A***
A mi madre
Mayo de 1870.
Dolor
1870.
Recuerdo del día de la comunión
cual por luz inmortal iluminadas, | ||
cual si ya viesen la celeste aurora; | ||
¡pareciome sentir súbitamente | ||
derramarse fragancia embriagadora | 40 | |
y oír un son divino, como el canto | ||
de un coro angelical allí presente! | ||
Callaba en tanto yo: tus labios píos | ||
pidieron a los míos | ||
nuevos acentos con que dar al cielo | 45 | |
por tan alta merced gracias ardientes, | ||
¡y de tu alma las alas impacientes | ||
te iban creciendo para el grande vuelo! | ||
¡Ah! ¡por qué con tus hijos no partiste | ||
a la mansión divina, | 50 | |
y solos, oh dichosa peregrina, | ||
nos has dejado en este suelo triste! |
Junio de 1870.
Único consuelo
Tan sólo encuentra mi dolor consuelo | ||
en la voz que me dice: «No lo dudes, | ||
»ya la madre que lloras, en el cielo | ||
»recibe el galardón de sus virtudes». | ||
Es la voz de la amiga cariñosa | 5 | |
que conoció el tesoro de nobleza, | ||
de bondad, de indulgencia generosa, | ||
que en tu pecho encerró naturaleza. | ||
Es la voz de la huérfana inocente | ||
que en tus hogares encontró un abrigo, | 10 | |
del anciano sin hijos e indigente, | ||
de la mísera viuda, del mendigo: | ||
del mendigo infeliz que, siempre ufano, | ||
al partir tus umbrales bendecía, | ||
llevando dones de tu rica mano | 15 | |
y acentos dulces de tu boca pía. | ||
Es la voz de la enferma a cuyo labio | ||
dio tu mano la médica bebida, | ||
no reputando a tu nobleza agravio | ||
ser sierva de la gente desvalida. | 20 | |
Voz de otros tantos que humilló la suerte | ||
y en secreto tus dones sustentaban, | ||
dones que sólo descubrió tu muerte | ||
y que tus propios hijos ignoraban. | ||
Todos, vertiendo lágrimas sin duelo | 25 | |
por su pía incansable bienhechora, | ||
todos me dicen, señalando el cielo: | ||
«Allá recibe el galardón ahora». | ||
¡Ah! ¡yo maldigo esa fatal creencia | ||
que al negro cetro de la muerte impía | 30 | |
sujeta el alma, y nuestra amarga ausencia | ||
por una eternidad dilataría! | ||
Mas la promesa de esa fe celeste | ||
que tú enseñaste a mi niñez bendigo, | ||
¡pues me muestra otro mundo después de éste | 35 | |
donde por siempre me uniré contigo! | ||
Sí: ya te miro sobre regio estrado | ||
ocupar el asiento luminoso | ||
que ha tantos años a su noble lado | ||
te guarda amante tu primer esposo. | 40 | |
Y él al mirar por fin a su Manuela | ||
que viene a hacerle eterna compañía, | ||
de la ausencia tan largase consuela | ||
que hasta en el cielo suspirar le hacía. | ||
Y por sus hijos, de ternura lleno, | 45 | |
pregunta a tu cariño largamente; | ||
tú le respondes, en su noble seno | ||
dulce inclinando la amorosa frente. | ||
Y a saludarte acudirán veloces | ||
los que llorabas en la tierra triste; | 50 | |
allí a tu padre ves: allí conoces | ||
a la madre que aquí no conociste. | ||
Y de placer y afecto te estremeces | ||
al (56) abrazar a la adorada hermana | ||
que hizo de madre las piadosas veces | 55 | |
al desamparo de tu edad temprana. | ||
Y a la hija, causa de tan largo lloro, | ||
que halló la muerte al empezar la vida, | ||
encontrarás entre el celeste coro | ||
en serafín ardiente convertida. | 60 | |
Mas tan dichosa unión, tan alta gloria | ||
un sólo pensamiento no destierra, | ||
y aún aviva en tu pecho la memoria | ||
de los hijos que dejas en la tierra. | ||
Y a Dios piadoso, con materno ahínco, | 65 | |
compadeciendo nuestras ansias fieras, | ||
rogarás por la dicha de los cinco | ||
que allá en el cielo recobrar esperas. |
Junio de 1870.
Recuerdo
Soledad
1870.
Viajando por la costa
Consuelo
Al viernes 22 de abril de 1870
Infinidad de la creación
A mi hermana Grimanesa
En la súbita muerte de su esposo
A Juana Y***
1871.
