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Flores Sagradas



Gen. 3, v. 17-18.

Lipo. Genes. 3.



Luc. 22, 44.

Vide Mart. de Roa, l. 4, sing. loc. c. 8.

     Castigo fue de la culpa de nuestro primer padre, que al cultivo más cuidadoso de su mano, y al riego más copioso de su rostro, correspondiese a cada gota una mata de espinas. Maledicta terra in opere tuo; spinas, et tribulos germinabit tibi. Advirtiolo Lipomano. Non respondet cultura pro voto tuo, labor, et diligentia frustrabitur: ex horto fiet tibi sylva, ex agro eremus. Estas, más que su púrpura le granjeó a la rosa el mayor desvelo, y cuidado de Adán, dice el gran Basilio; cuando de las manos de su hacedor nacieron respirando fragrancias, sin el penoso achaque de las espinas. Antes era la tierra un vergel, un Paraíso ameno de flores, y el afán, y sudor del primer pecador, la convirtió en un boscaje inculto, en un erizado de pungentes cambrones. Pero, �oh qué dicha! Al cultivo del segundo Adán Cristo, y al copioso riego de su rostro de Getsemani en el Huerto, brotó por cada gota una maceta de flores: Et factus est sudor eius, sicut guttæ sanguinis decurrentis in terram. Y desnudándose la tierra del silicio, que le vistió la culpa, se adornó de más vistosa gala, que pudieron tejerle abriles y mayos: pues racionales flores de mártires, confesores, vírgenes y penitentes, hermosearon el atavío más rozagante de su adorno. A mi entender, sólo discurría así Crisóstomo, a legado por el elocuentísimo Padre Martín de Roa, honor erudito de la sapientísima religión de la Compañía de Jesús.
Cyril. Hierosol. Catech. 16.

Episc. Ioseph de la Zerd. de verb. inc. in ded. D. Gasp. De Guzm.

     Y si el agua, como dijo Cirilo Hierosolimitano, se transforma en las flores, y visto de sus colores. Una pluvia in universum descendit mundum, que alba quidem sit in spinis, rubea autem in rosis, purpurea in hyacinthis. Riega un rosa, y vístese de su púrpura, ronda una azucena, y adórnase con su nieve, galantea un clavel, y arrebólase con su carmín, pisa una violeta, y hace gala de su color morado. In lilio fit lilium, et albicat (discantó el ilustrísimo Josef de la Cerda) in rosa turget, et ardet; punicat in viola, vinea in herbis. Y el otro poeta no [92] nos descifró menos dulce esta experiencia, hablando con un arroyo.
 
D. Pedro de Cast. y Anay. Auro. de Diana.                  Ya en el humor de tu corriente vena,
Ya en lo galán de tu ribera hermosa,
Alma estrena el jazmín, vida la rosa,
Grana el clavel, y nieve la azucena.
 





Chrisolog. serm. 98, al fin.
     Así, pues, en aquel dichoso huerto el sangriento sudor, y copioso riego de nuestro Adán segundo se transforma en la rosa de los mártires, en la azucena de las vírgenes, en los cárdenos lirios de los penitentes, y en el girasol obediente de los religiosos. Quién negará este discurso al Crisólogo; porque aunque el afán, y cultura fue de los Apóstoles, más el riego siempre de Cristo. Ecclesiæ hortus ---- clausus stimulis disciplinæ: ab omni pessimo gramine Apostolico labore purgatus: fidelium planta viis; liliis Virginum, rosis Martyrum, Confessorum viriditate am�nus.
     Y si por sus eras dividimos estas flores, quién negará que desta sangre de Cristo contrajeron su color rojo, las rosas de los mártires; que si de estas materiales dijo el otro poeta, que era sangre la que tiñó su púrpura:
Vernantisque rosæ rubicundo sanguine florem.
Claud. de rap. Prof. l. 2. Y Claudiano lo expresó no menos elegante.
Sanguineo splendore rosas.
D. Ambr. lib. 6 in Lu. c. 12, �. 4.

Did Avend. in Epital. p. 2. rit. n. 375 al fin.

     Mejor afirmaremos de nuestros ilustres campeones; que en lo más ardiente de la batalla, mezclaron su sangre con la de su dueño, con que tiñeron gloriosamente la púrpura de sus hojas. Esto parece, que nos quiso decir Ambrosio: Ubi Martyrum sanguis, ibi Christus, qui est flos subtimis. Pero mas al intento lo explicó un ingenio de la religión ilustre de la Compañía de Jesús: Suo sanguine rubicundo (habla de Cristo) ruborem suum traxere Martyres, ut essent rosæ ornatus pulcherrimi in Ecclesia Paradyso.



Hil. in c. 6, Math.

Imperf. hom. 16, in Math.

Zach. 9, 17.

Osea 14.



Cantic. 5, 13.

P. Lud. de la Cerda, in 4, Georg.

     Que sean lilios las vírgenes, ya se dijo, ni hay cosa más común en las sagradas letras. �Qué bien las ajusta la calidad del lilio! que si este florece mejor atrancado de la tierra, como lo dijo Hilario: Lilium enum avulium a radice, et a terra, ex se florescit, et virescit, et rursum suo honore vestitur. Las vírgenes, pues, desunidas de la tierra de sus carnales apetitos, descuella [93] más su candor, y respira mayores fragrancias tan celestial virtud. Esto mesmo atestiguó el Imperfecto, hablando desta Flor: Infrondibus vestiuntor candore, implentur odoribus, et quod terra radici non dederat, neque radix illi, in visibili operatione Deus largitur. Mas sepamos de adonde le vino tanta hermosura. De la sangre, y riego de Cristo, nos responde Zacarías: Quid pulchrum eius. ---- Nisi vinum germinas virgenes? Los lilios de las vírgenes retoñecen de aquella sangre. Pero con palabras más claras oseas: Ego quasi ros Israel, germinabit sicut lilium. No sólo se vieron teñidos tan divinos lilios del carmín rojo del cordero; pero también de el encendido coral de su propia sangre. Dígalo la valerosa Úrsula con sus dichosas compañeras, pues trocaron lo cándido de su nieve, en lo rojo de su púrpura; que no es novedad cambien con esta su candor los lilios, pues la esposa los encontró purpúreos en su vergel, con que les vino nacido el color a los rojos labios de su amado: Labia eius lilia distilantia mirrham primam. Este sentir aplauden los expositores sagrados, y lo advierte el eruditísimo padre Luis de la Cerda: Alba lilia ad discriminem aliorum, que rubent: vidi ego in Hispania sepe rubentia lilia, quia iis eadem forma cum aliis, tantum diversus color.



