sus localidades y otras hiciesen marcadas muestras de desagrado por presentar escenas que atentan con descaro á la moral y á la decencia. De seguir por el camino iniciado, verá la empresa alejarse del Teatro -que siempre fué escuela de buenas costumbres- á las muchísimas personas que acuden allí y que todos sabemos es el punto de reunión de la gente de buen tono [...]»9.

- Barracas en la Plaza del Jardinillo. En octubre de 1898 se instaló la primera, motivo de un curioso incidente: por divergencias entre su constructor y el dueño del proyector, aquél procedió a su desmantelamiento el día 28, de lo que levantó acta el notario Felipe Lamparero; la mediación del abogado García de la Peña logró finalmente el acuerdo entre las partes. El columnista Alfonso Martín se expresó en estos términos: «[...] Después de todo, bien puede decirse que las ferias han empezado á su terminación. Y si no, que lo diga el del cinematógrafo, que en una semana ha dado treinta corridas de toros, con el mismo ganado y la misma cuadrilla. Y como vivimos de ilusiones, no es extraño que la otra noche saliera una muchacha diciendo: -¡Chica, qué bien; si hasta se oye hablar á Mazzantini!»10. En el mismo mes de 1899 otra barraca incitó a Eduardo La Lueta y Núñez a escribir que «es una tomadura de cabello la ortografía con que están redactados los carteles anunciadores de las sesiones» y que «respecto á esos tiros y truenos que imitan con el bombo, dan lugar á casos tan chistosos como el que le sucedió el otro día á un señor bastante miope que se hallaba conversando conmigo, que en cuanto oyó los susodichos truenos comenzó á temblar como un azogado y á mirar al cielo preso de una horrorosa convulsión»11. El 4 de septiembre de 1902 comenzó a funcionar en una barraca un aparato último modelo perteneciente a la Sociedad Fonográfica Española, gracias al cual «la buena sociedad de Guadalajara podrá prolongar algún tiempo más su recreo en las primeras horas de la noche»12; cesó su actividad a mediados de octubre, poco antes de la instalación de una nueva barraca de cine. Para las fiestas de 1903 se anuncian hasta tres cinematógrafos, pero sólo es segura la existencia de uno de ellos. La siguiente noticia es el anuncio de una barraca para fines de abril de 1905. En octubre el guadalajareño Maximino Centenera, propietario del aparato proyector que funcionó en el Gran Cinema Universal de la madrileña Calle del Pez durante la segunda mitad de 190513, montó un barracón cinematográfico con «motor propio, y podrá dar las funciones á la hora que el público quiera»14.

- Barracas en la Plaza de Santo Domingo (Marlasca). Junto a «barracas de fenómenos, figuras de cera y demás espectáculos análogos»15 y «para dar la desazón á D. Antonio Jiménez y demás vecinos, con los dichosos órganos»16, se estableció una barraca en octubre de 1900. En 1901, aunque se anuncian dos cinematógrafos para octubre, sólo está documentado el funcionamiento del Farrusini que, ante el éxito alcanzado, prolongó la exhibición de películas hasta el día 24 de noviembre y luego marchó a la vecina Alcalá de Henares.

- Paseo de la Concordia y Plaza del Conde de Romanones. En estos años no constan proyecciones cinematográficas en tales sitios, pero es muy posible que las hubiera, sobre todo en el primero.




ArribaAbajo2. La exhibición en los pueblos

Los días 6, 7 y 8 de octubre de 1898 se realizaron las primeras proyecciones de cine en Sigüenza, en el salón del Liceo; no hay más noticias hasta la del cinematógrafo que actuó durante la feria de ganado de 1900, en la primera quincena de mayo17. En Sacedón se verificaron sesiones de cine en el invierno de 1905 y durante las fiestas de finales de agosto.




ArribaAbajo3. Rodajes

La visita del rey Alfonso XIII al Parque de Aerostación de Guadalajara el 26 de marzo de 1904 fue registrada, y quizás por dos operadores18. Del siguiente año data la cinta que lleva por título Obras de desmonte en el panteón de la Excma. Señora Condesa de la Vega del Pozo.






ArribaAnexo

Películas exhibidas (o al menos de exhibición anunciada) en Guadalajara entre 1898 y 1905.19

Indico el título o tema, así como el lugar y el año de exhibición.

- Una batalla de nieve (Jardinillo, 1898).

- El Portero burlado (Jardinillo, 1898).

- Una corrida de toros (con Mazzantini) (Jardinillo, 1898).

- La llegada de un tren á San Sebastián (Jardinillo, 1898).

- Combate naval (Jardinillo, 1898).

- Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo (Jardinillo, 1899).

- Un viaje á San Sebastián, desde Hendaya (¿Cinematógrafo Farrussini en San Domingo?, 1901).

- Baile de amor (¿Cinematógrafo Farrussini en Santo Domingo?, 1901).

- El automóvil (¿Cinematógrafo Farrussini en Santo Domingo?, 1901).

- El mundo al revés (¿Cinematógrafo Farrussini en Santo Domingo?, 1901).

- Un viaje á América (¿Cinematógrafo Farrussini en Santo Domingo?, 1901).

- La contienda del Transvaal (¿Cinematógrafo Farrussini en Santo Domingo?, 1901).

- Fiestas de la coronación de Alfonso XIII (Cinematógrafo de la Sociedad Fonográfica Española, Jardinillo, 1902).

- Vistas de Europa (Cinematógrafo de la Sociedad Fonográfica Española, Jardinillo, 1902).

- Viaje á la luna / Un viaje á la luna (Teatro Principal, 1903).

- Metamórfosis [sic] de la Mariposa (Teatro Principal, 1904).

- El portero indiscreto (Teatro Principal, 1904).

- Borrachera de un soldado (Teatro Principal, 1904).

- Los cazadores furtivos (Teatro Principal, 1904).

- La maleta de Barnúm (Teatro Principal, 1904).

- Obras de desmonte en el panteón de la Excma. Señora Condesa de la Vega del Pozo (Cinematógrafo de Centenera, Jardinillo, 1905).

- Primera noche de boda (Teatro Principal, 1905).

En Guadalajara capital hay que esperar hasta 1911 para que nazca otra sala permanente que ofrezca cine con regularidad: el Teatro Cómico. Sin embargo, en Sigüenza ya existen dos salas de este tipo en 1907 (el Teatro Calderón y el Recreo Seguntino) y en Brihuega se inaugura en 1908 el Coliseo Briocense20.



 
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