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Páginas del guión de «Don Quijote»


Orson Welles





SALA DE CINE

(Esto es una continuación de la secuencia de La búsqueda. Si cabe podríamos decir que se la puede considerar más muda, al menos, en el sentido de que no irá acompañada de diálogo ni de narración. Durará unos seis minutos, pero aquí sólo damos una breve sinopsis).

Dando traspiés por la sala a oscuras, SANCHO se cruza con MISS GUMP, la institutriz de DULCIE, que sale. Es evidente que MISS GUMP sobrelleva mal el calor reinante. Abanicándose nerviosamente, va hacia la calle en busca de aire fresco.

Sin embargo, DULCIE se queda en su butaca, chupando un pirulí y mirando a la pantalla.

(No vemos la pantalla. Vemos el haz de luz y el movimiento en los rostros de los espectadores. Sí que oímos la banda sonora. Está claro que se trata de un espantoso film de época).

SANCHO, escudriñando en la oscuridad mientras busca a DON QUIJOTE, cae sobre un grupo de espectadores, que le repelen violentamente...


Dos escenas de la secuencia del cine en Don Quijote

SANCHO recorre el patio de butacas en busca de su señor... DON QUIJOTE está allí, pero SANCHO no le ve. Acaba buscando una butaca del pasillo lateral, pasmado de asombro por las maravillas de la pantalla.

SANCHO molesta mucho y parte del público, indignado, le obliga a sentarse. Ocupa justamente el lugar que MISS GUMP ha dejado vacante junto a DULCIE.

Es su primer encuentro...

La niña y el achaparrado escudero cambian breves y amistosas miradas; luego, DULCIE vuelve a mirar a la pantalla. SANCHO sigue su movimiento y pronto queda totalmente embebido...

DULCIE le da un pirulí... Ambos chupan sus caramelos y devoran la película con los ojos...

Por sus rostros seguimos el desarrollo del film...

Hay ocasionales irrupciones de diálogo pomposo y enfático, diálogo de estilo histórico (grandilocuencia con acento americano), pero el pequeño altavoz de este pequeño cine provinciano emite más alta la música que las palabras... (música de persecución, Corazones y flores..., Peligro nos acercamos al número diecinueve..., todo el archivo de música de fondo...).

En las caras de DULCIE y de SANCHO se reflejan todas estas emociones: felicidad, aprehensión, sobresalto, melancolía y dicha...

Las cosas empiezan a ponerse al rojo vivo... Se prepara una batalla encarnizada... Los chicos del gallinero silban y aplauden... DULCIE y SANCHO, asombrados, están muy juntos... Si SANCHO está dominado por su primera experiencia como espectador cinematográfico, el efecto sobre DON QUIJOTE es realmente tremendo...

Ahora, cuando la acción de la película se acerca a su climax de violencia, el caballero se pone en pie de un salto.

SANCHO le ve, se levanta presuroso y va hacia él..., pero es demasiado tarde. Desenvainando su espada enmohecida, y blandiéndola enérgicamente, DON QUIJOTE ha saltado al escenario.

¡¡¡Sensación!!! El público se levanta como un solo hombre gesticulando al estilo latino.

DON QUIJOTE desafía a los caballeros que aparecen en la pantalla, y luego... ¡entra en combate!

En el patio de butacas, SANCHO, bloqueado por el público, ve, profundamente consternado, cómo DON QUIJOTE carga contra la tela de la pantalla y la hace jirones.

Vemos los altavoces que la tela blanca tapaba. La espada de DON QUIJOTE, impotente contra la banda sonora, continúa atacando encarnizadamente, mientras fragmentos de la violenta acción de la película se proyectan en el rostro del caballero...

El público se acerca, y DON QUIJOTE, volviéndose para hacer frente a esta nueva amenaza, descubre a DULCIE...

Ella alza la mirada hasta él...

Él la mira desde arriba...

Es evidente que sus ojos están llenos de la visión de su señora DULCINEA...

En la banda sonora, la orquesta sigue in crescendo, para llegar al final de la secuencia y disolver; nos ofrece la más dulce de las músicas de amor.


Fotogramas de Don Quijote

En un PRIMER PLANO de DON QUIJOTE -dejando escapar un profundo suspiro de la más pura pasión- nosotros...

LA IMAGEN SE DESVANECE Y ES SUSTITUIDA POR:

UN PARQUE (ext.)

WELLES va en un coche de caballos (la acción corresponde a las palabras de la narración).