Virg. Ita etiam Plin. libr. 22, c. 5. Theo phil. Dios cor. c. 99.
     Y si en singular cogemos alguna destas flores, quién no dirá, que esta rosa ilustre de la iglesia, el gloriosísimo apóstol de las Indias San Francisco Javier; pues toda su vida se vio coronado de espinas; no sólo por los innumerables trabajos que le cercaron; pero por haberse hallado tantas veces bañadas en sus sagradas plantas del rigor de los abrojos: participando mejor de su soberano carmín su purpúreo color las rosas que no de la sangre que vertieron las plantas de la mentida Venus. Oigamos su fábula, y consagrémosla en este dístico a tan ilustre Apóstol.
 
Laur. Lipius. Per sylvas Citherea suum dum plorat Adonim
Purpureas fecit sangunem æsta rosas.
 
Y si la rosa resiste al tiempo, y aun en su propio cadáver conserva su color, y fragrancia, como lo dijo muy bien Anacreón en el Himno a la Rosa: [94]
 
          Hæc tempore resistit,
Anacre.           Huius Senecta suavem
          Servat iuvente odorem.
 
A ninguno otro retrata más vivamente eta flor, que al gloriosísimo Apóstol de las Indias San Francisco Javier, cuyo cuerpo sin corrupción resistió a la iniquidad de el tiempo, que lo reduce a polvos todo; cuya fragrancia aun se conserva en su cadáver, verdaderamente rosa en todo.


Mart. l. 2.
     Conociendo la actividad, y voracidad del fuego, y lo estéril deste elemento, me hizo novedad, que las llamas produjesen flores: y por consiguiente extrañé la sentencia de Marcial, que se la dio a su incendio: Florem ignis. No menos osado lo aseguró Lucrecio.
Donec flammai fluxerunt flore coorto.
Lucret. l. 1. Y Lud. de la Cerd. b. Ænei. v. 8, nu. 11. Pero depuse esta admiración, cuando me acordé que había un San Lorenzo, que no sólo fue laurel contra la voracidad del rayo; pero flor del fuego, que encendió la tiranía, que avivó la crueldad; o si no digan cuál otra.
Cant. 2, 16.

Cant. 6, v. 1.

In Heb. propie; Rosa est. Cant. 2, v. 1.

S. Amb. l. 7 de Spi. S. c. 5.

     No sólo dio riego Cristo con su sangre, para que creciesen tan varias flores, como esmaltan, y hermosean el jardín de la Iglesia; no sólo se alegra, y divierte entre ellas; qui pascitur inter lylia; no sólo las coge para recrearse en su fragrancia; dilectus meus descendit in hortum suum, ut pascatur in hortis, et lylia colligat: Pero él mesmo le alaba, que fue la flor, que fue la rosa (así se colige del hebreo) que fue el lilio: Ego flos campi, et lylium con vallium, que admiraron, y veneraron nacida los pastores y reyes en los campos de Belén: mas en la Cruz, dice Ambrosio, descubrió esta divina flor lo más fragrante de sus colores, y lo más florido de su fragrancia. Flos odorem suum: succissus reservat, et contritus accomulat, nec avulsus amittit, ita et Dominus Iesus in illo patibulo Crucis, nec contritus emarcuit, nec avulsus evanuit, et illa lancea punctione succisus sacro speciosior fusi cruoris colore vernavit: mori ipse nescius, et mortius æterna vitæ munus exalans.



Cant. 7, v. 2.

D. Ambr. serm. 14, in Ps. 118.

     Pero a mi ver, donde desabrochó lo más florido de su elegancia, fue en el Sacramento del Altar; pues no sólo gusta de verse murado del candor de los lilios: Sicut acervus tritici valatus liliis. Pero él mesmo quiere ser el compendio de las flores en esas Sagradas aras. Bona paseva Divina Sacramenta. Carpis [95] illic novum florem, qui bonum odorem dedit resurrectionis: carpis lylium, in quo sit splendore æternitatis: carpis rosam, hoc est, Dominici Corporis sanguinem. Nunca más dulce el Milanés, que cuando de tan divinas flores saca tan suave ambrosía.
Eccl. 24, 18.

Eccles. in Let.

D. Bern. serm. Qui incipit Ave Maria.

     Quién le puede quitar a María Santísima, que todos le aclamen rosa, cuando el eclesiástico lo afirma: Quasi plantatio rose in Hierico. Y la iglesia la aplaude con tan regio timbre: Rosa mystica. Y discantó Bernardo: Maria autem rosa fuit candida per Virginitatem, rubicunda per Charitatem; candida carne; rubicunda mente: candida virtutem sectando, rubicunda actum carnalem mortificando: candida Deum diligendo, rubicunda proximo compatiendo.



D. Aug. serm 18, de Sanct. qui est 2, de Anunt. Dom.
Y si por el riego de la sangre de Cristo se adornó de flores este jardín de la iglesia, y limpió de los pungentes abrojos del pecado. También por medio destas dos sagradas rosas, y divinos lilios de Jesús, y MARÍA, se medicinó la culpa de nuestros dos primeros padres. Oigámoslo a Agustino: Hæc est enim flos campi, de qua ortum est pretiosum lylium con vallium, per cuius partum mutatur natura Protoplastorum, delectur, et culpa. Y de la Rosa MARÍA, lo cantó con la dulzura que suele Sedulio.
 
Ac veluti spinis mollis rosa surgit acutis,
Sedu. l. 2, oper. Pas. Nil quod ledat, habens matremque obscurat honore:
Si Evæ de Stirpe Sacra veniente MARIA,
Virgines antiquæ facinus nova Virgo piaret.
 
Por ella se vio libre el mundo de los dolores, que le ocasionó con sus espinas Eva.
     Estas son las flores sagradas que te ofrezco en varios poemas. Y hallarás cuan bien dice el título con los argumentos, sobre que discanto. �Ojalá se haya ajustado el ingenio! Mas temo, que habrá salido más ajado, que expresado lo vivo de los colores que piden tan divinas flores. Pero si las ha cultivado lo agreste de mi ingenio, y ellas son rosas, y lilios; fuerza es que hayan contraído las espinas de mis defectos. Mas cuando el fértil campo, la primera vez que le cultivó la cuidadosa mano del labrador, se vio del todo libre de abrojos
(?)
                                                                                                                                            
[96]
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Nace Jesús, encendida flor que al cubrirse de púrpura se abrasa en nuevo amor

o que siendo Amor, viene a coger rosas, que aunque le piquen, se enciendan en amarle.