A la familia de Noé
Al recogerme
Antioco
Drama en cinco actos
[Nota (57)]
A mi madre
PERSONAJES |
||
SELEUCO, rey de Siria | ||
ANTIOCO, su hijo | ||
ERASISTRATO, médico | ||
NICANOR | ||
ESTRATONICE | ||
OLIMPIA | ||
Damas, guardias y acompañamiento | ||
La escena pasa en Antioquía |
Acto Primero
La llegada
El teatro representa una gran sala del palacio de Seleuco | ||
Escena I | ||
SELEUCO y ERASISTRATO | ||
ERASISTRATO | Se acerca la hora dichosa, | |
gran Señor, de conocer | ||
a la celestial mujer | ||
que escogisteis por esposa: | ||
si con amor tan ardiente | 5 | |
la adoráis sólo por fama, | ||
¿Cómo arderá vuestra llama, | ||
cuando la tengáis presente, | ||
y os miréis dueño y señor | ||
de la beldad más divina | 10 | |
que os miréis, miento imagina | ||
y que codicia el amor? | ||
el retrato es celestial, | ||
y a Venus envidia diera: | ||
pues, si al retrato supera, | 15 | |
¿cuál será el original? | ||
SELEUCO | ¡Quién como yo afortunado, | |
si, cual tu labio lo dice, | ||
es más bella Estratonice | ||
que tan divino traslado! | 20 | |
Aunque es tan bella esa cara | ||
que más belleza no anhelo, | ||
bastándome que el modelo | ||
al retrato se igualara. | ||
ERASISTRATO | Suele un pintor, al copiar | 25 |
una bella criatura, | ||
aumentarle la hermosura | ||
y copiarla sin lunar. | ||
Pero aquí vencido el arte | ||
Dijo a la naturaleza: | 30 | |
«En tan perfecta belleza | ||
es imposible igualarte.» | ||
SELEUCO | Basta, amigo: no así añadas | |
más ardor a la impaciencia | ||
con que anhelo la presencia | 35 | |
de sus gracias adoradas. | ||
Digo en vano al corazón | ||
que el momento está cercano | ||
y a mi ciego anhelo insano | ||
los instantes si los son. | 40 | |
de sus gracias adoradas. | ||
Digo en vano al corazón | ||
que el momento está cercano | ||
y a mi ciego anhelo insano | ||
los instantes siglos son. | 45 | |
De su vida perder creo | ||
los segundos que la aguardo: | ||
¡Quién pudiera al tiempo tardo | ||
dar las alas del deseo! | ||
Por qué, si afán tan prolijo | 50 | |
me cuesta esperarla aquí, | ||
¡por qué yo mismo no fui, | ||
en vez de mandar a mi hijo! | ||
ERASISTRATO | Bien pronto aquí la veréis, | |
y su estupenda hermosura | 55 | |
os pagará con usura | ||
cuantas ansias padecéis. | ||
SELEUCO | Mas quizá te maravilla | |
que, ya cano mi cabello, | ||
doble aún el regio cuello | 60 | |
al que cielo y tierra humilla, | ||
después que tanto tributo | ||
pagué de Amor a las aras, | ||
y de tres esposas caras | ||
vistió mi dolor el luto. | 65 | |
Pero el trono más altivo | ||
donde Amor jamás se sienta | ||
es una tumba opulenta | ||
donde un rey se entierra vivo; | ||
y del amor sin las flores, | 70 | |
la corona más luciente | ||
despedaza nuestra frente, | ||
cual abrojos punzadores. | ||
Mas ¿qué digo? cosa es clara | ||
que no juzgues insensato | 75 | |
el ardor, Erasistrato, | ||
que mi labio te de lara: | ||
Que, aunque, del sabio mayor | ||
merecida fama goces, | ||
por experiencia conoces | 80 | |
tú también lo que es amor; | ||
y en su llama generosa | ||
tan cumplidamente ardiste, | ||
que a una ciudad preferiste | ||
la posesión de tu esposa. | 85 | |
ERASISTRATO | Y de ello no me arrepiento, | |
que por tan cara beldad, | ||
cual desdeñé una ciudad, | ||
desdeñado hubiera ciento. | ||
Con tan alta posesión | 90 | |
nada envidio ni ambiciono, | ||
porque vale más que un trono | ||
ese noble corazón; | ||
y en su amor casto y profundo | ||
donde soy rey absoluto, | 95 | |
hago cuenta que disfruto | ||
todos los tronos del mundo. | ||
Pero de pasos, Señor, | ||
se siente un rumor vecino: | ||
sin duda la reina vino: | 100 | |
alguien entra: es Nicanor. | ||
Escena II | ||
Dichos y NICANOR | ||
SELEUCO | ¿Cómo así, Nicanor, solo | |
a nuestra presencia llegas? | ||
¿Dónde al príncipe dejaste? | ||
¿Dónde ha quedado la reina | 105 | |