VOZ DE DULCIE (off): «Las corridas siempre empiezan en España a la hora en punto; te aconsejo que salgas con tiempo. Pero le alcancé...» (DULCIE hace señas con la mano para que se detenga el coche y se sube en él)... «Me dijo que podía acompañarle en el paseo, pero que no se hacía responsable de llevar a ninguna menor -por muy persuasiva que sea- a una corrida de toros... Yo nunca había visto un torero, pero tenía la idea de que eran una especie de caballeros andantes. Y usted admitió que eran los últimos hombres que viven de su espada».

PLAZA DE TOROS (ext.)

WELLES y DULCIE se dirigen entre la muchedumbre hacia la entrada de la Plaza de Toros.

DULCIE (Pensativa): «Viven de su espada». ¿Como míster Quijote?

WELLES: Exactamente, no. Esto es una profesión, no una vocación; el torero es una especie de héroe mercenario; Don Quijote era un aficionado.

DULCIE: ¿Qué quiere decir «era»?

WELLES (Bruscamente): Perdón... Tu amigo es aún una parte real de España, desde luego... En cierto sentido, él «es» España... (WELLES señala una foto que hay en pared cercana...: la foto de un gran matador). Como lo era él...

DULCIE: ¿Quién es ése?

WELLES: Era un amigo mío. Se llamaba Manolete... A Don Quijote le llamaban «El Caballero de la Triste Figura». ¿No crees que a éste también le cuadraba ese nombre?... Don Quijote trataba a los molinos de viento como si fuesen gigantes. Manolete trataba a los toros como si fueran molinos.

DULCIE: ¿Qué le pasó?

WELLES: Al fin uno de los molinos acabó con él.

DULCIE: Quiere decir que en vez de matar él al toro...

WELLES: Oh, el toro también murió.

DISOLVENCIA:

LA CORRIDA:

Serie de planos de ambiente...

DULCIE y WELLES sentados en la plaza.

DULCIE: ¡Oh, mire...!

WELLES: Es uno de los picadores.

DULCIE: ¿Qué es lo que hace?

WELLES: Pica el cuello del toro para que agache la cabeza y así el matador pueda pasar su espada por encima de los cuernos...

DULCIE: ¿Qué lleva en la pierna?

WELLES: Armadura... Los pantalones van abrochados sobre ella.

DULCIE: ¿Una armadura de verdad... como la de los caballeros antiguos? ¿Como la de míster Quijote?

PLANOS SUBJETIVOS: LA CORRIDA

En el momento en que el toro carga al caballo.

CORTE A: WELLES y DULCIE

DULCIE: Ese hombre es odioso... pinchando de esa forma al pobre toro con su lanza...

WELLES: Le pagan por eso. Es su trabajo.

DULCIE: ¿Por qué acepta ese trabajo? Le odio.

WELLES: Está acostumbrado a ello. Todo el mundo odia siempre al picador: es el malvado oficial de la corrida.

Suena el aviso...

DULCIE: ¿Qué significa esa trompeta?

WELLES: Es para avisar al picador que pare.

DULCIE: ¡Vaya, ya era hora! (gritos acalorados en off). ¡Eh..., algo pasa allí...!

La atención de la muchedumbre se ha desviado. La gente se levanta y mira fuera de campo... Luego empieza a moverse...

DULCIE sale de cuadro seguida por WELLES.

Como es de esperar, el propio Don Quijote aparece en escena y con gran alegría de Dulcie lanza un caballeresco desafío al asombrado picador...


Don Quijote

SERIE DE PLANOS:

La gente de las andanadas se vuelve para ver y animar la nueva y menos vista pelea que se desarrolla debajo de ellos, fuera del ruedo... pronto vienen los toreros en ayuda de su picador y se entabla una real batalla... El único a quien nadie presta atención es al toro...

WELLES: ¿Qué es lo que dice?

DULCIE: Quiere que el picador confiese que no hay en el mundo doncella más hermosa que la sin par Dulcinea.

WELLES: Pero yo no creo que el pobre picador haya leído el libro...

DULCIE: Nada de «¡pobre picador!». Míster Quijote sabe lo que hay que llamarle: «Eres un ser monstruoso arrogante». Eso es lo que le está llamando. Les dice que vengan uno a uno, como ordena la caballería andante, o juntos si ésa es la triste costumbre de su ralea...

DON QUIJOTE (voz de DULCIE): ¡Arremeteréis en singular batalla! Vamos, (gritando) uno por uno, como ordena la caballería. Todos juntos, de así deseallo, si tal es la triste costumbre de vuestra ralea...

Superado numéricamente y sin esperanza, Don Quijote se ve forzado, finalmente, a retroceder y luego a retirarse... los toreros, los guardias y demás le siguen acaloradamente... mientras tanto, Sancho, como es natural, se lleva la peor parte...








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