Texto
                       Nacéis flor de fuego, y luego
     sangre empezáis a verter;
     eso, mi Dios, es querer
     Vencernos a sangre, y fuego.
 
Glosa
 
ArribaAbajoTan presto es Dios como amante           
     ataja luego el dolor,
     luego ejecuta el favor,
     luces luego al paso errante:
     pues tan luego, tan constante 5
     es vuestro amor, y es un fuego,
     diré, mi Jesús, no ciego,
     que para dichas del hombre
     de Virgen vara (aunque asombre)
     Nacéis flor de fuego, y luego. 10
Flor de luz nacéis al Cielo
     en tanto luciente rayo,
     y haciendo al Diciembre, Mayo,
     nevada flor en el suelo:
     de vuestro amor el desvelo 15
     tanto se llegó a encender,
     que porque de humano ser,
     vuestra flor tiña luciente,
     la toga, que estrena ardiente,
     Sangre empezáis a verter. 20
Esa púrpura que ostenta
     Amor, si atiendo a la Ley,
     no es abonaros, no Rey,
     cuando culpado os afrenta:
     pero si el amor intenta 25
     de ese San Benito hacer
     gala de tan noble ser,
     dirá en asunto tan raro
     mi corto ingenio a lo claro,
     Eso, mi Dios, es querer. 30
Humana rosa es su Oriente
     cerca la espina de Adán,
     y en tan peligroso afán
     vuestro amor la busca ardiente:
     Mas al cogerla, una fuente 35
     brotáis de sangre �oh qué riego!
     que si acaso no estoy ciego,
     en ella aviváis su ardor,
     porque pudieseis mejor
     Vencernos a sangre, y fuego. 40 [97]
 
 
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Pedía al mesmo certamen se ponderase

cómo los vicios, cuando más disfrazado y oculto conocieron a Cristo para crucificarle, o cómo el mesmo se les vino a las manos para su remedio. Alude a la fábula cuando Eurisile, etc. Por mandado de Proserpina crucificaron al Amor en el mesmo madero, en que fue crucificado Adonis, en el amor está figurado Cristo, en las mujeres los vicios, y en Adonis, Adán. Pidiose una canción de cuatro están.

Canción
 
ArribaAbajoGallardo Joven, que en Auroras breves,
     Abriles disciplina, al Sol da ensayos,
     de sus mejillas en lucidas flores,
     de su cabello en florecientes rayos:
     de ingenio, y de poder no señas leves, 5
     de aquel Monarca, que a su aliento ardores
     el Zafir, como flores
     logra el suelo, de Adán aqueste alfombra,
     solio esotro se nombra.
     Mas �ay! de envidia el Aqueronte lleno 10
     exhaló su veneno,
     deste Adonis ajando la azucena,
     y la luz que alimenta más serena.
Adonis bello, aquel glorioso empleo,
     no de Chipre Deidad, Deidad mentida 15
     si del amor eterno, que en su llama
     el corazón de hielo logra vida:
     Adonis, si imán antes del deseo,
     blanco ya del rigor duro se aclama;
     que en un tronco le infama 20
     Proserpina cruel, Marte envidioso,
     el Plutón orgulloso,
     y esotras fieras del averno escuro,
     con que el aliento puro,
     que candores rosó el primer instante, 25
     negra sombra le huella ya triunfante. [98]
Del Empíreo Cupido, pues, divino,
     viendo el estrago de su Adonis bello,
     llenado de su amor baja emboscado,
     porque otra vez la imagen en su sello, 30
     vida logre, mejore su destino,
     �Oh cómo se atropella lo sagrado!
     pues el infierno osado,
     la culpa cruel, los vicios cautelosos
     ejecutan destrozos 35
     contra el Cupido tierno, y se condena
     de su amado a la pena,
     que si el amor juntar dos almas pudo,
     brazos del tronco estrechen ese nudo.
De Adriadne torpe, si de Fedra aleve 40
     máscara toma el vicio más sangriento,
     de la mujer, quizás, porque en la ira
     el estrago la aviva más violento;
     sino es que fuese embozo en que se atreve
     a herir cual toro cuanto menos mira; 45
     pero si bello admira,
     de su crueldad fue estratagema fiera,
     para que luego muera:
     �qué rigor no desarma, qué locura
     el mirar su hermosura? 50
     mas que digo, desvelos fueran vanos,
     sino se diera amante él a sus manos.
Canción retarda el vuelo,
     a los vicios no ultrajes tan atenta,
     que su crueldad violenta 55
     tronco te buscan para tu ruina:
     �qué dicha tan divina!
     que es de amantes morir con el amado,
     cuanto el riesgo es mayor, más declarado. [98]
 
 
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Al mesmo asunto del nacimiento de Cristo

con alución a la caída de nuestro Padre Adán, y como el vencedor se coronaba con la grama del campo.

Soneto
 
ArribaAbajoEn un jardín, palestra ya a la vida,
     nueva Atalanta emprende la carrera,
     y cuando el viento a tras deja ligera,
     de oro Pomo la enfrena presumida.
Al sagrado Hipomenes ya rendida, 5
     entonces, por trofeo, de una higuera
     hojas ofrece, por la vez primera,
     que su altivez confiesa ser vencida.
Mas la segunda el curso intenta en vano,
     de Belén en el campo, a quien la grama, 10
     y la dorada espiga le corona:
Rindiola agora cuanto más humano;
     una, pues, y otra ofrece una hoja, y rama,
     esta a su planta, esotra a su corona.
 
 
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Al mismo intento que el pasado

Soneto
 
ArribaAbajoQuien pobres pajas, quien humilde grama
     por solio excelso, por sublime asiento,
     por trofeo glorioso al vencimiento
     del Verbo en carne misterioso aclama:
No apoca divertido, no su fama, 5
     que el oro en pajas da el Monarca atento,
     el Pastor por esmalte al lucimiento,
     esmeraldas del campo en hoja y rama.
Uno, y otro es trofeo a la carrera,
     que animoso emprendió de la alta esfera; 10
Pues a pasos media de gigante
     la ardua cima del monte más distante;
Y en curio tan veloz ganó del hombre
     el ser, que ensalza con lustroso nombre. [100]
 
 
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Pidiose acomodasen esos pies forzados

en aquese
Soneto
 
ArribaAbajoEste de la Deidad eterno             RAYO,
   de su niñez él ha primera                AURORA,
   mejor que esa del Cielo perlas       LLORA,
   cada mejilla a perla brota un          MAYO.
Tanta luz, tanta perla, ya es               DESMAYO 5
   a aquella luz con que enriquece,     Y DORA
   la antigüedad a su feliz                    PANDORA;
   aquella la verdad, sola esta             ENSAYO.
Ensayo en su candor                         ARMIÑO,
   y en su color purpúreo es el           MADROÑO, 10
   y Abril en labios de clavel              RISUEÑO;
A todo se aventaja aqueste               NIÑO,
   y si agora su Mayo hará su            OTOÑO
   en un Monte pendiente al sacro      LEÑO.
 