NICANOR | Vuestra majestad, Señor, | |
le dé para hablar licencia | ||
al que viene mensajero | ||
de poco felices nuevas. | ||
SELEUCO | Habla al punto, que no es más | 110 |
lo que tú decirme puedas | ||
que lo que es fuerza que el alma | ||
con tan triste anuncio tema. | ||
NICANOR | El príncipe vuestro hijo, | |
a cuyo celo y nobleza | 115 | |
confiasteis el alto cargo | ||
de acompañar a la reina, | ||
en la corte de Demetrio | ||
dio tan señaladas muestras | ||
de ser en todo, oh gran rey, | 120 | |
un trasunto y copia vuestra, | ||
que, al punto prendados todos | ||
de sus soberanas prendas, | ||
hubo en hacerle agasajo | ||
universal competencia. | 125 | |
Mas poco a poco se fue, | ||
sin que la causa se sepa, | ||
advirtiendo en su semblante | ||
una profunda tristeza. | ||
Y este misterioso mal | 130 | |
fue creciendo de manera, | ||
que la tristeza del alma | ||
fue ya del cuerpo dolencia. | ||
Adoleció algunos días | ||
sin que jamás consintiera | 135 | |
que de su estado mandaran | ||
a vuestro oído las nuevas; | ||
y atribuyéndolo todo | ||
al dolor de vuestra ausencia, | ||
aseguró que su alivio | 140 | |
volver a sus lares era. | ||
Púsose en marcha por fin | ||
acompañando a la reina: | ||
y procurando vencerse | ||
con heroica resistencia, | 145 | |
logró mostrar pocos días | ||
más serenidad y fuerzas, | ||
atento sólo al cuidado | ||
de quien cual madre venera. | ||
Mas en vez de ir en aumento | 150 | |
mejora tan halagüeña, | ||
mientras nos íbamos viendo | ||
de nuestra patria más cerca, | ||
era mayor cada aurora | ||
del príncipe la funesta | 155 | |
profunda melancolía, | ||
y más mortales las señas. | ||
Al fin cuando de Antioquía | ||
tocamos casi las puertas, | ||
le acometió el mal usado | 160 | |
con tan tirana violencia, | ||
que, dudosos de su vida, | ||
temimos que ni siquiera | ||
lograra llegar a verse | ||
en vuestra ansiada presencia. | 165 | |
Al fin recobró el sentido | ||
y hasta aquí a venir se apresta | ||
con la reina que en cuidarle | ||
cual hijo vuestro se emplea. | ||
Y yo, Señor, he venido, | 170 | |
pues dile los sepáis es fuerza, | ||
a preparar vuestro pecho | ||
a vista tan lastimera. | ||
SELEUCO | ¡Ay! Erasistrato amigo, | |
¡Quién creyera, quién creyera | 175 | |
que a una tan viva alegría | ||
iba a suceder tal pena! | ||
¡Mi hijo a la muerte cercano | ||
mi Antioco, mi bien! ¡oh fiera | ||
desdicha! ¡oh dolor horrible | 180 | |
adonde ninguno llega! | ||
Solo en ti, oh Erasistrato, | ||
solo en ti mi amor espera: | ||
salva a mi hijo, salva a Antioco, | ||
pues alcanzas tanta ciencia. | 185 | |
ERASISTRATO | Tened fe que haré, Señor, | |
cuanta humana ciencia pueda, | ||
que amo al príncipe vuestro hijo | ||
como a un hijo amar pudiera. | ||
SELEUCO | ¡Ah! Volemos a encontrarle, | 190 |
ni un instante ya se pierda: | ||
vamos pronto, Erasistrato. | ||
¡Hijo mío! | ||
ERASISTRATO | Mas él llega. | |
Escena III | ||
Dichos, ANTIOCO, ESTRATONICE, OLIMPIA y acompañamiento | ||
SELEUCO Ven a los brazos de tu padre amante, | ||
hijo (Aparte ¿Quién hay que tal dolor resista? | 195 | |
a la muerte retrata su semblante) | ||
(A ANTIOCO) ¿Cómo vienes? | ||
ANTIOCO | Mejor: sólo tu vista | |
a volverme la vida era bastante. | ||
SELEUCO | Y vos de Siria y de mi amor Señora, | |
(A ESTRATONICE) Perdonad hoy a la desgracia mía, | 200 | |
si un pecho que os acata y os adora, | ||
al ver vuestra beldad deslumbradora, | ||
así mezcla el dolor con la alegría. | ||
Sólo el pesar de ver en tal estado, | ||
presa de un mal tan bárbaro y violento | 205 | |
a un hijo tan amante como amado, | ||
pudiera haber en mí contrapesado | ||
de vuestra vista el celestial contento. | ||
¡Cuán dichoso seré, si juntamente | ||
logra dos altos bienes mi deseo: | 210 | |
ver la salud de Antioco floreciente | ||
y coronada mi pasión ardiente | ||
con los lazos felices de himeneo! | ||
