Relación de los autos de residencia, que espontáneamente dio el Excmo. Señor Fr. Don Manuel de Amat

Caballero del Orden de San Juan, del Consejo de S. M. Mariscal de Campo de sus Reales Exércitos, Presidente, Gobernador, y Capitán General del Reino de Chile, luego que de aquel Cargo fue promovido al Virreinato del Perú

Anónimo

	Pon, discreto lector, todo cuidado
	En leer ese papel que te presenta
	De Príncipes perfectos el dechado
	Cuando del grande Amat lo heroico ostenta.
	Cuanto la fama augusta ha divulgado
	Con fiel solicitud mandó a la imprenta
	Un siervo leal, que aspira a ver la gloria
	Impresa en el papel de la memoria.

	De este príncipe excelso, esclarecido,
	La justificación verás patente,
	De la que un reino fiel testigo ha sido,
	A quien él gobernó tan dignamente.
	Chile es el que con grito repetido
	Tanto aclama a su justo Presidente,
	Que si oráculo el pueblo a ser volviera
	Su misma decisión su culto fuera.

	Sin el cargo de dar la residencia
	A este supremo empleo es exaltado;
	Y voluntario reo Su Excelencia
	Acreditó su ser justificado;
	Aunque recta conoce su conciencia,
	Premio a quien le acusare ha preparado,
	Porque desea castigar con ansia
	Con pena de malicia a su ignorancia.

	En carteles divulga esta proclama;
	Mas, como fueron justas sus acciones,
	En eco de la voz, que a juicio llama,
	En festivas responde aclamaciones.
	Nadie puede pedir contra quien ama:
	De amor sólo serán sus expresiones,
	Porque no pide la razón ni el juicio
	Darle lugar de agravio al beneficio.

	Cuanto en la residencia se contiene
	En el cuerpo de esta obra bien se expresa,
	A influjo de un criado que previene
	La gloria de su dueño en la grandeza.
	Otra razón su gratitud no tiene
	De explicar la intención de su fineza
	Y aunque teme del Príncipe el sonrojo
	Puede más su cariño que su enojo.

(Soneto)

	Si Amat de presidente fue dechado
	Hoy es de grandes príncipes modelo
	Que mientras más su dicha eleva al cielo
	Descubre más su mérito elevado
	Es la justicia todo su cuidado,
	La caridad es todo su desvelo,
	Que el mismo genio que le infunde el celo
	Le inspira compasión del desdichado.
	Muchos miles anuales ha ofrecido
	Para limosnas: que este caballero
	Si con la iniquidad es muy entero,
	Con la necesidad es muy partido,
	Porque tengan la urgencia y la malicia
	Igual premio en su gracia y su justicia.