 
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Al día de la circuncisión

y se pregunta, �por qué fue más con pedernal que hierro?
Soneto
 
ArribaAbajoRepetido rubí de Cristo Infante,
     no al hierro, al pedernal esmalta hermoso,
     mas si acusa en aquel lo ignominioso
     de la culpa, �qué en su semblante?
Pero no, que en la Cruz, cuando triunfante 5
     de Luzbel avasalla lo orgulloso,
     el hierro manosea belicoso,
     acero contra el pecho más diamante.
Valga el discurso, a quien la duda oprime;
     y si a piedra de toque su riqueza 10
     descubre el oro de Ofir ardiente;
De amor el oro en Cristo más sublime
     descubra sus quilates su fineza
     hoy desta piedra, o toque más valiente. [101]
 
 
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Con el nacimiento de Cristo se vio a la media noche otro Firmamento con nuevo Sol, Astros y Planetas en el Portal de Belén

Soneto
 
ArribaAbajoCuando la noche más de horror vestida
     y de escuadras de sombras más armada,
     esgrimen estas la triunfante espada
     de los ojos, y luz contra la vida:
Y cuando más gozosa esta homicida, 5
     de nuevos rayos viéndose asaltada,
     se queja al Sol, al Sol toda turbada,
     que envidioso, que infiel curso impida.
Mas reconoce ya, que un Sol que llora
     en luz la anega en su primera Aurora. 10
Y trasformado el suelo en firmamento,
     cada lágrima es Astro al lucimiento;
Formando de María el pecho bello
     la vía Láctea en su mayor destello.
 
 
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Habla un alma con Cristo recién nacido

al tenerle su Madre entre los brazos.
Romance
 
     ArribaAbajoAsesta un dichoso Amante
          por blanco de sus deseos
          a Jesús, que de MARÍA
          pende joyel en el pecho.
     Ya no propias las acciones, 5
          apenas el pensamiento;
          que transformado en su amor,
          ya no es suyo, ya es ajeno.
     Los labios sin voz segura,
          el alma toda respetos, 10
          a su querido le dice
          en balbucientes acentos:
     Si Sol nacéis entre sombras
          por desterrarlas más presto,
          una noche soy de culpas, 15
          esclareced mi hemisferio.
     Si ese ardor busca la nieve,
          soy un helado arroyuelo,
          desatadme las prisiones,
          a vos correré ligero. 20
     Si por Grano Soberano
          buscáis de pajas el lecho,
          sea albergue el corazón
          pajas mis vanos afectos. [102]
     Con esto que se traslade 25
          le pide a sus brazos tierno,
          que si es Cupido Divino,
          será esfera de su fuego.
 
 
ArribaAbajo

Al intento del mesmo nacimiento

Romance
          No me hieran tus flechas,
          Oh hermoso Niño,
          Porque es muy corta hazaña
          Para un rendido.
 
Glosa
 
     ArribaAbajoA contemplar la hermosura
          de ese rostro tan Divino,
          desarma el rigor amante
          el corazón más esquivo:
          por el arco de esa gruta 5
          rayos, y flechas admiro,
          mas que mucho si las tira
          el que es Sol, y el que es Cupido.
          No me hieran tus flechas,
          Oh hermoso Niño, etc. 10
     Ardor duplica al Oriente
          este Sol recién nacido,
          no es prodigio, pues su Madre
          rayos le ministra activos:
          a que ostentación no postran 15
          arpones también unidos,
          las manos pone MARÍA,
          y JESÚS asesta el tiro:
          No me hieran tur flechas,
          O hermoso Niño, etc. 20
     No sólo rinden sus ojos
          al que los mira lucidos;
          pero también avasalla
          al aire de sus suspiros:
          arco le ministra el labio, 25
          cuerdas nacarados hilos,
          que al dividirse en dos partes
          hiere a un tiempo con dos tiros.
          No me hieran tur flechas,
          O hermoso Niño, etc. 30 [103]
 
 
ArribaAbajo

Trova desta letra al nacimiento

          De una Niña quiero hablar
          En mudarse tan mujer,
          Que deja a uno por dos,
          Y aborrece a dos por tres.
 
Romance
 
     ArribaAbajoDe un Niño quisiera hablar
          tan hombre en el escoger,
          que deja Cielos por tierra,
          y a su Corte por Belén.
     Bonito es como mil oros, 5
          y en lo que llegó a entender,
          tiene lo bonito, y quiere,
          que oros de su amor le den.
     De un vestido lo encarnado
          solicita, porque aunque es 10
          traje humilde para un Dios,
          dél hace gala después.
     Del que pobre de virtudes
          jamás estimó la Fe,
          porque no le cae en gracia, 15
          sino hay sobre qué caer.
     Diez galanes tiene agora
          su humanidad, quien no ve,
          que el hombre a los nueve Coros
          llena el número de Diez. 20
     Dios no libre, que este Niño
          no admita algún interés;
          pues cuando desecha dones,
          es cuando no quiere bien.
 
 
ArribaAbajo

Dícese la buena ventura de Cristo

     ArribaAbajoDame una limosnita
          Niño bendito,
          dame las buenas Pascuas
          en que has nacido:
          Niño de rosas, 5
          dale a la Gitanita
          paga de glorias.
     Si me das la mano,
          Infante Divino,
          la buena ventura 10
          verás que te digo.
     Miro aquí la raya,
          que muestra, que a un niño
          verterás tu sangre,
          baño a mis delitos. 15
     Serás de tres Reyes
          Rey conocido,
          y a este mismo tiempo
          de un Rey perseguido.
     En tu propia patria, 20
          con ser el Rey mismo,
          vivirás humilde,
          vivirás mendigo.
     Dame una limosnita
          Niño bendito, 25
          dame las buenas Pascuas, etc. [104]
     Miro esotra raya,
          que es de tu martirio,
          morirás en Libra,
          si naciste en Virgo. 30
     Tendrás corta fuerte
          aun de los amigos,
          pues de un paniaguado
          te verás vendido.
     A los treinta y tres, 35
          �oh con qué prodigios!
          dejarás la vida,
          de amores rendido.
     Si el Cruzado leño
          fuere tu cuchillo, 40
          cuchillo de palo
          cortará tus bríos.
     Dame una limosnita
          Niño bendito, etc.
 