ESTRATONICE | Yo también, gran Señor, con el contento | |
de ver al que ya es rey de mi albedrío | 215 | |
el más vivo dolor mezclado siento, | ||
al ver la postración y abatimiento | ||
de un hijo ya tan vuestro como mío. | ||
¡Qué cuenta os doy de un hijo tan amado! | ||
SELEUCO | ¡Ah! quién pudo temer que así volviera! | 220 |
ESTRATONICE | El estar de vos lejos le ha enfermado, | |
y así espero, Señor, que a vuestro lado | ||
volverá presto a la salud primera. | ||
SELEUCO | Esa esperanza mi dolor mitiga: | |
pero es tiempo, querido hijo del alma, | 225 | |
que del penoso viaje la fatiga | ||
alivie el sueño con su mano amiga: | ||
ven a gozar su bienhechora calma. | ||
ANTIOCO | No, mi padre y señor: ya ni un momento | |
he de quedarme aquí, y con el permiso | 230 | |
que me concedas, otra vez me ausento. | ||
ESTRATONICE | (¡Oh cielos! ¿Cuál será su pensamiento?) | |
ANTIOCO | Al punto partir déjame: es preciso. | |
SELEUCO | ¡Oh dioses! ¡Qué escuché! Llegas apenas | |
y quieres separarte de mi lado: | 235 | |
¿No es la ausencia la causa de tus penas? | ||
A una muerte segura te condenas | ||
partiendo, hijo del alma, en tal estado. | ||
ANTIOCO | Al contrario, Señor: mi fin es cierto, | |
si partir no me dejas brevemente; | 240 | |
sólo partiendo mi penar divierto: | ||
si me amas, si no quieres verme muerto, | ||
hoy mismo, hoy mismo mi partir consiente. | ||
ESTRATONICE | (¡Qué mal mis ansias refrenar consigo!) | |
SELEUCO | Tú, cuya ciencia lo más hondo sabe, | 245 |
(Ap. a ERASISTRATO) Dime ¿qué es esto Erasistrato, amigo? | ||
ERASISTRATO | Si la verdad, oh gran Señor, os digo | |
(Ap. a SELEUCO) Es cuanto miro misterioso y grave. | ||
SELEUCO | De tu mal el exceso riguroso | |
es quien causa ese ciego desvarío. | 250 | |
ERASISTRATO | Estáis necesitado de reposo. | |
SELEUCO | Obedece a tu padre cariñoso: | |
Ven a tu lecho, ven, pobre hijo mío. | ||
ANTIOCO | ¡Ay padre! ¡Tú me matas! ¡Tú en mi daño | |
te conjuras, mis penas acreciendo! | 255 | |
ESTRATONICE | (Mi rostro en llanto, mal mi grado, baño.) | |
SELEUCO | ¡Quién comprende tormento tan extraño! | |
ESTRATONICE | (Yo solamente su dolor comprendo.) | |
Acto Segundo
ANTIOCO | ||
El teatro representa las habitaciones del príncipe : sobre una mesa habrá frascos y tazas con remedios | ||
Escena I | ||
ANTIOCO | ||
ANTIOCO | Al ver tan mustia mi frente | |
y mi loco frenesí, | 260 | |
no comprenden ¡ay de mí! | ||
que de amor estoy doliente; | ||
y a mis ignorados males | ||
cuya causa está en el alma, | ||
quieren dar alivio y calma | 265 | |
con remedios materiales. | ||
Mas remedios hoy tan vanos | ||
a volverme la salud | ||
sólo adquirieran virtud, | ||
si me los dieran sus manos; | 270 | |
si a la taza que rebosa | ||
con la médica bebida | ||
ella aplicara dolida | ||
sus puros labios de rosa. | ||
Mas ¿qué profiero? ¿así trato | 275 | |
de sofocar mi pasión? | ||
¡Oh cobarde corazón! | ||
¡Hijo desleal e ingrato! | ||
Pero, ¿no es fuerza que quiera | ||
a quien mi madre ha de ser? | 280 | |
quererla en mí es un deber, | ||
mas de distinta manera. | ||
Y su hijo me llama ¡oh nombre | ||
en esos labios odioso! | ||
¡Cuando a otro hombre llama esposo, | 285 | |
y es ¡ay! mi padre ese hombre! | ||
Suele siempre aborrecer, | ||
con alma esquiva y celosa, | ||
de un padre a la nueva esposa | ||
el hijo de otra mujer; | 290 | |
pero es tal la suerte mía, | ||
que tan sólo a mí me arrastra | ||
un amor a mi madrastra | ||
peor que el odio todavía. | ||
¡Oh destino! ¡oh dolor fiero | 295 | |
que a todo dolor supera! | ||
¡Morir sin poder siquiera | ||
decir el mal de que muero! | ||
Tal vez revelarle intento | ||
que ella de mis males es | 300 | |
la causa, y morir después | ||
que le diga mi tormento: | ||
mas, al romper mi secreto, | ||
mis labios audaces sella | ||
la virtud y el honor de ella | 305 | |