 



                                                                                                                                                                         
ArribaAbajo

Al nacimiento de Cristo

fue asunto de un certamen esta
Silva
 
           ArribaAbajoSombras de culpa con tirano imperio,           
          el Orbe todo crueles oprimían,
          y el caos primero a horrores repetían
          de aquel, y este hemisferio,
          cuando las formas rudas no gozaban 5
          esmeros que en su ser acreditaban.
     En este desaliño barajadas.
          de aquella flor, de su belleza ajadas,
          antes que de Jesús el Sol hermoso,
          de luz piélago undoso, 10
          con su esplendor introdujese el día,
          y a este confuso globo su armonía:
          a cuyos rayos su hermosura el prado
          en variedad de flores ha esmaltado;
          el mar sus ondas, montes inconstantes, 15
          la tierra montes, de este cielo Atlantes,
          que del hombre la culpa, y desafueros
          a lo insensible perturbó sus fueros.
     Del aire muda el Ave,
          a pluma de su luz fue lira suave; 20
          el bruto, que encogido en gruta obscura,
          que más que albergue fue su sepultura,
          a su incendio tan ágil ya se mueve,
          que aún acusa de tardo el aire leve,
          que del hombre la culpa, y desafueros 25
          a lo sensible pervirtió sus fueros. [105]
     Mas �ay! que a tanta luz en ese Cielo
          al Sol el ceño despertó la envidia,
          y en confuso desvelo
          con uno, y otro sentimiento lidia; 30
          que sabe recordar la competencia
          ceños que retiró la influencia.
     Convoca luces, multiplica rayos,
          y en ardientes ensayos
          su esplendor disciplina, 35
          las saetas fulmina,
          y porque muchas vuelen, y ligeras,
Tres soles aparecieron en el Nacimiento de Cristo.           tres arcos multiplica en tres esferas;
          y al rompimiento cuando más anhela,
          y en andar la seña atento se desvela, 40
          un respeto le asusta tan helado,
          que templa bríos, que fomenta osado;
          porque divinidad más peregrina
          admira en otro Sol que le ilumina;
          y así depuestos de su luz los rayos, 45
          en sus tiernos desmayos
          la palma le vocea, y la vitoria,
          ilustre timbre, decorosa gloria.
     Porque advierte, que en llamas que fomenta,
          nuevos apoyos de Divino alienta; 50
          pues sus luces tan pródigo reparte,
          que de lo liberal corrige el arte,
          y la largueza a la Deidad abona,
          que esta de aquella ilustre se corona:
          pues ese Sol criado, 55
          por liberal, y franco fue adorado
          del hombre, que aunque ciego,
          esta excelencia arguye,
          que suprema Deidad mejor concluye;
          mas hoy sus aras, cultos, y su ruego, 60
          del Sol Jesús a la flamante huella
          depone, y con sus labios sus pies sella. [106]
 
                                                                                                                                            
ArribaAbajo

Al Santísimo, trova de otra letra humana

Romance
 
               ArribaAbajoLos Soberanos Querubes           
     rizan la pluma de nieve
     a los rayos de Jesús,
     Sol oculto entre accidentes.
Y aquesta nube de plata 5
     la veneran tan luciente,
     que della corona forman
     a sus Querúbicas sienes.
Ya deste suelo en el prado,
     del Cielo viven ausentes, 10
     luego que miran sus ojos,
     que este pan los Cielos llueven.
O como se olvida el hombre,
     y ellos como velan siempre,
     poco le tira su celo, 15
     y por aquesto se duerme.
Celos concibe el amor,
     y pues celos no le mueven,
     cuando en la culpa reposa,
     ni celos, ni amor no tiene. 20
Mas ya conozco en su olvido,
     que ingrato el hombre le ofende,
     y que los Querubes dél
     son en su amor diferentes.
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento otro

Romance
 
ArribaAbajoDe las almas el Esposo,
     aunque pasea encubierto
     no puede ocultar la llama,
     que arroja su ardiente pecho.
Rinde amantes corazones, 5
     no se admire, no el trofeo,
     pues hoy esfuerza el cristal
     rayos deste Sol Supremo.
Todo cuanto mira abrasa,
     el alma siente el efeto, 10
     aunque es Espíritu puro,
     que es también Divino el fuego.
En las calles, y en la plaza
     con temeroso respeto,
     todos deste Dios publican, 15
     que aun vence pechos de hielo.
Ea, pues, almas dormidas,
     pedid, que os toque su incendio,
     y porque os oiga el Esposo,
     decid en dulces acentos. 20
 
Estribillo
Venga el Esposo Cristo en Pan Divino,
     en buen hora venga,
     pues se verá de luz
     el alma llena. [107]
 
 
ArribaAbajo

A la Concepción de María, en compañía de el Santísimo

en el Convento dedicado a esta advocación.
Romance
 
ArribaAbajoEntre nubes accidentes
     festivas luces rayó
     a este Alcázar de MARÍA,
     de Jesús el nuevo Sol.
Es misterio de pureza, 5
     y así su mayor candor
     acredita en este Templo
     de su limpia Concepción.
Mas si deste Sol Aurora
     es María, �quién dudó, 10
     que entre sus cándidos brazos
     salga a lucir hoy mejor?
Los que buscáis de Jesús
     más templado el resplandor (20),
     miralde, que en ese cielo 15
     benigno siempre influyó.
Atendelde entre esas nubes,
     que a embozos que ella le dio,
     menos lástima se llama,
     menos abrasa su ardor. 20
 
 
ArribaAbajo

A la expectación del parte de la Virgen de la O

Romance
 
ArribaAbajoAlbricias pido a los Cielos,
     porque ya el primer albor
     en las ansias de una Virgen,
     de Jesús produjo el Sol.
La antigua esperanza en ella 5
     aún no perdió su verdor,
     que es difícil arrancarse
     lo que una vez se arraigó.
Con tener al Sol consigo,
     aún espera al mesmo Sol; 10
     del esperar se socorre
     por avivar más sus amor.
Estratagema es del gusto,
     dar largas a su pasión,
     porque conseguido el bien 15
     mucho del gusto perdió.
Suspiros vierte a los aires
     su abrasado corazón,
     que al aire de sus suspiros
     quiere acrecentar su ardor. 20
Enigma con una letra,
     en un círculo cifró,
     porque su vientre es la Esfera
     con que abrevió a todo el Sol.
Y si es Esfera MARÍA, 25
     será el centro el mesmo Dios,
     quietáranse ya sus ansias,
     pues que tal centro adquirió. [108]
 