y de mi padre el respeto. | ||
¿Qué haré en tan crudo dolor? | ||
¿Qué haré en trance tan fatal? | ||
El callarme me está mal, | ||
y el hablar me está peor. | 310 | |
Mas, si a un padre guardo fe | ||
a quien amo y reverencio, | ||
aunque me mate el silencio, | ||
inocente moriré; | ||
y pues fuerza es que me venza | 315 | |
de mi pasión el rigor, | ||
máteme sólo el dolor, | ||
no el dolor y la vergüenza. | ||
Escena II | ||
ANTIOCO y ERASISTRATO, con un libro en la mano | ||
ANTIOCO se ha quedado abismado en su dolor: ERASISTRATO lo contempla un rato y dice: | ||
ERASISTRATO | ¡Siempre apoyada en la palma | |
la meditabunda frente, | 320 | |
y absorto en un pensamiento | ||
que sin cesar le posee! | ||
Cada vez a mi sospecha | ||
más las señales advierten | 325 | |
que es una pasión del alma | ||
la que el príncipe padece: | ||
pero si es pasión del alma | ||
la que en tal punto le tiene, | ||
¿Cuál puede ser sino amor? | 330 | |
Sin duda sus llamas siente. | ||
Con el más prolijo examen | ||
Sobre él mi cuidado vele, | ||
sin que a la atención se escape | ||
el más pequeño accidente. | 335 | |
Pueda, en alivio del príncipe, | ||
en tal ocasión valerme | ||
que no sólo por estudio, | ||
sino por prueba igualmente, | ||
conozco, Amor, tus efectos | 340 | |
tan violentos y crüeles! | ||
(A ANTIOCO) ¿Cómo, príncipe, os sentís? | ||
ANTIOCO | Mi mal, amigo, decrece | |
por instantes | ||
ERASISTRATO | (Él me engaña, | |
que su semblante le vende, | 345 | |
y claro en su faz se mira | ||
que ni el instante más breve | ||
tendió sus alas el sueño | ||
sobre sus ojos ardientes.) | ||
¿Qué os duele? | ||
ANTIOCO | Nada (la vida, | 350 |
el alma es la que me duele.) | ||
ERASISTRATO | (Su voz, su ademán, su aspecto, | |
Todo, todo le desmiente: | ||
Amor, amor es sin duda | ||
El mal que descubrir teme, | 355 | |
y amor extraño, imposible, | ||
y del que vergüenza tiene.) | ||
(A ANTIOCO) Pues que siempre sólo estáis, | ||
¿No queréis, príncipe, a veces | ||
distraer con la lectura | 360 | |
vuestras tristezas crüeles, | ||
ya que a tan noble ejercicio | ||
fuisteis inclinado siempre? | ||
ANTIOCO | ¿Y de qué, oh Erasistrato, | |
trata el libro que me ofreces? | 365 | |
ERASISTRATO | De los extraños efectos | |
que el amor producir suele. | ||
ANTIOCO | ¡El amor! | |
ERASISTRATO | (Se turba, tiembla; | |
no hay duda.) | ||
ANTIOCO | ¿Y decirme puedes | |
cuales son esos efectos? | 370 | |
ERASISTRATO | Muchos son y diferentes. | |
Mas, cuando un amor extraño | ||
es el amor que nos vence, | ||
son los efectos entonces | ||
mas graves: una perenne | 375 | |
negra profunda tristeza, | ||
a todo halago rebelde; | ||
un obstinado silencio | ||
que a ruego ninguno cede, | ||
un continuo suspirar, | 380 | |
y un alternado y frecuente | ||
palidecer de improviso | ||
y en viva grana encenderse: | ||
enferma el alma, es forzoso | ||
que el cuerpo también enferme; | 385 | |
pierde su grana el semblante | ||
y los miembros se enflaquecen; | ||
huye el sueño que restaura, | ||
los manjares se aborrecen | ||
la vida cansa y hastía | 390 | |
y se desea la muerte. | ||
ANTIOCO | ¿Con qué esos son los efectos? | |
(¡Los mismos que en mí suceden!) | ||
ERASISTRATO | Esos son; mas al miraros, | |
caro príncipe, parece, | 395 | |
por los efectos que explico, | ||
que de amor adolecieseis. | ||
ANTIOCO | ¡Quién! ¡Yo! ¡Adolecer de amor! | |
¡Ah! Jamás, jamás lo pienses. | ||
ERASISTRATO | Pues lo negáis, no lo creo. | 400 |
(No hay verdad más evidente) | ||
ANTIOCO | ¿Y los remedios no indica | |
el sabio libro que lees? | ||
ERASISTRATO | También los remedios trata. | |
ANTIOCO | ¿Y cuáles son? | |
ERASISTRATO | Con valiente | 405 |
labio decir la verdad, | ||
o al dulce objeto que enciende | ||
en nuestro pecho la llama, | ||
o a quien decírselo puede; | ||
procurando que su amor | 410 | |
nuestra pasión recompense, | ||