 
ArribaAbajo

A la presentación de la Virgen

Romance
 
ArribaAbajoAguardad bella MARÍA,
     no corráis tan presta al Templo,
     que a tan infantiles pasos
     es muy sublime el empeño.
Mas que digo, si es gigante 5
     Amor, aunque niño tierno,
     a pocos pasos hoy pudo
     subiros a tanto Cielo.
Nos s prodigio, si llegáis
     a su eminencia de un vuelo. 10
     que el amor os da sus alas
     con que la escaléis tan presto.
En sus plumas bien podéis,
     Niña, volar sin recelo,
     y aún de ella nido, y sagrado 15
     formar parta vuestro pecho.
De aquí generosa Ave
     saldréis con tan nuevo pelo,
     que dél dichosa podréis
     vestir al Eterno Verbo. 20
 
 
ArribaAbajo

A San Juan Bautista

Romance
 
ArribaAbajoContra la mayor Cabeza
     esgrime el acero un Rey,
     que es muy impaciente el mando
     si compiten su altivez.
Impíos impulsos le presta 5
     una arrestada mujer,
     ofendida se juzgaba,
     que no intentará cruel.
Del divino Juan el cuello
     huella de una Niña el pie; 10
     estrella infeliz del justo,
     que arma al odio aun la niñez.
Aja su casta azucena
     el más impuro clavel,
     de su candor irritado 15
     mancha su nevada tez.
Celos le estimulaban torpes
     espurios hijos del bien,
     que siempre la impura sangre
     siguió atrevida, obró infiel. 20
 
 
ArribaAbajo

Al Apóstol Santiago el Mayor

Romance
 
ArribaAbajoDe su valor asistido
     guerrero Marte se aclama,
     el que asombró a la Morisma,
     es fuerte escuda a la España.
El orgullo más altivo 5
     así valiente avasalla,
     que las vidas que le informan,
     son corto triunfo a su espada.
Parto fogoso del trueno,
     ágil discurre murallas, 10 [109]
     volando en leves cenizas
     lo obstinado de su pasta.
Menudo polvo el acero
     vuelven sus activas llamas,
     que el rayo mejor humilla 15
     la más erguida jactancia,
Ceguezuelas mariposas
     los enemigos se abran
     a su luz, si al Español
     Sol que sus sombras aclara. 20
España tales trofeos
     del bronce en voces aclama,
     y en sus acerados pechos
     insculpe tales hazañas.
 
 
ArribaAbajo

A Santa Úrsula, y sus compañeras

Romance
 
ArribaAbajoCándidas rosas caudilla
     una nevada azucena,
     tan unas en el amor,
     como unas por su pureza.
De la espina del rigor 5
     heridas, la nieve truecan
     en púrpura, mas qué mucho
     si florecen todas las Reinas.
Florido, y galante Sol
     del prado en la bella esfera 10
     Úrsula luce, si esotras
     son aromantes estrellas.
Al jardín del firmamento
     trasladada su belleza,
     flores desabrochan rayos, 15
     si acá estrellas son hojas tiernas.
Si al engaste de sus orbes
     son diamantes de entereza,
     rubí las vuelve su sangre,
     valor de uno y otro aprecian. 20
Ese flamante topacio
     del cuarto globo respeta
     sus luces, cuando cobarde
     escusa las competencias.
Fugitivos ya los Astros 25
     temerosos se recelan
     del cotejo de sus rayos,
     por no quedarse en tinieblas.
Aquese zafir sagrado
     con tanta luz que le arrea, 30
     noblemente, ya presuma
     bello un Sol en cada estrella.
Y pues benévolos Astros
     alumbráis en esa esfera,
     hoy logren vuestros devotos 35
     divinas las influencias.
 
 
ArribaAbajo

Al mismo intento otro

Romance
 
ArribaAbajoEl más prodigioso encuentro,
     la más reñida batalla,
     suspenso admira el discurso
     en dos distintas escuadras
Once mil Vírgenes bellas, 5
     Amazonas hoy gallardas,
     a un escuadrón rostro hicieron
     sólo de amor con las armas. [110]
La contienda se comienza,
     y aunque en la fuerte estacada 10
     ellas rindieron las vidas,
     por tuyo el triunfo se aclama.
Porque en las lides de amor
     la vitoria es de las almas,
     y aunque le rindan los cuerpos, 15
     ellas consiguen la palma.
Si al yerro exponen el pecho,
     a la pica a la alabarda,
     es, porque por ellas suben
     a ser mejor coronadas. 20
Si en los golfos de su sangre
     vado para el Cielo hallan,
     ondas son, que a sus contrarios
     a su pesar los acaban.
Jesús viendo aqueste triunfo, 25
     que sus Esposas alcanzan,
     ciñe a sus gloriosas sienes
     lauros, que estrellas engazan.
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento otro

Romance
 
   ArribaAbajoEl más vistoso jardín
        de nevadas azucenas,
        vil arado de impías manos
        en roja trocó floresta.
   Que a su pesar trasladas 5
        en esa capaz esfera,
        si fueron flores humanas,
        ya son lucientes Estrellas.
   Úrsula siendo entre todas
        el Sol que luce más bella, 10
        que en todas partes lo grande
        conserva siempre su alteza.
   Y si los verdugos crueles
        (cual cegador en la vega)
        a sus espigas lozanas 15
        oprimieron a la tierra.
   Pero sus preciosos granos
        del Cielo las trojes llenan,
        paso un Dios, siendo el mesmo
        quien también las apacienta. 20
   Serafines de ese Empíreo,
        estimad esta cosecha,
        que no tendréis otro Agosto
        mas copioso en vuestras vegas.
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento otro

Romance
 
   ArribaAbajoÚrsula, bella Pastora
        del rebaño más cabal,
        muchas cándidas corderas
        guía por prados de un mar.
   Pero de lobos crueles 5
        la más rabiosa impiedad
        su nevado vellón tiñen
        en su viviente coral.
   Arrestan tanto sus iras,
        tanto su rigor fatal, 10
        que aun a su hermosa Pastora
        no perdonó su crueldad.
   Al furor todas se rinden,
        eclipsado lo vital,
        apagando tanta estrella 15
        de sombras la obscuridad. [111]
   De su púrpura caliente
        el generoso raudal
        de rosas fecunda al suelo,
        cada gota es un rosal. 20
   Nunca tan hermoso aliño
        vistió su grosera faz,
        aunque de Mayos y Abriles
        recoja la variedad.
   Hoy descifrado el prodigio 25
        en sus hojas miró ya;
        pues con el nombre de Reinas
        las rotula su coral.
 