porque amor se alivia y cura | ||
con amor únicamente. | ||
¿Queréis pues que os deje el libro? | ||
ANTIOCO | No quiero que me le dejes, | 415 |
que de bien diversa causa | ||
los males míos proceden. | ||
ERASISTRATO | Príncipe, el rey vuestro padre | |
con la reina a veros viene. | ||
ANTIOCO | ¿La reina dijiste? | |
ERASISTRATO | Sí: | 420 |
la reina y el rey | ||
ANTIOCO | (¡Qué siente | |
el alma, al oír nombrarla! | ||
Ya la oigo entrar: solamente | ||
el sonido de sus ropas | ||
todo, todo me estremece.) | 425 | |
Escena III | ||
Dichos, SELEUCO y ESTRATONICE | ||
SELEUCO | ¡Hijo mío, hijo del alma! | |
¡Qué de cuidados me debes! | ||
No habrá para mí sosiego | ||
mientras así te contemple. | ||
Solícita de tu estado, | 430 | |
la reina también a verte | ||
viene conmigo, y saber | ||
si tu mal mejora tiene. | ||
ANTIOCO | ¿Cómo estaré sino bien, | |
cuando ambos venís a verme? | 435 | |
ESTRATONICE | Ambos vivimos por vos | |
inquietos constantemente. | ||
SELEUCO | Ni sólo a la reina aflige | |
el mal que te oprime y vence, | ||
sino también a la corte | 440 | |
y al reino entero entristece: | ||
tus amorosos vasallos | ||
de tu dolencia adolecen, | ||
todos están de las nuevas | ||
de tu salud hoy pendientes; | 445 | |
todos elevan por ti | ||
al cielo votos solemnes, | ||
y por tu vida a los dioses | ||
víctimas puras ofrecen. | ||
Pero, ¿cuál, dime, hijo mío, | 450 | |
es de tus males la fuente? | ||
¿Qué pena oculta te mata? | ||
¿Qué ambicionas? ¿qué apeteces? | ||
Si es tan anhelo, aunque grande, | ||
que esté en mí satisfacerle, | 455 | |
sin disfraz dilo a tu padre | ||
porque al punto le contente; | ||
¿Es la mitad de mi reino | ||
Lo que por ventura quieres? | ||
Desde ahora todo es tuyo | 460 | |
cuanto serlo un día debe: | ||
y no digo el áureo cetro | ||
y corona reluciente, | ||
por no vérte en tal estado, | ||
aun la vida diera alegre. | 465 | |
ANTIOCO | (¡Y a tal padre ofendo yo | |
con querer a la que quiere! | ||
Mas, si no querer no puedo, | ||
callar puedo, aunque me cueste | ||
la vida) Padre, de modo | 470 | |
tus palabras me enternecen, | ||
que razones busco en vano | ||
a responder convenientes. | ||
SELEUCO | ¿Qué dices a mi cariño? | |
(A ERASISTRATO)¿Qué a mi esperanza prometes? | 475 | |
ERASISTRATO | Deciros, Señor, quería | |
lo que mi cuidado advierte. | ||
SELEUCO | Ven un instante conmigo | |
donde hablemos libremente. | ||
Escena IV | ||
ANTIOCO y ESTRATONICE | ||
ESTRATONICE | (¡Cuánto es tirana mi estrella!) | 480 |
ANTIOCO | (¡Cuánto es mi suerte crüel!) | |
ESTRATONICE | (¡Me dejan sola con él!) | |
ANTIOCO | (¡Sólo me dejan con ella! | |
¡Qué es lo que pasa por mí!) | ||
ESTRATONICE | (Turbada estoy de manera, | 485 |
que salir de aquí quisiera.) | ||
ANTIOCO | (Huir quisiera de aquí. | |
¿Qué la diré, si aún no tengo | ||
para mirarla osadía?) | ||
ESTRATONICE | (Pues él calla todavía, | 490 |
a hablar por fin me prevengo; | ||
que tiempo es ya que concluya | ||
este silencio imprudente | ||
que expresa tal, claramente | ||
mi turbación y la suya.) | 495 | |
Me es dulce, Señor, pensar | ||
que con las auras natales | ||
vuestros rigorosos males | ||
se han comenzado a templar, | ||
y que, presto al fin exento | 500 | |
de tan tirano martirio, | ||
volveréis al pueblo sirio | ||
la esperanza y el contento. | ||
Mas, entre tanta alegría | ||
que todo un pueblo reciba, | 510 | |
no habrá ninguna tan viva | ||
cual la paterna y la mía. | ||
Al cielo tan alto bien | ||
pedimos siempre los dos. | ||
ANTIOCO | ¡Y es verdad, Señora, y vos | 515 |
por mí os desveláis también! | ||
ESTRATONICE | Tal duda, Señor, no es justa: | |
tan mal, tan mal, me juzgáis? | ||
¡Ya, príncipe, me miráis | ||
como una madrasta injusta! | 520 | |
Si a las madrastras condena | ||
la universal opinión | ||
de que siempre hostiles son | ||
al hijo de madre ajena, | ||