 
ArribaAbajo

A Santo Tomás Cantuariense

Mártir de Inglaterra (21)
Romance
 
ArribaAbajo�Con qué valor aquel pecho
     de Tomás sufre las penas;
     a qué amante en los peligros
     valiente el amor no esfuerza?
Pretende manchar Enrico 5
     la belleza de su Iglesia,
     y como es Esposa suya,
     amor le arma a la defensa.
Al resistirle valiente,
     se halló herido en la cabeza, 10
     que no quiere un poderoso,
     que otro ninguno le exceda.
Era de la Iglesia el Sol,
     su luz anoche bella,
     que no pudiera el error 15
     triunfar hoy con sus tinieblas.
Si el tesoro de la Fe,
     de los herejes expresa,
     no es mucho, si de Tomás
     rindió el muro la violencia. 20
Como en su pecho a su Esposa
     amante sino la encierra,
     para poder combatirla,
     que se lo rompan es fuerza.
Rindió en la Iglesia la vida, 25
     �oh qué crecida fineza!
     que pues amó sus brazos,
     en sus brazos propios muera.
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento

aplaudiendo también las nobles prendas de la devota, que todos los años le festeja.
Romance
 
ArribaAbajoMucho Tomás de tus cultos
     te mereció tu valor,
     más de una Mori ilustre
     mucho su amor te adquirió.
Del pecho con todas veras 5
     Vera en tus fiestas te honró,
     que no burla quien es noble,
     cuando le obliga su honor.
Repite fiestas a fiestas,
     mas qué mucho, si es un Sol, 10
     que éste lucirá mañana,
     aunque también hoy lució.
Y si en tus aras se inflama
     tanto lucido blandón,
     rayos son, o son centellas, 15
     que de su luz derivó. [112]
Tanta abrasada pastilla,
     que en tanto olor se exhaló,
     sin duda se abrasó al fuego,
     ya las llamas de su amor. 20
Aquestos vistosos ramos,
     que hoy esmaltó tanta flor,
     quien duda, que a su hermosura
     su variedad se copió.
Dedicando a tu festejo 25
     todo cuanto en sí adquirió,
     de la flor de su belleza,
     hasta el oro de su honor.
 
 
ArribaAbajo

Al Ilustre Mártir San Lorenzo

Romance
 
ArribaAbajoHoy un Laurencio Español
     en su nombre ciñe el lauro;
     porque es Profeta el esfuerzo
     del trofeo anticipado.
A sus hojas se le atreven 5
     del fuego voraces rayos;
     mas la exención no derogan
     de aquel su verdor gallardo.
Porque si llamas le cercan,
     es, porque vea en sus claros, 10
     como si consiguen glorias
     con desaires del contrario.
Ostentan ya los sudores,
     ya los penosos letargos
     los mártires, mas Laurencio 15
     lleva de todos el lauro.
No sólo el laurel se ciñe,
     mas de sus primeros Mayos
     flores en muchas guirnaldas,
     que le tejieron sus años. 20
Un trofeo en cada hoja
     declara lo matizado,
     que los escribió su esfuerzo
     con el buril de trabajos.
Cual abeja la dulzura 25
     goza en su flor el cuidado,
     si de su Lauro al abrigo
     burla rigores del rayo.
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento otro

Romance
 
ArribaAbajo�Cómo es Laurencio oprimido
     con el rigor del incendio?
     porque es oro que demuestra
     en él quilates de precio.
Aun entre voraces llamas 5
     vive gallardo su aliento,
     que salamandra de amor
     no le consume su fuego.
Si en rojas pavesa vuelve
     leves plumas de su cuerpo; 10
     flamante Fénix se hereda
     vida a dilatados tiempos.
Si no es que en la triste noche
     para que destruya el hielo
     de sus contrarios, se aplica 15
     de las hogueras por leño.
O alagado de las llamas
     del amor, se arroja al riesgo,
     cual la mariposa, que halla
     túmulo honroso en su fuego 20 [103]
Y porque en humo suave
     le goce, aun el mesmo Cielo
     se abrasa todo en su ardor
     por escalarse más presto.
De su occidente en la pira 25
     muere en cenizas resuelto,
     porque en repetido Oriente
     Sol resucite más bello.
 
 
     Oye por corona destos míos, algunos versos que han llegado a mis manos, de los muchos que compuso mi maestro, que en varios asuntos sagrados me consta desabrochó, no pocas flores su ingenio.
 
ArribaAbajo

Al Santísimo Sacramento, en concurso de la Fiesta del Rosario

Soneto
 
ArribaAbajoEl vientre milagroso de MARÍA,
     el trigo se compara generoso,
     a quien fragrante muro ciñe ojoso
     el Cielo en repetida lozanía.
A ese sagrado Pan, �oh qué armonía 5
     hace ese trigo! Si al Rosario hermoso
     tanta flor, que le mura misterioso,
     y a ser su esmalte cada cual porfía.
Cifra es todo diseño, en que se aclara,
     de un Dios oculto en Pan, Pan Soberano, 10
     que aplaude de Domingo heroico celo;
El Rosario, pues, ciña sacro el Ara,
     cual bella flor de tan divino grano,
     que es pan de flores cuanto ofrece el Cielo. [114]
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento sobre este lugar

Scutum auxilii, et gladius gloriæ. Genes. 33. O Gratiam, et gloriam david Dominus. Leyó San Jerónimo: Quia solet scutum, Dominus Deus. Psalm. 8.

Soneto
 
ArribaAbajoEs la vida palenque a la batalla,
     que ofrece astuto el enemigo fiero,
     desde el nacer, al alentar postrero,
     inventa ardides, y ocasiones halla.
A sus tiros es débil la muralla, 5
     que ciñe al hombre, débil el acero,
     y antes mira herido, y prisionero,
     que ofenda, y melle su obstinada malla.
En combate tan arduo, y peligroso,
     escudo fuerte, cándida defensa 10
     ofrece al hombre aquese Sacramento;
Luzbel se rinde a su Orbe luminoso,
     y el que blanco miró para la ofensa,
     dejó en blanco su loco pensamiento.
 
 
ArribaAbajo

Dase la razón, porque siendo este Sacramento representación de la muerte y Sangre de Cristo

se muestra con accidentes blancos, y no rojos.
Décima
 
Preg. ArribaAbajoSi es de su muerte trasunto
     ese misterio sagrado,
     �cómo en candor se ha trocado
     la sangre que dio a un difunto?
Resp. Fue el amor este asunto 5
     que el incendio que hoy alienta,
     y entre ese candor fomenta
     ese nevado ademán,
     descifra que es un volcán,
     que entre nieves se alimenta. 10 [115]
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento sobre este lugar

Proverb. 31. Quasi nabis institoris de longe portans panem suum.
Décima
 
     ArribaAbajo�Oh qué ligera navega
          de sangre en el rojo mar
          nave que vino a cargar
          trigo en la terrible vega!
          mas si en sombras de Fe ciega 5
          sulca, �cómo puede el puerto
          coger, aunque sea cierto?
          pero si es Piloto amor,
          sin vista guía mejor,
          como entre sombras experto. 10
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento otro

Soneto
 
ArribaAbajoDe virgo tuvo su glorioso Oriente
     el sacro Sol y en paso afortunado
     al Orbe todo habiéndolo ilustrado,
     en Gémini rayó, ya a su Occidente:
En Gémini de amor, que en lazo ardiente 5
     supo en lo milagroso de un bocado
     unir al hombre, que ingrato y obstinado
     resistía a su amor inobediente.
A su esplendor le miro tan unido,
     que otro Sol le respeto en lo lucido; 10
Y al breve Orbe, mejor diré a su Cielo,
     divino Sol le aclamo sin recelo:
�Oh Pan Divino, sólo en ti se pudo
     unir distancias con tan fuerte nudo!
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento sobre este lugar

Iudic. 14. De commedenti exivit cibus, et de forti egressa est dulcedo.
Soneto
 
ArribaAbajoA Impulsos del rigor, y la venganza,
     en sangre propia se miró teñido
     aquel fuerte León, cuyo bramido
     asombra al suelo, ya aun al Cielo alcanza. [116]
Retiró su valor, y en tal confianza 5
     del más cobarde pudo ser vencido;
     traza fue de su amor, que así oprimido
     mejor de la vida a su enemigo afianza:
Vida fue en el panal, que labró diestro
     la abeja de su amor, si dio colmena 10
     su cadáver, que néctar ya propina;
Juntó la cera como sabio Maestro,
     porque si al hombre de dulzura llena,
     ahuyenta sombras con su luz divina.
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento

Décima
Preg. ArribaAbajoSi es Cristo en el Sacramento,
     Sol en su brillar lucido,
     �cómo entre nube escondido
     permite su lucimiento?
Resp.      No es de su luz detrimento, 5
     es ingenio la piedad,
     segura su crueldad
     a la vista más experta;
     ofrécela, pues, cubierta
     por templar su Majestad. 10
 
 
ArribaAbajo

Al mesmo intento sobre este lugar

Cant. 7. Ascendat in palma, et aprehendam fructus eius.
Décima
 
   ArribaAbajoPor coger fruto sagrado
        sube la Esposa a la palma,
        Cristo del hombre a la palma
        baja, y dalo consagrado:
        �Oh qué trueque afortunado! 5
        gana palma merecida
        el alma con tal subida;
        Dios no puede más subir,
        y así sólo en su abatir,
        logra esa palma crecida. 10
 
 
ArribaAbajo

Don Martín de Arriola, Presidente de la Ciudad de Quito

hizo una imagen de bulto de San Francisco Javier, con los pies bañados en sangre, como cuando caminaba por la India, y con el pecho vertiendo gozos, con aquellas palabras: Sat est Domine.

A cuya devoción se dedicaron estas
Décimas
 
     ArribaAbajoEste bulto, que el pincel
          llegó diestro a colorir,
          no le hace falta el vivir,
          así retrata más fiel:
          de Javier cualquiera en él 5
          advertirá su traslado,
          si le contempla arrobado,
          pues ese humano alentar
          con Dios llevaba a trocar,
          mejorado su cuidado. 10
     Tan imitado le veo
          a su propio original,
          que si ardiendo a lo cabal,
          queda indeciso el trofeo:
          eso es cierto, pues aun creo 15
          que nuestro Javier dichoso
          hoy dudara cuidadoso
          si del éxtasi volviera,
          en cual de los dos viviera
          su espíritu generoso. 20
     Y si de Arriola a la idea
          se delineó aqueste bulto,
          hoy con más que humano indulto
          nueva vida se granjea:
          pues bien puede ser que sea 25
          del Artífice la mano,
          mas su afecto pudo ufano
          introducirle el aliento;
          que amar, es merecimiento
          de obrar a lo soberano. 30
     Si el retrato miro atento,
          entre el gozar, y el penar,
          le he llegado a contemplar,
          �quién vio en la pena el contento?
          mas valerse del tormento 35
          fue cautela de Javier,
          pues fuera fuerza perder
          en tanto gozo la vida,
          y porque mejor se mida,
          templa el gozo el padecer. 40
     Y si la planta ultrajada
          viviente púrpura vierte,
          también el alma revierte
          gozo, que al rostro traslada:
          �qué dicha tan declarada! 45
          pues hoy llego a presumir,
          que su planta en el sufrir
          fue la raíz, que aunque penosa,
          glorias por fruta gustosa
          en él llegó a producir. 50
     De Cristo Javier traslado
          es a mi entender tan cierto,
          que lo que en Jesús advierto,
          en él lo miro ajustado:
          y si cuando más penado 55
          glorias gozó este Señor
          del alma en lo superior,
          Javier gozó en lo eminente
          de su espíritu, aunque siente
          de su cuerpo en lo inferior. 60 [118]
 
 
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Al haber muerto San Francisco Javier a las puertas de la China, antes de entrar en ella

Décima
 
     ArribaAbajoA la China, �oh qué gozoso
          camina Javier, y alada!
          pero el paso �ay Dios! helado
          le embarazó cauteloso:
          con que ya no luminoso 5
          goza al Chino su esplendor;
          mas deste ocaso, y horror
          logró mejor su lucir,
          que remontarse al zafir,
          fue alumbrarle más su ardor. 10
 
 
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Al haber tenido San Francisco Javier con estupendo milagro al Sol

     ArribaAbajoJosué Divino al mismo Sol pudiste
     refrenar la carrera presurosa,
     que al mirar su semblante fuera ociosa
     su luz girase, si la tuya asiste.
 
 
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A lo pasado y desabrido del amor mundano

Epigrama
 
     ArribaAbajoDe un amante es la fortuna,
          sola una esperanza vana,
          un deleite, que en la cuna
          tiene su muerte temprana.
          Gozó embebido en la pena, 5
          acíbar bañado en miel,
          amor metido en cadena,
          menos dulce más de hiel.

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