probaros mi trato espera, | 525 | |
amandoos al par del rey, | ||
que en mí tan odiosa ley | ||
tuvo su excepción primera. | ||
ANTIOCO | Bien se ve que en vos no más, | |
del corazón la nobleza | 530 | |
compite con la belleza | ||
que nadie igualó jamás. | ||
Si a otra que vos, oh princesa, | ||
mi padre el rey se enlazara, | ||
confieso que me pesara, | 535 | |
pero con vos no me pesa. | ||
(¡Ay! que ordena mi tormento | ||
y mi deber enemigo | ||
que sea lo que le digo | ||
al revés de lo que siento: | 540 | |
mas temo, si esta ocasión | ||
se prolonga, que fielmente | ||
al fin el labio le cuente | ||
lo que siente el corazón.) | ||
ESTRATONICE | ¿Y vos, no imitáis también | 545 |
a vuestro padre? | ||
ANTIOCO | (¡Qué escucho! | |
¡Cielo santo! ¡ya esto es mucho!) | ||
¡Yo casarme! ¡yo! ¿y con quién? | ||
ESTRATONICE | Damas ostenta esta corte | |
tan nobles, príncipe, y bellas, | 550 | |
que bien pudierais entre ellas | ||
elegir vuestra consorte; | ||
y el himeneo templar | ||
pronto quizá lograría | ||
la negra melancolía | 555 | |
que os consume sin cesar. | ||
ANTIOCO | Princesa, dijisteis bien: | |
el mal que es hoy mi verdugo | ||
se templara, si a ese yugo | ||
se doblegara mi sien. | 560 | |
Mas es de mi hado el rigor | ||
tal, que la sola mujer | ||
que mi amor pudo encender | ||
está vedada a mi amor. | ||
Nunca mis fieros enojos | 565 | |
la dije; y hasta hoy ignora | ||
la llama devoradora | ||
que en mí encendieron sus ojos. | ||
Mas ¡ay! aunque la supiera, | ||
sé que la sabría en vano, | 570 | |
que aliviar no está en su mano | ||
lo que alivio alguno espera; | ||
y aunque tal vez sin testigo | ||
la veo, bien como ahora | ||
os estoy viendo, Señora, | 575 | |
nunca mi pasión la digo. | ||
¿Qué mal a mi mal alcanza? | ||
Pues noche y día me empleo | ||
en un estéril deseo | ||
que no alienta la esperanza. | 580 | |
Y, víctima del deber, | ||
yo muero, y muero callando, | ||
y callo, Señora, cuando | ||
es amor todo mi ser. | ||
Así en tan crudo existir | 585 | |
que es sólo un continuo duelo, | ||
no me queda más consuelo | ||
que el consuelo de morir. | ||
ESTRATONICE | (¿Quién escucharle podría | |
sin lamentar su quebranto, | 590 | |
sin derramar tierno llanto | ||
por su desgracia y la mía? | ||
Que su labio no contó, | ||
las crudas penas que siente, | ||
sin referir igualmente | 595 | |
las penas que siento yo.) | ||
ANTIOCO | ¡Qué veo! ¡Gotas piadosas | |
nublan vuestros ojos claros! | ||
¡Pudo mi dolor costaros | ||
esas lágrimas hermosas! | 600 | |
ESTRATONICE | De piedad, príncipe, llena, | |
al oíros... | ||
ANTIOCO | ¡Cuánto, cuánto | |
ese compasivo llanto | ||
os agradece mi pena! | ||
ESTRATONICE | (Si más permanezco aquí, | 605 |
en mi alma leer podrá.) | ||
Príncipe, adiós. | ||
ANTIOCO | Cómo? ¡Ya | |
me dejáis, Señora, así! | ||
Esperad sólo un momento. | ||
¡Ay! | ||
ESTRATONICE | (¡Qué voz tan angustiada!) | 610 |
¿Qué tenéis, príncipe? | ||
ANTIOCO | Nada | |
Pero sí: no sé qué siento: | ||
Siento que crece mi mal; | ||
mi pecho se despedaza. | ||
ESTRATONICE | ¿Queréis que os lleve la taza | 615 |
ANTIOCO | del restaurador cordial? | |
Sí, dádmela. | ||
ESTRATONICE | Veisla aquí: | |
gran sabio el licor compuso. | ||
ANTIOCO | Estoy, princesa, confuso | |
de veros servirme así. | 620 | |
ESTRATONICE | Mal hacéis, si lo extrañáis: | |
quien hijo ya os considera | ||
ser debe vuestra enfermera. | ||
ANTIOCO | (¡Hijo me llama!) | |
ESTRATONICE | ¡Tembláis! | |
ANTIOCO | Tiemblo: el corazón me salta; | 625 |
cubre mis ojos un velo, | ||
a un tiempo me abraso y hielo, | ||
y hasta el aliento me falta. | ||
ESTRATONICE | Tomad, príncipe, y bebed. | |
ANTIOCO | (Oh blanca mano hechicera, | 630 |
¡quién en ti apagar pudiera | ||
del alma la ardiente sed!) | ||
ESTRATONICE | ¿Qué decís? ¿Estáis peor? | |
¿A Erasistrato queréis? | ||
Voy por él. | ||
ANTIOCO | No le llaméis. | 635 |
No os vayáis: ya estoy mejor. | ||
No os vayáis aún: mirad | ||
que del infeliz Antioco | ||
menguan los males un poco | ||
con vuestra noble piedad. | 640 | |
ESTRATONICE | Mucho vuestro mal me apiada: | |
pero permitid que os diga, | ||
como madre y como amiga, | ||
por vuestro bien desvelada, | ||
que no es bien que así os dejéis | 645 | |
de vuestra pasión rendir, | ||
que sin cesar combatir | ||
con firme pecho debéis; | ||
pues, luchando noche y día | ||
contra ese imposible amor, | 650 | |
saldréis al fin vencedor | ||
en la tremenda porfía. | ||
Ríndase, ya que su suerte | ||
reduce al amor su vida, | ||
la mujer, de amor herida | 655 | |
pero el hombre ha de ser fuerte. | ||
Y más quien nació, cual vos, | ||
Porque a tantos pueblos mande, | ||
de un héroe y de un rey tan grande | ||
que Asia venera cual dios. | 660 | |
Venced pues de amor los males, | ||
y con digna heroicidad | ||
de vuestro padre emulad | ||
las hazañas inmortales. | ||
(¿Qué más he podido hacer | 665 | |
por cumplir con mi decoro? | ||
Huyamos donde mi lloro | ||
pueda en libertad correr.) | ||
Escena V | ||
ANTIOCO | ||
Oid, Señora, aguardad: | ||
¡se va, y muriendo me deja! | 670 | |
Y pareció que mi queja | ||
merecía su piedad. | ||
Mas ¿para qué volvería, | ||
cuando, a callar obligado, | ||
crece mi pena a su lado | 675 | |
y se dobla mi agonía? | ||
Que, desdichado igualmente, | ||
quiere mi fortuna ingrata | ||
que la que ausente me mata | ||
también me mata presente. | 680 | |
Dice que a mi mal prolijo | ||
tan fácilmente no ceda | ||
y que más valor hereda | ||
de heroico monarca el hijo. | ||
No sabe, no sabe cómo | 685 | |
eternamente combato | ||
con este amor insensato | ||
cuyas ansias nunca domo; | ||
¡pues contra su asalto impío | ||
del todo inútiles son | 690 | |
las luces de la razón, | ||
las fuerzas del albedrío! | ||
¿Qué fuerza humana luchó | ||
contra las de Amor celestes? | ||
Ante él son nada las huestes | 700 | |
que mi padre debeló. | ||
¡Oh padre! ¡cuánto me cuestas! | ||
Pues, atento a ti, respeto, | ||
no quebrantan mi secreto | ||
amarguras tan funestas. | 705 | |
Tú Antioco, víctima triste | ||
de la pasión más aciaga, | ||
hoy con usura te paga | ||
la vida que tú le diste. | ||
Ven pues, oh Muerte; tú sola, | 710 | |
de males en tanto asedio, | ||
ser puedes puerto y remedio | ||
de quien por otro se inmola. | ||
Ven, de mi ruego vencida, | ||
antes que mi propia espada, | 715 | |
de esperarte fatigada, | ||
acelere tu venida. | ||
Escena VI | ||
ANTIOCO, SELEUCO y ERASISTRATO | ||
SELEUCO | Hijo. | |
ERASISTRATO | Señor. | |
SELEUCO | Qué es esto? | |
ANTIOCO | Morir a manos de las penas mías. | |
SELEUCO | ¡Morir tú! ¿pues mejor no te sentías? | 620 |
ANTIOCO | Deja, oh padre, que acabe | |
una existencia tan doliente y grave, | ||
una vida insufrible en tantos modos | ||
a mí mismo y a todos. | ||
Si algún amor te debo, yo te pido | 625 | |
que me dejes morir, y no acrecientes | ||
con mi vida el suplicio desmedido | ||
y las ansias furentes | ||
del ser más desdichado que ha nacido. | ||
SELEUCO | ¡Que te deje morir, cuando mi vida | 630 |
está a la tuya unida, | ||
y cuando lo imposible solamente | ||
será lo que por ti mi amor no tiente! | ||
El sabio Erasistrato a mi ternura | ||
tu salud asegura. | 635 | |
ANTIOCO | Cuando mi vida a prolongar acierte | |
su ciencia y tu cuidado, | ||
sabe, oh padre, que sólo habréis logrado | ||
trocar mi vida en dilatada muerte. | ||
Éntrase ANTIOCO y SELEUCO tras él | ||
Escena VII | ||
ERASISTRATO | ||
Cada vez a mi ciencia es más patente | 640 | |
que es amor lo que siente; | ||
y aun a fijarse mi sospecha empieza | ||
en la amada belleza. | ||
¿No vi que se turbaba | ||
cuando le dije que la reina entraba? | 645 | |
Y ahora, cuando sólo le ha dejado, | ||
¿No hallo más grave y más mortal su estado? |